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Cuando es así por naturaleza por finnxjake

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Notas del capitulo:

Esto significa  que se cambia de escenario

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Esto significa cambio de escena

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¡Lamento tanto la tardanza! Estoy entrando en época de exámenes, los maestros quieren acabar esta unidad antes de salir de vacaciones de semana santa para ya no tener tan pesadas las ultimas semanas de mayo.

Además, soy súper floja últimamente y me eh atrasado un montón en los trabajos, comencé a faltar un montón y ya me fui a extra en derecho penal, estuve juntando para pagar el examen en una dulcería, pero ya termine… creo, tal vez si me tarde como dos semanas en subir el próximo capítulo.

Lamento igual las horribles faltas de ortografía que se puedan encontrar, una vez que acabe esta historia me dedicare a corregirlas, así que no se preocupen.

Hice este capítulo más largo de lo normal, para que soporten mi larga ausencia.

Creo que esta vez, si desarrolle un montón la relación de Hipo y Toothless, siento que ya no se siente tan forzado como con los collares. Hablando de los collares, los voy a dejar un poco de lado.

No sé si ya sería un buen momento para poner Lemon en la historia… ¿ustedes que piensan? Siempre entro en conflicto en esta parte.

Subió a cubierta, el  atardecer estaba en su máximo punto, el cielo rojizo se veía cual infierno dentro del cielo, era una vista espectacular… aunque, algunas nubes negras comenzaban a acercarse, dando la intuición de que pronto llovería.

El castaño estiro un poco su cuerpo. Toothless habían insistido en dormir de día, eso estaba bien ya habían quedado en ese convenio, lo que no se espero es que el dragón metiera demasiadas   falacias dentro de este y terminaría haciendo lo que quisiera, al final, Toothless volvió a tomar el control de todo.

 

Él lo atribuyo a algo normal, el morocho se había estado comportando de una forma muy extraña, un día podría estar feliz y al otro triste, era todo un desafío el descifrarle, pareciera que estaba pasando por un mal momento, siempre estaba en las nubes, era demasiado distraído y a veces no dormía, sentía su mirada.

 

-tal vez esté enfermo- trato de convencerse de algo, le gustaría saber lo que pasaba por la mente del dragón.

 

Y quería descubrirlo ya, dormir junto con él lo estaba poniendo raro, es reconfortarle tenerlo cerca, así en la noche no pasaba por el frio que calaba hasta los huesos, pero aun así lo ponía muy ansioso y nervioso tenerlo tan, pero tan cerca.

“es tarde, hare la comida”

Camino hacia la alacena y cuando la abrió un aroma putrefacto inundó su nariz. Era el aroma más asqueroso de toda su vida.

Dio media vuelta antes de vomitar, se le había olvidado poner los peces en agua de mar para que no se echaran a perder tan rápido, y ahora, pareciera que habían matado a una persona y escondido dentro de la alacena.

“soy un idiota”

Pensó amargamente.

Se aguantó como pudo y tiro los peces al mar. Limpio el lugar y….

Ya no tenían comida, se había acabado, todo, no había nada, nada de nada.

-Toothless va a comerme- 

El dragón no aceptaría comer fruta, no quedaba mucha, pero era lo que había y sabía perfectamente que el mayor preferiría lanzarse al mar antes de comer eso.

Tenía que idear, un plan, para conseguir comida rápido y evitar el suicidio de Toothless. Al menos una de las dos, no era un dios después de todo.

-demonios- tomo su cabello con fuerza. Su cabeza comenzó a doler de repente. Eso solo significaba una cosa.

Toothless se despertó, y no exactamente de buen humor.

-¡Hipo!- salió el dragón de la habitación.

Se exaspero al no ver al castaño junto a él. No le gustaba despertar y no tenerlo cerca.

Había pasado por muchas peleas mentales, pero decidió dar lugar a lo que su cuerpo y mente querían y dejo que el pequeño se adentrara más en su vida y él en la suya.

