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Fugitivos II: ¿Una razón para vivir? por diidi1897

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Espero que les guste mucho~~

 

Narra Sean

Me removí unas cuantas veces hasta que conseguí que mis ojos se abrieran porque todavía me sentía aturdido; como nunca antes. Tuve que parpadear repetidas veces para aclarar mi vista.

Y una vez que conseguí ver apropiadamente, lo primero con lo que me encontré fue a Heinz que estaba sentado sobre una silla de madera, justo al lado de donde yo estaba acostado.

Con tan solo dar un vistazo rápido a las paredes que había detrás de Heinz, me di cuenta de que habíamos regresado a la fábrica.

¿Por cuánto tiempo había estado “inconsciente”?

Cuando Heinz se dio cuenta de que ya estaba despierto, sonrió

-¿Dormiste bien?-su sonrisa se amplió y yo giré otro poco hasta quedar boca arriba. Había despertado en posición fetal y como no estaba acostumbrado a dormir de esa manera, los huesos de mi hombro se acomodaron después de que me moví apenas un poco.

Pero no solo se trataba de mi hombro, el cuerpo en general me dolía; al parecer había dormido en una posición muy incómoda

-No creas que ya se me olvidó que fuiste tú quien me golpeó-fue lo primero que quise dejar en claro. Heinz dejó de sonreír y tuve muchas ganas de burlarme por la expresión que hizo ante mis palabras, pero debía mostrarme serio para que él se mantuviera a la expectativa de mis acciones.

Sabía que él había ejecutado la acción, pero estaba seguro de que él no fue la “mente maestra” que se había encargado de crear el plan; Heinz era lo suficientemente inteligente como para saber que no era bueno llevarme la contraria.

Estaba sorprendido, lo admitía; habían conseguido traerme de regreso a la fábrica.

Iba a encontrar al responsable de todo.

Los no tan idiotas habían logrado que finalmente bajara la guardia.

Siempre estuve alerta porque esperaba algún movimiento sospechoso por parte de James, que es a quien no dejaba de vigilar, pero no me esperaba que utilizara el nombre de Daniel para conseguir que me distrajera.

Ahora que lo recapacitaba, resultaba ser demasiado obvio que James iba a tener esa idea.

Qué idiota había sido.

Cuando escuché que James gritó el nombre de Daniel, por un momento no le creí, pero después lo repitió y para rematar, Tomás continuó con el plan y fue el idiota de Heinz quien sacó provecho de la confusión que tuve. Llegué a tener unos cortos segundos en los que dudé de ambos, pero descarté la idea porque durante todo el tiempo que pasamos para movernos del laboratorio hacia el hospital no los había descuidado en ningún instante y por eso se me hizo imposible el hecho de que ellos hubieran tenido el tiempo y la oportunidad para planear algo.

Eso es lo que pensé al momento, pero mis acciones fueron otras.

Tal vez debía recordar hasta el más mínimo detalle de todo lo que hicimos para descubrir el punto clave que les dio su oportunidad

-Lo siento, lo siento-Heinz se levantó de la silla y dio dos pasos hacia atrás mientras elevaba ambos brazos-No quise hacerlo, pero las circunstancias me lo exigieron, haré lo que me digas, lo juro, seré tu esclavo si con eso consigo tu perdón-sonreí-Para que veas que voy a ser un buen esclavo, me tomé el tiempo de prepararte y traerte esta taza con café para que empieces el día con buenos ánimos-Heinz me entregó la taza de café humeante que estaba sobre mi mesa de noche

-Reconsideraré tu castigo porque creo que la culpa también es de Tomás y de James ¿No? Uno controló mi mente y el otro creó el principio de la distracción-acepté la taza y tomé un sorbo de café.

Llevaba muy poco de haber despertado, pero las soluciones a la situación no dejaban de llegar a mi mente

-¡Sí!-Heinz volvió a tomar asiento en la silla-¡Exacto!-el alivio en su rostro no tardó en hacerse presente-Te juro que en ese momento yo no estaba entendiendo nada, pero recordé lo que Tom había mencionado y por eso te golpeé-elevó ambos hombros

-¿Qué te dijo Tomás?-con cuidado de no derramar el café, me enderecé y recargué mi espalda en la cabecera

-Cuando Maxim utilizó sus poderes para que no pudiéramos ver ni escuchar, Tom salió intacto gracias a sus poderes y… no lo sé, solo recuerdo que él me ayudó con el dolor y después de que me alivié se encargó de explicarme su idea-asentí varias veces y después de que coloqué la taza con la mitad de café en mi mesa de noche, crucé mis brazos a la altura del pecho.

Heinz me había dado la respuesta sin la necesidad de que yo hiciera uso de mis métodos.

Había sido Tomás, por supuesto

-Escucha Sean, tal vez no fue la mejor decisión, pero me alegro de haber tomado la correcta-

-¿Qué significa eso?-lo observé de reojo

-No me lo tomes a mal, pero estuve de acuerdo cuando Tom te dijo que no ibas a ser de mucha ayuda si veías a Dany-aseguró

-No entiendo por qué se empeñaron en que no lo viera, pudieron haberse evitado muchas molestias-realmente, en algún punto, no entendí del todo la decisión que habían tomado para que no viera el estado de Daniel.

Me pareció algo estúpido e innecesario

-No digas más-Heinz se levantó-Las decisiones ya fueron tomadas y ya no podemos hacer nada para cambiarlas, en su momento me convencí de que estábamos haciendo lo correcto-

-¿Y ahora no estás seguro de que fue lo correcto?-Heinz suspiró

-No lo sé, ahora me encuentro muy cansado como para pensar en todo esto-se acercó a la ventana de mi habitación y dio un vistazo al exterior

-¿Hace cuánto regresamos?-pregunté, pero continuó dándome la espalda

-Ni siquiera llevamos un día, regresamos durante la madrugada-respondió entre un suspiro y mi cerebro empezó a trabajar para intentar calcular las horas que llevábamos lejos del mar báltico; no tenía idea de qué otras cosas me había perdido a pesar de que Heinz lo había mencionado como si nada.

