Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo opuesto al amor por zandaleesol

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Título: Lo opuesto al amor

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Son de propiedad de J.K. Rowling. No percibo ningún beneficio económico.

Pareja: Harry/Draco

Clasificación: R

Advertencia: Esta historia es un AU.



Capítulo 8.


Harry esa noche no pudo conciliar el sueño. No dejaba de rememorar las palabras de sus amigos. Estaba impresionado por lo que escuchó. Draco Malfoy, le respetaba y admiraba pese a su rechazo. Era difícil de creer, pero fue la señorita Parkinson quien lo aseguró, no podía ser que mintiera, pero era imposible, de seguro que había mal interpretado algo dicho por Draco Malfoy. No podía ser que le admirara después de las acusaciones que él le hizo. Era más sensato que le odiara.


De pronto se preguntó quién sería aquel joven que estaba con Draco, ¿sería alguien que conoció cuando estuvo en Escocia o eran amigos desde antes? ¿Eran amigos o algo más? Oliver Wood era bien parecido, en realidad era atractivo, se veía bien junto al rubio. Este último pensamiento provocó una incierta desazón en el moreno. Pero decidió apartarla enseguida, diciéndose que no era su asunto si eran algo más que amigos. Sin importar lo que Draco hubiese sentido por él, no volvería a exponer sus sentimientos, no repetiría la proposición hecha en Lacey Park en el mes de marzo. Su tremendo orgullo le ponía a resguardo de cometer ese error otra vez.


~**~


No dejaba de pensar en Harry. Volver a encontrarlo le afectaba mucho, no pudo evitar preguntarse si el joven sentiría lo mismo que hace unos meses. Ni siquiera sabía si había creído en lo que él le explicó con respecto a Adrian Pucey. Era altamente probable que no. Harry tenía el peor concepto de él y quizá aquello nunca cambiara.


Durante esos meses intentó seguir el consejo que le dio su amiga Pansy. Olvidar, pero no lo consiguió. Y realmente quiso hacerlo, deseó olvidar a quien pensaba tan mal de su persona. El rechazo hirió su orgullo, pero más doloroso fue que el muchacho de ojos esmeraldas creyese que dañaba a otros por gusto.


Cuando tomó la decisión de regresar a Wiltshire, nada le hizo imaginar que coincidiría con Harry en la misma posada. No sabía si sentirse agradecido o no por aquella sorpresa. En todo caso ahora tenía certeza total de que su corazón pertenecía únicamente a Harry y, aunque éste nunca le correspondiera, seguiría amándolo.


~**~


Harry estuvo inquieto todo el día, pues no deseaba encontrarse otra vez con Draco. Estaba seguro que no podía actuar con normalidad frente al rubio y por esa razón prefería evitarlo. Por otra parte estaba convencido de que para el joven Malfoy sucedía de igual forma. Y sin querer su pensamiento se fue hacia el joven que le acompañaba el día anterior. Al instante rechazó el dejarse llevar por la curiosidad. No debían preocuparle los acompañantes de Draco Malfoy, no era su asunto después de todo.


Pero pensar en ello era muy diferente a poder cumplirlo. Especialmente si por esas casualidades de la vida, otra vez se cruzaba con el rubio, como ocurrió esa mañana.


Estaba dando un paseo con Hermione y Zacharias por el centro del pueblo cuando otra vez se encontraron con Draco y su amigo Wood.


Harry notó que la reacción del rubio no era igual a la del día anterior. Ahora se le veía relajado y alegre, en ningún momento pareció incomodo por su presencia, por el contrario, su trato fue como el de un viejo conocido. Le dirigió varias veces la palabra con naturalidad. Harry sentía que estaba frente a una persona diferente a la que conoció en el otoño, tan altiva y distante. Más aun, opuesta a esa que en marzo le declaró su amor. Sin duda que aquello debía representar un alivio para él, pero por una extraña razón ese alivio no llegó.


