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Lo que Haga Falta por jotaceh

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Notas del capitulo:

हलो ! (Jaluh!!)

Hola!!!!! Espero que se encuentren muy bien

y que todo les esté saliendo genial =)

 

Aquí les traigo el capítulo 18, espero que les guste y que sigan leyendo la historia...

 

pd: Pronto la historia dará un vuelco... así que esperen que pronto todo cambiará :O

CAPITULO XVIII: No se puede eludir la realidad.

 

-Te prometo que seguiremos unidos por siempre… Te amaré en esta y en todas las vidas en las que nos encontremos…- Horacio abraza el cuerpo sin vida de Fernán, tras haber logrado zafarse de Estela. Lo único que le importa es pasar los últimos minutos de su vida acariciando aquel cuerpo que lentamente comienza a enfriarse. Toca su cabello como si se tratase de un sueño, esperando que muy pronto su amado despierte. Mira detenidamente su rostro, si ha de ser él la última imagen que vea antes de morir, partirá dichoso.

 

El sonido es ensordecedor, una lluvia de balas atraviesan su cuerpo, aun cuando el atacante sepa que aquel hombre ya está muerto. Horacio es asesinado a manos de Francisco, sin advertirle de antemano, mientras seguía abrazando el cadáver de Fernán. Como lo deseaba, la última imagen alojada en su memoria fue la de su amado, a quien parte a buscar en aquel lugar dónde nada es importante, donde nadie los discriminará y donde todo es amor. Así termina la pareja, abrazada aun después de morir, bañados en sangre en medio del más horrendo lugar, a medianoche y lejos de aquella gran ciudad que los vio iniciar su eterno amor.

 

-Quiero que los quemes junto con este horrendo lugar, no puede quedar ninguna evidencia que nos comprometa con este asesinato, ¿entendiste?- Estela se dirige a su secuaz antes de partir, ya se ha deleitado con la escena final de tan magnifico plan, y ahora sólo desea descansar. De la misma forma en que llegó, ahora se marcha, caminando lenta pero firmemente en medio de aquel oscuro y olvidado lugar. Francisco se queda allí, haciendo lo que mejor sabe hacer, seguir las órdenes de su amada señora. Toma los bidones que ya había colocado estratégicamente en aquel galpón abandonado, que alguna vez fue parte de una fábrica, y rocía su contenido sobre los cuerpos sin vida de Fernán y Horacio. Lo mira por última vez antes de verlos consumir en aquel impresionante fuego. Su mirada es fría y no se inmuta ante aquella imagen que demuestra toda la brutalidad que puede albergar dentro de sí. Es impactante hasta qué punto está dispuesto a llegar con tal de conseguir el anhelado amor de Estela, pero a él esto no le interesa. Sin inmutarse, prende el fósforo que luego lanza sobre aquellos bultos. Todo arde a sus espaldas, por lo que habiendo terminado con la encomienda se retira del lugar, sin dejar culpas ni manchas en su conciencia, es sólo un sacrificio más que debe realizar.

 

La almohada sigue sobre el tranquilo rostro de Daniela, quien duerme plácidamente sin percatarse del gran peligro en el que se encuentra. La luz de la luna majestuosa comienza a bañar con su claridad aquella habitación, y mientras las cortinas flotan alegres por los cielos, el rostro del atacante se revela. Aquel cabello rubio y corto se muestra ante la luz, y sus verdes ojos miran atónitos el rostro de la embarazada. Guillermo intenta atentar contra la vida de Daniela y de su propio hijo, pero algo le detiene. Estando a pocos centímetros de asfixiar a la mujer se ha paralizado y es que sabe que de realizarlo, toda su vida cambiaría. Sus pasmados ojos dan lugar a un flujo incontrolable de lágrimas, logrando que el muchacho baje sus manos y se desprenda de la almohada. No puede contener el llanto y ahí mismo, delante de quien pensaba matar se  desmorona completamente, quedando desprotegido. El ruido despierta a la muchacha, quien al percatarse de la tristeza de Guillermo no atina a nada más que a abrazarle. Sabe lo triste que se ha convertido su vida, por ello no quiere atosigarle con palabras de aliento, sólo con el bello acto de consolarle mediante mimos y abrazos, como si se tratase de un pequeño niño. –Lo siento… Perdóname, soy un gañán… un patético y débil gañán… No sé si podré estar a tu lado, cuidar y criar a nuestro hijo… ya no tengo fuerzas ni sentimientos puros que entregar, estoy vacío y no sé si pueda entregarle amor a aquel bebé…- Los ojos tristes de Guillermo observan la barriga de Daniela, siendo lo más sincero que puede con ella, ha guardado esto por mucho tiempo y siente la necesidad de contarle. No quiere ser padre, es algo que le aterra tan solo al pensar, pero no tiene de otra, es su obligación. La muchacha no sabe qué responderle, sabe perfectamente esta noticia, siempre lo ha sabido ya que es obvio, pero de todos modos el escucharlo de los propios labios del hombre a quien ama, le provocan un fuerte dolor en su corazón. Todo sigue en silencio, solo la luz de la luna protagoniza en aquella habitación.

