sentir como su corazón palpitaba sin parar, no sabia que decirle al menor respecto a sus sentimientos que; era cierto que gustaba de el al igual que sentía una ligera atracción por el al punto de protegerle pero siendo honesto, ¿¡que rayos le diría!? todo era tan confuso luego de que el le había besado y tocado de aquella manera.
-¿te digo algo? -dijo canelo rompiendo el silencio entre ambos.
-d-dime -titubeo un poco el alfa.
-fuiste mi primer beso -murmuro aunque eso lo alcanzo a escuchar.
-oh merda, isso é ruim -susurro para si apretando su mandíbula sin salir de la sorpresa.
ahora todo quedaba mas revuelto, todo no tenia que pasar de esta manera,pensaban ambos, ellos tenían que hablar de lo que había sucedido en el páramo ¡No tuvieron que guardárselo en un cajón con llave! y hacer como si todo esto no hubiera pasado ya que de todas formas ¡paso!.
raul se rascaba la cabeza con rabia sin saber que decir y canelo por su parte con su típico aire desinteresado miraba la lluvia incesante caer con furia. aquello fue una oleada de sentimientos confusos.
-tal vez -hablo canelo con su tono neutro llamando la atención del azabache- solo sea atracción sexual
-imagino -raul distraído acaricio los cabellos húmedos del mas bajo enrollando sus dedos en los cabellos cobrizos del omega- Eu queria que tudo fosse como antes
-todo me parece tan difuso -el autobús no llegaba y eso desesperaba al mayor- quiero confesarte algo -el menor poco a poco que sentía la atención de raul se iba encogiendo apenado- en los últimos dos meses no eh dejado de pensar en como me había postrado al placer y como me porte aquella vez en el páramo -dijo de una forma sutil para no hablar de forma directa de lo ''hecho''- eh de decir que me termino....me termino -el apretó sus puños en un intento de sacar lo que su boca quería acallar-gustando...
aquello volcó una horda de perplejidad en raul, ¿le había gustado aquello? quizás pensaba que canelo no había sentido algo como eso, no se sintió amado ni deseado de esa manera pero aquel día en el páramo probo algo de deseo. raul no supo que decir así que acato que tenia que pensarse una respuesta que bastante ingeniosa.
-¿nunca experimentaste esto? -pregunto raul.
-honestamente jamas me sentí así -pauso breve meditándolo un poco, sus pensamientos estaban dispersos- sentirme amado y que esto sea reciproco nunca eh tenido algo como esto -el se acaricio el mentón pensativo- en el bachillerato se me han declarado pero siempre terminaba rechazando sus propuestas amorosas, nunca sentí la necesidad de ver a alguien con desesperación tampoco me eh visto en la necesidad de que me tocaran que me dijeran que me amaban porque...porque me parecía absurdo y el terminar como mi hermana, no lo dejaría pasar -a raul se le estrujaba el pecho con la mención de la hermana de canelo, entendía muy bien que esa faceta en la vida de el menor fue muy dura- siempre pensé que todos los alfas son iguales pero contigo...contigo es totalmente diferente raul -canelo miro fijamente aquellos ojos miel anonadado.
-no sabría que decirte canelo -dijo con su voz ronca- esto se volvió cada vez estrecho tan intimo entre ambos -el acaricio distraído las piernas del pelirrojo.
-no se si hay que...experimentar -raul le pareció una buena idea y acomodándose un poco en la banca algo enérgico aparto un poco al menor- ¿que pasa? -pregunto.
-te propongo algo -dijo a continuación- ambos no sabemos que sentimos ¿no es así? -pregunto viendo como cabeceaba el de piel nívea- salgamos por cinco meses y en esos cinco meses veremos si sentimos atracción sexual o solamente una atracción pura y virtuosa
-¡oh!, que idea tan alocada se te ocurrió raul -exclamo el menor pero si se lo pensaba un poco solo eran cinco meses ¿que podía pasar? ademas así aclaraban el asunto- acepto pero debe haber alguna regla, ¿no?
