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La banda: El inicio por TeaPartyWriters

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—¡¡AAAAAAAGH!! ¿¿QUÉ HARÍA DARREN EN ESTA SITUACIÓN?? —gritó Dexter a sí mismo, revolviéndose el cabello sentado en el suelo de su habitación. Cabe recalcar que se encontraba a solas. —¿PAGARLE A ALGUIEN PARA QUE DECIDA? 

 

El chico tomó aire, decidiendo tomarse en serio su role-play. —Buenos días, soy Darren Hunt, una persona completamente adulta e inteligente, que para empezar nunca tendría un problema tan infantil como no saber si comprarle un anillo a su novio.

 

Dexter frunció el entrecejo. —¡No me insultes, Darren imaginario! —se quejó. —¡Dame algo útil! ¡PROS Y CONTRAS! ¿DÓNDE HAY PAPEL EN ESTA CASA?

 

Revolvió sus cajones hasta decidir sacar un poster de la pared para escribir en el reverso.

Pros: 

  • Casarme con Mitch, vivir juntos y adoptar muchos perritos.

  • Mitch estaría feliz. Creo. Yo también. Y mis papás.

  • Haríamos una fiesta gigante.

  • ¡La banda puede tocar en la fiesta!

 

Contras:

  • Somos muy jóvenes.

  • Mitch podría decir que no :( 

  • ¿Estoy haciéndolo porque Tarik lo va a hacer…?

 

—¡Boda doble! Eso va en pros —se dijo en voz alta. 

Admiró su lista, pensativo. Y pensar seriamente en cosas no era su fuerte, así que se forzó a concentrarse, molestándose consigo mismo cuando empezaba a tocar batería con los dedos en sus piernas en lugar de seguir reflexionando. Era un problema complicado. Dex detestaba las complicaciones.

 

Logró estar cinco minutos sentado hasta ponerse de pie y tomar su celular para comprar un anillo por internet. Aún no tomaba una decisión, pero creía que eso le ayudaría a ganar tiempo. Según el sitio, tardaría dos semanas en llegar. Había pospuesto exitosamente tener que pensar. 

 

Apenas cerró el email de confirmación, recibió un mensaje de Mitch. “¿Estás en tu casa?”, decía. “Sí”, respondió. “¡Ábreme!”. 

 

Dexter bajó la escaleras en exactamente 2.3 segundos y abrió la puerta, encontrándose de frente con su novio, al que se colgó inmediatamente desde el cuello. —¡MIIITCH, ESTA ES LA MEJOR SORPRESA QUE HE RECIBIDO EN MI VIDA!

 

El castaño rió algo avergonzado y sostuvo a Dex por la cintura. —Me alegro que estuvieras en casa, debí avisar… ¿No estás ocupado?

 

—Nunca para mi pequeño marshmallow.

 

—¿Ese soy yo?

 

—¿Ves a otro marshmallow por aquí?

 

—Creo que no.

 

Con mucha paciencia (y fuerza), Mitch subió las escaleras llevando a Dex colgado a su cuerpo como si fuera un koala aferrado a un árbol. Sus padres no estaban en casa, aunque su presencia no habría cambiado en absolutamente nada la conducta del baterista. Al menos Mitch se sentía en más confianza para hablar, aún le costaba conciliar su opinión sobre figuras paternas.

 

Pero era otro el tema que lo llevaba a esa visita sorpresa. —Quería contarte algo —comenzó a decir, sentándose en la cama de Dexter, aún con el chico encima. —Me… —tomó aire. —¡Dex, me ofrecieron una beca para jugar fútbol! —soltó, ya dejando de intentar sonar controlado. —¡Me scoutearon! ¡DEX!

 

—¡¡¡AAAAAH!!! ¡MITCH! —respondió el baterista tan emocionado como él, tomándole el rostro para llenarlo de besos. —¡ESE ES MI NOVIO, EL MEJOR FUTBOLISTA QUE EXISTE! ¡NEYMAR QUIÉN TE CONOCE! 

 

—¿Estuviste estudiando…?

 

—¡POR SUPUESTO! 

