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Zodiaco (Riren/Ereri) por Tesschan

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Notas del capitulo:

Descargo: Shingeki no Kyojin y sus personajes le pertenecen a Hajime Isayama, yo solo los he tomado prestados para esta historia.

CAPÍTULO 5:

(LEO)

JUGANDO CON FUEGO

 

Quien con fuego juega, puede quemarse.

 

 

Tras meses de obligada costumbre, nada más oír el distintivo golpeteo sobre la puerta de su oficina, Levi supo quién era su visitante y comenzó a dolerle la cabeza.

Su «adelante» fue seguido de la entrada de Eren, cuyos ojos relucían con verde enfado y lo taladraban con un muy mal disimulado rencor.

—Señor Ackerman, tenemos que hablar.

Lo cierto era que Levi llevaba toda esa semana preguntándose qué demonios le ocurría a Eren en esa oportunidad. Nada más conocerlo, él había llegado a la conclusión de que este era extraño, ya fuese porque algunas neuronas colapsaban en su cabeza demasiado seguido o por algún otro motivo que todavía no lograba descifrar; sin embargo, todo parecía haberse complicado todavía más desde la ridícula confesión de un mes atrás. Después de que Eren le dejó claro su interés, tenía unos cambios de humor tremendos, pasando de ser un cachorro obediente —que encantaba a Levi— a días en que era todo tormenta y problemas, como aquel.

—Jaeger —masculló él, fingiendo no haberse percatado de su malhumor y siguiendo con la lectura de los documentos que Erwin acababa de llevarle—. ¿Te inquieta algo?

—Muchas cosas, señor —respondió Eren, con él mismo tono que seguramente emplearía para decir «maldito bastardo».

Resignado, alzó el rostro para verlo, encontrándose con que este ya había tomado asiento enfrente de él y ahora lo miraba con enormes ojos de lechuza rabiosa y los labios apretados en una mueca de infantil reproche.

Joder, lo que le faltaba, un día de mierda…

—Perdón, ¿hay algo del trabajo que te inquiete, Jaeger? —volvió a preguntarle, conteniendo su genio para no mandarlo a la mierda. La última vez que lo había hecho, dos días atrás, este pareció tan dolido que él acabó sintiéndose el mayor bastardo del mundo; aun así, lo peor vino cuando intentó arreglarlo. En cuanto obsequió, disimuladamente, un «café del perdón» a Eren, el chico lo tomó como una invitación, por lo que Levi fue incapaz de quitárselo de encima durante el resto del día. De solo recordarlo le entraban escalofríos.

—Nada, señor. Todo está listo —le dijo este contento, entregándole un fólder con su informe antes de continuar—: Tenemos que hablar.

Por un momento Levi se sintió tentado de decirle que llevaban cinco meses hablando, o, mejor dicho, Eren hablaba y él oía, ¡porque el chico era una puta cotorra que no paraba! Aun así, se recordó, todavía no llegaba al extremo de desear asesinarlo enserio. El chico era bueno trabajando, y a pesar de ser idiota, era uno carismático que le venía bien para lidiar con clientes difíciles. Sin embargo, el gran punto negativo seguía siendo la «relación» que todos en la oficina creían que tenían; una suposición que los efusivos arranques de devoción que mostraba Eren hacia él no ayudaban a desmentir.

—Dime —accedió de mala gana, aun sabiendo que luego se iba a arrepentir terriblemente.

—Usted no está cooperando —le dijo el chico molesto, una molestia que fue más que evidente en aquellos condenados, y espectaculares, ojos verdeazulados.

—¿Cooperando con qué?

—¿Con qué va a ser? ¡Nuestra relación, por supuesto! —se indignó Eren—. No pretenderá que lo haga todo yo solo, ¿verdad? Tiene que ayudar un poco más si desea que esto funcione.

Ya fuese porque estaba muy cansado debido al trabajo, o muy jodido por tener que aguantar a Eren todo ese mes, Levi no comprendió de inmediato lo que este deseaba hacerle entender. ¿Relación? ¿Ayuda? ¡Una mierda!

—¿Intentas decirme que yo debo poner de mi parte en esta relación «unilateral» que, según , tenemos?

—¡Por supuesto! —insistió Eren—. Si mira las cosas en perspectiva, se dará cuenta de lo injusto que está siendo conmigo. ¡Me está cargando con todo el trabajo!

Más por desesperación que por diversión, él rompió a reír.

—¡¿Qué mierda contigo, mocoso?! Eres tú quien está intentando conquistarme, ¡obviamente el trabajo va a ser tuyo!

Eren negó con obstinación.