-me leíste la mente -el mayor se levanto de la banca estirándose un poco sintiendo el aire friolento en su espalda- la primera regla es comportarnos como una pareja
-se ponía bueno pero cuando dijiste el ''comportarnos como una pareja'' perdió mi interés -alego batiendo sus manos al aire burlón.
-cuando estemos solos o fuera del internado podemos hacerlo para no levantar sospechas de los demás -explico.
-me parece bien....la segunda regla -raul puso su atención en lo que diría el omega- es que cuando queramos...hacer alguna actividad sexual -eso coloro al mayor lo cual hizo que el pelirrojo le dirigiera una mirada molesta- ¡por favor! ¡ya pasamos por esto, no es posible que tengamos que sentir vergüenza justo ahora! -raul tuvo que disculparse por ello- como decía; si estamos tentados a hacer algo que sea consensual y bajo nuestra responsabilidad
-no entiendo con que quieres llegar a eso -dijo confuso.
-tenemos que aportar algo ambos si queremos llegar a algo -hablo frotando sus dedos dando a entender con que debían aportar.
-ya me queda claro -dijo tosiendo un poco- la tercera regla es que si nos molesta algo solo seamos directo ya sea si sentimos algo
-y la ultima regla; si por alguna razón al final sentimos algo...solo dejaremos que pase ¿eso esta bien? -pregunto.
-me parece bien...¿cuando empezamos?
-ahora -ellos vieron como el autobús llegaban y sus caras que antes estaban demacradas sin esperanza alguna se vieron en una expresión de alegría rebosante.
-por cierto-llamo el mayor al menor- ¿piensas en dejar el celibato?...
-realmente estoy indeciso al respecto -dijo burlón- pero te aseguro que tal vez me deje llevar por estos sentimientos que tengo hacia ti, raul...
tal vez
.
.
.
.
y solo
.
.
.
tal vez
.
.
.
¿no todo estaba mal?
-.-.-.-
-esto me incomoda -murmuro el pelirrojo rascándose el cuello con fastidio.
-no entiendo como andas con esto, ¡es algo inaudito! -protesto charles señalando el collar que llevaba canelo- ¿no te lo puedes quitar?
-no llevo la llave conmigo -dijo el menor rascándose insistente.
-¿eso lleva un candado? -pregunto asombrado.
-si -respondió con pereza pero sintió como apartaban su mano que usaba para calmar el insensata comezón que sentía, el giro su cabeza un poco para encontrarse con la mirada pacifica de raul- hola raul -le saludo.
-te vas a cortar el cuello como sigas así -dijo ignorando el saludo del pelirrojo y hablándole en un tono cariñoso pero algo sutil que charles paso desapercibido.
-me pica este collar -dijo- parezco un maldito perro con esto -respondió grosero sin importar el como lo hallan mirado los demás.
charles y raul rieron bajo aquel comentario.
ellos se quedaron hablando de temas banales con raul quien no dejaba de mirar insistente al omega que tiempo después de la charla raul empezó a toser un poco frenético frente a sus amigos alarmando a ambos.
-¿te encuentras bien? -pregunto canelo apoyando una mano en su hombro.
-si, si estoy bien -dijo mirando un rato su mano aunque claro canelo y charles no pudieron ver que miraba con tanto afán el mayor. raul limpio su mano en el pantalón para luego mirar a ambos- no se preocupen por mi
-bueno...-empezó a decir charles- estaba pensando en invitarlos a una fiesta de disfraces que sera la semana que viene ¿que dicen?
-nunca eh ido a una fiesta de disfraces -confeso canelo observando como charles le miraba ofendido- ¿que?
-¿tus padres te daban ginebra o algo? -dijo charles burlón- ¿acaso nunca tuviste infancia?
