Taehyung salió corriendo de la habitación mientras Jungkook se recargaba avergonzado en la pared, con la piel expuesta en una casa repleta de gente. Tae se abalanzaba a oscuras entre la música y los grupos de personas buscando a Jimin, estaba demasiado agitado y mareado por el alcohol, el cuarto comenzó a girar y de pronto una mano lo sostuvo antes de que se cayera, y no eran precisamente los delgados dedos de Jungkook los que sostenían su brazo, y estaba seguro de que tampoco se trataba de Jimin. Juntos salieron de entre la multitud para acomodarse en dos sillas altas que había en la barra.
- ¿Estás bien Taehyung? ¿Quieres agua?
Tae lo miraba de vez en vez pero no distinguía bien su rostro, lo que si notaba era su rubio cabello y sus lentes sin aumento, su ropa de diseñador y un perfume de durazno. Taehyung bebió agua tan rápido que no pudo evitar dar arcadas, corrió al baño con su acompañante siguiéndolo y sacó todo lo que necesitaba sacar.
-No sabía que te gustaba ir a fiestas, ni que te gustara el alcohol. Has cambiado bastante Taehyung.
Le dio un par de palmadas en la espalda y en cuanto Taehyung volvió a tomar compostura le preguntó:
- ¿Acaso te conozco de algún lado? Tu rostro me parece familiar…
- ¿No sabes quién soy? ¡Soy yo, Kim Seok-Jin!
La cara de Taehyung se iluminó por completo, saltó sobre él y lo abrazó gustoso de volver a verlo. Intercambiaron halagos y sonrisas y regresaron a sentarse de nuevo en las sillas altas. Jin se veía totalmente diferente a cuando estaba en secundaria, antes usaba el pelo negro y parecía mucho más retraído.
-… ¿Y entonces, seguiste con tu entrenamiento de Idol o lo abandonaste? –Preguntó Taehyung –Recuerdo que estabas obsesionado con eso cuando aceptaron tu audición en B.H.E. hace como cinco años.
-Oh, sí, era un niño que estaba listo para comerse al mundo –Dijo Jin entre risas –Y sobre eso, oficialmente estoy a prueba como Idol, acabo de salir hace poco en televisión y ya estoy incorporado a un grupo. Dentro de poco será nuestro debut… ¡Vivo mi sueño, Taehyung!
Parecía que Jin estaba a punto de llorar, pero continuó:
-Incluso con el poco tiempo que llevo de ser conocido ya tengo un pequeño club de fans en Seúl, volví para hablar con mis viejos amigos, reconectarme con mi pasado y ser alguien mejor en el futuro, pienso dar lo mejor de mí de ahora en adelante, seré muy famoso, ya lo verás.
Taehyung sintió un poco de envidia al mismo tiempo que felicidad por su amigo, siguió sonriendo y dijo:
-Estoy muy feliz por ti, que hagas lo que siempre quisiste hacer, me alegro de verdad. –Estiró su brazo y acarició la mano de Jin con la suya - ¿Recuerdas cuando éramos más jóvenes? Me seguías a todos lados, siempre estábamos juntos.
-Oh, basta Tae, tú eras el que me arrastraba contigo porque no te gustaba estar solo
Jin entrelazó su mano con la de Taehyung, lo miró un poco apenado y pidió una limonada azul para compartir. Dio un sorbo del retorcido popote y continuó la conversación
-Sabes, desde siempre estuve enamorado de ti. –Hizo una pequeña pausa y dio un sorbo más para tratar de deshacer el nudo en su garganta –Siempre pensé que yo era muy poca cosa para gustarte, pero ahora…
-No digas eso, siempre fuiste una persona importante en mi vida Jin, me dolió mucho cuando tuvimos aquella pelea, nadie pudo reemplazar el vacío que dejaste. -Taehyung se inclinó para mirarlo a los ojos. – ¿Por qué no me das tu número? Así podríamos salir algún día y recordar viejos tiempos.
