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El precio del amor por Shamita

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Notas del capitulo:

Esta es la continuación del cuarto capitulo....

En ese momento tocaron a la puerta y después de un “Adelante” por parte de Sorrento, apareció Albiore que iba por el rubio para que cumpliera las órdenes de Saga.


─ Bueno, al mal paso darle prisa ─dijo Shaka


─ Comenzara con el tercer piso y el cuarto del Sr. Saga Géminis ─le dijo Albiore al menor,


─ Si no hay remedio, no creo que me hagas “el paro” o si ─ dijo poniendo ojos de borrego a medio morir.


─ Lo siento joven, pero no puedo hacer eso ─le hablo el mayor con una sonrisa comprensiva.


─ Al menos tenía que intentarlo ─hablo el menor mientras abría la puerta de la habitación de Saga─ Esto no puede ser ─ dijo intentando no irse de espaldas por lo que veía.


Shaka no sabía por dónde tenía empezar en aquella habitación, ya que todo estaba “patas para arriba”, mientras averiguaba donde empezar el rubio pensaba que no podía ser que el hombre que se veía más serio y parco que ningún otro ser humano tuviera su habitación como la de un adolescente, sin tener como salirse de esa comenzó con esa labor titánica, al cabo de una hora por fin dejo como nueva ese cuarto sorprendiendo a Albiore que había visto el desastre que era, después el mayor llevo al rubio a la habitación de Kanon donde no tardo demasiado ya que este era más ordenado que su hermano, de ahí siguió con las demás habitaciones de ese piso en las cuales no demoro demasiado ya que se encontraban vacías.


Cuando termino el tercer piso, bajo al segundo donde tampoco le represento mucho trabajo en las primeras habitaciones debido a que estas también estaban desocupadas pero cuando estaba por terminar la penúltima habitación Albiore le indico que Kanon y Mu habían regresado, y que debía ir a la biblioteca como Mu lo había ordenado así que resignado, a tener que recibir de seguro los gritos de ese chico por haber visto a su novio más de la cuenta, lo siguió hasta la biblioteca donde pudo ver salir a Alberich quien lo ignoro olímpicamente, se adentro a la habitación y pudo vislumbrar a Mu parado frente a la ventana viendo a Afrodita trabajar con los rosales.


─ Tiene un don con las plantas, pero más con las rosas ─dijo Mu más para si que para Shaka.


─ ¿Quién? ─pregunto al no entender a quien se refería.


─ Afrodita ─aclaro el pelilila─ pero bueno no te cite aquí para hablar del don de Afrodita sino para otra cosa ─continuo mientras se volteaba para quedar frente a Shaka.


─ Entonces, ¿para qué estoy aquí? ─quiso saber el rubio


─ Estas aquí mi estimado Shaka para hacerte saber que aunque tengas carita de no romper ni un plato y seas muy hermoso, eso no te dará ninguna oportunidad de acercarte y mucho menos engatusar a mi Kanon, ¿entendiste? ─termino de hablar Mu viéndolo con ojos inyectados de celos.


─ Mira…


─ Mire ─corrigió Mu─ recuerda que aquí no eres más que un sirviente con deberes y privilegios especiales.


─ Como sea ─dijo fastidiado el rubio─, mire Mu yo no tengo ninguna intensión de meterme ni de engatusar ni a Kanon ni mucho menos a Saga, si tuviera la oportunidad de irme de aquí lo haría sin pensarlo dos veces ─termino de aclarar Shaka.


─ Si te quieres ir, ¿Qué te detiene? ─cuestionó Mu


─ Él dijo que me buscaría y lastimaría a los que estuvieran cerca de mí, además Sorrento y Afrodita me advirtieron lo mismo y que ellos también podrían salir perjudicados si yo intento irme ─dijo con tristeza el pelirubio.


 ─ Ya veo ─habló el pelilila─, se ve que tienes un corazón noble y puro, y en tus ojos aun se ve la inocencia detrás de ese orgullo y terquedad que tienes.


─ ¿Por qué piensa eso? ─cuestiono el rubio


─ Fácil, eres el único que sea preocupado por los otros juguetes ─hablo Mu dándole la espalda para acercarse a la ventana─ Esos tres si están aquí es por comodidad o por venganza, pero no por miedo eso tenlo presente Shaka.


