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Zodiaco (Riren/Ereri) por Tesschan

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Notas del capitulo:

Descargo: Shingeki no Kyojin y sus personajes le pertenecen a Hajime Isayama, yo solo los he tomado prestados para esta historia.

CAPÍTULO 6:

(VIRGO)

PERFECTA IMPERFECCIÓN

 

Porque el Demonio está en los detalles.

 

 

 

Mirando atentamente la puerta del despacho de Levi, Eren suspiró pesaroso y se preguntó una vez más en que estaba fallando.

Tras su larga plática de la noche anterior con Hange —intentando hallar la manera de que Levi perdiese su timidez y reconociera finalmente su amor por él—, esta, certera como siempre, le había explicado que el problema de su relación radicaba en que era Virgo quien regía ese mes, por lo que él, siendo Aries, definitivamente lo llevaba muy mal al no prestar atención a los detalles e irse de cabeza a lo que deseaba. ¿Y qué tenía eso de malo?, se preguntó Eren indignado. Sí no fuera por todo el empeño que estaba poniendo, Levi de seguro ya se habría fugado con otro.

Al sentir que golpeaban con poca delicadeza su cabeza, levantó la mirada, desconcertado. Historia —con el arma agresora en sus manos—, le tendió los fólderes con gesto ceñudo.

—¡¿Por qué me has golpeado?! —le preguntó indignado a esta.

—Porque no prestas atención cuando te hablo.

—¡Pero no era necesario que me golpearas, Historia! Ya soporto suficiente dolor sin tu ayuda. Gracias.

—Entonces no te distraigas en el trabajo —lo regañó su amiga, como si ella jamás perdiese el tiempo intercambiando mensajes con Ymir—. ¿Y qué te ocurre ahora?

Debatiéndose sobre si debía confiar en esta y contarle sus penas, Eren, acodándose en el mesón de recepción, le preguntó acongojado:

—¿Cómo conseguiste gustarle a Ymir?

—Por qué soy bonita y amable —le explicó muy contenta.

Al oír su ridícula respuesta, él no pudo evitar torcer los labios con disgusto, ante lo que la «bonita y amable» chica le pegó tal puñetazo en el brazo que lo hizo soltar un gemido.

—¡Historia! —protestó nuevamente, pero esta solo lo miró enfadada.

—Piensas que no lo soy —le dijo rencorosa.

—¡Yo no dije nada!

—No fue necesario, lo vi en tus ojos. —Soltando un resoplido nada acorde con su imagen de muchacha dulce, replicó—: Para que lo sepas, tú tampoco me gustas, Eren.

—Me alegro, porque estás lejos de ser mi tipo —reconoció él con sinceridad—. Pero de verdad, Historia, ¿cómo logras gustarle a alguien?

Tras abandonar su aura combativa, su amiga se lo quedó viendo unos segundos. Alargando una mano, esta le dio un par de cariñosas palmaditas en la cabeza.

—¿Se han complicado las cosas con el señor Ackerman? ¿Has discutido con él? Todas las parejas tienen sus problemas a veces, Eren.

—No es eso, solo que… No estoy seguro, supongo. Algunos días creo que lo nuestro va muy bien, pero otros… Él realmente es una persona muy complicada, ¿sabes?

Tras meses trabajando juntos, Eren creía haber llegado a comprender un poco mejor el comportamiento de su jefe. El odio irracional que este le tenía en un principio ya casi no existía, y hasta se complementaban bien; sin embargo, tras su confesión, todo había vuelto a estar como en tinieblas, porque si bien él sí tenía claro lo que quería, ¡Levi era un enigma lleno de contradicciones! Uno que llevaba un mes completo volviéndolo loco tras aquel beso sin explicación de su parte.

Eren estaba segurísimo de que muchas de sus neuronas habían muerto durante ese mes debido al sobreesfuerzo hecho para intentar comprenderlo.

—Creo que el problema radica en que el señor Ackerman todavía te ve como un niño.