—Las responsabilidades en una pareja son compartidas, así que por favor intente mostrarse más cooperador. Si sigue siendo así de terco, va a lograr que me desanime y deje de intentarlo, y ninguno de los dos desea eso, ¿verdad? Está siendo muy irresponsable con mis sentimientos y los suyos, señor. Si no tiene más cuidado, podría acabar arruinando nuestro futuro juntos.

Al comprobar que este hablaba en serio, una mezcla de diversión e incredulidad embargó a Levi. Eren, en toda su infinita estupidez, le estaba reprochando el que no se dejase conquistar, ¡que no cooperara! Aquello era la cosa más ridícula que había oído en mucho tiempo.

Acodando ambos brazos sobre la mesa, apoyó la barbilla entre sus manos unidas y le preguntó:

—Oi, Jaeger, ¿has tenido antes alguna relación?

Eren asintió.

—Dos.

—Oh, ya veo. Y en esas dos relaciones, ¿cómo te fue?

—Me dejaron, señor.

Sin poder contener su mordacidad, Levi sonrió.

—Comprendo el porqué.

—No lo haga sonar como un insulto, por favor.

—Suena como un insulto porque lo es, mocoso idiota.

Presagiando batalla, las castañas cejas de Eren se fruncieron, y aunque no quisiera admitirlo, Levi debió reconocer que el mocoso no estaba del todo mal; le gustaba verlo enfadado. Eren no era para nada su tipo, pero quizá, si llegase a encontrarse muy desesperado…

—Entonces, ¿con cuantas personas ha salido usted? —replicó este, enfurruñado.

—Tch, ¿por qué mierda tendría que decírtelo?

—Porque yo le respondí primero. ¡Es justo!

—¿Qué demonios contigo, Jaeger? ¿Eres un niño de primaria acaso?

Eren solo frunció aún más los labios.

—¿Más o menos de diez? —insistió este en su empeño, y aunque era una completa idiotez, a Levi le pareció divertido.

—Joder, mocoso, déjalo ya. No voy a decírtelo.

Apoyando los brazos sobre su escritorio y reposando su cabeza entre ellos, los verdeazulados ojos del chico se alzaron para mirarlo, todo seriedad, un gesto que, de alguna manera, hizo que él se sintiese inesperadamente nervioso.

Condenado crío.

—¿Es Farlan uno de sus ex? —inquirió una vez más Eren, de manera tentativa.

—¿Y comenzamos de nuevo con Farlan?

—¡Es que usted no me responde! —se defendió este—. Lo cierto es que soy un poco celoso, ¿sabe? Y no me gusta como él lo mira, y mucho menos como usted lo mira a él. Debería ser menos amable, o le puede dar esperanzas.

Haciendo una retrospección respecto a su actuar, Levi se cuestionó, sinceramente, como era su comportamiento con Farlan. Ellos jamás habían sido pareja, por supuesto, ¡Farlan no podría ser más hetero ni aunque quisiera! Sin embargo, allí tenía al mocoso descerebrado reclamándole celos a causa de sus palabras poco amables, groseras y burlescas hacia su amigo. Definitivamente, Eren Jaeger era un masoquista.

—Algo está mal con tu cerebro, mocoso. No eres del todo idiota, pero tus neuronas no funcionan de una forma normal.

—Probablemente, después de todo me gusta usted, ¿no?

Viniendo de cualquier otro, Levi habría devuelto aquel insulto velado de forma desagradable, pero últimamente le costaba ser del todo malo con Eren. Sin proponérselo, el chico se había convertido en algo así como su mascota: daba trabajo cuidarlo, lo volvía loco la mayor parte del tiempo, pero aun así había momentos en que tenerlo cerca lo hacía inesperadamente feliz, tanto que hasta le entraban ganas de adoptarlo.

Al ver que el mocoso rebuscaba dentro de su bolso con esmero, se preguntó qué idea de mierda se le habría metido ahora en la cabeza; sin embargo, antes de que pudiese preguntarle nada, este sujetó su mano izquierda con firmeza y garabateó algo en ella, impidiéndole que la apartara hasta que hubo acabado.

Consternado, furioso, Levi le lanzó una mirada asesina, mirada que se llenó de horror al ver lo que allí estaba escrito.

—¡Jaeger, comienza a explicar ahora mismo que demonios significa esto! —explotó él, viendo la frase «propiedad de Eren» resaltando sobre el dorso de su mano.

—Solo estoy dejando las cosas claras. Si va a reunirse hoy con Farlan, sin mí, mejor me aseguro de que él comprenda la situación para evitarnos problemas posteriores; ya sabe, por el trabajo. Por favor, adviértale de que soy alguien celoso. Y no intente borrarlo, porque es tinta indeleble. Puede hacerse daño.