No eran nada, aun, y tal vez nunca lo serian, era complicado para ambos e Hipo aún era demasiado indeciso e inseguro.

-cálmate, salí a preparar la cena- camino tranquilo hasta el de cabello negro para hacerle saber que estaba bien.

-¿bien?- agito su cola preocupado.

-si-

El mayor solo sonrió satisfecho.

-tengo hambre aliméntame- sonrió de nuevo.

Estaba a punto de soltarle la noticia, pero unos truenos y relámpagos interrumpieron la conversación.

-habrá lluvia esta noche- hablo Toothless mirando al cielo hipnotizado.

-tal parece que si- las primeras gotas comenzaron a caer- debemos entrar o nos enfermaremos-

-no, Toothless quiere jugar-

Uso ese tono de nuevo.

-me estas desobedeciendo- dijo en tono burlo el castaño.

-me gusta la lluvia- contesto con simpleza. El contrario solo rio.

-bien, te dejare jugar como niño pequeño bajo la lluvia, pero, te vas a enfermar, hace frio, que seas un dragón no te hace inmune-

-sí, sí, sí, falacias, falacias-

-eso no es falacia, es verdad-

-no voy a enfermarme, soy resistente-

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-Hookfang-

-si-

-¿acaso sabes lo que es espacio personal?-

No le molestaba mucho el que el dragón estuviera pegado a ella, eso la tranquilizaba de cierta manera, pero ahora, en este momento, necesitaba estar a solas.

-si se lo que es- miro incrédulo a la mujer- ¿Por qué la pregunta?-

-necesita que me dejes sola, ahora-hablo con sinceridad.

-¿¡por qué?!-

-no lo mal intérpretes, pero, no puedes estar pegado junto a mí las 24 horas del días, los 7 días de la semana-

-no me retes- su tono se escuchó molesto- no le veo nada de malo en que este aquí, no tienes nada de lo que no me hayan enseñado en las clases de biología humana-

-tu especie, ¿estudia a los humanos?- rio por el comentario.

No se esperaba tal respuesta del pelirojo, esa información era nueva para ella.

-prevención diría yo- cruzo sus brazos, estaba molesto- como sea, no me iré-

-si te iras, esto es algo personal-

-¿Por qué?- se quejó como un niño pequeño. Juro por la diosa Freyja que estaba a punto de tirarse al suelo y hacer un berrinche.

-¡Por Odín Hookfang, necesito ir al baño!-

-no es excusa suficiente-

La rubia prácticamente se dio por vencida, hacer que el estúpido reptil se fuera de ahí era más difícil que enseñarle a un pez a volar.

Río por debajo, Hookfang parecía de esos perritos chihuahua que te siguen a todas partes con sus ojos saltones.        

-eso quiere decir que, desde este momento no podre tener un momento de intimidad- miro desganada, hace mucho que fue al baño, de hecho ya llevaba media hora sentada. No podía volver a subir su vestido si él estaba ahí, mirándola a todas horas.

-no necesitas momentos de intimidad si yo estoy aquí- movió sus orejas feliz, sin entender la situación.

-necesito subir mis bragas… puedes voltearte-

-no-

-¡maldita sea, Hookfang!- ahora si estaba enojada- ¡date la maldita vuelta o te golpeare!- amenazo  mostrando su puño-

-¿Cómo me golpearas sino puedes pararte?- se burló y se sentó unos metro frente de ella.

-eres un hijo de tu…-

-sin insultos- volteo un poco su cuerpo y tomo una pequeña jarra llena de agua- ten-

-¿para qué es…?- hizo un gesto con su boca captando el mensaje que el dragón le había dado.

-date prisa, ya quiero irme de aquí-

-terminaría rápido si te fueras-

-estamos en la intemperie, todos te pueden ver menos yo- se señaló haciéndose la víctima.

-eres un jodido dramático- entre cerro sus ojos con ira y desprecio hacia el ojicafe.

-vamos a estar aquí hasta que tú quieras-

No le quedaba más alternativa que hacerlo, miro avergonzada a todos lados, tenía que verificar que nadie estuviera viendo.