—¡Pero si tengo veintitrés años! —protestó él, ante lo que su amiga lo miró con mal disimulada lástima.

—Físicamente sí, mentalmente, hasta yo lo dudo. Y eso que he crecido contigo, Jean y Connie —admitió Historia con una honestidad que rayaba en la ofensa—. El señor Ackerman es mucho mayor que tú, así que quizá teme que solo estés interesado en él como un capricho pasajero.

Eren abrió los ojos a causa de la sorpresa que le causó esa revelación.

—¿Crees que él piensa que no me tomo enserio nuestra relación?

—Exactamente —le dijo su amiga—. Así que debes demostrarle que no es así.

—¿Y cómo lo hago? —le preguntó con auténtico pánico.

Había intentado muchas cosas durante ese mes, incluso hablar con Farlan para pedirle que no entorpeciera el avance de las cosas entre ellos; charla que por supuesto acabó con este muriéndose de la risa y con Levi regañándolo durante una hora entera después de aquello.

—Mmm… el señor Ackerman es alguien muy detallista y perfeccionista en extremo. Le gusta que todo se haga de la manera correcta y como él espera —murmuró esta pensativamente; no obstante, un par de segundos después soltó un gritito de emoción—. ¡Lo tengo, Eren! ¡Lo tengo! ¡Se me ha ocurrido el plan perfecto! ¡Lo que necesitas para terminar de conquistarlo es eso, detalles!

Y él, esperanzado como pocas veces, se apresuró a prestar completa atención a los consejos de esta.

 

——o——

 

Tras casi dos horas de concienzuda meditación, Levi se preguntó una vez más que demonios era lo que iba mal con la cabeza de Eren.

Si el chico fuese un idiota sin remedio, ya se habría encargado de que Erwin lo despidiera, pero este funcionaba bien en el trabajo y —aunque odiara reconocerlo— a veces hasta le agradaba… más que un poco. No obstante, había días como aquel en los que este hacía alguna estupidez y él ya no sabía qué demonios pensar.

Joder, Eren iba a volverlo loco.

El golpeteo en la puerta lo sacó de su meditación, alzando su plateada mirada ante la entrada de su visitante.

Hannes —cargado con unos cuantos fólderes que Levi le había pedido esa mañana— contuvo el aliento al ver el arreglo floral de anaranjadas caléndulas que decoraban su escritorio. Aquellas malditas flores no solo habían apestado su despacho como si fuese un cementerio, sino que también lograron que todos quienes pasaron por allí ese día lo mirasen con conmiseración.

—Levi, realmente lo lamento muchísimo. Te acompaño en tu dolor —le dijo este lleno de pesar—. ¿Cuándo ha ocurrido el fallecimiento? ¿Ha sido alguien que conozcamos?

—Será muy pronto si Jaeger no me da una excelente explicación sobre qué demonios significa todo esto —masculló, enseñándole al otro la caja con chocolates y la nota que venía con esta, aparte de las malditas flores, claro—. ¿Qué mierda pasa con ese chico, Hannes?

Mirando el arreglo floral y comprendiendo el verdadero significado tras este, el otro suspiró, seguramente aliviado de no tener que «consolarlo en su dolor». Como si Eren no fuera un dolor constante en el culo, joder.

—Bueno, es que el muchacho es un poco impetuoso.

—¿Un poco? —le preguntó Levi con incredulidad.

—Puede que… bastante, ¡pero es un buen chico! Y está muy ilusionado con la relación de ambos. De hecho, su madre, Carla, está muy contenta también.

Nada más oír las palabras «madre» y «contenta», él supo que algo iba muy mal.

—Oi, oi, espera un poco —frenó a Hannes, quien se lo quedó viendo confundido—. ¿Me estás diciendo que la familia de Eren sabe que somos «pareja»? —le preguntó a este sin poder creérselo aún.

Hannes asintió.

—¡Claro! De hecho, Carla tiene muchas ganas de conocerte. Deberías plantearte ya el hacerles pronto una visita, Levi.

