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Lo que amamos de ti por xMaiia

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Notas del capitulo:

Wattpad.

"Tienes que escoger una opción, es muy importante. ¿Sacrificarás tu útero?"


Aquellas palabras tan sólo rondaban en la cabeza de Victor. Tenían meses intentando tener un bebé, ya habían pasado dos celos y por más que intentaban, simplemente no quedaba embarazado.


Curiosos de no saber la razón por la cual no podían concebir un hermano para Yuri, acudieron con el dr. Pavel, en busca de explicaciones. Después de varios días llenos de estudios, por fin les tenían una razón por la cual Victor no podía tener un cachorro.


- ¡Esto no puede ser! ¡Tiene que existir un error! -Yuuri estaba nervioso, triste, furioso. Era una mezcla de sentimientos.


- Lo siento mucho, pero las pruebas tienen un margen de error mínimo, además, se realizaron dos veces para verificar que los resultados fueran reales.


- Pero esque... ¿Cómo sucedió todo tan rápido? Es decir, Yuri tiene 11 meses, falta poco para que cumpla su primer año. ¿Cómo avanzó tan rápido la enfermedad?


- Tuviste síntomas por los primeros meses, Victor, pero con el paso del tiempo fueron disminuyendo y no pusimos la debida atención. Hasta ahora que los análisis han lanzado este resultado es cuando nos damos cuenta que es muy tarde. 


La pareja se volteó a ver entre ellos, Victor con los ojos llorozos, Yuuri con impotencia al no poder hacer nada por su esposo.


- ¿Existe alguna cura? -Preguntó el peliplateado, mordiendo su labio inferior en un intento de tranquilizarse.


- La hay, pero con ello sacrifican el poder tener más familia. Ese cáncer de útero no puede continuar avanzando... 


//


Yuri miraba de forma constante a su mamá, quien estaba sentado en un sofá de la sala, mirando a la nada.  


- ¡Pa-pá! -Llamó el pequeño, intentando conseguir la atención del nipón, pero no se encontraba en casa. Tan sólo estaban ellos dos. Los pucheros no se hicieron esperar, parecía que estaba desesperado y quería bajarse de su sillita vibradora. 


En cambio el peliplateado continuaba viendo a la nada, su mente estaba en un viaje y su alrededor había desaparecido, incluso su hijo. 


"Tienes que escoger una opción, es muy importante. ¿Sacrificarás tu útero?"


No quería, no quería, no quería. Quería que su familia fuera grande, que su vida estuviera rodeada de niños, riendo, felices, correteando de un lado a otro. Quería eso y más. 


ctor... Victor... ¡VICTOR! -Un llamado fuerte de su nombre le sacó de sus pensamientos, levantando la mirada hacia el dueño de aquella voz, quien en sus brazos cargaba al pequeño rubio que lloraba de forma desconsolada.- ¿Victor, en qué pensabas? Yuri estaba llorando frente a ti y no le prestabas ni un mínimo de atención.


- Lo siento... Iré a recostarme, no me siento bien. Y por favor haz que Yuri se calme. 


El nipón observó como su esposo se levantó del sofá y subía las escaleras para dirigirse a la habitación principal, había notado sus ojos llenos de lágrimas, pero no fue tras él porque su hijo continuaba llorando, aferrado a su pecho. 


- Tranquilo, campeón. Mamá está un poco mal, pero tú eres un niño muy bueno que se portará bien, ¿verdad? Vamos, no llores, aquí está papá. -En voz baja comenzó a cantarle una canción, la favorita del rubio, aquella que hacía que cualquier llanto cesara, más este fue la excepción.


Caminó por la planta baja, meciéndolo entre sus brazos, cambiándolo de posición en repetidas ocasiones, palpando su pequeña espalda en busca de que se tranquilizara. 


Pero nada podía consolar el llanto de su hijo.


Suspiró fuerte y, con una idea en mente, subió las escaleras, dirigiéndose a la habitación que compartía con Victor, tocando dos veces antes de entrar. Le vio recostado en la cama, tapado hasta la cabeza. Yuri en cambio se removió inquieto.


- Victor, Yuri quiere estar contigo. -Habló el japonés, acercándose para sentarse en la orilla de la cama.


El pequeño se removió aún más, logrando que su padre le dejara sobre el colchón, cuidando que no fuese a caer. Yuuri observó con sorpresa como el bebé gateaba torpemente hacia donde se encontraba el ruso, jalando las sábanas en el proceso, destapando a Victor hasta la mitad de su pecho. 


El bebé, un poco tambaleante, se recostó sobre el pecho de su madre, comenzando a tranquilizar su llanto, quedando tan sólo unos cuantos hipidos. Al no obtener respuesta por parte del mayor, se recostó ahora en su cuello. 


El peliplateado, al sentir el peso del bebé sobre su cuerpo, lo rodeó con ambos brazos, cambiándolo para recostarlo frente a él, dejando que sus lágrimas cayeran con más rapidez, sin decir una sola palabra. Azul y verde hacían contacto, unos llenos de dolor, otros curiosos.


Yuuri por su parte no hizo nada por detener a su hijo ni a su esposo, sabía que era lo que Victor necesitaba. Le urgía el apoyo de su familia. Simplemente se recostó tras su esposo, rodeando con uno de sus brazos su cintura, liberando feromonas para hacerlos sentir seguros.


//


- ¿Tomaron ya su decisión? -Preguntó el doctor, mirando a la pareja frente a él.


Ambos asintieron, mirándose entre ellos para después ver al especialista.


- Haremos la cirugía.

Notas finales:

¡PERDÓOOOOOOOOOOOOON!


Una enorme disculpa por todo el tiempo que me desaparecí, según yo iba a actualizar pronto y ya ven... Que vergüenza.


¡Espero que les guste el capítulo y no me odien, jeje! Tenía planeado hacer esto desde el comienzo de la historia.


¡Ahora sí prometo actualizar más seguido, lo juro, lo juro!


¡Saludos!


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