Probablemente pasó de todo mientras yo estaba inconsciente.

O quizás no había pasado gran cosa, pero no podía arriesgarme a nada.

Tampoco podía aventurarme por un cálculo simple y superficial. En ese momento, los números y las cantidades me estaban pareciendo muy volátiles, como nunca antes y por eso no podía fiarme de los datos duros con los que contaba en esos instantes.

Con tan solo saber que probablemente estuve inconsciente alrededor de unas 15 o 20 horas, estuve seguro de algo; Daniel podía encontrarse, literalmente, en cualquier parte del mundo para recibir la atención médica necesaria.

Por increíble y estúpido que sonara, al parecer esas 15 horas estaban abrumándome más rápido que los pasados 8 meses de búsqueda.

Ahora todo parecía ser un poco más complejo.

Para empeorar el inicio de mis planes, resultaba que los de la fábrica podían ser peores que los que trabajaban en un laboratorio porque a ellos no los iba a poder obligar a hablar. De acuerdo, sí podía obligarlos a hablar, pero iba a ser algo desquiciado de mi parte.

Tampoco había información que pudiera robar porque seguramente lo que necesitaba saber se encontraba en sus celulares. Algo que, definitivamente, no iba a poder tocar tan fácilmente.

Podría intentar el rastreo en los celulares del otro equipo, sabía que ellos tenían un celular cualquiera del que no iba a ser complicado obtener información con tan solo saberme su número telefónico, pero si los habían apagado o desarmado o enterrado en cualquier puto lado, las cosas se complicaban.

Me dejaban en nada. Me sentía totalmente desinformado.

Parecía que Daniel se encontraba del otro lado de la calle, pero el resto de los idiotas me impedían acercarme a él.

Suspiré.

Tranquilo, tranquilo. Debía calmarme.

Empezaba a pensar de la misma manera que las personas convencionales hacían a lo largo de su vida y no podía permitirme eso. Era un grave error caer en esa comodidad.

Debía encontrar todos los puntos que podían ayudarme para, nuevamente, encontrar a Daniel

-Heinz-lo llamé. Debía poner manos a la obra

-¿Hum?-no volteó a verme y me estresé un poco más.

Respiré profundamente antes de continuar

-¿Viste a Daniel?-esperaba no tener que dar más detalles sobre mi pregunta porque si no, era capaz de arrojar a Heinz por la ventana

-No, el único que lo vio fue James-asentí. Muy bien, entonces debía concentrarme en obtener información de James.

El único que no era un bocón como los demás. Genial

-Y…-nuevamente me tranquilicé-¿James mencionó qué tipo de heridas tiene Daniel?-con ese dato, los números de los hospitales que podrían atender a Daniel disminuían considerablemente o probablemente aumentaban o simplemente ese dato no iba a servirme de nada y debía descartarlo.

Heinz volvió a negar

-Solamente nos dijo que su estado de salud era grave-guardó silencio por un momento hasta que giró y observé su expresión de estar haciendo memoria-Nos mencionó sobre unas heridas que Dany tiene en sus muñecas-Heinz frotó sus propias muñecas-Pero no nos dio más detalles-suspiré.

O mis preguntas eran las incorrectas o Heinz era la persona incorrecta para saber los detalles.

Era definitivo, tenía que sacarle la información a James o a Tomás. Ellos debían de saber algo más

-Sean…-Heinz me llamó y volteé a verlo-Me sorprende que estés muy tranquilo ¿Sabes?-sonrió y no pude evitar hacer una expresión de confusión

-¿A qué te refieres?-¿Tranquilo? ¿Yo? ¿De qué hablaba?

-Mientras dormías, me la pasé imaginando que tal vez cuando despertaras ibas a armar todo un escándalo porque prácticamente te secuestramos y te alejamos de Dany, pero… no lo estás haciendo-elevó ambos hombros y volvió a tomar asiento en la silla que había a mi lado-Incluso estás más tranquilo de lo normal-

Elevé ambas cejas porque él no sabía lo que estaba pasando por mi mente. Tampoco tenía ni idea de que por un pequeño momento planeé aventarlo por la ventana si me daba la respuesta incorrecta o si me respondía con otra pregunta

-¿Conseguiría algo con alterarme?-Heinz negó y observé hacia la pared que habría frente a mí-Estoy “tranquilo” porque Daniel ya fue rescatado…-murmuré.

Sí, aunque mi mente estaba sacando ideas de todos lados para poder reunirme con él lo más pronto posible, me tranquilizaba el hecho de que Daniel ya no se encontraba encerrado con los del laboratorio.

Y yo ya no me encontraba tan a la deriva como tiempo atrás; por lo menos ahora sabía que Daniel estaba en buenas manos. Manos que yo conocía, pero eso no me quitaba la incertidumbre de querer saber sobre su verdadero estado de salud.

Era lo normal, necesitaba verlo y saber de él.

Era una necesidad que no podía describir muy bien. Tan solo… estaba ahí; presente, viva y muy fuerte.

Durante esos 8 meses de búsqueda, me había encontrado varias veces a mí mismo pensando en que, por primera vez para los dos, estábamos lejos el uno del otro desde el primer día que nos conocimos.

Error o no, me habitué demasiado a su presencia.

Antes lo tenía que ver casi a diario y a todas horas por las pruebas del laboratorio y nuestra relación no fue más allá que la de unos “conejillos de indias” pero durante el escaso tiempo que pasamos juntos en la fábrica fue un trato más cercano.

Demasiado cercano.

Esto se convirtió en algo que antes no me interesaba, ni me imaginaba tener con alguien.

Desde que tomé la decisión de salir del laboratorio junto a Daniel supe que la relación que existía entre los dos iba a ampliarse. No me imaginé las dimensiones, pero resultó ser fuera de mis cálculos.

