Taehyung llegó sin prisas al centro comercial, el mismo en el que había tenido su cita aquella vez con Jungkook. Entró a un local de joyería y de entre las vitrinas eligió el reloj más brillante y elegante que pudo ver, el precio estaba por las nubes, pero no le importó, a Jungkook seguro le encantaría.
Salió y tomó un autobús para ir al parque de diversiones, había pasado mucho tiempo desde que fue ahí. Justo al llegar vio a Jimin sosteniendo en sus brazos un hermoso león de peluche en color blanco, uno de los colores favoritos de Taehyung. Él casi sintió ganas de desaparecer por la vergüenza cuando entre toda la multitud Jimin logró darse cuenta que Tae había llegado.
- ¡Oppa! –Gritó Jimin al verlo.
Taehyung se acercó a él lo más rápido que pudo y recibió el regalo en sus brazos. El león era tan suavecito como se veía de lejos.
- ¿Te gusta? –Preguntó Jimin –Estuve buscando un regalo para ti por toda la feria, y cuando vi esto de inmediato supe que debía ser tuyo – Jimin se paró de puntas y le dio a Tae un pequeño beso en la boca.
Taehyung no se veía muy contento, después de todo Jimin le estaba haciendo difícil la tarea de terminar con él.
-Vámonos ya ¿quieres? –Contestó.
Al principio Jimin no quería aceptarlo, pero Tae se veía todo menos feliz, se quejaba de la gente gritando, se quejaba de que los juegos no eran tan buenos, le molestaba el olor de las palomitas que Jimin había comprado para ambos, pero sobre todo le dejó muy claro que su dichoso león blanco estaba estorbándole para todo, y que si Jimin no lo llevaba en brazos Taehyung lo tiraría a la basura.
-Oppa, ¿Te gustaría entrar a la casa de los sustos? Se ve aterrador –Dijo Jimin con el peluche en los brazos, intentando animar a Tae.
-Me da igual, ve tú si quieres –bufó de mala gana –A mí esas cosas no me asustan
-Ah, no seas malhumorado ¡Vayamos!
Jimin jaló a Tae de la mano hasta allá, la entrada estaba a pocos metros de la salida, era una casa de terror de las que tienen un pequeño carrito que da vueltas hasta salir, estratégicamente chico para que las parejas pudieran abrazarse en la oscuridad.
Se sentaron en el carrito siguiente y esperaron, antes siquiera de que el carrito comenzara a moverse, Jimin puso el muñeco en sus piernas y con sus brazos abrazó muy fuerte a Tae.
Jimin estaba actuando tan lindo que a Taehyung le dio un poco de remordimiento que esta sería su última cita, el tiempo que habían pasado de novios y los buenos momentos que habían pasado juntos.
-Estoy nervioso –Susurró Jimin.
-Yo igual –Respondió Tae.
El carrito que había entrado antes de ellos estaba saliendo, una pareja, un chico y una chica, se abrazaban mientras reían por las cosas que los habían espantado dentro. “Algún día, Jungkook y yo estaremos así también” pensó Taehyung.
-Jungkook…
- ¿Cómo? ¿Dijiste algo Tae?
Taehyung había hablado muy bajo para que Jimin no lo escuchara, luego no le importó y preguntó fríamente:
-Jimin, ¿Qué piensas de Jungkook?
Un mal presentimiento invadió la mente de Jimin, pero contestó con sinceridad. En ese momento el carrito avanzó hacia la oscuridad, y ya adentro contestó la pregunta de Taehyung con sinceridad.
-Él… bueno, yo sé que finge llevarse bien conmigo, pero en realidad puedo sentir su odio en cada sonrisa falsa que me da. Pero no me malinterpretes, yo jamás podría odiarlo, es una gran persona, amable, cuidadoso con sus palabras y sobre todo un buen amigo.
Una gigantesca araña de plástico cayó desde el techo, pero ninguno de los dos se inmutó, permanecieron serios mirando hacia abajo hasta que Jimin siguió hablando.
