Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Reino de Konoha por Natsy

[Reviews - 39]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos, ya estoy devuelta. No los voy a entretener mucho así que no a leemos abajo. 

Naruto.

Mi cuerpo no me respondía, lo que sea que tuviera ese dardo era potente. Por lo general tarda de 3 a 4 horas en reponerme por completamente de los venenos. Pero en esta ocasión no.

Intente volver a levantarme antes de que ese demente volviera aparecer, pero caí. Era inútil, hasta que eliminará la toxina no podría moverme con libertad. Por lo menos el Teme parecía que no haría nada, (por lo menos no ahora) así que me deje envolver de nuevo por la oscuridad. 

Sentí como tocaban mi lomo y me movía con suavidad, pero solo quería ignorarlo y quedarme dormido. Me alzo y acuno entre sus brazos, su aroma llegó a mí, como en aquel momento, el olía como la lluvia, fresca y reconfortante. Me cargó como si fuera un bebe acurrucandome en su pecho, su aroma se intensificó, pero no me importo, ese olor me parecía reconfortante, tranquilo. La temperatura de sus manos era fría y agradable. 

-bebe esto – abrí un poco mis ojos, encontrándome con la pálida mirada de ese sujeto, sostenía un tipo de plato acercándose a mi boca. Volví a cerrar los ojos, me sentía tan cómodo entre sus brazos que pensé que no me importaría dormir eternamente. 

Sentí como me abría la  boca bruscamente e introducían un extraño líquido, el sabor era demasiado amargo, pastoso  este corría por mi garganta quemándome en el proceso. Y aunque quise resistirme termine bebiendo aquel extraño líquido (aunque casi me ahogo en el proceso)  

Cuando por fin pude respirar, miré asesinamente al azabache quien me mantenía preso en sus brazos y me sonreía de lado. – Buen chico – dijo para después volverme a acostar. Le gruñí en respuesta. Había perdido el sueño por su culpa. 

Se levantó y se acercó a una de las mesas donde dejó el plato que uso y empezó a recoger algunas cosas. Aunque yo no lo perdí de vista . Tras un largo momento él miró a la entrada de la tienda 

Sas – se están tardando – seguí su mirada, no pude evitar que mi corazón se acelerara ¿Cuánto tiempo he dormido?,la tonalidad rojiza que se notaba en la tela y algunas sombras. Estaba empezado a oscurecer. Volví a ver al bribón.

tenía que irme antes de que cayera la noche "Gaara va a matarme" 

Sasuke 

Se  habían tomado un largo tiempo desde que se fueron, sabía que Kakashi no podía arriesgarse a mostrar sus habilidades al igual que yo y por ello le tomaría más tiempo (después de todo habíamos salidos antes de que el sol saliera), A pesar de su oposición de dejarme solo la espera me estaba matando.  

Por fortuna parecía que el zorro era resistente al veneno y el medicamento no tardaría en hacer efecto. . 

Tome las cosas y Salir de la tienda para poder lavar los objetos que use. El cielo ya estaba rojizo, ciertamente habíamos salidos antes del amanecer para la casería, pero me costaba creer que el castillo estuviera tan lejos como para que ellos le tomaran tanto tiempo.  

Cuando termine de limpiarlo volví a la tienda, me di cuenta que el zorro se había ido de la casa de campaña. 

Naruto 

Mis piernas flaqueaban con cada paso que daba, pero no podía detenerme. Ya había roto demasiadas reglas por culpa de ese idiota con peinado de trasero de pato, no estaba seguro de cuánto tiempo le llevaba de ventaja, había podido correr por las copas de los árboles por un bien rato, pero hacía poco que se percató de mi escape. (no se que tipo de medicina me dio pero parece funcionar) 

El bosque cada vez estaba más oscuro, sentí las vibraciones del azabache que se acercaba, (aunque estaba a una distancia considerable), las pequeñas esferas de luz comenzaron a aparecer a mi alrededor, señal de que mi transformación estaba pasando. 

Sentí como la luz se hizo más intensa, un calor inundó por completo mi  cuerpo y como este se extendía por todas partes. Mis extremidades crecían, mis huesos crujían adaptándose a una nueva forma. Fue mucho más doloroso que otras veces. 

Cuando me di cuenta la transformación ya había pasado y volví a ser humano. 

Me recargue contra el tronco, sentí que mi respiración era entrecortada, por alguna razón, mi cuerpo volvía a sentirse tan pesado como cuando me encaje la aguja impregnado con el veneno, pero no debía ser posible, mi sistema se había encargado de eliminar gran parte de este, más el antídoto que me había dado el azabache debió acelerar el proceso. 

