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El precio del amor por Shamita

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Notas del capitulo:

 

Bueno aqui esta la continuacion de este fic.... la cual me costo mucho hacer ya que mi autonombrada editora me daba a cada rato animes que ver hahahahaah pero bueno pude terminar el más largo de los capitulos que eh escrito!!! en verdad es largo pobre de Shinju Perla que lo leyo como 3 veces buscando errores y asi.... 

Estoy tan feliz!!! Ya que Shinju Perla me dio un mes de vacaciones para escribir el siguiente capitulo!!!... Despues de que solo me dio 15 dias para hacer este, tuvo piedad de mi!!!... espero entiendan que es justo y necesario para mi descansar ademas me pico el mosquito de hacer un fic de Kuroshitsuji... ¿a quien le gusta? Yo lo acabo de conocer siendo honesta y me avente las dos temporadas en dos dias.... hahahaha creo que tambien por eso no le avanzaba al fic pero ya esta aqui...

Bueno ya que me deshague de todo lo que traia... a no esperen falta algo.... estoy deprimida!!! si deprimida porque los fic que me han gustado mucho ya no los han continuado sus autoras (es) y eso hace que me sienta triste y sin animos de escribir pero tambien al mismo tiempo es lo que me ayuda a seguir escribiendo porque pienso asi como yo espero otros fic hay chicas y chicos que estan esperando la conti de mi fic y sigo escribiendo!!! jajajaj

Bueno ahora si ya con todo dicho espero que les GUSTE el capitulo sino... echenle la culpa a SHINJU PERLA hahahah no se crean!! 

DISFRUTEN LA LECTURA Y NOS LEEMOS DENTRO DE UN MES O TAL VEZ MENOS.... PORQUE ME VOY A UNAS MERECIDAS VACACIONES!!!!!....

ESPERO SUS REVIEWS!!

SALUDOS 

 

CAPITULO 14: UNA NOTICIA Y LAS COSAS PUEDEN CAMBIAR…


Apenas habían pasado cinco días de la cita de Shaka en aquella clínica, el de largos cabellos rubios no había deseado que Mu ni Albiore entrasen a la habitación donde llevarían a cabo la intervención así que ambos tuvieron que esperar alrededor de una hora y media hasta que vieron salir al rubio y se fueron directamente a la mansión donde el menor se había encerrado diciendo que estaba bien pero necesitaba descansar.


Nuevamente Mu caminaba por los pasillos de la mansión de los Géminis, ya se le estaba asiendo costumbre ir a levantar al rubio de la cama para que saliera de ella y comiese algo, cuando entro a la habitación vislumbro la cama vacía así que de inmediato se dirigió hacia el interior del cuarto de baño donde nuevamente pudo ver la misma imagen de siempre, un Shaka empecinado en lastimarse la piel, bufo molesto comenzaba a fastidiarse de eso pero sabía que al final no era algo que hiciese por molestar simplemente aun no superaba lo que Saga le había hecho, lo saco de ahí y lo hizo vestirse para después almorzar juntos en el jardín.


–    Shaka –llamo el peli lila después de un momento de silencio–, solo para que sepas que esta noche llega Saga.


–    ¡No! –grito el otro mientras se le caía un cubierto– Digo no era que iba a estar fuera por más tiempo.


–    Estaría fuera por casi un mes –hablo calmadamente el otro– y siento decirte que ya viene en camino.


–    ¡No lo quiero ver! –dijo alzando un poco la voz el de cabellos rubios mientras se levantaba de su lugar.


–    ¡Sabes que no tendrás opción! –hablo Mu siguiéndolo– Además de que tienes que tener en cuenta que podría querer estar contigo.


–    ¡Pero yo no! –grito Shaka al borde de las lagrimas.


–    Trata de tranquilizarte Shaka –pidió el otro mientras lo abrazaba para calmarlo


Ambos chicos estuvieron abrazados hasta que el menor se encontró más tranquilo el de cabellos lilas lo llevo hacia la recamara que le pertenecía a Saga aunque primero se negaba a entrar logro hacerlo diciéndole que debía perder el miedo, que debía enfrentar todo lo que había pasado dentro de aquella habitación si quería algún día salir de aquella mansión.


Cuando Shaka estuvo calmado dentro de la habitación del gemelo mayor, Mu tomo su celular y llamo a su amado novio para saber sobre cuándo llegaría el hermano de este y si se podrían ver antes de que llegara el mismo tenía una noticia muy importante que debía comunicar a Kanon, una noticia que había postergado durante una semana ya que no tenía idea de cómo lo tomaría su amado pero sabía también que necesitaría que este lo ayudase cuando se lo dijese a Saga.


–    Kanon –llamó al que estaba en al otro lado del teléfono.


–    Mu, amor que hermosa sorpresa –contesto el otro– ¿Y eso que me permites escuchar tu voz por teléfono?


–    ¿Qué dices? –cuestiono el menor un poco sonrojado ya que sabia a lo que refería su novio– No me digas que vas a volver a comportarte como un niño.


–    Jejeje –rio el mayor desde el otro lado del teléfono– Pero si es verdad desde que te haces cargo de Shaka me has tenido muy abandonado.


–    Sabes porque lo hago –contesto el peli lila–. Yo siempre te voy a amar a ti.


–    Lo sé –se escucho la voz calmada del gemelo menor–, yo también te amo y te amare.


–    Kanon –volvió a llamar Mu después de un silencio– Necesito hablar contigo.


–    ¿Ocurre algo malo? –cuestiono Kanon un poco preocupado por el tono de su novio– ¿Le paso algo a Shaka o a ti?


–    Yo estoy bien –contesto el más joven–, pero lo que tengo que decirte no se puede hablar por teléfono.


–    Ahora mismo estoy un poco ocupado –hablo el otro seriamente– pero podría ir en una hora más o menos.


–    Entiendo –dijo Mu mientras caminaba por los pasillos que le llevaban a la recamara que compartía con su novio–. No te preocupes puedo esperar, solo trata de llegar antes de que lo haga Saga.


–    Supongo que lo que me quieres decir tiene que ver con cierto rubio –hablo Kanon para después de un suspiro continuar–. Iré lo más rápido que pueda.


–    Gracias –hablo Mu–. Te amo.


–    Yo también te amo mi corderito –dijo Kanon–, y sea lo que sea que pase Mu lo vamos a solucionar, ¿sí?


–    Si –contesto el otro sintiéndose más seguro por las palabras de su novio–. Entonces te veo en una hora.


–    Si, aunque espero llegar antes –se escucho al gemelo desde el otro lado de la bocina–. Nos vemos cuando llegue y tranquilo todo tiene solución.


–    Nos vemos –hablo el otro asintiendo silenciosamente a las palabras del gemelo menor–. Y gracias.


–    Te amo –dijo Kanon a modo de despedida


–    Te amo, besos –se despidió el peli lila.


Después de que ambos colgaron, el que se encontraba en la mansión se dejo caer en la gran cama que ocupaba con su gemelo y se puso a meditar en lo que le diría a este o más bien como iba a decirle todo lo que había pasado sin que él supiera por otra parte en las oficinas de las empresas Géminis Kanon estaba meditando sobre las palabras de su novio, sabía que algo ocurría no era tonto pero también había comprendido que Mu estaba buscando la mejor manera de decírselo y por lo que veía tenía que ver con su hermano y su más reciente juguete pero esperaría a más tarde para ver qué era lo que su corderito tenía que decirle, un golpe en su puerta le hizo regresar a la realidad y se dispuso a terminar con todos los pendientes que tenia para ir a su mansión  


Una hora más tarde se podía observar a un hombre de piel trigueña y cabellos azul claro y mirada esmeralda bajar de su automóvil, un jaguar XF color rojo con detalles en plata, quien vestía un traje Armani azul oscuro, una camisa celeste, corbata y pañuelo color anaranjado claro y suave todo combinado con unos zapatos oscuros que se encamino hacia la puerta que enseguida le fue abierta por una de las sirvientas a quien le pregunto sobre el paradero de su novio y de inmediato se dirigió hacia donde le habían indicado.


Pocos minutos más tarde se le veía entrar a la biblioteca donde pudo observar la peli lila contemplando la vista del jardín posterior que terminaba en la entrada al bosque, se quedo unos segundos más mirando al menor hasta que este por el reflejo de la ventana lo vislumbro haciendo que se girase para vislumbrar al otro a los ojos regalándole una dulce sonrisa.


–    Kanon, que bueno que lograste llegar temprano –hablo Mu mientras se acercaba al otro.


–    Por ti lo que sea mi corderito –contesto sonriendo el de ojos verdes esmeralda.


Ambos se sentaron en un diván negro con cojines blancos donde se besaron calmadamente por unos minutos hasta que el aire les comenzó a faltar, se quedaron viéndose durante unos segundos para después el mayor recostar en su pecho al menor ya que desde que habían hablado por teléfono lo había sentido angustiado y ahora que había observado su mirada descubrió un poco de temor en ellos como si hubiese hecho algo que temiera decir.