Nada había resultado de acuerdo a mis planes, pero sucedió. Las cosas simplemente sucedieron

-Tienes razón, seguramente el lugar en donde se encuentren Dany y los demás es mejor que ese laboratorio-presté atención a Heinz

-¿Qué?-lo interrogué

-¿De qué?-me regresó la pregunta y estuve a nada de empujarlo por la ventana

-¿A qué te refieres con ese “seguramente”? ¿No sabes en dónde está Daniel?-lo había escuchado claramente

-Bueno, tú no sabes en dónde está Dany y nosotros tampoco-señaló hacia su propio pecho y negó-Solo el equipo de Maxim lo sabe-¿Qué?

-¿Ustedes tampoco lo saben?-Heinz negó-¿Por qué?-

-Perdimos contacto con ellos, de seguro tampoco saben que ya no estamos en esa isla y que te noqueamos-elevó ambos hombros

-Solo ellos…-froté mi frente

-Pero no te preocupes, supongo que Maxim, Ana, August y Sergei sabrán qué hacer ¿No?-relamí mis labios

-Eso espero- me estiré para tomar mi taza y beber el resto del café-Te aseguro que no me va a tomar mucho tiempo descubrir el lugar donde lo llevaron-afirmé más para mí que para Heinz-Les daré cierto tiempo para que ellos me den a conocer el lugar donde se llevaron a Daniel-confiaba en que ellos se iban a encargar de encontrar una solución, pero iban a tener un límite de tiempo para decírmelo

-En verdad ¿Por qué desde que despertaste pareces tener más paciencia?-Heinz sonrió-Entonces cuando duermes bien ¿Eres otro Sean?-ignoré su último comentario

-Por ahora tengo otros asuntos que resolver-me quité la manta de encima y me levanté de la cama

-¿Puedo ayudarte con esos otros asuntos?-pasé mis dedos entre mi cabello y lo sentí demasiado sucio. Necesitaba bañarme

-No-encontré mis botas a un lado de la cama y me las coloqué

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué vas a hacer?-me exasperé

-No necesito tu ayuda-aclaré.

Tenía una que otra cosa de las que debía encargarme, así que por el momento podía dejar en manos de los demás el cuidado de Daniel.

Empecé a moverme por mi habitación para buscar mi desestresante favorito mientras Heinz continuaba diciendo más que cosas que ignoré por completo

-Sean ¿Me estás escuchando?-Heinz me preguntó después de que revisé los bolsillos de mis sudaderas y chamarras que estaban acomodadas dentro de mi armario

-No-revisé un bolsillo y tampoco encontré mi cajetilla-¿Tienes un cigarro?-pregunté de espaldas a Heinz

-No ¿Estás loco? mejor ve a desayunar algo-lo ignoré

-Bebí café-respondí vagamente hasta que suspiré pesadamente. No había ningún estúpido cigarro por ninguna parte y estuve a nada de golpear a Heinz para que guardara silencio porque continuaba diciéndome cosas sin sentido, pero entonces recordé algo.

Probablemente todavía tenía unas cuantas cajetillas en el bunker, debía ir a revisar

-¿A dónde vas?-me preguntó justo cuando pasé a su lado rumbo a la puerta de la habitación

-Al bunker-lo esquivé y conseguí salir de mi cuarto, pero Heinz me siguió de cerca

-¿Qué vas a hacer?-preguntó, pero no le respondí-¿Sean?-suspiré profundamente y di media vuelta

-Voy por un cigarro, déjame en paz-expliqué lentamente y conseguí que Heinz se detuviera.

Continué con mi camino y empecé a bajar las escaleras. Conforme bajaba apresuradamente cada uno de los escalones, conseguí escuchar a alguien que se encontraba platicando en la sala.

Continué bajando hasta que encontré a James de espaldas a mí; él estaba hablando por teléfono

-Sí, pueden confiar en él-mencionó y entonces mi mirada se estrelló con la de Lucy, ella se encontraba sentada en medio del sofá. Me apresuré en bajar las escaleras

-James…-ella intentó advertirle, pero antes de que James reaccionara, conseguí arrebatarle su teléfono

-¿Maxim?-pregunté, pero de inmediato escuché los tonos que señalaban el fin de la llamada-¿Qué le dijiste? ¿Hablaron de Daniel?-enfrenté a James y apreté con fuerza su teléfono

-Lo llevan al mejor lugar que hemos podido encontrar-me explicó

-¿A dónde?-presioné

-Está lejos-respondió y elevó ambas cejas

-Dímelo-James se frotó el puente de su nariz y suspiró

-Sean, no tiene caso que vayas, atenderán a Dany y cuando esté mejor, iremos a verlo-suspiré y observé a Lucy; se veía cansada y preocupada-Dame mi teléfono-James extendió su mano hacia mí

-Quiero hablar con Maxim-observé el celular de James y por suerte, lo encontré desbloqueado. Estuve a nada de empezar a revisarlo para dar con las llamadas recientes, pero ahora fue el turno de James para arrebatármelo

-Este teléfono es mío-lo observé-Maxim me llamó desde un teléfono de monedas-aseguró y con eso me vi en problemas.

Pudo haber llamado desde cualquier lugar y eso significaba que su teléfono no servía o se había deshecho de él.

Se habían adelantado a mis planes

-Les dijiste que podían confiar en alguien ¿Quién es?-había escuchado esa última parte de la conversación. Probablemente James los había mandado con alguien que él conocía y que aparte tenía conocimientos de medicina, pero ¿Quién?

-No estoy de humor, Sean-James me respondió-No he dormido nada así que mejor me voy a descansar-iba a pasar a mi lado, pero lo detuve

-Quiero saber una cosa-él hizo una expresión de molestia, pero no me importó-¿Qué tipo de heridas tiene Daniel?-mis ojos se entrecerraron-Quiero más detalles-si no me dejaban verlo, por lo menos quería saber con profundidad la situación.

No recordaba la cantidad de veces que me habían repetido la palabra “gravedad” pero empezaba a fastidiarme, no me sentía conforme con eso ¿Por qué había tanto problema en que me dijeran la verdad? ¿Por qué?

Ellos ya debían de saber que iba a vengarme, por supuesto que iba a hacerlo; todavía no tenía un plan, pero no iba a tardar en empezar a crearlo.

