El subconsciente suele mostrarnos cosas que en nuestra vida diaria ignoramos. Como por ejemplo; a través de sueños. Y eso era lo que a Tony le ocurría. Llevaba al menos un mes soñando con cierto rubio. En un principio cuando despertaba, lo olvidaba por completo, pero al pasar de las semanas eso cambio. En medio de una actividad o experimento, llegaban a su mente cortísimo extractos de sus sueños. Si bien eran relativamente incoherentes, el patrón que se repetía siempre era el mismo, buscaba con la mirada a Steve, siempre, era como si nunca desapareciera de su mira. Su subconsciente-él mismo- tenia razón, y eso le desesperaba. Cada día, cada momento en que ambos estaban en la misma habitación. Él mismo se sorprendió mirando atentamente a Steve, una tarde de entrenamiento de rubio.
Flashback
El súper soldado, golpeaba enérgicamente un saco de boxeo. Sus piernas estaban flexionadas y los músculos de sus brazos tensos. Todo lo veía en cámara lenta; las gotas de sudor bajando por su frente, el corto mechón, dorado, de cabello pegado a su sien… Pero lo que más le hipnotizaba era sus ojos, de un azul intenso, que brillaban anhelantes de una época a la que jamás volvería.
-Steve- le llamo interrumpiendo al rubio y a si mismo.
Los ojos azules se posaron en él con una fuerza, invisible, Penetrante.
-Tony, no sabia que estabas aquí-
-Me di cuenta. Estabas muy concentrado.- la mirada de Tony se dirigió a los guantes de box, que Steve aun traía puestos. Steve siguió la trayectoria.
-Es algo que nunca he podido dejar de hacer- aclaró, alzando las manos y mirándolas pensativo.- sirve para quitar la tensión acumulada.
-¿Lucharías contra mi Tony?- le pregunto de repente.-sin armaduras, sin trajes. Solo Tú y yo, en el cuadrilátero.-
Tony abrió la boca para responder pero nada salía, se había quedado sin palabras. Era una invitación “sutil” de parte de Steve a demostrar que tanto podía hacer sin su armadura. Solo él, solo Tony Stark…
Su naturaleza le impedía rechazar aquella simple propuesta. Y Steve lo sabía, por eso sonrió.
-No sonrías tan pronto, capitán. La victoria aun no es tuya.- Steve ya extrañaba los comentarios orgullosos del moreno.
En ese momento ninguno sabía que aquella “pelea”, con tanto contacto físico desencadenaría otra clase de situación…
El enfrentamiento comenzó con Steve tomando la ventaja, Tony se defendió poniendo ambos brazos enfrente, bloqueando el impacto.
-vaya tienes fuerza- menciono Tony agitado por el esfuerzo.
-Si- respondió con simpleza Steve. Y Porque al tratar de modular con las protecciones- puestas-en los dientes- era difícil.
-Vamos Tony no me digas que ya estas cansado- al decir eso Tony se movió sorpresivamente rápido para atacar al rubio. Pero Steve solo esquivo el golpe e hizo que Tony rebotara en los elásticos del ring.
A continuación Tony vio venir todo en cámara lenta, se distrajo y callo sentado al suelo. Steve se quito rápidamente los guantes junto con las vendas, y camino apresuradamente hasta Tony.
-¿Estas bien?- pregunto Steve tendiéndole una mano.
-Si- respondió secamente, ni loco le diría que se había caído por su propia culpa. Más específicamente por embobarse mirando sus ojos, que brillaban salvajes.
-Ya, Tony. ¿Entonces no me piensas decir por qué estas así?- interrogo con una ceja alzada.
-¿Así como capi? Yo me veo de lo más normal-
-¿Normal? Normal con la mirada perdida, tan normal que enrojeces repentinamente- sin esperar a que Tony reaccionara lo levanto de las manos poniéndolo de pie.
-¿De que estas hablando?- pregunto Tony con los ojos abiertos.
-Normal… tan así que apareces casualmente en cada lugar en el que estoy- con cada palabra Steve se fue acercando hasta la orilla, Arrinconado a Tony.
-No sé de que hablas.- Tony puso los guantes contra la playera sudada de Steve tratando de alejarlo.
-Si lo sabes- afirmo Steve acortando la distancia y rozando su nariz con la de Tony.
Apretó los ojos con fuerza, y cuando los abrió empujó con toda la fuerza que tenia en esos momentos y le grito:
-Quien te crees que eres Roger para venir a decirme esto a mi- acto seguido se bajo del cuadrilátero y se quito violentamente los guantes.
-¿Sabes quien me creo, Tony? El dueño de tus sueños…- soltó de sopetón Steve.
Con el rostro enrojecido Tony corrió hasta la salida. Una vez allí se afirmo contra una pared y respiro profundamente. Él lo sabe- pensó…
Fin Flashback