Canelo había terminado de empacar sus cosas, estaba tan exhausto que decidió tomarse el tiempo libre de admirar su cuarto, no era un cuarto que resaltaba a la vista pero podía decir que era acogedor, tenia una biblioteca con algunos libros que desde su niñez había leído con recelo que además de la biblioteca que adquiría tenía una cama y un armario, desde los cinco años dejo de jugar con sus juguetes ya que decía que estaba algo grande para eso.
Sus padres llegaron a pensar que su hijo era uno de esos niños genios aunque eso no venia al caso, canelo se paseo por su cuarto suspirando mientras en su mente se ponía a divagar pensando en los años que había pasado en aquella casa y las cosas que sucedieron durante su niñez y crecimiento, canelo sin mas tomo su maleta dirigiéndose al salón donde aguardaban sus padres que observaban con orgullo a su hijo que era ya todo un omega.Canelo ya estando en el salón estrecho su mano con la de su progenitor que al finalizar lo abrazo en señal de gratitud de todos los años que soporto su compañía que para los demás consideraban muy fastidiosa, al finalizar el abrazo puso su mirada en la de su madre que evitaba llorar aunque en sus ojos cristalizados se mostraba a leguas que quería sollozar de felicidad.
-¿hay algo que quieras decirme, madre? -pregunto canelo mirando como ella ponía una mano en el bolsillo de su vestido, ella tenía un objeto en sus manos que no pudo ver que era debido a que lo saco con rapidez, Loaiza puso el objeto en sus manos mostrando un sonrisa cálida a su hijo- ¿Qué es esto? -pregunto.
-es un camafeo -explico- esa joya que esta incrustada en el centro es un crisoberilo es un regalo para que tengas en mente lo mucho que te quiero…-su voz estaba quebrada de tanto aguantar sus ganas de llorar.
-muchas gracias madre es precioso -el se puso el camafeo adornando la cara de su madre con una resplandeciente sonrisa, el omega abrazo a su madre llenándola de besos que no acostumbraba a hacer cuando era pequeño pero en aquel momento ya no importaba si lo hiciera o no.
-.-.-.-
ya estaba en la entrada del internado que era muy grande tendríamos que decir, sus manos temblaban al igual que sudaban por el nerviosismo de ya estar ahí frente su futuro, se acerco a un guardia que pudo deducir que era un beta debido a que era algo mediano.
-disculpe usted- dijo canelo que el guardia observo al muchacho que ni si quiera presentía que era un omega- me inscribieron hace unos días en este internado quisiera pasar a tramitar mi inscripción además de mi alojamiento si usted es tan benevolente al dejarme pasar -explico.
-¿Qué? -era verdad que canelo hablaba con palabras poco usuales en muchas personas ya que al hablar con elocuencia la gente no entendía que trataba de decir a menos que tengas un intelecto superior para entender palabras básicas.
-disculpe yo solo vine porque me inscribieron aquí y quiero pasar para hablar con el rector -explico apacible para que el beta le entendiera.
-¡oh, ya entiendo! -dijo el abriendo el portón- siga derecho imagino que el rector estará paseando por ahí si no puede conseguirle pregunte por su nombre el cual es ‘’miller’’
-muchas gracias -dijo amablemente pasando con su maleta en mano.
El internado tenía alrededor de 10 casas (donde se alojan los estudiantes) el lugar era frondoso con algunos árboles y flores alrededor del internado, había una cancha de fútbol al igual que otras áreas de deportes como tenis, básquet ball, natación ectEct.
En la ala oeste estaba un gran edificio que suponía que era una sala de conferencia o algún lugar recreativo, no podía estar mas satisfecho de que su madre lo halla inscrito en aquel internado, al fin podía conocer a omegas de su mismo intelecto.
Mientras buscaba al recto hizo un hallazgo ante la duda del porque los pasillos estaban algo solitarios, canelo entendía que aquel día estaban en clases o exámenes fuera cual sea la situación.
