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Etéreo (Riren/Ereri) por Tesschan

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Notas del capitulo:

Descargo: Shingeki no Kyojin y sus personajes le pertenecen a Hajime Isayama, yo solo los he tomado prestados para esta historia.

Tema del capítulo: Años 50 y años 90.

19 DE OCTUBRE:

DE LA LUNA A SATURNO

 

Amor, qué importa

que el tiempo,

el mismo que elevó como dos llamas

o espigas paralelas

mi cuerpo y tu dulzura,

mañana los mantenga

o los desgrane

y con sus mismos dedos invisibles

borre la identidad que nos separa

dándonos la victoria

de un solo ser final bajo la tierra.

 (Pablo Neruda, Oda al Tiempo)

 

 

 

Dos días antes de cumplir tres semanas viviendo juntos, la alegría de Eren llena nuevamente la casa gracias al gato que ahora tienen, y al hecho de que octubre ha vuelto a teñirse de tonos suaves y ligeramente soleados que arrancan destellos de cobre y bronce al bosque circundante. El último suspiro del otoño antes de que diciembre severo cubra todo con su silencioso y blanco manto.

La tarde entre ustedes transcurre plácida y agradable, platicando de todo y nada como tantas otras veces, e intentando encontrar —en casi una hora de debate infructuoso— un nombre adecuado para la fea y peluda bestezuela que ahora pertenece a ambos según el mocoso.

Cuando finalmente decides tomarte un respiro y huyes a la cocina para preparar té, en la soledad que allí impera, el peso del rápido paso del tiempo te golpea duramente, entristeciéndote.

Octubre avanza sin tregua alguna a su fin, y al observar por la ventana las coloridas hojas caídas bailoteando suavemente entre los árboles, no puedes evitar que tu memoria viaje lejos.

Fue a finales de un octubre como aquel, cuando por primera vez descubriste que tu amistad con aquel chico ladrón de fresas y sonrisas cargadas de secretos había tornado en algo más para él. Eren, tan experto en ocultar su dolor y su tristeza, era un total desastre con sus emociones bullentes, las que se desbordaban cual torrente cada vez que le observabas, llenándolo de infantil vergüenza.

Miradas anhelantes y el dibujarte en su cuaderno como si desease grabarte en su memoria, fue lo único que necesitaste para presentir aquel cambio en sus sentimientos; cambio que viste confirmado cuando te obsequió prímulas grabadas delicadamente en un trozo de papel, gritándote con ellas su amor naciente, y haciéndote comprender que poner distancia era lo más adecuado, lo más correcto, pero, ¿cómo hacerlo cuando el chico se había convertido en tu verano después del terrible y cruel invierno?

Un año más fue el que demoraste tú en descubrir la verdad acerca de tus propios sentimientos culpables, pero todavía así permitiste a los meses pasar en su compañía hasta convertirse en años, hasta ver al niño dar paso al hombre y llenarte de aquella ilusión absurda de los «quizá sí». No obstante, cuando el dolor sobre este pareció quebrarlo por completo, finalmente supiste había llegado el momento de dar un paso atrás y le ofreciste un escape sin que él llegase a enterarse, porque Eren huía o moría, y preferías saberlo lejos que no saberlo en absoluto.

La sala sigue llena de risas quedas y palabras susurradas cuando regresas a ella, pero tus regaños mueren en un jadeo al contemplar el caos que allí se aprecia, cual vendaval arrasando.

Eren, siendo todo risas, viste ropas de hace más de dos décadas atrás. Ropas demasiado pasadas de moda y que ni siquiera le quedan bien del todo. Ropas que son un desastre demasiado tiempo guardado juntando años y polvo, y con toda una historia detrás.

Quitándote la bandeja de las manos, te explica lleno de alegría que aquello ha sido parte de su botín hallado en el ático. Miles de prendas de otros dueños y otras vidas, pero que como cada nueva cosa que él descubre, ha llamado su inquieta atención.

Por supuesto tus reclamos no tardan en llegar, no solo porque el mocoso ha vuelto la sala un campo de batalla de proporciones, sino porque también el pequeño bichejo que ahora poseen, ha desmadejado unas bolas de lana en su alocado juego, y no hayas lugar donde poner un maldito pie.

Eren, terco como siempre, protesta y se niega a guardarlo todo; aun así, cuando con ojos brillantes y sonrisa burlona te suplica para que te pruebes uno de los trajes, promete ser bueno y obedecer si aceptas su capricho.