-Jungkook y yo somos muy diferentes ¿sabes? Eso lo aprendí por las malas. Él no se deja llevar por sus sentimientos, se pone sobre todos los demás y jamás se traiciona a sí mismo.
- ¿Cómo es que lo conoces tanto?
Ahora un hombre sin cabeza saltó frente al carrito de detrás de una roca falsa, de nuevo ambos no se asustaron, pero por alguna razón había empezado a hacer mucho frío y Jimin se aferraba al peluche para intentar dejar de temblar.
-Y tú, Taehyung ¿qué piensas de Jungkook?
Una débil luz roja iluminó por un momento la oscuridad, tras ella había una mujer vestida de zombi retorciéndose y haciendo ruidos extraños, incomodando aún más la situación, pero ellos ni siquiera la voltearon a ver. En cuanto el ruido cesó siguieron conversando. Taehyung dijo:
-Jungkook… Es sin duda el tipo más irritante, presumido, egoísta y manipulador que he conocido. Le gusta llamar la atención, se ríe como tonto y tiene dientes de ratón… - Taehyung comenzó a sonreír, su cara se iluminó mientras recordaba lo que habían pasado juntos. –…Tiene la costumbre de no demostrar su lado malo, simplemente sonríe y actúa simpático con todos
Tae soltó sin querer una pequeña risita, se cubrió la boca con el dorso de su mano y relajó sus hombros. Por fin divisaron la luz en la salida al final del túnel, el paseo estaba a punto de terminar, sentían como que no había durado nada.
Al bajar del carrito, ya por fin afuera del todo, Taehyung avanzó sin prestarle atención a Jimin. “Creo que es momento de acabar con esto” pensó. Fue así que se apartaron un poco de la gente, de nuevo, Jimin tenía que esconderse de las personas como si fuera un monstruo y todo por culpa de Taehyung.
Desde ese lugar las copas de los árboles apenas cubrían una parte de la enorme rueda de la fortuna, el clima era tan tibio afuera que Tae sintió un alivio casi instantáneo. El olor de la comida había sido reemplazado por el olor del césped humedecido y las voces de las personas habían sido reemplazadas por el dulce canto de los pájaros. Taehyung de verdad, estaba feliz.
-Jimin –Dijo con su suave y arrulladora voz - ¿Sabías que nunca he conocido a alguien como tú?
Jimin, con su cara casi totalmente escondida bajo el león blanco negó con la cabeza en un pequeño movimiento.
-Cuando te vi por primera vez de verdad me gustaste mucho. Pensé “wow, ese chico, Jimin, de verdad es atractivo”, como si me hubieras puesto un hechizo seductor o algo así…
Los ojos de Jimin comenzaron a lagrimear, también recordaba la primera vez que Taehyung se había acercado a hablarle, recordaba su expresión al verlo, su primer beso, su primera cita, la primera vez que Jimin dijo “te amo”, recordaba cada maldito segundo amando a Taehyung.
Trató de decirle algo a Tae, pero su voz no salía, su garganta estaba enredada en un fuerte nudo y sus lágrimas resbalando por su cara y el sabor salado en su boca tampoco ayudaban mucho.
“Basta Tae” pensaba una y otra vez “basta Taehyung, no sigas, me duele, de verdad, me duele mucho” …
-Sin embargo, Jimin –Continuó Taehyung –Como novio no fuiste lo que esperaba. Eras muy molesto a veces, tus mensajes y llamadas todo el tiempo de verdad que me hacían enfadar. Tenlo en cuenta con tu próximo novio, ¿de acuerdo?
Jimin no pudo más, cayó de rodillas y lloró ruidosamente, su cara estaba empapada y sus mejillas muy rojas por el llanto. Su corazón palpitaba tan fuerte que creía que se iba a romper. Taehyung extendió su mano para ayudarlo a levantarse, pero las manos de Jimin no tenían fuerza, sus dedos también habían comenzado a temblar.