–    ¿Qué pasa corderito? –se aventuro a preguntar Kanon.


–    Yo necesito decirte algo –comenzó a hablar el peli lila– pero es que temo de cuál sea tu reacción y por eso no me había atrevido a decirte nada.


–    Mu –llamo el otro haciendo que el menor levantase el rostro y lo mirase a los ojos descubriendo que de los verdes ojos del peli lila comenzaban a surgir pequeñas lagrimas que él se encargo de quitar–, tranquilo todo estará bien.


–    Si –dijo en un tono bajo pero suficientemente audible para el otro.


–    Vamos, confía en mí –pidió Kanon para después darle un pequeño beso en los labios.


–    Bien pero no importa que escuches o que dudas tengas permíteme terminar de contarte todo –hablo Mu un poco más calmado– y después contesto lo que me quieras preguntar, ¿sí?


–    Está bien –concedió el mayor.


–    Recuerdas que como hace como dos semanas lleve a Shaka a ver a un doctor por sus desmayos y su falta de alimentación –comenzó a hablar el peli lila recibiendo un asentimiento por parte del otro–, bien ese día que fuimos le revisaron e hicieron algunos exámenes y el doctor nos dijo que regresáramos al día siguiente y así lo hicimos, cuando estuvimos nuevamente en su consultorio nos dijo que Shaka comenzaba a presentar un cuadro de anemia  por su falta de alimentación que debía ser atendida sobretodo porque los análisis habían arrojado también que Shaka estaba embarazado…


–    ¿¡Embarazado!? –no pudo evitar decir sorprendido el peli azul– Lo siento me sorprendí.


–    Sí, bueno ese fue un golpe muy duro para Shaka ya que como sabrás solo hay alguien que podría ser el padre de aquella criatura –continuo explicando el menor–, y desde aquel día comenzó a dejarse morir de peor manera había días que no se paraba de su cuarto hasta que un día decidí enfrentarlo –seguía explicándole al mayor la situación lo más claro que le era posible– y ahí fue cuando Shaka me pidió que lo ayudase a interrumpir su embarazo…


–    ¿¡Abortar!? –volvió a cuestionar sorprendido el mayor con una molestia palpable pero decidió calmarse–  Sigue.


–    Yo me negué, ya que ese bebe no tenía la culpa de nada pero sabía también que Shaka bien podía encontrar la manera de deshacerse de él, intente hacer que viese que la vida en la mansión puede cambiar por eso vinieron Camus, Mime y Aioria pero realmente no hubo ningún cambio en Shaka –seguía explicando lo sucedido en los últimas semanas– así que muy a mi pesar lo lleve a una clínica donde le explicaron todo sobre el aborto y lo intervinieron hace como cinco días de eso, y ahora el no ha mejorado es más te podría decir que sigue igual o peor es que el llevarlo y facilitarle las cosas no está bien pero quién soy yo para decidir sobre el cuerpo de Shaka, quien soy yo para comprender lo que está pasando en su interior, yo puedo ver lo que pasa puede escucharlo cuando decide expresar un poco de sus sentimientos –continuaba hablando– pero al final Kanon solo él tenía derecho a decidir, solo él sabe lo que vivió realmente con tu hermano y como sea sentido con todo lo que le ha tenido que pasar y por eso no tuve el corazón para obligarlo a desistir de interrumpir el embarazo –seguía al no percibir ninguna respuesta por parte del otro–, entenderé si te molestas e incluso si no quieres verme pero yo decidí que solo Shaka es quien sabe lo que necesita para ser feliz porque quien me decía que ese bebe sería feliz y bien recibido por sus padres y si Saga lo obligase a abortar tal vez Shaka lo sentiría peor ya que no sería una decisión que tomase él pero si no ese bebe lo ataría a tu hermano más de lo que lo está ahora, y yo…


–    Tranquilo –hablo seriamente después de mucho tiempo el mayor abrazando más fuerte a su pareja sabiendo que para ese punto ya le era difícil seguir hablando– , entiendo que al final no era una decisión tuya ni mía Mu, sino de Shaka y de mi hermano aunque no te voy a negar que me gustaría que ese bebe hubiese nacido y que Saga lo hubiese aceptado pero sé que tal vez ese ser que crecía en Shaka en lugar de llegar a darle luz a la vida de sus padres podría traerles una gran oscuridad ya que ambos sabemos que Saga siempre ha demostrado no estar interesado en tener hijos así que tal vez no lo quisiese y si Shaka tampoco lo querría ese niño solo hubiera venido a sufrir a este mundo–hablaba sin soltar de su abrazo a su pareja–. Sé que tú hiciste lo que estuvo en tus manos para que ese bebe naciera pero también debías pensar en su padre,  escucha bien Mu tú no tienes la culpa de nada de lo que paso con esa criatura, fue una decisión que Shaka tomo y tal vez solo es cuestión de que asimile todo y salga de ese agujero depresivo en el que esta y vuelva a ser el chiquillo orgulloso que llego hace siete meses.


–    ¿No estás molesto? –pregunto el peli lila sin mirarlo.


–    No Mu, por supuesto que no aunque no te negare que estoy molesto por el hecho de que no hayas confiado en mí para ayudarte con Shaka –hablo el otro mientras que una de sus manos viajaba hacia el rostro de su amado y lo levantaba para verlo a los ojos–, yo estoy aquí para apoyarte así como lo haces tú lo has hecho.


–    ¿De verdad? –volvió a cuestionar el otro.


–    De verdad, ya te he dicho la decisión de tener un bebe o no es d sus padres aunque nosotros quisiésemos con todo el corazón que ese bebe naciera si sus padres no están de acuerdo y aun así lo traen a este mundo ese niño junto con sus papás serian muy infelices y los tres sufrirían una vida llena de resentimientos.


–    Gracias –hablo el menor acurrucándose contra el pecho del mayor–, por no juzgarme ni a Shaka.


–    No tengo porque hacerlo, tu eres el amor de mi vida y confió en ti mi vida entera –dijo el mayor sonriéndole cálidamente–, y no puedo juzgar a Shaka porque yo no he tenido que pasar por todo lo que él lo ha hecho.


–    Kanon –llamo el peli lila después de un tiempo de silencio– ¿Le dirás a Saga?


–    Debe saber Mu –hablo recobrando su tono serio–, por lo menos para que se cuide sino desea que Shaka salga otra vez embarazado.


–    Entiendo –susurro el menor.


Se quedaron varios minutos así sin decir nada solo abrazados, después decidieron ir hacia la cocina para ver que podían comer antes de la comida ya que ninguno de los dos había almorzado calmadamente y para esas horas ya estaban muriéndose de hambre y aun faltaban dos horas, para su pesar, más para que la comida estuviese servida.


Mientras esto acontecía en la habitación del gemelo mayor se encontraba Shaka observando todo lo que había en ese lugar, si bien quisiese salir de aquel lugar e ir hacia el jardín no sabía a qué horas llegaría Saga y la verdad no tenía fuerza para pelearse con él, además estaba el hecho de que prácticamente estaba muriendo de hambre por no haber terminado el almuerzo que hace unas horas había tenido con Mu pero es que el hecho de que le nombraran al mayor de los gemelos lo hacía tener horribles nauseas y estar en aquella habitación realmente no ayudaba en mucho su situación.


–    Necesito salir de aquí –se dijo a sí mismo.


Se dirigió hacia la puerta y cuando estaba por abrirla, esta se abrió sola dejando ver a Kanon en compañía de Mu.


–    ¡Shaka! –hablo el mayor de los tres– Justo veníamos a decirte sino querías acompañarnos a ver una película  así no estarás encerrado todo el día, ¿qué te parece?


–    Sí, claro –dijo un poco inseguro el rubio pero ir con ellos era mejor que estar en aquel cuarto.


Los tres hombres se dirigieron hacia la sala de entretenimiento y después de discutir un poco sobre cual película verían, los más jóvenes lograron ver una película de comedia-romántica con la condición de que después verían una película de acción que Kanon quería ver desde hace algún tiempo pero por motivos de su trabajo no habían podido ir al cine a verla.


Después de dos horas pidieron que la comida les fuera llevada a la sala de entretenimiento ya que no querían dejar de ver la película que en esos momentos se encontraba reproduciendo pero sobretodo porque Kanon a pesar de poder ponerla en pausa deseaba comer ahí como cuando era mucho más joven y no tenía nada de qué preocuparse además que había notado que Shaka se encontraba más relajado al estar distrayéndose con las películas.


Pasadas otras dos horas más Kanon decide que es momento de que regrese a sus empresas por si se había ofrecido algo mientras él no se encontraba además de que sabía que cuando su hermano llegase le pediría un informe detallado de lo que había pasado durante su ausencia, se despidió de su novio prometiendo llegar antes de que lo hiciese su hermano y que ambos hablarían con este ultimo sobre Shaka.


