Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ese algo llamado Amor (Riren/Ereri) por Tesschan

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Descargo: Shingeki no Kyojin y sus personajes le pertenecen a Hajime Isayama, yo solo los he tomado prestados para esta historia.

Encuentro LV:

Vale la Pena

 

 

 

Fin de año llega como una vorágine de locura y trabajo extremo, con la librería tan llena a causa de la Navidad que a Levi le ha resultado difícil tener un respiro, mientras que el mocoso ha debido repartirse entre compromisos familiares y académicos antes de las vacaciones, por lo que apenas han logrado verse durante esos días.

No obstante, esa noche es Noche Buena y él ha sido invitado a casa de los Jaeger para celebrarla, y aunque aquella festividad no es algo que le guste ni ilusione demasiado, no tuvo corazón de negarse cuando recibió la llamada de Carla. Eren, por supuesto, se puso eufórico de felicidad al enterarse de la noticia, y aunque sea solo por ese motivo, Levi se siente compensado.

Y es debido a ello que ahora se encuentra cerrando a toda prisa para correr a casa y cambiarse antes de dirigirse al hogar del mocoso; sin embargo, al pensar en verlo y la petición formal que le hará esa noche, Levi siente su estómago contraerse y arrugarse como un estropajo.

Joder, ¿qué tan difícil puede ser pedirle a alguien que viva contigo?

Apenas sale y activa la alarma de la tienda, cuando el desconcertante movimiento de una sombra lo sorprende. Al levantar la vista se encuentra frente a frente con Eren. Verlo así, envuelto en su abrigo negro y apoyado contra el muro, trae a su memoria aquel primer encuentro directo que tuvieron y el cual acabó en una invitación para un café, que él aceptó, y fue el inicio de todo entre ellos.

—¿Acosándome, Jaeger? —pregunta en broma, acercándose para tomar la mano que se extiende en su dirección y aferrarla con la suya. Los dedos del mocoso están fríos a causa del gélido viento que arrecia en el exterior, y Levi no puede sino preguntarse cuanto tiempo ha esperado por él.

—Claro que no. Solo vengo a invitarte a una cita especial —le dice contento el chico, tirando de él para instarlo a andar—. Aun es temprano para que vayamos donde mis padres, así que tendremos tiempo.

A pesar de que Levi está cansado del trabajo y a que sus planes se han arruinado, no protesta en absoluto. Aquel condenado mocoso es imprevisible, como siempre, y si algo ha aprendido en aquellos meses que llevan juntos, es que muchas veces es más fácil nadar a favor de la corriente de sus caprichos que oponerse a ella.

Aunque la tarde ha comenzado a refrescar, el paseo resulta agradable. Las calles siguen atestadas de compradores y la colorida decoración navideña lo inunda todo, haciendo que la atmosfera festiva sea casi palpable.

Eren, tan entusiasmado como un niño, compra castañas asadas que comparte con él y habla sin cesar de la cena de esa noche, dejando que sus palabras y risas vuelen en el vaho de su aliento mientras Levi, simplemente, se siente dichoso por poder contemplar su sonrisa y ser parte de aquella felicidad.

Es solo cuando finalmente llegan a un pequeño parque, lejos de la zona central, que el chico guarda silencio y lo mira algo cohibido, entornando los verdes ojos hasta que sus largas pestañas oscuras crean sombras sobre sus pómulos, formando una imagen muy bella.

Levi contempla a su alrededor, buscando algo que lo ilumine, pero no halla nada especial en ese sitio. Es un recinto pequeño, lleno de caminos serpenteantes y largas hileras de árboles perenes que lucen oscuros y cargados de humedad condensada, así como otros tantos que ya han perdido sus hojas y se alzan pálidos y desnudos mientras estas descansan a sus pies.

Y es entonces que él recuerda su promesa; aquella petición del chico para que paseasen juntos y vieran las hojas de otoño; cita que acabó aplazándose, indefinidamente, debido a la lesión de este.

Una vez más mira a su alrededor y lo envuelve la tristeza al comprender que el dorado y el oro de la estación otoñal ya se ha ido, siendo remplazado por los colores pálidos y severos del invierno. Una oportunidad perdida.

Aun así, Levi destierra el pesimismo de su cabeza y aprieta con fuerza la mano que se enlaza con la suya, transmitiendo en aquel gesto toda su emoción.

—Lamento que no haya sido este año, Eren; pero te prometo que será el siguiente, y el siguiente después de ese. Será cada año mientras tú decidas que así sea.

La sonrisa que este le regala es radiante, llena de una felicidad genuina que Levi siente extenderse dentro de él y mitiga su pesar.

—¿No hay una pregunta que desees hacerme, Levi? Si no aprovechas hoy, que me siento especialmente generoso, creo que tendrás que esperar hasta el próximo año.

Divertido por el descaro de su novio, él pellizca una de sus mejillas y lo hace quejarse en protesta, dejando que luego sus mismos dedos recorran aquel rostro amado, trazando cada curva, cada detalle, como si quisiera grabarlo en su memoria a través del tacto.

Se miran a los ojos y Levi tiembla por dentro una vez más, porque está asustado, muchísimo. Aquella es la primera vez que dará ese paso con alguien, pero, ¿qué más da? Desea arriesgarse.

—Oi, Eren, ¿quieres vivir conmigo?

A pesar de ya anticipar la respuesta que este le dará y a que ni siquiera han pasado unos pocos segundos desde que formuló aquella pregunta, la espera le resulta angustiosa.

El chico, no obstante, acuna su rostro con delicadeza y besa sus labios, contemplándolo con aquella verdeazulada mirada de ojos sonrientes que hace explotar la felicidad dentro de su pecho, expandiéndola más allá de lo imaginable. Más allá de lo que jamás pudo siquiera soñar.

—No me negaría por nada del mundo, Levi. Arriesguémonos. Hagamos que esto funcione.

Y a pesar de saber que aquello será difícil y que aquel nuevo paso en su relación de seguro muchas veces lo enloquecerá, no puede dejar de estar contento. Tiene a quien es la luz de su vida a su lado; un riesgo que, ciertamente, vale la pena.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).