Sintiendo que su enfado se elevaba hasta niveles insospechados, él sonrió apenas al otro.

—Me lo pensaré —fue su respuesta; sin embargo, en cuanto este se marchó, minutos después, lo primero que Levi hizo fue buscar su móvil y llamar a Eren.

—¿Señor Ackerman?

—Tienes exactamente un minuto para traer aquí tu trasero, Jaeger. Y más te vale que tengas una muy, muy buena explicación para darme.

 

——o——

 

Temblando como una hoja y viéndolo con ojos de cervatillo a punto de morir, Eren presionó su llave entre los dedos y se sentó muy quietecito frente a su escritorio. Levi, taladrándolo con la mirada como si desease diseccionarlo sin anestesia, le exigió molesto:

—Jaeger, ¡explícame que mierda es eso de que tus padres saben que estamos saliendo!

Nada más oírlo, el miedo de Eren pareció disiparse y lo miró muy contento.

—¡Se los dije el mes pasado, señor! Ya sabe, después de que nosotros, bueno… —Sonrojándose como una condenada doncella virgen, este le dijo en un quedo susurro—: nos besamos.

Levi gruñó.

—¿Me estás diciendo que les hablaste de nuestra «relación» solo por un beso de mierda?

—No lo haga sonar como si lo que compartimos fuese algo sin importancia, por favor.

«Lo era», tuvo ganas de gritarle, pero al ver la seriedad de cachorro ofendido con la que este lo miraba, no pudo hacerlo. Además, Levi debía reconocer que él mismo había sido el idiota que cometió el primer error. No estaba interesado en Eren —no demasiado al menos—, pero, por algún motivo absurdo, ese día acabó dejándose llevar y lo besó por simple impulso.

Si tan solo pudiese borrarle los recuerdos y arreglar aquel desastre… ¿Tal vez si lo golpeaba hasta dejarlo inconsciente…?

—¿Y esto? —le preguntó tras unos minutos de silencio, señalando las flores que seguían sobre su escritorio—. ¿Qué demonios significa esto?

Eren volvió a sonreírle, utilizando aquella condenada sonrisa que llevaba meses volviéndolo loco porque… Demonios, no tenía ni una puta idea de por qué.

—¿Le gustaron?

—Me has regalado flores aptas para un funeral, mocoso descerebrado. ¿Sabes cuántos pésames he recibido hoy, Eren? ¡Diez! Todos en la oficina piensan que se me ha muerto un familiar, joder; cuando lo único muerto aquí son tus neuronas.

—Oh, yo solo pensé que eran bonitas —le dijo este con aquellos verdes ojos llenos de culpa y sinceridad—. ¡Están muy coloridas!

—Tch, coloridas y una mierda. Además, ahora mi despacho apesta a cementerio.

El chico olfateó en su dirección, arrugando de inmediato su respingada nariz morena.

—Puede que un poco —admitió con algo de reticencia.

—Y, por cierto, detesto el chocolate. Y respecto al poema, ¿alguna vez te enseñaron métrica en la escuela, mocoso? ¡Esa cosa no tiene ni pies ni cabeza!

Como siempre que se disgustaba, la expresión de este se volvió intensa y combativa, haciendo que algo dentro suyo se avivara con entusiasmo e hiciera a Levi preguntarse qué era lo que estaba mal con él.

—En verdad es usted muy difícil, ¿sabe? ¡Estoy intentando ser detallista! Historia me dijo que en los pequeños detalles está lo que mantiene unida a una pareja.

Levi bufó al oírlo, sin poder creérselo del todo. Poniéndose de pie, apoyó las manos contra el escritorio y miró al chico a los ojos, haciendo que este contuviese la respiración al tenerlo tan cerca y se pusiera rojo como la grana.

—Sé que estás intentando conquistarme, Jaeger, pero casi te doblo la edad. ¿Por qué mejor no te interesas en alguien más acorde a ti?