El tiempo siguió su curso, la mansión pronto se lleno de mayor movimiento ya que al parecer Afrodita y Sorrento estaban preparando algo especial para la llegada del gemelo mayor por su parte Shaka había decidido permanecer en el jardín contemplándolo sabia que en cuanto Saga regresara tendría muy pocas posibilidades para estar en el así que lo aprovecharía mientras Mu decidió darse un baño relajante para poder dejar su mente en blanco y prepararse para hablar con su cuñado.


Parecía que en la Mansión Géminis todo giraba sobre el mayor de los hermanos y no era para menos después de unas semanas fuera de la ciudad había muchas cosas que decir pero los más preocupados eran Mu, Kanon y Shaka  los tres tenían cosas importantes que decirle, aunque en realidad todo estaba relacionado con la misma cosa, solo que la pareja no tenía previsto que el rubio hablara con Saga ni Shaka había pensado que Mu y compañía planeaban hablar con el mayor de los géminis.


En la sala Afrodita y Sorrento sin conocer lo que pasaba con Shaka colgaban una pequeña pancarta que decía “¡BIENVENIDOS!”, en la parte central de la sala justo en el lugar indicado para que fuera lo primero que vieran los dos viajeros al abrir las puertas de la mansión.


–    Bien, creo que ahí quedo perfecto –decía Sorrento al ver la pancarta desde lejos.


–    ¿Seguro? –cuestionaba Afrodita mientras se bajaba de una escalera que había utilizado para poner aquel cartel.


–    Si –contesto el otro–. Oye Afro, crees que sea prudente que celebremos la llegada del señor.


–    ¿Por qué lo dices? –pregunto el peli celeste.


–    Por que Shaka tiene cara de zombi y el joven Mu tampoco tiene buena cara –se explico el de cabellos cortos.


–    Shaka sea sentido mal últimamente–comenzó a explicar  el de ojos celestes mientras dirigía su mirada hacia la puerta que daba al jardín– pero según me dijo el joven Mu ya lo vio un doctor y ya está en tratamiento así que pronto se sentirá mejor.


–    Es extraño que el joven Mu se preocupe por uno de nosotros –dijo el menor–, nunca se había interesado en ninguno de los juguetes del señor Saga.


–    Tal vez hay una razón para eso –hablo sin darle mayor importancia al asunto–. Anda vamos a terminar esto para que todo esté listo para cuando llegue Saga.


Los jóvenes siguieron con los preparativos para la llegada del señor de la mansión dirigiéndose hacia la habitación de Saga que sabían estaría vacía ya estando dentro se dedicaron a esparcir pétalos de rosas tenían pensado pasar la noche con su señor, esa había sido idea de Afrodita para evitar que el de cabellos azules estuviera con el rubio que aun se veía muy débil y no creía que soportaría estar una noche con su señor,  para darle una muy buena bienvenida tal y como él se la merecía.


Alrededor de las seis de la tarde en el aeropuerto de la ciudad se veían entrar por la puerta de pasajeros dos hombres, uno era un Saga que iba vestido con un traje combinando un pantalón blanco, una camisa a cuadros azul y celeste con cuello blanco y un saco azul marino que combinaba con su corbata azul marino con rayas diagonales color plata y mocasines blancos; y el otro era Alberich que vestía unos pantalones color mostaza con una camisa azul con mangas 3/4 , unos lentes y unos botines cafés. Ambos hombres se dirigieron a recoger sus  maletas para después dirigirse hacia la salida donde ya los espera el chofer de los Géminis con un  carro negro al cual subieron para dirigirse hacia la mansión del más grande.


Después de veinte minutos pudieron vislumbrar la entrada a la Mansión Géminis la cual se abrió para dar paso al automóvil para en seguida estar frente a la puerta principal que los llevaría al interior de la mansión, ambos hombres bajaron y al entrar por la puerta fueron recibidos por los abrazos de Afrodita y Sorrento que sonreían felices por los recién llegados.


–    ¡Bienvenidos! –gritaron ambos chicos al separarse dejando ver el cartel que estaba puesto a mitad de la sala.


–    Mis queridos juguetes, no saben cuánto los extrañe –hablo Saga para después recibir un beso de cada uno.


–    Mi señor, ya tenemos lista la cena para usted –anuncio un Sorrento sonriente


–    Bien –contesto el mayor para después dirigirse a su hermano que había a la sala llegado en compañía de Mu–. Kanon después de cenar hablare contigo unos minutos sobre lo que se resolvió.


–    Claro hermano, ahora vayamos a cenar –hablo el mencionado– que tengo mucha hambre.


–    Tienes razón, no he comido desde que subí al avión –concedió el mayor de los hermanos–. Mu, ¿tú no me das la bienvenida?


–     Claro –hablo por primera vez el peli lila– Que bueno que llegaron con bien y espero todo haya resultado como esperabas cuñado.


–    Gracias –contesto el otro correspondiendo un abrazo del novio de su hermano–. Vayamos al comedor.


Todos los presentes pasaron al comedor donde ya estaba servida la cena, se sentaron y comenzaron a platicar entre ellos Saga hablaba con Kanon y Mu mientras que Afrodita y Sorrento escuchaban atentos a Alberich que les platicaba sobre lo que había visto en el viaje.


–    Kanon –llamo el mayor de los géminis obteniendo la atención del nombrado que estaba platicando con su novio– sabes porque el rubio no está aquí.


–    Bueno hermano tu rubio a estado un poco enfermo –comenzó a explicarse el otro– por eso lo disculpamos de esta cena.


–    ¿Enfermo? –cuestiono el otro– ¿De que si se puede saber?


–    Le ha dado un cuadro severo de anemia así que está muy débil –halo Kanon– y  ha tenido varios mareos pero ya está en tratamiento.


–    Comprendo –dijo el mayor.


–    Por cierto hablando de Shaka –tomo la palabra el más joven de los hermanos–, lo hemos pasado a la habitación contigua ya que tus dos juguetes te tienen una sorpresa en tu recamara y pensamos que podría ser un poco molesto para los cuatro tratar con un Shaka enfermo.


–    Tienes razón –concedió el otro–, aun así más tarde le daré una vuelta.


La cena continuo sin ningún inconveniente así que cuando terminaron ambos hermanos se dirigieron al despacho mientras que los tres juguetes se quedaron en el comedor platicando entre ellos, Mu por su parte por pedido de su novio se quedo cerca del despacho ya que lo necesitaría para que le explicara a Saga todo sobre lo relacionado con Shaka.


Entre tanto en la habitación contigua  de la recamara de Saga se encontraba Shaka cenando tranquilamente mientras veía un programa de cocina, en la televisión que Mu se había encargado de  hacer que se la instalaran,  sabía que el mayor de los géminis ya se encontraba en la mansión y por nada del mundo deseaba que se acercara a su habitación.


–    Por lo menos se que hoy no lo veré –se dijo a si mismo recordando que Afrodita le había dicho que esa noche él y Sorrento se encargarían de entretener a Saga–.  Espero que mañana tampoco me busque.


Siguió cenando tranquilamente, termino y dejo las cosas en la mesita de noche después de varios minutos tocaron la puerta asiendo que se sobresaltara un poco se calmo y dijo ‘pasen’ e inmediatamente se adentro a la habitación una sirvienta que se llevo lo que había ocupado durante la cena despidiéndose con un simple movimiento de cabeza.


Decidió darse un baño con agua caliente aun había unas cuestiones que no resolvía pero sabía que debía hacerlo antes de que se encontrase con Saga si quería que todo saliera de la mejor de las maneras, al salir de su bien merecido baño reparador, se cepillo sus largos cabellos y se recostó para leer un libro que había sacado de la biblioteca.


Mientras en el despacho de la mansión se encontraban los hermanos hablando sobre todo lo acontecido durante las semanas que estuvieron sin verse debido a las negociaciones que había ido a realizar el mayor con otros dueños de empresas del país a la ciudad capital.


–    Pero de cuanto estamos hablando–cuestionaba Kanon mirando seriamente al mayor–. Además si solo se va a pagar entre todas las empresas el 15%, ¿de dónde sacara nuestro querido presidente lo que resta del dinero?


–    Serian alrededor de unos  12, 000, 000,000 –hablo el otro– entre unas 20 personas entre las que están Shion Hamal, Julián Solo, Aldebarán de Tauro, Eo de Scylla y Hades Heinstein –nombro a los más importantes el mayor–, y sabes muy bien que Hades y Solo siempre están al tanto de todo así que si no quieren jugar chueco ellos no lo permitirán están por delante sus intereses.  pidieron ciertos permisos especiales al señor presidente.


–    Me sorprende que esos dos al final aceptasen pagar las deudas del gobierno –dijo el otro–, esos dos no hacen nada gratis.


–    Exacto  esos dos no hacen nada sin tener algo en retribución–convido Saga–, así que le pidieron a nuestro querido presidente que a cambio de aceptar nos daría mayor libertad a la hora de hacer negocios además de que les de libertad completa para la compra y venta de ciertas especies.


–    Te refieres a que quieren que la venta de personas quede sin ninguna ley que pueda intervenir en sus otros negocios –declaro el menor de los hermanos.