Abrió sus piernas ligeramente y tapo lo que se pudiera ver demás con su mano libre, mientras la otra vertía el agua entre ellas. Jamás se había humillado tanto, pero estar con ese pedazo inútil de dragón le transmitía un aura de confianza.

-¿lista?- inclino su cabeza desesperado.

-hubiera terminado antes si tan solo me das la privacidad que merezco- dejo la jarra de lado y subió sus bragas lo más rápido que pudo.

-conmigo ya no la necesitaras- sonrió

-creo que no entiendes nada de lo que digo- bajo su vestido – vámonos de aquí.

-si-

Comenzó a caminar lo más rápido que pudo.

Había estado observando a Hookfang de lejos desde que llegaron, para ser exactos desde antes de siquiera conocerse, cuando bajaba con Hipo del acantilado pudo ver el barco que venía hacia a la isla y sobre este venían el dragón rojo y por lo que pudo especular su amigo Toothless. No estaba muy segura de aquello con Toothless, pero si estaba muy segura de Hookfang.

Era observadora y no iba a negarlo, tenía que estar al pendiente de todo.

Solamente que la personalidad del Hookfang que conoció por primera vez no era para nada a lo que el mismo dragón le estaba haciendo ver ahora, eran totalmente diferentes.

¿Le estará pasando algo similar a Hipo?

-Hipo- hace días que no pensaba en él… bueno, fueron al menos unas horas, pero le era inevitable, siempre estaba velando por la seguridad del contrario, y el no tenerlo a su lado le preocupaba.

Escucho el rugir furioso del dragón.

-¿eh?- volteó a donde se encontraba el chico.

No hubo respuesta, el mermo la pregunta de la chica y la ignoro tan descaradamente que acelero su paso para ir delante.

“¿Ahora qué le pasa a la lagartija con patas?” pensó. No recordaba haber hecho nada que molestase al pelirojo.

-¿Cómo estarás?...Hipo- dijo la rubia en  un tono suave.

-Hipo, Hipo, Hipo, es lo único que sabes decir- contesto en voz alta y profunda mostrando lo enojado que estaba.

La mujer se quedó quieta un segundo, sacudió su cabeza y comenzó de nuevo a seguirle.

-y si lo hago, ¿a ti que?- comento seria y desafiante a la vez.

“tsk” se molestó aún más.

-estas molesto, ¿Por qué?- se le hacía ridículo, hace un momento estaban perfectamente- te comportas como un niño-

-y si lo hago, ¿a ti que?- volteo a verla molesto y acelero su paso dejando a la mujer lejos de su alcance.

-¡Hookfang…!- trato de decir algo antes de que se alejara por completo, pero fue tarde, ya había perdido al dragón entre la maleza del bosque.

Ese pedazo de lagartija era un inútil, bien, ya era un problema menos, no iría a buscarle, no tenía porque.

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-Soy muy resistente- su tono de voz fue extremadamente sarcástico.

Mantuvo su postura en rato y después se encamino a la mesa tras de él a preparar un té para el lagarto inútil. Toothless le había dicho que era resistente a la lluvia y lo creyó, pero pareciera que los dioses amaban fastidiarlos en su misión y enfermaron al pobre dragón.

-¡ya cállate Hipo!- furioso miro al pequeño y se giró tapando su cuerpo con las cobijas.

-perdona- comento sarcástico- pero tal parece que yo te dije que entraras a la habitación en cuanto comenzó a llover, pero no, el señor es resistente… resistente mis polainas, ahora estas enfermo, ¿sabes cuánto nos atrasara esto en la misión? Llegaremos cuando el volcán haya hecho erupción-mezcló el té.

-claro que no- apenas si se escuchó la voz de Tooth, este seguía tapado con las mantas.

-como sea, debes recuperarte- se acercó hasta la cama y se sentó justo al lado del mayor. Este quito las sabanas de encima, solo hasta su cadera y lo miro- toma este té de limón, te ayudara, mi padre me lo daba cada vez que me enfermaba- mostró la taza.

