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Aires del tiempo por RyuStark

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Notas del capitulo:

Hola bebés <3

Lamento tenerlos abandonados, pero han sido semanas difíciles para mí, no solo por la universidad, sino que tampoco he estado muy bien de salud y más que tiempo, no he tenido muchas fuerzas ni ánimos para escribir. Lamento haberlos dejado esperando, pero lentamente ya estoy mejorando y ahora que me siento mejor he aprovechado para actualizar.

Los amo mucho en serio, gracias por siempre ser pacientes, comprensivos y sobre todo atentos conmigo. Lo valoro muchísimo. Pero bueno, no hablemos más. Hoy les traigo romance, humor, drama, lemon y de todo un poco. Y como en cada capítulo fíjense en los detalles pequeños. ¡Son súper importantes!

Espero que lo disfruten :3

///Grimmjow///

Bien, bien, aquí es cuando me arrepiento de haberme portado y lloriqueando como una perra patética hace unas semanas con respecto a Nel y la jodida. Y lo digo porque tal y cómo lo recordaba sigue siendo un pequeño monstruito desastroso y feo. Uno al que no puedo atrapar sin importar cuanto lo intente. Maldito dolor en el trasero.

—¡Ven aquí mocosa! ¡No me hagas amarrarte y torturarte lentamente!

—¡Gatito! ¡Corre gatito corre! —Chilla emocionadísima como si mis palabras no fueran más que estupideces para ella.

—¡Nelliel carajo! —Le reclamo mientras corremos o más bien jugueteamos en el bosque que rodea el restaurante de la familia de Kurosaki.

—¡Grimmjow trata con cariño a Nel! —Ichigo que está sentado en una banquita tomándose su descanso y comiéndose una rebanada de pastel, me reclama ya que él no tiene que perseguir a la niñata intrépida, que parece mono trepando árboles y arrojándose de ellos.

—¡Itsygo! —Nel se detiene a su lado como si nada para abrazarlo, acariciar a mis hijos y de paso recibir una cucharada de pastel en la boca.

—¿Te diviertes con gatito, Nel? —Le pregunta Kurosaki a Nel que sonríe y asiente emocionada y muy contenta.

—¡Gatito divertido! ¡Nel ama a gatito y también a Itsygo! —Grita eufórica una vez más corriendo hasta mí, abrazándome y casi dejándome lisiado por el aplastador agarre. —¡Gatito, gatito!

—Sí, sí, sí, carajo…¿Dónde está el botón de apagado? —Gruño entre sonrisas porque es una niñata, pero una bastante adorable. No que lo diga en voz alta claro.

—Ahora imagínate cuando nazcan los gemelos. —Dice Ichigo sonriente y frotándose el vientre.   

—No te preocupes Kurosaki, ya aparté la habitación de lujo en el psiquiátrico de Karakura para cuando tú y los gemelos me vuelvan loco.

—Jódete, ya estás bastante loco por ti mismo y además nos amas. —Afirma guiñándome un ojo y chupando su cuchara.

—Oho…¿Nos estamos poniendo atrevidos? ¿Lo quieres justo aquí entre los arbolitos?

—Te la voy a cortar entre los arbolitos. No me molestes cuando como y mejor sigue jugando con Nelliel o mejor aún, tráeme otra rebanada de pastel.

—Mierda Kurosaki, mejor te traigo el puto pastel entero, ¿Cuántas ya te comiste?

—¡¿Quieres morir estúpido?!

—Como siempre se están divirtiendo huh. —Habla el odioso de Kyoraku que llega con una bolsa de comida del lugar. —Venga Nelli es hora de irnos princesita, seguro que tu mamá se está preguntando porque nos tardamos tanto en regresar. —Nel hace un puchero, pero rápido obedece besando a Ichigo, también a mí y finalmente corriendo con su padre, al cual también me le acerco para que Kurosaki no nos oiga.

 —Toma esto. —Le paso un sobre con dinero, el cual rechaza haciéndome fruncir el ceño. —No he trabajado por ello y no acepto caridad de nadie. —Menciono ya que desde hace casi dos semanas Ichigo ha tenido un par de fuertes molestias con respecto al embarazo y por no dejarlo solo en casa decidí quedarme con él. Por ende no he trabajado mucho que digamos, pero la cosas es que Kyoraku insiste en pagarme a pesar de ello.

—Hey, no lo hago por ti ¿Sí? He visto crecer a Ichigo-chan toda mi vida, es un chico muy bueno y amable, que siempre me ha ayudado aunque no se lo he pedido. Tú bien sabes que no hay nadie que no lo quiera en este pueblo. Y en este momento te necesita con él al igual que tus hijos. Así que no acepto un no por respuesta. —Dice letalmente serio, sacándome un suspiro y provocando que me vuelva a guardar el sobre.

—Sabes que te lo pagaré ¿Cierto?

—No espero que lo hagas Grimmjow, a veces tienes que aprender a recibir regalos de tu familia y amigos. —Me dice sonriente y dándome una palmada en el brazo. —Pero eso sí, cuando él se sienta mejor espero que tú regreses con muchas ganas al trabajo, es todo. Por ahora descansa a su lado ¿Sí? Por cierto Jushiro dijo que si podías darle una llamada después.

—Gracias Kyoraku…en serio, gracias. No comprendo esta necesidad tuya por siempre ayudarme, aunque digas que es por Kurosaki, sé que también es por mí. Eres un viejo verde, pero también un tipo genial. —Hablo un tanto a regañadientes, pero de corazón porque en serio valoro el gesto a pesar de que me duele un poco el orgullo.

Kyoraku me sonríe y abraza efusivo contra mi voluntad, para luego simplemente irse con Nel después de hacerle un cumplido a Kurosaki.

—Así que…¿Regresamos a casa? —Pregunto.

—No, hemos estado ahí toda la semana. Además mi tío necesita ayuda, ya viste que el lugar está totalmente repleto de gente. Después de todo, montones de personas viajan todos los días desde varias partes del estado con tal de probar la mejor hamburguesa del condado. —Menciona burlón y haciéndome rodar los ojos.

Porque quizás no lo dije antes pero ganamos. Oh sí, ganamos ese puto concurso de comida el día en que le partí la cara al relamido hijo de perra de Aizen. Y aunque Kurosaki y yo no estuvimos presente por estarnos revolcando en casa, al día siguiente la puerta fue azotada y entró Kaien con Urahara y chico francés para arrojarme a la cara un trofeo de plástico, además de un cheque con el dinero del premio.