–    Si, sabes que solo está aceptado por las leyes la venta de personas si estas firman un poder para ceder su libertad a otras personas, así como también que está prohibido que los menores sean vendidos –hablo el mayor.


–    Pero aun así lo hacían y nosotros comprábamos todo lo que se movía en aquel escenario –reflexiono el otro–, que caso tiene ahora pedir esos cambios.


–    Últimamente las autoridades habían estado averiguando más sobre las personas que han vendido –explico el otro–, así que logrando que el presidente les de su permiso en cuanto a esos negocios serán intocables al igual que todos los que hayamos participado en la compra-venta de personas.


–    Comprendo –convido el más joven–, y hablando de eso te quería hablar sobre cierto juguete que…


De repente unos golpes en la puesta del despacho interrumpió a Kanon y después de mascullar un ’Adelante’ se asomaron por las cabezas de Afrodita y Sorrento que sonreían contentos.


–    Disculpen que los molestemos –tomo la palabra Afrodita– pero queríamos robarnos a nuestro señor para darle una sorpresa por su regreso.


–    Bien, ya has escuchado hermano –hablo Saga levantándose de su asiento y comenzar a caminar hacia sus juguetes– estas dos bellezas me esperan.


–    Pero Saga yo quería hablar…


–    Mañana hablamos hermanos –interrumpió el mayor–, además supongo que Mu debe estarte esperando.


Sin esperar más Saga salió del despacho en compañía de Afrodita y Sorrento, dejando a Kanon a medio hablar, los tres fueron directo hacia la recamara del peli azul que al pasar por la puerta donde sabía que estaba su rubio juguete pensó en ir a verlo pero las manos de sus otros juguetes le hicieron desistir y se dejo guiar hacia el interior de su cuarto el cual estaba decorado con pétalos de rosa roja, en una mesita de noche había una cubeta con hielos que contenía una botella de champagne mientras que en la otra había algunos geles lubricantes de diferentes sabores.


–    ¿Todo esto lo prepararon para mí? –pregunto el peli azul


–    Claro mi señor, para quien más sino es usted –respondió Sorrento para después besar al mayor.


Por su parte Afrodita se dedico a quitar primeramente con el saco, el de cortos cabellos lilas le ayudo deshaciendo el nudo de la corbata posteriormente cada uno tomo uno de los abrazos de Saga y lo guiaron hacia la gran cama donde mientras uno desabotonaba la camisa el otro se encargaba de quitar el cinturón y desabrochar el pantalón blanco que despacio dejo el cuerpo del peli azul.


Ya solamente con su bóxer blanco como única prenda que cubría el cuerpo de Saga, ambos juguetes se dispusieron a quedar en iguales circunstancias, posteriormente acostaron al peli azul boca en la cama arriba tomaron dos geles de sabores uno de sabor cereza y otro de chocolate y comenzaron a distribuir un poco en el pecho del mayor que se dejaba hacer sintiendo las manos de sus dos juguetes sintiendo como poco a poco con las atenciones de estos su miembro comenzaba a despertar.


Las manos del peli celeste y el peli lila pronto fueron sustituidas por sus labios y sus lenguas degustando aquel gel en compañía de la piel del mayor, el cual no perdió más tiempo y con ambas manos retiro, aunque con un poco de dificultad, la única prenda que cubría el cuerpo de sus juguetes dejo vagar cada una de sus manos por el cuerpo de ambos jovencitos hasta llegar hasta ambas entradas que comenzó a masajear sacando gemidos a los otros y sintiendo como se endurecía mayormente su miembro aun retenido por su bóxer.


–    Quítenme el bóxer –ordeno el de cabellos azules.


–    Como usted ordene –respondió el más joven de los tres guiando sus manos hacia la prenda para retirarla descubriendo el miembro erecto del gemelo.


Sorrento pronto tomo un poco más de gel en sus manos las cuales dirigió hacia aquel pedazo de carne que pedía un poco de atención por parte de ellos, comenzó masajeándolo de arriba a abajo con lentitud arrancando gemidos roncos por parte del mayor. Por su parte Afrodita seguía degustando del pecho del mayor, sus labios atendían la tetilla derecha mientras que con una mano atendía la tetilla izquierda.


–    Se...señor… –gemía Afrodita mientras sentía como la mano de su señor atender ahora su miembro endurecido.


–    Mis queridos… juguetes – jadeaba el mayor para después cambiar de posición ambos jóvenes.


–    ¿¡Señor!? –cuestionaron ambos al ser apartados por su señor.


–    Acuéstate al filo de la cama Afrodita y abre las piernas –ordeno el mayor al peli celeste que inmediatamente hizo lo que este le pidió– Sorrento quiero que le des a mi hermosa flor un beso negro.


El mencionado se acerco al de ojos celestes y elevo al mismo tiempo que separaba más las piernas para después comenzar a pasear su lengua por la entrada del otro que comenzó a gemir por las atención brindada  por su compañero el cual había quedado en una posición cómoda para el mayor de los tres que tomando un poco más de los geles comenzó  a penetrar lentamente al peli lila, las estocadas primero eran lentas pero profundas pero con los gemidos que soltaban ambos juguetes comenzaron a ser más rápidas, para aumentar el placer de Sorrento el de cabellos azules tomo con su mano el miembro endurecido de este para comenzar a bombear  al ritmo de sus embestidas por su parte el de cabellos más cortos había comenzado a penetrar al peli celeste con dos de sus dedos mientras que con su boca se encargaba del pene erecto del otro.


–    So…rren…to… –balbuceaba el de ojos celestes sintiendo las estocadas que daba el otro con sus dedos cerca de su punto más sensible–…más…más… profundo… más…


–    Mhn… mhhnnn…–gemía ahogadamente el menor sin detener su acción asiéndole caso a su compañero.


–    ¡Ah… mmhn…! –jadeaba Saga mientras seguía entrando y saliendo del cuerpo del de cortos cabellos– ¡Oh… aun… no sirenita…! –jadeo al sentir como las carnes del otro comenzaban a apretar y succionar más su miembro señal inequívoca que el otro pronto llegaría a la cúspide de la pasión.


Saga saco su miembro del cuerpo de Sorrento y se encamino a donde continuaba aquella botella de champagne, la abrió y después regreso a donde estaban los otros dos y sutilmente los separa evitando que siguieran con las caricias, le tendió una mano al peli celeste que no dudo en tomar mientras al otro le ofrecía su antebrazo los condujo hasta un diván de reciente adquisición. Primero el peli azul le indico al de cabellos lilas que se sentara en el diván acción que rápido fue cumplida por el otro después procedió a verter un poco del liquido que se encontraba en la botella sobre el cuerpo del menor.


–    Bebe Afrodita –hablo con voz ronca el de cabellos azules.


El otro simplemente hizo lo que su señor le había ordenado, comenzó a pasar su lengua en el grácil cuello del más joven para bajar lentamente hasta el pecho donde devoro sus botones rosados por separado, el de ojos verdes que veía la escena se acerco más a sus fieles juguetes y vertió en la espalda del de cabellos celestes un chorro de champagne que al sentir su piel caliente con el liquido frio dio un respingo que dejo atrás cuando sintió la lengua fogosa de su señor marcando un camino hasta su entrada.


–    MMMHN…SEÑOR…MÁS…–gemía al sentir como era penetrado con habilidad por la lengua de su señor junto con dos dedos mientras él se dedicaba a atender el pecho del otro.


–    Dita… dita… nece…necesito… –jadeaba a su vez Sorrento deseoso de que le dieran mayor atención.


El de cabellos celestes entendiendo lo que su amigo quería dirigió su mano hacia el miembro de este pero fue detenida por la mano del peli azul que sin decir nada alejo la mano del miembro del más joven para después cambiar su lengua y dedos por su pene erecto de una sola embestida.


–    ¡AH!... Señor… –gimió el de ojos celestes curvando un poco su espalda ante la sorpresiva invasión.


–    Sigues tan… tan… estrecho… como la primera… primera vez… –gimió el ojí verde en el oído del otro.


Saga tomo las manos de Afrodita y le urgió juntarlas a las de Sorrento, cuando ambos estuvieron tomados de las manos comenzó el vaivén de afuera hacia dentro, un vaivén lento y profundo que hacía que los cuerpos bajo el mayor se movieran rozándose uno contra otro los miembros de sus juguetes.


–    MÁS… MAS… –pedía entre jadeos Afrodita sintiendo como Saga tocaba aquel punto que lo llenaba de éxtasis haciéndolo que curvase su espalda– FUERTE…. MÁS… AHÍ… AHÍ….SEÑOR…


–    Mmmhnh…. Caliente… eres muy… caliente… Afrodita…. –gemía el gemelo mientras continuaba con su vaivén de adentro hacia afuera.


–    Señor… deje… que… me… –trataba de pedir el otro suspirando por los besos que le propinaba el de cabellos celestes en su pecho– que… me…


–    Aguanta un poco más sirenita –logro decir el otro al sentir como su miembro era apretado por las carnes del mayor de sus juguetes.


