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Zodiaco (Riren/Ereri) por Tesschan

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Notas del capitulo:

Descargo: Shingeki no Kyojin y sus personajes le pertenecen a Hajime Isayama, yo solo los he tomado prestados para esta historia.

CAPÍTULO 8:

(ESCORPIÓN)

DULCE, DULCE VENGANZA

 

Porque la venganza es un plato que se sirve frío.

 

 

 

Enfadado como pocas veces estaba, Eren llegó hasta la oficina donde Farlan trabajaba, informando a la secretaria de este sobre su cita, para que anunciara su llegada.

Levi ciertamente era un traidor de lo peor, el peor novio del mundo, y no solo porque el día anterior no diera la más mínima señal de vida, ignorando sus ciento veintiséis mensajes y cuarenta y dos llamadas, sino porque había pasado toda la tarde con Farlan, ¡con Farlan!

Ese maldito infiel.

Eren sabía que él no era alguien demasiado paciente, pero le había dado muchas oportunidades a Levi para dejar las cosas claras con el otro sujeto; no obstante, si este no lo había hecho, tendría que ser él mismo quien tomara cartas en el asunto. A situaciones desesperadas, medidas desesperadas.

Así que aprovechando que tenía que reunirse con el robanovios de Farlan esa mañana, decidió que dejaría todo claro. El discurso que había preparado durante su desvelada noche era genial, muy maduro, por lo que nada podía salir mal ese día. Nada.

O casi, tuvo que reconocer cinco minutos después mientras llamaba a la puerta del despacho del otro, porque nada más revisar las predicciones del horóscopo de ese día, se encontró con la peor revelación del mundo. ¡Era el último en el ranking! ¡El más maldecido del día! Ni siquiera un milagro iba a lograr que aquello saliese bien.

Pero mientras pensaba en si debía tragarse su rabia y celos, aguantando como un héroe aquella reunión con el desgraciado de Church, el responsable de sus pesadillas hizo acto de presencia.

—¡Eren, chico! Que gusto verte —le dijo este poniéndose de pie al verlo entrar, tendiendo una mano en su dirección—. Eso significa que Levi confía mucho en ti —prosiguió, felicitándolo como un padre orgulloso.

Pero nada más oír el nombre del infiel de su novio saliendo de labios de Farlan, el entusiasmo que él sintió por sus palabras desapareció por completo. Así que, tirando su sentido común por la borda, a pesar de los desesperados intentos que este hizo por no caerse, se apresuró a decir:

—Sobre Levi, bueno, creo que los dos tenemos que hablar muy, muy seriamente.

 

——o——

 

Sintiendo su rabia subir como la espuma, Levi tamborileó los dedos contra el escritorio y pensó en la mejor forma de castigar al condenado mocoso que tenía como pretendiente.

Las carcajadas de Farlan aun resonaban en sus oídos, pero no podía culparlo, ¿de verdad Eren había ido a cobrarle cuentas por su supuesta infidelidad? En sus treintaisiete años de vida jamás creyó que iba a tener que soportar tanta idiotez junta, menos proviniendo de una sola persona.

Aun así, Levi debía reconocer que en parte era responsable del problema al no haber marcado desde un comienzo los límites con el jodido crío. Ya sabía que permitirle tantas libertades a Eren acabaría costándole caro.

El conocido llamado a la puerta fue el preámbulo del drama, porque cuando Eren hizo ingreso, en vez de encontrarse con el cachorro arrepentido que esperaba, Levi se enfrentó a un par de enormes ojos verdes que eran todo tempestades. El epítome de los problemas.

—Jaeger —masculló por costumbre, dándose cuenta de su terrible error cuando la expresión del mocoso se volvió más tempestuosa todavía, por lo que se apresuró en corregirse—: Eren, ¿se puede saber que mierda pretendías al convertir una reunión de trabajo en un consultorio amoroso?

—Sobre el trabajo, aquí tiene —le dijo este, tendiendo hacia él algunos fólderes—. Respecto a lo otro, solo aproveché la oportunidad de aclarar asuntos importantes con Farlan, ya sabe. Sobre nosotros.

—¿Diciéndole que somos novios? —inquirió, conteniendo las ganas que sentía de lanzarle el pisapapeles a la cabeza para ver si así el jodido cerebro comenzaba a funcionarle—. ¡Novios y una mierda!

Los ojos de lechuza enrabiada de Eren se convirtieron en cuestión de segundos en ojos de lechuza herida, muy, muy herida; tanto que hicieron sentir a Levi el peor bastardo del mundo.

—Comience a tomar responsabilidad de sus acciones, por favor —le recriminó Eren muy serio—. No pretenderá ilusionarme y luego dejarme tirado, ¿verdad? Eso sería muy cruel de su parte, Levi. Incluso para ser usted.