-Vamos Jimin, siempre fui muy malo contigo, no entiendo por qué te pones así, ni siquiera te dije una sola vez que te amaba, valórate más por favor...
Taehyung miró al cielo, puso una mano en su cintura y con la otra se rascó la cabeza, de verdad se estaba desesperando y Jimin no paraba de llorar.
- ¡Taehyung, no me dejes por favor! ¡Cambiaré, haré lo que quieras pero por favor no me abandones!... ¡Te amo demasiado Taehyung, si me dejas moriré!
Taehyung hizo una mueca de lástima al pobre Jimin, pero no pareció tomarle importancia. Jimin siguió rogando en el suelo varias veces repitiendo las mismas frases una y otra vez para intentar hacer cambiar de opinión a Tae, pero nada funcionó.
-Bueno, Jimin –Dijo Taehyung en cuanto Jimin rompió a llorar de nuevo después de haberse cansado de tanto gritar -…si no vas a decirme nada más entonces me voy… Lamento que te hayas puesto así, pero créeme que lo nuestro jamás lo olvidaré, permanecerá en mi corazón por siempre ¿está bien?
Tae acarició la cabeza de Jimin y comenzó a alejarse, pero una débil voz resonó en sus oídos, eran las últimas palabras que escucharía de Jimin antes de irse:
-Tae, Taehyung… Un último beso… Por favor…
Taehyung soltó el aire por su boca, molesto y cansado de tanto drama, se giró a donde estaba Jimin y de manera fría solo dijo “no”, como quien le habla a un objeto, sin ganas, ni atención, sin compasión, sin amor…
“Estoy por llegar… ¿Ya estás ahí?
“Ya casi, estoy muy cerca Taehyung”
“Ah, discúlpame, pero quizás yo llegue tarde Jungkook, estaba ocupado con unas cosas, pero ya casi llego”
“No te preocupes, tómate tu tiempo, luego me cuentas”
Taehyung iba en un taxi de camino a ver a Jungkook, se hacía tarde para comprar las entradas y ver juntos el partido de fútbol que empezaría en cuarenta y cinco minutos, se había tardado demasiado en la feria con Jimin, pero no había de otra, tiempo perdido era tiempo perdido. Por suerte llegó a tiempo, compró un par de asientos disponibles juntos en las gradas de hasta atrás, quizás no era la mejor vista pero lo importante era pasar tiempo con su nuevo novio.
Taehyung quería empezar bien las cosas con Jungkook, esta vez planeaba tomarlo de la mano en la escuela, o dejar que lo abrazara frente a todos, y seguramente pondría su foto como fondo de pantalla para su celular.
Pasaron diez minutos, quince, veinte, a los veinticinco comenzó a preocuparse, casi toda la gente estaba a dentro y la seguridad era muy estricta, si no lograban entrar a tiempo se quedarían a fuera.
“Está a punto de empezar el juego, ¿ya vienes? ¿quieres que deje tu boleto en la entrada?”
“No, no, ya casi llego, espérame ahí por favor Taehyung”
Taehyung esperó, y esperó, las puertas de la entrada se cerraron y aunque Tae trató de convencer al guardia para que le dejara pasar éste se negó. Taehyung, molesto, rompió las entradas, las arrojó a la basura y siguió esperando. Pronto logró ver a Jungkook, fresco como una lechuga. Caminaba hacia Taehyung con una velocidad lentísima, con las manos en los bolsillos y una pequeña sonrisa en su rostro.
- Hey… -Dijo al llegar
- ¿Hey? Jungkook, llegas demasiado tarde, el juego ya empezó
-No te preocupes Taehyung –Respondió. Tomó a Tae del brazo y comenzaron a caminar por el estacionamiento.
-De pronto se me antojó un helado.
Taehyung abrazó inesperadamente a Jungkook, su cuerpo era tan pequeño y frágil que sentía muchas ganas de amarlo y protegerlo. Jungkook se sorprendió, luego se rio y obligó a Tae a que lo soltara.
-Jaja, de verdad eres un misterio Taehyung. Entre más te conozco más te detesto.