No comprendía del porqué se continuaban empeñándose en mantener a Daniel alejado de mí. Realmente no lo comprendía, era absurdo y estúpido. Todo resultaba ser peor con ese plan de “Mantengámoslo en secreto de Sean ya que él es el más interesado en esto”.

Realmente no los estaba entendiendo

-Ya te había dicho que su estado es grave, por ahora yo tampoco sé más-James insistió-Sus muñecas se veían mal y la herida en su ojo derecho también-mi atención revivió

-¿Qué tiene en su ojo derecho?-eso no lo había escuchado ¿Cuántas heridas tenía Daniel en realidad?

-Era algo parecido a un golpe que ya estaba en muy mal estado-negó varias veces y yo intenté imaginarme esa herida ¿Qué tan peligrosa era?

-¿Tiene más heridas?-¿Tenía más heridas aparte de las que no se cansaban de repetirme? ¿Cómo cuáles? ¿En dónde? ¿Tenían solución? ¿Dejaban consecuencias? ¿Alteraciones?

-Sí Sean, tiene más heridas, pero no pude revisarlo por completo ¿De acuerdo? No insistas, por favor-James se hartó por completo de mí y supe que ni golpeándolo iba a decirme algo más-Voy a comer algo y después dormiré un poco-empezó a caminar rumbo a la cocina

-¿Por fin despertaste?-los tres volteamos hacia las escaleras al escuchar la voz de Tomás. Él se encontraba bajando perezosamente los escalones sin dejar de bostezar.

Cuando nuestras miradas se encontraron, estuve aún más seguro de que debía deshacerme de él.

No quería verlo

-Creí que te iba a tomar menos tiempo despertar-llegó al final de las escaleras-Pero tal vez de verdad estabas muy cansado-sonrió y se cruzó de brazos

-Guarda silencio, Tom-James se me adelantó. Estaba a nada de abatirlo con mis poderes

-Está bien-Tomás sonrió otra vez y tuvo suerte de que dejara de prestarle atención porque observé a Heinz y Claudio que empezaban a bajar juntos las escaleras

-Auch…-conseguí escuchar un quejido a mi lado y mi mirada se enfocó en Lucy. Ella continuaba sentada en medio del sofá.

La vi sosteniendo su estómago y quejándose en voz baja

-¿Te sientes bien?-le pregunté al verla con una expresión de dolor. Ella respiró profundamente y asintió

-No es nada…-tomó aire-No es…-volvió a quejarse y le presté atención por completo

-¿Qué te sucede?-me incliné hacia ella para intentar ver su rostro que era cubierto por sus cabellos

-¿Qué tienes?-James “apareció” a nuestro lado y se hincó rápidamente a un lado de Lucy-¿Te sientes mal? ¿Qué te duele?-empezó a interrogarla mientras intentaba hacer a un lado los cabellos de Lucy para poder ver su rostro-¿Lucy?-preguntó con preocupación y Lucy volvió a quejarse sin dejar de presionar su estómago

-Auch, auch-se quejó y clamó de dolor. Sus piernas se apretaron y ella se inclinó más hacia adelante-No…-la respiración de Lucy se agitó

-Mi vida ¿Qué te pasa?-noté el temblor en las manos de James. Sus dedos se estaban volviendo torpes para continuar retirando los cabellos de Lucy

-Necesito…-volvió a quejarse-Necesito ir a mi cuarto, llévame…-otro quejido-Llévame-volvió a inclinarse hacia adelante y su quejido se alargó

-Ven, te cargo-James se enderezó y tomó una mano de Lucy, pero ella negó ¿Qué le estaba sucediendo?

-No… no-Lucy murmuró-Hoy no-Lucy se enderezó ligeramente y entonces noté que sus pantalones tenían una marca de humedad que nacía desde su entrepierna

-¿Qué te pasa?-James tomó la mano de Lucy-¿Cariño?-él se inclinó hacia ella-¿Qué tien…-no pudo continuar con sus preguntas porque Lucy se inclinó hacia el frente y se quejó fuertemente por el dolor que estaba sintiendo

-Ya viene-la palabra “viene” la alargó bastante; como si hubiera sufrido de otro dolor repentino

-¿Qué? ¿Quién?-James preguntó alarmado

-Por favor, por favor-Lucy empezó a rogar y también empezó a jadear ¿Qué le estaba pasando?

-¡Es un bebé!-Tomás gritó y todos volteamos a verlo. Lo encontré con un rostro de total sorpresa ¿De qué hablaba? ¿Qué bebé?

-¿Un bebé? ¿Cómo?-cuando James hizo esas preguntas, comprendí el asunto

-Lucy ¿Estás embarazada?-me sentí estúpido al hacer esa pregunta porque al parecer su respuesta era demasiado obvia

-No lo voy a estar por más…-se quejó-Más tiempo-nuevamente se inclinó hacia el frente y gimió de dolor

-¿Qué?-James soltó la mano de Lucy al mismo tiempo en que se alejaba del sofá y Lucy continuó soportando los dolores que la hacían retorcerse

-Lucy…-Claudio se acercó rápidamente-¿Estás en labor de parto?-Lucy asintió repetidas veces y su rostro se tornó más rojo-¡Rápido! ¡James!-Claudio se acercó a James, pero por la expresión que tenía supe que se encontraba en shock

-Aggh…-Lucy volvió a quejarse e incluso hice una mueca ¿Lucy iba a tener un bebé? Observé a James.

Si yo hubiera estado en su lugar, estaría igual de impactado.

Nunca nos habíamos percatado de nada ¿Por eso Lucy había actuado tan sospechosamente?