-nunca me gusto las fiestas a pesar que eh ido a algunas pero a una fiesta de disfraces...nunca eh sido invitado -raul rió ante ello lo cual hizo que a canelo se le apretara el corazón, ¿acaso le había gustado su risa tan risueña y
agradable...quizás este era un síntoma de que le gustaba los pequeños detalles de el como; el que riera o sonriera para el.
-con mas razón tienes que ir, toma -charles le entrego una invitación- espero que vengas al igual que tu raul, no lo olviden -despidiéndose charles, se fue de la mesa dejando a ambos algo perplejos ¿cuando habían aceptado ir?.
raul y canelo no dijeron nada acerca de la fiesta levantándose para ir a las afueras del campus a tomar algo de aire fresco, canelo sintió algo enredarse en su mano que para su sorpresa era la mano de raul. aunque cabe recalcar que en los pasillos no había nadie.
-¿que haces? -susurro sintiendo como apretaba la mano aun mas raul.
-no lose solo quería saber que se siente tomarse la mano -guardaron silencio y canelo suspiro.
-¿como se siente? en lo personal yo no siento nada -dijo el observando como sus grandes manos apretaban con cariño sus manos.
-se siente cálido -canelo solo pudo ruborizarse.
-¿sabes?, cuando ríes...siento como mi corazón late -dijo- hasta pienso que me va a dar un infarto -se burlo provocando la risa de ambos.
canelo observaba como el mayor reía con fervor lo cual hacia que su corazón palpitara cual colibrí al verle, ¿porque estos sentimientos acabaron domando sus pensamientos? eso sin duda canelo no lo sabia, tan solo el verle reír le daba un sentimiento tan familiar, tan ajeno al pasado, como si algo en raul le hiciera pensar que después de todos no todos los alfas eran como el decía, no eran unos patanes después de todo. cuando reía su corazón se removía ansioso como latente, raul le hacia sentir tan....¿enamorado?.
-¿porque no te eh conocido mucho antes? -pregunto con una sonrisa en labios dejando al menor sorprendido.
-realmente no lose -raul le dio una mirada triste al menor y aparto su mano con suavidad.
-tengo clases ¡te veo luego! -se despidió.
-si...te veo luego -murmuro viendo como aquella figura tan grande se iba aunque estaba algo sorprendido de como de forma abrupta se había marchado. canelo solo alcanzo a pensar en como últimamente sus sentimientos estaban siendo claros como difusos.
-.-.-.-
habían pasado al rededor de diez minutos desde que tuvo aquel ataque de tos en el cual había escupido cierta cantidad de sangre, veía como el carmín traspasaba sus largos dedos en un fino hilo. sus dedos temblaban al ver como el el liquido goteaba en el piso formando un pequeño charco que para el cada gota era un pedazo de su vida.
¿porque tuvo que ser así? , apenas amaba a alguien y todo ya se iba por la borda.
decidió limpiarse la comisura de sus labios con su pulgar y levantarse del piso para buscar un trapo y limpiar la sangre en el piso. en la mesita de noche había un poco de papel que no tardo ni menos de cinco minutos limpiando el piso al igual que su mano que estaba manchada.
-cada día esto me va consumiendo -susurro con un tono apagado.
pudo ver que en su cama reposaba una caja de cigarro que no tardo en tomar un cigarro y posarlo en sus labios. con un yesquero que traía a la mano decidió prenderlo al igual que darle un profunda calada. sus pulmones estaban pereciendo como pidiendo un respiro pero el sin embargo se mantenía serio eh indiferente al asunto con su cigarro en labios.
