Kakashi se encontraba caminando por los pasillos del castillo, a sus espaldas había un hombre uniformado que lo seguía a todas partes por orden de Orochimaru. Sin embargo el caminaba sin prestarle la más mínima atención, contemplado la estructura que años atrás había visitado junto a su rey hacía tanto tiempo.
Él tenía 12 años cuando fue a un asunto diplomático con el rey Fugaku, a pesar de ser tan lejana no podía evitar recordar aquella visita. El monarca era un hombre amable y fuerte, recordaba como el siendo solo un acompañante de su majestad lo había tratado como un igual, e incluso accedió en una ocasión a ser parte de su entrenamiento.
También recordaba a quien en aquel tiempo se había vuelto uno de sus consejero real, no de nombre, pero si de corazón, pese a que él era un gran guerrero del ejército, también era una persona increíblemente inteligente y perspicaz. De haber tenido la oportunidad de nombrarlo consejero lo habría hecho. Los recuerdos invadieron completamente su mente. A pesar de que el castillo no había cambiado casi nada, esas paredes ahora le parecían totalmente desconocidas.
Pronto llegó a su destino, en la puerta se encontraba un guardia vigilando la entrada de la habitación, con un movimiento el hombre se apartó permitiendo el acceso a la habitación. Cuando entro se dio cuenta que una persona miraba casi asesinando la ventana. El peliblanco dejó salir un largo suspiro.
Kak – que amable fue su majestad a prestarnos a sus guardias mientras los nuestros se recuperan- ante el comentario el menor le dedicó una mirada totalmente asesina, que hizo temblar al mayor. Pero no lo culpaba. Se supone que investigarán la misma noche que llegaron al reino, pero debido a la "amabilidad de su majestad" no habían podido lograr su cometido. – aunque me veas de esa manera no cambiará nada -
Sas – tks – su mirada volvió a dirigirse a la venta, sus puños se apretaban constantemente.
Kak – aunque tiene su lado bueno. – Se recargo contra la pared sacó su extraño libro, donde comenzó a leer – si estamos bajo su mira no sospechara – Sasuke quisiera que lo que decía no fuese verdad.
Pero no podía evitar sentirse frustrada. Había pasado una semana desde su llegada y pese a que Orochimaru no los viera (ya que estaba ocupado con un asunto de un festival) no había podido averiguar nada de lo que necesitaba.
Kak – por cierto, vengo a informarte del estado de nuestros guardias- la mirada de joven se suavizó – todos se encuentran bien, la mayoría de los afectados están recuperando sus fuerzas y pueden moverse –
Sas – me alegro – tomó su capa, el mayor sabía que lo más probable es que el quería ver como se encontraba, el parecía frío pero en definitiva no había nadie que se preocupara más por ellos que el. Cuando lo vio llegando a la puerta este se giró. – Es momento de ajustar cuentas – por unos momentos el peliblanco no entendió a lo que se refería, - Pagará por su insolencia –
"no se le puede culpar, después de todo tiene un rostro tan lindo como el de una chica" aquella frase paso por la mente de ambos, después de lo ocurrido, Kakashi había olvidado aquel incidente, pero tal parece que el menor no lo había hecho. Cuando observo a su pupilo este desprendía un aura negra "pobre alma"
Naruto.
Observe como mi pata se estiraba lo más que podía y como la usaba para empujar mi cuerpo hacia adelante, este movimiento me provocaba dolor, pero en mi estado actual era lo mejor que podía hacer para intentar huir, después de todo se había sometido a la cámara esa semana y usado más energía de lo normal por un engreído, "maldición ¿por qué tenía que ser un zorro en este momentos?", con cada movimiento mi cuerpo me gritaba que me detuviera, pero mi instinto de supervivencia me decía que continuara.
Con cada estiramiento, tenía la impresión de que la puerta se alejaba de mí (a pesar de estar más cerca), tenía que apresurarme ahora que tenía la oportunidad, fue lento pero la puerta estaba a solo unos pasos más, "solo un poco más".