Y cedes, por supuesto que cedes, porque desde un principio has sido la marioneta voluntaria de aquel chico de cálido verano e invierno afilado; aquella que hace actuar a su antojo cada vez que desea imponer su voluntad, tan solo necesitando tensar tus hilos con sus sonrisas cómplices y sus miradas suplicantes para convencerte.

Tal como previste, el gris y ancho traje es una pena, recordándote a los utilizados durante los años cincuenta, ya mucho tiempo atrás.

Reclamas al otro diciendo que aquello es una mierda, porque en verdad lo es, pero Eren solo aplaude, entusiasmado, y acaba por poner un sombrero a juego sobre tu cabeza, el cual cubre tus ojos y te hace chasquear la lengua con reprobación.

—Es ridículo —protestas, pero la cabeza del mocoso se ladea, sonriéndote con silenciosa atención.

Acortando la distancia entre ambos, Eren rodea tu cintura con sus manos y te mira, contemplándote de esa manera que siempre te hace pensar en los confines del universo y las estrellas lejanas; aquellos misterios inexplorados y fascinantes a los que aun nadie ha llegado.

—Lo es —confirma, y roza sus labios con los tuyos, compartiendo tu aliento—, pero, ¿no te parece emocionante ser otra persona? ¿Tener otra vida? ¿Otros sueños?

Y aunque aquellas palabras te duelen, las comprendes, porque sabes que él tiene razón. Así vestidos, los separan cuatro décadas desde los cincuenta a los noventa, toda una vida, una distancia tan enorme como la de la Luna a Saturno y el inabarcable amor que existe entre ustedes; aun así han roto el concepto del tiempo y la distancia aunque sea una mentira, porque al menos durante ese momento son otros, con otras vidas y otros sueños. Con la esperanza de que su amor sí pueda ser un «para siempre», y no la despedida que ambos ya presienten.

Y octubre dieciocho se congelará en sus memorias como aquellos recuerdos de otras vidas que el mocoso ha descubierto. Y cuando los años hayan pasado para ambos, cuando cada nueva década sobrescriba la anterior, ese mes compartido seguirá siendo un fragmento hermoso y etéreo en el recuerdo de los dos. El sueño de todo aquello que pudo ser, pero que no tuvieron la oportunidad de mantener.

Notas finales:

Lo primero, como siempre, es agradecer a todos quienes hayan llegado hasta aquí. Espero de corazón que la viñeta de hoy fuese de su agrado y valiera la pena el tiempo invertido en ella.

Por lo demás, solo espero que el resultado de este tema les gustara y no resultara demasiado raro. Reconozco que en un principio fue uno de los que más dolores de cabeza me produjo para poder incluirlo en la historia como algo que tuviera sentido, ya que no era solo tomar el tema y plantearlo de cualquier forma, sino que tenía que ser un eslabón más de todo el resto, pero al final tuve una epifanía y logré llegar a este resultado que a mí me gustó mucho, jaja.

Pasando el título de la viñeta, «De la Luna a Saturno», obviamente este hace una alusión directa a la enorme distancia de espacio-tiempo que existe entre ambos y que es como Levi se siente respecto al hecho de estar ellos vestidos con prendas de épocas tan diferentes que generan esa sensación de atemporalidad.

Aun así, esa frase en sí misma viene a reflejar la siguiente frase «Love you to the Moon and to Saturn» (Te amo hasta la Luna y Saturno), que pertenece al tema Seven de Taylor Swift. Yo ya había dicho con anterioridad que su álbum Folklore fue el que me inspiró casi el 90% de la historia, y ese tema en particular fue mi base para toda la historia de Eren por aquí. Es una canción preciosa llena de amor, no precisamente romántico, pero que a pesar de ello es un amor que sobrepasa el tiempo y la distancia porque los sentimientos son profundos y verdaderos; un amor que durará porque se forjó a base de dolor y cosas tristes. Si se animan a oírla, creo que se sorprenderán por la gran cantidad de alusiones de ese tema que se han colado en Etéreo, jaja.

El tema del evento para mañana es «toques», y creo que a su manera será un capítulo interesante por algunas cosas.

Una vez más muchas gracias a todos quienes leen, comentan, envían mp´s, votan y añaden a sus listas, marcadores, favoritos y alertas, siempre son mi mayor incentivo para seguir esforzándome.

Un enorme abrazo a la distancia y mis mejores deseos para ustedes. ¡Hasta mañana!

 

Tessa.


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