Kaname caminaba hacia el punto de reunión con su amante cuando la chica que tanto lo seguía apareció en su camino.
-Disculpa que te interrumpa de esta manera, supongo que debes tener muchas cosas que hacer pero quiero preguntarte algo-dijo totalmente decidida.
-No interrumpes nada y supongo que debe ser algo importante como para acercarte así. Lo que sea que necesites puedes preguntarlo-respondió con amabilidad, esperando que no fuera otro intento por intentar obtener información sobre Zero.
-Bueno, es que no sé como decirlo...-la chica lo miró con un ligero sonrojo-Lo que menos quiero es incomodarte o interferir en tu vida privada pero...-hizo una gran pausa, sentir la mirada del vampiro sobre ella hizo que perdiera su gran decisión.
-No entiendo de que hablas, será mejor que lo digas de una vez-sentenció el castaño con firmeza pues comenzaba a perder los estribos.
-Se rumora que tu y Alexander son amantes, solo quiero saber si es verdad.
-¿¡Qué!? ¡Por supuesto que no! ¿Quién dijo eso?
-Muchos han llegado a esa conclusión y el mismo Alexander lo aceptó pero quería oírlo de ti.
-¡Pues es una mentira! Y será mejor que no vuelvas a preguntar nada tan absurdo como eso-el vampiro se dio la vuelta y siguió su camino-¡Ese idiota! ¿Cómo se atrevió a decir algo así?-bufó en voz baja para evitar ser escuchado.
-¡Kaname!-gritó Zero con una sonrisa-Que bien que llegas, comenzaba a...
-¿Por qué hiciste eso? -¿Eh? ¿A qué te refieres?
-No te hagas el inocente que no te queda-respondió Kaname con molestia ante su respuesta-Después de lo que dijiste te atreves a fingir que nada pasó ¡Eres un cínico!
-No entiendo nada ¿Ahora que hice? No he hecho nada como para que reacciones así-el peliplateado se acercó a él para intentar abrazarlo e intentar tranquilizarlo pero el castaño lo evadió.
-¿¡Crees que con un simple abrazo vas a solucionar todo!? arte tan fácilmente.
-Deja de darle tantas vueltas y dime de una vez que te hice.
-En verdad eres un imbécil... Sé que eres un mentiroso, no ha forma de que me engañes. ¡Deja de fingir de una vez y explícame porqué lo hiciste!
-¡Dilo de una vez!-sentenció el cazador confundido por tantos reclamos.
-¿¡Te parece poco haber dicho que somos amantes!? -Espera... Yo nunca hice eso.
-¡Claro que sí! ¡No intentes negarlo! La chica de la que siempre estás celoso me lo dijo.
-Pero eso fue hace mucho... Y sólo lo dije para alejarla de ti-Zero intentaba justificarse.
-¿De verdad lo hiciste...? Podría perdonarte casi cualquier cosa pero esto...-el vampiro negaba con la cabeza lleno de rabia-¡Se supone que lo mantendríamos en secreto!
-Y lo intenté pero no soporto verla tan cerca de ti. Siempre sonrojada y tan sonriente cuando está contigo...
-¿¡Qué no puedes entenderlo!? Ella no está interesada en mi y te lo he dicho varias veces, desde el principio has sido tu quien le interesa... Tendría mucho más sentido que yo se lo dijera ¿Y sabes por qué no lo hice? Porque se suponía que no se lo contaríamos a nadie-algunas lágrimas de coraje comenzaron a brotar de los ojos de Kaname, se sentía defraudado y no podía ocultarlo.
-Por favor no llores...-el peliplateado lo miró arrepentido-No era mi intención...-se acercó a él.
-¡No te me acerques!-gritó alejándolo.
-Déjame explicarte, no es lo que parece.
-¡Aléjate de mi para siempre! Eres el ser que más odio en este mundo ¡Conocerte es lo peor que me ha pasado y ser tu amante mi mayor error!-vociferó el castaño, sacando todo lo que llevaba dentro.
El cazador abrió los ojos como platos, las palabras de su amante lo hirieron de sobremanera, nunca hubiera esperado oír eso.
-Si eso es lo que quieres por mi no hay problema...-susurró con tristeza.
-Espera... ¿Qué dijiste?-el vampiro lo miró incrédulo, su molestia había disminuido después de esas hirientes palabras y no podía creer lo que acababa de escuchar.
-¡Dije que lo acepto! Quieres que me aleje de ti para siempre y eso es lo que haré. Acordamos que si las cosas no funcionaban fingiríamos que esto nunca ocurrió.
-¿Hablas en serio...?
-Fue un placer compartir este tiempo contigo-sonrió fingidamente y se alejó del lugar.
-¡Idiota! El molesto debería ser yo. Seguro estarás aquí el siguiente amanecer con tus tonterías.
-No puedo creer que dijera eso...-Zero se encontraba como muchas otras veces sentado en la orilla del balcón mirando a lo lejos con tristeza-Sé que le prometí no decir nada pero no pensé que algo malo podría pasar. Tal vez tiene razón y ser mi amante fue su mayor error y el mío querer estar a su lado sin importar nada-una pequeña lágrima brotó de su ojo derecho y rodó por su mejilla-Lo mejor será alejarme, dejarlo seguir con su vida y continuar con la mía por más que me duela...-secó rápidamente su mejilla-Adiós para siempre Kaname...-susurró al aire, una ráfaga de viento pasó y movió ligeramente los árboles.
-Tal vez fui un poco duro con él...Tampoco era suficiente razón como para decirle todo eso-se decía Kaname un poco arrepentido por la forma en la que trató a su amante-Quizá debí decirle que no era en serio, que estaba muy molesto y sólo quería desahogarme. Lo mejor sería disculparme... ¡Espera un momento!-sacudió bruscamente la cabeza-¿En qué estoy pensando? Él es el que debería ofrecerme una disculpa por no cumplir su promesa. Estoy en todo mi derecho de sentirme defraudado y decírselo. Lo que dije ni siquiera es razón suficiente para decir que se alejará de mi. Nunca le pedí que lo hiciera y si lo hice fue inconscientemente, pero no puedo apartar esta sensación de mi... Ahora que venga a buscarme seguramente me ofrecerá una disculpa por ser tan infantil y todo volverá a la normalidad-aseguró para sentirse mejor consigo mismo.
Definitivamente ambos tenía una idea muy clara de lo que pasaría después de ese incidente: el peliplateado no se acercaría nunca más e intentaría borrar todo recuerdo de lo que pasaron juntos, ignorando con todas sus fuerzas su amor; por su parte, el castaño, estaba seguro de que las cosas no cambiarían y que pronto volvería a ser como antes, su amante se disculparía y todo sería parte del pasado.
Que equivocados estaban...