Zacharias tenía una notoria inclinación por la pesca al igual que el joven Wood y se enfrascaron en una conversación muy animada, en la que tanto Hermione como Harry y Draco no tomaron parte nada más que como oyentes.


-Disculpe, señor Malfoy -dijo de pronto Zacharias -, estoy acaparando toda la atención de su amigo.


Draco sonrió con naturalidad y Harry pensó que tenía una sonrisa hermosa y que sería placentero ver esa sonrisa a diario.


-No te preocupes Smith, el que mi amigo se sienta complacido es parte de mi obligación de anfitrión y me alegro que compartas su afición por la pesca, me temo que yo en ese tema no soy muy diestro.

-Yo tampoco lo era, fue Harry quien me enseñó -respondió Zacharias -, tiene talento natural.


Draco miró al moreno.


-Siendo así quizá el señor Potter quiera compartir una jornada de pesca en Malfoy Manor.

-Será un placer y un honor -respondió el joven de ojos esmeraldas, mirando a Oliver, que sonrió complacido.


~**~


Harry pensó varias veces en excusarse de asistir a Malfoy Manor en compañía de Zacharias y Hermione, pero ya se había comprometido y no quería que Draco pensara que deseaba huir, aunque tampoco que el rubio creyera que estaba interesado en tenerle cerca. Pero lo cierto era que Draco se comportaba con tanta naturalidad que las aprensiones de Harry casi no tenían justificación. Ya no le importo, se dijo Harry esa noche mientras intentaba dormir. Llegó a la conclusión de que el orgullo del rubio sufrió de tal modo su rechazo, que simplemente el sentimiento no sobrevivió a esa dura prueba. Y en cuanto a lo dicho por la señorita Parkinson, aquello de que su amigo le admiraba y le amaba más después de ser rechazo, era un error. Ella debió mal interpretar algo dicho por Draco.


Esa era la razón por la cual ahora le trataba con tanta tranquilidad, sus sentimientos por él eran cosa del pasado.


~**~


Harry se vio sorprendido cuando al visitar Malfoy Manor, como fue acordado dos días antes, se encontró con que sus amigos y él no eran los únicos invitados en la mansión.


El día anterior habían llegado lord Snape y su pupila, la señorita Parkinson. Pero además estaba de visita Blaise Zabini, Theodore Nott y su esposa Daphne, además de la hermana de ésta, Astoria. El primero se mostró tan amable como siempre con Harry y al parecer realmente agradado de verle, en cuanto a Nott y a su esposa no mostraron mucho entusiasmo por la presencia de Harry y menos aún por la de Zacharias y Hermione. Igual cosa sucedió con su hermana Astoria.


La que se mostró realmente entusiasmada con la presencia de Harry fue la señorita Parkinson. Lord Snape también le recibió con agrado y eso le bastó al moreno de ojos esmeraldas para olvidarse de las hermanas Greengrass y del señor Nott.


Draco organizó un paseo a caballo y todos se mostraron entusiastas con la idea. Harry recordó lo sucedido en marzo. Fue precisamente un día después de ese paseo a caballo por Lacey Park, cuando Draco le confesó sus sentimientos. No pudo evitar dirigir sus ojos hacia el joven rubio que cabalgaba junto al señor Wood. Otra vez pensó en lo diferente que se veía Draco. Sin duda era feliz. De pronto el moreno pensó que la felicidad del rubio debía ser causada por Oliver Wood. Con toda seguridad ahora daba gracias por su rechazo. Aquello que le humilló unos meses atrás ahora le hacía feliz. Si él hubiese aceptado su propuesta ahora el rubio estaría lamentándolo, aquella declaración de amor solo fue una equivocación, se creyó enamorado y se dejó llevar por su arrebato. No era raro, a muchos jóvenes les sucedía aquello, se dejaban llevar por un delirio pasajero y cuando abrían los ojos, ya era muy tarde, estaban atados por el resto de su vida. De seguro que Draco agradecía que eso no le hubiese sucedido a él.


La comitiva encabezada por Draco se detuvo cerca del río a descansar.


