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Camino a la perdición por zandaleesol

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Harry había derramado torrentes de lágrimas con la sola noticia de la desaparición de Lucius, la sola idea de que no vería al padre de su bebé le desesperaba, más aún estando completamente seguro de que Fudge esta involucrado en la desaparición. Nadie podría convencerlo de lo contrario, no imaginaba siquiera que podía haber decidido exactamente, pero sabía que Lucius jamás lo dejaría por voluntad propia. Draco había sido el único que había conseguido tranquilizarlo, los pedidos de todos los demás no habían hecho mucho efecto, la poción además de calmarlo le había provocado sueño, algo que el Medimago había creído prudente en tales circunstancias.


Era de noche ya en Hogwarts y varias personas se reunían en la oficina del director.


—La oficina de Aurors comenzó oficialmente la búsqueda de Lucius, aunque no sé si servirá de algo —dijo Kingsley.

—Es probable que no sirva de mucho si es que Fudge está tras este asunto —sentenció Ojoloco Moddy.

—Ojoloco con ese pesimismo no lograremos mucho —dijo Tonks.

—Es cierto debemos tener confianza, pero en nosotros —afirmó Remus —En realidad Harry sólo cuenta con nosotros.

—En eso estoy de acuerdo contigo Remus, no creo que todos los Aurors del Ministerio pongan mucho empeño en encontrar a Lucius, después de todos para muchos sigue siendo un Mortífago que debería estar en Azkaban —dijo el director.

—Sí desgraciadamente es así —coincidió Kingsley.

—Esto está muy complicado —dijo Tonks —, seguramente el Ministro a usado un hechizo de ocultación.

—Es probable —concedió Dumbledore —. Bueno sabemos que Fudge es responsable de esto, el asunto es como haremos para descubrir donde llevó a Lucius.

—La única forma es espiándolo —dijo Tonks.

—Tal vez no sirva de mucho, seguramente tomará previsiones —dijo Remus.

—Por el momento alguien debe vigiarlo muy de cerca —dijo Kingsley —, quizá con un hechizo rastreador podamos saber todos sus pasos.

—La verdad no creo que debamos encaminar el asunto por ese lado —dijo Dumbledore —Fudge llevó a cabo este plan con la ayuda de alguien.

—¿Cree usted que sea esa misma persona quien le dijo la verdad?

—Es probable —dijo Dumbledore.

—¿Pero quién? No puedo creer que uno de nosotros haya traicionado a Harry —dijo Remus.

—Yo tampoco lo creo —dijo Ojoloco—, sin embargo, estoy pensando en alguien.

—¿En quien Alastor? —preguntó Dumbledore.

—Bien, sólo es una idea, pero esa persona podría ser un Weasley —dijo Moody.

—¡Imposible! —exlamó Remus casi ofendido con lo que el ex Auror decía.

—Es una locura —dijo Tonks.

—Cuando habló de un Weasley no estoy hablando de ninguna que haya asistido a la boda de Potter —dijo Moody.


Todos se miraron entre incrédulos y sorprendidos.


—Ya adivinaran a qué Weasley me refiero —dijo Ojoloco.

—¿Te refieres a Percy Weasley, Alastor? —preguntó Dumbledore.

—Sí, justamente… todos lo conocemos, es lo suficientemente ambicioso como para traicionar a los suyos —dijo Moody.

—Pero eso es imposible, él no estuvo en la boda… lo acabas de decir Ojoloco, el único Weasley que no asistió, él no sabe nada —dijo Remus.

—Nosotros suponemos que no sabe nada ¿Y qué tal si lo averiguó? —dijo Moody mirando con su ojo normal a todos los presentes.


Todos se miraron silenciosos, aquello era una posibilidad.


—Tal vez la idea de Ojoloco no sea tan descabellada… todos conocemos a ese muchacho… tras el regreso de Voldemort él no dudó en ponerse del lado de Fudge, aunque eso lo distanció de su familia —dijo Kingsley.

—La verdad es que pensándolo bien puede ser —dijo Tonks —. Percy ha sido promovido apenas hace dos días atrás.

—Eso es mucha coincidencia ¿no les parece? —dijo Ojoloco — Justamente ahora recibe una promoción.

—Creo que debemos ser cuidadosos con este asunto no podemos acusar a Percy así nada más —dijo Remus.

—Estoy de acuerdo, pero debo reconocer que ese asunto del ascenso es muy extraño —dijo Kingsley.