Una parte de su cerebro, probablemente la menos dañada, sabía que debería estar ofendido debido a que el mocoso acababa de insultarlo en su cara; pero, la menos racional, ya estaba harta de él mismo reaccionando a Eren sin quererlo.

Necesitaba un trasplante de cerebro, y probablemente de corazón, con urgencia.

—Responsabilidad y una mierda —replicó, guardando el pisapapeles en un cajón del escritorio por precaución—. Que nos hayamos liado un par de veces en este mes no significa que estemos saliendo.

La boca de Eren se abrió a causa de la consternada sorpresa.

—¿Me está diciendo que solo me ha usado?

Levi gimió internamente e imploró paciencia, a quien fuese. Estaba tan desesperado que incluso podría llegar a aceptar la religión que fuera.

—Solo estoy diciendo que somos dos adultos que a veces pasan su tiempo juntos. Punto. —Al ver que Eren palidecía hasta lo imposible, de verdad se preocupó—. ¿Y ahora qué ocurre, mocoso?

—Que veo las cosas claras —espetó este con molestia—. Al final sí ha estado jugando conmigo.

Levi gruñó.

—Claro que no he jugado contigo; solo que creí que tú comprendías… Mierda —farfulló, al ver que las cosas para el chico estaban lejos de ser así de casuales.

Enseñándole el dedo medio, Eren le espetó con rabia.

—Rompo con usted. Váyase al demonio.

Lo único que pudo pensar Levi al verlo salir por la puerta cual tromba marina, era en cómo demonios se podía terminar algo que en primer lugar jamás había comenzado.

 

——o——

 

Acudiendo a la llamada de Erwin, Levi abrió la puerta de la oficina de su socio cabreado a niveles extremos.

Desde que su «ruptura» de esa mañana con Eren se hizo pública, él había vuelto a ganarse cientos de miradas reprobatorias por romper el delicado corazón de doncella del chico. Chico que lo miraba con enrojecidos ojos de lechuza asesina cada vez que lo veía pasar.

No obstante, su enfado se esfumó de golpe nada más entrar al despacho y ver quien estaba sentada sobre el regazo de su rubio amigo, llenándose de deseos de huir y vomitar, todo al mismo tiempo; confusión que le atrofió las capacidades motoras porque, antes de que pudiese salir de allí, Hange ya lo tenía enlazado por el cuello en una perfecta llave de lucha que lo dejó sin aliento.

—¡Joder, suelta! —protestó él, intentando apartar a la otra con poca delicadeza, logrando respirar apenas cuando aquella demente le permitió algo de libertad; libertad que aprovechó para sentarse en la silla frente a Erwin, quien lo miraba muy serio—. Si me dices que me has llamado por el mocoso…

Su amigo lo acalló con un gesto.

—Levi, Levi, con Han sabemos lo nervioso que te ponen las relaciones, y no te culpamos, para nada; es parte de la vida. Pero no puedes romper así el corazón del chico —explicó Erwin con su mejor tono de padre condescendiente—. Las relaciones de pareja se cultivan. Hay días bueno y días malos, ¿verdad Han? —preguntó mirando a la aludida, la cual asintió muy seria—. No puedes tirar por la borda una relación que quizá será lo mejor que te pase en la vida.

—O la última oportunidad que tengas —intervino Hange con tono pesaroso—. Ayer leí tus cartas, Levi, ¿y sabes lo que me dijeron? —Él negó, ya suponiendo que la muy demente le saldría con alguna estupidez—. La muerte, Levi. ¡La muerte! Probablemente no te queden más que un par de meses de vida, así que aprovéchalos. ¡Vive cada día como si fuese el último!

Al ver que sus dos amigos parecían estar apenas conteniendo las lágrimas por su próximo deceso, su primera reacción fue reírse de aquella ridiculez; no obstante, al recordar sus últimos, y peligrosos, meses al lado de Eren, pensó que tal vez no era una opción del todo descabellada.

¿Y cómo era que nadie veía que el principal causante de sus desgracias era el mocoso? Si en verdad acababa palmándola, probablemente hasta tratarían a este como su sufrido viudo. Si es que regresaban a lo que… fuese que tuvieran, claro.

—El chico fue el que me botó —reconoció finalmente, intentando ignorar la punzada de culpabilidad que le oprimió el pecho al decirlo.

El gritito ahogado de Hange fue seguido por la azul mirada de incredulidad de Erwin, y no pudo culparlos. Aquella era la primera vez que alguien lo dejaba, y no al contrario.

—¡Enano, lo siento tanto! —gimoteó su amiga, aprisionándolo nuevamente entre sus brazos—. Mami Hange está aquí para ti. Puedes llorar en mi pecho, pequeño.

