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Dos corazones, un destino por meyagatha

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Notas del capitulo:

holi mis hermosos lectores

El sol ilumino la cara de tres jóvenes que estaban durmiendo placidamente en la posada hasta que un castaño reacciono de manera sobresaltada

 

-¿Y MISAKI?- los otros dos comenzaron a fijarse levemente por todos lados, pero no había señal alguna del mas pequeño.

 

-ayer lo vi irse, pero creo que no volvió AHHH somos los peores amigos del mundo- se quejaba Kisa mientras comenzaba a vestirse para ir en búsqueda de su amigo

 

-no podemos deambular mucho, Yukina me advirtió que si no tenemos identificación iremos a prisión y aun no la tenemos…- dijo inteligentemente Hiroki mientras caía en cuenta de que el oji verde quizás estaba en el calabozo

 

-DEBEMOS IR POR EL- grito Chiaki en un intento de valentía

 

-lo único que lograremos es que nos arresten. Debemos pedirle ayuda a Yukina- respondió el mayor y luego de vestirse bajo al bar en donde el chico más alto estaba limpiando, preparando todo para la noche

 

-¿en que puedo ayudarte?- pregunto el amable panadero mientras veía de reojo al peli negro quien lo evadía

 

-¿has visto a nuestro amigo? Ayer se fue y jamás regreso, estamos preocupados- el castaño se quedo pensativo hasta que una idea se le vino a la mente

 

-hoy habrá una fiesta y vendrá mi cliente especial. Es un guardia del castillo, quizás lo haya visto- esto dejo mas tranquilo a Hiroki quien Lugo de agradecerle se dispuso a ayudar, igual que los otros chicos quienes estaban muy agradecidos por tener un lugar donde pasar la noche.

 

 

Mientras tanto el chico dueño de la posada se acerco lentamente a Shouta quien lo miraba con asco y recelo. El solo se fijaría en un noble, no es un pobre.

 

-¿Necesitas algo?- le pregunto el chico mientras barría y se alejaba lo mas que podía de ese idiota

-quisiera saber…si tu querrías ser mi pareja para la fiesta de esta noche- la propuesta le había parecido tierna pero no accedería tan fácil

 

-claro que no. Pídeselo a Chiaki, quizás acepte- el chico se encontraba indignado. Toda su vida esperando por un hombre rico y terminaba enamorando a un simple y odioso panadero.

 

-pero el no me gusta. Solo podrías ser tu - antes de que el mas bajo contestara un grupo de chicas se acerco al castaño y comenzaron a arrastrarlo hasta donde se encontraban las demás

 

-Yukinaaaa nos pondremos muy bellas para hoy a la noche. Esperamos que elijas a alguna de nosotras para bailar- una pequeña opresión se hizo presente en el corazón del azabache pero no lo diría.

 

-lo siento señoritas, pero ya tengo pareja- y dando una ultima sonrisa volvió adentro, dejando a las chicas muy decepcionadas

 

-¿Quién será? De seguro es muy bella- susurro una mientras Kisa sentía que explotaba ¿Quién se había creído ese Yukina?

 

-debe ser aquella chica que estuvo la otra vez, era muy hermosa- dijo otra quien se sentía totalmente rechazada por el chico brillante, o así le decían ya que parecía que el castaño irradiaba un brillo especial.

 

-bien lo único que nos queda… ¡es comprar mas vestidos!- y así sin mas ellas se fueron dejando a un pensativo chico que se preguntaba que tendría de especial aquel raro.

 

En otro lado de la habitación Hiroki se hallaba pensativo: extrañaba su pueblo, su hogar, su tienda, Sin  embargo no podía volver, no cuando había decidido ayudar a su amigo castaño en su nueva vida

 

-genial, prometí cuidarlo y lo perdí- refunfuñaba mientras limpiaba cada vez mas fuerte los vasos de la posada.

 

-oye, piensa en los sentimientos de esos vasos- aquella voz… esa voz la escuchaba cada vez que iba a explotar.