Toothless lo pensó un poco, pero… ya estaba de sobra desconfiar del pequeño, ya estaba más claro que el agua de que no se lastimarían.

Se enderezo un poco y tomo la taza.

-bien- comento malhumorado. Giro su cabeza rápido para no mirar a Hipo.

Tal vez se pasó un poco, pensándolo bien, el dragón tenía todo el derecho de jugar bajo la lluvia, vamos, no es delito hacerlo, y él solo lo había estado regañando por aquello, le debía una disculpa.

-perdón- dijo en un tono bajo- tal vez me pase un poco, no tienes la culpa de nada- se recostó un poco en el contrario y posó una de sus manos contra el cabello negro del mayor- lo resolveremos, no debes tardar tanto en recuperarte, ¿verdad?- comenzó a acariciar la cabeza de Toothless dando suaves mimos en forma de circulo por todo su cabello.

El morocho no respondió.

-Toothless- se extrañó por el silencio, volteo a verlo y se sonrojo al instante.

El nombrado estaba completamente sumergido en las caricias de menor, se veía realmente lindo. Hipo paro los movimientos y un gruñido de molestia escapo de la boca de Tooth. Volvió a apapacharlo y este ronroneo. Rio un poco por las reacciones del dragón. Volvió a parar las caricias y fue la misma respuesta.

-¡no hagas eso!- se quejó por fin el pelinegro- no pares- dio palmaditas en su cabello para indicarle a Hipo el lugar donde quería ser acariciado.

-lo lamento, lo lamento- rio un poco- pero enserio, ¿te recuperas rápido?-

-sí, un poco… más abajo- los decibeles de su ronroneo aumentaron- arriba, arriba-

-sí, sí, ya oí-

Después de unos 15 minutos dándole mimos al contario Hipo decidió parar, sin importar el reproche de este.

-quiero más mimos- comenzó a tomar el té.

-creo que fueron suficientes, te pones muy raro cuando los hago- se sonrojo- te pones muy cariñoso, como gata en celo-

Eso ofendió a Toothless.

-perdóname entonces-

-no te enojes- miro burlón- solo que aún no me acostumbro a esa faceta tuya, es raro verte  tan cariñoso-

“Puf”

Hiso un ademan con sus manos.

-mejor duerme un poco, iré a limpiar la cubierta- comenzó a caminar hasta la puerta.

-Hipo-

-si- volteo a verle.

-no soy gata, en todo caso sería gato- termino de tomar el té y puso la taza sobre la mesilla y se tapó de nuevo con las sabanas.

-como digas- salió de la habitación, esperando que esto pasara rápido.

Pero no fue así.

---LUNES----

-¡EH DICHO QUE TE LO TRAGES!- forcejeó Hipo contra Toothless. El mayor no quería toma la medicina preparada y empacada por la anciana sabia de la tribu… la anciana Gothi, abuela de Hipo y madre del jefe Estoico.

-¡NO, NO QUIERO, ODIO LA MEDICINA!- se retorcía bajo las sabanas, no tenía la fuerza suficiente para lanzar a Hipo lejos de él.

-¡Tómatelo!- era la última vez que se lo decía, y sino aceptaba habría consecuencias.

-¡NO!-

Ya cavó su propia tumba.

 

---MARTES---

-¡NO, no puedes seguir haciéndolo!- regaño Hipo.

Inclino un poco sus caderas y se cruzó de brazos.

-si lo hare- desafió Toothless. Nadie le dice que hacer.

-no lo harás-

-pruébame- acerco la prenda hacia su cara-

-¡NO TE SUENES LOS MOCOS CON MI CAMISA!-

 

---MIERCOLES---

-¿Qué son esas manchas rojas en tu piel?-

-alergia, Hipo quiere matarme- aseguro el morocho.