–    ¡AAH! ¡HAA! –gimió Afrodita al momento que logro culminar esparciendo su semilla en el abdomen de su compañero y arqueando su espalda.


–    Mmm… lástima que hayas terminado Afrodita –dijo Saga saliendo del interior del nombrado– Por qué no descansas un rato y me dejas jugar con Sorrento.


El otro simplemente se levanto sintiendo sus piernas templar y se dejo caer al lado del de cabellos cortos que de inmediato fue atacado en los labios por su señor, lo besaba furiosamente mientras dejaba que sus manos vagaran por el delgado cuerpo del menor pronto rodeo con un brazo la cintura del más joven y sin ningún problema lo cargo a lo cual el otro rodeo con sus piernas las caderas del peli azul mientras era llevado a la cama donde lo dejo caer, posteriormente desenredo las piernas de su caderas y las elevo dejándolas en sus hombros facilitándole así poder penetrar nuevamente al más joven.


–    ¡AH! ¡MNH! ¡AH! –jadeaba el mayor mientras embestida el cuerpo del otro.


–    ¡Señor… ah… mhnn… ah…! –balbuceaba el otro ya siendo consumido por la pasión  mientras sentía como el otro continuaba con el vaivén – ah… ah… mmnh… más… ah…


Siguieron así durante varios minutos hasta que el mayor comenzó a sentir las contracciones de las carnes de Sorrento así que se hecho más hacia adelante dejando caer su cuerpo sobre el otro, quedando apoyado en sus manos y pies,  y haciendo que las piernas del peli lila tocaran su pecho haciendo la penetración mucho más profunda e intensa, hizo el vaivén más lento para alargar lo más que pudiera.


–    ¡AH… SEÑOR…AH…MHNN… MÁS... ASI..! –gemía el de ojos rubí al sentir como su punto de placer era estocado en cada ocasión haciendo que arquee su espalda al sentir tanto placer.


–    ¡MMHNN… AH…ERES… DELICIOSO… SORRE…SORRENTO… AH… AH…! –gemia a su vez Saga sin detenerse– AH… AH… TAN… ESTRECHO… AH… SI… DELICIOSO… DELI…CIO…SO…AH…


Saga continuo el vaivén de adentro hacia afuera durante varios minutos más hasta que el más pequeño termino entre su pecho y sus piernas, alcanzando a manchar el vientre del mayor el cual al sentir como su miembro era aprisionado por las paredes internas de Sorrento termino por venirse dentro del cuerpo de este.


Afrodita que todo el tiempo había estado descansando sobre el diván se acerco lentamente a los cuerpos que se habían acostado en la cama del gemelo, se acomodo al lado opuesto en que estaba Sorrento y se dispuso a dormir en compañía de los otros, al no ver intenciones de su amo para seguir disfrutando de sus cuerpos, pronto los dos juguetes cansados se dejaron llevar por el cansancio y quedaron sumergidos en el país de los sueños.


 Por su parte Saga aun no tenia intensiones de descansar había algo que le rondaba el pensamiento desde que se fuera de viaje y tenía que ver con cierto rubio que se encontraba en la habitación contigua.


–    Desde que me fui me cuesta –hablaba consigo mismo el de cabellos azules– sentirme satisfecho, es como si algo me faltara… aun hoy no me sentí del todo bien con ellos dos, espero no se hayan dado cuenta –seguía con su plática interior–, ¡ah! esto de no saber que le ocurre a mi cuerpo es frustrante, nunca me había pasado que me fuera difícil conseguir una erección... ¡ah!  tuve que recurrir a pensar en el rubio para lograr satisfacerlos pero ellos a mi no me satisfacían –continuaba su sermón interno– y tuve que pensar que Sorrento era Shaka para poder terminas, ¡ESTO ES VERGONZOSO!


Molesto consigo mismo por no poder responder a sus inquietudes pero sobretodo irritado con su cuerpo por no responder como antes lo hacía a las caricias de cualquier persona que le gustase o se le ofreciera decidió dormir, ya mañana seria otro día y vería a cierto rubio tal vez si nuevamente lo tomaba su cuerpo volvería a reaccionar con los demás juguetes.


Al día siguiente los primero en levantarse fueron la pareja conformada por Kanon y Mu que habían decidido hablar a primera hora con Saga antes de que se encontrara con el rubio también para evitar que el mayor de los hermanos lo buscara en su habitación, lo sacaron de esta llevándolo primero a la mesa que se encontraba en el jardín para que almorzara con ellos mientras esperaban que los demás despertasen. 


Alrededor de las once de la mañana los ojos verdosos de Saga se abrieron, estaba cansado del viaje y aunado a lo que había acontecido la noche anterior parecía que podría dormir otras seis horas pero sabía muy bien que eso no era conveniente tenia cosas que hacer, lo único bueno era que ese día era sábado es decir que no tendría que ir a las empresas ya el lunes se terminaría de poner al corriente con todo lo sucedido pero ahora tendría dos días enteros para descansar, miro a sus costados y observo a sus dos juguetes aun dormidos bufo un poco molesto porque tendría que ‘brincar’ los cuerpos de sus amantes para poder salir de la cama y dirigirse hacia el baño para poder limpiar su cuerpo, se sentía sucio a pesar que muchas veces habían hecho cosas parecidas era la primera vez que se sentía así pero lo adjudico al uso de aquellos geles y la champagne.


Después de bañarse se visto con unos pantalones de mezclilla y una playera color blanco con la imagen de una corbata negra, y en sus pies uso los primeros tenis que se encontró, al salir y pasar por la puerta de la habitación de Shaka no lo pensó dos veces y abrió la puerta esperando encontrarse con rubio pero solo fue recibido por la nada, molesto por no encontrar a su juguete baja las escaleras donde se encuentra con una de las sirvientes.


–    Señor –llamo la sirvienta que no era otra que June–, su hermano y el joven Mu lo esperan en el despacho.


–    Está bien, enseguida voy –contesto el otro dirigiéndose con pocos ánimos hacia el lugar indicado–.            Y ahora qué querrá el tonto de Kanon.


Se dirigió hacia el lugar indicado, dentro se encontró con los novios sentados en el diván en una actitud muy acaramelada, no le dio importancia a eso y  los saludo con un simple ‘buenos días’ para posteriormente dirigirse a una de las sillas que están frente a su escritorio, la volteo para poder hablar con los otros dos y posteriormente se sentó en ella.


–    Y bien, ¿para qué querían verme? –cuestiono el mayor de los gemelos.


–    Bueno ayer dejamos una plática pendiente –dijo a Kanon recordando como su hermano lo había hecho a un lado cuando sus juguetes llegar por él–, ¿recuerdas?


–    Mmm… –medito durante unos segundos Saga– A claro, me ibas a decir algo sobre el rubio, por cierto saben donde se encuentra pase a buscarlo a su habitación pero no estaba ahí.


–    Sí, bueno ahora está en la sala de entretenimiento…


–    Pero eso es lo de menos Saga –interrumpió Mu a su novio–, lo que necesitamos decirte tiene que ver con la salud de Shaka.


–    ¿Salud? ¿Se encuentra enfermo el rubio? –cuestiono el mayor cambiando su rostro relajado a uno serio– ¿Por qué no me habían dicho nada?


–    Enfermo podría decirse –contesto el menor de los gemelos– y no te dije nada porque estabas de viaje no podrías hacer nada estando tan lejos.


–    ¿Y qué es lo que tiene Shaka? –volvió a cuestionar el otro.


–    Este deprimido...


–    Tanto escándalo por eso –comento, interrumpiendo a Mu, el otro restándole importancia–, ya se le pasara cuando acepte que solo sirve para satisfacer mis necesidades.


–    No Saga –hablo Kanon–, no se le pasara así de fácil. Existen dos razones de la depresión de Shaka y lamento decirlo pero en ambas tiene mucho que ver.


–    ¿A sí? –hablo el mayor enarcando una ceja– Y se puede saber cuáles son esas razones por las cuales el rubio está deprimido.


–    Bueno primero que nada recuerdas que desde antes que te fueras Shaka comenzó a comer menos todos los días –comenzó a explicar el gemelo menor recibiendo una afirmación muda por parte de su igual– y posteriormente presento mareos bueno después de que te fuiste Mu lo llevo a revisar para que era lo que lo tenía a sí.


–    Bueno eso hasta yo te lo podría decir –comento el otro–, se marea por qué no quiere comer y no quiere comer por mero capricho.


–    No es así Saga –tomo la palabra Mu–, el doctor que lo atendió nos dijo que al parecer Shaka presentaba una depresión muy fuerte y que por lo mismo no deseaba comer, lo cual le provoco que desarrollara un cuadro de anemia.


–    Bien, entonces solo es necesario que coma más –hablo Saga levantándose de su asiento para dar por terminada la plática–, sino hay más que hablar entonces…


–    Pero también el doctor encontró otra cosa en Shaka –dijo Kanon interrumpiendo a su hermano–, con unos análisis que le realizo no solo determino que tu rubio presentaba anemia sino que también descubrió que Shaka estaba embarazado.