—Podría existir la posibilidad de que algún Weasley le haya revelado al muchacho la noticia del matrimonio —dijo Moody.

—No lo creo… si nadie se lo dijo antes porque hacerlo ahora —razonó Tonks.

—Debo reconocer que también me parece extraña esta coincidencia… el ascenso de Percy y la desaparición de Lucius —dijo Dumbledore.

—Dumbledore usted cree que el Ministro le haya ofrecido un ascenso a Percy a cambio de información —preguntó Kingsley.

—Quisiera pensar que no, pero debo aceptar que Percy siempre fue un muchacho deseoso de alcanzar mejores oportunidades —dijo Dumbledore.

—No creo que debamos descartar la posibilidad asó nada más, deberíamos investigar —dijo Ojoloco.

—Tienes razón, nada se pierde —dijo Dumbledore —Nynphadora crees que puedas acercarte a Percy, naturalmente que con la intención de felicitarlo, tal vez puedas averiguar algo.

—Claro Dumbledore… no hay problema, lo haré —dijo la Auror.

—Alastor, intenta vigilar a Fudge… no te será fácil, pero no tenemos alternativas —dijo Dumbledore.

—No te preocupes… le pondré un hechizo de rastreo, así sabremos a que lugares va —dijo Moody.

—¿Y qué tal si ya se ha puesto un hechizo antirrastreo? —preguntó Tonks.

—Sí ha hecho eso estará confirmando que está involucrado en lo de Lucius —dijo Remus.


Luego de estas palabras todos guardaron silencio, no estaban muy seguros de que esa confirmación sería algo bueno en realidad.


&&&&&&&&&&


A la mañana siguiente Harry había despertado temprano, la poción recetada por el Medimago, le había provocado un sueño que había hecho dormir muchas horas seguidas y la sensación de angustia que le había despertado desde el momento de saber de la desaparición de Lucius ya no lo acompañaba, comprendió que el Medimago quisiera mantenerlo tranquilo para que el bebé no se viera afectado. Se sentía totalmente inútil, no podía salir a buscar a Lucius, debía quedarse en la escuela y esperar.


Hizo todo lo posible por apartar cualquier pensamiento funesto, él sabía que Fudge era el responsable de eso y necesitaba confiar en que la locura del Ministro no le haría daño a Lucius, pero si ya se había enterado de la verdad era probable que buscara vengarse. Pero Fudge amaba a Lucius, quizá no lo lastimara, tal vez todo eso sólo era una venganza en contra de él, si se había enterado del asunto de la boda secreta posiblemente quisiera hacerlo sufrir, ese hombre había estado dispuesto a entregarle el mundo mágico a Voldemort a cambio de tener a Lucius, no, no le haría daño.


Harry recordó la ocasión en que había amenazado a Fudge, en ese momento había cometido el primer error, él sabía que el Ministro lo detestaba desde mucho tiempo antes, pero aquel incidente acabó por convertirlo en su enemigo mortal; ahora sabiendo que Lucius y él se habían casado en secreto y además esperaban un hijo, eso lo convertía en el más odiado rival. Pensando en esto Harry estuvo seguro que aquel loco no podía haberse llevado a Lucius para lastimarlo, sino como una venganza en contra de él. Por momentos pensaba que tal vez la única forma de recuperar a Lucius era enfrentando a Fudge, pero luego la desechaba, no podía arriesgar a su integridad física sin arriesgar la de su hijo.


Harry era un mar de dudas, por una parte también pensaba que esa información que guardaba sobre Fudge podía servir como forma de presión; amenazarlo con hacer público todo lo que el sabía, pero también podía empeorar todo, quizá al verse amenazado lastimara a Lucius. El director le había asegurado que haría todo lo posible por encontrar a Lucius, él deseaba confiar, pero no imaginaba cuanto tiempo podía transcurrir antes de que esa promesa se cumpliera.


Era sábado, pero no deseaba quedarse en la cama, necesitaba hablar con el director para saber que sucedía, no permitiría que lo hicieran a un lado, el desaparecido era su esposo, él más que nadie tenía derecho a saber que pesquisas se estaban realizando para localizarlo. Abrió la puerta de su habitación para dirigirse al baño, en ese mismo instante se encontró a Draco que recién llegaba, más pálido que nunca, era evidente que no había tenido una buena noche.


—¡Ah! Ya te levantaste —dijo Draco.

—Sí… ya dormí demasiado.

—¿Cómo te sientes? —preguntó el rubio.

—Físicamente bien, pero la verdad es que no tendré un minuto de paz mientras Lucius no regrese.

