Desde ese día comencé a cuidar a camelia no había duda que ella era la niñita perfecta que cualquiera quisiera tener, todos los días la cuidaba mientras marlo trabajaba en la cocina o limpiando los cuarto de la extensa propiedad.
Camelia a pesar de su edad temprana era muy coherente en lo que decía demasiado inteligente por agregar, no solo tenía que cuidarla si no llevarla al kínder lo cual dejaba maravillado a marlo ya que no tenía tiempo para llevarla. algunos se preguntaran por qué acepte el trabajo de cuidar a camelia si ese era un trato demasiado absurdo pero al verlo pude fijarme que en los ojos de marlo se veía algo de desesperación, además de miedo del momento en el que no encontraba a su hija y un notable cansancio que se le atribuía a todo los días de duro trabajo que la verdad me intrigaba el como un omega como el llego a parar a este lugar sin miedo de los alfas o betas que quisieran hacerle daño.
el día de hoy él estaba hermoso.-cabe mencionar que siempre coqueteaba con él aunque él me decía fastidioso.- su pelo era corto hasta el cuello además de se le escapaba algunos rizos por su frente .-su cabello era marrón como un roble.- un cuerpo delgado que encajaba a la perfección con ese vestido tradicional además de mencionar que era un poco blanco como pecoso con esos ojos, dios sus ojos, eran de un color almíbar tan llamativo.
Marlo estaba cocinando parecía que amasaba una carne algo sudoroso y afanado, tantos días que no conseguía una sonrisa suya….creo que no le gustaba sonreír, me acerque a él un poco sigiloso.
—¿Qué cocinas? — Pregunte, el volteo a verme un buen rato con fastidio para luego dirigir su mirada a lo que hacía— vamos no seas pesado marlo…
— Carne Sebastián, carne….—el seguía amasando y tome la iniciativa en colocarme tras suyo de imprevisto y oler aunque sea su cuello que olía a frutos y especias una combinación algo deliciosa — ¿¡Q-que haces!?
— Solo olfateo no creo que sea nada malo…¿oh,te molesta? Hueles delicioso….¿porque hueles así? — seguí olfateando más su cuello sin pudor alguno digamos que esa escena era algo ‘’pasional’’ talvez.
— Es carne y cilantro…—el quedo mudo un momento hasta que exclamo con enojo—¡claro que me molesta! ¿¡qué pasaría si camelia nos ve en esta situación!?
— No creo que le moleste talvez me empiece a llamar de otra forma si me lo permites —marlo me abofeteo con todas sus fuerzas y valla que golpea duro para ser un omega.
— Sebastián — dijo mi nombre de manera seria que alzando su mano abofeteo mi mejilla— no seas indecoroso
— Sabes…..a veces dudo de que seas un omega — comente sobando mi mejilla del bofetón que me dio marlo que en verdad ardía mucho, marlo se limpió las manos con su delantal.
— Y yo a veces dudo de que me escuches decir que no me gusta que me coquetees — marlo tomo el recipiente con carne para meterlo en la nevera y con pasos leves acercándose a mi pregunto — ¿querías algo?
— Solo pase a ver que haces…..¿puedo preguntarte algo? — cuando le pregunte me senté en una silla que había en la cocina.
— Pregúntame pero que no sea nada pervertido que tenga que ver conmigo
— ¿alguna vez pensaste en…no lose no tener a camelia? , perdón si no te gusta la pregunta creo que debería retirarme…
— No,no está bien…—suspiro.— solo es que nadie me había preguntado al respecto pero bueno…lo eh pensado mucho a decir verdad pensé en abortar pero…
— Pero…
— No quería ,sentía algo en mi decirme que no lo hiciera que talvez sería bueno o algo así tampoco tenía dinero o apoyo de algún familiar aunque después de todo la decisión fue mía, a veces en la noche pienso en que hubiera sido si no la hubiera tenido quizás habría tenido un diploma de graduado de la uni,un buen trabajo además de una pareja pero luego ya no me importa
— Perdón por pregunta — susurre rascando mi nuca de forma nerviosa— bueno camelia es una niña muy lista como también cariño quizás no te equivocaste en tenerla después de todo
— Lose quizás tuve suerte al venir aquí y tener a una hija tan tranquila además compañeros que me apoya un poco….no podría pedir algo mejor —cada vez que seguía hablando del tema su cara se tornaba seria y triste no me gustaba verlo así, me levante de la silla para abrazarlo.— no necesito tu cariño estoy bien
— Se que lo necesitas….—me aparte de el no quería arruinar nada a decir verdad tenía que ir lento si quería ganarme un poco de su cariño y confianza.
Luego de hablar un buen rato con el caí en cuenta que no era como otros omegas el decía groserías cuando le cabreaba algo.-cosa que no harían muchos omegas.- o a veces era desalineado con su imagen por la simple razón que trabajaba todo el día sin descanso haciendo mandados al pueblo, cocinar, lavar o limpiar cualquier rincón de la hacienda y por ultimo dedicaba un poco de su tiempo a su hija que a ese paso un día de estos se desplomaría, además que me sorprendía que escondiera de manera única su olor ante otros alfas simplemente puedo decir que el no puede ser un omega común.
Me conto algunas cosas de su vida y yo de las mías para conocerle mejor ya que en las semanas que eh cuidado a camelia no me daba ni el más mínimo tiempo de entablar alguna conversación con marlo que a veces se escapaba de cualquier tema o me evadía de manera fácil que yo notaba. Era un día caluroso que pese a pasarme el dorso de la mano por la frente para quitarme el sudor de encima o beber agua fría no se me quitaba el calor que traía impregnado en el cuerpo que marlo no tardo en notar que levantándose de la silla en la que se sentaba se dirigió a traerme un poco de agua de horchata con el fin de beber un poco de ella dando a lugar una sensación fresca.
— Mierda…—murmuro marlo llevándose una mano a su estómago y otra a su boca tapándola.
— ¿pasa algo? — pregunte levantándome dejando el vaso en la mesa para socorrerlo, su cara estaba roja y jadeaba además de tomar respiraciones corta lo cual me daba un indicio de que algo malo pasaría.
— N-no p-pasa nada estoy bien…—sus piernas flaqueaban que a la final se dejó caer en mi pecho agarrando mis camisas mientras yo trataba de ponerlo en pie.
— Se que te pasa algo no me mientas marlo….¿que te pasa? — pregunte con insistencia aunque la respuesta ya seria muy obvia.
— N-necesito mis supresores…mi celo debía llegar mañana p-pero mph ~… —en aquel momento soltó un gemido que en parte me hizo estremecer haciendo que me ruborizara de una forma tonta ante marlo— d-dios que vergonzoso, S-sebastian necesito que me lleves a mi cuarto urgente ¿crees que puedas soportar?
— C-claro….—balbuce cargándolo estilo princesa cubriéndolo con mi chaqueta para que el olor no penetrara por mis fosas nasales o peor…Por toda la hacienda .
— Por favor no te descontroles porque ocacionari- tks —chasqueo la lengua dando a entender que su celo estaba descontrolándose con mi presciencia.— ¡s-solo ve rápido baboso!
¡Perdón enseguida!