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Siempre Te Amaré por AniBecker

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Notas del capitulo:

Este capítulo lo actualicé en wattpad hace unos días pero aquí se me olvidó hacerlo, lo siento, así que aquí va la actualización del capítulo seis y la del siete juntas :) 

 

Kakashi terminó de dar su última clase, y los alumnos recogieron sus cosas con rapidez para llegar lo más pronto posible a sus casas, a estar con amigos o marcharse a sus respectivos clubes.

Eso mismo hicieron Naruto y Sasuke, hasta que el profesor de cabellera grisácea paró al azabache antes de que abandonara el aula.

—Sasuke-kun, ¿podemos hablar un momento? —el Uzumaki lo miró y entendió que el adulto quería hablar a solas con su amigo, por lo que se despidió de él diciéndole que lo vería en el club.

—¿Qué quieres, Kakashi?

—Más respeto, te recuerdo que soy tu profesor —suspiró con pesadez—. Quería decirte que Gay-sensei me comentó que aún no habías pagado la parte restante del equipamiento del club.

—Ah… sólo se me olvidó, perdón. Le diré a mi hermano que abone el dinero restante —dijo con algo de nerviosismo y vergüenza, debido a que en el fondo no disponían aún de ese dinero.

—¿Seguro que no hay algún problema? Sabes que el equipamiento puede financiarse, ¿verdad? O si obtienes una beca deportiva se te pagaría todo lo referente a tus estudios —explicó con tranquilidad Hatake.

—¿Por qué me dices eso? Ni que tuviéramos problemas —desvió la mirada para no ser delatado, pero con molestia —Kakashi se puso serio.

—Sé tu historia y la de tu hermano, y créeme que si necesitáis ayuda, podéis contar conmigo. Por eso, si quieres puedo hablar con Minato-san para que se te de una beca, tienes muy buenas calificaciones, y por lo visto también eres muy bueno en el deporte, al ser becado, no tendrías que pagar absolutamente ningún gasto para tus estudios, ¿qué me dices?

—¿Por qué quieres ayudarme? Sólo soy un alumno más, no deberías tener favoritismos. Además, las cosas las quiero conseguir por mis propios méritos, no con ayudas de los demás.

—Y sería con méritos propios, ya que si eres beneficiario de una beca, sería debido a tus calificaciones y tu habilidad en el baloncesto, nadie te está regalando nada —aclaró el profesor, levantándose de su asiento y yendo hasta la puerta del aula—. Piénsatelo, podrías quitarle carga a tu hermano, y tú podrías optar a una gran universidad después de la preparatoria. Nos vemos, Sasuke-kun, cuando quieras hablarlo con más calma, me avisas, de momento debo irme, tengo alumnos que deben quedarse después de clases debido a sus calificaciones.  

El Uchiha lo pensó por unos instantes, y la verdad que no les vendría para nada mal que lo becaran y así su hermano podría dejar uno de sus dos trabajos y no tener tanta carga, contando además con el futuro dinero que ganara con esa sesión de modelaje de la nueva colección de Kushina Uzumaki. Lo hablaría con él cuando llegase a casa.

Por lo pronto, fue dirección al gimnasio para realizar el entrenamiento del club, ya habría empezado y seguro lo estarían esperando.

.

—Vamos, Kakashi-sensei, tengo turno en el bar, debo irme, ya voy tarde —metió prisa Deidara, que había sido uno de esos alumnos que debieron quedarse después de clases debido a sus calificaciones.

—Haber sido más responsable con dónde dejas la chaqueta de tu uniforme, ahora si no está el conserje para abrirte la puerta del laboratorio de química, tendrás que recogerla mañana.

—Un error lo puede tener cualquiera, sólo tenía algo de prisa por ir al club de arte a entregar unas cosas y se me olvidó —comentó bostezando, llevando ambos brazos detrás de su cabeza mientras observaba por las ventanas cómo el sol se ocultaba —ambos fueron hasta la habitación del conserje, él era el que tenía las llaves de todas las aulas.

—Buenas tardes, Fukui-san, ¿podría abrirnos una puerta? Uno de los alumnos se ha olvidado… —calló de golpe al ver la escena, por lo que llamó la atención de Deidara—. Ve y llama a Tsunade-sama que venga, a ver si con suerte aún no se ha marchado a la clínica.

—¿Por qué? ¿qué es lo que pasa? —cuestionó con curiosidad, pero también con preocupación al ver el rostro serio de su profesor. Kakashi lo ignoró, e ingresó dentro de la habitación—. ¡Dios, es Itachi! —exclamó horrorizado, haciendo caso omiso e ingresando en la estancia también.

