el estaba ahí, mirando como trotaban aquellos alfas en el campus con el profesor de deportes que a pesar de que el no requería hacer deporte, era obligado a hacerlo ya que necesitaba al menos ejercitarse.
su celibato iba del todo bien, canelo se había sometido a ello para no tener distracciones y para agregar que era un persona con un virtud cardinal muy equilibrada, no quería pecar ni ser un hipócrita con respecto a su ideal de guardar su virginidad, no se había tocado el mismo y no había tenido sueños húmedos, como un gran devoto a la iglesia (aunque era lo de menos) y un chico puro y virtuoso .
pero ¿a que viene todo este tema?, pues en ese mismo instante su celibato pendía de un hilo, la musculatura y el sudor bajando desde su cuello a su vientre, el como la camisa blanquecina que estaba mojada se pegaba a su pecho marcando el tórax y el abdomen y su...¡oh dios mío! , su cabello pegado a su cara además de sus labios goteando sudor o agua cualquier liquido lo hacia lascivo a sus ojos, aquellos desgraciados lo tentaba a profanar su cuerpo y ser devorado por aquellos alfas, canelo miraba con disimulo a sus compañeros sin que estos se dieran cuenta.
Educación física no se sentía tan acalorada para el clima que hacia el día de hoy, tenia que admitir que aquel día se sentía como un sucio pecador. volviendo a las clases el de cabellos cobrizo no podía usar el uniforme que sus compañeros tenían, ellos usaban shorts deportivos azul marino y camisas blanca, canelo no podía usar aquellos shorts debido a alguna emergencia en la cual podría ser atacado, por lo cual tenía que usar un pantalón deportivo privando a los alfas de ver unas piernas hermosas y delgadas.
-¡canelo! -alguien le había llamado, canelo estaba en el césped leyendo un libro llamado ''la tienda'' el amaba como stephen king le atrapaba con su narración tan tétrica y oscura, quien le había llamado era nada menos que daniel el tonto del primer día, canelo tenia al menos la esperanza de que quien le llamara hubiera sido el portugués o su amigo charles a quien le había acogido cariño por su inocencia.
-que maravilla ahora este floripondio pretende arruinarme el día -mascullo cerrando su libro prestando atención a sus tontas insinuaciones.
-¿como estas? -pregunto, canelo no iba a responder a eso por lo cual el único gesto que hizo fue rascar su mejilla con una cara inexpresiva- supongo que me habrás visto correr en el campo ¿a que soy el mas rápido?
-si, eres tan rápido que no te vi -se burlo y daniel tomándolo como un chiste se rió.
-oye estaba pensando en ir al cine ¿gustas? -pregunto.
-no podemos salir del internado -dijo el esquivando su invitación sin ser tan cruel.
-soy el hijo de uno de los empresarios mas ricos ¿crees que me dirían algo por una pequeñez como esa? -pregunto el a canelo quien se encogió de hombros sonriendo ladinamente.
-no es mi asunto, la verdad es que no quiero que me reprendan, bastante problemas tengo con estar aquí -dijo el, daniel quien no le había pedido permiso se sentó al lado de el con descaro chocando casi con su cuerpo, lo cual a canelo le daba una sensación pegajosa y horrible en el brazo por parte del alfa- ¿podrías alejarte un poco? estas sudando
-¿ah si? pues...¡no me importa! -el se empezó a pegar a canelo insistente en broma aunque a el no le gustara ese tipo de juego que sin mas el omega se levanto con su libro y bolso y se fue caminando lejos de el- ¡pero si era broma! vamos... ¡era jugando chico! -exclamo.