-¿matarte? Si quisiera “matarte”- hizo un gesto con sus manos- te habría envenenado la  comida- su cara se ensombreció de pronto- Ahora deja de decir tontería y trágate la medicina, sé que pintaste las manchas de tu piel-

 

---JUEVES---

-tienes fiebre- acaricio con suavidad la frente de Toothless- estas en los 38 grados. Quito el termómetro debajo del brazo del dragón. Su padre la había enseñado a diseñarlos sin muchos materiales a la mano- ¡debo enfriarte!- jalo las sabanas.

-no- sujeto las mantas antes de que Hipo se las quitara por completo- déjame morir aquí- dijo dramático.

-¡Dámelas!- comenzaron a forsajear- es por tu bien-

-prefiero morir- hizo dramatización de mas- toma lápiz y papel Hipo, voy a hacer mi testamento ahora-

-¡por que todos los hombre son igual de dramáticos!- se quejó. Dio una suave risa por sus palabras- yo quedo excluido, no soy tan dramático- dijo para sí mismo.

 

---VIERNES---

-¿sigues sin tener hambre?- era alarmante, Toothless llevaba casi toda la semana sin comer, eso le preocupaba demasiado.

-no pasa nada, es normal- tranquilizo al menor con sus palabras- cuando me recupere comeré todo lo que no eh comido hasta ahora-

-te pondrás como ballena- reclamo el menor.

-¡Claro que no!-

 

---SABADO---

-Hipo. Hipo- movió con cuidado el cuerpo intentando despertarlo.

-¿qué?- dijo aun entre sueños.

-tengo sed, tráeme agua- ordeno como si fuera lo más normal del mundo.

Hipo abrió sus ojos impactado.

-es broma, te dije hace rato sino tenías sed y dijiste que no- se enojó.

-en ese momento no tenía sed-

-pues en este momento yo no quiero traerte agua-

-¡quiero agua!-

 

 

---DOMINGO----

-parece que ya estas completamente curado- le sonrió.

Ya era hora, esto había durado más de lo que había estipulado, además… el dragón se pasó de la raya esta última semana. Creía que Toothless era un dragón temerario, fuerte, valiente y que imponía respeto y miedo y así lo fue, al menos los primeros días que se conocieron, luego, de ir conociendo más y más al dragón se dio cuenta de algo… era solo un bebé mimado.

No iba hacer que no le sorprendió porque si paso, pero tampoco estaba etiquetando a Tooth, él podía actuar así cada que quisiera, después de todo eran…  ¿pareja? No podrían serlo, ¿o sí? Tal vez… ¿por eso actuaba así? Toothless comenzó a abrirse más hacia él desde el momento que supo lo del lazo, puede que un poco antes, ¡SI! Antes de todo ya le había confesado algunas cosas y él al otro, era reciproco. Pero no había llegado tan lejos, aun.

Y estaba seguro que el contrario aun ni había empezado a cortejarlo, seguro era tan extraño para el dragón como para él.

-sí, me siento mejor- agito su cola feliz y movió sus orejas- podemos irnos ya-

-¿irnos?- eso lo desconcertó, ¿A dónde irían?

-ya puedo volar de nuevo, podemos seguir como era el plan desde un principio. Perdimos una semana, pero la recuperaremos, además… no hay comida- dijo lo último con decepción.

-no, hace dos días que se acabó todo, incluyendo la fruta- fue sincero.

El mayor no se había dado cuenta de esto porque no había probado nada de nada esta última semana.

-¿QUÉ?- se acercó rápido al castaño revisándolo de arriba abajo- ¿Por qué no me dijiste antes? Pude haber traído algo de comer, ¿tienes hambre?, ¿te sientes cansado? Pescare algo- dio media vuelta rápido. Estaba a punto de convertirse en dragón y lanzarse al mar para pescar unos cuantos pescados.

-¡Espera Toothless!- tomo la mano contraria- estoy bien, no pasa nada, vámonos ya, cazaremos algo después, apenas comienza el día- sonrió.

-¡NO!-

Por nada del mundo dejaba a Hipo un segundo más sin comer.

-pero, no tengo hambre- su estómago gruño, contradiciendo todas sus palabras.

