Aun recuerdo como si hubiera sido tan solo ayer…
Eras tan pequeño, tan delicado, mis manos temblaron al sostenerte… Tenía tanto miedo de herirte, de mancharte con mis manos teñidas de sangre…
Por qué eso es… Lo que llevo en ellas.
Sabes, Hijo. Cuando logramos volver a ver este mundo por segunda vez… Estábamos confundidos, no entendíamos nada de lo que ocurría a nuestro alrededor. Pero… Estábamos juntos, mi Gateguard y yo, de nuevo juntos, contra lo que este mundo nos tenía deparado.
En ese instante, solo nos alegramos, nos dimos un abrazo. La verdad, sentí tal felicidad, que termine llorando en sus brazos. Sin embargo… Pronto, conocimos el por qué estábamos de vuelta.
Se entiende bien, que el amor de Atena hacia nosotros aun siga siendo eterno y muy grande. Ella nos perdono aquellos pecados cometidos… Y nos otorgó una vida limitada, en donde podíamos tener un poco de felicidad, una… Que pensábamos habíamos perdido.
Pero no fue así, nos explico todo.
“Quiero qué ustedes, sean felices. Disfruten esto a plenitud, es mi manera de agradecerles lo que hicieron. El tiempo en que tú Itiá fuiste patriarca, fue excelente y te lo agradezco por a ver sacrificado tanto de tu vida”.
“Y tú, Gateguard. La armadura de Aries te acepto porque así lo merecías, y porque aun posees un buen corazón a pesar de todo lo ocurrido”.
“Aquella maldad de Hades, su influencia sobre ustedes, no destruyó por completo su alma qué sigue siendo amable y pura”.
“Pero, Atena…. Nosotros no… No merecemos esto”.
“Todos merecen una segunda oportunidad de ser lo que no pudieron por mi culpa, por su deber. Deseo que lo hagan en este corto lapso”.
“¿Cómo… Puede perdonar nuestra traición?”
“Por qué no existe nada que su Diosa no perdoné, pues ustedes ya pagaron lo suficiente”.
Esas fueron sus palabras… Solo nos miró con su infinito amor, nos brindó una sonrisa y… Se desvaneció. Creo que fue poco antes de que volviera a renacer en aquella niña llamada Sasha.
La verdad, quedamos por completo confundidos… ¿Cómo podía perdonar una traición así?
Queríamos respuestas, queríamos su perdón más allá de solo darnos una corta nueva vida de un año, en un lugar que era desconocido para nosotros. Sabíamos que era nuestro mundo, pero en un tiempo que ya no era el nuestro.
Aún confusos, desorientados y sin saber que más hacer… Decidimos hacer lo que nos pidió. Ser feliz juntos, aunque fuera solo un poco…
Conocimos el lugar, nos revivo en una pequeña provincia de China de nombre… Emhh… No recuerdo…
Hainan, ese era su nombre, lo recuerdo bien… En ese lugar, vivimos muchas cosas que no pudimos antes.
-¿Cómo cuáles?
-Ja, ja, ja, ja, bueno… Cuando empezamos a entender que a pesar de nuestros cosmos, éramos solo dos personas viviendo en un mundo como civiles, lejos de las guerras, de los desastres contenidos en el santuario y… Decididos qué podíamos solo olvidar algo de nuestro pesar.
-Disfrutamos al fin del tiempo libre. Aprendimos a hacer una casa de madera… Aunque al inicio quedo bastante rara. Hicimos nuestro mayor esfuerzo para que se viera bonita.
Aprendimos a cultivar, e Itiá cazaba algunos animales para comer. Es una gran ventaja no tener que comer solo plantitas.
-El ser vegetariano, es una decisión propia, que ayuda mucho a llegar a un estado más puro del alma y espíritu para llegar a la iluminación, que comer carne.
-Posiblemente, pero no era lo que deseábamos hacer.
-Convivimos con humanos comunes, disfrutamos nadar sin tener que pensar en el entrenamiento, sin preocupaciones, sin angustias, sin estrés, sin pensar por mucho tiempo en nuestras anteriores vidas, y luego… Algo más paso.
Lo mejor de nuestras vidas, qué en sí… Jamás pensábamos que ocurrirá, pues no sabíamos que se llegara a poder.
Pero a pesar de no saber nada al respecto o creer que era algo imposible… Sentir como crecías en mi vientre, fue lo más extraño, pero maravilloso de este mundo.