-¡a mi no me gustan ese tipo de bromas! -dijo canelo ya lejos del alcance del alfa, el era arisco al contacto si no era con su consentimiento, no iba a negar que daniel se veía apetecible con el sudor cayéndole por la barbilla pero se mantenía a raya con el por el hecho de ser el típico creído de la universidad- que cliché -susurro para si con aquella idea en mente.
el odiaba eso, que lo tratara como un premio del cual podía alardear, que solo era un ingenuo que se hacia el difícil con todos, no podía compartir con alguien que no fuera raul o charles ya que ellos si lo trataban como un compañero no como los demás que ni se interesaban un ápice en el tema ya que estarían pensando en clavar sus dientes en su cuello mientras le embestían, esos eran los pensamientos de los alfas de aquel internado, la morbosidad del sexo y el placer que producía.
canelo se había dirigido a la biblioteca con la idea de que no lo molestarían y que para su suerte no había gente, a el no le gustaba sentarse en la sillas ya que le era incomodo estar a la vista de todos que por lo normal siempre se hallaba en un rincón escondido tomando el apodo como ''ratón de biblioteca'' por sus hermanos, el menor había encontrado en la ante penúltima hilera un rincón donde daba a una ventana que iluminaba perfectamente, casi se relamía los labios por lo cómodo que lucía el lugar, canelo tomo algunos libros con algunos géneros donde destacaba la poesía, algunas novelas románticas como policíacas y un libro de pinturas renacentista por si se aburría.
el camino hacia el rincón inhalando aire para después exhalarlo satisfecho, esta mañana había tenido dos clases y estaba en un descanso temporal mientras el tonto de daniel dejara de atacarlo con sus barbaridades, antes de abrir el libro pudo escuchar como al lado suyo alguien había dejado caer un tipo de bolsa en el suelo.
el no era tan curioso pero en esos momentos tenia que estar alerta, por lo cual retiro un libro observando en el hueco que había hecho a raul quien cargaba una toalla en manos restregándola en su nuca intentando secar el sudor que recorría por su cuerpo, canelo quien miraba la escena trago en grueso ruborizado por la desdicha de estar ahí ¿quién diría que el destino lo haría sufrir de tal manera?, el omega no podía dejar de mirar la tarea en la cual se encontraba el portugués, miraba como se quitaba su camisa dejando ver aquel torneado cuerpo tan varonil y velludo, canelo no podía creer lo que veían sus ojos aquel hombre que lucía tan paciente eh imperturbable hoy mostraba a flor de piel su virilidad y gran hombría que portaba ante el , sus brazos fuertes y robustos al igual que sus piernas no podían escapar de la vista del omega que para él era un deleite verle así, también el menor podía observar que tenía algo de vello en su pecho que seguía de su abdomen hasta llegar a la pelvis que meditándolo un rato le asqueaba mucho el vello excesivo en el cuerpo pero en raul se veía condenada mente bien.
canelo sabia que no estaba bien espiar pero había algo dentro de su ser que le decía que mirara y se complaciera hasta saciarse de su cuerpo, sentía que con sus dedos podía tocar aquel hombre tan adulto que si llegaba a tocarle una sola vez podía desfallecer, en eso se vio en una situación bastante mala para el.
canelo estaba cediendo a perder su celibato, enseguida recobro la concentración y se aparto rápidamente del hueco por donde observaba con el corazón palpitando, ¿que era eso que sentía tan latente en su cuerpo? , tenia la respuesta pero era vergonzosa casi un pecado nombrar aquel acto carnal de un desenfrenado deseo de saciedad sexual. excitación, con solo pensarlo se sentía morboso casi en contra con lo establecido por el, su celibato tenia que perdurar además de que canelo no iba a tocar ni una sola fibra de su cuerpo pensando en como estaría su cuerpo siendo estrujado por aquella figura ta-¡NO!...no pensaría en en ello ahora, tenia que relajarse.