Y una vez más, aunque alegué que debíamos repartirlo, ellos insistieron en que el mérito fue mío ya que yo creé el platillo. Una vil hamburguesa que me inventé y que al parecer volvió locos a todos. Pero eso no fue lo más jodido, sino el maldito nombre que tiene “¡Hamburguesa estilo Cindy!” así es. ¿Y quién carajo creen que la nombró? Nadie más que Kurosaki-chiflado-Ichigo, que insiste en que debido a su nombre tan “ingenioso” es que ganamos.

Loco, está loco y bastante bueno además de candente, pero loco al fin y al cabo.

—¿Entonces ayudamos?

—Tú no ayudas un carajo, te vas a quedar sentado y yo trabajaré en tu lugar, ¿Está claro? —Ichigo frunce el ceño y se cruza de brazos negando.

—No soy un estorbo.

—Pero sí eres una pelota y no te puedes agachar, además seguro que si intentas poner un plato te vas de boca con todo y charola. —Digo para su indignación.

—¡Ugh, bien! —Dice intentando pararse de golpe más no lográndolo y sacándome una carcajada que lo hace molestar más. No me queda más que ayudarlo ganándome a cambio un jalón de cabello mortal y un golpe, que no quita que lo bese y de paso le frote el vientre.

Ya va por la semana 24 de embarazo, por lo que los bebés están bastante grandes e Ichigo muy adolorido y cansado la mayoría del tiempo.

—Mierda Kurosaki, te ves tan sexy. —Le digo al oído mientras le beso el cuello y aprovecho para meter mi mano por debajo de la tela de su camiseta holgada.

—Pervertido. —Me dice con las mejillas ardientes, jalándome una oreja y llevándome hacia el interior del restaurante, donde todo es una locura por lo lleno que está. Ichigo rápido indica que se va a la caja a cobrar y que yo ayude en la cocina.

Las horas se pasan muy rápidas y divertidas, porque desde la ventana de la cocina puedo ver a Ichigo y a Urahara en la barra, por lo que Kaien y yo hacemos un par de bromas y todos terminamos riéndonos hasta casi las lágrimas. Admito que es divertido estar en este lugar. O eso pienso hasta que veo a Tensa regresar con un plato que le había entregado.

—¿Hay algo malo con mi hamburguesa? —Pregunto mirándolo fruncir los labios.

—Un par de tipos ebrios y estúpidos…creo que los conoces, Nnoitra y un par de amigos suyos.

—¿Y cuál se supone que es el problema?

—No vale la pena seis…

—¿Qué dijeron Tensa? —Me acerco y asomo, mirando al fondo la mesa donde está el larguirucho sonrisa de piano y un par de tipos riéndose como los imbéciles que son. —¿Tensa qué carajo dijeron? —Repito molesto, ya que claramente no quiere decírmelo.

—Nnoitra dijo…que la hamburguesa tenía liendres al haber sido cocinada por un sucio campesino. —Dice preocupado y haciéndome apretar la quijada. Más no me dura el enojo, por lo que rápido sonrío, me quito el mandil y tomo el jodido plato para salir hacia el comedor con la mirada de todos en la cocina puesta sobre mí.

—Seis…—Me habla Kurosaki desde la caja, pero lo ignoro llegando a la mesa de Nnoitra.

—Disculpen, ¿Quién ordenó la hamburguesa de lujo…con liendres? —Enfatizo lo último, colocando el plato sobre la mesa y ganándome unas carcajadas patéticas de parte de Nnoitra y sus amigos.

—Yo la pedí…—Dice Nnoitra con una horrible sonrisa.

—En este restaurante una hamburguesa de lujo viene con papas a la francesa, lechuga, tomate, mayonesa ¡Y liendres! —Grito. — ¡¿Hay alguien que tenga un puto problema con eso?! —Pregunto por lo alto a todos los comensales y en especial a Nnoitra.

—Yo puedo elegir quien hace mi comida y definitivamente no será preparada por un sucio campesino. —Alega el idiota.

—Perra es muy tarde para eso, los sucios campesinos como yo crían tus animales y crecen todos los vegetales que te tragas desde mucho antes de que yo trajera mi precioso trasero a este lugar. Según tu lógica todo lo que estás tocando, miras y te comes tiene liendres estúpido.

—¡No vas a hacer que me coma esa basura! —Me dice hostil y sacándome una sonrisa mientras me inclino para hablarle de cerca.

—Todo lo que tienes que pedir…¡Es que te lo dé en la boca! —Menciono tomando uno de los panes, lamiéndolo y azotándoselo en la puta cara con tanta fuerza como puedo. Obviamente sus amigos se levantan para golpearme, pero igual de rápido les suelto un puñetazo a los dos, más otro a Nnoitra que lo deja tirado contra las sillas.

—¡Perra si vienes a mi casa, te vas a comer las cosas de la maldita manera en que yo las preparo! ¡¿Fui lo suficientemente claro?! —Digo antes de terminar de arrojarle el resto del plato a las piernas. —Y asegúrate de dejarle propina a tu mesero. —Finalizo, ganándome una sonrisa de varios e inclusive Abarai que está sentado en una mesa, me extiende su mano para que las choquemos.

—¡Estás muerto Jaegerjaquez! —Me grita Nnoitra antes de salirse furioso y humillado del lugar.

Estúpidos hijos de perra, creyendo que pueden venir aquí y burlarse de mí. No es que me ofenda que me llame de esa manera, después de todo ser un campesino es un trabajo sumamente difícil y uno del que estar orgulloso. Pero el idiota —seguramente enviado por Aizen— busca hacerme enojar y en este momento me agarró de buenas. Solo porque Kurosaki estaba aquí no le partí cada diente que tiene.

—Seis…—Ichigo llega a mi lado, abrazándome y sonriéndome. —Usualmente no me gusta que desperdicien la comida, pero te viste genial. Sin mencionar que el imbécil se lo merecía. —Me dice entre risas y dándome un beso. —Antes yo era el que se encargaba de esos tontos, pero me da gusto saber que ahora tengo un relevo con toda la actitud del mundo. —Menciona sacándome un par de risas.

—Mierda, como te amo.