Harry deseaba que ese día acabara. Solo quería regresar a la posada, se hizo la firme resolución de no volver a aceptar una invitación de Draco ni de nadie relacionado con él. Ya no le importaba si el rubio pensaba que huía, lo más probable era que le diese igual.


~**~


Draco organizó una cena para todos los que visitaban Malfoy Manor, inclusive Hermione y Zacharias, fueron convidados, pero Zacharias no estaba del todo entusiasmado. Le agradaba la compañía de lord Snape y la señorita Parkinson, pero no se sentía igualmente cómodo con los amigos de Draco, pues a excepción de Blaise Zabini, le hacían sentir inferior.


Harry compartía su apreciación. Hermione estaba entusiasmada con la cena, la señorita Parkinson era muy amable con ella, y que no mostrara el mismo agrado hacia la joven señora Nott y su hermana Astoria, hacía sentir mucho mejor a Hermione. Zacharias accedió finalmente para no decepcionar a su esposa y que Draco no se sintiera desairado. Sin embargo Harry no quiso asistir y no hubo forma de convencerlo.


~**~


Otra noche que Harry no pudo apartar a Draco de su mente. No comprendía qué le sucedía. Antes, estar cerca del rubio le incomodaba por la altivez de éste, pero ahora que su trato había cambiado para ser más afable, la cercanía del rubio le provocaba algo que no podía descifrar.


La mañana siguiente Harry salió de la posada muy temprano, necesitaba caminar y estar a solas un rato. No sabía a qué hora habían regresado sus amigos desde Malfoy Manor, y de seguro que le contarían los pormenores de la cena, pormenores que no deseaba oír. Estaba seguro de que había hecho lo correcto al no asistir.


~**~


El paseo le resultó agradable, su cabeza se despejó y las inquietudes que le asaltaron durante sus horas de insomnio desaparecieron con la luz del día. Regresó bastante aminado a la posada, justo cuando estaba llegando vio a Draco que salía de ella, deseó que el rubio no le viera, pero fue imposible, ya que aún no era mediodía y había poca gente entrando y saliendo del lugar.


Cuando se encontraron frente a frente ambos inclinaron la cabeza a modo de saludo, pero luego se produjo una pausa incomoda.


Harry decidió excusarse por su inasistencia a la cena. Era lo que la educación obligaba.


-Lamenté mucho no poder asistir a la cena, espero que me excuse usted, pero la verdad es que no me encontraba muy bien.


Draco asintió comprensivo y preocupado.


-¿Pero ahora está usted bien? -quiso saber el rubio.

-Sí, estoy perfectamente bien.


El rubio asintió y se hizo otro silencio incómodo. Harry pensó que Draco se despediría y se marcharía al instante.


-Pansy está organizando un día de campo y me ha pedido que le invite -explicó Draco -, estaría muy feliz de que usted asista… bueno solo si ya se encuentra bien. La señora Smith nos explicó anoche que usted tenía un fuerte dolor de cabeza, imaginaba que le había afectado el sol.


Harry se sintió un tanto abochornado, Draco iba a pensar que era un debilucho al cual un poco de sol le dañaba, ojala su amiga hubiese ideado una excusa menos vergonzosa.


-No fue nada, es decir un leve dolor de cabeza, pero de seguro que no hubiese resultado una compañía muy grata anoche.


Draco quiso decir que no había nada comparable a la compañía del moreno, pero se mordió la lengua a tiempo.


-Pansy lamentó mucho su ausencia, también mi padrino.

-Espero que usted les trasmita a la señorita Parkinson y a lord Snape, mi pesar por tal situación.

-Por supuesto.


Se hizo otro silencio. Draco sabía que lo correcto era despedirse, pero esa era la primera vez que se encontraba a solas con Harry y deseaba prolongar el momento.


-¿Entonces puedo decirle a Pansy que usted ha prometido asistir a su día de campo?


El moreno titubeó.