-Entonces, bisabuelos… ¿De dónde vienen los bebés?
-Eh… ¿No le han dicho?
-Claro que si… Je, je, je, los bebés viene de melocotones gigantes….
-¿Enserio? Pero abuelito Gateguard no mencionó uno en su historia…
-Bueno… Es que se nos pasó, pero… Si comí bastantes melocotones… De hecho ahora que lo pensó… Fue algo que me gustaba comer mucho, durante esos meses…
-Fue el antojo más grande que tenia, no es exageración decir que mi borreguito rojo devoró cinco árboles de melocotones en tan solo dos meses. Ha, ha, ha, incluso tenía miedo de que su sangre se volviera de color rosa por eso.
-Bueno, mi hijo Dohko quería melocotones, así que debías cumplir con eso, después de todo eres el padre.
-Lo sé, Gateguard. Por eso estaba feliz de cumplir tus antojos todo el tiempo, incluso si debía bajar la montaña casi todas las noches por melocotones silvestres qué crecían a las orilla del bosque.
-Me sentía bastante cansado los primeros tres meses y no sabía por que… Luego sentí mareos intensos, y a veces quería matar a tu padre por esto.
-Más de una vez, Gateguard, me decía que estaba feliz, pero odiaba sentir náuseas, y me culpaba y luego me abrazaba, y después lloraba, pidiéndome disculpas por esto. Creo… Que algunas veces jalaste mi cabello cuando estabas tan enojado y también cuando…
-¡¡¡ITIÁ DE LIBRA DE ESO NO ESTAMOS HABLANDO!!! ¡¡¡NUESTROS BISNIETOS ESTÁN PRESENTES Y TAMBIÉN MI NIETO Y MI NIETO POLÍTICO QUÉ ME CAE MUY BIEN!!!
-¿De verdad le caigo bien?
-Por supuesto. Shion me agrada, hace feliz a mi hijo, y es quien dio a luz a mi nieto, pero… Es entretenido verlo enojarse por que tú no le agradas mucho.
-Esa no era la respuesta que esperaba...
-Mi borreguito, solo es algo sobreprotector con nuestro corderito. He, he, he.
-Es entendible. Si no fuera por que Shaka es el padre de mis bisnietos, posiblemente también hubiera reaccionado como tú lo hiciste hijo, cuando me contaste… Aquello.
-Creo… Que no le caigo muy bien al señor Itiá.
-Mis abuelos, tienden a ser sobreprotectores también, es normal. Nos estamos conociendo.
-Pero, ustedes sabían que debían despedirse del abuelo Dohko, casi cuando nació… ¿Quién se los dijo?
-Eso… No fue una visita muy alegre en ese momento.
-De hecho, fue el instante en que más odiamos recordar que el tiempo que nos quedaba era realmente corto.
“Sé que es sumamente desagradable volvernos a ver”.
“Hubiéramos sido más felices sin ver tu horrible cara y sentir tu asqueroso cosmos”.
“Siempre tan agradable Gateguard. Aunque deberías controlar tus emociones, afectarán a esa criatura que llevas en tu vientre”.
“¿A qué has venido, Hakurei?”.
“No es porque lo quisiera, pero… Mi hermano Sage, el actual patriarca”.
“Disfrutas mucho decirlo ¿No?”.
“Esa es la realidad… No la cambiaras solo por que te moleste”.
“Sigues siendo igual de fastidioso. Dinos, ¡¡¡¿A QUÉ HAS VENIDO?!!!”.
“Buaaaa… Buaaaa… Buaaaa…”.
“Mmh… Cálmate Shion… Solo es alguien que no controla su temperamento y grita a lo estúpido”.
“¡¡¡¿A LO ESTÚPIDO?!!! ¡¡¡YA VERÁS IM…!!!”.
“Itiá”.
“¿Gateguard?”.
“Por lo visto… También tienes un hijo… ¿De quién es…?”.
“Umnh… No lo conocen… Pero es quien regresó el honor a la armadura de Aries. Avenir de Aries, es quien le dio vida a mi hijo”.
-¡¡¡ESPEREN!!!
-¿Qué sucede hijo?
-¡¡¡¿CONOCIERON A MI BORREGUITO HERMOSO, CUANDO ERA UN BEBÉ?!!!
-Ay, hijo.
-Eso es lo que pasa cuando un Libra se enamora de verdad. Shion, me caería mucho mejor, si no fuera hijo de ese idiota… Y ese impostor.