Un gran dolor recorrió mi espalda,-"mierda"- poco a poco gire mi cabeza y por el rabillo del ojo observé a una pelirroja, de piel sumamente clara, sus ojos eran de color rojo al igual que su melena, su pie estaba sobre mi espalda impidiendo que me moviera. Su sonrisa me congeló la sangre y sentí como cada parte de mi cuerpo comenzaba a temblar.
-N-a-r-u-t-o – mis patas comenzaron a moverse hacia el frente tan rápido como podía en mi intentar escapar, "¿porque no se movieron así antes?" sentí como el peso en mi espalda se incrementan y con ello reducía mis posibilidades –no tengas miedo – "¿miedo?... no lo tengo..... Es TERROR " – te prometo que no dolerá – un escalofrío recorrió mi espalda.
Por el rabillo del ojo observe lo que tenía en la mano. La punta de la jeringa dejó salir un leve brillo, la inyección no me asustaba "bueno.. Tal vez.. Un poco", sino su contenido. El líquido en el interior del tubo era negro y en algunos lados podía notar líneas de color verde, morado y amarillo y... podía jurar que algo moviéndose ahí adentro. "¿Qué se supone que iba a ponerme? ¿Veneno? La medicina no debería verse así" la sonrisa de la mujer se amplio -"NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO" –
Fuera de la habitación
Gaara (en su forma de mapache) observaba la puerta con una gotita estilo anime en su cabeza, pues había escuchado varios ruido proveniente de esta, ya se imaginaba lo que podía estar pasando. Dejo salir un prolongado suspiro.
Después de todo Karin solo venia cuando su líder se lo podía. Ella resultaba ser una persona bastante agradable, un poco explosiva pero amable, pero cuando se trataba de cuestiones médica, bueno.... Digamos que la idea de entrar a la cámara le resultaba más atractivo.
Pocos minutos después la puerta se abrió dejando ver a la pelirrojo que se limpiaba las manos con un pequeño trapo, saludo a Gaara.
Gaa -¿Cómo se encuentra? – ella sonrió, aunque no de una forma nada dulce, se acomodo los lentes.
Kar – no debes preocuparte, después de todo fui yo quien lo atendió – "por eso mismo me preocupo" pensó el pelirrojo – le di algunas vitaminas, es decepcionante pero solo necesitaba descansar y alimentarse correctamente, en un par de horas estará como nuevo, bueno a excepción de su voz, claro – una sonrisa triste paso por su mirada, después de todo cuando se enteró que era Naruto quien necesitaba tratamiento salió corriendo para ir, pero resulto ser solo agotamiento y su típica pérdida de voz, después de estar en la cámara.
Gaa – te lo agradezco – dijo con dulzura y tras esto entró al cuarto del rubio.
Ella lo siguió con la mirada y el recuerdo de aquellos dos pequeños de hace años pasó por su mente, Gaara era un niño callado y distante, por otra parte Naruto era inquieto y escandaloso, parecía mentira que fuesen tan unidos, ¿Cómo era posible que ese par de niños hubieran crecido tan bellos?, si no los quisiera como hermanos, tal vez se moriría de la envidia.
Estiró sus brazos – bien....¿ahora qué haré? – al mirar a un costado observó a la felina, quien le dedicaba una mirada dulce y tierna.
Yug – gracias por atenderlo – la pelirroja le dedicó una sonrisa diciendo que no era necesario agradecerle, después de todo ella le encantaba visitarlos y verlos. (Aunque después de los encargos de su tío, había sido más difícil) – ¿gustas una taza de té? –
Kar – eso suena bien – dijo, para caminar detrás de ella.
Mientras tanto.
Cuando entró lo que vio fue a zorito recostado en su cojín con un aura negra y depresiva que lo rodeaba "nunca volverá a abusar de mi poder" pensaba. Desde que tenía memoria no había necesitado que Karin lo tratara desde los 8 años, por eso era evidente que cuando tuvo la oportunidad de darle tratamiento, no dudo ni un segundo de hacerle un chequeo exhaustivo de todo su ser y se refería a todo.