-¿que mierda te está pasando? -musito sin alzar su tono de voz, el tomo un libro y empezó a leerlo con calma pensando que así nublaría aquellas imágenes lascivas que se hacia en mente.
leyó un rato que había olvidado por completo que al lado suyo estaba aquel alfa de gran tamaño, cuando estaba concentrado en la lectura había pasado de largo raul pero unos minutos después había retrocedido mirando como el omega leía en el suelo impasible, raul fue directo hacia el ya que se había cambiado al igual que estaba limpio y para explicar las razones por la cual se cambiaba ahí era porque asustaba de vez en cuando a algunas personas con el tamaño de su cuerpo y su apariencia malhechora aunque a primera vista a algunos le parecía un chico afable, ya estando frente a canelo se agacho tomando un libro sin su persona echándole un vistazo.
-me parece que no conoces otros géneros mas interesantes -bromeo raul con la mirada clavada de canelo sobre el...solo que su mirada tenia un brillo algo anonadado- ¿desde cuando estas aquí? -pregunto pasando con su dedos las hojas del libro.
-llevo un rato -respondió, canelo no podía mentirle el era una persona honesta pero sabía que si no le preguntaba respecto si vio algo raro todo para el omega estaría bien.
-mnh...¿tuviste problemas con daniel? -pregunto otra vez el mayor pero a medida que hablaba con canelo este no notaba como la cara del pelirrojo se ruborizaba a mas no poder.
-me restregó su sudor encima mío después de que había terminado de correr -respondió lo mas calmado que pudo- dijo que era una broma aunque le había pedido que se alejara de mi
-felicidades le agradas ahora puedes darle un golpe con el periódico por ser un mal chico -dijo burlón aun observando el libro sin dirigir su mirada al omega- Ele é um tolo, você não precisa me dizer algo sobre isso -agrego cerrando el libro devolviéndolo al costado de canelo donde antes se hallaba.
-no entiendo lo que dices -canelo cerro su libro poco después mirando fijamente a raul.
-pues entonces es una lastima para ti -hablo mofándose de como el pelirrojo arqueaba una ceja además de el interés que expresaba al no saber que querían decir sus palabras- necesitaras clases de portugués si tanto quieres entenderme
-no tengo un profesor que enseñe portugués -refuto el menor.
-podría enseñarte -dijo el sentándose en el suelo debido a que andaba de cuclillas.
-no creo que seas un buen profesor además quien sabe que te estaré diciendo si me equivoco -el moreno solo rió ante aquel comentario tan exagerado.
-tomare eso como si de verdad importase -dijo Raúl provocando la risa de aquel chico de cabello pelirrojo, a el moreno le gustaba como reía y sus labios se curvaban, se veían tan jugosos y rosáceos como apetecibles, ¿Qué tan grave sería darle un beso? Pensaba el al borde de apretar sus labios contra los de el de forma posesiva, raul no era ningún tonto que pensaba con la entrepierna al hablar con un omega pero en ese instante sentía un abrumador deseo de tomarlo.
-¿Cuál es tu apellido? -pregunto después de un incomodo silencio canelo apartándose un poco invitando a raul a sentarse a su lado que normalmente no hacía con los demás, raul llego a su lado dejando un poco de espacio entre los dos teniendo en cuenta que por lo que dijo canelo; no era una persona que apreciara el tacto ni aun rozando entre si con las personas.
-carioca -respondió y le miro un rato- ¿Por qué no te gusta tu nombre?
-me parece bastante horrible
-no creo que sea tan feo -comento raul encogiéndose de hombros- peor seria llamarte bryan o winster como esos muchachos ingleses -canelo sonrió con burla en marcada en los labios mientras escuchaba al portugués, mientras más le hablara así se sentía arrullado y a la vez extasiado.
-tu apellido suena a nombre de ave -dijo canelo mirando con atención el rostro de raul, ¿de verdad este era un universitario de nuevo ingreso? Pues para el no lo parecía puesto que era demasiado desarrollado hasta el punto de parecer un adulto.
-realmente carioca es el gentilicio de la gente que nació en rio de janeiro -explico- ósea yo nací allá
-¿porque decidiste venir a california? -pregunto de repente canelo mirando como la expresión de raul cambiaba a una triste.