-Si qué es muy complicado ese tema en particular… Pero… ¿Podrían por favor evitar insultarse tanto?
-Umnh… Si, perdón Mu.
-Está bien, entiendo también su sentir… Solo que es raro darse cuenta que… Mis abuelos no se llevaban muy bien, y pensar que si las cosas hubieran sido diferentes… Posiblemente mis padres no se habrían conocido… Je, je, je y yo, no hubiera nacido.
-No creo que eso hubiera podido ser, Mu. Ya que con solo conocer a tu papá, me enamore perdidamente de él y aunque hubiera tenido que ir en contra de mis propios padres, habría luchado hasta que por fin viviéramos feliz para siempre.
-Nuestro hijo es muy cursi.
-Bueno, eso lo heredo de ti Itiá, aunque lo trates de negar, es así como siempre has sido conmigo.
-Es verdad… Ni siquiera nuestro deber con Atena, la influencia de Hades o nuestra muerte, pudieron destruir nuestro amor.
-Abuelos…
-¿Eh?
-Gracias por a vernos contado lo que ocurrió en el pasado. Sé que no fue por completo fácil hacerlo, pero espero que entiendan que eso no significa nada malo para nosotros. Los queremos, los amamos, y no deseamos que se alejen de nuestra familia, porque son parte de ella… Si se apartaran, sería lo más horrible del mundo.
-Así es padres, es mucho mejor pasar tiempo con la familia, hablar de lo que nos hiere con nuestros seres queridos, alivia el alma, y nos hace sentir libres, y gracias a eso, nos damos cuenta que lo que sea que suceda, jamás logrará qué nos odiemos o despreciemos, porque la familia es lo más importante que existe.
-Exacto, bisabuelos, los queremos mucho. Además, es impresionante qué en mi familia estén tres patriarcas.
-Me gustaría llegar a ser la próxima.
-Podría ser. Eres bastante fuerte, y competente, además el tener una actitud desafiante y determinada ayuda mucho.
-¿Me podría dar algunos conocemos bisabuelito Itiá?
-Sí… Sería algo… Que me… Gustaría hacer…
-Itiá, ¿Estas llorando?
-No… Es solo… Vaya… Aun es impresionante ver a alguien tan pequeño pedir mi ayuda, ahora.
-Anshin no es la única que lo ha hecho, pero es lindo que te pongas así.
-Por cierto padres… Estaban contando cuando conocieron a mi suegro Hakurei, ¿Qué más paso?
-Es cierto… Hablábamos de… Ese… Bueno… Hakurei. Si, a ver…
-Después de qué consoló a Shion…
“Como ya deben saber, Atena, la Diosa… Que ustedes… Bueno ya saben”.
“Solo escúpelo de una maldita vez y déjanos en paz”.
“El tiempo se les acabará muy pronto. Tan solo tienen un mes, y por lo que puedo ver, esa criatura no tardará mucho en nacer. ¿Saben lo que deben hacer?”.
“Entendemos que no podremos verlo crecer, ni cuidar de él, ni… Demostrarle lo mucho que lo amamos… Tsk… Es un maldita mierda esto”.
“Si, lo entiendo. Eso es cierto… Lo viví en cierta forma”.
“¡¡¡NO LO ES LO MISMO!!! ¡¡¡DOHKO SE QUEDARÁ POR COMPLETO SOLO, SIN NINGUNO DE NOSOTROS!!! ¡¡¡¿QUÉ PASARA CON ÉL?!!!”.
“Gateguard… Mi borreguito rojo, cálmate… El llanto le hará daño a nuestro hijo”.
“¡¡¡PERO ES VERDAD, ITIÁ…!!! ¡¡¡SE QUEDARÁ SOLO!!! ¡¡¡SIN SUS PADRES… SI NOSOTROS…!!! ¡¡¡Y NOS ODIARA POR DEJARLO SOLO…!!! ¡¡¡POR LO QUE HICIMOS!!! Es… ¡¡¡¿ES EL CASTIGO QUÉ MERECEMOS?!!!”.
“No creo que eso pase… Nuestro hijo es el mejor regalo del mundo… Él no se tiene que enterar de lo que… Paso…”.
“Pero… Ese dolor tan grande de que lo abandonamos… ¿Cómo lo podremos cambiar?”.
“Claro que no es un castigo. Si lo fuera, ni siquiera les hubiera dado el don de procrear. Ella los perdono, aunque… Otros no. En fin, solo venia a decirles, que el tiempo pronto los alcanzará y obviamente su hijo no merece pagar los castigos de sus padres. Así que… Cuando eso ocurra, será cuidado por un tiempo en el santuario y luego su destino se verá”.