El mayor de los gemelos se le quedo viendo unos segundo a los ojos de su hermano para saber si era verdad aquello que había dicho, cuando hubo comprobado que le estaba hablando con sinceridad no lo pensó dos veces y salió disparado del despacho hacia donde anteriormente le habían dicho que se encontraba el rubio, detrás de él habían salido Kanon y Mu que no esperaban aquella reacción intentando continuar la plática ya que faltaba un detalle que decirle al mayor pero este parecía poco interesado en seguir conversando con ellos, cuando por fin llego a la sala de entretenimiento paseo su mirada por la habitación pero no encontró a quien buscaba cuando se volteo para buscar por otros lados choco con un mata de cabellos rubios que iba llegando.


Shaka al ver frente a él al mayor de los gemelos quiso salir inmediatamente de aquel lugar así que se dio media vuelta, sin mediar ninguna palabra, con la intención de irse pero uno de sus brazos fue sujeto por la mano del otro haciéndolo girarse para después ser empujado hacia el interior de la habitación. El gemelo mayor observo como por el pasillo se acercaban velozmente tanto su hermano como su cuñado así que para evitar que los interrumpieran cerró las puertas con candado de aquella habitación quedando solo con el rubio, se giro para encontrarlo observando cada rincón de la habitación como si buscase algo.


–    ¿Es verdad? –cuestiono de la nada Saga recibiendo como respuesta el silencio del otro– ¡Contesta!


–    ¿De qué estás hablando? –respondió con otra pregunta el más joven.


–    Mu y Kanon me lo dijeron así que no te hagas el que no sabe de qué estoy hablando –hablo serio el de cabellos azules mientras se acerca al otro.


–    ¡Pues yo no sé qué le habrán dicho pero esa lo que sea que le hayan dicho es mentira!  –grito el rubio mientras daba algunos pasos hacia atrás evitando que el otro se acercara más a él.


–    ¡SAGA! ¡SAGA! –se escuchaban los gritos del gemelo menor tras la puerta– ¡ABRE LA PUERTA SAGA! –tenemos que hablar.


–    Sera mejor que abra la puerta señor –hablo el rubio mientras rodeaba un mueble–, no querrá que su hermano siga gritando.


–    Puede gritar todo lo que quiera –contesto el otro siguiendo los pasos del rubio–, no abriré la puerta hasta que me respondas con la verdad.


–    ¡Ya le dije no se dé que habla! –grito el otro corriendo hacia la puerta con la intención de abrirla– ¡Si quiere saber algo pregúnteselo a su hermano!


–    Yo te lo estoy ordenando a ti –dijo el de cabellos azules sujetando nuevamente el delgado brazo de Shaka deteniéndolo y asiendo que voltease a verlo–  ¿¡ES VESDAD QUE ESTAS EMBARAZADO!?


–    Yo… Yo… –trataba de articular palabras el rubio sin saber que responder.


–    ¡Contesta! –urgió el mayor apretando más el brazo de Shaka.


Pero de improvisto la puerta se abrió dando paso a Kanon, Mu y Alberich que con los gritos del gemelo menor se había acercado para saber que pasaba, también algunas sirvientes estaban cerca del lugar y que habían acudido al pedido del gemelo menor.


–    Déjalo en paz Saga –se oyó  la voz seria de Kanon–, aun no es momento de que hables con él.


–    ¿Cómo de que aun no es momento? Necesito saber, ¿si es verdad que esta embarazado? –hablo igual de serio el mayor, causando la impresión de los sirvientes y de Alberich– Y siento decirte que eso no te incumbe a ti.


–    Claro que me incumbe –hablo el otro mientras que su hermano soltase el agarre en el que tenia al rubio–. Deja que se vaya, yo te diré todo.


–    No entiendo por qué razón tratas de protegerlo –dijo el otro sin perder la seriedad viendo como Shaka era abrazado por Mu que le decía unas palabras en voz baja, asiendo que una alarma sonara en sus pensamientos haciendo que se enfureciera– ¡NO ME VAYAS A SALIR QUE MIENTRAS NO ESTUVE USTEDES DOS SE ESTUVIERON DIVIRTENDO CON MI JUGUETE!


–    ¿¡Que!? –alcanzo a decir Kanon para después sentir las manos de su hermano sosteniéndolo del cuello de su camiseta estilo polo.


–    ¿¡USTEDES SE HAN ESTADO REVOLCANDO CON SHAKA VERDAD!? –gritaba el mayor sin aflojar en ningún  momento el agarre– ¡O ES ACASO QUE UNO DE USTEDES ES REALMENTE EL PADRE DE ESE NIÑO!


–    ¡SAGA BASTA! –grito Mu yendo al lado de los hermanos intentando separarlos– ¡Lo que estás diciendo es absurdo!


–    Mu tiene… razón –dijo con dificultad el gemelo menor tomando las manos de su hermano tratando de deshacer el agarre–. Yo jamás tocaría al rubio porque… porque amo a Mu… y… se que…él es diferente… a… los otros…


–    ¿ENTONCES POR QUE NO ME DEJAN HABLAR CON EL? –cuestiono el otro fijando su mirada en la verde esmeralda que le regresaba su igual buscando saber si lo dicho era mentira o verdad– ¿¡PORQUE TANTA INSISTENCIA EN QUE ÉL NO ME DIGA SI ESTA ESPERANDO UN HIJO MIO!?


–    ¡PORQUE YA NO ESTA EMBARAZADO! –grito Mu haciendo que de inmediato el mayor de los gemelos soltase a su novio.


–    ¿Qué… que… dijiste? –tartamudeo el peli azul mayor– ¡Repítelo!


–    Mu, ¿qué hiciste? –cuestiono su novio al ver como su hermano se había paralizado.


Saga ya no escuchaba nada su mirada vagaba por la habitación esperando encontrar al de cabellos dorados como el sol pero solo encontró a los sirvientes y a Alberich, de repente una ira enorme lo había invadido ya no importaba si en realidad su hermano y cuñado habían estado acostándose con el rubio lo único que importaba era  saber porque el rubio ya no estaba esperando aquel bebe, así que dirigió su furiosa mirada hacia Mu que buscaba ayudar a su hermano y de un momento a otro había tomado a mu del cuello y lo apretaba con fuerza.


–    ¿¡POR QUE DICES QUE YA NO ESTA EMBARAZADO!? –grito sin dejar de mirarlo con cierto odio en sus ojos pero también había un poco de desesperación– ¡HABLA!


–    ¡SAGA DEJALO! ¡MU NO TIENE NADA QUE VER! –grito también Kanon ahora intentando hacer que su hermano soltase a su novio que poco a poco se le acababa el aire– ¡SI SHAKA NO TENDRA ESE BEBE ES POR TU CULPA!


–    ¿QUÉ DICES? –grito el otro sin soltar al peli lila– ¡RESPONDE!


–    Shaka… Shaka… no quiso… al… al… bebe… por… por… que era… tu… hijo… –logro decir entrecortadamente Mu.


–    ¿No quiso? –dijo Saga aflojando un poco el agarre en el cuello de Mu– ¿Él se deshizo del bebe?


–    Si –contesto en voz baja el menor de los hermanos.


Y ahí estaba otra vez esa sensación de que algo le faltaba pero ahora estaba combinada con la ira y desesperación  por un momento, por un ínfimo momento había estado ilusionado con aquella noticia y ahora le decían que Shaka se había deshecho de aquella criatura, de su hijo.


–    Shaka –hablo en un susurro con el rostro bajo siendo tapado por sus cabellos.


No había terminado de decir aquel nombre cuando salido sin rumbo desconocido, tanto Mu como Kanon  sopesaron por un minuto ir o no tras él pero sabían que solo el rubio no tendría ninguna oportunidad así que recuperando el aire ambos se dispusieron nuevamente a ir tras el mayor de los Géminis.


Saga por su parte había ido al primer lugar en que podría estar Shaka la habitación que ahora ocupaba pero al llegar a esta para su frustración se encontró con que estaba cerrada con cándalo,  furioso como estaba no espero por ir a buscar la llave de aquel cuarto y se dispuso a patearla con fuerza, estuvo pateando varias veces sin prestarle atención a los gritos de Kanon y Mu. La puerta poco a poco fue cediendo así que el mayor de los hermanos decidió ahora empujar la puerta con todo su cuerpo que después de unos minutos termino de ceder, todos entraron casi al mismo tiempo siguiendo a Saga pero todos se encontraron con un cuarto silencioso, sin ningún ocupante en él más el mayor no se detuvo ahí de inmediato se dirigió a la puerta que daba al baño y pudo comprobar para su infortunio que esta al igual que la primera puerta se encontraba cerrada con seguro.


–    ¡ABRE LA MALDITA PUERTA! –grito Saga cansado del juego– ¡O LA ABRES O LA TUMBO! ¡ESTUPIDO RUBIO SAL AHORA MISMO! ¡TIENES MUCHO QUE EXPLICAR!