-transfirieron a mi padre a california ya que le ofrecieron un cargo en la empresa -soltó sin mucho ánimo- tuvimos que dejar Brasil para ir a conocer una mejor vida, no es que diga que Brasil sea malo si no…que a veces no se vive bien en mi caso -canelo bajo la mirada algo triste por la declaración honesta de raul quien parecía algo perdido en sus pensamientos pero en ese instante recobro el habla- cuando estuve aquí tuve que adaptarme ah hablar ingles aunque veo que no lo necesitaba tanto ya que hay un poco mas de latinos…incluyéndote -menciono.
-mis padres son españoles -agrego- pero debido por temas de trabajos además del sueño de mi madre de conocer estados unidos terminaron aquí que para su suerte había gente que hablaba español
-si, para mi fue una suerte estar en este internado y que haya gente que hable español ¡no sabes que tortura es no entender lo que te dicen esos americanos! -rio junto a canelo.
-ahora sabes lo que se siente ¿eh? -codeo al mayor- por cierto tengo una duda respecto a ti
-dime soy todo oídos canela criança -respondió burlón.
-¿estas seguro de que no eres un señor? Con ese cuerpo que te cargas… -en ese instante el tosió nervioso sonrojado por las palabras que dijo- con tu físico no aparentas ser un ingresado de la universidad
-la verdad es que solo es cuestión de genética -dijo sin darle mucho interés en el tema- todos los varones de mi familia son velludos y mas siendo omegas -canelo había abierto los ojos de par en par, ¿Qué tedioso seria una depilada? el menor suponía que mucho para gastar veinte hojillas en cualquier parte del cuerpo- para yo tener veintidós años si que me es difícil que crean que tengo esa edad hasta tuve problemas al entrar aquí
-no sabía que tenias veintidós -dijo sin un ápice de sentimiento o interes- estoy casi seguro que te confundieron con un profesor o un vagabundo
-¡isso mesmo! -exclamo con una sonrisilla apenada- ¡ei! Eso es cruel -a medida que hablaba raul se mezclaban algunas palabras de su idioma natal, suponía que era una manera de escuchar su acento y aprender su idioma por lo cual se sentía algo privilegiado de ser el único que lo escuchara hablar así.
-perdona -se disculpo- creo que es hora de que nos vayamos a otra parte -sugirió- no quiero que te levanten una amonestación por quedarte conmigo
- y mas estando a solas -murmuro, canelo miro discretamente como raul miraba a la nada en un momento de silencio, su pecho subía y bajaba con suavidad ¿Qué se sentiría dormir en su pecho?.
-levántate -demando, el pelirrojo recogió sus cosas levantándose del piso siendo seguido por el alfa, algunos compañeros entraban sin prestar atención al omega que iba acompañado del mayor.
-por cierto -cuando ya habían salido raul hablo- deberías darle una disculpa a Daniel
-¿Por qué debería? El es una persona insensata y carente de genio -hablo con desdén el omega.
-aunque no lo creas tu actitud con los demás me resulta algo pedante -canelo sin hacer una ademan de enojo siguió escuchando al alfa, era la primera persona que decía de manera directa lo que sentía o pensaba de el sin llenarlo de halagos o invitaciones condescendientes, aunque muy en el fondo se halla sentido herido- también los tratas como fruslerías, no me sorprendería que tomen represalias contra ti y no de una manera hostil…-canelo miro un rato en silencio a raul, en cierta parte tenía razón por lo cual le iba a dar la palabra.
-no acostumbro a decir esto pero…gracias por preocuparte aunque la verdad no me considero así de pedante -raul quien tenía la idea de que el omega se ofendería y se iría pero todo a lo contrario de lo que había pensado se quedo calmado.