“Hakurei… ¿Acaso, nos estas ayudando?”.
“A ustedes no, pero ese niño. ¿Qué culpa tiene de lo que hicieron ustedes?”.
“Cierto, Dohko no tiene culpa alguna. Y aunque no queramos confiar en ti, no tenemos de otra, ¿Verdad?”.
“Nunca deberá saber lo que hicimos. ¿De acuerdo?”.
“Claro. No nos gustaría que un posible caballero dorado de Libra, vuelva a traicionar a Atena”.
“Dohko… No va a repetir el pasado”.
-Mi suegro Hakurei cumplió. Ayudo en mi crianza, aprendí combate, el como manejar mi cosmos. No fue tan malo…
-Al menos, no te castigo por ser nuestro hijo…
-No lo haría, también es un padre… Aunque es algo difícil que ese resentimiento aun exista.
-Creo que no se detendrá jamás. Hakurei y Avenir, nunca nos llegaremos a llevar bien. Nos odiamos en cierta forma. Cometimos errores, no nos perdonarán, ni tampoco buscamos su perdón… Pero…
-Estamos unidos ahora por nuestra familia. ¿Quién diría que nuestros hijos se enamorarían y gracias a eso…
-Tenemos al nieto más lindo y amable, y a los dos bisnietos más adorables del mundo?
-Mmmh, gracias…
-Te avergüenzas exactamente igual como lo hace Gateguard. Bajas la mirada, y tus mejillas se ponen todas rojas, y juegas con tus dedos.
-Yo-Yo ¡¡¡YO NO HAGO ESO!!!
-Bueno, ahora empujas a quien te hace cumplidos.
-Eso lo hace Anshin, cuando Sander le regala flores.
-Solo una vez pasó, y fue por que me dijiste que así agradecían los Lemurianos el signo de amistad.
-Kiki, ¿Le dijiste eso a tu hermanita?
-Bueno... Mamá.
-Bien hecho, hijo.
-Shaka, no ayudas.
-Perdón, pero es mejor así.
-Sander es mi amigo, ¿Qué tiene de malo que me regale una flor?
-Nada, mi pequeñita. Es solo que tu padre y hermano son demasiado sobreprotectores.
-Ah… Ok.
-Kiki, no debes hacer eso de nuevo. ¿Entiendes?
-Pero… Papá me dijo que cuidará de Anshin.
-Shaka, ¿Por qué haces eso? No pasara nada con que Anshin y Sander se hagan amigos.
-Puede ser amiga de quien quiera, pero debe saber que una flor no se le acepta a cualquiera.
-¿Por qué, Papá?
-Yo…
-A ver, explícale Shaka.
-Je, je, je, je, este rubio yerno mío, es igualito de sobreprotector qué mi Shion. Ahora entiende todo ¿No?
-Shaka, es alguien bueno, pero a veces si me pregunto, ¿Cómo logro estar con nuestro lindo nieto? Sí Mu, es muy amable, alegre, divertido y extrovertido.
-Es igual a como nosotros somos, bastante serios y violentos a veces, y a diferencia, Dohko es tan alegre y vivaz.
-Creo que ustedes también lo son solo que les gusta ocultarlo. Imagino que más de una vez han sido así, solo que ahora son más reservados ¿No?
Y es allí… Que esa adorable sonrisa que Dohko les dedica a sus padres, los trasporta a ese pasado de nuevo.
En ese día, donde él nació… Y los vio por primera vez.
Si, alguna vez, Dohko fue tan frágil e indefenso.
Fue justo en el momento en que te conocimos… Y al tenerte en nuestras manos, eras tan pequeño, qué cabías perfectamente en mis brazos, llorabas tan fuerte, y sujetabas mis dedos con tanta fuerza.
Calmamos tu llanto, y seguíamos sin creer que ese momento que esperábamos para conocerte, al fin había llegado.
Tan frágil, qué temíamos herirte… Nos aterraba qué nuestro pecado te alcanzará, pero con verte, y que nos sonrieras, sabíamos que mínimos habíamos hecho algo bien en nuestras vidas pasadas…
Por qué, eres el regalo más valioso que Atena nos pudo dar.