-¡James!-Claudio colocó sus manos sobre los hombros de James-¡Dinos que debemos hacer!-se encargó de agitar a James para hacerlo reaccionar

-Co… ¿Cómo?-James continuó con una expresión que jamás le había visto. Normalmente él era alguien centrado y casi nada lo tomaba por sorpresa, pero qué sorpresa le estaba dando Lucy…

-¿Llamo a emergencias? James no reacciona-Claudio volteó a vernos

-Puedo controlar la mente de los paramédicos-secundó Tomás-El bebé está cerca-Lucy volvió a quejarse

-Consigan…-la voz de James salió débilmente, pero después parpadeó y agitó su cabeza de un lado a otro-Consigan mantas limpias, también traigan agua en una bandeja y varios paños-reaccionó por completo, pero todavía lo noté pálido-Necesito alcohol, unas tijeras…-empezó a decir una gran variedad de cosas. Tomás y Claudio se retiraron para empezar a conseguir toda la lista que James les dictó improvisadamente

-Sean, consígueme…-presté atención a James

-¡No!-James guardó silencio ante el grito inesperado de Lucy-¡No!-repitió y se quejó-Quédate aquí-alargó el “aquí”-Dame tu mano-ella extendió la suya hacia mí

-Hazlo, no tardaré en regresar, intenta calmar su respiración, no debe cansarse por ahora-no pude decir nada porque James dio una palmada en mi hombro y pasó a mi lado

-Tu mano…-escuché a Lucy-Dámela-volvió a quejarse y me sentía estúpido al tomarla simplemente de la mano, pero no me esperaba que ella intentara partirme los dedos.

Me quejé

-¡Lucy!-su mano nuevamente apretó dolorosamente mis dedos y sus uñas se enterraron en mi piel

-Lo siento, lo siento-jadeó-Me duele, esto duele muchísimo-se quejó y mis dedos volvieron a ser apretados-Ayúdame a quitarme el pantalón-exigió rápidamente

-¿Aquí?-interrogué alarmado ¿Quería tener al bebé ahí? ¿En la sala?

-¡Sí!-me gritó-¡Ahora!-exigió y me sentí un completo inútil.

No sabía qué demonios estaba sucediendo ¿El bebé iba a nacer ya? ¿En ese momento? ¿Justo frente a nosotros? ¿Y los malditos paramédicos? ¿Habían hecho la llamada?

-Aquí hay toallas y también traje una sábana-Tomás regresó corriendo a nuestro lado y Lucy tomó de inmediato las toallas para cubrirse las piernas

-Siento que voy a explotar-mencionó y noté su rostro completamente rojo-Se está moviendo bastante-hizo una mueca-Sean, ayúdame, no puedo hacerlo-guió mi mano hacia el inicio de su pantalón y me encargué de deshacer el nudo que se había creado entre los lazos que mantenían sujeto su pantalón; después bajé apenas un poco su pantalón-¡Cierra los ojos!-Lucy me gritó e inmediatamente obedecí-¡Tú también ciérralos!-le gritó a Tomás.

Estando a oscuras, la ayudé a deshacerse de su pantalón deportivo y sin esperarlo, llegué a rozar la piel de su estómago.

Lo supe porque estaba caliente, dura y redonda. Fue un tacto que jamás iba a olvidar.

Escuché su respiración agitada y después sentí movimientos bruscos de su parte

-Ya ábrelos, quítamelo-mencionó de forma alterada y no tuve más alternativa que hacerle caso.

Solo cuando tuve que levantarme para sacarle por completo el pantalón, me di cuenta de que me había sentado a un lado de Lucy; ella se encargó de sacarse la ropa interior y de aventarla a los pies de Tomás que continuaba sin mover ni un músculo y con los ojos cerrados

-Escúchame idiota, si ves mi ropa interior, te mato-Lucy lo amenazó y Tomás salió corriendo

-Voy a buscar el resto de las cosas-explicó y desapareció, pero mi atención regresó a Lucy porque volvió a quejarse

-No… siento que está cerca…-volvió a quejarse-No lo sé, no sé…-nuevamente se quejó y esta vez le ofrecí mi mano en automático. Lucy no la estaba pasando bien y por el momento era lo único que podía hacer-¿En dónde?...-se quejó- ¿En dónde está James? ¿Por qué tarda tanto?-volví a sentarme a su lado y recordé las indicaciones de James

-Tranquila, no le tomará mucho tiempo-intenté hablar calmadamente-Respira Lucy-indiqué-Respira-le repetí porque continuaba jadeando sin control mientras sus piernas se retorcían

-Me está matando la espalda-gimió dolorosamente-Necesito levantarme-intentó enderezarse, pero le fue imposible-Ayúdame-

-¿Es buena idea?-interrogué, pero la ayudé a sostener un poco su peso para que ella se levantara.

Y cuando ella quedó de pie, pero ligeramente encorvada, me percaté de su vientre redondo ¿Cómo es que lo había ocultado de alguien como James? ¿Cómo lo consiguió de todos nosotros?

Su barriga estaba enorme

-¿Es solo un bebé?-no pude evitar interrogarla. Nunca había tenido a una embarazada lo suficientemente cerca como para darme cuenta de esa nueva perspectiva que estaba teniendo en esos momentos

¿Todas eran de ese tamaño?

La espalda y el cuello me dolieron al imaginarme tener que cargar con ese peso extra todos los días

-Claro que sí-nuevamente alargó el “sí” y se inclinó un poco hacia adelante, pero conseguí darle apoyo-Las contracciones me están matando, necesito algo-

-¿Qué necesitas?-la interrogué

-No lo sé, Sean-volvió a quejarse-No lo sé…-lloriqueó y en esa nueva ocasión mantuvo por un tiempo más prolongado su quejido-Duele…-gimoteó

-Tranquila, tranquila-me incliné un poco, pero sin dejar de darle apoyo-James no tarda-observé a mi alrededor, pero no encontré a James ¿Qué le estaba tomando tanto tiempo?