Levi gruñó y Eren sonrió, poniéndose de pie y despidiéndose con un gesto de la mano mientras se dirigía hacia la puerta.

—Oi, mocoso descarado —lo llamó cuando este ya estaba a punto de salir—. Te advierto que estás jugando con fuego. Si no tienes cuidado, acabarás quemándote.

En vez de asustarlo con su amenaza, como pretendía, Eren sonrió aún más.

—Me parece perfecto, señor. Hange me ha dicho que este mes predomina Leo, y es muy afín para los arianos como yo. Durante este mes puedo ser todo lo valiente y descarado que quiera, ¡así que mejor prepárese!

Agarrando un taco de memorandos del escritorio, se lo arrojó al chico, con tan mala suerte que la puerta se cerró segundos antes de que lo alcanzara, aumentando su indignado enfado.

Sin embargo, lo peor de todo, se dijo Levi, era que en el fondo no le molestaba realmente la insistencia de Eren. Tal vez, quien acabaría quemándose al final sería él.

Puta vida.

 

——o——

 

Aun sabiendo que era absolutamente innecesario, Eren, mordisqueando nervioso su colgante y fingiendo que aún tenía trabajo acumulado, se quedó sentado en su escritorio, a espera que Levi regresara tras su reunión con Farlan.

A pesar de su insistencia inicial para que este lo llevase con él, su jefe se había negado a hacerlo. Eren, por supuesto, había deseado protestar, muchísimo, pero tras recordar el consejo de Armin, acabó quedándose callado y siendo obediente por una vez.

Conquistar a Levi estaba resultando ser mucho más difícil de lo que él esperaba, por lo que, en su desesperación, terminó pidiendo consejo a sus amigos. Armin, siempre cauteloso, simplemente había sugerido que diese algo más de espacio a Levi, permitiendo así que este se acostumbrase a él antes de hacer una entrada más directa; Jean, por el contrario, le había aconsejado no solo que marcase su propiedad sobre el otro hombre cuanto antes, sino que también de paso le partiera la cara a Farlan, dejando así las cosas claras con este.

Eren había estado debatiéndose entre ambas opciones durante días, pero teniendo en cuenta que de entre ellos tres Armin era el más listo, supuso que sería quien más razón tendría, y por eso se estaba portando tan bien.

—Oi, mocoso, ¿aún no acabas tu trabajo? —le preguntó extrañado Levi nada más entrar en la oficina y encontrárselo.

Feliz de que este hubiera llegado —y de que no hubiese señales de Farlan por allí—, él negó con entusiasmo.

—No, solo estaba revisando algunas cosas para mañana. ¿Cómo le fue en la reunión?

—Bastante bien —admitió Levi—. Ven a mi oficina un momento; quiero enseñarte lo que Farlan me señaló.

Durante la siguiente media hora, ambos intercambiaron con entusiasmo sus impresiones sobre los cambios requeridos por el otro, planteándose lo que podría ajustarse mejor a su trabajo y lo que no.

Cuando finalmente acabaron, el resto del personal ya se había ido, por lo que, tras despedirse del guardia, bajaron al aparcamiento mientras platicaban.

Un poco nervioso, un poco osado, Eren tomó la mano izquierda de Levi, notando de inmediato la rigidez de este ante su toque, pero alegrándose de que al menos no le pegara un puñetazo en respuesta.

Al ver que las marcas que había hecho antes ya se estaban borrando, pensó en volver a remarcarlas; sin embargo, como si le hubiese leído el pensamiento, Levi apartó su mano, diciéndole amenazador:

—Vuelve a intentar marcarme, y juro que te volaré los dientes de una patada, Jaeger. ¿Te puedes imaginar la mierda que fue explicarle esta estupidez a Farlan? El muy bastardo no dejó de reírse de mí por tu culpa, joder.

—¿Se acordó de decirle que soy celoso?

Levi le pegó una colleja que lo hizo soltar un aullido de dolor.

—Celoso y una mierda, mocoso descerebrado. ¿Es que no comprendes que no somos novios ni nada? ¡Ni siquiera sé por qué te gusto y estás tan decidido a salir conmigo!

—¿Y tiene que existir necesariamente una razón lógica para todo? —replicó Eren—. Solo me gusta y ya. Como me gusta el chocolate o los días soleados o que las personas rían. No existe una razón, y si la hay, ni siquiera me interesa. Me gusta usted y punto, y eso, de alguna manera, me hace feliz. ¿Piensa acaso que ser feliz es algo malo?