-solo es un pequeño consejo no quisiera que te pasara algo -aquello lo soltó sin pensarlo y callo al instante, el corazón de canelo palpitaba como el de un colibrí y sus mejillas se pintaban de un rojo cual carmín por la vergüenza de aquellas palabras, ¿estaba preocupado? ¿por el?...ese sentimiento nunca lo había experimentado, ni aun en su adolescencia había experimentado la atracción mutua y el experimentarlo justo en ese momento le daba un picor en los labios y un pequeño hormigueo en el estomago.
-y-ya me tengo que ir -en ese momento ambos recobraron el tiempo incomodo que había pasado, canelo ante aquellas palabras solo pudo irse sin hacer un ademan de despedirse de raul, ¿Qué le estaba pasando? Aquel hombre lo tenía en una encrucijada que no quería ni aventurarse.
Todo fue casi…irreal para los dos, una irrealidad que los ofuscaba de forma tentadora
El placer que mata los placeres son tan latentes que duelen
¿Cómo se sentiría tomar tu cuerpo y desgarrarlo con proeza?
Tu cuerpo tan voluble que se estremece al tocar mi cuerpo
¿oh, porque crispas al verme ,corazón?
Quisiera que tomaras con tus dedos aquel pedazo de carne y lo acariciaras con deseo
No te preocupes si a los ojos de dios no eres perfecto pues para mí lo seguirás siendo
Tu olor me exacerba la piel que solo tu puedes calmar con tus labios
¿acaso no sientes como brota mi esencia en tu pecho blanquecino?
Supondré que no, querido si alguna vez te sientes inapetente….
Ven conmigo que con gusto que comeré de tu carne hasta que tus sobras se vuelvan en el platillo principal, sería una osadía el desperdiciar tu cuerpo
Sería un pecado el no consumir de tu cuerpo
Canelo quien aquella noche leía uno de los escritos viejos que tenía en su caja, esta caja adentro tenía sus más viejos escritos de cuando estaba en el bachillerato y escribía una que otra idea que se le pasaba por la mente que a veces se mezclaban con el erotismo y con el pensamiento del mundo al igual de su forma de verlo, respecto al erotismo solo lo escribía para desahogar su celo que en aquellos días lo atacaba y como método de supresión escribía para no pensar en sexo.
Canelo leía aquel escrito y pensaba en lo vergonzoso que se veía aquello, ¿acaso su celo lo dejaba así?, Tan vulnerable como predecible.
Sin duda quería romper aquel papel si no fuera porque lo necesitara para bajar aquel libido mental en el cual se encontraba.
Las imágenes del pecho de raul le cegaban al igual que toda la extensión de su cuerpo, ¿que se sentiría deslizar sus manos por ahí?, sin duda se odiaba justo ahora.
A la mañana siguiente siguió con su rutina, tomar sus clases y leer un poco con la brisa del viento pegándole en la cara, hablar con charles sobre libro como ignorar lo sucedido con raul pero esa mañana se había disculpado con Daniel quien se puso insistente en la invitación al cine pero el como la otra vez había declinado con honestidad que sin mas Daniel tuvo que aceptar el que no quisiera salir yéndose del lugar dejando a canelo bastante satisfecho, canelo había suprimido toda fantasía del otro día.
-¿Por qué estas en eso? -pregunto charles dándole otro mordisco al pan con mermelada que le había regalado canelo, justo en ese momento estaban comiendo en la cafetería.
-siéndote sincero no me gusta el sexo lo veo como un acto morboso además que no es el único motivo por el cual me sometí a eso -hablo sin más revolviendo con su cuchara la sopa de fideos que había pedido.
charles y canelo se habían conocido a profundidad que hasta hace unas semanas habían confesado todo de sus vidas volviéndose amigos íntimos, una de esas confesiones era que charles había marcado a su pareja por lo cual el no tenía ni el más mínimo problema con la cercanía de canelo, llegando al tema hablaban del celibato del omega lo cual le intrigaba a charles el porqué aquella decisión.
