En la habitación de Saga se encontraban Afrodita y Sorrento que habían subido después de la cena a contentar a su señor primero con unas fresas con chocolate derretido que se lo habían dado en los labios a Saga y ahora le daban una atención mucho más intima.
Ambos jovencitos se encontraban en ese momento dándole atención al miembro erecto de Saga, mientras que las manos de este estimulaban las entradas del peli celeste y el peli lila, sus ropas ya habían salido sobrando debido al calor que se presentaba en sus cuerpos.
− ¡mmm! Así mis lindos juguetes –decía Saga que se encontraba recostado en la cabecera de su cama–. Sigan… que buenos… juguetes… son… –jadeaba debido a las constantes succiones y lamidas de las que era objeto su palpitante miembro.
– Mi señor… están… delicioso… nunca… nos… cansaríamos… –decía Sorrento entre lamidas y suspiros que le causaban los dedos de su señor entrando y saliendo de el– ¡Quiero!... ¡Necesito!... tenerlo dentro de mi… señor Saga –pidió el de ojos rubí.
Ante el pedido del más joven de sus juguetes retiro sutilmente al peli celeste que seguía brindándole placer con su boca, también retiro sus manos de ambas entradas para acomodarse en una nueva posición que le permitiera poseer a Sorrento sin dejar de lado al bello de Afrodita.
Pensando en eso sentó al peli lila en sus piernas viendo hacia la puerta mientras que lo penetraba, el peli celeste se acomodo enfrente del otro dejando que sus miembros se rozaran sintiendo una descarga de placer al instante, acomodo su cabeza a un lado de la de Sorrento y busco la boca de su señor para fundirse en un apasionado beso justo cuando sentía que el oji rubi comenzaba a cabalgar sobre Saga y este guiaba un de las manos de Sorrento para que penetrara a Afrodita con los dedos para darle más placer, mientras que Saga con su mano libre masturbaba los miembros de ambos juguetes.
Las cabalgadas y envestidas de los tres comenzaron lentamente mientras se acostumbraban a las intromisiones y al cuerpo que los recibía, como también a la posición y poco a poco fueron aumentando el ritmo y con esto el placer que sentían, duraron así largos minutos y después cambiaron nuevamente de posición ahora Afrodita se encontraba siendo penetrado por el caliente miembro de Saga y Sorrento por ordenes de este se sentó sobre el peli celeste dejando a su alcance su miembro erecto y con sus manos masajeaba las tetillas y el abdomen de su señor y con sus labios besaba el cuello de este.
– ¡MMM!... ¡MAS!… ¡SI! –pedía Afrodita cuando sacaba el miembro de Sorrento de su boca y era envestido fuertemente por Saga y su miembro era atendido por una mano de este.
– ¡ASI!... ¡DIOSES AFRODITA!... MMM… ¡SEÑOR¡… –jadeaba Sorrento mientras sentía la lengua de su señor jugar con sus tetillas ya erectas y las rápidas succiones del peli celeste en su miembro.
– ¡HERMOSOS… MIOS… SON MIOS… Y… DE NADIE… MAS…! –hablaba Saga entre jadeos viendo como sus dos juguetes se entregaban a él sin medidas y hacían lo que él les decía con tal de complacerlo, y de tanto en tanto besaba apasionadamente a Sorrento tanto en sus labios como en su cuellos y tetillas dejando uno que otro chupetón y seguía con las fuertes envestidas en el interior de Afrodita y con una de sus manos sostenía la cadera del peli celeste y con la otra lo masturbaba al ritmo de sus envestidas.
Duraron en esa posición unos momentos más hasta que sintieron que pronto llegarían al climax, así que por última vez en la noche cambiaron de posiciones esta vez Saga se encontraba recostado completamente en la cama mientras que Sorrento se auto penetraba con el miembro caliente y rojo de Saga y Afrodita colocaba su entrada a disposición de la lengua de su señor y con sus manos masajeaba el abdomen de este.
– Bésense –ordeno con voz ronca por la excitación el peli azul– Quiero verlos besarse con pasión.
Los dos jóvenes hicieron caso y unieron sus labios en un beso demandante y lleno de pasión, mientras que el más joven seguía siendo envestido por el miembro de Saga y el peli celeste sentía como la lengua de este salía y entraba de él.
– Mastúrbense… mutuamente –volvió a hablar en un jadeo el mayor.
Cada uno con una mano comenzó a masturbar al que tenía enfrente mientras eran penetrados uno por el miembro y otro por la lengua y los dedos de Saga, continuaron por unos momentos más hasta que llegaron al clímax ambos juguetes entre las manos de su compañero y el torso del Saga y este ultimo en el interior de Sorrento al sentir los espasmos del interior de este, después de unos minutos Afrodita se quito de encima de su señor y Sorrento poco a poco hizo lo mismo dejando libre el miembro de Saga antes de que volviera a la normalidad, posteriormente los tres se acomodaron en la cama para descansar cada uno de los juguetes a un lado del mayor de los gemelos, abrazándolo y siendo rodeado por uno de los brazos de este.
