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Romeo Kiryuu y Julieta Kuran por Yaoi lovers

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! Muchísimas gracias por seguir la historia y por sus lindos comentarios, me animan mucho.

Veo que están ansiosos por saber que pasará cuando los descubran pero no coman ansias, pronto lo sabrán.

Sin más les dejo el capítulo.

Tres meses y medio habían pasado ya, el tiempo parecía volar pero la situación se mantenía exactamente igual, como si no le afectase en lo más mínimo su transcurso. Desde hacía 2 meses Kaname experimentaba sensaciones poco normales en él: se cansaba rápidamente, tenía constantes cambios de humor extremos, dolor de cabeza intenso y náuseas terribles a cada momento del día; también pudo notar que su estómago parecía inflamado.


-Seguramente algo de lo que comí ce cayó mal y por eso tantos problemas.


-¿Estás seguro hijo? Tal vez te estás presionando demasiado al intentar ayudar con la búsqueda y tu cuerpo no encuentra mejor manera de sacarlo que esa... Tal vez deberíamos consultarlo con el medico.


-En verdad estoy bien mamá, no tienes de que preocuparte. Si llego a sentirme mal yo mismo se lo diré.


-Sólo no te presiones, tal vez la preocupación no te deja dormir y por eso estás tan cansado...


-¿¡Pueden dejar eso de una vez!? ¡No tengo nada!-Gritó el castaño molesto levantándose de su asiento y dirigiéndose hacia la salida-Si algo no estuviera bien conmigo lo sabría... Iré a investigar.


Sin más salió de su casa y fue hacia el pequeño bosque, esperando que Zero estuviera ahí pues esperaba que de nueva cuenta le dijera que cuidaría de él y que lo protegería, necesitaba volver a oír esas palabras.


-¿Hoy no estás de mal humor?-fue el saludo que dio el peliplateado-¿O sigues molesto por lo de esa mañana?


-¡No basta con tener que soportar a mis padres, también tengo que lidiar contigo...! ¿Por qué no puedes ser dulce como otras veces?-le susurró el castaño con tono triste.


-¡Quien te entiende! Dijiste que te molesta que fuera tan dulce y ahora dices que no lo soy...


-Es que siempre haces las cosas en el momento meno indicado, eres cursi cuando estoy molesto y cuando deberías serlo porque necesito tu cariño sales con que te trato mal y no sé que más.


-Vamos, ven aquí-el cazador le extendió los brazos.


El vampiro se acercó a él y lo abrazó con fuerzas, refugiándose en el pecho de su amante.


-¿Qué es lo que te tiene así?-le preguntó dulcemente mientras acariciaba su cabello.


-Solo quiero que me protejas... Dijiste que eso harías y no lo parece.


-¿Y qué necesitas que haga para demostrarte que en verdad te protejo?


-Que me abraces, que me cuides, solo eso...¡Eres mi amante...! Se supone que deberías saber como me siento y que hacer para verme feliz.


-¿Quieres que me quede contigo el resto del día?-Zero lo tomó de la barbilla y levantó su rostro-Si es eso dímelo y lo haré-besó tiernamente sus labios.


-No... Tendrás problemas y yo también, mejor solo cuídame mientras estemos juntos, me siento muy cansado.-Kaname le dedicó una sonrisa apagada.


El peliplateado se sentó recargado contra un árbol, con las piernas separadas y sentó al castaño entre ellas, apoyando su cabeza sobre su hombro y sus piernas en posición contraria, como si se tratase de un niño pequeño al intentar dormir.


-¿Así estas mejor?


-Hm...Si, me siento mejor.


Después de un rato en silencio y una vez que su periodo de tristeza había acabado y pasó al de alegría el vampiro se ánimo a hablar.


-Sabes...-levantó su mirada-Estaba pensando y conocerte es una de las mejores cosas que me han pasado.


-¿Si?-el cazador dirigió la vista a su amante y acarició con delicadeza su rostro-¿Y por qué?


-Bueno, desde el principio me demostraste que realmente me amas e hiciste hasta lo imposible para estar conmigo, en ese momento me di cuenta que significaba todo para ti y me sentí muy feliz.


-En verdad significas todo para mi, por eso hice de todo para que podamos estar como lo estamos ahora...


-Te quiero Zero...-Kaname tomó suavemente el rostro de su amante y lo besó con dulzura.


-También te quiero Kaname, como no tienes idea, nunca lo dudes.


-¿Crees que algún día podamos estar juntos sin problemas?


-Quien sabe... No hay que perder las esperanzas.


-Quisiera pasar la eternidad a tu lado...-el castaño se abrazó a la cintura de Zero y se acurrucó en su regazo.


-Yo también, nada me haría más feliz...-el peliplateado escuchó la respiración tranquila de su amante-¿Kaname? ¡No te vayas a dormir!


-¿Por qué no? Dijiste que te gusta verme dormir-dio un profundo bostezo.


-Pero ya sabes como es la situación ¡Tu mismo me lo dijiste! No puedes estar mucho tiempo desaparecido, y yo no puedo llevarte a tu casa porque empezaré a ser sospechoso y tampoco a la mía porque nos meteremos en problemas...


-Ya encontraras una forma de solucionarlo


-¿No hablas en serio cierto?


Lo único que el cazador recibió como respuesta fue un gran y profundo suspiro, a al parecer su amante no soportaba más y cayó dormido de un segundo a otro.


-Al parecer hablabas en serio...-esbozó una media sonrisa y acarició dulcemente su rostro-Por tu culpa terminaré en problemas serios un día de estos.


Después de un rato de silencio y tranquilidad de la noche, además de la hermosa imagen que su amante le mostraba, hicieron que el cazador se durmiera también, imaginando como sería pasar el resto de la eternidad con ese vampiro que había conquistado su corazón.


Pasaron ahí toda la noche hasta el amanecer, cuando los rayos del sol llegaron directamente a sus rostros, provocando que lentamente despertaran de su profundo sueño.


-Buenos días cariño-saludó Zero dándole un dulce beso sobre los labios-¿Dormiste bien?


-¡Maldición! Debía volver antes del amanecer...¿¡Por qué no me despertaste!? ¡Se supone que me cuidarías!-reclamada Kaname mientras se levantaba.


-Y eso hice, estamos a salvo después de todo. No pasará nada malo, ¿confías en mi cierto? Deja de preocuparte, regresa a casa evitando que alguien te vea y luego finge que siempre estuviste en tu habitación.


-Tu también deberías regresar a casa, antes de que preocupes a tu madre y molestes a tu padre.


El peliplateado lo abrazó tiernamente, acarició con dulzura su rostro y besó su frente.


-Regresa con cuidado ¿Si? Nos veremos mañana.


-¡Zero!-gritó el castaño haciendo que su amante detuviera su andar-Gracias por quedarte conmigo... Te quiero-se sonrojo bruscamente.


-También te quiero, nos vemos.-se despidió el cazador continuando con su camino.


En ese momento el vampiro sintió un ligero movimiento en su vientre, con sorpresa colocó sus manos en él.


-¿Qué es esto? ¿No será que...?

Notas finales:

Hasta aquí este capítulo, espero haya sido de su agrado.

Nos vemos la próxima actualización.


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