–    ¡Saga cálmate! –pedía Kanon tratando que su hermano no destruyera la mansión en el proceso de encontrar a Shaka– A si no vas a resolver nada.


–    ¿¡QUE ME CALME!? ¡ME VOY A CALMAR CUANDO TENGA ENFRENTE DE MI A ESE RUBIO! –gritaba Saga sin apartarse de la puerta del baño– ¡SAL DE AHÍ RUBIO! ¡SI NO SALES TUMBARE ESA PUERTA!


–    No creo que sea bueno que le grites –comento Mu al aire.


–    ¡TU CALLATE! –grito Saga volteando a verlo con una mirada asesina.


–    Y luego por que te ama tanto –dijo con cierto sarcasmo el peli lila.


–    Mu –llamo Kanon a su novio que de inmediato lo volteo a ver–, no estás viendo como esta y tu todavía diciéndole eso.


Para ese momento el resto de los juguetes también habían entrado en la habitación que ocupaba Shaka y Alberich los había puesto al tanto de todo, de pronto todo el ruido seso al escucharse como se abría una puerta cosa que sorprendió a todos ya que la que estaba frente a ellos no se había movido ni un milímetro, lo que hizo que todos voltearan hacia todos lados buscando el origen de aquel sonido. Mu fue el primero ver como dos largas piernas salían del ropero para después ver una larga cabellera rubia que se dejaba ver de a poco, sin pensarlo mucho se  dirigió hasta donde estaba llegando con suerte antes que el gemelo mayor y se interpuso en el camino de este.


–    ¡Basta Saga no le harás más daño a este chico! –dijo seguro el peli lila sin quitarse de enfrente a Shaka.


–    ¡Todos salgan de aquí! –ordeno Kanon– ¡Aquí no hay nada que ver!


Los sirvientes de la mansión se dispersaron enseguida no querían que se desquitaran con ellos por todo aquel problema que tenían los dueños de la mansión con aquel joven de cabellos rubios, los otros tres juguetes estuvieron dispuestos a quedarse pero la mirada seria que les dedico Kanon les hizo olvidar esa idea y salieron inmediatamente para dejar solo a los hermanos, Mu y Shaka.


–    Bien que tienes que decir a tu favor rubio –dijo un poco más calmado Saga pero sin despegar su mirada seria y rencorosa de Shaka–. Dime, ¿Quién te dio derecho a matar a mi hijo?


–    Yo… la verdad… –trataba de decir un nervioso Shaka– la verdad es que…


–    Déjalo tranquilo –hablo Kanon interrumpiendo–, si hizo eso se debió a su depresión, depresión que tu causaste. ¡Así que esto es tú culpa!


–    ¡Yo ni siquiera sabía que estaba esperando un hijo mío! –hablo el otro sin despegar una mirada fría del blondo– Un hijo que gracias a él no nacerá.


–    Si me dejaran explicar lo que paso –hablo más calmado el menor de todos.


–    Si que explique cómo es que se deshizo sin piedad de mi hijo –dijo cruelmente el peli azul mayor.


–    Saga no es necesario que digas ese tipo de cosas –intervino Kanon.


–    ¡Ah! –suspiro Shaka que trataba de ver a otro lado menos esos ojos verde esmeralda que lo miraban queriéndolo asesinar– Creo que es justo que todos lo sepan, yo… yo no fui capaz de hacerlo.


–    ¿EH? –hablo Mu girándose para ver al otro– ¿Quieres decir que tu no interrumpiste el embarazo?


–    ¡No! –dijo el blondo mientras abrazaba a Mu, necesitaba un abrazo como los que le daba su papá Asmita cuando estaba triste– No pude, el imaginarme a ese ser dentro de mi pidiéndome que no lo hiciera, que lo dejase vivir, que él a pesar de no conocerme me amaba y que quería vivir – decía Shaka mientras sentía como el peli lila acariciaba sus cabellos y el dejaba libre algunas lagrimas–. La primera vez que me llevaste a la clínica estaba seguro que era lo mejor pero cuando  regresamos y me explicaron todas las formas en que me podían intervenir,  no pude evitar pensar en que solamente era un bebe que se empezaba a gestar con apenas dos meses de vida, una vida que no era capaz de quitar, no te voy a mentir estuve a nada de que empezara la intervención pero…


Flashback


En una sala blanca  se encontraba Shaka vestido con una bata azul, recostado en una camilla, a un lado de él se encontraba una enfermera y un, según había escuchado, anestesiólogo pronto entro en la habitación el Doctor Sisyphus vestido  con unos pantalones y camisa verde pálido al igual que los otros dos.


–     Buenos días Shaka –saludo el de cabellos castaños–, ¿cómo te encuentras hoy?


–    Bien, supongo –contesto el otro.


–    ¿Ya te dieron toda la información sobre el procedimiento? –cuestiono el doctor.


–    Si –hablo el rubio sin muchos ánimos–. Doctor, ¿solo existe esa manera de intervenirme?


–    Tal vez si hubieses acudido antes no tuviera que ser a si –contesto el doctor–, pero no te preocupes tu no sentirás nada y dentro de media hora podrás salir por tu propio pie de este lugar.


–    Claro –hablo en un susurro el otro.


–    Bien por favor Yato procede a ponerle la anestesia –ordeno el Doctor Sisyphus


De inmediato los otros dos comenzaron con los preparativos, el que respondía por el nombre de Yato se acerco al rubio junto con un tanque de anestesia pronto una mascarilla cubrió el rostro del rubio.


Shaka parecía no darse cuenta de lo acontecía a su alrededor, parecía haberse ido a algún lado pero en su interior continuaba una batalla que creía ya había sido ganada por su orgullo y por sus miedos.


–    Que vas a hacer después Shaka, vas a seguir con tu vida como si esto no hubiera existido –se cuestionaba así mismo–, es solo un bebe que no tiene la culpa de haber sido concebido de tal manera pero  es mejor que no nazca y sufra en este mundo tan cruel, es mejor que se convierta en una estrella que ilumine al mundo desde el cielo y no que venga a este mundo a sufrir porque sus padres tal vez jamás lo amen –seguía diciéndose– pero aun con todo eso, aun a pesar de que no es producto de amor sino de la violación, a pesar de que no es deseado, que puede ser visto como un estorbo como una equivocación yo no… no puedo… yo…


–    ¿Shaka? –lo llamaba Sisyphus– Comienza a contar hacia atrás, desde diez.


–    10…..9….8….7…. –contaba el rubio aun indeciso–….6... ¡No!


–    ¿Eh?  –levanto la vista el de cabellos castaños– ¿Qué dijiste?


–    No… quiero… quiero… a mi… bebe… yo… lo… quiero… mi bebe….yo….


–    Descansa Shaka –dijo el doctor


Después de casi media hora los turquesas se abrían nuevamente resintiendo la luz que había en aquella habitación, giro su rostro buscando a alguien conocido por un momento no recordaba que hacía en aquel lugar hasta que todo lo que hacía escasos treinta minutos había acontecido regreso a su mente y con ello le envolvió un miedo atroz, llevo sus manos hacia su vientre aun plano y lo abrazo mientras lagrimas caían de sus ojos turquesas, se sentía la peor persona del mundo había matado a un ser que no tenía la culpa de su sufrimiento, había hecho que aquel ser pagara todo lo que le había pasado, sumido en aquellos pensamientos estaba que no escucho ni vio entrar castaño de verde mirada con su bata blanca que al verlo en tal estado se acerco y solo cuando lo rodeo con sus brazos el de cabellos rubios reacciono levantando la mirada.


–    Tranquilo Shaka –decía el mayor mientras con una mano limpiaba las lagrimas del otro– ¡Todo está bien! ¿Por qué lloras?


–    Mi… mi bebe… yo lo…


–    ¡OH! –se sorprendió un poco el otro, termino de limpiar las lagrimas del ojí turquesa y le sonrió tratando de transmitirle calma– Tu bebe está bien.


–    ¿Cómo… puede ser eso… posible? –cuestiono entre gimoteos.


–    Al final Shaka, tu corazón hablo –le explico el mayor–. Antes de que la anestesia hiciera efecto tu balbuceaste algunas cosas como que querías a tu bebe o bueno al menos eso entendí.


–    ¿¡De verdad!? –pregunto asombrado el rubio– ¿¡No me está mintiendo!?


–    Claro que no, yo nunca jugaría con algo así –contesto el castaño–. Es más si lo deseas te puedo hacer una ecografía para que veas y escuches tu mismo a tu hijo.


Ante esto Shaka simplemente afirmo con su cabeza de manera efusiva y cuando el mayor se retiro para preparar todo el rubio llevo nuevamente sus manos a su vientre y sonrió feliz, por primera vez en meses era feliz había salvado una vida inocente y pura que crecía dentro de él. Después de varios minutos una enfermera llego para llevarlo hacia otra habitación donde llevarían a cabo el ultrasonido, lo acostaron y pronto entro nuevamente el Doctor Sisyphus con una sonrisa en su rostro tomo un bote de gel que estaba en uno de los estantes y se lo aplico al menor en el vientre para posteriormente tomar en el transductor y comenzar a moverlo por toda la extensión del vientre Shaka, pronto en la pantalla se podía observar el feto que crecía en el interior del rubio después procedió por si quedaban algunas dudas en el rubio le enseño o más bien escucho el latido de su bebe…


Fin del Flashback


–    Lo pude ver Mu también escuche su latido aun que este sonaba un poco extraño pero el Sisyphus me dijo que todo estaba muy bien –terminaba de contar el blondo.


