Capítulo 2
-Kibum ¡apúrate por favor se hace tarde!-dijo la madre del muchacho
-Si, si ya voy-contesto Kibum sin mucho ánimo
Kibum y sus padres iban de camino al aeropuerto internacional de Gimpo. Tenían qué viajar a Japón con uno de los socios de su padre.
“A fingir que somos una familia feliz”, pensaba Kibum.
Así era todo el tiempo, frente a los socios de su padre, eran la familia modelo: padre, madre e hijo que pronto heredaría la empresa de su padre. Su madre se convertía en el mujer más maternal del universo y su padre en el hombre más comprensivo.
La realidad era otra por supuesto, ninguno le tomaba la suficiente atención, y cuando lo hacían, sólo era para reprocharle su rebeldía, su falta de interés por los negocios, por la escuela, siempre comparándolo con los hijos de sus socios, como ellos tenían un futuro brillante y como él se gastaba el dinero para sus caprichos y fiestas.
A Kibum le interesaba muy poco, solo rodaba los ojos y se alejaba a su habitación. Nunca mostró sus verdaderos sentimientos frente a sus padres, sabía que sólo lograría más reproches y burlas.
Su teléfono sonó en ese instante, lo que le faltaba, seguramente más regaños por parte de su primo:
-Bummie
-¿qué quieres Jong?
-¿Qué? ¿Así es como le hablas a tu primo favorito?
-En serio ¿qué quieres?-dijo Kibum sin ánimos
-Sólo quería desearte suerte, se que odias este tipo de viajes
-Pues gracias, supongo
-¿Has pensado en lo que te dije?
-¿En mudarme y ser independiente? Jonghyun, eso lo he pensado desde que tenía 15, pero no, aún no es el momento
-¿Entonces cúal es ese momento?
-Cuando tenga el dinero suficiente, cuando pueda recolectar el dinero suficiente para largarme de esa casa y comenzar de cero
-Ya veo, sabes que yo te apoyaré ¿verdad?
-Lo sé dino, lo sé
-Oye, ¿has visto los noticieros? todos están preocupados por lo que pueda pasar con Corea del Norte
-Tengo demasiadas cosas en que pensar para preocuparme por eso, sólo son las mismas amenazas de siempre
-Mi mamá está muy preocupada y Gyuri también
-¿Gyuri? ¿la chica que conociste hace dos semanas?
-Si... ¿por?
-Por lo regular tu las botas a a semana
-¡Yah! eso no es cierto
-Mencioname a otra que haya durado más de una semana
-Bueno, tal vez si lo hago pero... ella es distinta
-¡Ay no me digas que te enamoraste!
-No... no sé
-Jonghyun, eso es ridículo
-¿Por qué? En algún momento tengo que sentar cabeza, además ¿qué? ¿tú no planeas enamorarte?
-No ahora
-¿No crees en el amor?
-Si, pero tengo más cosas que arreglar en mi vida como para pensar en enamorarme
-Si, en eso tienes razón, bueno Bum, te dejo, tengo que salir ahora, mucha suerte de nuevo primito
-Si
-Te cuidas mucho, por favor
-Jonghyun, soy Kim Kibum, yo siempre me cuido
-JAJA de acuerdo, nos vemos
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Días atrás, el comandante de la República Popular de Corea, Kim JongUn visitaba sus tropas en la zona de Pyongyang con un anuncio muy importante
-En unos días, será la hora, todo nuestro esfuerzo, todas nuestras horas de trabajo se verán reflejadas. Todos estos años hemos intentado arreglar esto por la paz, pero viendo la reacción de nuestros opuestos, no tenemos otra opción que atacar. Ustedes, jóvenes Norcoreanos serán enviados a llevar el primer ataque, en el aeropuerto Internacional de Gimpo...
No, pensó Minho. No, él no quería esto, él quería volver a su casa en Kaesong, con su familia, esto debía ser entrenamiento de rutina, no entrenamiento para la guerra. Odiaba la violencia, y la guerra, él no quería ser enviado a matar gente inocente sólo para propósitos políticos, no era la manera.