Antes de que Levi pudiese responderle, la luz del estacionamiento se fue de golpe, dejándolos a oscuras.

Eren, ya más o menos acostumbrado a los desastres que solían ocurrir cuando se hallaban juntos y algo importante estaba por suceder, intentó mantenerse muy quieto, rogando porque su mala suerte se quedase encapsulada en su persona y que por una vez Levi se librara.

Sin embargo, mientras sacaba su móvil del bolsillo de sus vaqueros, sintió una potente patada en la espinilla que le llenó los ojos de lágrimas.

—¡Auch! ¡Tenga más cuidado! —protestó, inclinándose para sobar su pierna—. Acaba de golpearme por accidente.

—No fue un accidente, lo hice a propósito —respondió Levi, sin un ápice de arrepentimiento en la voz.

—¡¿Y por qué hizo algo así?! ¡¿Es que ha perdido la cabeza?!

—Estoy intentando librarme de la mala suerte. Seguro que esto es obra tuya, Jaeger, así que intento canalizar las malas vibras para que regresen a ti.

Eren tenía serias dudas sobre la efectividad del método de Levi, pero antes de que pudiese hacérselo saber, sintió que lo agarraban del cuello y luego como unos labios se estrellaban contra los suyos en un beso duro que hizo a sus pulmones dejar de funcionar y a su corazón amenazar con salírsele por la boca.

—Detesto a los mocosos, y estás lejos de ser mi tipo, pero… no estás del todo mal, Jaeger —le dijo este en cuanto lo dejó ir—. Aun así, no voy a salir contigo.

—¡¿Entonces por qué ha hecho eso?! —preguntó él, lleno de indignada confusión.

—Quien sabe —masculló Levi, justo en el momento en que las luces regresaron.

Tras subirse a su coche y ponerlo en marcha, este le enseñó el dedo medio por la ventanilla; sin embargo, no había avanzado ni medio metro cuando el motor decidió morir.

—Jaeger —murmuró, apoyando ambos brazos sobre el volante y dejando caer su cabeza sobre ellos.

Eren, sintiéndose más animado, le enseñó sus llaves.

—Aún tenemos mi motocicleta, ¿quiere que lo lleve?

—No estoy tan desesperado para arriesgar mi cuello. ¿Quién me asegura que no termino en el puto hospital antes de que acabe la noche?

Aun así, y a pesar de las protestas de este, pocos minutos después salió de allí, con Levi apoyado contra su espalda y pensando que quizá la mala suerte no era tan mala suerte después de todo. ¿No había conseguido acaso que aquel terco hombre cediese al menos un poquito?

Si el premio valía el riesgo, jugar con fuego no era del todo malo. 

Notas finales:

Lo primero, como siempre, es agradecer a todos quienes hayan llegado hasta aquí. Espero que el capítulo fuese de su agrado y valiera la pena el tiempo invertido en él.

Lo siguiente, es felicitar a todos los Leo que han cumplido o cumplen por este mes. Espero que este nuevo añito que comienzan llegue lleno de cosas buenas y afortunadas, así como amor a montones. ¡Muy feliz cumpleaños para todos ustedes!

Y bueno, igualmente espero que el capítulo les gustase y resultara divertido. Esta vez, como quien predomina es Leo, el rey del zodiaco irradiando seguridad y territorialidad, ha tocado un Eren muy decidido y algo celoso, dejando las cosas claras para Levi; aunque bueno, Levi tampoco es de los que se queden mucho y permita que otros lo controlen, así que al pobre muchacho le ha tocado una cucharada de su propia medicina. Ahora queda esperar que depararán los astros para el mes siguiente, con Virgo en todo su perfeccionismo.

También, porque creo que no lo había informado aquí, aviso que he creado una cuenta de respaldo en Wattpad tessi-chan. Si una historia es borrada de mi cuenta principal, se subirá en la de respaldo, y si la cuenta principal es borrada, seguiré en la de respaldo. De todos modos, les recuerdo que tengo también cuentas en otras plataformas donde todo igualmente va al día.

Para quienes leen el resto de mis historias, comunico que la siguiente actualización es para In Focus, entre domingo y lunes. Ya después de eso, tocaría Cantarella, para seguir con el drama por allí.

Una vez más muchas gracias a todos quienes leen, comentan, envían mp’s, votan y añaden a sus listas, marcadores, favoritos y alertas. Siempre son mi mayor incentivo para continuar por aquí.

Un abrazo a la distancia y mis mejores deseos para ustedes y los suyos en estos tiempos complicados.

 

Tessa.


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