Gimió tan agudo que pudo jurar que su garganta se desgarró. Subió sus piernas, recargándolas sobre la orilla de la bañera y siguió acariciándose. Había descubierto el lugar del que H.U.E le había hablado.
Se sentía de maravilla, su cuerpo temblaba con anticipación, sus caderas se movían por si solas ante el contacto con sus dedos y su entrada mojada y húmeda, a pesar de estar empapado con el agua tibia podía sentir claramente el bajar de sus propios fluidos de su entrada hasta sus dedos y que suavemente se perdían en el agua de la bañera.
Flexiono sus dedos, casi llegando de nuevo al orgasmo hasta que una voz lo saco de sus pensamientos.
-¡GARY!- santa madre de dios santísimo.
¿Qué hacía Little cato en su habitación?
Dudo un segundo si en sacar sus dedos de su entrada o no, por una parte sería malo que el pequeño lo viera, pero por el otro, su cuerpo no podía esperar más.
“resiste Gary” se dijo asi mismo mientras retiraba sus dedos y se enderezaba en la bañera.
-estoy en el baño- sin esperar una respuesta la puerta se abrió, dejando ver al gato quien miraba a todos lados, como pidiendo permiso para entrar- vamos, pasa- trato de sonar normal.
-¿estás bien? Escuche gritos- se tensó un poco pero no quiso precipitar las cosas.
-si-si es-estoy bien- se recargo un poco sobre la orilla de la bañera y volteo a ver al niño- ¿Qué pasa?- sonrió- No deberías estar aquí, creí que H.U.E había cerrado las entradas y salidas-
-no las cerro todas, quieras o no necesitas respirar y entre por el ducto que dejo abierto, era pequeño asi que pude pasar con facilidad- dijo orgulloso.
Gary rio un poco, su cuerpo se calmó con la presencia del niño.
Olía a Avocato.
-muy listo-
-bueno, no cualquiera sobrevive en manos del Señor comandante-
El rubio se sorprendió, Little cato era más listo de lo que parecía, debía tener cuidado.
- ¿A qué has venido?- inclino un poco su cabeza y la recargo sobre una de sus brazos.
-papá actúa raro y creo que todo es por tu culpa- fue demasiado directo.
-¿Qué? MI CULPA-
-sí, H.U.E dijo que te habías contagiado y eso era peligroso, es obvio que el “celo” se lo pegaste a papá-
-¿celo?- bien, eso en lugar de ofenderle le dio risa, el niño no sabía nada de eso, y el tampoco pero…se supone que el niño si debería saber.
-si- se cruzó de brazos enojado.
-no es lo que crees pequeño- habló con tranquilidad.
-¿eh?- esperó impaciente una respuesta.
-el celo es perteneciente a tu raza, los humanos no entramos en celo y no es ninguna enfermedad contagiosa o “al menos no lo era”-
-¿Qué? Entonces, ¿Por qué dicen que es contagiosa?-
-solo lo dijeron para mantener a tu padre lejos de mí, es todo, no estoy enfermo, ni tu padre lo está, solo está pasando por un celo-
-¿y que es un celo?-
-no estoy muy seguro de eso pequeño, debes preguntarle a tu padre- acaricio la cabeza del niño- porque no vas y le preguntas- sonrió con malicia, eso se merecía el gato mayor por cambiarlo de macho a hembra.
- no lo entiendo, si dices que es solo de mi raza, ¿por qué tu estas en celo? No tiene sentido.
-¡oh! Claro que no lo tiene, esto que me pasa es por tu padre-
-¿por papá?-
-no sé muy bien sobre el tema, me acabo de enterar de esto hace poco tiempo, lo único que sé es que antes de que los Ventrexianos entren en celo libera una cantidad exagerada de feromonas al aire, para atraer a una hembra- suspiro- supongo que yo fui la “hembra” que tu padre llamó-
-¡Eres una mujer!- su cara se tiño de un inmenso rojo.
Su padre le había dicho que el cuerpo de una mujer era sagrado y debía ser respetado. Ahora estaba ahí, con Gary semidesnuda, ¡Santos titanes! Y aunque la zafiro le había dado permiso de pasar no era para nada adecuado.
-¿Qué? Cla-claro que no, bueno si, no es como piensas- trato de salir de la bañera.
Little cato se paralizo, no debía ver el cuerpo de una mujer, no era adecuado para su edad.
-¡espera!- levanto un poco su cuerpo, dejando ver sus caderas, tan lindas y brillantes, parecidas a la de las hembras humanas.
No supo ni como lo hizo pero logro correr del cuarto y escabullirse en el ducto de aire.
-mini Avocato, espera- salió de la bañera y tomo una pequeña toalla para cubrir la parte delantera de su cuerpo.
Intento seguirle el paso pero fue tarde, el pequeño ya se había marchado.
-¡Perdóname Gary!- escucho temblar la voz del niño.
Era un jodido idiota, ahora seguro todo se haría un lio mayor.
Little cato salió tan rápido como pudo del ducto, lo cerro y puso sus garrar sobre su cara. Gary era una chica.
-¡perdón!- siguió gritando.
Salió del cuarto de lavado en el cual estaba y seguía con sus manos sobre su cara haciéndole imposible ver por donde iba y en causa; chocar con todo.
-perdón, perdón, perdón- lo repetía como un mantra religioso. La pena y vergüenza se apoderaron de él.
-¿Qué pasa pequeño cato?- KVN vio al minino chocar con todo, asi que pensó que tal vez estaría contagiado con la enfermedad de Gary- ¿Estas sano?- sospechó.
-yo en-entre al cu-cuarto de Ga-Gary y…- calló. Todos en la nave pensaban que el rubio era hombre y él no era nadie para andar diciendo lo contrario.
-¡Espera!, ¿Cómo entraste al cuarto de Gary? Se supone que está cerrado-
-por un ducto, no fue difícil- menciono a duras penas.
-como sea, dime, entraste al cuarto de Gary y…-
-mujer- susurró, no con la intención de decirlo, fue involuntario.
-¿mujer?-no entendía muy bien- ¡Hay una mujer en el cuarto de Gary!-el gato negó-¿entonces?-
-Gary es una mujer-
El robot se quedó estático.
-¿QUÉ DIJISTE?- Little cato y KVN miraron asustados hacia la puerta; y en el umbral de esta se encontraban Quinn y Avocato.
Debió quedarse callado.