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Resplandor en la oscuridad por Helsic

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Pasaron quizás 15 minutos después de que KangIn dejara a LeeTeuk sólo en el alto balcón de ese edificio, el ángel continuaba agachado a la altura de su rifle puesto cerca al borde, enfocando el lugar en donde el primer ministro se dispondría para dar su discurso, abajo la gente había comenzado a congregarse alrededor de la plaza, cientos de ciudadanos que querían escuchar el tan esperado discurso, los hombres del comando estaban ya en sus posiciones, las dos hechiceras estaban a ambos lados de la plataforma y los hombres lobo estaban dispuestos a atacar si algo extraño ocurría cubriendo todas las posibles entradas y salidas del lugar. Todo estaba perfecto…

Menos su corazón.

Si, el corazón de LeeTeuk se había ido con KangIn hacía 15 minutos, ese vampiro de sonrisa maliciosa se lo había robado, ese chico de los besos apasionados y la mirada penetrante se había robado todos sus sentimientos. Y aunque todo pudiera estar perfecto ‘afuera’ ¿Qué pasaba adentro de Park JungSu?

Entonces sintió el frío inquebrantable de la boquilla metálica de un arma contra la parte trasera de su cabeza. LeeTeuk contuvo el aliento y se quedó tan quieto como sus nervios se lo permitieron.

- Te tengo - Dijo una voz atrás de él - ¿Quien iba a pensar que sería tan sencillo? Ángel arrogante y estúpido -

- ¿KangIn? - Preguntó LeeTeuk con la boca ceja por la conmoción, quien quiera que fuera, si le disparaba directamente en la cabeza una descarga de un arma poderosa, no tendría tiempo de curarse así mismo y probablemente entraría en coma antes de que se diera por enterado.

- Gírate lentamente y si intentas pasarte de listo, no dudaré en volarte la tapa de los celos - Dijo el otro. Él ángel se giró lentamente con las manos en alto como un delincuente sorprendido por la policía.

Con el brillo tenue de la luna, el rostro sardónico de un hombre de unos 30 años cobró vida frente a él, tenía los ojos azules como el mismísimo cielo y el cabello color ceniza como un campo de trigo, iba vestido de castaño oscuro. De inmediato LeeTeuk lo relacionó con la descripción del demonio que le había dado Minthra. En su mano izquierda sostenía un revolver de gran tamaño y en su rostro una amplia sonrisa se formaba mientras observaba a LeeTeuk.

- Tu debes ser LeeTeuk, el ángel LeeTeuk - Comenzó a decir el Demonio - Soy Raymond es todo un placer - Agregó sin esconder su sonrisa - Eh estado esperando este momento durante todo este tiempo, estás en mis manos, justo como lo planeé -

- Todos mis hombres están al tanto de la situación no hay nada que puedas hacer - Respondió LeeTeuk mirándolo desafiantemente.

- Sabía que caerías por tu arrogancia - Comentó el demonio y alzó la mano derecha mostrando lo que había en la palma, un pequeño control remoto - Hay cientos de cargas explosivas por todo el edificio, si aprieto este pequeño botón, todos tus hombres volarán en pedazos - Explicó enseñando el botón. - Mmm ¿Por qué pones esa cara? Son sólo humanos verdad ¿O acaso hay inmortales? -

- Humanos o inmortales… son vidas valiosas - Murmuró LeeTeuk mirándolo con odio.

- Oh vamos, deja esa tontería del valor de la vida, no estás en posición de sermonearme ahora - Le cortó el demonio - Eh estado investigándote desde que supe que estarías a cardo de esta misión, tu reputación te precede y al parecer estabas a punto de ser ascendido como Arcángel, pues deberían estar agradecidos conmigo, evitaré que un incompetente llegue al título - Exclamó y le quitó el seguro al arma - Sabía que tarde o temprano tu excesiva confianza te haría caer, por tu orgullo y arrogancia, todos los ángeles ambiciosos como tu, que sólo piensan en convertirse en arcángeles, tarde o temprano caen, siempre descuidan los detalles -

- Baja el arma - Siseó LeeTeuk mirándolo fijamente a los ojos. - Podemos llegar a un acuerdo -

- No pierdas tu tiempo intentando dominar mi mente, esos trucos baratos no me afectan, mejor escucha, porque tengo una oferta que estoy seguro te interesará - Exclamó el demonio y volvió a mostrarle el control remoto - Puedo volar a tus hombres en pedacitos en cuestión de minutos, pero si me entregas tu vida y alma, no lo haré -

- ¿Como puedo saber que no mientes? - Preguntó LeeTeuk, conciente de lo que significaba entregarle el alma al demonio. Debería matar primero su cuerpo y luego al absorber su alma, el demonio obtendría todo su poder, en términos más vulgares se llamaba ‘Diabolizar’.