 

El sol está en lo más alto del firmamento iluminando con su esplendorosa luz. El ambiente en la casa Palmer no es de los mejores, Guillermo no para de llamar al celular de su padre, como tampoco a sus conocidos, pero no hay caso, no hay noticias sobre él. Cuando estaba sumido en el alcohol habían días enteros sin saber sobre su paradero, pero ahora era distinto. Sabe que él no volverá a caer en aquel terrible vicio y junto con ello, Fernán tampoco contesta sus llamadas. El muchacho vio a su padre muy preocupado la última semana, pero por más que le preguntaba la razón, no obtenía respuestas. Seguirá el tiempo que sea necesario con tal ver a su padre, aquel frío presagio que se ha apoderado de su alma no es más que una mentira, trata de repetir en su cabeza.

 

-¿Qué harás? ¿Irás a la policía? Cálmate Guillermo, quizás salió a algún lado con Fernán y no hay cobertura allí. Relájate y sal a dar un paseo por el parque, eso te relajará…- Daniela conversa con el padre de su hijo dentro de aquella diminuta pieza. La muchacha no cree en la preocupación del muchacho, piensa que debe haber una explicación y sólo deben esperar hasta que Horacio regrese. –No entiendes… Tú sabías que algo le sucedería a tu madre en aquella operación… Lo mismo me sucede. Siento algo que no podría explicar, pero sé que algo ha sucedido y no me puedo tranquilizar… Es la misma sensación que tuve cuando era muy pequeño, el día en que mi madre murió, nunca he podido olvidar aquel escalofrío… Hazme caso, algo ha sucedido con mi padre…- Guillermo es claro, no descansará hasta encontrar sano y salvo a Horacio, no permitirá que él tenga el mismo final que su recordada progenitora. Toma nuevamente su celular para llamar a cuenta persona se le ocurra, pero es interrumpido por el rechinido que produce la puerta al abrirse. Regina entra en el lugar, con un nudo tan fuerte en su garganta que no le permite hablar, su rostro se ve compungido y sus ojos vidriosos. Mira fijamente al muchacho, como si tratase de explicar todo lo que tiene que decirle sólo con su triste mirada.

 

Antonio abre delicadamente aquel presente, tratando de no dañar el papel de regalo. Tras terminar con esta tarea se encuentra con una barra de chocolate, una de aquellas comunes y corrientes que venden en cualquier almacén de barrio, pero aun sabiendo esto, lo observa como el más lujoso de los obsequios. – Sé que estás acostumbrado a cosas más ostentosas… pero como vendedor no gano mucho dinero y… no me alcanza para regalarte lo que te mereces… pero yo…- Jaime trata de excusarse pero un beso furtivo le calla. Antonio se siente maravillado por el presente, sin importa el costo de éste. Besa tiernamente al muchacho en la boca, agradeciéndole así que haya pensado en él. –No seas tonto, no me importa ese tipo de cosas… Sólo me importa que provenga de ti.- sonriéndole le responde tras sorprenderle con aquel delicado ósculo. Están ambos en la habitación del menor de los Palmer, como se ha vuelto costumbre estos últimos días. Ambos se juntan en las tardes, para conversar encerrados en aquel cuarto o salir a dar un paseo por los alrededores, ir al cine, salir a comer o cualquier otra actividad que Jaime planifica para sorprender al chico a quien ama. Sabe que existe probabilidad de no conseguir nunca tan anhelado sentimiento por parte del muchacho, pero jugará todas las fichas que pueda con tal de lograrlo. –Bien, levántate que tengo otra sorpresa… Te llevaré a un lugar que de seguro amarás.- y tomando la mano de Antonio le levanta de la cama para que se apresure, tome sus cosas y se marchen lo más pronto posible a aquel misterioso lugar. Palmer no pronuncia palabra, sólo acata las indicaciones con una brillante sonrisa dibujada en su rostro.

