-¿solo un dragón macho puede tener las joyas?-
Estaban en sus clases habituales, hace cinco minutos se había acabado la clase de conocimiento humano y para que mentir, era más interesante de lo que pensó alguna vez, los humanos eran raros pero fascinantes.
-bueno Stormfly, una hembra puede solicitar la joya si así lo desea pero la tradición marca que solo los machos pueden hacerlo, no se confunda, tanto hembras como machos pueden elegir a sus parejas, solo seguimos una viaja tradición-
-¿la joya te fuerza a estar con alguien a quien no amas?-
-claro que no linda, es la decisión del portador en entregar la joya o no. En el momento que entreguen sus joyas es cuando estarán atados a ese alguien, por eso deben elegirla bien-
-y si, hipotéticamente yo quiero estar con él o ella y él o ella no, ¿Qué puedo hacer?-
-Mientras no le hayas dado el collar, estas bien, solo te queda avanzar-
-¿y si ya le di el collar?-
-estarás atada a alguien que no te ama y ese alguien si podrá amar-
Cada palabra le era fascinante, agradecía infinitamente la paciencia de su maestra y de sus compañeros, cada que tocaba esta clase, la peli azul atiborraba de miles y miles de preguntas a la profesora y esta como tal, respondía cada una de ella, o al menos las que podían.
-¿hay alguna forma de romper el vínculo?, que tal si en ese momento si estoy enamorada de ese dragón y después no siento nada-
-claro que ya no estarás enamorada- rio la profesora- el enamoramiento solo dura de 5 a 6 meses, después de aquello ya no estarás mas enamorado, no quiero que te confundas linda, si amaras a ese dragón pero, no será como antes, ya no sentirás mariposas en el estómago, no te pondrás nervioso, ya no te demoraras horas arreglándote para él o ella-
-no entiendo… estás enamorado y a la vez no, ¿Cómo puede ser eso posible?-
El morocho miraba aburrido la clase, no le interesaba mucho aquel tema y era extraño, paso los primeros años de adolescencia pensando tanto en esto que, ahora que tenía todo al alcance de sus garras, simplemente lo pasaba de largo, seguro era otra fase por la cual estaba atravesando.
No le interesaba para nada la clase pero debía asistir, además, que le aburriera no quería decir que no tomara nota de algo, era conocimiento al fin a al cabo y debía tenerlo de una u otra forma.
-Stormfly, por favor, es obvio, hay varias fases en el enamoramiento-interrumpió Toothless- esos sentimientos son momentáneos, como algo desesperante, después esos sentimientos evolucionan y dan paso a un amor más maduro, uno que puede llegar a convertirse en algo estable-giro un poco su cuero para ver a la chica- ¿entiendes?-
-¡oh! Entiendo, el amor evoluciona, se transforma y cambia todo el tiempo-
-si-
-¡ESO ES FASCINANTE!-
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-Bueno, han pasado más de siete días y no veo rastros de Hookfang por ningún lado- se sentó Belch junto a Meatlug como era costumbre.
-es normal mañana temprano es la iniciación de Hookfang, se ha estado preparando para esto toda su vida, solo está entrenando- dio una mordida a su filete de pescado.
-eso es bueno, no lo negare Stormfly pero, se está sobre esforzando, le hará daño- la castaña hablo preocupada.
-tranquila linda, no pasara nada- sonrió la hembra.
-enserio están preocupadas por él- se carcajeo Barf- por favor Hookfang cayó de un precipicio y salió ileso-
-si porque vuela-
-…-
-podemos comer en paz de una vez-
No era tan amargado todos los días, de hecho era muy alegre siempre que podía, pero ahora, no estaba de humor para nada.
-¿estás bien Toothless? Te ves más amargado de lo normal- se acercó Stormfly al morocho y lo tomo de las mejillas alzando su rostro para que la mirara a los ojos- ¿quieres que llame a la curandera?-
-no, me siento raro-toco su estómago, sentía revolotear millones de cosas dentro de él, tal vez tendría parásitos.
-¿parásitos?-
-no lo creo, ayer me revise-
-eso es raro-
-Tooth- hablo Belch.
-si- contesto sin voltear a verle, la mirada zafiro de la hembra lo mantenía embobado.
-sientes que tu estomago duele y que dentro hay miles de gusanos moviéndose y revoloteando y que en cualquier momento vas a explotar- afirmo con mucha seguridad.