- No tienes otra opción de todas maneras, así que veremos que tanto valoras la vida y que tan buen ángel eres - Finalizó el Demonio.

Estaba atrapado, no tenía otra salida más que someterse a las palabras del demonio, tenía razón en todo lo que decía, quizás si había sido un arrogante que no había pensado en los demás, sólo su afán de hacerlo todo perfecto para ascender era lo que lo había mantenido todo el tiempo aferrado a la misión ¿Realmente alguien así merecía llegar a ser Arcángel? Se mordió la lengua dentro de la boca sintiendo cómo la rabia lo envolvía al darse cuenta de que no tenía otra salida.

- Entonces hazlo - Pidió LeeTeuk alzando su rostro con dignidad.

- No esperaba menos de un ángel - Comentó el demonio - Hagamos esto más divertido -

Entonces el demonio soltó el gatillo y disparó, pero en vez de dirigir la descarga hacía la cabeza, la bala de incrustó en su pierna derecha un poco más arriba de la rodilla, LeeTeuk sintió un agudo dolor y cojeó a punto de caer por el impacto, entonces una segunda bala le atravesó la otra pierna, esta vez en la espinilla, el ángel perdió el equilibrio y quedó sentado en el cemento del balcón. El arma tenía silenciador por lo que era muy probable que nadie lo escuchara. El dolor comenzó a taladrarle las piernas como cientos de agujas.

- Primero las piernas - Exclamó el demonio observando como la sangre había salpicado del pantalón y brotaba libremente humedeciendo de la tela. - Segundo… ¿Qué debería ir de segundo? ¿Los brazos o el pecho? - Se preguntó el demonio con una nueva sonrisa macabra - Como sea, si intentas curarte con magia, te juro que no dudaré en explotar a tus hombres -
LeeTeuk hizo una mueca de dolor cuando una tercera bala se incrustó en su estómago, atravesándole quizás el hígado o algún órgano interno. La sangre brotó en cantidades alarmantes manchando la camisa blanca como una nefasta flor roja. Si pudiera curarse, esas heridas tendrían solución, pero el demonio quería hacerle sufrir, esa era su intención, quería que muriera lentamente porque disfrutaba con su sufrimiento. No quería darle el gusto de disfrutar de su expresión adolorida pero era imposible, el dolor se volvía cada vez más insoportable, sus piernas latían como si tuviera un corazón vivo en cada una de ellas y en su vientre sentía una desagradable sensación de frío un disparo más y quizás se le salieran las tripas, dios no quería pensar en eso. Pero se le saldrían, al demonio le encantaría esparcirlas por el balcón y dejar un desagradable rastro de su muerte. El demonio disparó una vez más y la bala se incrustó entre sus costillas y le alcanzó el pulmón izquierdo, la hemorragia interna lo dejó sin respiración por unos segundos.

- Y ahora… vamos por esa preciosa carita tuya - Comentó el demonio y alzó el arma hasta la altura del rostro sudoroso de LeeTeuk - Quizás quieras morir con un par de cosas fuera de su lugar… -

LeeTeuk cerró los ojos esperando el impacto respirando con mucha dificultad, se imaginó, casi pudo palpar el dolor de los huesos de su rostro al partirse como láminas de aluminio, casi pudo sentir el líquido viscoso del interior de sus ojos esparciéndose por el rostro, casi pudo imaginarse lo que quedaría de su rostro luego de ese disparo.

- Puedo oler tu miedo - Exclamó con excitación el demonio pasándose la lengua por los labios.

Entonces el sonido amortiguado del disparo fue lo único que LeeTeuk escuchó. Y lo siguiente fue confuso y demasiado rápido inclusive para él. El ángel abrió los ojos como un acto reflejo sólo para ver como la cabeza del demonio se desprendía de su cuello dejando un hilo de piel y ligamentos y un chorro desmedido de sangre formó un arco en el aire mientras la cabeza caía contra el suelo unos metros más adelante.