─ Venganza ─dijo el rubio en voz baja pero aun así Mu lo escucho


─ Si, venganza y si yo fuera esa persona también buscaría vengarme ─hablo Mu mientras lo veía por sobre su hombro─, pero bueno Shaka recuerda que si no te metes en mi relación con Kanon todo estará bien entre nosotros, pero si te llegas acercar a él te juro que me convertiré en tu peor enemigo y haré que tu vida sea de lo peor en esta mansión ─hablo con ojos inyectados de fuego─, ¿está claro?


─ Si, está muy claro ─dijo el rubio


─Bien ahora puedes seguir con tus tareas ─contesto el pelilila girándose para contemplar nuevamente el jardín.


─ mmm… ¿seguro que no quiere seguir advirtiéndome?  ─ pregunto esperanzado el rubio en seguir descansando, a lo que sólo recibió una mirada extrañada de Mu─. Entiendo seguiré con mis deberes.


Cuando Shaka iba ha abrir la puerta principal de la Biblioteca volvió a escuchar la voz del pelilila.


─ Dime Shaka ─el aludido volteo viendo a Mu que de nueva cuenta se encontraba viendo por la ventana─, ¿Qué hacías antes de convertirte en el juguete de Saga?


─ Estudiaba para ser abogado ─contesto extrañado Shaka


─Es una buena profesión digna de alguien tan terco y orgulloso como tu ─hablo Mu sin girarse─ ¿Por qué escogiste esa carrera?


─ Bueno veras…─ comenzó a explicarse el rubio.


Al principio no había entendido porque el cambio de Mu, pero después Shaka entendió que si bien el pelilila se mostraba  un tanto posesivo con Kanon era una buena persona y justo en ese momento se lo estaba demostrando al permitirle un leve descanso de sus tareas.


Después de media hora Albiore vio salir de la biblioteca a Mu con una sonrisa de satisfacción y en sus ojos pudo ver un extraño brillo, detrás de él vio aparecer a Shaka que parecía haber recuperado un poco de energías ya que se veía más repuesto que cuando entro.


─ Joven, tiene que continuar con sus tareas ─le recordó al menor.


─ Si, ya lo se ─le contesto con desgano.


─Anímese joven, solo le faltan dos habitaciones para terminar el segundo piso y alimentar y limpiar las jaulas de las mascotas de los señores ─trato de animar el mayor al rubio


─ Bien, sera mejor continuar que ya me esta dando hambre ─dijo el menor, aunque era más para el que para su por ahora guardia personal.


Volvieron a subir al segundo piso donde Shaka pudo terminar los cuartos que le faltaban, termino rápido ya que uno se encontraba desocupado y el otro era donde dormía con los otros chicos y estaba organizado así que solo tuvo que barrer y trapear, así como aspirar la alfombra que había en el centro de la habitación, cuando termino con ese piso Albiore lo guió hasta el área de las mascotas que se encontraba justo donde acababa el jardín y comenzaba el bosque con que colindaba la mansión.


─ Esto debe ser una broma ─dijo Shaka al ver las distintas mascotas de los dueños de esa casa.


─ Los señores tienen un gusto un tanto extraño para sus mascotas ─comento al aire el mayor.


─ Eso lo puedo ver claramente ─dijo Shaka mientras observaba las distintas jaulas o hábitats─arañas, lagartijas  víboras  ratas, un mono, una iguana ─hablo enumerando los animales que encontraba─ ¿un cordero? ─preguntando volteándose hacia el mayor.


─ Fue un regalo del joven Mu al Sr. Kanon ─contesto Albiore encogiéndose en hombros.


─ Es el animal más normal hasta ahora ─hablo en voz baja el menor


─ También hay perros pero son perros guardianes así que se encuentran cerca del puesto de vigilancia y no son tratados como mascotas ─le comentó el mayor


─ Ya veo, bueno mejor comienzo con esto ─dijo mientras se acercaba a los hábitats para luego quedarse les viendo─ ¿pero como debo limpiar esto? ─se pregunto al darse cuenta de que no tenia idea de que cuidados se debía tener con los animales y sus hábitats


─Tenga son instrucciones ─le dijo Albiore mientras le pasaba unos papeles─ sobre el cuidado de los animales, sus alimentos y como limpiar las jaulas, se las dejó el encargado para que supiera que hacer.