No importaba lo que fuera, tenía que irme, antes de darme cuenta volví a caer contra el suelo. 

Normal (tiempo después) 

Sasuke contemplaba al joven rubio que estaba recostado en su colchón, en su frente se encontraban finas perlas de sudor que resbalaban por esta, fueron limpiadas por un paño húmedo. 

Cuando el príncipe lo había encontrado estaba tan pálido como un fantasma y su temperatura era alta, esto resultaba lógico, ya que el veneno que se encontraba en su cuerpo era uno muy engañoso. 

Ciertamente funcionaba al contacto, era rápido apenas ingresaba al sistema, pero en caso de que suministrará algún tipo de antídoto alternativo, el veneno se apagaba, pero no se elimina, si el afectado se movía por un largo periodo el veneno se reactivó, la única forma de eliminarlo por completo era con el antídoto de su tierra.

Sasuke era consciente de esto, pero nunca pensó que el zorro se escaparía de la tienda cuando no estaba viendo (o que tuviera la fuerza para hacerlo y mucho menos toparse con el rubio en semejante estado).  

Su piel había retomado un poco de su color, el Uchiha lo miró detenidamente recorriendo cada una de sus facciones, ciertamente las curiosas marcas que estaban en sus mejillas le recordaban a un zorro. Pero el color de su piel, su cabello, la forma de sus ojos, definitivamente se parecía .... a esa persona. Inconscientemente llevo su mano a su bolsillo, donde guardaba aquella bolsita de cuero. 

La sacó y abrió, colocando su mano para poder sostener su contenido cuando la volteara. Al hacerlo un cristal de color azul con tonos verdosos  apareció. Esta era sujetada por un hilo fino de color negro y en cada lado del cristal había dos campanitas plateadas.

Sujeto el collar del  hilo dejando el cristal colgando, atreves de este podía ver el rostro tranquilo del rubio. Se quedó mirándolo por un largo rato  – ciertamente se parecen mucho – en un principio no lo creía pero ahora viéndolo durmiendo de esa forma, no podía evitar pensarlo. 

Guardo el cristal y después pasó suavemente sus manos por la mejilla del rubio, delineando las curiosas marquitas, Su piel era cálida y el leve sonrojo en sus mejillas era adorable. 

Su mano bajo de las mejillas a delinear los dulces labios del menor, eran suaves, y rosados, apenas estos se abrieron, casi invitándolos a pasar, el aliento del rubio era cálido. Poco a poco el príncipe se empezó a acercar a aquellos dulces labios frente a él. 

Cuidadosamente depósito los suyos en los del otro, algo suave , tal como lo había imaginado sus labios eran dulces, suaves y aterciopelados, su sabor era peligrosamente adictivo. su mano se deslizó por su cuello, hacia su nuca, buscando incrementar el contacto. El corazón del joven príncipe palpitaba tan rápido, cada segundo mejor que el anterior 

Sin darse cuenta, que unos ojos azules comenzaron a abrirse, al darse cuenta de lo que estaba pasando empujo abruptamente al azabache y retrocedió rápidamente 

 Nar - ¿Qué demonio crees que estás haciendo? – en ese momento Naruto estaba mucho más rojo que un tomate. El azabache lo miró atentamente por unos segundos, haciéndose justamente la misma pregunta 

Sas - ¿Cuál es el problema? – su puso de pie – únicamente estaba tomando tu temperatura y tu pulso, no es para tanto – 

Nar - ¿Como si fuera a creer algo de eso? – Se tapó el cuerpo con las manos –, ¿por qué necesitabas besarme para eso  y además me estaban sujetando del cuello? – lo señalo con el dedo  

Sas – no espero que un dobe que vive en el bosque lo entienda, pero los labios suelen usarse para medir la temperatura, son más eficaces que a las manos y lo de la mano solo estaba tomándole el pulso – todo lo dijo con un semblante serio y tranquilo, pero por dentro estaba hecho un nudo de nervios.  

Nar – mentiroso – había un poco de duda en su voz. – Eres un maldito pervertido–  lo observó detenidamente, observando sus facciones, tratando de descifrar algo en su mirada. Se había transformado en el bosque, pero no recordaba cuándo lo había recogido.  