-Sean-Lucy gimoteó mi nombre-Tengo miedo, esto…-su voz se cortó-¿Esto es normal?-hipó-Me está doliendo bastante-volvió a quejarse y apretó con fuerza mi mano

-¿Quieres que te lleve al hospital? Podemos llegar rápido-lo ofrecí porque estaba seguro de mis habilidades para conducir a pesar de la presión que tuviera sobre mis hombros, pero Lucy negó de inmediato

-No estoy segura…-se quejó-No estoy segura del poder que el bebé tenga-volvió a quejarse-¿Y si se transforma frente a los doctores? ¿Y si incendia algo?-ella negó enérgicamente-No sé qué pueda pasar-volvió a negar

-Puede que no pase nada, vamos-volví a ofrecer-Y en dado caso de que suceda algo, Tomás se encargará de borrar sus recuerdos-

-No, no quiero dar ni un paso-volvió a quejarse-Esto… es eterno ¿Cuánto tiempo ha pasado?-

-Como 15 minutos-le informé al ver el reloj de la sala y ella se quejó

-Agg-se arqueó un poco más-Demonios…-nuevamente alargó la palabra-¿¡En dónde está James!?-noté desesperada a Lucy

-Tranquilízate, estará aquí pronto-la observé y la noté con muchos dolores por todo su cuerpo. No dejaba de temblar y de inclinarse hacia el frente

¿Ese estado era normal? ¿En un hospital ella no tendría esos dolores?

No sabía qué hacer.

Nuevamente se quejó y apretó con fuerza mis dedos

-Tengo nauseas…-mencionó y antes de que pudiera decirle algo, James estuvo de regreso.

Lo primero que vi diferente en él fue que se había colocado unos guantes quirúrgicos de los que siempre tenía en abundancia y también, al parecer se encontraba más fresco y relajado a comparación de unos instantes antes.

Seguramente estaba más que preparado para recibir al bebé.

Un bebé de Lucy y de él.

Todavía no podía creerlo a pesar de presenciar el dolor que Lucy estaba sufriendo

-Lucy, cariño-James inmediatamente se colocó en cuclillas frente a ella mientras dejaba a su lado algunas cosas que al parecer había recolectado por toda la fábrica-Siéntate, debo ver cuánto has dilatado-James la tomó de los hombros y entre los dos, empujamos levemente a Lucy para que volviera a tomar asiento-Arriba las piernas, cariño-pidió James y él la ayudó a elevar un poco sus piernas.

Por suerte, yo no estaba viendo nada más.

James se colocó entre las piernas de Lucy y ambos lo perdimos de vista

-No soy experto, pero me parece que la dilatación va bien-mencionó aún entre las piernas de Lucy-Lucy, no entiendo-James murmuró y se acercó al otro sofá para arrastrarlo y colocarlo justo frente a Lucy para que ella reposara momentáneamente sus piernas sobre él-¿Cómo pasó esto? ¿Por qué no me dijiste nada?-James se sentó en el reposabrazos del sofá y observó a Lucy

-No fue…-Lucy tomó aire ruidosamente-Por obra de magia o de algún espíritu-y nuevamente se quejó

-Eso lo sé, pero…-James negó-¿Por qué no me dijiste nada?-sentí el apretón que Lucy le dio a mi mano y la volteé a ver. Su rostro continuaba totalmente rojo y sus ojeras se habían marcado en demasía

-Quise decírtelo…-se retorció-Pero no encontré el momento y… tu actitud de los meses anteriores no ayudó en nada-

-Mi actitud era por tú actitud-James le aclaró y Lucy volvió a apretar mi mano-Dime la verdad ¿Por qué no me dijiste nada? ¿Cómo conseguiste ocultarlo todo este tiempo?-

-Ana me ayudó-Lucy se relamió los labios-Y lo continúa haciendo-

-Entonces Ana fue la primera en enterarse-James se cruzó de brazos-¿Y ustedes dos lo mantuvieron en secreto de mí?-noté a James con un deje de indignación, pero al mismo tiempo preocupado por la situación

-Dany fue el primero en enterarse-observé a Lucy y ella volteó a verme-Se lo dije el mismo día en que se lo llevaron-suspiró y apartó su mirada.

Daniel… ¿Fue el primero en saberlo?

-Mientras escapábamos, se dio cuenta de que me estaba tocando mucho el estómago y le dije-James se inclinó hacia Lucy y le retiró los cabellos que se habían adherido a su frente por culpa del sudor que no dejaba de brotarle-Yo llevaba dos semanas de saberlo-Lucy hizo un puchero y su mirada se colocó en su prominencia-Juro que planeaba decírtelo esa misma semana, también planeaba hacer una cena para todos y anunciarlo-la primera lágrima salió, pero Lucy la borró de inmediato-Pero nos atacaron y se llevaron a Dany…-hizo otro puchero y noté que estaba soportando las ganas de llorar-Todo, todo se arruinó en ese momento-las lágrimas brotaron con más velocidad y ella intentó frenarlas, pero fue imposible.

Empezó a llorar con más ganas y soltó mi mano para intentar frenas las lágrimas con ambas manos al presionar con fuerza sus párpados, pero no lo consiguió.

James se acercó y yo encontré el momento perfecto para darles su espacio

-Cariño…-James la abrazó con delicadeza-Lo siento, lo siento tanto-Lucy se acurrucó y continuó llorando entre los brazos de James.

Ambos se intercambiaron unas cuantas palabras a las que hice oídos sordos hasta que Lucy volvió a quejarse; solo entonces James tomó distancia

-Revisaré cuánto has avanzado-ambos retomamos nuestras posiciones.

Yo a un lado de Lucy mientras sostenía su mano y James entre las piernas de ella

-Ya te expandiste un poco más-James celebró-Nunca había hecho esto, así que tendrás que decirme todo lo que sientas de ahora en adelante ¿De acuerdo?-Lucy asintió

-Leí en internet que esto puede durar bastante tiempo ¿Es verdad?-su tono de voz fue de total curiosidad y preocupación

-Todos los casos son diferentes-elevó ambos hombros-No soy obstetra ni nada, pero he estado llevando el tiempo de tus contracciones y al parecer todo va normal, no veo complicaciones ni nada que pueda perjudicar…-Lucy y yo volteamos a verlo cuando dejó de hablar inesperadamente

-¿Qué más?-Lucy lo interrogó y me pareció que James se había quedado en blanco

-¿Estás bien?-inquirí y James parpadeó rápidamente

-Sí, he…-dudó-No hay nada que pueda perjudicarlos-terminó su oración y capté su shock momentáneo.