Su general al mando, Park JungSoo recibió órdenes directas de Kim JongUn de atacar temprano en el mañana el aeropuerto con un grupo selecto para después mandar a las demás tropas. En el grupo selecto se encontraba Minho.
-Yo no quiero hacer esto-le comentó Minho a Daesung
-Yo tampoco Minho, pero son órdenes directas, no podemos hacer nada, a menos que quieras terminar en la cárcel.... O muerto
-¡Es que esto es tan estúpido!
-No del todo, recuerda que la guerra es la continuación de la política, por medios más violentos
-Ya sé, pero para mí es innecesaria
-Mira, sólo hagamos lo que piden, después podemos fingir estar heridos o algo, o que queremos otro tipo de puesto
-Tengo un mejor plan...
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Aeropuerto Internacional de Gimpo.... 8:45 am
El vuelo de Kibum despegaba en un hora y media, el decidió quedarse en la cafetería del aeropuerto y dejar a sus padres en la sala de espera, su compañía era muy incómoda para él. Miraba por los grandes ventanales los aviones que despegaban y aterrizaban. Contaba las personas que entraban y salían, así es, su nivel de ocio y aburrimiento eran de ese nivel.
De pronto, a lo lejos comenzó a ver aviones extraños, al menos no se parecían a los de aeropuerto, volaban velozmente, detrás de ellos venía helicópteros ¿alguien importante venía? ¿Algún presidente de otro país? ¿La misma presidenta de su nación? No pudo pensar en más posibilidades ya que lo distrabajo una enorme explosión en la parte norte del aeropuerto. Kibum corrió, asustado y empujando a cualquier persona que se le atravesara. El aeropuerto se hizo un caos.
De pronto, muchos soldados comenzaron a llegar y a disparar a cualquier cosas que se moviera. Kibum se fue arrastrando por el piso, entre escombros ya que las explosiones siguieron por todo el aeropuerto. La gente caía muerta y Kibum sólo rezaba porque toda esa pesadilla acabara.
Logró escabullirse dentro de lo que era una tienda comercial, se escondió detrás de la caja registradora, lloraba, tenía muchos golpes y heridas, quería salir de ahí, pero ya no era seguro. En ese momento vio varios soldados entrar a la tienda, su miedo se incrementó: trató de no gritar poniéndose la mano en la boca y llorando más fuerte. Estaban a punto descubrirlo cuando sintió que alguien tomó su hombro y lo jalo hacia un agujero en el pared saliendo de ese lugar. El desconocido cubrió su boca con un pañuelo y lo cargó hacia la parte de atrás de lo que quedaba de aeropuerto.
Kibum estaba en shock, no sabía qué hacer, no quería gritar ya que podría llamar demasiado la atención y podía ser peor. Tampoco podía soltarse ya que el agarre del desconocido era muy fuerte y él estaba muy débil.
El soldado lo metió a un auto, Kibum pudo notar que tenía el rostro tapado, sólo pudo ver sus ojos, unos grandes ojos color café que lo miraron fijamente. El desconocido murmuro algo que Kibum no entendió ya que había mucho ruido alrededor, pero antes de que pudiera preguntar todo se hizo oscuro, el soldado había dejado inconsciente a Kibum.
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Cuando Kibum despertó tenía la esperanza de que todo había sido un mal sueño, que estaría en su cama, o en la sala de espera del aeropuerto... Pero no fue así. Kibum se encontraba en una cueva oscura y escalofriante, había varias mochilas y equipo militar con la bandera de Corea del Norte y pequeñas lámparas de aceite.
-Despertaste-dijo una voz ronca que hizo que Kibum brincara. Kibum volteó a ver a la persona que había hablado y se alejó asustado, era un soldado norcoreano
-No-dijo el desconocido- no te asustes, no te voy a hacer daño
Kibum logró ver el rostro completo del desconocido, logró ver esos ojos que había mirado antes, miró la sinceridad y la inocencia con la que decía las palabras y le creyó... él no iba a hacerle daño....