El había recorrido todo el internado pero no encontraba al rector o una persona que le ayudara a buscar al director o persona encargada hasta que consiguió frente suyo un chico delgado con un traje bastante formal, tenia facciones finas pero una mirada bastante arrogante agregando que aquella persona era unos centímetros mas alta que el.
-¡disculpe! -exclamo canelo corriendo hacia su dirección, el hombre que estaba frente suyo dirigió su mirada hacia el algo sorprendida, el chico no esperaba que a esta hora habrían estudiantes merodeando fuera de sus salones- estoy buscando al señor Miller ¿seria tan amable de decirme donde esta su paradero?
-que sorpresa, imagino que tu eres el problema del que tanto hablaban los del consejo -el menor estaba confundido; ¿problema?...pero si el apenas acababa de llegar- yo soy el señor Miller debo suponer que tu eres f-el omega interrumpió al joven en su presentación.
-me gustaría que solo me llamase canelo y lamento si le interrumpí abruptamente mis motivos por los cuales lo hice es que no me gustan que me llamen por mi nombre -explico- ahora si prosiga
-bueno -tosió irguiéndose para retomar el hilo del dialogo- su madre imagino que lo inscribió aquí pensando que esta es una escuela para omegas
-exactamente -agrego.
-en fin resulta que ella al darnos sus datos nos había dado los papeles equivocados respecto a su ‘’clase’’ los cuales en vez de decirnos que era un alfa nos dio la breve sorpresa de que en realidad era usted un…omega
-¿entonces cual es el problema? -el ya sabía la respuesta pero se negaba a aceptar que su madre había cometido tal grave equivocación.
-el problema aquí señorito es que usted al ser un omega ah entrado a un internado de alfas que para desgracia nuestra al no poder hacer una devolución del dinero… -inhalo observando con pesadez su rostro- estará aquí hasta que su carrera culmine o hasta que tengamos el dinero que su madre gasto aquí
-…-canelo estaba en silencio, por fuera se mostraba calmado y apacible pero por dentro…ardía en una llama contraída por la mujer que le dio la llegada al mundo, Loaiza- ¿tiene un teléfono?
-¿quiere hacerle un comunicado a su familia? -pregunto el chico observando como el omega asentía ante su pregunta- entonces déjeme guiarle
-muchas gracias -el joven camino por los pasillos siendo seguido del omega, canelo se preguntaba si era un alfa o un omega ya que no emitía algún aroma que le diera una señal- ¿usted que es? -pregunto con brusquedad que para sorpresa del señor miller nadie la había hecho una pregunta con aquel tono.
-soy un omega igual que usted joven canelo -ellos caminaban sumidos en el silencio que no era nada incomodo según el menor - fui mandado de protección de omegas y alfas para estar al pendiente de usted además de ser el rector de este internado
-¿Por qué no vino un alfa en lugar de un omega? Así sería más fácil mi protección si tienen tanto interés en mi seguridad
-¿no cree que es suficiente que los estudiantes sean unos alfas hormonados sin control ?, si fuera un alfa y usted entrara en celo no dudaría ni un instante en hacerlo mío y dejarlo como un bote de basura como harían estos estudiantes y créame eso no hace bien a la reputación de este internado
-supongo que tiene razón -al frente estaba una cabina telefónica- espéreme unos minutos
-no se preocupe aquí aguardo -canelo antes de irse observo su cuello que al parecer estaba marcado, ahora le quedaba claro que un omega soltero en un internado de alfas era una idea absurda aunque irónicamente el sea el omega soltero.
Canelo había descargado toda su rabia en el teléfono hablando con su padre ya que si escuchaba la voz de su madre le daría un ataque de asma como acostumbraba a enojarse (aunque fueran pocas veces) entre insultos, blasfemias dirigidas a aquella mujer no le quedo otra opción que seguir en aquel internado estudiando hasta que culminara su carrera, cuando termino la llamada el timbre había sonado dejando salir a los alfas en estampidas dirigiéndose en direcciones opuestas con la alegría de haber salido de aquellas clases tan tortuosas.