 

Mitch rió y abrazó con fuerza a su novio, convencido de que era la mejor sensación del mundo tener a alguien con quien compartir ese momento, una persona que genuinamente se alegraba por sus logros. Ver a Dexter así de feliz era increíble, esperaba poder seguir a su lado para verlo sonreír.

 

Sintiendo el corazón latirle muy fuerte, se movió para desamarrar la pulsera de hilo en su muñeca. Era de tres colores y tenía un balón de fútbol pequeño. —Me la dieron cuando entré al equipo de la escuela, es un amuleto —explicó. —Quisiera que… la tuvieras tú. Y que la lleves a mis partidos para darme suerte. Cuando puedas, claro, pero… juego mejor cuando estás ahí y quiero impresionarte —admitió, con la cara roja.

 

Dexter pensó que podría derretirse ahí mismo. —¡IRÉ A TODOS TUS PARTIDOS! ¡TODOS! —gritó, haciendo reír a Mitch nuevamente. Levantó la mano para que pudiera amarrar los hilos alrededor de su muñeca, sonriendo tan grande que le dolía la cara.

 

—Es… tradición regalar esta pulsera luego de la escuela —agregó Mitch. —Los chicos suelen dárselas a sus novias. Dicen que así se mantienen juntos… para siempre.

 

La expresión del baterista cambió completamente. Parpadeó varias veces, mirando alternadamente a la pulsera y luego a Mitch. —¡Quiero decir que…! Sé que somos jóvenes y no llevamos tanto saliendo, pero… me haces feliz. Espero poder hacerte feliz también, el tiempo que sea.

 

—¡MITCH, TE AMO, CASÉMONOS! —soltó Dexter, avalanzándose sobre Mitch, empujándolo a la cama. Sin esperar respuesta, comenzó a quitarse la ropa. No tenía ni idea de qué quería hacer primero, sólo sentía muchas cosas y necesitaba que la piel de Mitch fuera una de ellas.

 

—También te amo, Dex… —fue lo único que alcanzó a contestar el castaño antes de ser atrapado en un beso muy profundo. 

 

***

 

Con los exámenes de fin de año a la vuelta de la esquina, los chicos debieron discutir más cuando Darren pasó a buscarlos a cada uno a sus casas un sábado por la tarde. Sin embargo, ninguno puso objeciones a salir aunque el peliverde no les diera explicaciones sobre a dónde iban. ¿Sería preocupante que sólo obedecieran a su manager de esa forma? ¿O era la manera de llegar al éxito? Sólo el tiempo podría decirlo.

 

—¿A dónde crees que vamos? —susurró Alex a Dexter, que contestó en voz baja.

 

—No tengo idea.

 

—¿Por qué susurran? —preguntó Darren, que conducía el automóvil. Ambos dieron un saltito en su asiento. Darren frunció el entrecejo. —¿Por qué están asustados? Tarik, recuérdales que tenemos un concierto importante.

 

El rubio parpadeó, confundido. —¿Tenemos un concierto?

 

—¡¿Qué!? —exclamaron Dexter y Alex al unísono.

 

—¿Nadie se acuerda?

 

—No nos dijiste —aclaró Matt. De cualquier otra persona (incluido Tarik), Darren habría desconfiado.

 

—Oh… —entendió que olvidó decirles, pero no podía admitirlo. —Bueno, es algo de última hora. Los invitaron a tocar en Blue Sky.

 

Hubo una pausa, pequeña. Luego, gritos y felicitaciones de todos menos Matt y Darren, que seguían con expresiones serias. —¿No es sólo un bar? ¿Por qué tanta emoción?

 

—¡¿SÓLO UN BAR?! —se quejó Tarik. —¡The Ramones tocó allí!

 

—¿Cuándo?

 

—¡Cuando no eran nadie! —respondió Alex. —¡Nosotros no somos nadie! ¡Podríamos ser alguien!

 

—Es la idea —convino Darren. —Sus instrumentos ya están allá, también un cambio de vestuario, tendrán veinte minutos para hacer pruebas de sonido. 