Dormías siempre abrazado a nosotros… No podíamos apartarnos de tu lado porque el tiempo se nos acababa… Dolió saber que cada día que pasaba, qué tu crecías, significaba qué nos quedaba tan poco tiempo a tu lado…
Me destrozaba por dentro eso, pero a la vez amaba el poder abrazarte y alimentarte, qué me necesitaras y…
-¿Papá?
Es hermoso recordar esos instantes, pero triste que no pude estar mucho más tiempo a tu lado. Tener solo un mes, para demostrarle a todo tu amor a tu hijo es insuficiente… Y viviste tanto tiempo sin saber quiénes éramos…
Muy pocas noches pasamos juntos, pero me gustaba verte dormir. Era un tiempo algo fresco, así que te cubrimos muy bien y descansabas tan cómodamente. El ver tus hermosos y pequeños ojitos verdes, iguales a los de mi Gateguard, tus cabellos castaños rojizos. Tú eres una combinación de ambos, tu alegría, tu sonrisa nos llenaba de tanta felicidad en esos días.
Hasta el último momento… Hasta el último instante en que pudimos estar contigo, te abrazaba a mí… Te besábamos, y te decíamos cuanto te amamos.
Fuimos los villanos de un historia que todo es verdad. Pero eso no impidió jamás, qué nos alegráramos al tenerte a nuestro lado, por eso… Dolió tanto desvanecernos, dejarte solo, sin poder volver a verte… Hasta ahora.
-Padres… Gracias.
-¿Por qué…?
-Por qué me tuvieran, me amaran y… Confiaran en qué nada malo pasará al decirnos su pasado, pero, por favor… Traten de que ese dolor… Se trasforme en lo que tenemos ahora… En amor… En paz… En… Vaya… Tampoco puedo contener mis lágrimas… Pero estoy feliz de que me cuenten más de ese tiempo, de nosotros… Siempre quise escuchar y conocer sobre mí.
-Quisiéramos qué hubiera más que contarte…
-Pero, eso no impide que exista más, ¿Verdad?
-No es el primer cumpleaños que ahora pasamos juntos, ni tampoco será el último.
-Claro que no será el último, y de hecho, les agradezco que me contarán sobre todo lo ocurrido.
-Es lo que más querías para tu cumpleaños. ¿No?
-Lo único que siempre eh quiero, es pasarlo con mi hermosa familia, toda junta. Además una pequeña reunión, después de la fiesta es lo mejor.
-Entonces, ¿No quieres el pastel helado qué te compramos?
-No le voy a decir “No” a un pastel helado.
-Ni yo… Creo que tengo problemas.
-Ya no es tan difícil acostumbrarnos a este mundo. Aunque algunas cosas como el internet y electricidad, que son comunes usar ahora, son complicados.
-Y eso que aún les falta conocer mucho más de este mundo…
-¿Han escuchado hablar de la música electrónica?
-¿Nos va a electrocutar?
-No, pero me ha gustado mucho últimamente, y es gracias a Kiki qué la conozco ahora.
-Me parecía bien… Pero quisiera jugar videojuegos después.
-Gateguard, si sigues haciendo eso vas a terminar necesitando lentes, ¿Si no? Es lo que llega a ocurrir cuando pasas mucho tiempo delante de pantallas.
-Ay, no me estés regañando Itiá. Que no soy un niño pequeño.
-Pero tu estatura te hace parecer uno.
-¡¡¡ITIÁ!!!
-Padre, no diga eso, que yo soy igual de bajito.
-Está bien, está bien, ha, ha, ha. Lo siento mucho.
Es allí qué Itiá, aprovechando que su nieto Mu está regañando a su esposo e hijo mayor… Abraza solo a Gateguard y Dohko.
Entre risas, y que ambos está indignados por hablar sobre sus alturas.
Es tan lindo ver a los tres así, abrazados, juntos, entrelazando sus manos, sintiéndose pertenecientes a un núcleo qué alguna vez fue solo de ellos.
Es como si el tiempo jamás hubiera trascurrido…
Y en ese momento, recuerda que aquella última noche antes de perderse los tres…
Durmieron así, Itiá recargado a la pared de su improvisado hogar, abrazando con toda su fuerza a Gateguard, el cual acomodado por completo en el regazo de su amado Libra, cargaba a su pequeño bebé, qué era el único que dormía en ese momento… Mientras ellos lo miraban y dejaban escapar lágrimas de impotencia por tener que alejarse de él para siempre.
Sin embargo, y en esta ocasión de este abrazo, eso no volverá a pasar nunca más.
No en este mundo, ni en este tiempo.