-La verdad es que no me gustaría decepcionar a la señorita Parkinson, pero…

-Yo podría comprender que se sienta algo incómodo con la presencia de mis amigos… aunque quizá sea yo mismo quien más le incomoda -dijo Draco.


Harry se puso colorado.


-Le aseguro que no es así -se apresuró a explicar el moreno, aunque en realidad sabía que mentía. Bajó la mirada, porque de pronto no soportaba la del rubio.

-Harry… no quisiera hablar de situaciones pasadas que…

-Entonces no diga nada… por favor -le cortó Harry.


Draco bajó la mirada.


-Comprendo -dijo el rubio -, discúlpeme si… he vuelto a incomodarlo.


Inclinó la cabeza y se dio la vuelta para marcharse, pero Harry impulsado por no sabía qué reaccionó.


-Espere señor Malfoy… eh Draco…


El rubio se detuvo y se volvió hacia Harry otra vez. El escuchar su nombre en los labios del moreno le hizo estremecerse.


-Es cierto que me siento incomodo con su presencia -admitió Harry -, pero no es porque tenga algo en contra de usted, al contrario.


Draco abrió los ojos sorprendido.


-Me avergüenza haberle acusado tan injustamente -dijo Harry.


Draco sintió desazón al oír eso.


-No es necesario que se disculpe -dijo el rubio con tono contenido -, simplemente cometió un error de percepción, pero no fue el único, yo también lo cometí.


Harry quería decir algo más, pero su boca no le obedecía.


-Esperamos verle mañana en el día de campo -dijo el rubio girando por completo la conversación -, tenga usted un buen día.


Y eso fue todo, Draco se dio la vuelta y se marchó.


Harry se quedó mirándolo y sintiéndose terriblemente miserable, aunque no sabía porque.


~**~


Harry asistió más por compromiso que por deseo al día de campo organizado en Malfoy Manor. No podía dejar de pensar en Draco. Hubiese querido decirle que no solo le avergonzaba, sino que también le dolía haber pensado que actuó motivado por mezquindad en lo de Ron y el señor Zabini. Deseaba encontrar en ese día de campo la oportunidad de estar un momento a solas con el rubio, pero presentía que entre la señorita Greengrass y el señor Wood le harían imposible la tarea.


Pero no solo ellos hicieron imposible el deseo de Harry, también la actitud del mismo Draco. El rubio se mostró amable con él, pero no se despegó ni un instante del lado de Oliver Wood. Cada vez que tuvo oportunidad se apartó del grupo para estar a solas con su amigo. Estuvieron conversando muy íntimamente y reían continuamente. Harry hizo lo posible por ignorarlo, pero fue difícil, aquel día se le hizo interminable. Pero como no hay suplicio que dure mil años, el día acabó y pudo regresar a la posada.


Esperaba darse un baño y luego cenar algo liviano. Estaba agotado, solo quería dormir, pero lamentablemente le esperaba una desagradable noticia. Una noticia que borró de golpe toda su tranquilidad.


Había llegado una carta de Ron. Imaginó que el pelirrojo le escribía para contarle como habían estado sus días con Charlie y Bill o para saber cómo pasaba esos días del verano junto a Hermione y Zacharias, pero no se trataba de eso. Ron decía que habían recibido una carta de parte de Ernie Macmillan, diciendo que Ginny había huido con Adrian Pucey. Ron no daba más detalles, le pedía a Harry que regresara a casa lo antes posible. Los hermanos mayores Bill, Charlie, junto a su padre habían viajado a Brighton hacía tres días.


Harry no podía creerlo. Aquello no tenía sentido alguno. Ginny había huido con Adrian Pucey, pero era incomprensible. Su hermana adoptiva no tenía dinero que pudiese atraer a un caza fortunas como Pucey, lo único que tenía la chica era juventud y belleza, y aquello no era suficiente incentivo para un sujeto de la calaña de Pucey. Tenía que regresar a Hertford.


Le explicó a Hermione lo sucedido y tendría que esperar hasta la mañana para comprar un pasaje en el primer transporte hacia Londres.


~**~

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).