 

La emoción fue suficiente para distraer a tres cuartos de la banda. Fue sólo Matthew quien dio una mirada a Darren a través del espejo retrovisor, una silenciosa acusación de “se te olvidó decirnos”, la cual Darren ignoró. Eso dejó a Matt concentrarse en una súbita ola de nerviosismo por tocar en público que no eran un montón de adolescentes con escaso gusto musical. Esperaba que la clientela de ese lugar bebiera mucho y tuviera estándares bajos. Esa era la fe que le tenía a su propia banda.

 

Recordó brevemente que Hayden disfrutó su concierto la vez pasada. Realmente no quería pensar en él.

 

Por su parte, Tarik llevó una mano al bolsillo interior de su chaqueta, donde llevaba la caja de terciopelo. Aún tenía un sabor amargo en la boca por la discusión con Lionel y esa mínima duda de si estaría arruinándolo todo con su propuesta, que se disipó al pensar que era el momento perfecto. Ese concierto marcaría un antes y un después en su banda, tenía que ser una señal del destino poder proponerle matrimonio a Darren en el escenario. Estaba convencido.

 

Con diferentes niveles de ansiedad y formas de demostrarlo, bajaron del automóvil y fueron guiados al escenario a hacer las pruebas de sonido necesarias. Luego, les tocó esperar en una pequeña sala donde se dedicaron a afinar sus instrumentos, pasear nerviosos y escuchar a Alex vocalizar exageradamente. Dexter escribió a Mitch para que pudiera ir a verlos, continuando por su larga lista de amigos.

 

—Quedan cinco minutos —advirtió Darren, entrando a la sala. Guardó su celular en el bolsillo luego de revisar el último mensaje y se puso frente a ellos. —Quiero contarles algo. Compré un edificio.

 

Los chicos lo miraron confundidos. —Uhm… ¿felicidades? —contestó Dexter. Darren rodó los ojos.

 

—Es para mi sello discográfico. Acabo de terminar el papeleo y ustedes serán mis primeros clientes. Lo que sigue es musicalizar una película, grabar su primer disco y luego nos vamos de gira. Tengo sus contratos aquí para que los firmen.

 

El peliverde dejó una pila de papel sobre la mesa. Era mucha información para todos, que se quedaron algo silenciosos. Tarik se acercó a él y le besó la mejilla. —Felicitaciones.

 

—¡Es hora de salir! —les gritaron desde el escenario. 

 

—Vayan, luego discutimos los contratos —apremió Darren. —Disfruten el concierto. Será la última vez que toquen en un bar.

 

Con la sonrisa de su manager aún en la mente, se apresuraron a acomodarse en el escenario, que se veía extrañamente más grande que minutos antes cuando hicieron las pruebas. No habían más de 100 personas en ese lugar, pero se sentía como si fuera un estadio entero. Era la sensación de que después de ese concierto, sus vidas cambiarían para siempre.

 

Sin tener que decirlo en voz alta, decidieron seguir el consejo de Darren. Estar poco preparados y en un lugar pequeño les daba la posibilidad de pasarlo bien. Dexter tomó la oportunidad antes que los demás. —¡HOLA A TODOS, SOMOS THE SKY COLLAPSERS, SI LES GUSTA NUESTRA MÚSICA BEBAN MUCHO PARA QUE NOS PAGUEN MÁS! ¡ESTA SE LLAMA DIRTY LITTLE THING! ¡1, 2, 3…! 

 

Entre risas, comenzaron a tocar la canción. Alguna vez, por supuesto entre cervezas, conversaron sobre lo divertido que sería elegir canciones al azar y que los demás tuvieran que seguirlas sin que se notara su juego. Era la oportunidad perfecta para hacerlo y Matt tuvo que apresurarse a marcar el ritmo con su bajo, dándole una mirada a Dexter de que se la devolvería. Tarik siguió con la guitarra y finalmente llegaron a la parte donde Alex cantaba:

 

—Can't stop thinking must of been tripping this evening

My mind is racing demons and all of my feelings are numb

 

—Yeah and when I roll with my head in the wind

And I feel like the king of the —acompañaron los demás musicalizando.