-que vicio tan tentador eh hiriente -cito mientras exhalaba el humo- el humano le encantan lo dañino porque a pesar de que sepa que hiere y mata...no podemos dejar de tomar aquello que no nos conviene porque somos... -pauso breve dándole otra calada al cigarro mientras veía por la ventana, aquel día era de noche, aquel día era una noche estrellada- masoquistas -complemento.
sus ojos tenían ojeras de las repentinas noches en que le daba ataques de tos al igual que por algunas noches tenia dificultades al respirar como dolores en el pecho, simplemente todo no marchaba bien que pese a estar escondiéndolo no permitirá que nadie lo supiera.
rasco su garganta en un gesto distraído pensando en sus cabellos cobrizos.
era tan hermoso que era una pena no quedarse mas tiempo para estar con el.no podía decirle cuanto lo amaba pero si podía demostrárselo
-.-.-.-
-¿una cita? -pregunto canelo confundido por el repentino evento de hoy domingo.
-si -respondió raul con una fina sonrisa en labios, ellos estaban a las afueras del internado- podemos ir a donde tu quieras canelo
-no me siento a gusto el ir a donde yo quiera -argumento el con una cara incomoda- preferiría que por ambos lados pudiéramos coincidir en ir a algún lugar que nos guste
-tienes razón -dijo el mayor pensando un poco- ¿te gusta la orquesta?
-si -sonrió con anhelo recordando los vivos y ajenos recuerdos de su niñez- aun me acuerdo cuando tenia cinco años y me llevaron por primera vez -raul pudo ver como bajaba su guardia para mostrar aquel niño tan ferviente y animado que imagino que alguna vez fue- siempre tuve ganas de ir con alguien pero nadie en mi familia le gusta la orquesta ademas de no tener amigos con cuales ir
-entonces tienes suerte de tenerme -comento pero aquello salio mas como algo meloso por lo cual ambos ruborizados se miraron con vergüenza, raul enseguida tuvo que agregar algo para no hacer la situación mas incomoda- pu-pues...¿¡que esperamos!? ¡vamos!
-s-si -dijo el un poco animado.
sin mas que decirse fueron a un teatro que quedaba cerca que por suerte vendían las entradas que sin preámbulos raul pago por ellas, ellos entraron enseguida buscando sus asientos que al fin luego de codearse de algunos viejos estirados -llamados así por canelo-, se sentaron en sus respectivos puesto sin mas mirando como se apagaban las luces y empezaba la orquesta.
ellos escuchaban "The Name of Life" que dio una apertura bastante relajante, canelo miraba expectante como una mujer tocaba el piano con elegancia al igual que algunos violinistas tocaban con un compás bastante armonioso.
raul no dejaba de pensar en como la música le recordaba momentos de su vida que tuvo que mantener lejos del presente, del como había pasado muchas cosas alrededor de el y como trato que nadie leyera su pasado. todo en el se le hacia un misterio a canelo que intentaba por lo menos desenmascarar aquel ser rebosante de alegría.
raul no podía dejar de pensar en su tormentoso pasado
****
-no deberías fumar -aquella muchacha de labios rosáceos le arrebato de su boca aquel vicio tentador para posteriormente ponerlo en su boca- tu eres muy pequeño para esas cosas
-tu tampoco deberías -espeto el mas bajo empujándola un poco- eres muy joven para hacer esas cosas...
-boa jogada -dijo con su acento portugués, ella exhalaba el humo y con sus manos paso por los cabellos azabaches del mas bajo con ternura- si no tuvieras once años te juro que me casaría contigo
-si no fueras tuvieras diecisiete años te juro que te denunciaría a la policía -se mofo el menor sintiendo como la mas alta le daba un golpecito en el hombro.
-cão miserável -ella miraba a la gente en la calle como iban y pasaban con tranquilidad, podía ver como algunas de sus amigas prostitutas se llevaban a algunos clientes- ¿sigues haciéndoles trabajos a ese vigarista ? -pregunto la mujer siendo directa aunque el tono en el cual uso la palabra fue bastante brusco.
-si me da un poco de dinero para alcanzar el alquiler...si -respondió mirando como su amiga sin descaro pasaba una de sus manos por debajo de la camisa para luego rascarse las tetas que el observo anonadado.