El cuerpo del demonio se abalanzó hacía adelante desprovisto de su cabeza y la pistola se soltó de entre sus dedos y quedó inmóvil en el suelo. La sangre del demonio salpicó el rostro anonadado de LeeTeuk.

- ¿Pero… cómo…?- Logró balbucear LeeTeuk cuando notó al asesino. Un joven quedó al descubierto cuando el cuerpo del demonio cayó, sostenía una larga espada en cuyo filo la sangre goteaba amenazadoramente. - ¡KANGIN! - Gimoteó sin poderlo creer.

KangIn estaba ahí de pie, sosteniendo esa espada entre sus manos, con la mirada fría de un asesino con experiencia, sin inmutarse ni un segundo al haber cortado la cabeza del demonio. Era como un sueño, pensaba el ángel, si era una ilusión en medio de su agonía, que ilusión más infinitamente bella la del rostro de KangIn empuñando la espada y un par de espesas gotas rojas salpicadas cerca de su mejilla pálida. El vampiro sacudió la sangre de la espada y la enfundó rápidamente en su vaina, luego se arrodilló al lado de LeeTeuk, sus miradas se encontraron una vez más.

- Dije que te protegería - Exclamó KangIn abrazándolo, los ojos de LeeTeuk dejaron fluir sendas lágrimas que se mezclaron con la sangre en sus mejillas.

- Lo siento - Murmuró el ángel - He sido tan egoísta… -

- No, yo he sido muy egoísta, esta misión era importante para ti y yo no lo supe entender, pero he comprendido que… te amo sin importar cuales sean tus prioridades -

- Tonto… tonto KangIn - Carraspeó LeeTeuk y escupió una gran bocanada de sangre - Ahhgg… -

- No puedo curarte, no conozco ninguna disciplina curativa… - Exclamó KangIn con preocupación - Necesitas de un hombre lobo que maneje la energía vital, te llevaré con Minthra - KangIn alzó a LeeTeuk en brazos con cuidado, la sangre fluía escandalosamente del cuerpo del ángel mojándole la camiseta y los pantalones.

- No… llévame a un hospital - Murmuró LeeTeuk cada vez con más dificultad para respirar - No puedes arriesgarte… a encontrarte con un hombre lobo… ellos querrán matarte, ellos… no lo entenderán… no - Gimoteó LeeTeuk - Llévame… a un hospital… -

- ¡Idiota! La medicina humana no podrá hacer nada con estas heridas tan graves, necesitas energía y magia - Le gritó KangIn comenzando a correr con él en brazos, saltando por encima de los tejados y deslizándose por los balcones hasta llegar al suelo.

- Dame mi celular - Pidió LeeTeuk volviendo a escupir sangre, KangIn lo buscó afanosamente en el bolsillo de su pantalón y se lo pasó. LeeTeuk lo sostuvo frágilmente en su mano derecha y a duras penas marcó el número - Minthra… Minthra… hay explosivos por todo el edificio… desactívalos sin que los hombres se den cuenta, las hechiceras deben continuar en su puesto… Recógeme en el hospital más cercano a la zona… en cuanto la misión halla sido completada con éxito… -

- ¿Que? - Chilló KangIn arrancándole el teléfono de las manos - ¡Maldición LeeTeuk! ¿Fuiste atacado por ese demonio y aún sigues pensando en la misión? ¡Para cuando ese político termine de hablar, podría ser demasiado tarde para ti! ¡Necesitas una curación mágica cuanto antes! -

- KangIn… las drogas humanas… me mantendrán estable… - Susurró el ángel con una nueva mueca de dolor - llévame al hospital… el dolor… no lo soporto… - Gimoteó y nuevas lágrimas brotaron de sus ojos.

- Ahhgg ¡mierda! - Gritó KangIn y comenzó a correr por la callejuela, evitando los tumultos de gente para que no se formara un corrillo de chismosos, pero había mucha gente debido al discurso del ministro y era bastante difícil hacerse paso rápidamente.