—Debes intentar estar tranquilo… por el bebé.

—Lo sé, pero eso no significa que me quedaré de brazos cruzados —dijo Harry con determinación.

—¿Qué quieres decir?

—Eso Draco… no me quedaré aquí esperando a que Lucius regrese.

—¿Y qué pretendes hacer? ¿Salir a buscarlo? No puedes Harry… te aseguro que hay mucha gente que ya está ayudando.

—Es mi esposo.

—Y mi padre… no eres al único que le importa.

—Lo sé pero…

—Tú debes cuidarte… yo sé que amas a mi padre… pero tienes una responsabilidad y esa es el bebé, él depende de ti, si tú estás bien él también lo estará.

—Tú no entiendes lo difícil que es para mí…

—Lo entiendo Harry, y también sé que cada vez que has tenido dificultades has debido enfrentarlas solo la mayor parte del tiempo.

—La verdad no es tan así —dijo Harry mirando el piso.

—Bueno tal vez no, lo importante es que somos muchos los que deseamos encontrar pronto a mi padre, por favor ten confianza.

—Es lo que deseo, te lo juro, pero no puedo evitar sentir miedo al pensar en esto.

—Es natural, no te niego que yo también tengo algo de miedo, pero quiero confiar en Dumbledore y en todos los que ayudan a buscar a papá.

—¿Quiénes son?

—Bueno creo que anoche Dumbledore se reunió con Kingsley, Lupin, Moody y Tonks… todos ya están buscando a papá, no puede ser que con ellos que son bastante hábiles no se logre nada.

—Es cierto, tres Aurors… no es posible que no logren algo, además todos pertenecen a la Orden.

—Ya vez… no creo que Dumbledore los reclutara si fueran incapaces, además todos sobrevivieron a la batalla final, debió ser porque alguna habilidad tienen —terminó diciendo Draco más animado al ver que Harry se mostraba más positivo.


&&&&&&&&&&


Cornelius Fudge estaba nervioso, acaba de estar en su oficina Kingsley para hablarle del asunto de la desaparición de Lucius, había logrado mantener la calma y no mostrar ningún sentimiento que pudiera despertar las dudas del Auror. La noticia ya era de total dominio público, esa mañana salía un reportaje en El Profeta sobre el asunto. Era la noticia más importante que se producía en los últimos seis meses, camino hacia su oficina esa mañana se había topado con muchas personas que le comentaban el asunto, eso lo había puesto muy nervioso, no había imaginado que aún Lucius siendo un ex Mortífago y además aún despreciado por tantos despertara tanto interés. Sin duda que se había equivocado al pensar que el asunto no sería trascendente, pero ya estaba hecho y no podía deshacer el asunto, tampoco quería, el día anterior había visitado al rubio durante toda la tarde, lo animaba muchísimo ver que Lucius se mostraba amable y agradecido con él, varias veces el rubio le había agradecido el que lo visitara transgrediendo el fallo del Wizengamot.


Kingsley acababa de decirle que la oficina de Aurors abriría una investigación y ya había comenzado la búsqueda oficial y que pese a los antecedentes pocos honorables de Lucius todos estaban muy preocupados por el asunto, no era razonable que a esas alturas un mago desapareciera, a muchos el asunto les ponía nerviosos pues las desapariciones eran más propias de los tiempo oscuros de Voldemort, se suponía que todos los usuarios de tales métodos estaban muertos o presos en Azkaban. …l sabía naturalmente que la desaparición de Lucius no tenía nada que ver con asuntos tenebrosos, ya habían pasado varios días desde que había secuestrado a Lucius y si en un primer instante sólo había actuado llevado por su pasión, ahora estaba convencido de que su decisión era la correcta, tenía la plena convicción de que con el tiempo sus sentimientos encontrarían correspondencia en Lucius.


Estaba confiado, pues los sujetos que le habían ayudado se habían marchado muy lejos con el oro que él les había dado, esperaba no tener que preocuparse por chantajes más tarde, en todo caso si esos indeseables tenían la mala ocurrencia de intentar algo, pues simplemente se desharía de ellos sin el más mínimo remordimiento, sujetos de esa calaña no le importaban a nadie.


De pronto se vio interrumpido por su secretaria que decía que habían un montón de periodistas no sólo del El Profeta, sino de también de otros medios que esperaban una declaración de su parte, todos esperaban que él dijera algo que explicara la desaparición de Lucius Malfoy. Sin duda que el asunto no le hacia gracia, no había contado con que el asunto despertara tal revuelo, pero debía asumir la postura que todos esperarían de él en un caso semejante, le dijo a su secretaria que daría una declaración que le esperaran que pronto atendería a los periodistas.