—Y yo a ti. Ahora vayamos a casa, me duele la espalda y no tarda en empezar mi programa. Y cierra la boca, que si me cuentas el final dormirás  con tu amado bola de pelos en el jardín. —Advierte haciéndome reír. Una vez más nos despedimos sin culpa, ya que entra otro turno de empleados y nosotros nos vamos a casa.

Algo que he notado es que con el paso de los meses Karakura sigue igual de cálido. Quizás no tanto como en el verano, pero sin duda es el pueblo del eterno calor. Por lo que conforme avanzamos en el Impala tenemos todas las ventanas abiertas y dejando que el aire tibio de la noche se meta; también miro a Ichigo levantarse la camiseta, según él para que nuestros hijos se refresquen.

¿Ya dije lo bobo y adorable que es?

—¡Seis aun hay tiempo antes de que empiece mi programa, así que hay que pasar por un helado! —Me dice Ichigo ahora que estamos en las cercanías del pueblo.

—Me parece bien, sólo si luego en casa puedo cubrirte con el helado y pasarte la lengua por…¡Ah, carajo! —Chillo lo último debido al pellizco brutal que recibo de su parte. —Mierda Kurosaki, bien, si quieres que yo sea el del helado y tú el de la lengua solo di…¡Duele! —Grito una vez más por el nuevo pellizco.

—Eres un degenerado de primera. —Me dice con ese hermoso ceño fruncido mientras yo me río, apago el auto y nos bajamos en una heladería bastante grande que hay en el centro de Karakura cerca del barrio francés. Ahí después de pedir medio menú, nos sentamos en una de las mesitas de la terraza para ver a todos los transeúntes y de paso disfrutar el rico calor de la noche, el jazz en vivo y ese ambiente afable que nos rodea.

—Un Banana Split Jumbo con todo. —Anuncia la mesera a la vez que nos coloca en la mesa un platón ridículamente grande y alargado, atascado de unas veinte bolas de helado, fruta, crema batida y mierdas de colores más un mar de chocolate líquido. Por supuesto Kurosaki ataca muy contento y lo lamenta en cuanto se le congela el cerebro.

¿Qué hice para merecerme semejante hermosura torpe y tragón?

No me queda más que burlarme de él y pasar un momento agradable con mi joven novio, hasta que algo muy curioso llama mi atención. Miro como en su cuello se oculta algo que no había visto antes. —¿Es mi collar el que traes puesto? —Pregunto mirándolo meterse otra cucharada y también palpar el bonito collar con un dije de pantera.

—Cuando encontré tu espejo el otro día, también encontré este collar. Sabía que era tuyo, pero como no preguntaste por él, decidí ponérmelo. ¿Te molesta?

—Que no es espejo carajo, es un celular. Y claro que no me molesta, se te ve muy bien. Sólo que realmente pensé que lo había perdido, así que cuídalo mucho, es realmente especial para mí.

—¿Fue un regalo? —Pregunta curioso.

—Sí…un regalo de mi mamá. Es lo último que me queda de ella. —Digo un tanto melancólico, cosa que nota y de inmediato toma mi mano.

—Nunca me has hablado de ella, crees… y sólo si tú quieres, ¿Qué alguna vez pueda conocerla? —Cuestiona con una sonrisa preciosa e inocente que le regreso mientras le acaricio el rostro. —¿Grimm? Por favor no digas que no, porque hablando de ella, me encantaría como no tienes una idea que viniera a nuestra boda. ¡Ah! ¡Y también tu abuelito! —En cuanto menciona a mi abuelo me tenso horriblemente. No es que lo odie, pero…siempre fue tan estricto y gruñón, que sinceramente no lo extraño.

—Mi mamá no podrá venir Ichi…

—¿Por qué no?

—Ella…se fue hace muchos años. —Menciono intentando no lucir abatido. Ichigo que es mi luz y corazón, claramente comprende el doble sentido y rápido pega su silla a la mía para abrazarme con cariño, consuelo y mucha fuerza. Cuan maravilloso puede ser este hombre que ni siquiera necesito hablar para saber que lo necesito.

—Lo siento, lo siento mucho, lo lamento, no lo sabía. Grimmjow no lo sabía. —Menciona muy triste y tomando mi rostro para que lo mire.

—No importa, fue hace demasiado. Yo era un niño y…ya lo olvidé.

—No, no lo has hecho, nadie olvida cosas así. Pero debes saber que yo siempre estaré a tu lado y que te amo, ¿Entiendes? Te amo Grimmjow. Quizás ella ya no está aquí, pero ahora yo soy tu familia, nosotros somos tu familia. —Me dice tomando mi mano para colocarla en su vientre.

Sonrío enternecido, porque sé que tiene razón y además no estoy triste, en serio ahora tengo una gran familia, de la cual mi madre donde quiera que esté, debe estar muy orgullosa y feliz por mí.

Kurosaki y yo nos abrazamos por un buen rato, recibiendo miradas ajenas y extrañas, pero no quita que lo hagamos eternamente y con cariño. Uno de esos abrazos que te reconforta y tranquiliza el alma. Vaya que esto del amor es extraño. Me juré que nunca dependería de nadie, pero ahora, aquí, entre los brazos de Ichigo, sé que no hay otro lugar para mí que no sea junto a él.

Tiempo después nos separamos e Ichigo me besa el rostro y me sonríe como sólo él sabe diciéndome que todo está bien. Y le creo. Simplemente le creo. Porque no hay manera alguna de que pueda mentirme. Eventualmente la fresa más rebelde del mundo decide volver a comer un poco mientras yo admiro lo bien que se le ve el collar.

—Se lo dio mi padre. —Digo de la nada y ganándome una mueca curiosa de su parte.

—El collar… —sigo —se lo dio mi padre o eso creo. Ella dijo que se lo regaló su alma gemela como símbolo de su amor eterno. Vaya mentira. La verdad es que nunca lo conocí porque él nos abandonó. Bueno mamá solía decirme que no pudieron estar juntos debido a que mi abuelo no permitió su relación por ser de clases sociales distintas, pero yo creo que nos abandonó porque ella estaba embarazada de mí.

Digo, ¿Qué hombre deja a su persona especial y además con un hijo de por medio? Por más que alguien se haya negado, él pudo no sé…robarse a mamá o algo así. Creo que nada justifica que ni siquiera haya intentado estar cerca de nosotros. O al menos yo nunca lo supe. —Confieso por primera vez en mi vida. Ichigo claramente se ve afligido una vez más entrelazando nuestros dedos.