-Pfff, al menos sientes algo por mí ahora, bueno o malo da igual –Respondió Tae, poniendo su brazo sobre los hombros de Jk –En la secundaria ni siquiera volteabas a verme.
Jungkook se detuvo de repente, Taehyung lo soltó y se quedaron quietos unos segundos hasta que Jungkook habló:
-Cuando estábamos en secundaria jamás me acerqué a ti, aunque me parecías muy atractivo. –Taehyung se sorprendió por las palabras de Jk, pero no lo interrumpió –En esa época yo estaba saliendo con alguien en secreto, era un asco…
Taehyung observó cómo la cara de Jungkook pasaba de verse serena y relajada a expresar coraje y resentimientos, como si recordara algo del pasado que lo hacía enfurecer.
-…Mi novio era mayor que yo por tres años, al principio era cariñoso y amable, pero entre más pasaba el tiempo más entendía que estaba buscando algo de mí. Como no me sentía listo traté de mostrarle mi amor y cariño de otras formas… pero nunca fue suficiente para él, comenzó a presionarme tanto que cada vez que yo me negaba él me hacía sentir una basura.
-Jungkook –Preguntó Taehyung preocupado -¿Qué te pasa? Estás llorando…
Jungkook ni siquiera se había dado cuenta, limpió sus lágrimas rápidamente y comenzó a reír
- ¿Sabes en que termina la historia, Taehyung? –Jungkook soltó una carcajada, pero no sonaba para nada feliz, de hecho daba mucha lástima, como cuando la gente se pone a reír para que no los vean llorar. –Sentí que si no le daba lo que quería terminaría votándome, así que accedí, ¿puedes creerlo? ¡accedí! ¡Tuve sexo con él!
Taehyung retrocedió un paso, la plática no le estaba gustando para nada y Jungkook estaba comenzando a actuar como un loco.
-Taehyung oppa, sabes lo que diré ahora ¿no? –Jungkook avanzó hacia Tae y sus caras quedaron demasiado cerca, Jk miraba el rostro confundido y preocupado de Tae mientras éste observaba las lágrimas detrás de la sonrisa falsa de Jungkook –…No importa cuántas veces supliqué, cuanto lloré, las veces que traté de golpearlo para que me soltara, pero no lo hizo. Hacer el amor entre hombres duele, y muchísimo, sobre todo para un niño asustado
- ¿Podemos cambiar de tema, Jungkook? –Preguntó Taehyung –No estoy listo para escuchar algo tan personal, además es…
-Me abandonó en menos de una semana –Interrumpió Jungkook – Encontró a alguien que sabía adaptarse a sus necesidades, tomó lo que quiso de mí y me desechó como basura… Me voy Taehyung, hasta nunca, no me busques nunca más…
Jungkook trató de correr lejos de Taehyung, pero éste lo alcanzó rápidamente, lo jaló del brazo y lo volteó para mirarlo de frente:
- ¿Qué haces Jungkook? No entiendo que está pasando
-Lo siento Taehyung, pero mentí. Tu y yo no tendremos una relación, ni hoy ni nunca.
-Espera, ¿de qué rayos hablas? ¿sigues sin perdonarme lo de Jin? –Taehyung sostuvo las manos de Jungkook y comenzó a besarlas -Ya olvídalo, yo te amo a ti
- ¡No digas que me amas Taehyung! -Grito Jungkook todas sus fuerzas- ¿Tienes una idea de porqué renunciaste a lo que sentías por mí cuando Jimin se fijó en ti? ¿Por qué te olvidaste de Jimin cuando yo empecé a hacerte caso? ¿Por qué te olvidaste de mí cuando apareció tu famoso amigo Jin?