-genial lo que faltaba -comento con fastidio canelo saliendo de la cabina llegando hacia miller que le sonreía amistoso- ¿y esa cara? -pregunto indiferente.
-me produce un poco de gracia en la tragedia en la cual se encuentra -soltó una risilla que al ver la cara de canelo que no mostraba un ápice de divertido su situación paso de reír a poner una expresión seria- por lo visto no es una persona que muestra sus emociones
-ni estoy interesado en mostrarlas -algunos alfas paraban a ver al omega con curiosidad embobados por fisonomía poco usual en los omegas que no tenían su mismo aspecto- ¿Dónde me alojare?
-como no podemos permitir que los alfas merodeen por su cuarto además que no puede compartir su habitación con un alfa usted se alojara conmigo en la casa de omegas -explico- por cierto usted tendrá que usar esto -el señor miller saco de su bolsillo un collar metálico que cubría gran parte del cuello- esto es para que no lo marquen si llega a pasar un…-el observo como los alfas miraban al omega como carne fresca- inconveniente
-¿Qué no era una escuela de alfas? -pregunto canelo arqueando una ceja- no me explico como hay una casa de omegas
-son omegas marcados además de que son enfermeros o profesores del internado -canelo no dijo nada mas- ahora póngase el collar
-como diga -el tomo el collar poniéndolo en su cuello que a pesar de que apretaba un poco no le molestaba en lo absoluto.
-esto también evitara que sus feromonas lleguen a otros alfas -a medida que hablaban los alfas clavaban su mirada insistente sobre el cuerpo del menor con sumo apetito.
-seria mejor que me llevara de una vez ya que a medida que hablo con usted ellos me miran como un ratón siendo ellos un gato -el señor miller observo a los alfas y tosiendo un poco devolvió la mirada a los estudiantes.
-caballeros ¿no tienen algo que hacer? -los alfas apenados se marcharon de ahí ya que de por si el señor miller era alguien de temer en aquel internado- ¿vamos?
-vamos -respondió el joven de cabello cobrizo.
a medida que caminaban canelo observaba con mas detalle los pasillos como que las paredes tenían tonalidades pasteles o el suelo hecho de cerámica con algunos azulejos, miller observaba con detenimiento al menor esperando que hablara aunque por lo normal los omegas son tímidos o aveces sociables se topo con la agradable sorpresa de que el no era ninguna de las variables si no mas bien un chico que no le gustaba hablar y disfrutaba del silencio, miller al frente suyo se topo con la omega melissa que era la enfermera en jefe del internado, su cabello era castaño achocolatado al igual que sus ojos, su piel era morena como la canela que a pesar de su cuerpo algo adulto tenia una cara infantil.
-¡miller! -ella corrió con sus tacones a tropezones quedando frente el- por fin haz encontrado al muchacho ¡que alegría! estuve por todas partes buscando que no le hicieran nada al pequeño -a pesar de su cara infantil para rematar tenia una voz muy aguda para la edad de ella (que era treinta y cinco años) canelo no pudo evitar fruncir el ceño pensando que habían contratado a una menor de edad.
-la suerte siempre va de mi lado mel -apodo con cariño miller
la omega sonrió ante su llamado amistoso y miro a canelo.
-es muy precioso nunca había visto a un omega como el -en el internado era poco usual ver omegas que resaltaran a la vista ya sean rubios, morenos , pelirrojos o en otros casos extranjeros- es una tragedia que tenga que estar con estos niños
-mi vida es una tragedia -se burlo canelo sacando la risa de la mujer.
-este muchacho tiene un sentido del humor muy peculiar -agrego la mujer.
-las apariencias engañan señorita melissa -respondió canelo arqueando una ceja con una sonrisa arrogante.
¿de verdad las apariencias engañan?
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