&&&&&&&&&&&


Percy Weasley se paseaba nervioso por su recién estrenada oficina esa mañana, en la primera plana de El Profeta aparecía el rostro de Lucius Malfoy, había desaparecido y él había comprendido de inmediato que aquello estaba relacionado con la información que él le había dado al Ministro, no podía ser de otra forma, era demasiada coincidencia como para que hubiese relación entre los dos hechos. Sin embargo, temía que la participación que él había tenido en todo eso le perjudicara, al momento de entregar la información no había dilucidado ni por un instante que aquello fuera a parar en la desaparición de Lucius, recién ahora comenzaba a tomar conciencia de que su actuar había sido estúpido e irresponsable, que pasaría si Lucius estaba muerto, ni siquiera se había tomado la molestia de saber que pretendía hacer el Ministro con la información que él había dado. El asunto no pintaba bien, la oficina de Aurors había tomado parte en la investigación, qué pasaría si alguien llegaba a saber que él había sacado información a su padre de una manera poco ortodoxa y que prácticamente la había vendido por un mejor puesto en el Ministerio. Recién comenzaba a sopesar las consecuencia de su acto, Harry esperaba un hijo de Lucius, quizá había ayudado a que ese bebé naciera sin la posibilidad de conocer a su otro padre, si Lucius estaba muerto era probable que jamás dieran con él, había miles de formas de deshacerse de un cuerpo, como haría para vivir con semejante culpa.


Tenía que hablar con el Ministro y preguntarle si tenía que ver con la desaparición de Lucius, aunque estaba casi seguro de la respuesta no podía dejar de preguntar. Cuando salía de su oficina se topó de lleno con Tonks, la joven Auror con su sonrisa de siempre le saludó, le entregó unos documentos que debía firmar ahora que era el encargado de la oficina de asuntos internacionales, además recibió las felicitaciones de la bruja por su reciente nombramiento. Regresó a la oficina para firmar los documentos, Tonks fue tras él y con mucho entusiasmo le felicitó por su ascenso la oficina era muy bonita. Tuvo un sobresalto cuando la muchacha como de pasada le preguntó si se había enterado del asunto de la desaparición de Lucius, todo el mundo lo sabía y él no podía ignorarlo.


—Es muy extraño esto, quién tendría motivos para hacer algo como esto, estoy segura que Lucius no desapareció por voluntad propia —dijo Tonks.

—¿Tienen alguna idea de quien puede estar tras esto?

—Aún no, pero estoy segura que pronto sabremos que ha sucedido, Dumbledore ha llegado recién…

—¿Ha venido Dumbledore?

—Sí, está muy preocupado y además interesado en saber que ha pasado, ya sabes que él ayudó muchísimo para que Malfoy fuera restituido, naturalmente que desapareciera a sí sin más no le ha hecho gracia.

—Claro, es lógico.

—Bueno ya debo irme, la oficina de Aurors vuelve a tener mucho trabajo, no me quejo, pero la verdad hubiese preferido que fuera por otros motivos.

—No creí que te importara lo que le pase a Lucius —dijo Percy.

—Me importa por Draco que es mi primo después de todo, además a Lucius siempre tendremos que agradecerle que traicionara a Innombrable, de no ser por eso quien sabe que hubiese pasado con todos nosotros ¿no te parece? —dijo Tonks.

—Sí, supongo que es cierto —dijo Percy sin poder mirar directamente a la joven bruja a la cara.


Después de eso quedó sólo otra vez, le parecía que el asunto se volvía oscuro, demasiado, decidió salir para dar una mirada y saber que sucedería con el asunto, pero sobretodo deseaba ver al Ministro, aun que no estaba muy seguro si sería capaz de preguntarle directamente si tenía algo que ver en la desaparición de Lucius Malfoy.


&&&&&&&&&&


Albus Dumbledore se dirigió a la oficina de Arthur Weasley, estaba seguro que las pistas que le conducirían a confirmar sus sospechas se las daría él, no le agradaba tener que hacer eso, seguro que cuando le manifestara a Arthur tales ideas el hombre se sintiera ofendido, ningún padre imagina que pueda ser traicionado y utilizado por un hijo de esa forma, aunque Percy no tenía buenos antecedentes en cuestiones de confianza con su familia, pero había un fin superior que lo obligaba, Harry, había pasado muchas cosas difíciles y no era justo que viviera otra desgracia en su vida, sólo él podía develar esa desaparición misteriosa, y estaba convencido que el hilo de la madeja debía comenzar a desenredarse con esa conversación que tendría con Arthur.