—¿Odias a tu papá? —Pregunta.

—Solía hacerlo, aun a veces lo hago, pero la verdad es que desde hace unos meses ya no pienso mucho en él.

—¿Te hubiera gustado conocerlo?

—Cuando era chico sí. Mi padrastro era un hombre horrible al igual que mi abuelo y yo siempre soñaba con que mi padre me rescatara a mí y a mamá, pero nunca pasó. Y hoy como un adulto, supongo que me da igual. Aunque lo conociera no es como que algo cambiaría de todas formas. Él me dejó a mí y a mamá cuando más lo necesitamos. Aun si se disculpara, yo jamás olvidaría lo que pasamos.

Fue tan mal padre, que ni siquiera sé cómo era. Si lo llegara a tener en frente no podría reconocerlo. No sé casi nada de ese hombre. Pero si te puedo decir algo Ichigo, es que no seré como él. Yo no te dejaré ¿Entiendes? Siempre estaré aquí cuando me necesites, también para los bebés. Tal vez no seré el mejor padre, pero lo voy a intentar. —Afirmo, ganándome una sonrisa de su parte.

—Sé que serás un padre grandioso, no me queda duda. —Indica besándome una vez más y tomando mi mano para irnos a casa después de pagar la cuenta. Durante el trayecto, Ichigo toma mi mano todo el camino y me cuenta un sinfín de historias que me alegran y hacen reír en grande.

Porque es perfecto, simplemente perfecto para mí. Con ese lindo rostro lleno de pecas doradas por el sol y ojos de miel que parecieran brillar con la luz de la luna. Y aunque su belleza le roba el aliento a cualquiera, no se puede comparar con el inmenso corazón que tiene y se encarga de hacer sentir bien a todos a su alrededor.

No merezco un hombre tan grandioso, hermoso, inteligente y lindo como él. Y aun así soy egoísta y lo quiero mío para siempre.

—¿Puedes detenerte ahí? —Ichigo pide que nos detengamos justo a un lado de la carretera.

—¿Y tu programa?

—Seguro que luego podrás contármelo, ahora detente. —Me dice con una bonita sonrisa.

Obedezco estacionando el auto bajo un frondoso árbol y junto a un enorme y alto campo de maíz. Ahí nos bajamos y yo corro a auxiliarlo pensando que puede sentirse mal, pero no es el caso. Mi joven novio me sonríe y me indica que nos sentemos sobre el cofre del auto.

—Hay muchísimas estrellas esta noche y desde aquí se ven aún mejor. —Menciona mientras nos recostamos y él se pega más a mí para besarme en la mejilla. Ichigo y yo admiramos algo tan simple como magnifico que es el cielo basto y sumamente estrellado.

Millones de manchitas blancas, brillantes y resplandecientes salpican el firmamento que pareciera no tener fin. El aire sopla tibio moviendo los enormes maizales a nuestro costado mientras montones de grillos y cigarras cantan a todo lo que da, diciéndote que no solo estás en el campo, sino que también estamos solos en este lugar.

Algo que extrañamente me hace sentir reconfortado. El hecho de que la mera presencia de Ichigo sea capaz de hacerme sentir tranquilo y en paz, sin duda es una señal de cuan especial es.

///Ichigo///

Hace un calor brutal y sobre todo húmedo y no sólo es por el clima, también se debe a los ricos besos húmedos que Grimmjow no se cansa de depositar sobre mi cuello. Tengo que morderme los labios, notando mí corazón latir con violencia y un rico cosquilleo propagarse abrumador por mi vientre bajo.

—Me gusta tanto Ichigo, me encantas, me fascinas. Día y noche eres lo único en lo que pienso y al único que deseo. Eres precioso, eres perfecto y sobre todo eres mío. —Me susurra al oído con esa voz ronca y aterciopelada que tiene y que siempre me hace las piernas temblar.

Amo en demasía sus palabras mientras Grimmjow me regala una sonrisa perversa y sensual a la vez que una de sus manos comienza a palpar mi cuerpo húmedo y tibio.

—No aquí…—Digo debido a sus voraces dientes sobre mi cuello, que me tienen mordiéndome los labios para no gemir desvergonzado.

—¿Dónde lo quieres entonces?

—Dentro…dentro del auto. —Menciono sintiéndome ligeramente embriagado en calor. Grimmjow me ayuda a meternos con cuidado a la parte trasera del Impala, donde me recuesto horizontalmente sobre el asiento y él no tarda en meterse entre mis piernas.

Grimmjow es mi alma gemela, lo ha sido ya muchas veces y lo seguirá siendo siempre. Sin embargo, aun me roba el aliento cada vez que miro sus ojos brillar con un deje de lujuria plausible mientras su cabello desordenado cae cincelando su adónico y atractivo rostro.

Seis es un hombre que te hace ser consciente de ti mismo y de lo que implica tenerlo amándote de la manera en que lo hace. Un amor sexual, apasionado, obsesivo y en exceso erótico como todo lo que lo rodea. Porque esa es la clase de ser inalcanzable que es, uno que más que con palabras, quiere mostrarme con su cuerpo cuanto significo para él.

Mi guapo y estremecedor novio, que con una sola mueca descarada me tiene dándole todo de mí y mucho más, porque jamás será suficiente para ninguno.

Justo como ahora que lo miro desabotonarse su bien conocido overol para mostrarme ese cuerpo de dios que tiene. Más no es todo, Grimmjow toca, estruja, rasguña y acaricia mi cuerpo a su antojo, desnudándome, quizás marcándome o más bien sometiéndome porque sabe que le pertenezco.

En apenas segundos ya me tiene gimiendo sudoroso, con las piernas abiertas y con la mente en blanco debido a sus labios húmedos que se pasean despacio por mi pecho al descubierto; deteniéndose para morder mis pezones rosados y erectos, hasta hacerme gritar y luego bajar una vez más por mi vientre. Grimmjow me palpa con fuerza, diciéndome que está ahí y que ambos lo gozaremos en grande.

Algo que me queda claro en cuanto se mete mi erección a esa boca tan tibia, suave y mojada que tiene. Me retuerzo lloroso debido al exceso de sensaciones, metiendo mis manos entre su cabello azul y sujetándolo con fuerza mientras él continua chupándome hasta la base. Grimmjow me mira con soberbia directo a los ojos mientras su boca se mueve de arriba hacia abajo dándole un ritmo tortuosamente lento a la felación.