En cuanto terminaron de pasarse los números Jin se disculpó, volvió a abrazar a Taehyung y salió de la fiesta prometiendo volver a encontrarse pronto. A Tae no le dio tiempo a digerir lo que había pasado cuando al voltear por fin se dio cuenta de que Jungkook estaba sentado a un par de asientos al suyo, había escuchado toda la conversación y no se veía para nada contento.
Movía con su dedo índice el agitador de su bebida, mirando a la nada. Taehyung ladeó la cabeza y lo llamó, pero Jungkook hizo una mueca de asco y salió de ahí.
Taehyung había tenido que pedir un taxi desde la avenida más cercana a la fiesta de Suga hasta su casa, el poco dinero que traía sobre él se terminó a los pocos minutos y tuvo que llegar a su casa el resto del camino a pie, ya era demasiado tarde. Su propia conciencia no paraba de maldecirlo por lo estúpido que había sido con Jungkook, pero a pesar de todo Taehyung pensaba que no había hecho nada malo, después de todo Jin había sido su mejor amigo durante años y no se arrepentía de haber sido amable con él después de no haberlo visto por tanto tiempo.
Pasaron varios días antes de que Taehyung y Jungkook se volvieran a ver. Tae intentó llamarlo varias veces, pero parecía que lo estaban evitando a propósito. Estaba harto de disculparse por lo que había pasado con Jin y aunque ni siquiera lo sentía de verdad cada mensaje sin respuesta le afectaba cada vez más.
“Jin solo es un amigo, enserio”
“Discúlpame si te hice sentir mal, enserio no es nada”
“¿Podrías al menos contestar mis mensajes Jungkook? Te extraño”
Justo cuando terminó de enviar el último mensaje no pudo más, estalló de coraje y lanzó su teléfono contra la pared, poco faltó para descomponerlo. Ya estaba harto de Jungkook, y si a él no le importaba Taehyung a Taehyung no le importaría él, estaba decidido.
El siguiente día de clases a Taehyung ni siquiera le importó darle los buenos días a Jimin, se sentó lo más alejado que pudo y fingió prestar mucha atención en clase.
-Taehyung –Le dijo Mi Young, la chica que estaba sentada detrás de él. - ¿Tú y Jimin están peleados o algo así?
-Ah, no –Respondió Tae - ¿Por qué lo dices?
-Vaya, es que antes era normal verlos juntos todo el tiempo, como si fueran hermanos o algo así
-No pasa nada, simplemente hemos estado un poco distanciados, nada serio.
-Oh ya veo –Sonrió Mi Young. - ¿Crees que sea buena idea si invito a salir a Jimin? Oh, me refiero en plan de amigos jaja, tú también estás invitado…
-No creo que sea una buena idea – respondió en seco –Jimin ya sale con alguien
- ¡¿Cómo?!
Tae había olvidado que eso era secreto, inventó varias excusas para que Mi Young lo tomara a broma y se olvidara del tema, pero la idea no iba a salir de su cabeza tan fácilmente. Antes incluso de que terminaran las clases toda la escuela se había enterado de que Jimin tenía “novia”, inventando rumores sobre de que era una belleza de chica o que asistía a otra escuela, sin embargo Taehyung estaba nervioso porque se supiera la verdad, o que Jungkook dijera algo al respecto de quién podría ser esa “chica”.
Taehyung se adelantó y esperó a Jimin en la puerta de su casa.
-Tenemos que hablar. –Dijo.
Fueron a un parque cerca de ahí en el que podían perderse sin ser vistos por alguien, donde antes de todo el lío huían para tratarse, por unos minutos, como amantes de verdad.
-Yo, lo siento –Empezó Tae.
- ¿Por qué te disculpas? –Preguntó Jimin - ¿Por ignorarme sin explicar nada? ¿Por hablarme sólo cuando estás de humor? ¿Por qué Tae?
Taehyung guardó silencio un momento, y respondió:
-No te ignoro, solo estoy conociendo gente nueva, me divierto de otra manera y ya. Deja de ser tan molesto, dame mi espacio.