Gaa - ¿Cómo te encuentras? – el zorro lo miró molesto, "¿enserio me lo pregunto?, veamos, hace apenas unos segundos.... Mmm.... No se.... A, si... KARIN ME ESTABA DANDO TRATAMIENTO ¿QUIEN ESTARÍA BIEN CON ESO?" - por la mirada del zorro el mapache dedujo su pensamiento. Quien sonrió, si podía mirarlo con esa intensidad significaba que el tratamiento de la pelirroja había surtido efecto.
Gaa – aunque me dediques esa mirada asesina tú te lo buscaste – el pequeño hizo un chasquido con la lengua. Él lo sabía, por haber curado aquel Teme había agotado su cuerpo y a pesar del descanso momentáneo, tuvo que estar en la cámara,, la cual le causó una nueva recaída y gracias al tratamiento de la pelirroja le dolía la cola. Volvió a acurrucarse en su cojín. Demostrando que quería dormir.
En otra habitación de la guarida
La pelirroja había seguido a la felina por los pasillos hasta donde se encontraba el comedor, para la sorpresa de ambas, un joven de piel blanca y cabello negro estaba ahí, Vestía un Kimono color azul cielo, el cual dejaba a la vista un poco de su muy bien definido pecho, el estaba tomando una taza de té, el joven miró a ambas y sonrió ampliamente, en señal de saludo.
Kar – con que esta vez fuiste tú – dijo sonriendo y sentándose en una de sillas de madera, el comedor era bastante sencillo, una mesa larga de madera con varias sillas del mismo material (9 exactamente, ya que el líder no comía con ellos)
Yugito por su parte se subió a la mesa sentándose sobre sus patas, mientras sus dos colas se movían de un lado a otro.
Uta – si, ha pasado un tiempo desde que podía permanecer de esta forma durante el día – dijo sonriendo – es un poco molesto, pero no me quejo – bebió de su taza de té.
Kar – supongo, su líder suele ser muy estricto en ese sentido –
Yug – ciertamente, pero supongo que nuestras segundas formas suelen ser más molestas para unos que para otros – Se colocó en las piernas de Utakata y este empezó a acariciarla.
El gesto no era del todo desconcertante, ya que ambos habían crecido juntos en esa guarida y pese a que en ocasiones se podría ver como una relación entre hermanos, la doctora sabía que existía una atracción diferente, podía notarlo, cada vez que ambos estaban juntos había cierto brillo en su mirada. Aunque la felina, nunca lo admitiría
Karin sonrió y rió dándole la razón, ella tampoco sabía los detalles de por qué ocurría este acontecimiento. La primera vez que fue a la guarida se llevó una gran sorpresa al notar que todos los residentes de ese lugar (a excepción de su líder) cambiaban de forma al anochecer. La verdad es que se había asustado por ello, pero al mismo tiempo le parecía divertido. En especial por el pobre de Utakata que tenía enfrente, posiblemente él y Fu fueran a quien peor les iba en este aspecto.
Uta – por otra parte como sigue Naruto – Karin sonrió aun mas, a pesar de que Uatakata y los demás no estuvieran pegados a la puerta del menor, no significaba que no lo quisieran "bueno, tal vez, solo esa persona" pensó ya que si había una excepción, pero aparte de él, todos se cuidaban y procuraban como una verdadera familia. Aunque ellos siendo los mayores entendían que no debían hostigar al rubio.
Kar – bien, pronto lo tendrás corriendo y causando jadeo como siempre –
Uta – la verdad prefiero escucharlo a él, que a Bee – una sombra apareció en su espalda, Matatabi salto apenas a tiempo, cuando un tentáculo apareció dándole un golpe en la nuca a Utakata haciendo que su cabeza chocara contra la mesa.
Uta – Mald... - cuando se paró se dio cuenta que un pulpo de tamaño considerable, lo miraba desde el suelo desaprobatoriamente. – Bee -
Bee – Mi voz, es la equivalente a de los ángeles, aunque un idiota, no sepa apreciar lo que tiene enfrente, idiota y baka tu -
En el palacio
La mañana había pasado rápidamente, después de todos Orochimaro no había podido acompañarlos durante el desayuno debido a que tenía "asuntos que atender" esto de alguna forma le dio al menor alivio, una semana había pasado, y gracias a los trabajos del gobernante, se había ahorrado la desagradable situación de tener que compartir el espacio con la serpiente.
