Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MEMORIAS DE UN ASESINO por desire nemesis

[Reviews - 102]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

ATENCION LEMON

------------------

 

Contemplar el atardecer desde la sala vistosa donde se dejaba correr un panel que era toda la pared de dicha habitación hacia el jardín era una costumbre en esa casa. Esa noche Ikabe tenía que atender unos asuntos en el cuartel y sus padres habían ido a visitar la casa de un cónsul. 

33—Extasiante agonía

 

Contemplar el atardecer desde la sala vistosa donde se dejaba correr un panel que era toda la pared de dicha habitación hacia el jardín era una costumbre en esa casa. Esa noche Ikabe tenía que atender unos asuntos en el cuartel y sus padres habían ido a visitar la casa de un cónsul.

 

Por eso el joven Seto se sobresaltó un poco al notar que en dicha habitación se encontraba el alemán. Cuando sintió la puerta corrediza correrse miró en su dirección y sus miradas se cruzaron un momento antes de que el ojos mieles la desviara. Usaba su uniforme todo negro y varonil pero aun asi las imágenes que viera antes llenaron la memoria del joven que intentó evadir la presencia del otro pero no le era fácil. El sonido del otro al mover la pequeña taza que le habían proporcionado junto con la botella de sake, cuando servía en ella hacía imposible la tarea. Su taza de té fue servida ante su atenta mirada. El ver a la sirviente poner la taza sobre la mesita dispuesta frente a si fue una actividad capaz de relajar un poco sus sentidos hasta…

 

Es una bella vista—palabras insulsas, dichas al azar para quebrar el silencio pero que dieron de lleno contra la nueva paz del castaño que volvió los ojos a la silueta a su lado.

 

El rubio miraba hacia el gran cerezo en medio del jardín con una pequeña sonrisa.

 

 

 

 

 

 

Joseph estaba calculando que decirle al hermano de Ikabe para que este le contara la verdad. El otro se había pasmado de su curiosidad por ello el melado dejó las preguntas. No le gustaba mostrar interés por los demás y el hecho de que lo había demostrado le turbaba.

 

Aún así, quería saber…

 

Fue tan repentino.

 

En un segundo sintió una mano deslizándose por su talle hacia el otro lado mientras unos labios atacaban el costado derecho de su cuello desde atrás y la mano izquierda del ojiazulado se posaba en su cadera izquierda. Podía sentir la cercanía de su cuerpo a su espalda y la vehemencia de su fervor paralizó al inquebrantable soldado por un momento.

 

Luego de volver en si Wilfred preguntó mientras giraba su cara para ver de soslayo la del otro que estaba ocupada en su cuello--¿Qué te suce…?—sus palabras fueron en vano, sellados sus labios por unos avezados labios. Ni siquiera Seto sabía lo que le sucedía. Normalmente no era una persona para nada sensual pero en estos momentos su cuerpo ardía y exigía de manera frenética ese contacto, la presencia de esas imágenes en su cabeza ayudaba a darle urgencia a dicha situación.

 

Los vi, a ti y a mi hermano—susurró con voz ronca a su oído, entonces su mano tocó sobre el calzoncillo occidental el falo escondido y lo rozó con toda ella. Un gemido gutural se atragantó en la boca del Sturmbannführer y su mano derecha voló a los cabellos del otro mientras se arqueaba para atrás en extasiante agonía mientras caía en la cuenta de las implicaciones de lo que el otro decía y sin saber por qué el saber que el otro lo había visto en semejante situación lo ponía deseoso de más contacto, deseoso… de sexo.

 

Aún así intentó mantener la cordura y le dijo—No sabes lo que haces, soy un viejo, tu siempre lo dices—

 

Te quiero—fueron las palabras que escaparon de la boca del castaño para perdición del otro—Tómalo como mi última voluntad—

 

¿Tu ultima?—preguntó algo turbado el otro mientras la mano del otro se movía sobre su masculinidad.

 

Los vientos divinos debemos morir por nuestro emperador—contestó el otro mientras se afanaba por quitarle las prendas.

 

Lo sé, es posible que todos muramos por nuestra patria—dijo el alemán evocando al deber del soldado.

 

No entiendes, nosotros tenemos que morir por nuestro emperador, no hay otra opción—contestó el muchacho y por fin Wilfred entendió el porque Ikabe se había afanado tanto en apartar ese deber de su hermano menor. Este sin dudas no heredaría a la familia pues era el menor por lo tanto podía ser un sacrificio en favor del honor de esta.

 

Es ahí cuando Shmidt se decidió a cometer tal acto en una habitación abierta hacia el jardín sin temor a ser descubierto.

 

Seto le había ya despojado de su cinturón y bajado el pantalón mientras ahora el alemán permanecía sentado en su regazo de espaldas a él y el castaño devoraba su cuello. De pronto se dio cuenta de que el otro pretendía entrar de lleno en él y le detuvo volviéndose mientras le decía—Debes prepararme primero—

 

¿Cómo hago es…?—la voz del Kaiba fue ahogada por la boca del otro.

 

Yo me ocuparé por ti—dijo el rubio antes de empezar a insertar un dedo en su entrada mientras permanecía de rodillas ante el otro con medio cuerpo estirado en dirección del muchacho y le besaba intensamente.

Notas finales:

AHSAYUNI VOLVISTE

FLEIR UN REGALO

BESOS

JA NE

n.n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).