-si- se sorprendió- ¿sabes lo que me pasa?-
-si- se acercó rápido a ambos chicos, empujando a la hembra y posicionándose como la anterior- Toothless- tomo aire con fuerza moviendo su cola de un lado para el otro demostrando lo feliz que estaba- eso significa que estas cerca de encontrar a tu alma gemela-
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Estaban frente a frente al cristal. Todos portaban las ropas características de aquel evento y miraba impacientes a que la luz rodeara al “elegido”, o mejor dicho, a Hookfang.
-¿nervioso?- pregunto Toothless quien se encontraba justo tras el chico.
-un poco- respiro tratando de controlar el temblor en su cuerpo- ¿crees que lo hare bien?-
-claro, te preparaste desde hace años, no hay nada que no tengas precipitado- sonrió muy seguro de sus palabras.
El sonido de una trompeta hizo desaparecer el sonido de los presentes. En un segundo el cristal comenzó a emitir una luz azul pálida.
Toothless se alejó para que Hookfang disfrutara su momento.
Un aura salió del cristal, paseando por los alrededores un instante dio unas vueltas sobre el pelirojo, todo parecía perfecto pero… la luz nunca toco al chico.
-¿qué pasa?- se escucharon algunos susurros.
Hookfang miro a Toothless preocupado, el contrario solo hizo unas señas con sus manos tratando de calmar a su amigo.
La luz dio unas vueltas más por el público y pasó lo que nadie se esperaba.
-¿Qué demonios?- la luz se volvió una ráfaga más y más intensa, el azul pálido se transformó en un azul intenso. La luz rodeo a Toothless.
-¡Toothless!-
Sin duda un día lleno de sorpresas.
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Cinco minutos bastaron para que la poca cordura de Toothless se fuera a la mierda. Corrió lo más rápido hacia un balde y comenzó a vomitar. Todas esa gente a su alrededor lo había estado mareando desde hace tiempo.
-¡eh Toothless!- la hembra corrió hasta estar justo al lado de él.
El chico dejo de vomitar, limpio su cara y miro a la chica.
-¿Qué?- comento sin ánimos.
-¿estás bien?-
-¿bien?- rio con sarcasmo- le acabo de robar el…-
-¡no robaste nada!- regaño la chica- recuerda que se elige al más fuerte-
-¿soy más fuerte que Hookfang?-
-puf… eres más fuerte que la mayoría aquí, me sorprende que no lo notaras- sonrió.
-¿Qué hare ahora?-
Sabía lo que pasaba después de eso y sabia muchas cosas más pero aún le sorprendía demasiado todo esto.
-prepararte, te iras pronto, recuerda que parten del puerto de los humanos, ve y descansa-
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-¿Qué esto padre?-
Su progenitor le había tendido sobre sus manos un pequeño mapa.
-es para que vayas y observes la tribu a donde iremos, ve y echa un vistazo-
-ok-
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Llegar aquella aldea le tomo más de lo pensado, observo a detalle cada cosa, cada gesto que alcanzo a distinguir de aquellos humano, no parecían tan amenazantes. Duro varios minutos surcando aquellos cielos nocturnos.
“aburrido” pensó al dar ya su tercera vuelta por la tribu.
A lo lejos diviso a un gran hombre, barbudo y con ropas similares a harapos, tenía una gran barba roja. A leguas se veía que estaba borracho.
-¡Mi hijo es el elegido! ¡Ya sabía yo que estaba destinado a la grandeza!- se oía orgulloso.
Miro curioso una última vez y emprendió de nuevo el vuelo a su hogar. Iba tranquilo, disfrutaba del aire en su cara… y después, vio a su amiga Stormfly espiándolo.
-¡STORMFLY!- gruño enojado. Como se atrevía esa idiota a venir, era un milagro que esos humanos no lo hayan visto- ¿qué haces aquí?-
-¿tú qué crees? Venir solo a tierra de humanos es peligroso, Hookfang deseaba venir pero su padre está molesto, está peleando con Cloudjumper, dice que todo estuvo saboteado, hubo una riña muy grande, te perdiste de todo-
-era de esperarse, ¿Hookfang dijo algo?-
La hembra hizo un gesto de incomodidad.
-la pregunta sería; ¿Qué no dijo?-
-¿a qué te refieres? Acaso Hookfang…- su rostro padeció.
-¡NO!- hizo unas señas con sus mano- no hizo nada de eso- pensó unos segundos antes de halar- Hookfang no está molesto por lo que paso, pero si peleo muy fuerte con su padre y después de eso Hookfang escapó, nadie sabe donde esta-
-bueno pues…-
Hubo una explosión de colores.
-¿qué fue eso?-
Aquellos colores en el cielo lo cautivaron, jamás había visto algo parecido a aquello.
-no deberíamos acercarnos tanto-advirtió.
-vamos, ¿Qué es lo peor que pueda pasar?-