 

—Dead men wishing they had gotten together with you, girl

But you're a dirty little liar with a message of obsession to come

 

Era una buena canción para comenzar, se defendería Dexter más tarde. La gente comenzó a levantarse de sus mesas y acercarse al escenario, inevitablemente moviéndose al ritmo de la canción. Las luces estaban enfocadas en ellos, causándoles comenzar a transpirar, pero nada podía importarles si tenían un público escuchándolos.

 

—¡Gracias por acercarse, ahora vamos a seguir con I ONLY WANT YOU! —tomó el micrófono Matt, para sorpresa de sus compañeros. Dexter se largó a reír, girando rápidamente las baquetas, pues la canción comenzaba con batería.

 

—When I feel like you get too close I put you right down 

I never really leave I just slip away 

And it's not my purpose to break your spirit 

I'm not really interested in what's in your heart 

I don't want you to fall in love now so please don't start —cantó Alex. Le estaba gustando que lo pusieran a prueba y también poder apreciar tan de cerca las reacciones de la gente, que cada vez bailaba más. —¡Son un excelente público! —declaró una vez que terminó la canción. —¡Y antes de que se me adelanten, ahora viene FALLING IN LOVE!

 

Todos se acercaron a los micrófonos para cantar en conjunto el inicio. 

 

—You're so bad, you're so bad, you're so

You're so bad, you're so bad, you're so

 

Era una de las canciones que más tocaban en los ensayos, la sabían a la perfección, pero a todos les gustaba improvisar alguna parte y la música lo permitía. Además, Alex podía darse el gusto de jugar con el micrófono en su parte favorita: —You ain't that good is what you said down to the letter

But you like the way I hold the microphone

Sometimes I’m good but when I'm bad I'm even better

Don't give me no lip, I've got enough of my own

 

Continuaron con otras canciones, probando qué tan románticos podían irse o cuánto rock quería la audiencia. Era lo bueno de estar en un lugar pequeño y tanto tocar en ellos los hizo poder leer a la gente, saber exactamente qué querían y cuándo. Practicar juntos en esos meses también los hizo descubrir una química sin igual, donde todas las diferencias quedaban fuera del escenario y se complementaban como si hubieran nacido para hacer música juntos. 

 

Nadie quería salir de allí, ni ellos ni el público, que continuaba pidiendo canciones. Se sentían exhaustos, corrían sólo en la energía prestada de los bailes, gritos y aplausos. Prometieron una última canción.

 

—¡PARA DESPEDIRNOS: THE PRETENDER! —escogió Tarik. Creían que era una buena nota para terminar.

 

—Keep you in the dark, you know they all pretend

Keep you in the dark and so it all began

Send in your skeletons, sing as their bones go marching in, again

The need you buried deep, the secrets that you keep are ever ready

Are you ready?

I'm finished making sense, done pleading ignorance

That whole defense

Spinning infinity, boy, the wheel is spinning me

It's never-ending, never-ending, same old story

What if I say I'm not like the others?

What if I say I'm not just another one of your plays?

You're the pretender

What if I say I will never surrender?

 

Todos se sentían adoloridos, agitados y deshidratados de tanto transpirar, pero también satisfechos. Era eso lo que querían hacer y harían todo para lograrlo, porque no había nada mejor que causar esa euforia que veían en las personas que los escucharon tocar. 

 

—Tenemos una última cosa que decir —robó el micrófono Tarik, aún sin poder recuperar el aliento. —Queremos pedirle a Darren Hunt que suba al escenario.

 

Dexter se llevó las manos a la boca, sorprendido. Alex y Matt no tenían idea de qué iba a suceder, aunque pidieron mentalmente que no fuera una locura de parte de Tarik. El anillo aún estaba en su chaqueta.

 

Su manager contempló la posibilidad de ignorar la petición. No quería salir allí, detestaba la idea de subir a un escenario y su idea era estar siempre detrás de bambalinas. Miró horrible a Tarik, que se dedicó a agitar a la gente para que gritaran su nombre. —¡Darren, Darren, Darren…!