-regreso en unos minutos- y se lanzó al mar.

 

---15 MINUTOS DESPUÉS---

-¿qué pasa? Llevas un rato viendo el pescado- inclino su cabeza.

Se tensó por aquello, ¿Cómo le diría que él no come el pescado crudo?

-Toothless-

-si- los ojos del dragón se expandieron. Hipo se sonrojo y desvió de inmediato su mirada.

No podía decirle.

-Emmy… yo- tenía  que comerse el pez ya, o comenzaría a pensar mal- y-yo… yo… - no podía, por Thor, odiaba el pescado crudo.

-si-

Respira Hipo- Toothless, a mí no… a mí no… me gusta el… el… pescado cru-crudo…-

El dragón no pareció molestarse, de hecho sonrió.

-debiste haberlo dicho antes- inhalo profundo y una pequeña ráfaga de fuego salió de su boca cocinando el pescado- Listo- sacudió su cola feliz.

-gracias-

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-¿esto se comerá?- la rubia se puso de cuclillas para tomar unas cuantas fresas que estaban cerca- No eh salido de caza en un tiempo y estoy oxidada- tantos años de entrenamiento para nada, debía estudiar para no atascarse en los mismo.

Escucho el crujir de las ramas y el movimiento de las hojas. Fue brusco y voluntario. Alguien estaba tras ella.

Volteo nerviosa, no había entrenado en un tiempo, estaba algo oxidada en todo, ya después se pondría en forma. Empuño su espada y volteo, miraba a todos lados en busca de amenazas.

“¿Lo imagine?” pensó de forma negativa. Tampoco era tan idiota para andar imaginando ruidos.

De la nada un Gronckle apareció frente de ella, este comía algunas rocas.

-un dragón-

Amabas miradas chocaron.

Camicazi inclino un poco su cabeza- Solo eras tú- suspiro aliviada- que alivio pensé que era uno de esos idiotas de Roma- dio media vuelta.

La dragona pareció ver algo en particular en ella. Dio un pequeño gruñido llamando la atención de la rubia.

-¿qué pasa?- volteo de inmediato.

Solo otro gruñido fue la respuesta. Vaya lio en que estaba… de nuevo.

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-listo Hipo- afirmo el chico.

-espera un poco- lanzo unas mochilas sobre la cubierta- iré por otras cosas, aguarda aquí- corrió rápido por las maletas.

-Claro, como soy tu mula de carga- dijo en un tono bajo.

-¿dijiste algo Toothless?- lanzo las nuevas maletas al suelo.

-no, nada-

-bien vámonos-

El asintió.

Su anatomía fue cambiando, el fuego  azul cubrió todo su cuerpo y apareció la  Furia Nocturna. Hipo ya había visto a Toothless en esa forma, pero siempre mantuvo una distancia discreta y esta sería la primera vez que montaría al dragón. Estaba nervioso.

Hizo un gesto con su cabeza e Hipo comenzó a acomodar las cosas alrededor del dragón.

-lamento que sean tantas cosas. Ya después vemos que es lo que necesitamos más para no ir tan cargados-

Toothless ronroneo gustoso y acaricio su cabeza contra el pecho del castaño mostrando su afecto.

-está bien, ahora sí, vámonos- subió sobre el dragón.

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La dragona no paraba de seguirla y estaba comenzando a hartase de eso. Con el acosador de Hookfang era más que suficiente.

-¿Por qué me sigues?- no hubo respuesta y la verdad no le sorprendió demasiado- Deja de hacerlo, vamos vete, ¿Qué haces aquí? Esta es una isla llena de vikingos necios y corpulentos, ¿Por qué venir aquí?-

Se dio vuelta para quedar justo frente de la dragona.

-¡Vete!- el Gronckle negó- ¡Fuera de aquí!-

La rubia, harta de todo, tomo una roca entre sus manos y amenazó a la dragona

-¡fuera!-  otro ruido se escuchó tras ella- No de nuevo…-

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-con cuidado- se abrazó fuertemente al cuello del dragón.