Tras recibir la noticia de que el dueño del castillo estaba ocupado, pidió si podrían proporcionarles algún caballo, (ya que el suyo lo habían perdido tras la batalla) para poder conocer el reino. Lo cual no le negaron.
Kak- ¿Qué tanto planeas recorrer? – el peliblanco que estaba con él en la habitación extendió un mapa para poder observar todo el territorio. El azabache lo miro y se percató de su punto, el pueblo que estaba rodeando el castillo era una pequeña parte. Pues este se encontraba en medio del bosque, pero a su alrededor se encontraban varios poblados a un días de distancia a caballo (claro que el podría recorrerlo en un cuarto de tiempo)
Sas – por el momento revisaremos esta área, no podemos arriesgarnos– el peliblanco asintió ante lo que decía.
Kak- afortunadamente para nosotros el ataque que recibimos nos ayudó en nuestros planes – el menor estaba de acuerdo. – aunque será mejor que sigas manteniendo nuestro secreto por el momento –
Sas – tks - el también lo sabía, tras hablar de los acontecimientos previos a su llegada, los dos sabían que había una posibilidad de que Orochimaru fue quien mandó a atacar su campamento, aún no tenían claro todo el propósito, pero ambos habían acordado no mostrar sus verdaderas habilidades, salvo en algunas excepciones.
Aunque el menor había roto esta regla en dos ocasiones, (lo cual hizo notar su maestro) parecía que la información de este hecho no se había filtrado y eso era lo mejor para ambos. Aunque no podían garantizar, así que lo mejor por el momento era no darle motivos a Orochimaru para sospechar.
Llamaron a la puerta y cuando esta se abrió el peliblanco abrió grande los ojos, por quien había entrado. Su cabello café claro que enmarca su rostro, piel algo oscura por el sol. Era alto no tanto como ellos y a primera vista podía atemorizar a alguien si no fuera por un pequeño detalle.
Un vestido color café obscuro que le quedaba demasiado pequeño y corto, la mitad de sus muslos estaban expuestos dejando ver sus velludas piernas, un mandil estaba atado a su cintura y llevaba un gorro color blanco con un poco de encaje. No tardó ni un segundo en saber de quién se trataba, el soldado que había hablado del rostro de Sasuke
-señor... - la voz sonaba temblorosa – ya están listos sus caballos –
Sas – bajamos en seguida – dijo – antes de irme te pido que prepares el almuerzo para mi consejero y para mi, retírate – observó cómo aquel hombre se tensó y caminó fuera del salón.
Sas - ¿Qué te parece si empezamos a recorrer la zona oeste? –
Kak - ...........-
Sas .............
Kak – HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA - No podía parar de reír debía darle crédito a su pupilo, cuando de venganza se trataba tenía una creatividad aterradora.
En la guarida
Gaara en su forma de mapache se dirigía hacia la salida de la guarida hecho una furia. –Gaa-chan- una voz dulce detuvo sus pasos y fijó su vista a una escarabajo muy alargado que lo observaba desde arriba de una biga, a pesar de ser un insecto, su tamaño era descomunal, pues de largo media casi 60 cm - ¿A dónde vas?-
Gaa – Naruto salió de su habitación – dijo molesto
-no me extraña – movió a un costado la cabeza – yo en su lugar también habría huido –
Gaa – no es momento para bromear Fuu –
Fuu- lo se, hablamos de que Karin le quería hacer un chequeo – el mapache chasqueo la lengua – o ¿acaso olvidas tu última revisión con ella?- una gota resbaló por su frente, una leve sombra de lo sucedido pasó por su mente. – lo ves –
Gaa – aun así – encaró a el bicho – debería dedicarse a descansar, su cuerpo está muy débil - ella movió la cabeza a un costado
Fuu - ¿seguimos hablando de Naruto verdad? – Gaara gruño para comenzar a caminar hacia la salida pero chocó con algo, y al mirar al frente se encontró con Karin quien sonreía y un escalofrío recorrió su cuerpo.
Kar – chicos ¿han visto a Naruto? – su sonrisa se expandió.
Fuu – salió – dijo rápido.