-No pienses en eso, por favor, quiero empezar de nuevo –Taehyung se arrodilló frente a Jungkook y sacó el reloj de su hermoso estuche –Mira, esto lo compré pensando en ti… eres el único que de verdad me importa, por favor hablemos…
Jungkook sostuvo el reloj y apreció por un momento tanta belleza y brillo, era una obra de arte, hasta él sabía lo mucho que debió haber costado… Pero Jungkook no era Taehyung. Levantó su brazo lo más alto que pudo y arrojó el reloj con tanta fuerza que éste se rompió en pedazos. El vidrio y los fragmentos de oro salieron volando en varias direcciones dejándolo inservible.
- ¡Jungkook! –Gritó ahora Taehyung, echándose en el piso sin poder creerse lo que acababa de pasar
- ¡No quiero tu maldita mierda! –Jungkook pateó los restos del reloj a la cara de Tae. Estaba enfurecido, pero siguió hablando –Necesitas a alguien popular a tu lado para tomar el control y hacerlo sentir inferior a ti, o ¿no es por eso que te enamoraste del “perfecto Jungkook” y te involucraste con el súper popular Jimin? Y por lo que oí también tenías una amistad perfecta con Jin hasta que decidiste que era mejor usar tu tiempo en llamar la atención de alguien popular en lugar de estar con un don nadie, claro, hasta que te enteraste que ahora es famoso, entonces te interesó de nuevo. ¡Eres tan fácil de resolver que me asqueas!
-Deja de ser tan cruel Jungkook… -Comenzó a sollozar Tahyung, no sabía si estaba alterado por las palabras de su amado o por los pedazos de metal y vidrio que se habían alojado en sus manos y cara. No se rindió tan fácil y siguió intentando hacer que Jungkook reconsiderara su opinión sobre él –Entiende que dejé a Jimin hace tiempo, ya ni siquiera hablamos y todo fue porque quería estar contigo. También he hecho sacrificios, también he sufrido en mi pasado por el amor que sentía hacia a ti, ¡ya basta!
Jungkook rio plácidamente, esta vez en tono de burla, coraje y desesperación.
-Te contaré un secreto, Tae. En la fiesta de Suga conseguí el número de Jimin –A Tae se le heló la sangre deseando que no fuera lo que estaba pensando, pero lamentablemente fue justo eso –Jimin y yo estuvimos hablando durante todo este tiempo, Taehyung. ¿Recuerdas ese día? –Jungkook desbloqueó su celular, abrió la galería y le mostró a Taehyung las fotos que había tomado aquella vez después de la práctica de fútbol. Taehyung estaba recostado en el césped, mirando al cielo –Te dije que me gustabas, y era verdad. Me gustabas Taehyung, y creí que yo también te gustaba. Me dijiste que tú y Jimin ya no eran nada, que romperías la relación dentro de poco, pero eso nunca pasó. Anoche antes de dormir tuve remordimientos sobre lo de Jin, "quizás Taehyung si me ama", pensé, así que le envié un último mensaje a Jimin preguntando qué pasaba entre ustedes… Me dijo que su relación no sólo estaba mucho mejor, me aseguró que estaban más enamorados que nunca, así que traté de cerrar el ciclo y te envié el primer mensaje.
Taehyung recordó en su cabeza aquella conversación, se sentía tan mal consigo mismo que ya ni siquiera trataba de defenderse, Jungkook y Jimin habían estado hablando todo ese tiempo, era tonto intentar seguir inventando excusas, todas sus mentiras se habían desplomado como una casa de cartas en el viento de un huracán.
-Tu rápida respuesta no sólo demostró que estabas jugando con Jimin, sino también conmigo. Después de haberle jurado tu amor a Jimin me lo juraste a mí, pero él es menos popular que yo, así que lo cortaste sin piedad en su “cita perfecta” ¿no?, sí, así fue, lo sé absolutamente todo gracias a Jimin ¿Es lo que harás cuando encuentres a alguien mejor, no es así? ¿Me vas a desechar en cuanto aparezca alguien más importante que yo? pedazo de basura...
