-¿Cómo estás?-saludó Zero al reunirse con él mientras intentaba acercarse a besarlo.
-¿¡Y todavía te atreves a preguntar!?-reclamó Kaname evadiéndolo-Intentaba regresar a casa después de... eso y ni siquiera podía levantarme, tuve que esperar varias horas para regresar. Y no entiendo porque sigues con esa farsa, ya sé quien eres.
-Pero sólo tu lo sabes y como te dije ayer: si me ven como soy cerca de ti estaríamos en problemas.
-Principalmente tu, eres le único que ha actuado como no debería-suspiró el castaño pesadamente-Bueno, ¿Cómo estás tu?-continuó friamente.
-Podría decirse que estoy muerto. Primero tuve que lidiar con los reclamos del entrenador por haber faltado, después realicé las actividades del entrenamiento de esta semana y las de la pasada y para finalizar me dieron actividades extra como castigo por la falta-el ojiverde se tumbó en el suelo con la cabeza apoyada sobre sus manos-Al llegar a casa me duché y dormí toda la tarde.
-Todo eso es culpa tuya-el vampiro se sentó a su lado-Si cumplieras con tus deberes nada de eso pasaría.
-¡Que cruel eres!-reclamó el cazador recostándose sobre las piernas de su acompañante-Debiste abrazarme y decirme que no me preocupara y que todo estaría bien, no regañarme.
-¿¡Por qué haces eso!? Si alguien nos ve...
-¿Qué importa si alguien nos ve? No saben quien soy realmente así que no habría problema. Pero si lo que quieres es privacidad sígueme.
Ambos se levantaron y fueron al lugar de la noche anterior, Zero se deshizo de su disfraz y después de eso volvió a la posición en la que se encontraba antes de llegar ahí.
-¡Eres un tonto! Espero que no me trajeras aquí esperando algo porque no permitiré que lo hagas de nuevo.
-También te quiero-besó a Kaname dulcemente sobre los labios y volvió a recostarse.
-No actúes como si pudieras hacer lo que quisieras, no tienes ningún derecho a besarme cada que se te antoje.
-Si así fuera probablemente no te daría tiempo ni de respirar ¿Y cómo que no tengo ningún derecho? ¿Acaso debo recordarte lo que apenas ayer sucedió en este mismo lugar?
-Lo de ayer no significa nada, yo no estaba de acuerdo ¡Tu me obligaste! Y ni siquiera tenemos algún tipo de relación.
-Si así lo quieres...-el peliplateado se levantó.
-¡Espera! ¿Qué preten...?
-¡Se mi amante!-tomó ambas manos del castaño y lo miró fijamente.
-¿¡Qué!?-se levantó rápidamente.
-Dices que por no tener ninguna relación no puedo besarte, entonces: déjame ser tu amante.
-Estás bromeando-el vampiro miró a otro lado ligeramente sonrojado-¿Por qué siempre dices cosas absurdas?
-¡No es absurdo! Si necesito tener relación contigo para poder demostrarte lo que siento la tendré. Acabo de decir que me gustas, que te quiero ¿No es lo más normal pedirte que seas mi amante?
-Eres un idiota. No hay ningún motivo para que acepte eso, no siento lo mismo que tu y aceptarte sería un error.
El cazador lo tomó de la barbilla obligándolo a verlo a los ojos.
-Vuelve a decirlo con tanta seguridad y te dejaré en paz-sentenció.
Ambos permanecieron en silencio, por más que Kaname quisiera volver a decirlo no podía porque los recuerdos de su primer encuentro, su primer beso y sobre todo lo que había experimentado únicamente con Zero regresaban a él y lo confundían.
-¿Y que pasaría si aceptara?-preguntó rompiendo ese incómodo silencio.
-¿Eh...? Pues... No lo había pensado. ¿¡Y si no resulta como quieres!?
-Te propongo un trato: acepta y ya, si las cosas no van bien terminamos y fingimos que nada de esto pasó. Si así lo quieres ni siquiera volveré a acercarme a ti.
-Está bien, acepto. Después de todo no tengo nada que perder.
-¿Ves como todo resulta mejor si no actúas a la defensiva?-el peliplateado juntó su frente con la de su ahora amante y lo tomó de la mano.
-Y todo sería más fácil si dejaras de ser un tonto-el castaño agachó la mirada.