- ¿Tu espacio? ¿Es en serio? –Jimin se levantó de su asiento y se puso frente a Tae –Apenas y nos vemos, ya ni siquiera parecemos amigos, estoy harto de ser tu juguete y ser usado por ti. Sí, te amo, pero no merezco que me trates así…
Jimin comenzó a llorar y Taehyung se levantó para abrazarlo.
-Ya Jimin, tranquilo.
-Conocí a alguien a quien le gusto mucho, Tae. Y cuando otros me preguntan ni siquiera sé decir si estoy en una relación real o no. Es muy triste. Me doy lástima.
Taehyung suspiró. Recordó cómo se había puesto la escuela por el rumor que él mismo había provocado y dijo:
-Salgamos mañana, como una pareja real. –Jimin paró de llorar. –Si nos ve alguien no me importa, eres mi Jimin, nadie te tendrá, solo yo.
Jimin dejó de llorar y abrazó a Taehyung. Su abrazo era tan cálido y gentil. Tae levantó el mentón de Jimin y le dio un pequeño beso en los labios, como si fuera el último.
Todo habría sido perfecto, el fin de una historia de amor tierna y feliz, pero al llegar a su casa el celular de Taehyung comenzó a sonar, le había llegado un mensaje y era de Jungkook:
“Oye, eres mi sirviente, no mi acosador.”
Tae se sentó sobre su cama y de prisa contestó:
“Jungkook, perdóname, de verdad. Eres el único para mi…”
El mensaje fue enviado. ¿Qué acababa de escribir? ¿El único? Mierda, ahora sí estaba en problemas.
“Espero que sí. He decidido darte una última oportunidad Tae, de verdad me importas. Quizás fui muy duro contigo. Lo lamento.”
“Necesito verte Jungkook, ya no puedo ignorar lo que siento”
“Yo también tengo algo que decirte. Hablamos mañana ¿sí? Buenas noches”
“Buenas noches, te quiero”
Fin de la conversación. Taehyung se sentía terriblemente mal, a los dos los amaba, sí, pero era necesario explicar las cosas, debía dejar de engañarlos, debía dejar de engañarse a sí mismo, debía elegir en ese lugar y en ese momento a uno de los dos.
Jungkook era tan rico, tan popular, tan guapo, uno de los mejores deportistas del instituto que además era líder de los chicos populares, si elegía a Jk ir a fiestas y salir con gente como Suga sería algo de todos los días, y aunque Jimin también era guapo y popular era de familia humilde, demasiado empalagoso e intentaba meterse en la vida de Tae a cada rato. Poniendo sus prioridades en orden, Jungkook era mejor opción, si alguien como Jungkook fuera su novio quizás no le tendría tanto miedo al rechazo de los demás. A Jimin le dolería la ruptura, pero era necesario, además no le costaría mucho superarlo. En fin, era hora de dormir.
Sábado por la mañana. Sonó el despertador y los rayos del sol atravesaban las cortinas en el cuarto de Jimin. Los pájaros entonaban dulces melodías, su madre le había preparado su desayuno favorito, waffles con mora azul y chocolate caliente. El agua de la bañera estaba perfecta, eligió su conjunto de ropa favorita para salir a su cita, llamó a Taehyung y éste por primera vez en varias semanas contestó a la primera.
-Hola Tae, nos vemos entonces en el parque de diversiones.
-Ah, sí claro, antes debo pasar por algunas cosas como ya te había dicho.
¿Algunas cosas? Se preguntó Jimin, pensando en flores, chocolates o alguna sorpresa especial para él.
-Está bien, no te preocupes, tómate tu tiempo. Yo esperaré.
Cortó la llamada y Jimin se adelantó a la tienda de regalos, si Taehyung llegaba con alguna sorpresa él también quería darle algo especial como reconciliación. “Como una pareja real” repetía Jimin en su cabeza una y otra vez, estaba tan emocionado y feliz, era uno de esos días perfectos llenos de felicidad que tanto había extrañado. Tae, su Tae, por fin le diría que lo amaba.