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EL INFIERNO DE UN DIOS por Drak_Sakuma_sama

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Bien , no hay muchos comentarios para este fic, pero segire con el hasta el final. Dedicado este cáp a Shinigami-chan.
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-¡GRITA MÁS FUERTE MALDITO HIJO DE PUTA!-gritaba Tohma dando arremetidas violentas dentro de Akemi. Tohma le haría pagar por su insolencia, si quería sexo, le daría sexo…uno que jamás olvidaría, nuca, de eso se encargaría él.

-¡BASTA!...¡AHHHH!-gritó Akemi cuando de improvisto recibió otro golpe en la cara, estaba lleno de lágrimas, de moretones y de sangre, porque no solo lo lastimaba con esos movimientos, sino que había hecho cortes en su blanca piel.
-¿no lo disfrutas Akemi?-preguntó burlón el rubio volviendo a arañar en una de las heridas, haciendo gritar de dolor al chico-esto es sexo…y no me detendré, ¿me escuhas?-con eso, derramó aquel cálido liquido dentro de Akemi. Era la cuarta vez.

-¡YA BASTA!-reclamaba Akemi que sentía su cuerpo destrozado tanto por fuera como por dentro-¡DETENTE!, ¡AHHHH!, ¡AHHHH!-gritaba, mientras sus lágrimas se mezclaban con la sangre que corría por todo sus ser.
-¡CALLATE PERRO!-su mano marcó el rostro de Akemi con una bofetada-haré lo que quiera contigo, tu eres una basura, una basura que vende su cuerpo a cualquiera, solo me sirves de diversión-dicho esto mordió de nuevo esa piel, provocando un ligero sangrado. Lamía disfrutando de la suavidad de su piel mezclada con ese sabor ferrico.
Masturbándolo, lastimándolo, todo aquello era tan excitante. Como se movía de forma desesperada bajo su cuerpo. Sus lamentos.

Aquella escena mostraba horror, el cuarto a oscuras, con los gritos, las suplicas, los gemidos, los golpes, las maldiciones resonando por toda la habitación, Akemi debajo de Tohma, destrozado, marcado y el otro moviéndose violentamente. Akemi estaba siendo marcado al rojo vivo. Era el infierno.

Cuando se hubo saciado del chico salió bruscamente de su cuerpo, produciendo un grito de dolor por parte de Akemi.
-divertido, ¿no?-sus ojos verde esmeralda miraban con superioridad aquel cuerpo, aquellos ojos llenos de dolor y vergüenza. Aquel chico que con el poco movimiento que podía hacer sin lastimarse se cubría con sus prendas, ahora rotas y desgarradas.

Salió del edificio y cuando hubo llegado a su departamento se miró a través de los espejos del reluciente baño, se horrorizó con si imagen, aquel que tenía enfrente no era, no podía ser él. Su rubia cabellera, toda desaliñada, su rostro lleno de pequeñas gotas de sangre, sus ojos algo desorbitados, sus puños rojos.
-¡AHHH!-gritó dando un paso hacía atrás.
¿Qué acababa de hacer?, ¡Dios!, acababa de…de violar a un hombre, tomo a un chico contra su voluntad. ¿Qué…qué pasaba?
Intentando calmarse se fue a servir un gran vaso de whisky, sin importarle que el licor al pasar le quemara la garganta, se sentía terrible, Akemi, Akemi.

Por su mente pasaban imágenes, terribles imágenes de cómo había tomado al chico, de la forma más cruel y sin corazón, pero…por una parte recordó lo que Akemi le había dicho. “buscas en nosotros algo perdido”, tenía razón, tontamente intentó recordar a Ryuichi.
En su habitación tomó una foto enmarcada en oro con la imagen de Ryuichi, con todo su esplendor e inocencia.
-perdona lo que has visto, perdóname amor-decía derramando lágrimas y abrazando el retrato contra su pecho, para dejarse caer hincado a un lado de la cama-soy una basura,…intente revivirte…perdón, mírame, lleno de sangre de ese chico, perdóname Ryuichi-continuo derramando lágrimas hasta caer en un profundo sueño.