Kar – haaa – se veía triste ante el comentario – yo que tenía ganas de hacerle un chequeo – la mirada fue directo a Gaara – ahora que lo pienso – un escalofrío recorrió la espalda del menor –Gaara-chan, aprovechando que estoy aquí, no te gustaría que te hiciera uno – la sonrisa de la pelirroja se volvió sombría.
Gaa – es que yo... - retrocedió lentamente. Antes de que la joven lo pusiera bajo su brazo y comenzó a caminar- no seas tímido – Gaara intentó liberarse pero era imposible – es un regalo de reencuentro – "no lo quiero, definitivamente no"
Fuu reía por lo bajo por la expresión del mapache que era llevado por la pelirroja. Sintió como algo rodeaba su cuerpo y al abrir los ojos se encontró con una cadena dorada que envolvía su torso y alas. asustada siguió esta hasta encontrarse que salía del cuerpo de la pelirroja.
Kar – tu también fuu – la observaba con una gran sonrisa – deberías aprovechar. "NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO"
Tiempo después
Tras salir del castillo Kakashi y Sasuke habían andado en caballo hasta llegar a la plaza principal donde los dejaron en un establo público. Ambos recorrieron los diferentes puestos, siempre ocultando su rostro. como el clima era frío, nadie dudo de que se cubren debido a esto.
Sas - Kakashi - el mencionado lo miro por el rabillo del ojo, ambos se habían percatado que alguien estaba detrás de él, no sabían precisamente quien era pero era claro que estaba detrás de ellos desde muy buen rato.
Kak- que no nos descubran - el príncipe asintió
Entraron a uno de los callejones que tenía varias salidas, bajo la capa realizaron varios movimientos con las manos apenas perceptibles, ingresaron por uno de los callejones techados más veloces que el rayo mientras sus figuras seguían adelante .
sobre ellos sintieron una presencia que paso a paso rápido una vez que estuvieron seguros de que no lo seguían salieron y continuaron con su recorrido, los clones que habían hecho duraría unas 4 horas, por lo que debían apresurarse.
Durante su recorrido no encontraron nada inusual, la mayoría de los pobladores estaban emocionados por el festival que se llevaría a cabo como cada año, algunos preparativos ya estaban concluyendo.
Pasaron cerca de un puesto con guardias del reino, había una larga fila siendo principalmente jóvenes los que estaban formados, encontraron un bar donde entraron el encargado les dio la bienvenida y pidieron un par de bebidas.
Kak - gracias - dijo cuando se las entregó, Sasuke se percato de que su maestro estaba dispuesto a beber, por lo que por el rabillo del ojo no perdía detalle.
A Pesar que le enseñó desde pequeño nunca lo había visto sin su máscara. Su maestro llevó su mano a esta, casi en cámara lenta estaba empezó a descender. pero el peliblanco se giró, cuando volvió a mirar al dueño el vaso estaba vacío. Sasuke dejó salir una suspiro.
Kak - delicioso - miro al dueño - una increíble cerveza artesana -
enca - bueno, el bosque tiene muchos ingredientes para hacerlo - el peliblanco le dedicó otra sonrisa.
kak - por cierto, ¿que es esa fila de afuera? - el dueño siguió el dedo del peliblanco.
enca - no son de aquí ¿no? -
Kak - no, vine con mi sobrino por el festival -
enca - entiendo, bueno es para la selección -
sas - ¿selección? - el dueño asintió. fue un instante pero algo parecido al miedo se asomo por sus ojos.
enca - bueno, conocen la leyenda de la creación ¿no? la de las nueve bestias - los dos asintieron - bueno, el bosque que nos rodea siempre nos ha proporcionaron todo, pero cuando el anterior rey murió junto a su familia fue como si el bosque, como decirlo.... perdió su vida, como si este tambien llorara su perdida- los ojos del dueño se pusieron triste - fue un año muy difícil, fue entonces cuando nuestro rey hizo un ritual para las bestias de la creación -
kak - ¿un ritual? - el cantinero asintió.
enca - nueve jóvenes fueron elegidos y enviados al bosque para orar por la deidad que les correspondía, los dioses escucharon sus plegarias y ellos llegaron al bosque para protegernos, por eso cada año se repite el ritual - A Pesar de lo fantástico de la historia el dueño tenia una expresión de terror - supongo que es parte de la maldición -
kak - ¿maldición? - el dueño se puso nervioso y empezó a negar como si la información que dio fuera tambien una sentencia de muerte.