—¡Porque me gusta usted y ya! ¡¿Por qué simplemente no puede entenderlo?!

Enfadado, Eren se puso de pie a toda prisa para enfrentarlo, sin medir para nada la distancia y dándole tal cabezazo que Levi sintió su cerebro rebotar un par de veces dentro de su cráneo antes de poder volver a enfocar la vista con precisión.

—¡Jaeger! —rugió, presionando su mano sobre su frente, intentando amortiguar así el dolor.

—¡Señor Ackerman! —le dijo este a su vez, aproximándose para ver cómo se encontraba.

A pesar de su intención de mantener la distancia entre ambos, el chico le apartó la mano para revisar donde acababa de golpearlo. Levi le lanzó una mirada asesina —porque estaba seguro de que aquello era culpa de la condenada mala suerte que este se cargaba—, pero algo pareció colisionar justamente en el instante en que sus ojos se encontraron, siendo incapaz de hacer nada cuando Eren se inclinó para besarlo en los labios, ahogando de golpe todo su sentido común.

Tras separarse finalmente, este lo observó con aquellos ojos verdes y brillantes, así como una expresión aterrada en el rostro, porque de seguro ya se sabía muerto; aun así, se preguntó Levi, ¿realmente serviría de algo intentar poner distancia con Eren? Cada vez que él daba un paso atrás, este parecía dar dos en su dirección, obligándolo a prestarle atención y verle; siempre verle.

—Hablarás con tus padres y les explicarás que no somos pareja, Jaeger. Y queda prohibido el que me sigas haciendo obsequios, ¿entendido? —Eren asintió, haciéndole sentir un aguijonazo en el corazón al ver como aquel cachorro humano lo miraba con expresión triste—. Sin embargo, si eres cuidadoso en el trabajo y obediente durante este mes, utilizaremos esto. —Rebuscando en el escritorio, tomó el sobre dado por Hange tiempo atrás y lo estampó contra el pecho del chico—. Un mes de prueba, Eren. Si fallas y me cabreas, no hay más oportunidades.

Confundido, el chico abrió el sobre, pasando del tenue rosa que teñía su rostro a un rojo furioso lleno de alegría.

—¿Me está invitando al cine? —le preguntó Eren muy contento, con las entradas en la mano y aquella sonrisa que hacía contraerse su estómago—. ¿Vamos a tener una cita?

—Mmm, quien sabe. Así que no cantes victoria antes de tiempo —masculló Levi sintiéndose un completo idiota. Al ver que este volvía a abalanzarse hacia él, le plantó una mano sobre el pecho para mantenerlo a distancia—. Oi, mocoso ansioso, las manos quietas. Con un beso ya es más que suficiente por hoy.

Eren obviamente protestó, pero Levi tan solo lo ignoró y regresó a su asiento, pasando a llevar sin querer las flores que el otro le había obsequiado, las cuales alcanzó a sujetar solo segundos antes de que se desparramaran por el suelo y notara el pinchazo, sintiendo el terror recorrerle la columna.

—¿Señor Ackerman? —le preguntó Eren, evidentemente preocupado al verlo palidecer de golpe.

—Jaeger… —murmuró apenas, contemplando a su potencial asesina zumbar, moribunda, alrededor de su mano recién herida—. ¡Joder, Eren, ¿por qué mierda siempre eres un imán de mala suerte?!

—¡¿Pero que hice ahora?!

Sintiendo que la tensión se le bajaba de golpe, Levi se apoyó contra este, ya por completo resignado a la mala suerte que lo rodeaba cuando el mocoso estaba cerca.

—Si quieres que tengamos esa cita, llévame al hospital, ahora mismo, o en verdad tendrás que ir a dejarme esas putas flores al cementerio. ¡¿No te dije acaso que soy alérgico a las abejas, mocoso idiota?! ¿Es que no podías elegir otro obsequio?

El rostro de Eren se llenó de pánico al comprender lo ocurrido, arrastrándolo en busca de Erwin y creando un total revuelo en la oficina.