 

Sin otra opción, se vio obligado a subir. Tarik le ofreció la mano y él la tomó, apretando los labios por la incomodidad. —Darren, perdón. Prometo no hacerte esto nunca más —aseguró el rubio. Dexter apenas podía respirar. —Sólo quería… agradecerte. Estamos aquí por ti. ¡Gente, un fuerte aplauso para nuestro manager, Darren Hunt! ¡Si logramos ser cualquier cosa parecida a una banda seria, es gracias a él!

 

Alex, Matt y Dexter se unieron a los aplausos y subieron la apuesta acercándose a abrazar a su manager. El momento que compartieron allí estaría en sus corazones para siempre.

 

Aún se sentían llenos de adrenalina cuando volvieron a la pequeña sala tras el escenario. Darren no quiso admitir que se le formó un nudo en la garganta y los distrajo entregándoles los contratos. —Lean con cuidado. Les recomiendo que un abogado…

 

—Ya está —dijo Tarik, firmando sin mirar.

 

—Yo también —siguió Dexter. 

 

—Darren… Gracias, de verdad. No hay nadie en quien confíe más —agregó Alex, sonriendo al firmar el contrato.

 

Los tres miraron a Matthew, que estaba leyendo la segunda página. —¿Qué? ¿Y si firmaron entregar a su primogénito? —frunció el entrecejo. Luego sonrió. —Está bien. Confiaré también.

 

El peliverde tomó los contratos y los guardó en su bolso. —Bien, ahora que sus almas me pertenecen… ¿vamos a celebrar?

 

Ante la unánime afirmativa, los chicos se movieron hacia la puerta, comentando sobre el concierto. Dexter detuvo a Tarik por el brazo, esperando a que se alejaran lo suficiente para no oír. —¡Pensé que ibas a hacerlo hoy!

 

—Yo también —admitió el rubio. Su mirada estaba en la espalda de Darren. —¿Ves lo feliz que está? Darren no es muy expresivo, pero se nota —Dexter asintió. —Creo que… es muy pronto. La banda recién comienza, la empresa de Darren también. Yo… puedo esperar. Sé que no irá a ninguna parte.

 

—Aaah, ¡estás tan grande! —exclamó, apresurándose a abrazar a tu amigo. —¡Y yo que te conocí de bebé!

 

—¡Basta! No me conociste de bebé.

 

—¡Claro que sí, te sostuve en mis brazos, te cambié los pañales…!

 

—¿Qué están haciendo? Vengan —los llamó Darren, desde la puerta. 

 

Matt revisaba su celular por un mensaje que empezaba a perder esperanza de que llegara. No quería admitir a nadie que esperaba algo aún de su compañero de laboratorio, ni tampoco quería sentirse de esa forma. De alguna manera, quería dejar la puerta entreabierta para que lo contactara con facilidad, si así quería.

 

Tuvo una idea y se acercó a una persona al azar, pidiéndole que les tomara una foto. —¡Hey, foto de banda! —indicó.

 

Todos se acercaron y pusieron sus mejores caras. Matt puso su nombre real en su cuenta de Instagram y subió la primera foto oficial de ellos cinco, porque Darren estaba incluido. Metió el hashtag #TheSkyCollapsers y pensó en que algún día, Hayden podría encontrarlo.

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer hasta aquí! Puede que se sienta extraño cortar la historia en este momento, pero es porque esta es sólo la primera parte. La siguiente tiene un salto de 5 años y se concentra en Matt, Logan, Alex y nuevos personajes. 

 

Lo que se viene para nosotras es publicar una historia anterior: la de Jecht y Lionel. Nos tomaremos unas semanas de descanso y comenzaremos, estamos muy emocionadas de poder contarles sobre ellos.

 

Cuando la terminemos, continuaremos con la segunda parte de "La banda".

 

¡Gracias, gracias, gracias a todas las que nos leyeron! Sus comentarios nos ayudaron a seguir adelante durante todos estos meses y siempre nos pusieron una sonrisa en la cara. ¡Son lo mejor! Esperamos que sigan apoyándonos en nuevas historias. 


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