 

-que estupido, son objetos, no sienten- no podía evitar ser impulsivo, mas cuando estaba nervioso

 

-no te preocupes, me alegra verte aquí, quisiera saber si tu…querías ser mi acompañante de esta noche en el baile. -¿acaso estaba demente?¿ el y un conde?¿ un simple vendedor de libros y un noble?

 

-estas…loco- respondió mientras su rostro se sonrojaba, acción que no paso desapercibida por Nowaki.

 

-quizás, pero quiero algo de buena compañía- su sonrisa, aquella maldita sonrisa hacia que el corazón de Hiroki se acelerara

 

-lo pensare, pero no prometo nada- sin mas subió a su cuarto, deseando escapar de aquellos ojos azules que parecían penetrar su alma.

 

Mientra los demás estaban distraídos, un pequeño oji azul salio en busca de su mejor amigo, quien se encontraba solo en aquel reino desconocido.

  No se rendiría, no aceptaría una negativa de parte de Hiroki, el lucharía hasta encontrar al castaño y que vuelvan a estar los cuatro juntos.

 

-otra vez te veo, linda florecilla- ¿Qué nunca iba a parar? ¿Nunca se iba a cansar de perseguirlo?

 

-¿Qué haces aquí? Este no es tu reino, esta muy lejos de serlo- estaba harto ¿Cuántas veces tendría que soportarlo? ¿No se había cansado de jugar con sus sentimientos?

 

-cuando me gusta mucho un juguete no me gusta dejarlo ir- el chico se bajo de su caballo y guío al castaño a un rincón desolado, en donde beso el cuello del mas bajo y le dio una mirada amenazante.

 

-que no se te olvide Chiaki, hasta que no vuelvas al reino Este no podrás escapar de mi, te vigilo todo el tiempo- sin mas desapareció, dejando a un desolado oji azul rogando por ayuda, aquella ayuda que jamás pudo pedir por miedo de que sus amigos salieran heridos.

 

-maldigo el día en que te rescate yuu…

 

 

Cuando llego la noche la posada de Yukina estaba repleta: habían muchos pueblerinos, mujeres bellas y algunos nobles que amaban romper con la rutina y no pensar en los protocolos reales.

 

Kisa estaba muy feliz, extrañaba las fiestas de su pueblo y nada mejor que pasar las penas con mucho alcohol y nobles a la vista

 

Hiroki aun seguía escondiéndose del conde pero para su mala suerte el chico no se rendía fácil y sin planearlo ya se encontraba bailando con el mientra las personas los animaban.

 

En cuanto al más pequeño: aun seguía asustado por el príncipe del Este. Temía que jamás lo deje en paz y por protección de su familia tener que volver a ese lugar que solo le traía tristes y dolorosos recuerdos.

 

- Takano mi viejo amigo, siéntate por favor- todas las chicas gritaron cuando el guardia del palacio real se hizo presente, ya que sus ojos miel y su negro cabello lo hacían muy atractivo

 

-tuve un día agotador. Necesitaba esto- sin mas bebió todo el liquido de su jarra y al instante pidió otra olvidando que tenia que entregar una carta

 

-¿Cómo esta Ritsu?- pregunto el chico brillante quien conocía bien la historia de esos dos

 

- no quiso acompañarme. Sigue molesto conmigo por querer besarlo- las risas del otro no se hicieron esperar

 

- es mas que obvio que el esta enamorado de ti, no quiere ser tu juguete- el azabache no lo creería. El jamás podría ser el enamorado secreto del castaño.

 

-claro que no. El dijo que amaba a alguien pero no quiso decirme- y así Yukina lo dejo solo, preguntándose como podría ser tan idiota.

 

-por cierto…me dio esto para ti. Dijo que se lo des a unos chicos, que es de Misaki- antes de que pudiera entregársela Kisa se la arrebato de las manos y luego de leerla su cara se volvió todo un poema

 

-¿¡Misaki esta en el palacio!?

 

 

 

 

 


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