-não conte comigo para te dar um bom sexo -dijo la chica morena mirando como el menor miraba como ella se rascaba los pechos sin disimulo. el mas bajo desvió la mirada ruborizado luego de que le habían pillado mirándole los pechos- yo que tu -pauso la muchacha dándole otra calada al cigarro- no me meto en esos asunto raul
-tengo que ayudar de alguna forma a mis padres caterina -dijo raul mirando a la morena. caterina tenia su pelo rizado castaño ademas que sus ojos eran de un color café claro muy llamativo, ella era muy atractiva que para su mala suerte era prostituta.
-pero no de esa forma raul -concreto la mayor otorgándole el cigarro que antes fumaba.
-¿entonces tu crees que en cualquier lugar le den un trabajo a un niño de once? -pregunto altanero empezando a fumar del cigarrillo.
-se que no le darían un trabajo a un menor - hablo la morena observando el perfil del moreno, tan bello que seguramente empezaba su pubertad que seria una lastima no pecar con aquel muchacho- pero tengo fe en que encontraras algo mejor raul
-eso es lo único que tengo caterina -raul estaba meditando un poco y dejando el cigarro inerte en sus dedos, el moreno miro a la gente pasando por la calle con total tranquilidad que aquello; le daba tanta envidia- papa trabaja como un burro en la fabrica y mama se mata todas las noches lavando ropa para los clientes, a veces puedo ver como llora papa y mama le dice que mañana sera un día mejor...no tienes idea de como me preocupo -caterina miraba como el menor tenia una expresión seria y ella se inclino un poco en el llegando casi a su rostro.
-ellos hacen lo mejor para que no pases necesidad meu lindo garoto -dijo con ternura llegando a acongojar al menor, caterina paso su dedos por la barbilla del menor acariciando levemente sus labios- debes apreciar que hacen eso por ti -raul miraba hipnotizado los ojos de aquella mujer le miraba con dedicación.
-caterina...-murmuro, la mayor acaricio las mejillas del azabache para después apartarse de el.
-raul si seguirás así, yo solo espero que no le hagas daños a las personas que amas -dijo caterina observando con tristeza al menor que quedo perplejo luego de sentir el contacto de los dedos de la morena en su piel, aun seguía quemando le- solo espero que aprendas a sonreír aunque todo sea una mierda, a veces tenemos que aprender a como no dejar que las cosas no nos preocupe de sobremanera
caterina se marcho dejando solo raul quien sostenía el cigarro que poco a poco se iba consumiendo. Quizás caterina se equivocaba...así había pensado raul para aquel entonces.
ambos eran muy unidos, caterina y raul a pesar de llevarse años; ellos sabían como divertirse siendo que caterina fuera una prostituta y raul vendiera drogas a tan corta edad en las favelas.
caterina amaba mucho a ese muchacho con total devoción puesto que al verlo por primera vez algo en ella se había llenado de calidez y amor que antes ningun hombre habia llenado en su corazon. raul quería a caterina como una amiga aunque en sus mas profundos pensamientos quería a caterina como algo mas que una simple amistad pero pese a que esto era mutuo no podían ya que llevaban vidas muy diferentes.
-toma -caterina estaba en una esquina de la calle tomando una cerveza relajada luego de haberse dado un polvo con un cliente que ella en lo personal, era muy bueno, en aquel momento le llamo la atención en como raul le ofrecía unos billetes.
-¿de donde sacaste el dinero? -pregunto arqueando una ceja aunque se le hacia obvio de donde había sacado del dinero.
-solo tómalo -dijo raul insistiendo, pese a ser un niño de once entendía muy bien la situación en la que se encontraba caterina.
-no voy a tomar ese dinero tan sucio -dijo ella volviendo a tomar de la cerveza sintiendo una oleada fresca en su garganta.