Arthur como todos estaba preocupado y sorprendido por la desaparición, además que la noche anterior su esposa había derramado ríos de lágrimas por Harry y el bebé, él deseaba ser más optimista, esperaba que todo eso llegara a un final feliz por Harry, le tenía un verdadero cariño, para él era un hijo más, no olvidaba todo lo que le debía su familia al chico, había salvado a Ginny de un basilisco, a él mismo al ver como era atacado por una serpiente, además tenían un mundo nuevo y esperanzas que de no ser por Harry no hubiese sido posible.


Se encontraba respondiendo memorándum cuando alguien llamó a la puerta de su oficina, de inmediato se levantó y fue a abrir, quedó sorprendido cuando vio a la alta figura de Dumbledore.


—¡Dumbledore! Pero que sorpresa… que hacer por aquí.

—Hola Arthur, me disculpo si te interrumpo —dijo el mago.

—No, nada de eso, pero pase… en que puedo ayudarle.

—Bueno Arthur el asunto que me trae aquí no es agradable —dijo Dumbledore sentándose en la silla que había acercado Arthur.

—¿De qué se trata? —preguntó Arthur sin comprender.

—Está relacionado con este asunto de la desaparición de Lucius.

—La verdad lo he lamentado mucho al saberlo, pobre Harry, me imagino que estará muy afectado, sólo espero que no le haya sucedido nada malo a Lucius y lo puedan encontrar pronto.

—Los Aurors ya están trabajando en ello, Fudge a comprometido todos los esfuerzos… acaba de decirlo a los periodistas.

—Bueno la verdad tengo mis dudas al respecto de lo dicho por Fudge, no creo que ponga ningún empeño en el asunto, aquello sólo lo dice para aparentar, ya sabemos que es un experto en mentirle a la comunidad mágica, lo hizo en el pasado y lo hace ahora, en todo caso ya he comenzado a tomar medidas, pronto se llevará una gran sorpresa.

—¿Usted cree que no hará nada por encontrar a Lucius?

—No, no hará nada porque es él quien está tras esa desaparición —dijo Dumbledore categórico.


Estás palabras causaron mucho asombro en Arthur.


—¡¿Cómo!? El Ministro tiene que ver con esto.

—Estoy completamente seguro y no sólo yo… somos varios los que pensamos lo mismo.

—¿Pero qué motivos tendría el Ministro para querer hacer una locura semejante?

—No podías decirlo mejor Arthur… una locura de Fudge, sobretodo por que no ha sido muy inteligente para actuar y ha dejado evidencias de que es él quien está detrás de esto.

—¿Pero qué evidencias?

—Arthur espero que confíes en lo que voy a decir, realmente me gustaría estar equivocado pero todo parece indicar que estoy en lo cierto.

—No le comprendo ¿a qué se refiere?

—Tengo serías sospechas de que Fudge se enteró de que Lucius y Harry se casaron en secreto y que además esperan un hijo.

—¡No puede ser!

—Me temo que sí.

—Pero estoy seguro que ninguno de los que lo sabemos hemos traicionado a Harry.

—Creo que el asunto no tiene que ver con una traición, sino más bien con una trampa para que alguien revelara la verdad, o mejor dicho la confirmara, creo que Fudge de alguna forma averiguó la verdad por sí mismo.

—Creo que comprendo —dijo Arthur —, pero es muy extraño Dumbledore estoy seguro que por voluntad propia nadie revelaría el secreto del matrimonio de Harry con Lucius.

—Creo que es justamente lo que ha sucedido —dijo Dumbledore —, por eso necesito hacerte unas preguntas Arthur, espero no te moleste.

—Por supuesto que no, aunque no creo que sea necesario le aseguro que yo jamás traicionaría a Harry.

—Nadie pone en duda eso Arthur, yo sé del gran cariño que le tienes a Harry, por eso tan difícil para mí plantearte esto.

—¿Qué sucede?

—Arthur pienso que ha sido tu hijo Percy quien le ha revelado la verdad del matrimonio a Fudge.

—¡Pero eso es imposible! —exclamó Arthur poniéndose de pie y comenzando a pasearse.

—Bueno imagino que es difícil de aceptar algo así.