Luego de estrujar a muchas personas y derribar a otras, llegó hasta su moto, pero no podría transportarlo en ella, era demasiado peligroso. Miró hacía todos lados aturdido y entonces decidió salir a la avenida para tomar un taxi. Tal y como esperaba, la avenida estaba llena de denso tráfico y los policías de transito habían hecho un desvío para acordonar el lugar por el discurso del primer ministro. KangIn corrió con LeeTeuk en brazos hacía el borde de la calle, pero había un largo trancon de autos debido al evento, así tomara un taxi, quedarían atrapados dentro del auto. Entonces el vampiro torció por una callejón oscuro sin salida y se impulsó con todas sus fuerzas hasta alcanzar el techo de una casa, luego de esto saltó de tejado en tejado con una agilidad innata, como un gato en medio de una cacería.

KangIn sentía que minuto a minuto su desesperación aumentaba, cuando LeeTeuk le había pedido que se fuera realmente había estado dispuesto a hacerlo, pero cuando saltaba del edificio, decidió sentarse en una cornisa para reflexionar al respecto. ¿Todo iba a acabar así? Se preguntó en ese momento sentado en la cornisa, ¿Dejaría ir a LeeTeuk así? Su corazón le dolía tanto, no podía permitírselo, pero el ángel había dejado clara su posición. Y aún así él lo amaba desmedidamente como un idiota. Entonces fue cuando había sentido la presencia de otro inmortal no muy lejos de ahí, usó su visión de Auspex para ver las auras y se dio cuenta de que se trataba de un demonio.

No podía quedarse ahí sentado en la cornisa simplemente ¿verdad? Si realmente estaba dispuesto a darlo todo por ese ángel… ¿También debía traicionar a los de su bando? Lo dudó unos minutos más y decidió regresar, entonces fue cuando encontró al demonio disparándole al ángel. Se hubiera demorado un poco más y el ángel podría haber muerto.

Dios mio, no quería pensar en eso. En como sería su vida sin él.

Ahora mientras corría con él en brazos por encima de esos tejados, sentía que el miedo a perderlo aumentaba con cada segundo, LeeTeuk era un idiota que sólo pensaba en los demás y él era un idiota que sólo pensaba en LeeTeuk. El olor de la sangre que en otro momento le hubiera seducido e incitado a comer, ahora sólo le causaba terror, porque era la sangre de su amante y porque a cada minuto que pasaba se moría en sus brazos.


***

Finalmente había llegado al hospital, un par de cuadras más allá, entró en la sala de emergencias con el ángel en brazos, las enfermeras y paramédicos corrieron hacía ellos con sorpresa, de inmediato trajeron una camilla y acostaron a LeeTeuk rápidamente, KangIn corrió tras ellos por el largo pasillo escuchando como los médicos hablaban apresuradamente , haciendo un diagnóstico del paciente.

- Ha recibido 4 disparos - Exclamó KangIn aún corriendo - ¡Ha perdido mucha sangre! - Agregó casi gritando.

- ¿Puede hablar? ¿Cómo es su nombre? - Comenzó a decir una doctora al lado de LeeTeuk - ¿Puede hablar? - LeeTeuk la miró con ojos cansados, le costaba mucho respirar.

- No puedo respirar bien… creo que una bala me dio cerca del pulmón… - Murmuró LeeTeuk sorprendiendo a la doctora - También… en el bajo vientre… por favor, detenga la hemorragia y… adminístreme… suero -

- ¿Pero…cómo? - Tartamudeó la doctora confundida.

- Es que… él es doctor - Se apresuró a decir KangIn - Estudiamos Medicina en Oxford - Mintió el vampiro - No pierda tiempo haciendo otro diagnóstico, hágale caso a lo que dice - Finalizó KangIn dominando la mente de la doctora.

- Está bien - Dijo ella como un autómata y comenzó a darle órdenes a las enfermeras y demás ayudantes a su alrededor.

Entonces entraron con LeeTeuk al quirófano y detuvieron a KangIn. No dejaban entrar a nadie al quirófano, lo cual era obvio, aunque por supuesto no contaban con que ellos fueran inmortales. KangIn se quedó afuera de la puerta mordiéndose el labio con preocupación ¿Y si la droga no surgía efecto? ¿Y si se daban cuenta de que se trataba de un ángel? ¿Debía simplemente quedarse ahí y esperar? ¿Confiar en él?