-yo trabajo en algo ilegal al igual que tu, así que de hecho tu dinero tampoco es tan pulcro que digamos -espeto el alfa mirando como ella chasqueaba la lengua.
-pero yo lo hago por que no tengo a nadie que me ayude -dijo ella mirando como raul le tendía el dinero nuevamente- raul no voy a tomar tu dinero, ¿que haría con ese dinero entonces?
-yo tan solo quiero ayudarte caterina -dijo raul mirando algo triste a la mayor, el se quedo pensando un rato hasta que hablo con cierto cariño en su tono de voz- con el dinero...con el dinero que te de puedes ahorrarlo para comprar las cosas que siempre quisiste o... irte de aquí
-¡¿que?! -exclamo ella para luego reírse- no me iré de aquí hasta que te vea siendo un niño de bien, ademas ¿a donde pudiera ir yo?
-pues...¿a donde quisiste ir? -caterina había estado años en brasil sin algún familiar que la respaldara, se había quedado huérfana a los trece años que tuvo que adaptarse al estilo de vida en las favelas, simplemente cuando no estuviera trabajando o estando en alguna fiesta ella siempre quiso ir...
-a Italia -respondió anonadada.
-bueno cuando tenga mucho dinero te prometo que te pagare un viaje a Italia caterina -prometió el menor con una sonrisa en labios levantando le los ánimos a la mayor que anteriormente divaga en el pasado de forma melancólica, el beso las manos de la morena de forma caballerosa- te juro que lo haré aun si me cueste la vida en ello
- você não tem ideia de como isso me surpreende -dijo con coquetería riendo un poco , contagiando le el animo al menor.
pese a que la vida fuera así de dura para ambos la morena se preocupaba por raul para que llevara una buena vida lejos de las pandillas pero en mas de una vez todo el tema se le escapaba de las manos.
hasta que un día todo eso cambio para ambos...
-¡corre! -grito un compañero suyo para después escuchar un balazo provenir de la pandilla contraria que se hacían llamar '' os macacos do rio '' que era una banda conflictiva ademas de una gran exportadora de drogas.
raul se quedo petrificado al ver como su amigo estaba inerte en el suelo convulsionando luego de que se ahogara en su propia sangre, raul escucho como mas de sus compañeros gritaban hasta que el pudo reaccionar en si y fugarse del lugar aunque claro luego fue perseguido por uno de los integrantes con su pistola en mano.
el corría escuchando como el que le perseguía intentaba darle un disparo que por suerte el alfa esquivaba, raul se escondía por los callejones para luego seguir corriendo para llegar a un lugar seguro donde no le hallasen que por su mala suerte no había gente a tan altas horas de la noche que pudiesen ayudarle.
todo aquella disputa fue por culpa de aquel estafador de giovanni que dijo que perdió una carga de drogas por culpa de aquella pandilla y los superiores al no saber que hacer; tomaron la decisión de atacar a la banda por perder las drogas que de un momento a otro la pandilla se desquito con los vendedores o en otras palabras los lacayos y todo fue a raíz de una mentira del propio giovanni.
todo fue una mentira.
en otro lado estaba en la calle caterina que se hallaba fumando un tabaco que uno de sus clientes amablemente le había comprado por uno de sus buenos servicios, ella estaba divagando un poco hasta que pudo escuchar unos balazos que para ella no paso desapercibido algunas pisadas poco después. para su asombro era raul corriendo con su franela bañada en sangre que espanto a la mujer quien con los brazos extendidos de par a par recibió al menor que se abalanzo jadeante en su pecho, caterina miraba asustada aquel niño de ojos mieles que tanto adoraba convertido en un manojo de nervios.
-¿¡está bem!? ¡Raul! ¡¿o que aconteceu?! -exclamo asustado mirando como temblaba su adorado niño mientras ella lo abrazaba tratando de tranquilizar al moreno.
-¡tenemos que irnos! ¡ya! -grito el menor tomando la mano de la adolescente arrastrándola consigo.