Le asustaba que lo hubiera visto transformarse pero parecía no ser el caso, ya había tenido la oportunidad de ver cómo reacciona una persona cuando descubran lo que les pasaba al anochecer, (aunque el Teme no parecía una persona precisamente normar) 

Sas – piensa lo que quieras – el Uchiha miraba atentamente al rubio fijándose en cada una de sus facciones, el color de su piel, el de su cabello y ojos, no parecían ser de la región, eran rasgos de una tierra más lejana. Una vena apareció en la frente del rubio 

Nar - ¿Qué tanto me miras? – 

Sas – tú, ¿por casualidad eres del reino del sol? – lo observo detenidamente, naruto se noto confundido, haciéndose esa misma pregunta en la mente. Todo sin desviar la mirada 

Nar – tal vez si, tal vez no – levanto los hombros.

Sas – ¿Qué se supone que eso significa dobe? – varias venas aparecieron en la cabeza del rubio 

Nar –  maldito mal nacido - antes de poder decir otros cientos de insultos el joven parpadeó un par de veces,  su mano subió rápidamente a su cuello tocándose la garganta. Cosa que no pasó desapercibida para el azabache, quien lo miraba atentamente 

Sas - ¿Qué pasa te comieron la lengua los ratones? – naruto no salía de su asombro 

Nar - ¿puedo hablar? – lo dijo más para el que cualquier otra cosa. Desde que recordaba, después de entrar a la cámara nadie podía hablar, ni siquiera el loco de Bee. No es que perdieran la voz o algo por el estilo, más bien la garganta les quemaba de tal forma que no podían hablar. Incluso con la gran habilidad que tenia naruto de curarse, tardaban una semana en ello. 

Sas – desgraciadamente para el mundo si – 

Nar – teme – intentó levantarse para ir a golpearlo, pero el dolor recorrió su cuerpo. Y chocó contra el piso 

Sas – no deberías moverte Dobe, o te podrías lastimar – 

Nar – desgraciado, - lo encaro – ya te dije que no me llamo dobe,  mi nombre es Naruto, NA-RU-TO – al escuchar su nombre recordó al Naruto del lago, el que tenía los ojos rojos, a quien el pensaba que le debía la vida - apréndetelo maldito teme  - 

Sas – no me digas de esa forma, llámame por mi nombre Do-Be – 

Nar - ¿Cómo lo hago, si no me has dicho tu nombre TE-ME – una vena salto en la frente del azabache. Pues no entendía como un docel se atrevía hablarle de esa forma a él un Uchiha, en todas partes del mundo conocían la importancia de su linaje, vamos incluso sin decirlo debió reconocerlo al instante. Respiro profundo tratando de calmarse, y se recordó a si mismo que estaba tratando con un idiota. 

Sas – mi nombre es Sasuke Uchiha – tal como pensó, los ojos del rubio se abrieron en gran medida, el azabache se dio cuenta que lo reconocían. 

Nar – tiene un nombre raro – o ¿quizás no? – ¿porque tu apellido hace referencia a los abanicos?,– había un brillo de curiosidad en su rostro, lo que sorprendió al azabache, pero no reducía su enfado.

Sas – es un nombre antiguo y con una gran importancia de donde vengo – respondió con tranquilidad, pero pudo notar como los ojos del rubio se abrían aun más. 

Nar – pues supongo que debe hacer mucho calor, como para darle tanta importancia a los abanicos – el azabache empezaba a cuestionarse la idea de pagarle el favor que le debía al rubio (después de todo el  lo había salvado) pero se preguntaba qué tan bajo debió caer para necesitar la ayuda de semejante retrasado mental. 

Nar – así que vienes de lejos Sasuke – una nueva vena salió en su frente, como ese muchacho se atrevía a llamarlo tan informalmente, solo su familia y algunas personas cercanas podían llamarlo así. 

Sas – ¿Cuándo te di permiso de llamarme por mi nombre? – 

Nar – pues... - se puso a pensar – supongo que desde que me dijiste  – para el esto rayaba en lo absurdo. - ¿Qué tipo de lugar es de dónde vienes? – 

Un aura negra empezó a brotar del cuerpo, no podía creer tanta estupidez junta, estaba a punto de pasar una delgada línea muy, pero muy delgada. 

Sas – acláreme algo ¿Cómo es posible que tus padres criaron alguien con tan poco cerebro? – 

Nar – no lo hicieron – volvió a poner atención en el rubio, quien ahora se había sentado cruzando las piernas y con la mirada hacia abajo. – apenas nací me abandonado en el bosque- un sentimiento  de culpa recorrió el pecho del príncipe.  