Sintiendo su mano doler hasta lo imposible por la creciente hinchazón, Levi miró al responsable de su sufrimiento y lo maldijo, aunque no de corazón, porque al recordar los absurdos detalles y el perfecto cuidado con el que este preparó todo para intentar agradarlo, él no pudo evitar sentirse un poquito agradecido.

A su modo, Eren era perfectamente imperfecto, y Levi estaba seguro de que a pesar de lo simple y banal que parecía a simple vista, este era… algo más. Sí, comprender a Eren no era tarea fácil, pero probablemente el resultado a futuro valdría la pena; si es que sobrevivía para verlo, claro.

Notas finales:

Lo primero, como siempre, es agradecer a todos quienes hayan llegado hasta aquí. Espero de corazón que el capítulo fuese de su agrado y valiera la pena el tiempo invertido en él.

Lo siguiente, es felicitar a todos los virgo que ya hayan cumplido o cumplan añitos durante este mes. Deseo que este nuevo año que comienzan a recorrer les llegue lleno de cosas buenas, aprendizaje y sobre todo mucho, mucho amor. Mis mejores deseos para ustedes y un enorme abrazo a la distancia, así que, ¡muy feliz cumpleaños!

Y bueno, aquí ya toca disculparse. La verdad es que por calendario este capítulo debería haber estado subido el domingo, pero vengo desde hace bastantes días con una gripe que no me ha tenido muy bien, mejorando y decayendo una y otra vez, así que estoy algo lenta a la hora de escribir, y en todo en realidad. Así que confío en que puedan perdonar la pequeña tardanza de este mes, pero al menos el capítulo ya está, ¡y hemos llegado a la mitad de la historia! Dios, que rápido ha pasado medio año.

Ya solo me queda confiar en que el capítulo les gustase, con todos sus detalles y su perfecta imperfección, ya que si algo caracteriza a los virgos es eso mismo, su maravilloso y, a veces para los arianos como yo, incomprensible necesidad de perfeccionismo.

Hablando de los capítulos, aprovecho de avisar también que como había comentado con anterioridad, al final sí me decidí por modificar y alargar tanto el capítulo 1 como 2 de la historia, para que así todos contaran con dos mil quinientas palabras. El cambio no es enorme, ya que la base de los capítulos sigue siendo la misma, pero sí agregué algunas cosas que espero hagan la lectura mejor y más entendible en algunos aspectos.

Otra cosa, por si a alguien le quedó la duda, las flores que Eren le obsequia a Levi son caléndulas (o maravillas), las cuales en algunas partes se asocian a las flores que suelen llevarse a los muertos, y de allí el enfado de este. Lo cierto es que la caléndula es una flor complicada en general, porque como dice Eren, es colorida y bonita, tiene un montón de usos cosméticos y medicinales, pero no huele precisamente bien; además, su significado dista bastante de ser alegre, por lo que a pesar de su apariencia llamativa, no es algo que le obsequiarías a alguien que precisamente estés intentando conquistar, ya que se asocia más con las despedidas y las penas de amor. Pero bueno, Eren es Eren, así que dejemos en que la intención es lo que vale. Y ya quedará esperar a lo que deparará el siguiente mes para Libra, y si esa cita resulta o no bien. Si es que Levi sobrevivió para el siguiente mes, claro, jaja. Definitivamente la mala suerte de Eren va en escalada.

Para quienes leen el resto de mis historias, aviso que la siguiente actualización será para La Joya de la Corona. Mi intención es que el capítulo esté listo para el domingo de esta semana, pero debido a que mi salud sigue siendo intermitente, dejaré un par de días más por si acaso.

Una vez más muchas gracias a todos quienes leen, comentan, envían mp´s, votan y añaden a sus listas, marcadores, favoritos y alertas. Son siempre la llamita que mantiene encendida la hoguera.

Un abrazo a la distancia y mis mejores deseos para ustedes.

 

Tessa.


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