-E-está bien, lo acepto, me merezco esto –Respondió Taehyung, ahora también con lágrimas en los ojos y una voz muy lastimera -…Pero quiero empezar todo contigo, una vez más, como si nada hubiera sucedido…
Taehyung intentó acercarse a Jungkook en vano, éste lo empujaba en cuanto se sentía abrumado por Tae pero Taehyung no cedió, intentó tomarlo de la cara, besarlo, apretarlo de los hombros, pero Jungkook no paraba de quitárselo de encima, apenas con fuerzas para seguir discutiendo.
-Enserio eres así Taehyung, ni siquiera te importa lo mucho que Jimin está sufriendo... ¿Tienes idea de lo roto que está su corazón en este momento? No me agrada Jimin, pero a la gente como tú la odio, me das asco, déjame en paz de una vez, no quiero volver a verte…
Jungkook intentó irse de nuevo pero una vez más fue detenido por los fuertes brazos de Tae, cada vez que Jungkook se soltaba ahí estaban de nuevo los brazos de Taehyung aprisionándolo como cadenas…
-No, no, Jungkook, no te vayas déjame explicarte, ¡yo te amo!
Jungkook se cansó, le dio un puñetazo al estómago tan fuerte que a Tae se le salió el aire y cayó al suelo, abrazándose instintivamente por el dolor. Levantó la vista y miró a Jungkook a los ojos, estaba tan avergonzado de sí mismo, tan decepcionado de que lo que estaba viviendo con Jungkook no era real y la felicidad junto a Jimin que nunca valoró, tan triste, tan solo, entre el frío suelo y los vidrios rotos, no se había dado cuenta hasta ese momento que su dolor no se comparaba en nada a lo que había hecho con Jimin.
-Para amar a alguien primero debes amarte a ti mismo… idiota. Es por eso que aún rodeado de gente estas completamente solo, te dedicas a lastimar a las personas que te quieren por puro egoísmo. Eres un patético interesado. –Añadió Jungkook, ahora serio, sin sentir lástima en absoluto por la clase de persona que tenía frente a sus pies.
El dolor que Taehyung sentía en sus pulmones era horrible y las palabras de Jungkook lo lastimaban en lo más profundo de su alma, pero por un segundo recordó la dulce sonrisa de Jimin. Comenzaba a perder el conocimiento, ni siquiera se dio cuenta cuando Jungkook le escupió el rostro y se bufó de su infelicidad. Jungkook se dio la vuelta y empezó a caminar lejos de ahí, Tae alucinó por un momento y confundió la silueta de Jungkook con la de la persona que más quería ver en ese momento, estiró su mano y lo llamó con la poca voz que le quedaba:
-Jimin… Jimin… Quédate conmigo… No te vayas… Lo siento, sí te amo…
Silencio. Pasaron varias horas antes de que alguien encontrara inconsciente a Taehyung en el estacionamiento. Llamaron a sus padres desde su celular apuntando que seguramente había sido víctima de un asalto, por el estado en el que se encontraba y el reloj roto que estaba en el suelo. Ellos no quisieron adelantarse a nada, tomaron a Taehyung y lo llevaron directo a casa.
Las cortinas blancas en la habitación de Tae cobraron un hermoso tono rojizo, proveniente de los rayos del sol al amanecer. Ya era el día siguiente, Taehyung (desorientado y con un fuerte dolor de estómago) buscó como pudo su teléfono, y mientras se cambiaba la ropa por algo limpio intentó llamar mil veces a Jimin, pero éste no contestó.
Taehyung salió corriendo intentando llamar las veces que pudo pero nunca había respuesta, fue directo a casa de Jimin, no importaba lo que pasara, ni cuantas veces Jimin lo golpeara, se humillaría si era necesario pero sólo quería que lo perdonara.
Practicó su estúpida disculpa una y otra vez mientras se acercaba a la casa de Jimin, pero cuando llegó dejó de llamar. Los padres y vecinos de Jimin estaban en la calle, una ambulancia y dos patrullas de policía. Jimin se había suicidado durante la noche y habían encontrado su cuerpo en la mañana.
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“Taehyung Oppa, soy Jimin, te amo muchísimo… ¿Podemos vernos hoy?”
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