Ahora entendía por qué no sabía de su origen, no conoció a sus padres, posiblemente sean residentes de Konoha, o incluso viajeros que dejaron a un inocente bebé en el bosque a su suerte. Ni siquiera podía imaginar que tipo de persona dejaba a un bebé recién nacido de esa forma. 

Sas – lo siento – el rubio lo miró atentamente.  

Nar – no te disculpes, te hace lucir más patético de lo que ya eres – adiós culpabilidad. 

El azabache fue rodeado por un aura totalmente negro, poniéndose de pie, el rubio palideció, dándose cuenta de que acababa de despertar un demonio. El príncipe salto sobre el rubio dispuesto a estrangularlo, pero el moreno  se movió rápido colocando sus manos en forma de protección. El príncipe se impuso con todo su cuerpo para posicionarse encima del rubio, sujetando sus brazos para poder someterlo. 

Nar – ¿Qué haces? – grito al ver que no tenía fuerzas para defenderse. 

Sas – lo que debí hacer hace mucho – empujo con mayor intensidad dejándolo a su merced.  Encontraron la mirada del otro, día y noche. Al contemplarse mutuamente ambos sintieron algo en su interior. Era la segunda vez que se miraban de esa manera y que se encontraban tan cerca uno del otro. 

-cof, cof – ambos jóvenes miraron a la entrada de la tienda, topándose con el peligris - ¿interrumpo? – rápidamente ambos miraron la posición tan comprometida en la que se encontraban. Ambos se pusieron rojos como un tonante (el rubio sin entender muy bien el motivo) el azabache se retiró y el rubio se encogió tratando de cubrir su cuerpo. 

"¿Por qué me avergüenzo?" se preguntó mientras veía al azabache acercándose, al hombre con la máscara. 

Sas – ¿Qué sucede? – preguntó  a su maestro, teniendo todavía un pequeño sonrojo. Kakashi lo miró de forma sospechosa por un buen rato, dudando de su joven aprendiz.  

Kak – ¿puedo volver en un rato si lo prefieren?- el azabache lo fulmino con la mirada, riéndose para sus adentros el peligris entró a la casa. – Vengo a informarte que todavía no hemos podido dar con el zorro – ante esto, el rubio puso más atención.  

Sas – sigan buscando, no podemos permitir que el muera, dame unos segundos - Sasuke le dio la espalda para contemplar algo en la mesita -  enseguida te acompaño a buscarlo –  

Kak – ¿seguro que unos segundos? –  el azabache frunció el ceño  

Sas – Kakashi – salió como alma que lleva el diablo. El rubio contempló al tal Sasuke, se veía enfadado y al mismo tiempo indignado. 

Los pocos recuerdos que tenía desde hace unas horas volvieron a él, recordaba cómo lo trataba y cuidaba, incluso la medicina que le había obligado a tomar  le había ayudado, pero no entendía del todo sus motivos (tomando en cuenta que antes quería matarlo con su forma de zorro) 

Nar - ¿Por qué quieres encontrar a ese zorro? – pregunto, después de todo dudaba que le hubiera perdonado por orinarle encima. 

Sas – eso no te concierne – pequeñas venas aparecieron en su frente. Respiro profundamente para intentar mantener la compostura. 

Nar – a no, adivino. Atacaste a un animal sagrado del bosque – al ver que el cuerpo el azabache, esto le dio una gran satisfacción, prosiguió – y no solo eso, sino que tuviste la osadía de hacerlo durante una celebración a los dioses, si que tienes agallas – 

Sas – para empezar yo no lastime, sino que fue uno de mis subordinados – podía notar la molestia en su rostro. 

Nar – como digas – se recostó – busca lo que quieras no podrás encontrar a ese zorro –  

Sas – eso no lo sabes –  

Nar – claro que si – después de todo estaba prácticamente frente a su nariz. El azabache le dio la espalda.  Pensando las palabras del rubio.  

Sas - ¿Cómo estás tan seguro? – el rubio sonrió 

Nar – eso no te concierne – el mayor lo fulmino con la mirada. Pensando en lo que había dicho el rubio, no podía darse el lujo de arriesgarse más. Y tras unos segundos de silencio. 

Sas – tal como dijiste, mi subordinado envenenó a ese zorro y necesito encontrarlo por el bienestar de mi pueblo – el rubio se sorprendió ante la confesión. 