—Grimm…hah…Grimmjow. —Mi voz sale corrompida tal como mi cuerpo desde que conocí a este hombre. Uno que me tiene mirando estrellas debido a lo profundo y bien que me toma en su boca, ahora tan deliciosamente estrecha y asfixiante. —Grimmjow espera…voy a correrme. —Anuncio debido a ese incesante cosquilleo y espasmos que comienzan a acumularse en mi vientre bajo.

Pero como siempre quiere verme roto y suplicando, no duda en abrirme bien los muslos y en tomarme aún más, haciéndome sentir su nariz rozándose contra mi abdomen. Grimmjow me chupa y succiona casi con gula, aun cuando le jalo el cabello y le rasguño hasta el maldito rostro debido a que no puedo soportar la presión ni mucho menos el calor.

Me corro en la boca de Grimmjow, sintiendo el mundo colisionar a mi alrededor y también como él  ni siquiera se inmuta. Al contrario, una vez que he terminado se incorpora mostrándome los hilos espesos y viscosos de saliva y semen que escurren desde la comisura de sus labios y enfatiza cuando se los traga, relamiéndose los labios y suspirando satisfecho.

—Uhm…¿Quieres que te prepare con mi boca? —Cuestiona con clara malicia.  Niego avergonzado, porque jamás confesaré que suelo jugar con mi cuerpo tan seguido como puedo. Ese pensamiento me hace sentir las mejillas arder y de paso disfrutar el placer aun recorriéndome cada torrente, hueso y articulación.

—En ese caso, supongo que estás listo para mí ¿No es así? ¿Qué pasa Ichigo? No lo hemos hecho un par de días y ya estás temblando por mí. ¿Tanto lo necesitas?

Lo mato con la mirada, pero es inútil, porque en esta vida y en todas las demás, algo que ama Grimmjow en exceso es cuando me resisto feroz mientras ambos sabemos que en el interior soy el que más lo quiere. Y él me lo deja claro al tomar mis piernas y colocarse mis tobillos sobre los hombros.

No puedo ver mucho por la posición en la que me encuentro y debido al tamaño de mi vientre, pero lo que sí puedo es sentir fuerte y claro en cuanto Grimmjow toma su erección y comienza a restregar su punta mojada y gruesa contra mis testículos aterciopelados y sensibles. Mi hombre disfruta enajenado verme retorcer y gemir sin control mientras le rasguño el pecho dejándole hileras ardientes y rojizas sobre la piel.

—Grimm…uhm. —Jadeo entrecortado.

—¿Qué pasa bebé?

—No me tortures. Lo odio.

—No lo odias, te encanta. Ahora dime cómo lo quieres. —Cuestiona con su enloquecedora voz de seda.

—Lento…muy lento. —Confieso.

—Lento será…suma y excesivamente lento, tan lento que haré que me sientas por días enteros. —Amenaza candente.

Grimmjow me hace el amor con la mirada, pero no es el único que sabe hacer magia. Estiro mi mano y sujeto su erección para masturbarlo un poco, escuchándolo gruñir y sintiendo su líquido tibio adherirse a mis dedos. —Vamos seis…métela. —Insisto mientras lo suelto y bajo mis piernas de sus hombros para abrirlas un poco más exponiéndome ante él.

Mi hombre que luce evocadoramente erótico se relame los labios despacio, saboreando la vista y de paso mi cuerpo a la vez que lleva su punta contra mi diminuta entrada y empuja apenas un poco. Grimmjow me tortura introduciéndose e igual de rápido sacándola para joder conmigo y molestarme. —¡Grimmjow carajo! —Maldigo debido a la cruel ansiedad que me recorre.

Lo necesito en lo más profundo de mi interior. Necesito tenerlo grueso, palpitante y llenándome delicioso hasta hacerme sentir saciado.

—Mira ese rostro suplicante…siempre seduciéndome.

—Mi amor por favor…—Insisto fingiendo inocencia una última vez, antes de realmente matarlo si no me da lo que tanto quiero. Grimmjow sonríe perverso y de lado, creyéndose mi amenaza silenciosa, por lo que decide penetrarme en exceso despacio. Tanto que tengo que aferrarme a los asientos y arquear la espalda conforme comienza a adentrarse en mí.

Se encuentra excesivamente grueso y duro, pero aún así mi cuerpo pareciera ya conocerlo a la perfección y no duda en abrirse placentero, mojado y caliente para él. Grimmjow ruje y echa la cabeza para atrás disfrutando mi estreches engulléndolo y absorbiéndolo entero.

—Uhm…justo así bebé, justo así…—Avisa mientras termina de enterrarse con saña en mi rico y profundo interior.

Me ahogo en gemidos de placer agonizante y eléctrico, no solo por lo excesivamente bien que se siente dentro de mí, sino también por el calor encerrado que tiene los vidrios empañados y vaporosos al igual que mi cuerpo sudoroso e hirviente.

—Te sientes tan bien a mí alrededor Ichigo, apretándome demasiado.  —Grimmjow jadea complacido, sujetándome por los tobillos y moviendo sus caderas lenta e irresistiblemente. Saliendo apenas un poco de mí y volviendo a meterse con firmeza, haciéndome notar lo fácil que entra por lo mojado y escurridizo que me encuentro.

—Grimmjow…sí, así…así me gusta. —Gozo en grande, gimiendo y moviendo también mis caderas para generar impulso y hacer más brutal la lenta y profunda penetración. Grimmjow parece disfrutar tanto como yo el reducido espacio, que nos tiene bien pegados y con ello lo hondo que se encuentra en mí mientras el ambiente es saturado en suspiros, jadeos, maldiciones y sonidos líquidos y obscenos.

—Mierda Ichigo, como te amo. —El amor de mi vida se inclina con cuidado de no presionar demasiado mi vientre y rápido me muerde y besa los labios. Sonrío porque me siento sencillamente enamorado de una manera caótica e ingenua mientras le correspondo efusivo y me abrazo a su cuello.

—Te amo Grimmjow. —Repito una y otra vez mientras él continua hundiéndose en mi interior y de paso me acaricia los costados y todo el cuerpo comprobando que le pertenezco totalmente.

—Vamos Ichi, córrete para mí, me encanta verte hacerlo. —Menciona entre suspiros y duras estocadas que me hacen sentir el cuerpo quebrar y mi mente volar.