—¿En qué se basa para afirmar eso? Supongo que tiene alguna prueba.

—No tengo pruebas…

—Entonces si no tiene pruebas no puede decir algo así, Percy ni siquiera sabe que Harry se casó con Lucius ¿ya lo olvidó?

—Por eso estoy aquí Arthur… necesito saber si en estos días hablaste con Percy…

—¿Esta insinuado que yo he dicho algo?

—Puede ser Arthur que le hayas dicho a Percy lo del matrimonio, no voluntariamente por supuesto.


Arthur detuvo su paseo y miró a Dumbledore incrédulo, de pronto recordó su conversación con Percy sólo unos días atrás, dos días antes del nuevo nombramiento, recordó lo extrañado que había estado de que su hijo lo visitara en esa oficina a la que no había entrado más de dos veces desde que trabajaba en el Ministerio, también recordó aquella invitación a tomar té que tanto le había sorprendido, sin necesidad de que Dumbledore dijese más lo comprendió todo, era él quien había revelado lo del matrimonio secreto de Harry; no por voluntad, Percy le había dado Veritaserum, su promoción se debía a eso, era el pago que le había dado el Ministro por la traición.


Sin ser capaz de decir nada más se sentó frente a Dumbledore, para éste silencio de Arthur era más que elocuente, sus sospechas no eran infundadas, sintió profunda pena por Arthur, no era fácil su posición, otra vez Percy lo había decepcionado y quizá mucho más que la vez anterior, porque ahora había hecho daño, su ambición no afectaba sólo las buenas relaciones familiares, sino la vida y futuro de dos personas y otra que aún estaba por llegar al mundo.


&&&&&&&&&&&


Percy ya no pudo contenerse más y se presentó en la oficina de Fudge, necesitaba que el Ministro le explicara o mejor dicho que le dijese que no tenía que ver en la desaparición de Lucius Malfoy.


Cuando llegó a la oficina no lo encontró, pero no se conformaba con irse sin aclarar sus dudas, así que le preguntó a la secretaria si podía esperarlo, la mujer le dijo que no sabía cuanto tardaría en volver el Ministro, pero Percy se armó de paciencia, esperaría todo lo que fuera preciso. Sin embargo, Fudge tardó menos de lo que Percy había esperado, cuando llegó a su oficina y se encontró al muchacho esperándolo y visiblemente nervioso, comprendió porque estaba ahí, venía a preguntarle lo que él ya había esperado, por la desaparición de Lucius, era evidente que había asociado la información que él le había dado con la desaparición.


Cuando se encontraron en la oficina finalmente fue evidente cierta tensión en los dos, pero además Fudge tenía la idea de que quizá Percy ya había comprendido la situación y ahora estaría ahí para exigir más beneficios.


—¿A qué debo el honor de esta visita? —preguntó secamente Fudge.

—Bueno señor, yo sólo quería hablar con usted de algo que… bueno usted sabe lo que sucedió con Lucius Malfoy.

—Por supuesto que lo sé… acabo de hablar con los periodistas.

—Señor… ¿usted no tiene nada que ver eso verdad?

—¿Qué clase de pregunta es esa?

—Una muy sencilla señor Ministro, esta desaparición de Lucius no tiene que ver con la información que yo le di.

—Por supuesto que no… de dónde saca eso Weasley… yo soy el Ministro… como se atreve a insinuar que yo podría estar involucrado en algún acto ilícito.

—Yo no he dicho eso…

—Percy no se preocupe —dijo Fudge con un tono más afable —, aquella información que yo le pedí que buscara sólo era porque necesitaba confirmar que Dumbledore me había ocultado cosas para variar.

—¿Y qué habrá sucedido con Lucius Malfoy?

—La verdad no lo sé… pero cualquiera puede estar involucrado en esto… todos sabemos que Lucius no es del agrado de mucha gente, pero no se preocupe Percy, este asunto no perjudicará su empleo, yo siempre tendré en cuenta todos los buenos servicios que usted me ha hecho.


Percy salió de la oficina de Fudge no muy convencido del asunto, si Dumbledore estaba tras eso tenía la seguridad de que posiblemente no saldría bien parado, también sentía algo de culpa, no había pensado antes que su acción perjudicaría a alguien, Harry no le agradaba mucho, pero su familia le debía cosas importantes, esperaba que el asunto no terminara en nada grave y pronto encontraran a Lucius y todo estuviera bien otra vez. Pero tales deseos eran más motivados por su propio deseo de estar bien que pensando en el bien de Harry.  

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