-Mientras esté contigo no podré dejar de ser un tonto, así es como te enamoraste de mi y no quiero que eso cambie.
-¿Enamorado de ti? ¡Por favor! Eso demuestra que tengo razón, eres un tonto sin remedio.
-Y tu seguirás siendo un testarudo, y así me gustas.
Ambos se tumbaron en el suelo, el vampiro se recostó mirando al cielo apoyado en el pecho del cazador y éste lo abrazó por los hombros.
-Estaba pensando...
-¡Eso sí que es novedad!-interrumpió Kaname sarcásticamente.
-Ya dije que también te quiero-Zero lo besó en la frente-Si lo dices tantas veces en un sólo día comenzaré a creer que es mentira.
-¡Nunca dije eso! ¡Deja de poner palabras en mi boca! Si en verdad te quisiera lo diría sin problema. Pero bueno, ¿En que pensabas?
-Ya sabes la verdad así que creí que podríamos vernos por la mañana algunas veces, así nadie sospecharía nada.
-¿Verte en las mañanas? ¿Es broma cierto?-el castaño se levantó-No hay razón para que haga eso. Sería como estar todo el día contigo...
-No me refería a eso...-el peliplateado acarició dulcemente su mejilla-Sé que ambos desearíamos estar siempre juntos pero ya sugerí vernos un día por la noche y después la mañana siguiente a la noche en la que no nos veríamos, para que te quede más claro, nos veríamos al siguiente amanecer después de este.
-¿Y eso en que ayuda? Es un pretexto para vernos menos tiempo... Y no es como si me importase no verte.
-Sé que suena egoísta pero últimamente he dormido muy poco. Si hicieramos eso habría días en los que dormiría toda la noche y otras en las que dormiría parte de la noche y antes del amanecer, lo mismo sería contigo.
-¿Y nos veríamos al amanecer?
-No, sería cerca de medio día para que puedas dormir un poco y mis padres no comiencen a preguntar por qué salgo tan temprano. También asegurarías que ni tus padres ni nadie que te conozca te vea fuera.
-No tengo problemas con eso-respondió con seguridad el vampiro-Salgo ganando porque no tendré que verte tan seguido.
-¿Eso significa que aceptas?
-¡Por su puesto! También lo hago por tu bien...-continuó con sarcasmo.
-Aunque lo digas así te lo agradezco-el cazador lo abrazó con fuerza-Te encanta parecer insensible pero en el fondo eres dulce.
Kaname se sentía avergonzado, lo cierto era que realmente había considerado el bienestar de su amante porque notó que se veía un poco diferente a las primeras veces que estuvo con él y no sólo por "su propio beneficio", quisiera o no aceptarlo en tan poco tiempo le tomó afecto y disfrutaba de su compañía, era como si sólo con él pudiera sentirse completamente a gusto.
-Será difícil estar tanto tiempo sin ti pero es un sacrificio que vale la pena-Zero se separó de él-Nos vemos dentro de dos amaneceres, aquí o en donde siempre-se despidió y se alejó.
-Sí, tal vez sea difícil...-susurró confuso.
La siguiente noche llegó y ambos estaban inquietos, eres extraño que esa costumbre de reunirse hubiera "desaparecido". Sabían perfectamente que en unas cuantas horas volverían a estar juntos pero un sentimiento extraño recorría sus cuerpos con sólo pensar que habrían pasado más de un día separados.
-Kaname...-susurró al viento el peliplateado apoyado en el balcón mientras esbozaba una media sonrisa melancólica-Es raro que esto me duela tanto porque para empezar yo lo sugerí y para continuar son sólo unas cuantas horas más sin verte... ¡Que complicado es esto del amor...!-terminó para volver a su cuarto dispuesto a dormir.
-¿Qué dices?-bufó el castaño con molestia.
-Sólo que es extraño no verte con él, incluso podría decir que parece que lo extrañas...-respondió con timidez la chica con quien estaba.
-¡Tonterías! No vero una noche no me causa nada-continuó con indiferencia.
-Disculpa, creí que...-la chica lo miró avergonzada-Será mejor que me vaya-se alejó del lugar y continuó con su camino.
-Puede que extrañe a Zero... No es como si me afctara no verlo en todo eldía o como si quisiera estar con él, es sólo que estaba acostumbrado a verlo diario-pensaba el vmpiro mirando con nostalgia la luna-Supongo que bastará con acostumbrarme a esto para que todo sea normal...