-Ya confirmé la identidad del cazador...
-Sé que pedí rapidez pero ¿llegar a esta hora?
-Hay algo más-interrumpió el espía-Los cazadores ya saben lo que pasa y están dispuestos a averiguar quien es el que espera al nuevo integrante del clan. No sé muy bien que es lo que pretendan hacer con él pero es riesgoso para el joven Kaname.
-¡Maldición! Nadie más debía saber sobre esto... ¿Quién es el culpable de lo que está pasando?
-Su nombre es Zero Kiryuu, cabello plateado, ojos amatistas y piel sumamente clara.
-¡Perfecto! ¡Tenía que ser un Kiryuu...! Pero esto no va a quedarse así, pagará lo que hizo... ¡Despierta de una vez Kaname!-gritó mientras subía las escaleras.
-¿Cariño, qué es todo este escándalo?-preguntó su esposa con un tono de angustia.
-¡Será mejor que hables con la verdad o estarás en problemas!-irrumpió en la habitación de Kaname.
-¿Qué pasa?-el castaño se levanto aturdido-¿De qué hablas ahora?
-¡Deja de fingir de una vez! Ya sé que esperas un hijo... ¿El nombre Zero Kiryuu te suena familiar?-cuestionó autoritario a lo que su hijo reaccionó sobresaltado-Así que ni siquiera puedes ocultarlo... De acuerdo, de acuerdo-se tomó de las sienes-Llego la hora de hacer un trato y si no funciona lo solucionaré a mi manera
-¿¡No hablas en serio verdad cariño!?-la mujer lo tomó del brazo intentando hacerlo entrar en razón.
-Es hora de irnos-sentenció sacando a su mujer de la habitación-Enciérralo y cuida que no escape-ordenó al espía.
-¡Como ordene!-obedeció de inmediato.
-¡Espera, papá! ¿Qué piensas hacer...? ¡Maldición!-el vampiro golpeó la puerta-La hora a llegó, lo que tanto estuve retrasando tiene que ser ahora o nunca... Vamos a ver a tu padre pequeño-acarició su vientre y salió velozmente por la ventana antes de que sus padres pudieran detenerlo.
-¡Maldición...! ¿Por qué abrió la cortina antes de irse...?-susurró Zero cubriendo su rostro con la almohada-¿Qué más da sino regresaba temprano para despertarme? No hay nada importante como para levantarse temprano-murmuraba con molestia intentando dormir.
Apenas iba a conseguirlo cuando escuchó un ligero golpeteo en la puerta del balcón; decidió no prestar atención y volvió a acurrucarse en la cama.
-¡Deja de actuar como un idiota!-gritó Kaname-Es algo importante... ¡Abre de una vez!
El peliplateado volteó rápidamente al escuchar esa voz para asegurarse de que no era solo su imaginación y al encontrar la imagen de su amante ante su habitación se levantó y abrió.
-¡Cariño! Sé que no podías soportar tanto tiempo sin verme pero solo faltaban unas horas para nuestro encuentro, no hay necesidad de que...
-¡Deja de actuar como si supieras todo! ¿No puedes dejar de actuar como un imbécil ni siquiera un momento así?
-¡Oye, oye! Tranquilo... Es solo una broma, no hay razón para reaccionar así de agresivo.
-¡Claro que hay...! Y es hora de que tu lo sepas...-suspiró el castaño pesadamente preocupando a su amante-Aún me cuesta asimilarlo y por eso lo estuve ocultado pero ya no tiene caso, ya todos lo saben sólo faltas tu... ¡Estoy esperando un hijo tuyo! Mis padres ya lo saben y no están nada felices y no tengo ni idea de nada relacionado con el bebé ni con su salud, esto se me salió de control y ahora no sé que hacer...-rompió en llanto por tantas emociones juntas.
El peliplateado se quedó observándolo, atónito pues aún no podía creer que su posiciones fueran ciertas además de que estaba emocionado por la noticia; en cuanto el vampiro contuvo sus lágrimas creyó que sería el momento indicado para demostrarle su felicidad.
