Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que amamos de ti por xMaiia

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Wattpad

Yuuri caminaba por el centro comercial de la mano de su esposo. Victor, quien tenía siete meses de embarazo, había comenzado a planear la habitación para su pequeño bebé. Seguían sin saber qué era, pues por más que intentaban, nunca se dejaba ver.

- Nuestro hijo o hija será pudoroso. -Comentó una vez el japonés en la consulta, haciendo reír al doctor Pavel y a su esposo.- O nos quiere dar la sorpresa cuando nazca.

- Es normal, muchos bebés no se dejan ver ni siquiera al término del embarazo, así que los padres deben optar por cosas unisex. -Comentó el doctor mientras limpiaba el gel del vientre del peliplateado.

- ¿Ya sabes cómo quieres la habitación del bebé, Vitya? -Preguntó Yuuri mientras entraban a una tienda donde vendían cosas para bebés, desde muebles y ropa, hasta juguetes y accesorios.

- Sí, en Instagram vi una habitación de ensueño, quiero que mi bebé la disfrute igual. -Asintió, caminando por el primer pasillo, viendo las cunas y los moisés, mientras se acariciaba el vientre. El japonés se acercó también para acariciarlo, era como algo adictivo acariciar el vientre de su esposo y poder sentir a su bebé, para él, era como crear vínculos más especiales.

- ¿Y cómo era? -Yuuri se mostró curioso, mientras Victor cambiaba de posición, colocándose una mano sobre su mentón, recordándole cuando le entrenaba.

- Muebles blancos, pero yo les daré mi toque de estilo. -Murmuró, fijando su vista en una cuna blanca con detalles grises. El menor dirigió su mirada hacia donde el mayor veía, acercándose a señalar la cuna.

- ¿Te gusta esta?

- Me gusta. Quiero esta… -Asintieron los dos, llamando a una chica que trabajaba allí para encargarla. Ella, amablemente, asintió y les ofreció mostrarles los muebles que hacían el conjunto con esa cuna, a lo que ambos asintieron con una gran sonrisa.

Decidieron comprar todo el juego de muebles, ahora les quedaba buscar la ropa de cama. Victor le cedió a su esposo que escogiera la que más le gustaba, más por probar qué estilo escogía. Y quedó maravillado.

El japonés eligió un juego de cama con diseño chevron en gris y amarillo pastel, ideal para combinar con la cuna.

- ¿Te gusta todo esto, Vitya? -El mayor asintió con una gran sonrisa en el rostro, estaba emocionado, sentía pequeños movimientos de su cachorro, tomándolos como que estaba feliz también.

- Hasta al bebé le gusta. -Tomó una mano del menor para colocarla en su vientre, sintiendo sus pataditas.

- Está muy feliz. -Rieron los dos, enamorados.

- ¿Tienen los muebles para que pueda atenderlo con comodidad? -Preguntó la chica, a lo que ambos negaron. Ni siquiera sabían a qué se refería ella con eso.- En toda habitación del bebé tiene que haber una mecedora o un sillón, si se pueden tener ambos, es mejor, ya que el sofá sirve para darle de comer al bebé y que ambos estén cómodos, mientras que la mecedora sirve para arrullarlo.

- Amazing. -Victor hizo su característica sonrisa en forma de corazón, mientras el azabache se rascaba la nuca. No entendía nada de bebés y mamás.- ¡Yuuri! Vayamos a checar los muebles para mí.

Se dirigieron a la zona de “futuras mamás”, donde estaba todo lo necesario para ellas y la llegada del recién nacido. Y como arte de magia, el primer sofá que vio, era uno con tela estampada en chevron gris. Un gris idéntico a la ropa de cama de la cuna.

- ¿Quieres ese, verdad? -Rio el azabache, después de ver la expresión en el rostro de su esposo, ganándose muchos asentimientos.

- ¡Lo quiero Yuuri! ¡Lo quiero, lo quiero!

- Bien, bien. Ese será. Ahora hay que ver las mecedoras. Una blanca no quedaría mal. -El platinado le dio la razón a su amado, dejando que él la escogiera.