 

Antonio baja las amplias escaleras acompañado de Jaime, cuando escuchan un gran alboroto en la sala de estar. El menor de los muchachos corre raudamente hasta aquella habitación para enterarse de lo que acontece, pero una vez en el lugar hubiese preferido no dirigirse nunca allí. Observa como dos policías uniformados conversan con Guillermo, mientras este llora desconsoladamente en los brazos de Regina. –Disculpen, ¿qué está pasando aquí?...- pregunta al aire, aun intrigado por la escena. Su primo levanta inmediatamente la cabeza del regazo de la sirvienta al escuchar su voz, y sin pensarlo dos veces corre hasta él, para abrazarle lo más fuerte que puede. Antonio se percata de la situación cuando siente como los fuertes brazos de Guillermo le envuelven, y las lágrimas tristes y pesadas se impregnan en su piel. Aun no entiende nada, pero no puede dejar de emocionarse al ver a su primo en aquella situación. Sólo se dedica a acariciar su espalda y besa su frente, como siempre lo ha hecho cuando lo ha visto tan triste. Miles de veces lo encontró llorando en su pieza a causa del miedo que sentía por la enfermedad que lo aquejaba, y ahora le consuela de la misma manera que aprendió aún muy pequeño. –Mi padre… mi papá… él está…- pero el llanto le supera y Guillermo no puede seguir con la oración, es tanta la tristeza que le ha paralizado el cuerpo. –Buenas tardes señor, soy el mayor Bernardo Hernández y he venido acompañado de mi colega para informarle a la familia Palmer el triste hallazgo encontrado la madrugada de hoy. Un incendio a las afueras de la ciudad llamó nuestra atención y realizando los peritajes correspondientes, nos hemos encontrado con osamentas humanas, las cuales por las evidencias recabadas, corresponden a don Horacio Augusto Palmer Von Willebrand y a don Fernán Enrique Marconi Castro. Lamentamos lo acontecido y le acompañamos en el dolor…- El más alto de los uniformados se dirige a Antonio para comunicarle aquello que han decidido personalmente informar a la familia. El muchacho escucha, mas no puede procesar dicha información. Es imposible que su tío esté muerto, es algo que nunca pensó escuchar y mucho menos de aquella manera tan horrible. Pasan los minutos pasmado aun por la noticia, hasta que son sus piernas las que débilmente le hacen caer, teniendo aun entre sus brazos a su primo. La conmoción se apodera de su cuerpo y necesitando a alguien de quien apoyarse, abraza lo más fuertemente que puede a Guillermo, intentando entregarle toda la energía que puede en un momento tan difícil como éste. Escucha el llanto adolorido del muchacho, pero él no puede más que derramar profundas lágrimas, su mente aún no ha podido despertar de aquel fuerte shock.

 

Lo acuesta en la que no hace mucho era su cama, acomodándole las sabanas y las almohadas para que pueda dormir un poco. Antonio lleva a su destruido primo para que descanse, es lo único que cree conveniente. -¿Por qué me tienen que pasar tantas desgracias? ¿Qué es aquello tan grave que he cometido para recibir este castigo?... No soporto más, no puedo seguir viviendo de esta manera… Mi padre era un pilar fundamental en mi vida, ahora que no está… yo no sé cómo seguir…- Guillermo toma la mano de su primo para que no se marche de su lado, tratando de entablar una conversación, lo último que necesita es quedarse solo.

 

Jaime espera en la planta baja, Antonio quiere ir a explicarle todo lo que sucede y quizás pedirle que lo saque de aquel infierno en que se ha convertido su vida, pero la mano de su primo se lo impide. Luchó para lograr que Guillermo se enamorara de él, destruyendo todo lo que hubiera a su lado y cuando se dio cuenta que había perdido, intentó acabar con su vida y con la de su padre, quien siempre le había menospreciado. Con la ayuda de su madre, logró lo que tanto anhelaba pero ahora logra darse cuenta de las verdaderas consecuencias de sus actos. Vio llorar millares de veces a su primo, pero jamás percibió tanto dolor en sus ojos. Lo observa cansado, derrotado y sin esperanzas en el futuro, está completamente devastado, llorando como un pequeño niño extraviado, sin saber por dónde transitar. Tanto odio, tanto rencor… guardó mucho por tanto tiempo, que terminaron corrompiéndolo. Daniela tenía razón, su interior era gentil y bondadoso, no aquella careta vil y sin sentimientos que terminó consumiéndolo. Su corazón logra por fin deshelarse y viendo aquellos ojos, aquellos tristes faros, logra despertar por fin y arrodillándose súbitamente actúa tal cual su corazón le indica. –Lo siento… Te he hecho tanto daño… que ya no puedo mirarte a los ojos… No merezco tu misericordia, pero… te suplico que me perdones… Jamás podré reparar todo lo que te he quitado… mucho menos ahora… Lo siento, lo siento mucho…- Su garganta se convierte en un salvaje vendaval y su pecho se inunda de arrepentimiento y dolor. Llora como nunca lo había hecho antes, y como sabe nunca lo volverá a hacer. Ha logrado despertar, cuando ya es muy tarde. Guillermo le observa con las pocas fuerzas que le quedan en su maltrecho cuerpo, pero sin recriminarle ni reprocharle, se acerca hasta él para besarle profundamente en los labios, intentando calmar así aquel desaforado llanto. –No quiero seguir viéndote así… Deja de llorar, que saldremos delante de esto juntos… Te prometo que así será…-