—Te ha dicho que vayas a buscar a Tsunade-sama, ¡vamos, ve de una vez! —no quería ir, quería acercarse al pelinegro y cerciorarse que se encontraba bien, pero la seriedad con la que Hatake le había ordenado que se marchara, le hizo reaccionar—. Y llama también a tu padre.

Kakashi se agachó, temblando, quitándose la chaqueta que llevaba y poniéndosela encima al Uchiha para cubrirle. Se encontraba inconsciente, y por cómo se encontraba, no había que pensar mucho para figurarse la atrocidad que le habían hecho.

—Maldición… ¿quién ha sido el maldito desgraciado que te ha hecho esto? —susurró con voz quebrada mientras lo abrazaba y observaba que no tuviera ninguna herida más, aparte del golpe que tenía en su cabeza y las heridas psicológicas que ese acto conllevaría.

—¡Oba-chan! —gritó Deidara por el pasillo entrando con rapidez a la enfermería, dónde Tsunade estaba terminando de recoger sus pertenencias para seguir su jornada médica en la clínica privada dónde también trabajaba.

—Mocoso, ¿a qué se debe tanto grito? ¡Y no me llames abuela, no tengo pinta de una!

—Eres mi abuela, es lógico que te llame así, aunque no lo parezcas porque pareciera que hubieras hecho un pacto con el demonio —sacudió su cabeza porque esa mujer le hacía desviarse de la urgencia principal—. ¡No es momento para eso, viaja de mente! Es urgente, debes venir a la habitación del conserje, ha ocurrido una atrocidad.

—¿Qué es lo que ha ocurrido? —tomó su maletín y salió detrás de su nieto a toda velocidad. Cuando llegó, su hijo Minato ya se encontraba allí, Kakashi lo había llamado por teléfono—. ¿Qué le han hecho, por favor?

Lo examinó por encima y, rápidamente ordenó llevarlo a la clínica para atenderlo. Una vez allí, se entró con él para ser ella misma quién lo atendiera, dejando a Minato, Kakashi y Deidara en la sala de espera.

—Ha tenido que ser, o un profesor, o un alumno —habló el de cabellos grisáceos, mirando al rubio mayor—, ya que ha ocurrido en el centro.

—Esto no puede quedar así, hay que llegar al fondo de este asunto, y averiguar quién ha sido el maldito desgraciado que le ha hecho eso a Itachi-kun y tener su castigo —dijo con seriedad Minato—. Como director, no pienso dejar pasar un acto tan atroz y repugnante como este. Tú trabajas con él, ¿no Deidara? —recordó que también trabajaba en el bar Akatsuki con su hijo.

—Sí, no lo conozco mucho, pero de las veces que lo he observado, tengo mis dudas y, aunque no debo culpar a nadie sin estar seguro de ello, sospecho de alguien, y se trata de un alumno.

—¿De quién se puede tratar? Dímelo para mañana mismo llamarlo a dirección y tomar medidas si fuera el culpable.

—Sospecho de Hidan, en varias ocasiones lo he visto cerca de Itachi, y por el rostro de éste, podía notar que no se sentía a gusto.

—¿Por qué será que no me sorprende? —dijo Kakashi—. Ese alumno es muy problemático. Ahora que lo pienso, debía haberse presentado también a clase de refuerzo, y no lo hizo.

—Mañana mismo lo llamaré a mi despacho, y si ha sido él, será expulsado del centro.

—Primero debemos escuchar la versión de Itachi-kun, él nos podrá decir quién fue.

—Si ha sido él, lo mataré, a ese maldito lo mataré.

—Deidara, deberías llamar a Sasuke-kun, seguro estará preocupado por su hermano, debe estar enterado de lo que le ocurrió.

—No tengo su número, nunca he tratado con él, sólo lo vi el otro día en casa un momento nada más.

—Llama a Naruto, él seguro tendrá su número o sabrá dónde localizarlo —el rubio menor asintió y salió a la puerta de la clínica para realizar la llamada a su hermano que, después de hacerle mil y una preguntas celosas, le dio el número de Sasuke, a quién llamó con rapidez y le dijo que fuera a la clínica.

El pequeño Uchiha llegó lo más rápido que pudo, completamente preocupado por su hermano.

—¿Qué es lo que ha pasado con Itachi? ¿Está bien? —las miradas de Minato, Kakashi y Deidara se posaron sobre él—. ¿Por qué no me has querido decir qué es lo que pasó con él?

—Verás, Sasuke… —empezó hablando Hatake, que le contó con mucha delicadeza lo sucedido.

—¿Qué? A él… ¿quién ha sido? —su oscura mirada se posó sobre Deidara, y fue a sujetarlo de la camisa de su uniforme—. Has sido tú, ¿verdad?