James todavía no cabía en la sorpresa de que Lucy estaba dando a luz en esos precisos instantes

-James…-Lucy lo llamó y antes de que pudiera continuar, se retorció por otro dolor repentino; solo hasta que se calmó continuó hablando-Tampoco te lo dije porque no quería que dejaras de ayudar a Sean en la búsqueda de Dany-volteé a verla-Si te lo decía, ibas a obsesionarte con mi cuidado y no me ibas a permitir que fuera partícipe de todo lo que hicimos-terminó murmurando

-Estás en lo correcto-James se cruzó de brazos-Por ahora no sé si fue una buena decisión o…-suspiró-La verdad no sé ni qué pensar en estos momentos-negó levemente mientras sonreía.

Observé a Lucy en silencio.

La encontré viendo con demasiada ternura a un James que continuaba sin creerse nada de lo que estaba sucediendo. Todo estaba sucediendo demasiado rápido.

Ella había movido sus propios hilos con el objetivo de que la búsqueda de Daniel no tuviera interrupciones. Seguramente si James se hubiera enterado, él habría tomado otras decisiones.

Decisiones en las que nadie más aparte de Lucy tomaban parte.

Yo tampoco sabía si Lucy había hecho lo correcto o no al poner en riesgo de esa manera su salud y la del bebé por todos los cuidados que un embarazo requería, pero por muy mal que se escuchara, lo agradecía.

Se lo agradecía demasiado; estuve seguro de que jamás iba a olvidar ese enorme sacrificio que había hecho Lucy por el bien de Daniel. Ella se había encargado de tomar decisiones importantes que, por el momento, no estaban teniendo resultados tan graves.

James la adoraba y sabía que iba a perdonarla a pesar de que no lo dejó ser parte del embarazo. Tal vez en un futuro, él iba a tomar la revancha a su manera

-¿Ya nació?-los tres volteamos hacia donde Heinz llegaba con varias toallas sobre sus brazos

-Todavía no-me reí

-¿Cómo se te ocurre?-Lucy también sonrió, pero hizo una mueca y se retorció. En seguida, James empezó a platicar con ella para intentar calmar su respiración

-¿Por qué tardaste tanto? ¿Y Claudio?-lo interrogué cuando tomé distancia de la pareja para tomar las toallas que Heinz había conseguido

-Estábamos platicando sobre esto-me habló en voz baja-Después fuimos a conseguir lo que James nos pidió-

-Claro, era de esperarse de ti-le arrebaté las toallas y se las entregué a James que se encargó de acomodarlas bajo Lucy

-Fue una gran sorpresa, no me habría imaginado algo como esto-Heinz continuó murmurándome

-Nadie-le respondí y Claudio se unió a nosotros

-Aquí está la soga que me pediste, James-Claudio le entregó dos trozos de soga; cada uno parecía medir menos de medio metro-¿Cómo te sientes, Lucy?-él se hincó a un lado mientras ella empezaba a realizar ejercicios de respiración

-Las náuseas están regresando-a pesar de que fue Claudio quien le preguntó sobre su estado, ella respondió mientras veía a James

-El bebé se está acomodando otro poco, vas a sentir algunas molestias más-James respondió-Te conseguí un balde si es que no soportas las náuseas-le explicó mientras Lucy tomaba el balde metálico que James le ofrecía y lo colocaba a su lado

-Esto es de lo peor-Lucy suspiró

-Todavía podemos llevarte al hospital o llamar a emergencias-Tomás salió de la cocina ¿Ahí se había estado ocultando todo este tiempo?-Ya sabes que no tengo ningún problema en borrar sus recuerdos más recientes-ofreció

-¿Crees que sea lo mejor?-Lucy volvió a dirigirse a James

-Como tú te sientas más cómoda-él se sentó en el reposabrazos del sofá que Lucy continuaba utilizando como apoyo para sus piernas

-¿Hay algún riesgo si nace aquí?-Lucy inquirió

-No cariño, la dilatación está tomando su tiempo porque es tu primer parto, el líquido del saco amniótico fue transparente así que no hay de qué preocuparse-James le aseguró

-Estoy preocupada ¿Qué tal si se atasca?-estuve a nada de reírme, pero me controlé porque no sabía si eso podía “ofender” o preocupar más a Lucy

-¿Puede atorarse?-preguntó Heinz alarmado

-A veces…-James empezó a explicar

-¿A veces?-Lucy también se alteró

-No, no-James negó-Tranquila, desde hace muchos años las mujeres han dado a luz sin ninguna asistencia médica-Lucy asintió y respiró profundamente-Lo poco que conozco sobre este tema y de lo que he examinado, me da a entender que tu parto va por buen camino-

-¿Entonces por qué dijiste “a veces”?-esperaba esa pregunta por parte de Lucy, pero fue Heinz quien la hizo.

Al parecer, alguien estaba más nervioso que la futura madre y el futuro padre

-Porque sí llega a suceder que los bebés presentan complicaciones al nacer, pero en el caso de Lucy, todo va bien-James sonrió-Tranquilos-los observó a ambos y después se acercó a Lucy-La relajación es muy importante, concéntrate en tu cuerpo y poco a poco vas a ir dilatando, guarda tus energías para cuando el bebé se corone y tengas que pujar-Lucy asintió a las indicaciones de James y las horas, empezaron a transcurrir.

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-¿Puedo salir un momento?-nuevamente lo intenté

-No-pero Lucy continuó dándome la misma respuesta de hace tres horas. Suspiré

-Lucy…-negué levemente y relamí mis labios. Necesitaba urgentemente colocarme algo entre ellos

-He dicho que no-afirmó y escuché la risa de James.

Volteé a verlo.

Él continuaba sentado frente a nosotros leyendo una revista. Lucy también se estaba entreteniendo al leer un libro que hace poco más de una hora le había pedido a Tomás

-James está aquí, solo saldré por un instante-lo intenté por octava vez

-Vas a fumar y no quiero que estés junto a mí con ese olor-otra vez, relamí mis labios.

Necesitaba fumar, por lo menos, un cigarro

-Lo fumaré y me daré un baño, también te prometo que me tomaré mi tiempo para enjuagarme la boca-prometí

-Me niego-apretó con más fuerza mi mano entre la de ella-Cambia de página-exhalé antes de cambiarle a la siguiente página.

