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Etéreo (Riren/Ereri) por Tesschan

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Notas del capitulo:

Descargo: Shingeki no Kyojin y sus personajes le pertenecen a Hajime Isayama, yo solo los he tomado prestados para esta historia.

Tema del capítulo: Playa.

 9 DE OCTUBRE:

NAUFRAGIO

 

La dentellada del mar muerde

la abierta pulpa de la costa

donde se estrella el agua verde

contra la tierra silenciosa.

(Pablo Neruda, Isla del Sur).

 

 

 

Octubre nueve despierta pintado de gris acero, con nubes borrascosas que manchan el cielo y la cacofonía de los árboles siendo extrañamente calma, avecinando la tormenta.

Eren, tan tormentoso como el tiempo, se halla sentado junto a la ventana bebiendo café, por completo sumergido en un desanimado silencio mientras contempla el mar de hojas que han alfombrado de dorado y rojo el suelo durante la noche, convirtiendo el polvoriento camino en líneas de colores serpenteantes tras haber desnudado los vetustos árboles para revestirlos de gris.

A pesar de tus miedos, las pesadillas nocturnas no acudieron a tu encuentro durante la noche, regalándote un descanso que te supo a milagro. Aun así, cuando la nueva mañana golpeó tu puerta, esta llegó cargada de dudas que ahora te persiguen, sin saber qué hacer con ese chico que ha vuelto a ser fría e hiriente escarcha y te mantiene lejos. Un ser por completo filoso en los bordes y que, no obstante, sabes tan frágil como el hielo de la primera nevada.

Como si te sintiese, sus ojos de verde verano se vuelven hacia ti, tendiendo en tu dirección una mano que aceptas; una mano que sientes tibia y acogedora junto a la tuya, pero todavía así demasiado distante para tu gusto.

Enterrando el rostro en tu pecho como pocas veces se permite, Eren suspira y busca tu consuelo, el cual llega en la forma de tus manos enredadas entre sus castaños cabellos y tus labios sobre estos en una plegaria silenciosa.

—Odio esto —susurra apenas, y aunque él no llora, porque jamás lo hace, hueles su miedo y sientes su dolor correr por tus venas, notando como sus dedos se aferran a tu espalda hasta ser dolorosos y hacerte comprender que está a punto de quebrarse.

El beso que comparten cuando levantas su rostro es completamente doloroso, del mismo modo que lo es contemplar sus ojos del verdeazulado de la tormenta antes de producir un naufragio. Y es entonces que se desangra en palabras, en miles de ellas, hablándote finalmente de ese padre que no lo entiende y que él tampoco comprende; del padre que le exige y le ordena, nunca temiendo imponerse ante él, aunque sea quebrantándolo.

Eren habla como pocas veces lo ha hecho contigo, de su infancia tras la muerte de su madre y el largo invierno que le parecieron esos años antes de conocerte. Te habla de sus sueños y sus decisiones, y aunque no te dice el motivo, sabes que al igual que fue contigo, su marcha será su huida y su salvavidas, porque huye o se muere, porque utiliza sus alas quebradas o se eclipsa para siempre.

Y es entonces que lo descubres, que finalmente lo entiendes, que el chico de verano e invierno en verdad siempre ha sido suave otoño, teñido de dorado, ocre y un sinfín de cielos turbulentos que conforman su paisaje, y aun así lo suficientemente amable para sentirte afortunado de haber hallado aquel tesoro al conocerlo.

Eren se quiebra entre tus brazos como hoja seca, y por primera vez temes no ser suficiente. Vuelves a besarlo y él te mira. Vuelves a besarlo y te conviertes en su refugio y resguardo, porque él sabe que debe volver a enfrentar el miedo, aunque no lo desee. Porque sabe que por más que grite, su voz nunca logrará calar lo suficiente en quien más teme.

En algún momento la tormenta de su interior se calma y lo sientes convertirse en mar suave y apacible entre tus brazos, con sus ojos limpios de secretos, pero todavía así llenándote del mismo asombro que experimentaste la primera vez que los viste. Ojos injustos, ojos imposibles; ojos que te recuerdan tu infancia y tiempos mejores; que te hablan de remembranzas perdidas que convierten tu voluntad en un puñado de hojas secas mecidas al antojo de su caprichosa brisa.

—Quiero ir a la playa. Conocer el mar —le oyes decir de repente, rompiendo el silencio con voz de pajarillo y dolorosa añoranza en cada sílaba.

Y sabes que su deseo no es un capricho egoísta, sino que es una necesidad; la idealización de lo que ansía alcanzar para seguir siendo él y no perderse; para seguir siendo algo vivo y no la sombra de otro alguien.

Acaricias sus cabellos y tu corazón acelera el ritmo ante el roce constante de su suave respiración contra tu cuello desnudo como una cadenciosa marea, y como si realmente de una marea se tratase, su esencia te rodea y te embriaga, perdiéndote en su sueño y deseando hacerlo propio.

—Iremos —es tu respuesta y lo sientes reír, y su risa reverbera en tus huesos y tu corazón, porque Eren ríe como si confiara en aquella promesa sabiendo que será; que en algún momento se cumplirá. Que, aunque no pueda ser ahora mismo, llegará el día en que tomarás su mano y harás realidad aquel sueño, por lo que tú también te lo crees tan solo porque él lo hace.

Y mientras contemplas el otoño pintado del gris de la tormenta y danzantes hojas a través de la ventana, la mentira en tus labios se siente verdadera a pesar de saber que nada es cierto; pero es un sueño, y estos son libres. Es un sueño, y estos pueden ser una esperanzadora ilusión hasta que se rompen.

Y Eren verá el mar, estás seguro de ello, porque has visto arder en él la necesidad que lleva a la determinación, y sabes que, aunque no estés a su lado, lo verán juntos porque seguirás viendo a través de sus ojos. Porque una parte tuya le pertenece y la llevará consigo tras su marcha, aunque no quede nada de él para ti, y tampoco lo deseas ya que lo quieres libre, lo quieres siendo él mismo. Y esperas que, cuando el sueño se cumpla, al fin pueda volar con alas nuevas y enteras, logrando que el muchacho de verano y gélido invierno deje de ser un ser etéreo y se convierta finalmente en realidad tangible.

Notas finales:

Lo primero, como siempre, es agradecer a todos quienes hayan llegado hasta aquí. Espero que la viñeta de hoy resultase de su agrado y valiera la pena el tiempo invertido en ella.

Lo cierto es que esta viñeta ha sido una de las que más me ha entristecido escribir, en parte por Eren y en parte porque de alguna manera no pude evitar asociarla con el manga al momento de escribirla, por lo que me resultó bastante dolorosa en ese sentido. Aun así, espero que la disfrutaran y no fuera demasiado triste. Quiero creer que a pesar de todo lo doloroso y melancólico de esta historia, tiene sus momentos bonitos.

El tema del evento para mañana es «cosplay», pero yo arbitraria, egoísta y caprichosamente lo he adaptado a «disfrazarse», así que cruzo los dedos porque el capítulo de mañana les resulte más lindo y divertido, ya sin todas las nubes de tormenta que han tocado en esta.

Una vez más muchas gracias a todos quienes leen, comentan, envían mp’s, votan y añaden a sus listas, favoritos, marcadores y alertas. Siempre animan mucho para continuar intentándolo por aquí.

Un enorme abrazo a la distancia y mis mejores deseos para ustedes. ¡Hasta mañana!

 

Tessa.


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