“Estaré bien”

KangIn se sorprendió al escuchar la voz de LeeTeuk retumbando en su mente desde el quirófano, estaba usando telepatía.

“Teuk… iré por Minthra…” Le respondió KangIn mentalmente con desespero.

“Estaré bien… confía en mi” Le pidió LeeTeuk “No quiero que te arriesgues…”

“LeeTeuk… estaré aquí esperándote”

***

Cuatro horas después, los doctores salieron del quirófano, se veían exhaustos y sus batas blancas lucían espantosas manchas de sangre. KangIn se puso de pie inmediatamente y uno de los doctores se acercó limpiándose el sudor de la frente.

- Esto ha sido increíble - Comentó el doctor - Nunca había visto a una persona tan fuerte en toda mi carrera… ¡Cuatro heridas de bala! Es increíble -

- ¿Puedo verlo? - Preguntó KangIn , el doctor negó con la cabeza y explicó que estaba en cuidados intensivos - Puedo verlo - Ordenó esta vez el vampiro y el doctor no tuvo más remedio que permitirle entrar a cuidados intensivos.

LeeTeuk estaba acostado en una cama blanca, de su brazo derecho colgaban cientos de cablesitos, algunos conducían a bolsas con sangre y suero, otros a máquinas que tomaban su pulso. Tenía un tubo de plástico que se metía por entre su traquea y KangIn supuso que era para respirar. Tenía los ojos cerrados, pero los abrió suavemente cuando el vampiro estuvo a su lado.

- ¿Cómo te sientes? - Preguntó KangIn con una media sonrisa aliviada, al parecer su cuerpo estaba estable, los médicos le habían extraído los proyectiles del cuerpo y habían detenido la hemorragia, también le habían puesto suero, lo cual indicaba que su cuerpo estaba soportando todo bastante bien y podría esperar a que el hombre lobo fuera para curarle del todo.

“Estoy bien… pero no puedo hablar con este tubo entre mi garganta, estoy recuperando fuerzas… pronto podré curarme a mi mismo” Le dijo LeeTeuk directamente a su mente, mirándolo de soslayo “Gracias por confiar en mi”

- No sabes lo difícil que fue para mi… realmente quería salir e ir por ese tonto lobo - Se quejó KangIn cruzándose de brazos, LeeTeuk intentó sonreír pero le fue imposible.

“Ya has hecho suficiente salvándome” Le respondió mentalmente.

- Lamento no haber llegado antes… no estarías aquí… - Susurró KangIn arrodillándose al lado de la camilla y acariciando su frente suavemente con la yema de sus dedos.

“No… no tenías porque volver” Comentó LeeTeuk y cerró los ojos por unos instantes, como si le costara decir eso “Tenía que pasar esto para que me diera cuenta de lo equivocado que estaba”

- ¿De que estás hablando? - Preguntó KangIn con preocupación.

“En el mundo etéreo se han dado cuenta que un intruso entró a través de los portales”

- ¿Nuestro viaje… a Haití? - Preguntó KangIn y LeeTeuk asintió moviendo la cabeza levemente.

“Pensé que podría convertirme en Arcángel y que todo estaría bien… pero no es así” El ángel lo miró y tristeza y sus ojos brillaron con las lágrimas contenidas “Si al convertirme en Arcángel… tengo que renunciar a ti… prefiero continuar siendo un ángel para siempre…”

- LeeTeuk… me di cuenta de que nuestras prioridades son distintas… pero eso no me importa, quiero estar a tu lado… y quiero que seas feliz… si ser Arcángel es lo que siempre haz querido… no lo dejes por mi - Comentó KangIn y paseó la mano suavemente por el contorno de su mejilla.

“Mi felicidad está contigo” Le dijo LeeTeuk “Es increíble… que sólo hasta este momento halla podido aceptarlo”

- Tonto… tonto LeeTeuk - Murmuró KangIn con cariño, recordando que el ángel también lo había llamado tonto cuando lo había salvado.

Notas finales:

FELIZ AÑO :D hohoho de nuevo romantico D’:
LeeTeuk es demasiado responsable! Es realmente un verdadero ángel, por el contrario, KangIn al ser un vampiro no tiene muchas responsabilidades más que cuidar de si mismo y seguir las reglas de la camarilla de vampiros XD, pero como pueden ver el amor es más fuerte :3


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