-pero no creo que morboso más bien el sexo y el hacer el amor son diferentes cosas -explico tomando de su jugo de naranja para pasar el sabor dulzón de la mermelada- como sabrás que se siente si nunca lo has hecho
-no me parece bastante placentero además el hacer el amor y el sexo son la misma cosa -opino el pelirrojo dándole un sorbo a su sopa, aquella mañana hacia frio que sus dedos estaban rojizos.
-no son la misma cosa -refuto el mayor- el hacer el amor es algo más pasional además que es un acto de amor y el tener sexo solo es para saciar el deseo sexual sin una pizca de amor o cariño entrometido
-hasta me dejas más que claro cuál es el tipo de sexo -se burlo, canelo no dijo nada más y charles en un intento de que hablara un poco mas pregunto.
-¿Cuál fue la otra razón? -canelo no había prestado atención a sus palabras y dirigió una mirada confusa, charles decidió repetir su pregunta- ¿Cuál fue la otra razón de que te sometieras al celibato?
-¿ah?...¡ah! -canelo recobrando el conocimiento decidió responder a su pregunta- la razón es que en mi familia tenemos tradición la cual es comprometer a sus hijos al cumplir la mayoría de edad para que dejen descendencia pero yo no quise terminar como mis hermanos mayores por lo cual decidí someterme al celibato
-¿Por qué simplemente no les dijiste que no tenias planes en casarte?, de esa manera no tendrías que estar en eso y ¿sabes? ; No me imagino en la desgracia que estaba tu madre cuando le dijiste eso -rio el alfa burlonamente, canelo miro un rato a charles perdido en sus pensamientos que respondió con cautela de no alzar su voz.
-tu crees que ahora que los omegas tienen libertad al voto y de poder trabajar en cualquier área de trabajo… ¿no se pueden librar del matrimonio forzado? No importa si halla una ley para ello en algún futuro, mi familia no reconocería el que fuera un omega soltero porque -dio una pausa breve y respirando hondo retomo el habla- ya es suficiente que haya nacido así, a mi familia no le importaría mi opinión porque no soy más que un simple omega que cae en lo más bajo de la jerarquía, soy el débil de este mundo insensato-charles no se había dado cuenta que canelo cuando hablaba llegaba a un punto que sus palabras se mantenían neutrales además de tener una pizca de desdén en ellas- yo no soy más que un simple omega que nació para abrir sus piernas a un alfa y a un bebe -canelo sorbió su sopa y apoyándose en la palma de su mano sonrió con sorna- soy casi como una incubadora, charles
Charles dejo de comer, sentía un revoltijo en el estomago que no lo dejaba comer ni tragar aquel pedazo de pan, ¿así pensaba sobre su vida?, ¿sobre qué significaba el ser un omega? Pues charles había abierto aquella ventana que no debía abrirse, aquella ventana que nunca quiso ver que había tras de ella.
tras de ellos estaba raul quien había escuchado por accidente el discurso de canelo cuando iba a sentarse a comer con sus amigos, raul pensaba que ese momento era demasiado hostil como para sentarse por lo cual decidió irse como si nunca había pasado por allí.
-¿sabes? -volvió a concentrarse charles en el omega que revolvía la sopa con la cuchara de manera disgustada- ya no tengo apetito puedes comértelo ya que eso es lo que hacen todos los alfas…comer hasta cansarse -canelo se levanto con sus cosas y charles iba a detenerlo pero el sabía que no tenía remedio en acomodar lo que el mismo provoco.
-carajo- musito.
Una mueca disgustada se había dibujado en sus labios, eran las dos de la mañana y el no había regresado a la casa que imaginaba que todos estaban vuelto locos pero eso era una pequeñez para él pues tenía dos problemas grandes, el primero de ellos es que se había perdido en un paramo pero ¿Cómo es que un internado tiene un paramo? Pues para responder esta pregunta aquí tienen la explicación, pese que el internado tiene un césped y árboles naturales este antes era un paramo pero debido al modernismo y que cada día innovaba al paso de los años, se había hecho un internado en este lugar en toda la extensa área que aunque fuera grande, mucho más lejos y profundo había un paramo solo que no se alcanzaba a ver por algunos pinos que lo tapaban.