-¡No puedo creer que estés esperando un hijo mío! ¿¡Sabes lo que eso significa!? Por fin la lucha entre cazadores y vampiros terminará y todo gracias a este pequeño...-colocó su mano sobre el vientre de su acompañante.
-En verdad eres un idiota... Nada de eso va a pasar, desafortunadamente su concepción solo traerá más problemas.
-¿De qué estás hablando?-el cazador lo miró extrañado-Su nacimiento será el pretexto perfecto para ser más unidos y dejar de lado los antiguos conflictos para procurar su bienestar...
-Te confundes... ¡Mis padres están furiosos! Dicen que están dispuestas a cualquier cosa para vengar mi deshonra-sollozaba Kaname.
-Tranquilízate por favor-Zero se acercó a abrazarlo pero este lo evadió.
-¡Todo esto culpa tuya! Sabía que estar contigo sólo me traería problemas ¡Te odio!-gritó con fingida molestia mientras golpeaba el pecho del peliplateado con sus puños.
Zero lo tomó de las muñecas deteniendo sus golpes, se acercó a sus labios y detuvo los reclamos del castaño con un dulce beso que lo hizo sonrojarse como en otras ocasiones.
-Todo estará bien-acarició con dulzura a su mejilla mientras Kaname lo observaba con su acostumbrada expresión de ternura y furia-¡Escapemos juntos! Vamos a otro lugar, uno donde podamos ser felices...
-¡Debes estar bromeando! Lo que sugieres es una completa locura que no tiene ni el más mínimo sentido.
-Ayer me enteré que un vampiro estaba esperando un hijo de un cazador y papá dejo en claro que sería estricto con aquel que resultara ser el padre. Tus padres están dispuestas a acabar conmigo y de seguro el consejo no te va a ver como una víctima y te dejará libre... No tiene caso seguir aquí. Será mejor empezar una nueva vida en otro lugar.
-Pero... No creo que huir sea la solución y además no estoy seguro...-titubeó el vampiro agachando la mirada.
-Prometí que te protegería ¿No es cierto?-el cazador lo tomó de la barbilla y levantó su rostro-Siempre cumplo mis promesas y esta no será la excepción ¿O es que ya no confías en mí...?-lo miró con tristeza.
-¡No me veas así! Ya dije que no es que no confíe... ¡Maldición Zero! Esto es chantaje.
-No intento chantajearte, solo quiero que seas sincero y confíes en mi... ¡Cuidaré de ti y de este pequeño sin importar lo que esté en contra!-Zero colocó su mano sobre el vientre de su amante-Para mi no hay nada ni nadie más importante que tu y nuestro hijo... Ya veremos la forma de arreglarnoslas, somos lo suficientemente maduros como para afrontar las consecuencias.
-¡Z...Zero...!-Kaname se sonrojó y se aferró a su cuerpo.
-¿Entonces que dices? ¿Empezaremos nuestra vida lejos de aquí?-su amante asintió-Anda cariño, no estás en condiciones para tener emociones fuertes. Tomemos unas cuantas cosas y salgamos antes de que tus padre o los míos nos encuentren.
-Tampoco es para tanto, llegué de mi casa hasta aquí sin ningún problema.
-Por eso mismo no voy a exponerte, eres demasiado adorable como para ponerte en riesgo.
-¡No me trates de manera especial! Sólo actúa como siempre, como si no hubiera nada diferente-reprocho el castaño-Ya es suficiente con la apariencia que tengo...
-¿De que hablas? El embarazo te sienta bien.
-¿¡Bromeas!? ¡Parezco una versión mini de mi mismo! Como se solo hubieran reducido mi estatura...
-Pero aún así te ves hermoso-el peliplateado le sonrió, lo tomó por la barbilla y lo besó dulcemente.
Y así abandonaron el lugar, sin rumbo definido y esperando encontrar un lugar en el que pudieran ser felices: en el que no hubiera nada en contra suya, en el que nadie conociera su pasado, en el que no existieran barreras para su amor.
Aún tenían muchas dudas, no sabían lo que el destino les deparaba ni todo lo que tenían que hacer antes de tener su "final feliz", pero de algo estaban seguros: mientras estuvieran juntos nada de eso importaba pues se amaban y eso era suficiente.