El bosque. (Naruto)
Si pensaban que me quedaría en la guarida con la loca de Karin estaban muy, pero muy equivocados, suficiente tuve con la inyección que me dio hoy como para someterme de nuevo a sus revisiones de científica loca. Aunque debo admitir que su medicina me ayudo, pero.... Vamos había dolido demasiado.
Saltaba de rama en rama, no podía evitar salir de la guarida, nuestro líder dijo que había cosas que atender el día de hoy, así que no realizaríamos casería, (una gran sonrisa se asomaba en sus labios). Eso quería decir que tenía tiempo libre como no había pasado en mucho tiempo y no pensaba desperdiciar quedándome encerrado en mi recamara con la loca de Karin rondando por ahí.
Di un salto más antes de aterrizar en una de las sendas del bosque. Me senté en mis patas unos momentos para descansar (me sentía mejor, pero también me cansaba muy rápido) Respire profundamente, disfrutando la limpieza de la montaña y sentí los leves rayos de sol que lograban filtrarse por los árboles. Era una sensación muy agradable.
Pasaron unos momentos en que prácticamente me tuve que obligarme a mantenerme quieto, en estos momentos me dirigía a la ciudad central, el motivo, supongo que era curiosidad. Fue cerca de la ciudad en donde había encontrado mi libro y siempre que tenía la oportunidad me gustaba acercarme, pues en mi interior tenía la esperanza de encontrar otro con nuevas historias e ilustraciones de lugares lejanos (aunque no había tenido nada de suerte hasta ahora)
A pesar de esto, me gustaba acercarme, desde la copa de los árboles podía distinguir las construcciones, el aroma de la comida recién hecha, en ocasiones también escuchaba la música de los artistas ambulantes.
En otras cerca de la ciudad pasaban personas de lugares lejanos, que platicaban de sus regiones y el escucharlos me transportaba (aunque en ocasiones no entendía lo que decían) debido a mi labor, ya casi no pasaban extranjeros por el bosque cuando oscurecía, por ello. El único momento que tenía para escucharlos era durante el día.
Sintió una vibración en la tierra que llamó mi atención "caballos" era extraño, ya que era un poco pasado del medio día y por lo general algunas personas pasaban por el bosque en la mañana para conseguir leña para cuando cayera la noche. En otras ocasiones eran los viajeros pero ellos solían pasar muy temprano en o mucho más tarde, eran raros los que llegaban de noche (siempre intentaban llegar con luz). No le di mucha importancia, posiblemente solo se trataba de un grupo que daba un paseo. Me recosté en el piso, después de todo sabía que estaba prohibido cazar zorros en el bosque.
En ese momento recordé las órdenes de nuestro líder, si eran grupos grandes los que nos encontrábamos cuando estuviéramos de cacería, nada más se concentraban en el objetivo que se separaba del grupo, bueno, el caso de hace dos noches fue una excepción, ya que muchos se habían dispersado en varias direcciones y por eso habían decidido dispersarse y atacar a varios en diferentes lugares. (Suspire) definitivamente al líder no le había hecho la menor gracia
Las vibraciones se hicieron más cercanas, pero no me importo, posiblemente solo me verían, arrían alguna extraña oración y se irían. Cerré mis ojos, (tal vez si pensaban que estaba dormido me dejarían en paz), a pesar de estar una distancia considerable podía escuchar la voz de dos personas. Una me pareció conocida, pero lo más seguro fuera la de una persona que solía pasear en el bosque durante el día. Las vibraciones se escucharon más próximas. Hasta que estas estuvieron cerca de mí. Como esperaba ambos caballos se pararon a unos metros. Y la conversación entre ambos se detuvo. Por unos segundos no escuche más.
-Tu- solo una palabra y me había congelado. Esa voz, levanté la cabeza y fue cuando mi temor se hizo realidad.