─ Gracias, Sr. Albiore ─le hablo el menor─ amo a los animales, pero verdaderamente nunca me acercaría a algunos de los que están aquí, y mucho menos se del cuidado especial que deben tener cada animal.


Shaka realizo su ultima tarea entre gestos y caras que permitían al mayor saber cuando el rubio estaba muerto de miedo por tener cerca a determinados animales como cuando tuvo que sacar a las víboras mientras parecía que se movía mas por inercia o tan bien le permitieron saber que no era de su agrado tener que limpiar las necesidades de los animales, aunque también ayudaba el oír de vez en cuando al rubio decirse "Vamos Shaka, tu amas a los animales y ellos a ti" para darse ánimos.


Después de unas tres horas de arduo trabajo y auto control para no salir corriendo de ahí  debido un tanto al miedo por ciertos animales y otro tanto al olor que percibía al limpiar los desechos de esos inocentes animales, termino por fin de limpiar las jaulas y posteriormente les puso el alimento correspondiente a cada animal.


Por fin después de aproximadamente nueve horas de trabajo sin descanso termino de hacer todo lo que Saga le había dejado, tenia hambre, sus brazos dolían por barrer, trapear, recoger, aspirar, fregar, subir y bajar los hábitats  sus piernas no estaban en mejor condición pero haría que ese hombre lo tratase como una persona y no como un objeto que esta para satisfacer sus necesidades.


─ Bien joven, ya puede descansar y alimentarse─ le dijo Albiore


─Si, gracias pero primero me bañare ─le comento mientras caminaban rumbo a la mansión─ estoy todo sucio y sudado.


─ Como guste, solo recuerde que debe estar en la sala a las seis de la tarde sin falta ─le informo al menor, cuando llegaron a la puerta trasera de la mansión


─¿Que ocurre a esa hora? ─cuestiono intrigado el rubio


─ Llega el Señor Géminis.─le contesto con naturalidad el mayor.


─ ¡Ah!, era eso ─dijo Shaka restandole importancia.


─ Joven, al Señor Saga le gusta que sus juguetes lo reciban y si no se presenta lo pueden mandar a hacer trabajos más pesados u otras tareas más pesadas─le aconsejo el mayor al menor al ver que no mostraba interés por cumplir con las ordenes de su jefe.


 ─mmm... ya había olvidado que ese hombre ─hablo Shaka mas para si que para Albiore─, esta bien Señor Albiore estaré listo para esa hora─le hablo al mayor al ver su cara que indicaba que ya era suficiente de castigos por ese día.


Shaka se retiro a la habitación que compartía con los demás chicos, saco la ropa que le había dado Afrodita en la mañana y se dirigió a darse una ducha, al entrar al baño comprobó que sus compañeros a habían terminado sus tareas al observar que en sus canastas de ropa sucia estaban las ropas que habían usado para llevar a cabo la limpieza.


Se adentro en la bañera para poder descansar y  pensar en como se libraría de ir a saludar a "su señor", después de darle unas cuantas vueltas opto por estar en la sala a la hora que le dijo Albiore pero simplemente como espectador  no se acercaría a Saga ni un milímetro, con eso determinado se puso a planear algo más importante escapar de esa casa, tras unos minutos llego a la conclusión de que para salir de ahí  debería conocer perfectamente la casa y los horarios de los empleados sobretodos los guardias.


Por lo pronto ya conozco el segundo y tercer piso de la casa y el cuarto de las mascotas ahora me falta conocer el piso de abajo y los empleados junto con sus horarios, también sería bueno ver ese bosque en eso pensaba Shaka mientras salía de la bañera para vestirse.