Levi estaba a punto de protestar y decirle que no necesitaba llorar por nada, y mucho menos en su inexistente pecho, cuando Erwin, aclarándose la garganta sonoramente, le dijo:

—¿Sabes, Levi? A veces solo es necesario imaginar cómo sería tu vida sin alguien que te importa, y si el resultado de eso no te gusta, entonces es tiempo de intentar arreglar las cosas y pedir una segunda oportunidad.

Y aunque en su vida él no había dado muchas segundas oportunidades a nadie, por una vez pensó que quizá le gustaría merecerla.

 

——o——

 

O por lo menos eso fue lo que Levi pensó hasta que, justo antes del fin de la jornada laboral de ese día, nada más entrar a su despacho viese su taza favorita hecha añicos, y no como si esta hubiera caído accidentalmente desde su lugar en la mesilla auxiliar, sino como si esta hubiera levitado mágicamente hasta acabar estrellándose contra la puerta para quedar hecha el montoncillo de fragmentos que acababa de pisar.

Sin embargo, lo que terminó por colmar su paciencia fue ver —y oler— como su carísimo desinfectante se hallaba esparcido con total descuido por todas las superficies del lugar.

Haría pagar por ello al mocoso vengativo, se prometió. ¡Con sus tazas y sus productos de limpieza no se metía nadie!

Tal como esperaba, Eren seguía en la oficina a esa hora, pero al ver su expresión de profundo enfado, el muy cobarde agarró sus cosas y huyó a toda prisa hacia el elevador, ignorando sus llamados e incluso intentando cerrarle las puertas en las narices cuando él abordó por la fuerza en aquel reducido espacio.

—¡¿Se puede saber que mierda te pasa ahora, mocoso descerebrado?!

—No sé de qué me habla. De hecho, no lo escucho. Usted es humo —replicó Eren infantilmente, negándose a mirarle.

—A que destruiste mi taza favorita. ¡Y mi desinfectante, demonios!

El chico sonrió beatíficamente al oírlo.

—Para que sienta como me sentí yo después de su traición.

Levi gruñó y contuvo los deseos de mandar al chico a la mierda, aunque lo mereciese.

—¿Cómo no entiendes de una jodida vez que Farlan y yo nunca hemos sido pareja? ¡Si al muy idiota le van las chicas! ¡Tiene una infinita lista de exnovias! ¡Hasta intentó ligarse a mi madre el muy maldito!

Los ojos de Eren lo contemplaron con verdeazulada sospecha.

—¿Lo dice de verdad o solo para dejarme tranquilo?

—De verdad —reconoció Levi con un suspiro—. Pregúntale si quieres. No paraba de reírse tras la «charla» que tuviste con él esta mañana.

El moreno rostro de Eren enrojeció unos cuantos tonos.

—La culpa fue suya; me provocó —se defendió este con su habitual obstinación—. Y también de usted, por no responder mis llamadas. ¿Sabe lo preocupado que estaba? Pensé que le había pasado algo malo, como un accidente o que lo hubiesen asaltado o secuestrado o lo abdujesen los ovnis. La vida hoy en día es muy peligrosa.

Resignado, Levi hurgó en el bolsillo del pantalón de su traje para sacar su móvil, pasándoselo a Eren, quien lo miró lleno de confusión.

—¿Eh? Por qué… ¿es suyo? —inquirió. Al ver que él asentía, sus ojos se entrecerraron con sospecha—. ¿Por qué lo cambió?

—Porque ayer, cuando fuimos con Farlan a hacer un estudio de mercado a algunas librerías, una niña pasó corriendo a mi lado y me lo tiró; luego lo aplastó un coche. Solo hoy logré hacerme con uno nuevo.

—Ah… —murmuró Eren enrojeciendo como un tomate—. ¿Por eso no me contestó?

—Por eso no te respondí, mocoso acosador. —Al ver que Eren miraba el aparato con renovada atención, inquirió—: ¿Y ahora qué?

—Le falta la pegatina. Si no la tiene, no vamos a juego —señaló este, muy serio—. Le compraré otra mañana. ¿De qué color la prefiere?

—Cualquiera que no sea rosa, gracias —masculló, sabiendo que nada de lo que dijera haría cambiar a Eren de parecer. Sin embargo, al percatarse de que por más que pareciesen bajar no llegaban a ningún lado, una horrible sospecha lo invadió—. Oi, mocoso, ¿a qué piso vamos?

—Aparcamiento —replicó Eren, ya toda bullente felicidad.

Levi miró el panel de control y sintió que el estómago se le contraía. Mierda, iba a ser que Hange tenía razón y ni siquiera viviría para celebrar otro cumpleaños.

—Joder con tu suerte del culo, Eren —soltó en un suspiro—. Nos hemos quedado atrapados.