El otro de los problemas de canelo era que su celo que debía llegar mañana había llegado temprano dándole un calor abrazante que no podía si quiera controlar, canelo pensó que escribiendo lo resolvería al no tener sus supresores a la mano pero el no tenía un lápiz o un papel para calmarse.
Algunos también se preguntaran ¿Cómo llego a aquella fatídica situación?.
Canelo aquella tarde se había ido a sus clases y en el tiempo libre decidió despegar su mente con una caminata luego de aquella acalorada discusión con charles en la cafetería, no podía dejar de estar molesto en el como aquel simple comentario lo llego a herir de manera indescriptible, canelo no se había dado cuenta que sobrepaso el límite del internado adentrándose a lo profundo del lugar llegando a un paramo, paso horas el pobre pelirrojo tratando de buscar el camino de regreso sin perderse en el proceso aunque siendo sincero dudaba de que había progresado al volver.
Y eh aquí el cómo sus problemas surgieron sumándole otra desgracia a su vida.
-ojala tuviera un cuchillo para apuñalarme por cuantas veces mi vida no es una tragedia -sin que nadie le respondiera dijo- supongo que ya de por sí estaría muerto
Canelo se sentó y decidió respirar para calmarse pero nada de eso funcionaba, sentía el deseo de tocar su entrepierna pero eso no lo ayudaría ni en lo más mínimo, canelo sentía la hierba hacerle cosquilla en la espalda y piernas que soltó un suspiro entre cortado al recibir tal caricia que decido calmarse y recostarse en el pasto tratando de mitigar su celo.
La llama del calor en su pecho se le hacía asquerosa y ni hablar del como sudaba, el se retorcía en el pasto tratando de recibir una caricia placentera que no fuera de el mismo pero eso era imposible, canelo se levanto de manera brusca y con sus manos golpeo sus mejillas dando a entender que por nada del mundo debía desconcentrarse, en ese momento había recordado un consejo que le dijo la enfermera melissa.
…
-canelo cuando venga tu celo y no tengas tus supresores a la mano -empezó a explicar la mujer con una rostro calmado- siempre recuerda que si estas cerca de los alfas corras a un lugar donde tu olor no pueda ser olfateado por los alfas también en caso de que no haya alguno a la vista puedes recurrir a la m-fue interrumpido por canelo en ese instante.
-ese dato guárdeselo -demando y melissa sin ánimo de darle una reprimenda prosiguió.
-o puedes darte una lavada con agua fría en la cara o cualquier parte del cuerpo también intenta hacerte una cortada en una área del cuerpo por ejemplo tu mano
-¿y lo ultimo con que propósito?
-no te preocuparas en atender tus necesidades ahí abajo por lo cual se te bajara la calentura un rato -ella se reclino en su silla tarareando una canción- cuando te cortes estarás mas al pendiente del corte y la sangre…si tienes un tipo de fetiche con la sangre te advierto que estarás perdido -agrego.
-¡¿que persona enferma tiene un fetiche con la sangre?! -exclamo.
…
¡agua fría!, canelo se levanto del pasto observando a su alrededor no podía ver casi nada en la oscuridad por lo cual agudizo aun mas su vista y pudo divisar un estanque, corrió hacia el y con sus dedos toco el estanque y enseguida saco sus dedos de lo frio que estaba, no podía perder tiempo y en eso empezó a sacar sus ropas ah excepción del collar y camafeo, pese a estar oscuro podía deslumbrarse en la oscuridad su figura blanquecina.
el metió primero su pierna al estanque soportando el frio que le hacia estremecer el cuerpo, en ese momento canelo escucho pisadas y volteo de manera instintiva.
-¿canelo? -aquella voz.
Tu...