Segundos de locura efervescente y placer acumulado rápido comienzan a dispararse por todo mi cuerpo anunciándome que no podré aguantar más; y mucho menos cuando Grimmjow aumenta el ritmo y de paso toma mi erección que no para de gotear enrojecida, hinchada y dura para darme placer con su mano.

Grito entre dientes, aferrándome a sus brazos musculosos y simplemente convulsionando en cuanto mi orgasmo llega insaciable y entumecedor, haciéndome sentir un vorágine de sensaciones azotarme con una violencia inexorable.

—Carajo Ichigo…tan apretado. —Se queja con gusto Grimmjow, que me sorprende al salir de mí interior y comienza a masturbarse con vigor hasta que finalmente termina corriéndose sobre mi vientre y pecho.

Mi hombre respira agitado, escurriendo en sudor tibio, con el cabello hecho un sexy desastre y con esa expresión nocivamente erótica y atractiva, por el seguramente abrumador orgasmo que lo recorre mientras disfruta la imagen de su trabajo. Mi cuerpo agotado, marcado y empapado en su esencia en todos los sentidos.

Soy totalmente suyo. Hoy. Mañana. Siempre.

Lo que sigue después del sexo como siempre es complicado y divertido. Seis y yo nos amamos y el carajo, pero hace un calor de la jodida y nos tenemos que separar o moriremos cocinados al vapor aquí encerrados. Grimmjow y yo nos despegamos entre carcajadas, cuando al abrir la puerta para que él salga, yo lo empujo de más y cae de espaldas y obviamente desnudo a la tierra.

Afortunadamente él sobrevive la caída y yo el lograr incorporarme para regresar con bien a casa.

Ya en nuestro hogar seis y yo nos tomamos nuestro dulce tiempo, nos damos una ducha que termina en una sesión de besos candentes, para luego tirarnos en la sala donde miro mi amado Miami Vice con mi perro-león a mis pies mientras Grimmjow prepara algo de cenar.

Todo para que al final de la noche terminemos cenando, berreando y riéndonos a carcajadas cuando Kon nos roba el plato de pollo frito.

—¡Grimmjow teléfono! —Le grito a Grimmjow a mi lado.

—Tú contesta, lo tienes a lado. —Dice ganándose mi mirada de muerte, que lo hace rodar los ojos y estirarse para tomar el teléfono mientras batallo con él por quién se comerá el último trozo de pollo que logramos rescatar.

Sonrío victorioso el haber aprovechado que Grimmjow ha contestado, para robarle la última pieza de pollo, la cual me como feliz y obviamente ganándome un par de cosquillas mientras sigue hablando por teléfono. Lo curioso es cuando le dicen algo que al parecer no puede comentar frente a mí, por lo que me besa y me dice que irá a la cocina llevándose el teléfono.

Finjo que no me importa y que sigo viendo mi programa, pero como no queriendo estiro el cuello y me asomo hacia la cocina, donde lo miro hablar sin parar mientras camina de un lado a otro. ¿Con quién está hablando? No tengo la menor idea. Pero desde hace varias semanas está algo raro, bueno, más raro de lo normal.

Grimmjow me oculta algo.

Cualquiera pensaría que me está engañando, pero a mí aparte de impensable se me hace imposible. Estamos juntos todo el tiempo y las cosas marchan excelentes entre nosotros y más ahora que nuestros bebés vienen en camino. Así que la respuesta más acertada es que se trata de algo relacionado con su vida en Australia. O bueno, eso creo.

La verdad es que por un lado me alegró que abriera su corazón conmigo y por otro me consternó muchísimo lo que me contó hoy sobre sus padres. Mi implacable seis, siempre haciéndose el fuerte, temerario y el valiente, intentando hacerme reír y protegerme, cuando en realidad el que necesita más cariño es él. 

Por ello en cuanto llega y se sienta a mi lado, no dudo en abrazarlo tan fuerte como puedo.

—¿Y ahora qué tienes? —Me escudriña con la mirada. —¡Ah! ¡Seguro que rompiste algo!

—¡Jódete, ni que fuera tú! —Contesto fingiendo indignación, ganándome una carcajada de su parte, que me apriete las mejillas y me dé un beso.

—Eres un idiota adorable Kurosaki.

—¡¿Quién es un idiota adorable?! —Reclamo ganándome montones de besos más, que eventualmente me hacen reír. —Seis…lo he estado pensando mucho. —Hablo entre besos, mirando una de sus cejas levantarse mientras permanecemos abrazados.

—¿Qué has pensado?

—En nosotros, nuestra boda…¿No crees que ya deberíamos planearlo?

—Pensé que quizás querrías casarte después de que nazcan los niños. —Dice y yo rápido niego.

—No necesitamos esperar tanto.

—¿Estás seguro Kurosaki? Me gustaría ahorrar más y hacerte la boda gigante que te mereces.

—Idiota no me hagas sonar como una princesa mimada, algo sencillo y pequeño con mi familia basta. Quiero casarme contigo pronto…—Menciono un tanto avergonzado.

—Uhm…eso me encantaría. Digo, ya todos me conocen en este lugar como “El marido del pequeño Kurosaki” y no estaría mal por fin formalizarlo. Así que de ti depende, define pronto y lo hacemos.

—¡Pronto es ahora! Bueno…no creo que podamos, pero mañana mismo le llamo a mis padres y les aviso ¿Está bien? Conociendo a papá con tal de ver que te casas conmigo, es capaz de venir este mismo fin de semana. Todos se pondrán tan felices. —Insisto dándole uno de mis abrazos mortales, que lo tienen retorciendo y agonizando en amor.

Eso es hasta que un fuerte ladrido de Kon, seguido de un vidrio quebrándose nos hace brincar del susto. Grimmjow rápido reacciona jalándome para bajarnos al piso y protegerme, ya que las ventanas continúan quebrándose una a una y con ello montones de vidrios caen filosos por doquier. Cierro los ojos y me aferro a él asustado hasta que finalmente todo termina.

—Ichigo mírame, ¡¿Estás bien?! ¡¿Estás lastimado?! ¡¿Los bebés?! —Pregunta alterado a la vez que me palpa el cuerpo.

—Estoy bien, también los bebés, ¿Tú estás lastimado? —Cuestiono igual de angustiado y un tanto tembloroso, recibiendo una negativa de su parte mientras me ayuda a levantarme e ir hacia la entrada.