¿Por qué me había tocado hacerlo a mí? ¿Por qué?

Tomás, Claudio y Heinz habían tenido mucha suerte. Los tres se largaron para realizar otras actividades, pero yo me quedé a un lado de Lucy porque ella decidió que iba a permanecer junto a ella durante todo el proceso del parto.

No me lo preguntó, ella simplemente me tomó de la mano y no la volvió a soltar para nada.

Era por eso que yo estaba siendo el encargado de cambiar las páginas de su libro porque ella lo sostenía con su mano libre.

Era algo estúpido, no tenía caso.

Era como si Lucy hubiera decidido molestarme de esa manera ¿Sus razones? Tal vez todavía no le caía muy bien a pesar de todo lo que ya habíamos convivido.

Suspiré. Estaba a nada de perder la cabeza si no fumaba un estúpido cigarro

-Te volviste en un adicto-Lucy mencionó al mismo tiempo en que cerraba por completo el libro

-Por supuesto que no-negué al entender a lo que se refería.

Yo no me había vuelto en un adicto. Podía controlarlo a la perfección

-Claro que sí, tu mano está sudando demasiado solo porque no has fumado un cigarrillo-elevó nuestras manos mientras las agitaba-Y te estás moviendo mucho, acéptalo-sonrió

-Estás equivocada-nuevamente negué-Solamente fumo cuando estoy estresado-

-Tú siempre estás estresado-se carcajeó-Y además-sonrió burlonamente-La primera fase de la recuperación, es la negación-escuché a James reír-¿O estoy equivocada?-ella habló hacia James

-Estás en lo correcto, mi vida-le respondió

-¿Ves?-ella regresó su atención a mí-Admito que ocultas muy bien el olor, pero tu poca paciencia disminuye otro poco más cuando no fumas-sonrió-Ahora es un buen ejemplo-sonrió hasta el punto en que consiguió enseñar sus dientes, pero para mí buena suerte, esa sonrisa no tardó en convertirse en una mueca de dolor.

Tuvo otra contracción y James se levantó de inmediato para revisarla.

No debía alegrarme, pero sí, por el momento me alegraba

-Está más intensa-Lucy mencionó mientras se retorcía del dolor y apretaba con fuerza mi mano-No se termina-alargó la última palabra

-Estás avanzando, aguanta-James continuó calmándola.

Las contracciones se intensificaron y las horas, transcurrieron.

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-De acuerdo cariño, los 10 centímetros están aquí, es hora de que empieces a pujar-James indicó y ambos lo perdimos de vista.

Él se encontraba entre las piernas de Lucy y yo me mantenía al lado de ella sosteniendo su mano.

Lucy empezó a hacer lo que tanto había ansiado y yo me mantuve ayudándola con la respiración para intentar calmarla cuando James me lo indicaba y también la animaba a que pujara cuando James lo pedía

-¡Estamos aquí! ¡Llegamos!-Tomás anunció desde la entrada de la fábrica.

Hace menos de 2 horas, él se había ido junto con Claudio y Heinz a conseguir algo para comer y al parecer, habían regresado con todo lo que el supermercado vendía; por esa razón, Lucy era la que siempre se encargaba de comprar lo necesario.

Cuando los tres entraron y vieron lo sudorosa que Lucy se encontraba, colapsaron al mismo tiempo

-¿En qué puedo ayudar?-el primero, fue Tomás

-¿Estás bien? ¿Necesitas algo?-Claudio se colocó del otro lado de Lucy

-Necesito aire-Lucy les respondió antes de pujar nuevamente

-Abriré las ventanas-Heinz anunció mientras dejaba las bolsas del supermercado en el piso y se encaminó hacia las ventanas que había justo detrás del televisor.

Esas ventanas, nunca se abrían porque siempre las olvidábamos, pero la ocasión lo ameritaba.

Lucy volvió a pujar y mientras yo tomaba su mano, Claudio se encargó de limpiar el sudor en al frente de Lucy.

Tomás se mantuvo a la expectativa de la situación

-¿Qué es eso?-Heinz preguntó y volteé a verlo.

No comprendí al instante del porqué su rostro parecía estar tan asustado, pero después me di cuenta de que él estaba de pie justo en frente de la entrepierna de Lucy

-¿¡Qué ves maldito imbécil?!-Lucy le gritó, pero Heinz continuó con su vista en la entrepierna de Lucy

-Es la cabeza, está saliendo-James respondió

-¿Qué?... eso es-Heinz hizo una mueca y nadie pudo hacer algo a tiempo.

Heinz se fue de espaldas como si se tratase de un tronco al que acababan de cortar

-¡Idiota!-Lucy gritó y pujó con más fuerza

-Eso es cariño, vas bien, otro poco más-Lucy pujó con más fuerza y mis dedos sufrieron nuevamente

-¡Sácalo! ¡Ya!-Lucy gritó desesperada

-¡Puja más! ¡Más!-James le respondió

-¡AAghh!-Lucy volvió a pujar con bastante fuerza-¡Maldición!-nuevamente alargó la palabra maldición mientras pujaba

-Ya viene, ya viene, solo otro poco más-James indicó y Lucy pujó y gritó al mismo tiempo.

Todo se volvió caótico, pero al escuchar el llanto del recién nacido, supe que jamás iba a olvidarlo

-Es un niño-James anunció y Lucy por fin liberó mi mano-Un niño-James se enderezó y entonces me percaté de que él estaba llorando.

Entre sus brazos, se encontraba su bebé totalmente envuelto con todas las toallas que le habían conseguido.

Observé a Lucy. A pesar de que estaba agotada y totalmente desecha, sonrió y también empezó a llorar.

Esa fue, la primera vez que sudé por una situación complicada, ni siquiera mis misiones en rango A me habían mantenido tan al margen.

Los latidos de mi corazón parecían no querer dar tregua.

Escuché diferentes tipos de llanto a lo lejos y, después de horas, por fin me levanté del sofá y salí de la fábrica sin ver nada más.

Necesitaba fumar ya.

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer!

Nos leemos pronto <3

Sean felices 


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