—¡Suéltame! —se zafó el rubio, molesto de que dudaran de él—. Primero nunca haría algo tan aberrante como esto, segundo tengo coartada porque Kakashi-sensei puede corroborar que todo el tiempo estuve con él, y tercero, no sería tan hipócrita de estar aquí siendo el culpable.

—Entonces ¿quién ha sido?

—Alguien del instituto, eso está claro. Tranquilo, Sasuke-kun, pienso llegar al final de este asunto y la persona culpable, sea profesor o alumno, pagará las consecuencias.

—Juro que si me encuentro a quién le ha hecho esto a mi hermano, lo mataré —sus orbes se intensificaron, lleno de ira—. ¿Quién fue?

—No lo sabemos, debemos esperar a preguntarle a Itachi —en ese momento apareció Tsunade, que ya llevaba mucho tiempo atendiendo al Uchiha mayor—. Madre, ¿Cómo se encuentra Itachi-kun? —la rubia miró a su hijo con seriedad en su rostro, y posó sus orbes caramelo en Sasuke.

—¿Tú eres hermano de Itachi-kun?

—Sí, lo soy, ¿qué es lo que tiene?

—¿Eres mayor de edad? —éste negó—. Quisiera poder hablar con tus padres o alguien de tu familia que sea mayor de edad.

—Sólo somos él y yo, no tenemos más familiares —al decir eso, Kakashi intervino—, ¿por qué no me lo puede decir a mí?

—Tsunade-sama, cómo el tutor de Sasuke en lo académico soy yo, si quiere puedo interferir por él.

—Está bien, entonces pasen a mi despacho. Minato, ¿se sabe quién fue el culpable?

—No, pero no dejaré pasar algo tan grave cómo esto, no te preocupes, madre.

—Esto es más grave que una violación. Regresad a casa, Itachi-kun está sedado, se puso muy nervioso cuando despertó y no es conveniente que tenga a nadie más por aquí. Minato, total discreción en todo esto.

—No hace falta que lo digas. Vamos, Deidara.

—Pero… ¿qué hay más grave que la violación a Itachi? —cuestionó el rubio menor, esas palabras le habían hecho preocuparse.

—Es algo privado que sólo al paciente y familia le concierne —respondió Tsunade, despidiéndose de su hijo y nieto e indicándole a Sasuke y Kakashi su consulta.

—¿Qué es lo que tiene mi hermano? Me está preocupando —se impacientó el azabache.

—No me diga que está…

—No, le dimos un anticonceptivo de emergencia. Aunque un embarazo debido a una violación no deseado hubiera sido el menor de sus problemas.

—¿Qué quiere decir?

—En algún momento, ya fuera que su agresor se lo hiciera o en el forcejeo por liberarse de éste, tuvo que golpearse en la cabeza, por lo que le realizamos las pruebas pertinentes para evitar algún daño interno, descubriendo que el nervio óptico está siendo obstruido por un coágulo de sangre, y que debido a ello, ha perdido la visión.

—¿Cómo? ¿Mi hermano está ciego? —la doctora asintió.

—¿Ese golpe que recibió fue el causante?

—No, pero sí el detonante. El coágulo lo tenía de antes, se le fue formando debido a algún otro golpe que recibiera antes que este, pero sí fue el que hizo que el coágulo terminara de obstruir el nervio óptico.

—¿Hay alguna posibilidad que vuelva a ver? —Kakashi, sereno, trataba a su vez de tranquilizar a Sasuke que se puso a llorar debido a tal noticia.

—La hay. Primero probaremos con medicación intentar deshacer el coágulo. Si con la medicación no lo consiguiéramos, habría que proceder a una cirugía.

—Nosotros no… tenemos ni dinero para pagar ahora, cómo para pagar la medicación y una posible cirugía… —susurró devastado—. Soy lo peor… no sé cómo diablos ayudar a mi hermano…

—Tranquilo —posó su mano en el hombro del menor—, alguna solución encontraremos. Por lo pronto, yo me hago cargo de los gastos.

—De eso nada, estos gastos corren por cuenta de la clínica. Con la medicación no te preocupes, y de la cirugía ya nos preocuparemos si al final necesitamos de la intervención.

—Tsunade-sama —entró una de las enfermeras.

—¿Qué ocurre, Shizune?

—El paciente que se encuentra en observación despertó, ¿le suministramos otro sedante?

—No, su hermano quiere verlo. Sasuke-kun, sígueme hasta dónde se encuentra tu hermano.

El menor se levantó de su asiento y siguió a la mujer, mientras Kakashi realizaba una llamada y los seguía también, a petición del propio Sasuke.

—Nii-san… —se abalanzó sobre el de cabellos largos, que se encontraba tumbado en la cama, sin apenas inmutarse—. Lo siento por no haberme dado cuenta de tantas cosas.