-¿¡porque?! -pregunto escandalizada- ¿que paso raul?
-te cuento luego -el empezó a correr junto a ella por la calle que al correr sus ojos se expandieron haciendo que sus pupilas de dilataran- n-no -su labios temblaban al ver al hombre frente a los dos con la pistola apuntando al alfa.
todo pendía de un hilo, cualquier resultado seria el mismo y eso para ambos no resultaba bastante bien, raul trago en seco mirando como el hombre frente suyo no vacilaba en quitarle el seguro a su arma para luego dirigirse a ellos a pasos lentos, caterina miraba asustada a su niño. sudaba al igual que jadeaba, no podía permitir que el no disfrutara un futuro prospero.
-¿raul? -llamo su nombre pero el no respondía, caterina supo que su hermoso niño no tenia tiempo así que al escuchar el sonido de la pistola disparar ella aparto al azabache recibiendo la bala.
aquel día seria el ultimo encuentro para ambos muchachos
el moreno miro como su adorada amiga y amor platónico estaba tendida en el el suelo, el callo de rodillas tomando su cabeza empezando a sollozar para luego llorar a cantaros y poco después comenzando a gritando su nombre.
-¡NÃO ME DEIXE! ¡CATERINA! ¡Olhe para mim, mas não me deixe! -el alfa la zarandeaba pero ella sonreía sintiendo como cada lagrima del menor caía en su mejilla por lo cual con su mano algo temblorosa toco los labios del moreno.
-¿eles nunca te disseram como você é quando você chora? pregunto con un hilo en la voz sintiendo como el menor empezaba a apretar el llanto- não chore, meu querido -susurro acercando poco a poco el rostro del menor dándole un beso casto en los labios-Você promete sorrir quando tudo está errado?
-prometo sorrir quando às coisas ficarem escuras -respondió el muchacho
-isso é bom,isso é bom...-repito con una voz apagada- Eu preciso que você corra -murmuro.
-não te deixarei -dijo en un susurro limpiando sus lagrimas, pudo ver como el hombre que estaba frente suyo cargaba nuevamente la pistola.
-Olhe para mim, Raúl -dijo ella alzando su mano para acariciar sus mejillas, el menor miro fijamente a aquellos ojos cafe tan hermosos que hasta el día de hoy no pudo olvidar-Tem que fazê
-bien...-dijo rindiéndose a las suplicas de la mayor, así que levantándose le dio una ultima mirada a la única persona en su vida que le dijo lo mas importante en su vida.
desde aquel día raul aprendió que las cosas tenia que llevarlas con calma aunque sea critica la situación, aun en su estado tan deplorable aprendió a como no dejar que eso influyera en su vida,raul aprendió que después de todo; las cosas no irían tan mal como el pensaba.
aunque caterina y el no compartían los mismo gustos de alguna manera se complementaban, pero luego de aquel fatídico día ningún omega,beta o si quiera alfa llego a hacerlo sentir enamorado o embobado...pero todo cambio con aquel inusual omega.
sus ojos eran tan iguales a los de ella, su fiereza y la forma en la que decía las cosas de forma directa se le era tan familiar.
¿acaso el destino lo puso en su camino?
****
-¿raul? -llamo su nombre, canelo miraba como raul estaba quieto casi como ido- raul -llamo otra vez sacudiéndolo por fin captando su atención.
-¡ah,perdona! -dijo reaccionando- oh ya termino -dijo dándose cuenta de como los de la orquesta empacaban sus cosas.
-parece que estabas muy distraído -hablo burlón mirando como el alfa se levantaba de el asiento tendiéndole la mano.
-¿vamos a comer algo? -pregunto con cierto tono cariñoso.
-con gusto -canelo tomo su mano aceptando el gesto tan caballeroso.
solo estaba divagando en el pasado...
en el pasado que jamas pudo contarle a canelo
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