Salio de su habitación con dirección a la cocina vestido con la misma ropa que en la mañana pero esta vez dejo su cabello suelto, al llegar a la cocina, gracias a que Albiore le indicara como llegar, se dirigió al refrigerador saco unas verduras y se hizo una ensalada, después tomo una pechuga de pollo y la preparo a la plancha, lo puso todo en un plato y se dispuso a comer, cuando termino recogió y limpio todo lo que había ocupado, con todo en su lugar se dirigió al jardín pues no sabia donde se encontrarían los demás chicos pero por sobre todo él debía comenzar con sus planes para salir de su "nuevo hogar".


Cuando salió al jardín alcanzo a ver que el reloj indicaba que no faltaba mucho para las cinco pero sin importarle que en una hora tendría que ver a ese hombre, camino contemplando el trabajo de Afrodita y debía admitir que había quedado muy bien, pero ese no era momento para apreciar las habilidades de jardinería de su compañero sino que debía en concentrarse de observar muy bien que había ahí que le sirviera como puente a su libertad o como herramienta para su huida.


A las seis de la tarde un automóvil negro se estaciono frente a la entrada de la inmensa mansión, de este salio Saga vestido con un elegante traje negro, se notaba cansado pero una sonrisa surco su rostro al recordar que ahora no sólo lo esperaban tres bellos juguetes sino que ahora estaba  ese rubio orgulloso y terco,  ese rubio que aunque no lo admitiese le había robado el aliento en la subasta por su hermosura, ese niño rubio que era su nuevo reto en eso pensaba Saga mientras entraba a su mansión para dirigirse a la Sala donde siempre lo esperaban sus queridos juguetes.


Al llegar con sus juguetes observo  que faltaba su más reciente adquisición, pero fue rápidamente distraído por Alberich.


─ Buenas tardes mi amado señor ─dijo Alberich  acercándose para besar a Saga con ansías.


─ Veo que me extrañaste, Alberich ─dijo el mayor al terminar el beso.


─ No sólo él, Señor Saga ─habló Sorrento mientras aproximaba para ahora él besar al mayor pero de una manera más dulce.


─ Y tu Afrodita, ¿no me extrañaste? ─cuestiono el mayor al ver al peliceleste un poco distante


─ Claro que si ─dijo Afrodita mientras se levantaba para ir con el peliazul para besarle como sus compañeros, mientras pensaba como hacer tiempo para que Shaka apareciera ya que desde la mañana que no lo veía, y justo ahora se arrepentía no haber estado al pendiente del rubio─ Todos lo extrañamos señor─ dijo al terminar de besar al mayor.


En ese momento llegaron a la sala Kanon y Mu acompañados por un niño de ocho años, cabellos naranjas y ojos  lilas.


─ Que bueno que llegaste Saga ─le dijo Kanon sentándose frente a su hermano─¡Ya tenia hambre!


─Buenas tardes ─saludo Mu al mayor mientras se acomodaba junto a Kanon─ Kiki saluda a Saga ─le habló al niño.


─ ¡Hola Saga! ─dijo el niño─ Mu me dijo que habia un nuevo chico ─hablo emocionado─ ¿Me dejaras jugar con él cuando venga?, ¿Es más simpáticos que los demás?, ¿Me dejaras hacerle bromas? ─preguntaba impaciente─, ¿Por cierto donde esta?, solo veo a los mismos de siempre ─continuo viendo a todos lados buscando a alguien que se le hiciera desconocido.


─ Calma Kiki ─pidió el mayor para contestar a todo lo que en segundos había preguntado el niño─, y si hay un chico nuevo, y podrás jugar con él y hacerle tantas bromas como quieras ─termino de decirle al pequeño y se volteo hacia sus juguetes con aspecto serio cuestiono─ ¿Donde  esta el rubio?, ¿Que no le dijeron que debía estar aquí? ─pensando que el rubio se encontraba en el cuarto como un niño berrinchudo que no le comprar su helado


─Bueno vera mi señor ─comenzó a hablar Alberich con nerviosismo─ nosotros lo buscamos por la casa antes de que usted llegara pero...


─ ¿Pero? ─cuestiono Saga haciendo crujir sus dientes


─ No lo encontramos por ningún lado ─concluyó Sorrento con la mirada baja


─ ¡ALBIORE! ─grito encolerizado Saga de tan solo pensar que ese rubio se le habia escurrido de las manos, sin siquiera haber probado su sabor, sus labios, esa piel.


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