—Quédate aquí. —Dice bajando las escaleritas del pórtico y corriendo a prisa hacia el camino de asfalto. Miro la sala completamente llena de pedazos de vidrio, al igual que varios ladrillos y piedras que fueron los causantes de todo. Recojo uno en especial que llama mi atención, debido a que trae escrito algo que no alcanzo a leer en cuanto Grimmjow me lo arrebata.

—Ese malnacido hijo de perra. —Resopla furioso.

—¿Quién? —Cuestiono, más no necesito respuestas al ver lo que dice el ladrillo “Sucio campesino”. Nnoitra y compañía sin duda.

—Sabía que era él, sólo alcancé a ver una camioneta irse a prisa. Pero voy a matarlo, ¡Voy a maldita sea matarlo! —Grimmjow gruñe enervado y claramente intentando irse, más no lo dejo sosteniéndolo y abrazándolo.

—No vayas, Grimmjow no vayas. Eso es lo que quiere. No le des el gusto, no vayas. —Digo aferrándome a él, porque a pesar de que estoy tan o más furioso que él, sé que no vale la pena.

—¡Carajo! —Maldice una vez más mientras golpea enojado la pared y yo continúo abrazándolo con fuerza. —Sé que me odia, lo entiendo, ¿Pero tú? ¡Estás embarazado por todos los cielos! Si algo te hubiera pasado yo…

—No me pasó nada, estoy bien. —Repito mientras tomo su rostro para que me enfoque. —Respira, todos estamos bien y eso es lo que importa. Ahora llamémosle al tío Kaien ¿Sí? Que de todas formas se va a enterar y es mejor que sea por nosotros. —Digo, mirándolo pensar y terminar suspirando derrotado.

Una vez que le llamamos a mis tíos, no tardan ni veinte minutos antes de ya estar aquí junto al comisario que es amigo de la familia y el cual dice esto no se quedará así. Como es de esperarse, Grimmjow no es el único enfadado. Urahara prácticamente tiene que sostener todo el rato al tío Kaien, que afirma que él mismo matará al imbécil de Nnoitra y que le importa un carajo si lo echan a la cárcel.

Naturalmente nos ayudan a recoger todo el desastre, bueno, a mi me sientan como el supuesto estorbo que no soy, ya que no quieren que me lastime ni esfuerce. Y al terminar simplemente cubrimos todo, Grimmjow y yo tomamos un par de cosas y nos vamos con mis tíos para pasar la noche en su hogar, debido a que no sabemos si el imbécil de Nnoitra quiera regresar.

En casa de mis tíos que es un bonito lugar también entre zona boscosa, nos dan una cómoda habitación que justamente tiene vista hacia un diminuto lago. Ahí después de asearnos un poco, Grimmjow y yo nos recostamos en la cama por fin intentando descansar la locura del día.

—¿En serio estás bien Ichigo? —Me pregunta Grimmjow, ahora que estamos recostados de lado con él abrazándome por la espalda. Sonrío girando para verlo por encima de mi hombro mientras él continua repartiendo pequeños besos en mi nuca y de paso frotando mi vientre.

—Lo estoy...

—No me mientas, ¿Cómo está tu espalda? ¿Te duelen los pies o tus manos? Seguro que los tienes muy hinchados.

—Supongo que todo me duele bastante, pero nada que una noche de descanso no cure. —Digo feliz. Sin embargo Grimmjow no tarda en incorporarse, sentarse y prender la lamparita de la mesita de noche iluminando la habitación. 

Mi futuro marido me deleita no sólo con la vista de su cuerpo bien esculpido y un tanto brilloso al descubierto por el sofocante calor, sino que me sorprende en cuanto se acomoda en el borde de la cama y toma mis pies para comenzar a darme un masaje.

—Deja que yo me encargue ¿Sí?

—Podría acostumbrarme a esto sabes…—Menciono extremadamente complacido, sonriendo y cerrando los ojos, disfrutando del masaje sobre mis pies hinchados y adoloridos, además del aire fresco que entra desde la ventana abierta combinado con el del pequeño ventilador que nos prestaron.

Grimmjow como el hombre raro que es comienza a cantar una canción que no conozco, pero que me gusta muchísimo, ya que tiene esa manía de hacerlo cuando está relajado. —¿Cómo se llama esa canción? —Pregunto sin abrir los ojos.

‘Come and Get Your Love’ es una canción americana de los 70s que mi mamá solía cantarme todo el tiempo. Era su favorita y también la mía.

—Es muy bonita, me gusta.

—Gracias, puedes tararearla todo lo que quieres, pero cantar no estoy tan seguro que sea una buena idea.

—¿Qué mierda significa eso? —Pregunto abriendo los ojos y escudriñándolo con la mirada, porque creo saber a dónde va esto. 

—Significa que espero no hayas olvidado que en todas nuestras vidas pasadas e incluyendo esta sigues cantando igual de feo.

—¡Jódete Grimmjow-idiota-Jaegerjaquez! —Gruño y le doy un golpe que le saca varias carcajadas. —¡Canto hermoso, pero me tienes envidia!

—Admítelo bebé, seis vidas después y aún tienes voz de cacatúa.

—¡Cacatúa tú estúpido! —Estiro mi mano como puedo, le jalo el cabello atrayéndolo y lo molesto hasta oírlo berrear, todo para terminar riéndonos a carcajadas en cuanto Grimmjow comienza a hacerme cosquillas intensamente. — ¡Grimmjow para, tengo la vejiga mal con el embarazo y pasará un accidente si sigues! —Digo entre risas y lágrimas.

—¡No hasta que admitas que cantas feo carajo! ¡Ah! ¡Piquete de ojos no vale Kurosaki!

—Vaya, vaya, que par de niños son mis sobrinos. —Grimmjow y yo nos detenemos de casi matarnos de la risa el uno al otro, para girar y ver que en la puerta están los tres Urahara, mis tíos y Tensa que nos mira de lo más entretenido mientras abraza su enorme peluche de dragón.

—Lo siento tío. —Digo mientras le doy un manotazo a Grimmjow y me lo quito de encima. —No queríamos despertarlos.

—En cuanto escuché la cama azotarse estaba listo para hacerles mi llave mortal, pero parece ser que no es el caso. Duérmanse, es tarde y el desayuno se sirve temprano en esta casa. —Advierte viniendo, besándonos en la frente y yéndose una vez más.