Para ser la primera vez, no era tan malo. Toothless trataba de ir con cuidado, sin ir demasiado rápido para que el castaño pudiera acostumbrase a el ritmo poco a poco.

Agito su cabeza en respuesta. Abrió sus alas lo más que pudo y se elevó rápidamente. Tomando el viento como empuje, bajo su  velocidad considerablemente.

Hipo mantuvo sus ojos cerrados desde que habían dejado el barco. Y cuando Tooth se dio cuenta gorgoteo para que el menor los abriera.

El castaño entendió rápido a lo que se refería - ¡No quiero!- se quejó.

Toothless solo gruño.

-bien, bien, ya voy-comenzó a abrir sus ojos lentamente.

Por fin relajo sus músculos, toda esa tensión que traía desde hacía rato se fue cuando por fin miró el cielo. Dejo que el viento golpeara suavemente su cara, enderezo su cuerpo y observó asombrado todo a su alrededor.

El morocho movió su cabeza hacia un lado sacudiéndola.

-sí, sí, sí, tenías razón… es muy linda- comento Hipo derrotado.

Por un rato solo fueron ellos dos… hasta que, Hipo vio tierra.

-hay ahí una isla, vamos a bajar, te ves cansado- el dragón aterrizo ya entrado un poco en la isla- Bien, armemos la lona- bajo rápido del dragón y luego bajo las cosas.

-dejemos las cosas aquí y busquemos unas piedras- una fuerte luz azul lo cegó, dando por hecho de que Toothless había vuelto a tomar su forma semi-humana.

-bien- comenzó a ir tras el castaño.

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-¿Qué haces Toothless? Necesitamos piedras grandes no pequeñas-

-estas piedras son para mí- comenzó nervioso al verse descubierto.

-¿para ti?, ¿para qué?- arrastro el costal lleno de piedras con mucha dificultad.

-si… déjame ayudarte- trato de cambiar el  tema con velocidad.

-¡oh! Gracias- extendió sus manos para pasarle el costal- ahora, volviendo a lo de antes, ¿piedras?-

-me gusta coleccionarlas- mintió descaradamente. Al menos Hipo no lo notó.

-yo también colecciono algunas cosas- realmente suspiro aliviado. Menos mal que el castaño aún era muy ingenuo en estas cosas.

-¿Qué coleccionas?-

-caracoles, las conchas de mar y las estrellas que mueren en la orilla de la playa- sonrió feliz. Solo pocas personas sabían de esto.

-algunas razón en especial para coleccionarlas- más bien pareció una afirmación.

-mi padre me dijo algunas vez que mi madre las adoraba, creo que se me quedo un poco.

Se quedó meditando un poco. Nunca vio a la madre de Hipo en la ceremonia inicial, bueno, realmente no fue una ceremonia, solo una corta presentación, demasiado corta, solo fue para conocer sus nombres.

¿Hipo tenia mamá?

-Hipo…- dijo en tono suave- ¿Dónde está tu mamá?-

-está muerta-

No era un tema que lo incomodaba o daba tristeza hablar, ya había pasado por esa etapa y aunque le seguía doliendo, ya no podía echarse a llorar como antes, eso fue hace años.

Toothless se tensó, tal vez fue mala idea preguntar.

El chico noto rápidamente como la cara del morocho se puso pálida- ¡Tranquilo!- comento – No pasa nada, ya supere esa etapa. Aun duele, pero ya no es como antes- le sonrió para que creyera en sus palabras.

El más alto se acercó al contrario y reposo su cabeza sobre su hombro.

-lo siento- se acurruco sobre el cuello de Hipo.

-no pasa nada- acaricio el cabello negro del mayor.

-Hipo-

-si…-

-gracias-

-¿Por qué?-

-por cuidarme-

Rio suavemente- de nada-

Notas finales:

¿Cómo les pareció el capítulo?

Si me tarde un poco en escribirlo, pero está bien, ya lo termine. Espero que les haya gustado, nos vemos


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