 

Va sentado en la parte de atrás, mientras el chofer conduce su vehículo. Antonio no se siente con las fuerzas suficientes para maniobrar el automóvil, por lo que pidiéndole al chofer de la familia que le ayude, ahora se dirige hasta el centro financiero de la ciudad. Las estrellas comienzan a titilar en el alto firmamento y él las observa aun sometido a aquella interminable agonía. Acompañó a Guillermo hasta que logró conciliar el sueño gracias a unos fármacos, el muchacho decidió suministrárselo para que pueda evadir aunque sea por unas horas la triste pesadilla en que se ha convertido su vida. Habiéndolo logrado, decidió informarle a su madre sobre el fallecimiento de su tío Horacio, pero no a través de un aparato telefónico, sino que en persona. Una noticia tan importante debía hacerla llegar mirando a los ojos. Todo le da vueltas, se ha producido un remezón tan importante dentro de su alma que nada ha quedado en pie. No se siente él mismo, algo ha desaparecido y aún no sabe si esto será para mejor o por lo contrario, está viviendo el inicio de una larga pesadilla. Sabe que ha actuado mal y que de alguna u otra forma deberá pagar por ello.

 

Cierra bruscamente la puerta para caminar apresurado hasta la mujer que lo observa ofuscada, nadie ingresa de aquella manera a la oficina de la gran Estela. Francisco está aterrado tras recibir la visita de la policía, quienes querían constatar su coartada, debido a que muchos vecinos de Fernán le aseguraron verlo seguidamente en su departamento. No produjo ningún resquemor matarlos, pero el hecho de poder ser vinculado con el asesinato e ir a prisión, es algo que realmente le asusta. –Todos especulan que fue un asesinato ¿y quién es la primera sospechosa? Obviamente todos pensarán en ti, la mujer que le quitó Old Edward, se darán cuenta que te ayudé y ambos nos pudriremos en la cárcel…- El hombre comienza a delirar, pero una certera bofetada logra entrarlo en razón. Estela no soporta gente débil a su alrededor, por lo que le deja bien en claro cuál es la verdadera situación en la que se encuentran. – No me importa lo que la gentuza hable sobre mí, la policía necesitará pruebas para incriminarme y nosotros nos encargamos de borrarlas todas… La pistola que utilizaste se la quité a Horacio, está inscrita a su nombre, por lo que pensarán primeramente que fue un suicidio o un crimen pasional… Todo el mundo sabe que ambos eran pareja, así que no será difícil llegar hasta aquella conclusión. Además, destruimos su celular, así que nadie verá los mensajes que le enviabas por el secuestro de Fernán… ¿Entiendes que no hay forma que nos incriminen? Para todo el mundo estuvimos en un hotel toda la noche, ya he pagado a sirvientas y funcionarios del lugar, todos corroborarán nuestra cuartada. Date cuenta que pensé en cada uno de los detalles, nada puede salir mal…- La mujer es categórica, logrando convencer a Francisco sobre la seguridad en la que se encuentra. Realmente aquella mujer es de admirar, por algo se ha enamorado de ella, y más que eso, la idolatra.

 

- ¡¡¿Qué?!!- El fuerte grito inunda cada rincón de aquella enorme habitación, asustando a quienes se encontraban allí. Estela voltea impresionada al percatarse que todo este tiempo no ha estado a solas con Francisco, hay alguien que ha escuchado toda la conversación. Su ojos se posan sobre aquel cuerpo que inerte los observa, aquellos ojos aterrados al enterarse de la verdad. Su corazón se paraliza al observar aquella menuda figura observándola sin poder moverse,  juzgándola con sus grandes ojos, aterrándose al darse cuenta de aquello que es capaz de hacer. Antonio está parado en el dintel de la puerta, la cual se encuentra entreabierta, sujetando la manilla y es a ella a quien aprieta cuando logra escuchar de la boca de su propia madre que ha sido ella quien fríamente planificó el asesinado de su tío. La observa de pies a cabezas, sin duda es la misma mujer que le dio la vida y que se ha preocupado por su bienestar todos estos años, es la misma mujer que lo abrazó y mimo cada vez que lloraba, la misma que le ha dicho millones de veces cuánto lo ama. No puede creer que la mujer más importante en su vida sea capaz de tal accionar. No es aquella adorable mujer la que tiene en frente, sino a que a un monstruo sediento de poder. Ambos se observan a la distancia, sin saber qué hacer. La verdad ha sido revelada y por más que se intente ocultar, ésta siempre sale a la luz.

Notas finales:

Y en hindi es धन्यवाद !(Danievat!!!)

 

Muchas gracias por leer!!! Pronto subiré el capítulo 19 *-*


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