—¿Nos acaba de cubrir y abrazar como si fuéramos niñatos en pañales? —Pregunta Grimmjow ahora a oscuras.

—Sí…—Comento y me rio bajito, porque el tío Kaien es toda una mamá.

—¿En serio? Estás preñado y yo no me he rasurado en dos días, no lucimos nada juveniles, bueno tú un poco de preescolar, pero aún así, ¿Qué carajo? —Grimmjow se gana un puñetazo de mi parte, más un abrazo y que me acurruque junto a él.

—Eres un idiota y como te quiero por ello.

—¿Ah sí? Pues ya somos dos, bebé. —Menciona abrazándome, besándome la frente y permaneciendo en silencio por un largo rato, que me hace pensar que está dormido hasta que se aclara la voz. —Lamento lo que pasó hoy, fue mi culpa. Y antes de que digas que no, sólo te diré que lo solucionaré ¿Sí? Y no, no iré a matar a Nnoitra aunque se lo merezca, solo deja que me haga cargo. Es mi deber protegerte a ti y a los niños.

—También es mi deber protegerte. —Insisto.

—Lo sé, pero ahora tu responsabilidad más grande deber ser cuidar de nuestros hijos. Ya cuando nazcan puedes hacer lo que quieras, pero por ahora ten paciencia, ¿Está claro? Sé que soy un loco, pero tú me superas con creces y eres capaz de hacer cualquier cosa por proteger a los demás, así que contrólate y no me hagas amarrarte a la cama y quizás hacerte cosas perversas. —Eso último me lo dice con un tono lascivo que me hace reír.

—Te amo seis.

—Te amo más. —Concluye reconfortándome y haciéndome sentir el chico más especial del mundo mientras por fin descanso entre sus brazos. Unos que me dicen que me amará y protegerá a mí y a nuestros hijos le cueste lo que le cueste.

Lo amo. No tengo nada más que decir.

Para cuando la mañana llega y Grimmjow y yo despertamos ya no hay nadie en casa, el tío Kaien que dijo que nos levantaría temprano se fue a trabajar, no sin dejarnos el desayuno preparado y una nota de que nos tomemos el día libre.

Siempre es tan buena persona, amable e increíble, que no tengo manera de agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros. Pero obviamente mientras yo descanso, a Grimmjow le han asignado un par de tareas como lo es descargar grandes bloques de paja desde una carreta hacia el granero de Urahara.

—No te veo trabajando lo suficiente. —Claro que me burlo de Grimmjow que no para de quejarse por el calor brutal que hace mientras yo permanezco sentado en un camastro, bebiendo una soda con hielos y deleitándome con la vista de mi hombre sin camisa y ahora bastante sudoroso.

—Si estás tan libre, tráeme de la casa unas pinzas. Se enredaron algunos alambres y necesito cortarlos.

—¿Y yo qué recibo a cambio? —Pregunto.

—No lo sé joder, ¿A mi desnudo?

—Aunque eso suena muy prometedor, quiero un pastel de triple chocolate y también a ti claro. —Afirmo levantándome, mirándolo rodar los ojos y aceptar el trato.

Camino contento hacia el interior de la casa, donde me pongo a buscar por todos lados una caja de herramientas. Ahí aprovecho para tararear la canción de Grimmjow a la vez que escucho un automóvil llegar a casa de mis tíos. Por lo que rápido voy a la cocina y me asomo a través de las ventanas, donde miro que se trata de Ukitake-san que viene muy agitado.

¿Estará bien? Avanzo hacía la puerta y la abro despacio, quedándome callado al ver que comienza a hablar con Grimmjow.

—Grimmjow que bueno que estás bien, cuando te fui a buscar al restaurante esta mañana y Kaien me contó lo que pasó me preocupé mucho. Pero no he venido sólo a eso.

—Uh…está bien, pero ¿Qué carajo te pasa? Luces de la jodida. —Claramente mi marido el caballeroso le hace notar su desaliñado aspecto a Ukitake-san que siempre suele lucir tan pulcro y limpio, pero que ahora parece haber pasado varias noches sin dormir.

—Grimmjow… creo, creo que por fin tengo una idea de cómo llegaste aquí. —Declara Ukitake-san dejando pasmado a mi novio. ¿De qué habla? ¿A qué se refiere con que sabe cómo llegó aquí?

—¿Seis? —Por fin hablo en voz alta sorprendiéndolos a ambos que giran para verme. —Grimmjow, ¿Qué está pasando? —Mi novio y Ukitake-san se dicen algo en silencio que no comprendo hasta que Grimmjow vuelve a enfocarme muy serio.

—Ichigo tenemos que hablar de algo muy importante. Quizás no vuelvas a verme con los mismos ojos, pero ya es tiempo de que sepas la verdad…

Notas finales:

Desde el primer capítulo Grimmjow reveló un detalle que para muchos pasó desapercibido y luego en los siguientes capítulos, tanto él como otros personajes han ido dando montones de pistas que si se conectan llegan a una gran verdad. ¡Por ello siempre les digo que se fijen en los detalles pequeños, ahí he revelado todo!

¡¡¡Tomen en cuenta que se supone que algunos de mis fics GrimmIchi colisionan en esta historia como vidas anteriores y ‘Lo que ya pasó una vez, está destinado a pasar de nuevo’ Con esto también les doy pauta para comprender el gran misterio que rodea el supuesto “viaje en el tiempo” de Grimmjow!!! No quiero decir más porque no quiero rebelarlo todo ya de golpe.

Pero bueno, espero se vayan dando una idea general. Por cierto sé que dije que habría RenBya, pero en serio que la parte del GrimmIchi obviamente es la más importante y compleja que de nuevo se llevaron el capítulo. Pero ya en el siguiente habrá RenBya y ShunUki sí o sí lo prometo <3

Por cierto ya vieron que Nnoitra seguramente por parte de Aizen comienza a hacer de las suyas y Grimmjow e Ichigo se ven enredados en más problemas. ¡Y lo que está por venir! <3

Espero que les haya gustado mucho, saben que los amo enormemente. Son lo mejor de mí y por ahora les mando todo mi cariño. Nos vemos hasta finales de la semana que viene yo creo TuT Sólo esperen y verán, pronto se resolverá el misterio <3


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