Los verdes ojos del chico se abrieron enormes al oírlo, pero cuando una risilla queda escapó de sus labios, Levi no pudo evitar que parte de su angustia también se aliviara. Si moría, al menos lo haría en paz, ¿no?

Unos cuantos minutos después, tras avisar al encargado para que fuesen a rescatarlos, se sentaron uno al lado del otro sobre el anorak del mocoso, porque Levi prefería morir antes que sentarse en un piso lleno de gérmenes traídos por medio mundo.

Aun así, al sentir como el chico apoyaba su castaña cabeza sobre su hombro y no soltaba sus manos entrelazadas, finalmente se armó de valor y le dijo:

—Oi, Eren, lo siento mucho. De verdad no estaba jugando contigo, porque… me importas. —Al ver que este lo contemplaba lleno de asombro, sonrió un poco—. Que mierda, supongo que sí somos novios.

La felicidad que embargó al mocoso al oírlo hizo que mucho de lo malo que él sentía se aminorara. Al final el cabrón de Erwin iba a tener razón. Reconocer los errores y pedir perdón era lo más fácil.

—¡Sí, sí! —exploró Eren, abrazándolo por el cuello y haciéndole azotar la cabeza contra el elevador, casi aturdiéndolo—. ¡Estoy tan feliz! ¡Podría morirme ahora mismo!

—Por favor, no tientes más la suerte, ¿quieres? —advirtió Levi, sobándose la cabeza. Tironeándolo de su colgante, le dijo—: Por cierto, vuelve a hacerme una escenita de venganza celosa y te castro, mocoso de mierda. Me debes una taza, y un desinfectante. ¿Sabes cuánto me costó conseguir ese? Era un producto limitado, joder.

Levi sintió como su pecho se hinchaba de felicidad cuando oyó reír al chico y este lo besó, una felicidad que se vio interrumpida en cuanto las luces del elevador parpadearon, se apagaron y sintieron la caída.

Mierda, probablemente no celebraría su próximo cumpleaños.

Notas finales:

Lo primero, como siempre, es agradecer a todos quienes hayan llegado hasta aquí. Espero de corazón que el capítulo resultase de su agrado y valiera la pena el tiempo invertido en él.

Y seguidamente, les deseo un muy feliz cumpleaños a todos los escorpiones que haya por aquí, ya sea que hayan cumplido o estén por cumplir añitos. Espero que este nuevo año que comienzan a recorrer esté lleno de cosas buenas, de momentos divertidos, nuevos aprendizajes y mucho, mucho amor y salud. Para todos ustedes, un enorme abrazo y ¡muy, muy feliz cumpleaños!

Y por lo demás, lamento este pequeño retraso en la actualización de este capítulo, pero estuve acabando mi participación en el Ererictober de este año ayer, por lo que tanto mi beta como yo solo hoy tuvimos ánimos y tiempo de ponernos con el beteo de Zodiaco. Aun así, solo han sido poquitos días de retraso y espero sí poder estar publicando el siguiente capítulo el 30 de noviembre, como corresponde.

Y bueno, como ya habrán leído, aprovechando un poquito lo vengativos que suelen ser los escorpiones y lo mucho que les gusta tomar venganza cuando lo sienten necesario, esta vez Eren y Levi sí son oficialmente novios, después de unos cuantos ataques de celos, ruptura, malos entendidos y bastantes meses de espera, jaja. Así que esperemos les dure la felicidad y sigan vivos para saber lo que Sagitario les deparará esta vez.

Por otro lado, para los lectores de Fanfiction.net, que se vieron muy afectados por la última actualización de Etéreo ya que la página no dejaba leerla, aviso que fue error de la plataforma en sí, haciendo aparecer y desaparecer el capítulo de manera intermitente. En todo caso, si esto vuelve a ocurrir, les recuerdo que todo se actualiza de manera simultánea tanto en esa plataforma como en Wattpad, AO3 y Amor Yaoi, donde en las dos últimas pueden leer sin necesidad de crearse una cuenta para ello.

Para quienes siguen el resto de mis historias, que están tan retrasadas, aviso que mañana (o el martes como muy tarde si me dejan muchos deberes en la universidad) estaré actualizando el siguiente capítulo de La Joya de la Corona, para saber cómo les va a Levi y Eren por esos lados. Después de eso, la siguiente actualización será para In Focus (¡al fin!) y el siguiente domingo una historia nueva de solo ocho capítulos cortitos que se publicará de forma semanal. Todo para el fandom de SnK esta vez; como casi siempre, en realidad, jaja.

Una vez más muchas gracias a todos quienes leen, comentan, envían mp´s, votan y añaden a sus listas, marcadores, favoritos y alertas. Son siempre la llamita que mantiene encendida la hoguera.

Un abrazo a la distancia y mis mejores deseos para ustedes.

 

Tessa.


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