Terminaron comprando muchas cosas, dos colchoncitos porque, de recién nacido, el bebé no podía quedar tan bajo en la cuna, después de los meses retirarían uno, dejando el otro a la altura necesaria. Muchos paquetes de pañales para recién nacido, muchos biberones, muchos baberos, muchas calcetitas y unos cuantos conjuntos unisex, entre ellos, un trajecito en forma de cerdito, otro en forma de leoncito y otro en forma de perrito peludo.

Satisfechos con la compra en esa tienda, Victor pidió que lo llevaran a casa en un camión, pues no tenían espacio en el auto.

- Tenemos que elegir la pintura, cerdito. -Murmuró el peliplateado, haciendo que el de ojos rasgados asintiera, buscando con la mirada una tienda de pinturas. Cuando encontró una, ambos entraron, dirigiéndose a los colores pasteles y neutros.

Después de una larga discusión, ambos coincidieron en una pintura grisácea clara, perfecta para combinar con la habitación de su cachorro.

//

Una semana después de las compras, la habitación estaba con todos sus muebles, aunque desacomodados y tenían un plástico encima, pues Yuuri apenas se tomaría el tiempo para pintarla y no querían que una mancha de pintura arruinara nada.

- ¿Vamos a pintar? -Preguntó Victor, ganándose una negación por parte del japonés.

- Yo voy a pintar, Vitya, tú no, el olor te podría marear o hacerle daño a nuestro cachorro y no queremos que le pase nada, ¿cierto?

- ¿Y qué haré yo?

- ¿Por qué no revisas los cuadros que compraste? Puedes ir planeando cómo acomodarlos. Además de los peluches para la cuna.

- Cierto, meteré los cuadros… -Salió de la habitación y minutos después regresó con ellos, jadeando por el esfuerzo.- Mi vientre no me deja agacharme ya…

El menor rio, haciendo reír también a su esposo. El peliplateado se sentó en el piso con mucho cuidado, mientras el contrario comenzaba con su labor de pintar. Colocó todos los cuadros pequeños en el piso, diseñando en su mente cómo acomodarlos al igual que todos los muebles, pues aún no estaban acomodados.

- ¿Compramos las cortinas? -Preguntó el azabache mientras pintaba una pared, escuchando la afirmación de su amado.- Cuando termine de pintarla me las das para colocarlas en las ventanas, ¿sí?

- Sí amor. -Victor continuó diseñando la habitación en su mente.

Les tomó un par de días terminar de acomodar la habitación de su hijo, ya todo estaba en su lugar, hasta la ropa y los pañales tenían su lugar. Sólo faltaba el bebé que la ocuparía.

- ¿Qué haces, Victor? -Curioso, el japonés se acercó a su esposo, colocando su barbilla en el hombro ajeno.

- Comenzaré un live para presumir la habitación de nuestro bebé. – Respondió simple, comenzando el vídeo, rápidamente tenía miles y miles de visualizadores, además de comentarios donde decían que era hermosa y que el bebé estaría feliz, y muchos, muchos, muchos corazones por toda la pantalla.

Vaya que los fans de Victor estaban al pendiente de su embarazo y su pequeño hijo o hija.

Unos días después encontró en Facebook encuestas donde la gente peleaba si el hijo del YuuVic era niño o niña.

Iba ganando niña.

Mientras los demás peleaban, ellos disfrutaban su etapa, simplemente deseando que su bebé estuviera sano y no hubiera complicaciones al momento de su nacimiento.

Todos los días se acomodaban en la habitación del cachorro, llenándola de las feromonas de ambos, para mantener protegido y seguro al bebé una vez que llegara.

Notas finales:

Una pequeña muestra para que se terminen de imaginar la habitación. (Click en la palabra muestra)

Otro sabadito de capítulo. Espero que les haya gustado y gracias por leer. <3

Falta un capítulo más para que nazca el bebecito que tantos problemas le causa a Yuuri con sus antojos. El pequeño ingeniero de Yuuri y Victor, jajaja.

Nos leemos el siguiente sábado. ¡Saludos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).