La mañana llegó, sus ojos se abrieron pesadamente, odiaba esa luz solar que en ves de alegrarlo, solo le anunciaba otro maldito día. Se incorporó lentamente observando a través de la ventana como las demás personas comenzaban su labor.
Su mirada estaba apagada, su rostro no mostraba otra cosa más que dolor y sufrimiento, pero…respiraba calmadamente.
Quería olvidar lo de anoche, Babylon sería destruido, se acabó. Hasta aquí llegó.



-y por tanto, Uesugi Mika queda como dueña legitima de NG Records-anunció el abogado guardando el papel ya firmado.
Mika volteó a ver a Tohma quien parecía ausente, espero a que aquel hombre saliera para poder hablar.
Tohma le había dejado la compañía, la cual había levantado con todas sus fuerzas y sueños puestos en él…y ahora la daba así como así, ¿sin motivo?
-Tohma, yo…-antes de que continuara Tohma se paró de su asiento.
-no quiero hablar de ello, puedes hacer con la compañía lo que mejor creas-giró y le sonrió amablemente-anda, te invito un café-
Después de un pequeño silencio fue Tohma quien hablo.
-¿cómo van las cosas?-preguntó mirando su taza de café semi vacía. Mika intentando animar el ambiente respondió.
-bien, Eiri acaba de cumplir hace un mes y Shuichi intentó cocinarle un pastel de fresas, aunque terminó quemando mitad de cocina, ya te imaginaras como reacciono mi hermano-de nuevo silencio.
-por favor-dijo Tohma-cuéntame más
-esta bien-contestó la castaña esperando ayudar a su ahora amigo-K-kun regresó a Japón junto con Sakano y volvieron a ser parte de Bad Luck. Te sorprendería el saber que Suguru aceptó ir a jugar a los videojuegos con Shuichi y Hiroshi, ahora lo veo más sociable-mientras la mujer hablaba, Tohma volvía a sentir tristeza al no poder ser parte de aquella felicidad-por cierto-Mika sacó un libro de su bolsa-es el último libro que ha sacado mi hermano, toma-dijo entregándoselo en las manos.

Después de que su ex esposa se marchara de nuevo, se quedó en el departamento mirando fijamente al libro, titulado. “Amor musical”, el cual hablaba del amor de una chica alegre con el sueño de ser cantante con un sujeto frío que era parte de su grupo.

Pasaron tres meses, Bad Luck estaba llegando más allá de las estrellas, todo el mundo parecía estar a sus pies,…el era parte del mundo.
-hey amigo, pronto cerraremos-llamó el cantinero. Tohma pagó y se fue caminando por las calles, esa noche no tenía los ánimos de beber hasta caer.
Mientras caminaba por las solitarias calles un grupo de hombres se puso en su camino.
-hey, mis amigos y yo queremos un poco de dinero-anunció uno de los sujetos mostrándose imponente-saca todo lo que tengas.
Tohma no respondió.
-¿Qué te parece Kai?-hablo otro tipo-el sujeto esta sordo, ¿crees que debamos ayudarlo?
Uno de los hombres se acerco a Tohma sujetándolo por el cuello de la camisa.
-habla maldito imbécil-luego se fijó en sus ojos, vidriosos-valla, valla, ¿has llorado mariquita?-todos rompieron en risas-que, ¿el sujeto con quien estabas no te la chupó como se debía?, ¿o no te pagó bien?, de seguro no eres bueno-dicho esto lo aventó contra la pared, provocando risas entre sus compañeros.
-¿muy fuerte, no?-preguntó el sujeto llamado Kai-¿veamos que tanto?-dijo de forma amenazadora estrujando sus puños.

Abrió la puerta torpemente, Tohma estaba muy herido, lo habían golpeado gasta dejarle moretones, gracias al cielo no habían sido como otros grupos que no se conformaron nada más con eso, si no con tomar su cuerpo.
No se quejaba…pagaba todas sus tonterías.
Se metió a bañar, el contacto del agua con su piel provocaba un insoportable ardor, aún así logro curarse para poder vestirse.
Abrió la ventana del balcón dejando entrar al gélido viento invernal.
No lloró, no se enojó, no puso muecas, siquiera al curarse, no grito en ese callejón. Estaba aprendiendo a dejar de sentir.

Algo,…algo le decía que pronto todo tendría un fin.
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Bastante angustioso, pero creanme, vale la pena, espero me dejen reviews, auqnue sea para criticarme.
Besos y se cuidan.

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