—¿Por qué te disculpas? Tú no tienes la culpa de nada —respondió, con voz apagada.

—Tu hermano ya está al tanto de todo, y no debes preocuparte de nada. Ya sé que es duro, pero debido a los motivos por los que fuiste traído a la clínica, tuvimos que dar parte a la policía, y está esperando para poder interrogarte por lo sucedido.

—Ya le dije que no quiero tener que volver a hablar de eso. No sé quién fue, no lo había visto en mi vida, y aunque me lo mandaran a reconocer no podría hacerlo ahora, así que es inútil.

—¿Seguro que no te sonaba su cara de nada? Al menos su color de cabello, de ojos, su complexión física, si llevaba el uniforme de la escuela o se trataba de un profesor.

—Sasuke, pasó demasiado rápido, no recuerdo ahora mismo ni cómo era, ni su ropa. Sólo que no lo conozco —se giró en la cama, aunque lo viera el rostro de su hermano, al hacerlo sentía que así lo podía evadir.

—Está bien, no te forzaremos de momento.

—Quisiera irme a mi casa, por favor, quiero el alta médica —pidió incorporándose.

—No puedes, debes quedarte internado en observación. Además, aún no se te recetó la medicación para deshacer el coágulo.

—No lo quiero. Ya le dije, no tengo dinero para pagar nada.

—Pero tú no te preocupes por eso, Nii-san, yo lo consigo cómo sea.

—¡No! No Sasuke, tú por favor no intentes hacer nada, no quiero que te ocurra nada —lo atrajo hacia él.

—Tranquilo, Itachi-kun, no tienes por qué preocuparte por el dinero, yo os ayudaré en todo lo que necesiten —intervino Kakashi.

—¿Quién es? —preguntó algo cohibido, él pensó que sólo se encontraban en la habitación la doctora y su hermano, y haber oído una voz que no lograba reconocer y más aún masculina, lo puso nervioso.

—No te alteres, debes estar tranquilo. Él es Kakashi-sensei, es mi tutor de clases, él fue quién te encontró.

—Gracias —respondió con educación—, pero no…

—Me da igual lo que digas, yo de forma voluntaria y desinteresada los ayudaré. Sasuke me dijo que no teníais más familia, por lo que ¿cómo piensas suministrar dinero encontrándote así? Lo primordial e importante es que te cures.

—Así es, y no te pienso dar el alta médica aún. Te recuerdo que también necesitarás ayuda psicológica, aunque quieras aparentar estar bien, yo sé que no lo estás, y tampoco te puedo dejar ir así cómo así —sentención Tsunade—. En la mañana regreso para volver a checarte. Sasuke-kun, lo siento ya sé que no quisieras separarte de tu hermano, pero en observación no se puede quedar nadie con el paciente, debes regresar a tu casa y volver mañana.

—Está bien… Nii-san —le sujetó las manos con ternura—, mañana mismo estoy aquí contigo nuevamente.

—No vayas a faltar a clase por favor, si vas a venir al hospital, que sea después de clases. Esto… ¿Kakashi-sensei, le importaría acompañar a mi hermano a la casa? Tendrá que ser de noche y me da miedo que regrese solo, es peligroso y no quiero que le pase nada.

—No te preocupes, Itachi-kun, yo me encargo que llegue a casa sin problemas. Mañana preguntaré por ti —Sasuke se despidió de su hermano y se marchó junto con el peligris.

Una vez solo, se giró en la cama y no pudo evitar llorar. ¿Qué había hecho mal en esta vida o en la anterior para que le pasara tanta desgracia? ¿Qué iba a pasar ahora con ellos, si él en su ahora condición no podía ni tan si quiera valerse por sí mismo? ¿Cómo iba a seguir trabajando para mantener a Sasuke? ¿Qué iba a ser de él? Más que por su propia salud, que ya estaba lo suficientemente destrozada, se preocupaba por la vida de su hermano.

Si ya antes era un horrible hermano mayor que no era capaz de poder hacerse cargo de su hermanito, ahora era un completo inútil en su vida.

Con frustración, rabia y dolor, dejó que las lágrimas salieran en abundancia de sus ojos.

Kakashi, después de dejar a Sasuke en su casa, muy a pesar del menor de que no lo hiciera para evitar que supiera en dónde y en qué condiciones vivían, pero el de cabellos grisáceos insistió, mientras iba hacia la suya, y era encontrar a cierta persona, por el bien de esos hermanos, y más, cuando no había duda del apellido de ellos en relación a dicha persona.

Él era su salvación, por lo que debía encontrarlo a como diera lugar.

 

 

Notas finales:

Gracias por leer :) 


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