Los hermanos que habían escuchado todo lo que decía Shaka en silencio, pero había uno que nuevamente está batallando en que hacer, justo ahora tenía emociones mezcladas una era felicidad ya que su hijo nacería en algunos cuantos meses pero todavía había cierto resentimiento hacia el que le daría un hijo ya que había estado a punto de matarlo, aunado a eso estaba que aún le quedaban sospechas de que su hermanito y cuñado habían estado jugando con su querido juguete y prueba de ello era como Shaka se había abrazado a Mu y como este a su vez lo había tratado de proteger y después como había correspondido aquel abrazo.


Y de nuevo como venía haciendo desde que se enterase del estado en el que estaba Shaka, Saga había salido disparado pero esta vez llevaba a alguien de su mano necesitaba saber realmente que todo estaba bien así que sin pensarlo mucho había tomado la muñeca del rubio cuando, por fin en lo que a él le habían parecido décadas, se había disuelto aquel abrazo entre Mu y Shaka que justo trataba de llevarle el paso aun sin saber a dónde lo llevaba pronto ambos se vieron en el interior del automóvil negro del mayor de los gemelos que se lleno de un silencio sepulcral.


–    ¿A dónde vamos? –se atrevió a preguntar el rubio.


–    Vamos a ver a ese doctor para que te revise y que nos explique qué es eso de que el latido del corazón del bebe no se escuchaba normal –contesto el otro concentrado en el camino.


–    Comprendo –fue todo lo que dijo Shaka.


–    Rubio –llamo Saga haciendo que el otro lo voltease a ver–, tal vez está de más decirte esto pero ese bebe que llevas ahí es mi hijo y va a nacer te guste o no lo hará al igual que todos los que yo desee que tengas.


–      Este bebe va a nacer, porque así lo quise yo –contesto el otro con orgullo–. Además a usted quien le dice que habrá más.


–    Ya se te olvido –dijo el mayor sonriendo sínicamente–, tu eres mi juguete y tu vida me pertenece así que si yo quiero que tengas diez hijos tendrás diez hijos.


–    Le han dicho que puede arruinarle los buenos momentos a los demás con las sandeces que dice –hablo el blondo sonriendo molesto por lo dicho por Saga.


–    Y otra cosa –tomo la palabra el mayor sin prestarle atención a lo dicho anteriormente por el menor– desde hoy comerás como se debe, estas muy flaco y plano no parece que estuvieras de encargo, ya me dijeron que no comes y eso no es bueno para el bebe así que tendrás que comer todo lo que te sirvan sin protestar.


–    ¡PUES PERDONE SI NO ESTABA EN MIS MEJORES DIAS! –grito Shaka molesto por más que con Saga con él mismo porque sabía que el otro tenía razón– ¡YA LO QUISIERA VER SI FUERA A TENER AL HIJO DE UN PERVERTIDO VIOLADOR!


–    ¡AQUIEN LE ESTAS DICIENDO VIOLADOR! –grito a su vez el de cabellos azules–¡TENIAMOS UN TRATO Y TU LO ROMPISTE ASI QUE ERA JUSTO QUE TOMASE LO QUE POR DERECHO ME PERTENECE!


–    ¡PUES A QUIEN MÁS SINO ES A USTED! ¡Y LE RECUERDO QUE NO SOY DE SU PROPIEDAD! –contesto gritando el blando hasta que sintió un mareo– ¡Mnh!


–    ¿¡Qué tienes!? –pregunto preocupado Saga al ver como el otro de repente se recostaba en el asiento– ¿Te sientes mal?


–    Solo es un mareo –contesto el otro– es normal, solo me podría ser el favor de callarse cinco segundos a sido una mañana un poco agitada.


–    Si comieras mejor –comenzó a decir el mayor– tal vez no te sentirías tan mal, puedo apostar a que los mareos más que por el bebe es porque no comes bien.


El de cabellos rubios ya no contesto, quería descansar un poco en lo que llegaban a la clínica el resto del camino el de cabellos azules siguió dándole indicaciones de lo que debería hacer desde ese día aunque el rubio a veces no contestaba solo porque estaba de acuerdo en ciertas cosas en las que no se lo hacía saber, varios minutos después llegaron a aquella clínica donde nuevamente Shaka fue atendido por el Doctor Sisyphus Rutbak que en esta ocasión le explico todo lo que preguntaba un serio Saga durante el ultrasonido, después de que le abrieran un expediente clínico al rubio y haber decidido que sería el Doctor Rutbak quien atendería al más joven durante todo su embarazo regresaron nuevamente a la mansión.


En cuanto llegaron a la mansión Saga fue casi bombardeado por preguntas no solo por parte de su hermano sino por sus otros juguetes mientras que el rubio había dicho que necesitaba descansar habían sido demasiadas emociones para una mañana, en compañía de Mu se dirigió a su recamara estuvo un momento platicando con el de cabellos lilas pero pronto el sueño lo venció a los pocos minutos de esto por el marco de lo que quedaba de la puerta apareció Saga que sin inmutarse de que Mu estuviera ahí tomo entre sus brazos al dormido rubio y se lo llevo a su habitación.


 Ya estando en el interior de esta deposito su carga con suavidad en su gran y cómoda cama, el rubio al sentir el cambio se acomodo nuevamente de lado dándole la espalda al mayor el cual al ver la acción del otro decidió acostar del otro lado para así poder apreciar el rostro apacible  del blondo, con un brazo rodeo la pequeña cintura del rubio y lo junto un poco más hacia él mientras que su otra mano acariciaba el vientre del otro, sonriendo al pensar que era lo que crecía dentro de aquel cuerpo se dejo envolver por el cansancio de todas las emociones fuertes de la mañana.


Habían pasado ya algunos días desde que Saga supiese lo que había ocurrido durante su viaje, algunas cosas estaban cambiando en la mansión el primer cambio que había presenciado Shaka era que el mayor de los gemelos había dejado de estarlo acosando como hacía antes de irse de viaje, aun recordaba al despertar después de haberse quedado dormido después de ir a la clínica  se encontró con el rostro del peli azul frente así y lo único que se le había ocurrido en aquel momento había sido asestarle un golpe para después salir inmediatamente de aquella recamara, es más ahora él era quien ocupaba la mayor parte del tiempo aquella habitación mientras el otro se la pasaba en otro cuarto siendo atendido por los otros juguetes.


Otro cambio había sido notado más que nada por la pareja de Kanon, Mu, que parecía tener que pedir permiso cada vez que quería hablar con el rubio de la mansión cosa que comenzaba a hartarlo y eso que apenas iban unos días no quería ni pensar en lo que serian meses de seguir así, por su parte Kanon disfrutaba de aquello si su querido hermano mostraba esa pizca de celos para con su novio quería decir que algo estaba pasando en el corazoncito de su hermano aunado a eso si Saga no permitía que Mu y Shaka conversaran a todas horas eso le daba el tiempo suficiente para acaparar el a su novio aun no olvidaba como este lo había casi cambiado por el menor de la mansión aunque a diferencia de su hermano el si entendía que lo único que estaba creciendo entre aquellos dos era una sana y profunda amistad que estaba seguro podría con el tiempo compararse con hermandad por parte de ambos.


 Mientras tanto Alberich, Sorrento y Afrodita se pasan muchas noches en la que ahora era la habitación de su señor tratando de complacerlo aunque a veces parecía una tarea muy difícil aunado a esto Afrodita trataba de pasar lo más posible de su tiempo con Shaka para ver que comiera bien y si tenía algún antojo era el peli celeste el que movía a los sirvientes para que se lo cumpliesen, a menos que Saga estuviera presente y fuera este el que dispusiera todo para que le trajesen al rubio lo que pedía, casi siempre estaba acompañando al más joven más que por orden lo hacía porque deseaba comenzar a ver como aquel bebe dentro del otro crecía.


 Sin duda para los habitantes de la Mansión de los Géminis las cosas estaban cambiando, una simple noticia estaba causando estragos en todos los habitantes algunos no podían evitar pensar en si se estaba asiendo lo correcto, otros no podían dejar de ver con ojos molestos al rubio mientras que otros simplemente trataban de que Shaka se sintiera cómodo y se mejorase su salud por el bien de aquella criatura que llevaba en su vientre pero entre tantos sentimientos mezclados puede sobresalir un deseo que si bien no había sido olvidado si se encontraba esperando el mejor momento y que mejor que ahora que todos estaban con las guardias bajar y así podría también liberar al de cabellos de oro del mayor de los Géminis.


 


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