Nar – ¿el bienestar de tu pueblo? –  

Sas – no espero que lo entiendas, pero yo vine aquí con fines diplomáticos. Las cosas entre mi reino y Konoha han sido muy delicadas en los últimos años, por lo que este encuentro es con el fin de lograr la paz entre ambos – la mirada del azabache se ensombrecía había una furia que no se podía describir en su mirada – no puedo permitir que esta oportunidad se arruine – 

El rubio podía notar una gran determinación, una que le recordaba a un venado, cuando tenía el valor de enfrentarse a cualquier depredador con el fin de proteger a sus crías. Bajo la mirada hasta encontrarse con sus propias piernas.  Ese valor siempre lo había admirado. 

Nar – no debes preocuparte, ese zorro está bien – escucho como el príncipe se reía secamente. 

Sas – si claro, el veneno que tiene en su sistema es engañoso – "me lo hubieras dicho antes" pensó, tal vez de haberlo sabido hubiera planeado una mejor la forma de escapar y no volver a ser encontrado por el azabache 

Nar – te lo digo en serio, el ya se encuentra mejor .. - se miraron - ademas  te garantizo que no lo encontrarás aunque lo busques toda la noche – 

Sas-¿ cómo estás tan seguros? - silencio. El cuerpo del menor se tenso por unos segundos, parecía que el joven  pensaba su respuesta. 

Nar – yo lo cure – sasuke levantó una ceja en ese momento un poco incrédulo, que una persona que fue envenenado por el veneno, curara a un animal que estaba en el mismo estado, pero entonces. El joven noble recordó las heridas que se había hecho tras la explosión, el cómo mágicamente se habían sanado. 

Paso el recuerdo una y otra vez, resultaba imposible que eso fuera verdad, pero por el estado de su ropa...  

Sas -¿Cómo? – Abrió los ojos, impresionado de la idea que cruzó por su mente, pero el joven no dio una respuesta - ¿tiene algo que ver con tu estado? –  el rubio miró sus manos

Nar – no puedo decirlo – el azabache se sentó y dejó salir un largo suspiro confundido 

Sas – okey, me estás diciendo que el zorro ya se encuentra bien y que no debo preocuparme – el joven asintió – de acuerdo pero aunque lo que digas es cierto, no puedo dejar que se valla, al menos que mañana esté conmigo y pruebe que está sano, mi reino seguirá en peligro – se levantó dispuesto a irse, ahora que sabía que el rubio estaba fuera de peligro, el podría emprender su búsqueda. 

Nar – si.... – la voz del joven lo detuvo – si yo te prometo que mañana el vendrá, dejarías de buscarlo – los ojos azabache y los zafiros por fin volvieron a encontrarse. Lo miro interrogante mente y el joven se encogió de hombros – el y yo tenemos un lazo muy especial – 

El príncipe pensó en lo que le proponía,  un largo silencio donde evaluaba los pros y los contras. Sasuke, sabía que eso podía ser cierto, el animal tenía una gran inteligencia y cuando despertó en el bosque fue ese mismo zorro quien lo guió a la salida. (Además de que él le había dicho que Naruto estaba bien) 

 El azabache quería preguntarle ¿como lo garantiza?, pero algo en la mirada de ese joven le decía que no mentira. 

Tras un buen rato dejo salir un sonoro suspiro 

Sas - ¿Qué quieres cambio? –  el rubio sonrió

 Poco después 

El joven azabache salió de la tienda, para encontrarse con su maestro quien lo esperaba con la mirada puesta en el fuego. Lo habían encendido apenas todos se reunieron para así evitar que los animales del bosque se acercaran a ellos. 

Kak – ¿Cómo fue todo? – dijo el mayor sin apartar la vista del fuego. Su discípulo se posiciono a su lado 

Sas - ¿parece que bien? – contestó bajo, las llamas de la hoguera bailaban conforme a las suaves brisas del bosque – quiero que tu y ese tipo –(refiriéndose al guardia) – vigilen los alrededores, pero no se alejen – dijo firme, ya que no quería verse expuestos de nuevo a esas extrañas raíces. Su maestro lo miró por unos segundos, ya que no había entendido de todo el cambio de actitud que había tenido el joven tras haber traído al docel al campamento  

Kak  - espero que sepas lo que haces – Durante muchos años Kakashi, había sido la persona en la que el más confiaba.  El joven príncipe se dio la vuelta, listo para volver a la tienda 

Sas – también yo - Dijo antes de adentrarse nuevamente en la tienda.

Notas finales:

Listo, primero una disculpa, han pasado muchas cosas en mi vida que me han impedido subir. Pero intentaré estar subiendo cada viernes un capítulo.aaaaa antes que se me pase he modificado desde el capítulo 10 unas pequeñas cosas, espero les haya gustado el capítulo y nos leemos la próxima semana. :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).