Antes de dejarse vencer por el sueño como ya lo habían hecho sus queridos y hermosos juguetes recordó aquel peli rubio que andaba perdido y que deseaba con todo su ser encontrar y esta vez no iba a esperar para tener ese cuerpo bajo el suyo y hacerlo gritar de placer, pero sobre todo quería quitarle todo su orgullo, lo quería ver acabado y solo asiendo lo que él quería, lo quería ver convertido en un ser que solo estuviera para atenderlo exclusivamente a él, pensando en esto y estando seguro que a la mañana siguiente lo tendría de nueva cuenta bajo su techo se quedo dormido por fin vencido por el cansancio después de tal actividad física y con una sonrisa de satisfacción en sus labios.
Mientras esto pasaba en la recamara del gemelo menor que estaba justo al lado opuesto de la del gemelo mayor, Kanon se encontraba platicando con su Mu después de haber tenido su propio encuentro pasional, y ahora descansaban abrazados.
– ¿De verdad crees que el rubio sea lo que mi hermanito necesita? –pregunto el mayor a su novio
– Claro o dime tu es normal que se ponga así por que sus juguetes se le vayan –dijo Mu mientras reía recordando el estado de enojo de su cuñado.
– No deberías reírte –hablo el peli azul en defensa de su hermano–, aunque si lo pones así, ni con Afrodita se puso así cuando no quiso estar con él –hablo más serio– aunque lo que le hizo no es algo que le deseara a mi peor enemigo.
– Si es verdad, aunque aun no comprendo bien –dijo el peli lila viendo a su novio a los ojos– ¿Por qué se enfado tanto Saga esa vez?
– Afrodita no solo no quiso estar con él –comenzó a explicar el gemelo– sino que también Saga descubrió que le habían mentido en la subasta– dijo mientras volteaba su vista hacia el techo recordando lo sucedido–, pero en lugar de desquitarse con los de la subasta lo hizo con el pobre de Afrodita o al menos eso fue lo que me dijo mi hermano.
– Mmm… pero aun así fue horrible lo que le hizo pero más lo fue lo que le causo con sus acciones –hablo el peli lila viendo de reojo a su amado–, pero regresando al tema de Shaka se que él es eso que le hace falta a tu hermano –dijo más convencido viendo a su novio a los ojos.
– ¿Tú crees? –cuestiono el mayor para después depositar un dulce beso– ¿Por qué crees eso amor?
– Si, lo creo –dijo convencido el menor mientras se acomodaba sobre su novio–. Yo se que ese rubio traerá grandes cambios a esta casa –hablaba mientras depositaba pequeños besos en el torso bien definido de Kanon–, tal como cuando yo llegue o me lo negaras.
– Claro que no –dijo el peli azul mientras disfrutaba de las atenciones de su querido novio– mmm… ¿no me digas que te quedaste con ganas de más? –pregunto el mayor al ver que su novio comenzaba a frotar su cuerpo contra el suyo.
– Mmm… te diré… que… nunca… me canso… de… ti… –hablo el menor entre suspiros debido a las caricias que le comenzaba a propinar su novio en su cuerpo– mmm… desde que… nos conocimos… que no… mmm… me lleno… de ti… amor…– dijo entre cortadamente al sentir el choque de ambos miembros que comenzaban a despertar nuevamente.
– Ni quiero… que lo… hagas… mi corderito… –hablo entre besos el mayor para después voltear los papeles y ser él quien se encontrara sobre su novio–, yo tampoco… me canso… ni me lleno… de ti… –continuo mientras que depositaba besos en el abdomen aunque no tan marcado como el de él, pero que dejaba ver los músculos del menor– siempre te amare Mu.
– Yo te amare por siempre mi amado gemelo –hablo el menor mientras atraía a su novio para darse un largo beso apasionado pero dulce a la misma vez.
El mayor acaricio con suma dulzura a su amado novio, lo lleno de besos desde sus hombros hasta su miembro ya erecto nuevamente, aproximo su boca a la parte más intima de su amante para primero lamer la punta y después lamer toda la extensión causando que el menor soltara pequeños gemidos de placer.
– mmm… más amor… dame más… –pedía el menor al mayor mientras este ya había introducido a su boca el miembro palpitante de su novio, causándole un gran placer– ¡Kanon! mmm… mi amor más, si así… –suspiraba el peli lila llevando sus manos a la melena azul de su novio enroscar mechones de esta en sus blanco dedos.
Después de unos minutos de atención al miembro del menor, el peli azul bajo hasta la entrada y comenzó a lamerla para lubricarla y dilatarla, primero con la lengua y posteriormente la cambio por uno de sus dedos y se reclino hacia adelante para besar a su amante de manera apasionada, mientras que Mu respondía el beso y era envuelto por sensaciones de placer que correspondía a su compañero atendiendo con sus dedos las tetillas del mayor y en seguida dejo viajar sus manos hasta la espalda de este y acariciarle hasta llegar a sus glúteos para acariciarlos y sacarle roncos gemidos a su pareja.
– ¡Mu!... que travieso –dijo el mayor mientras sentía las manos de su amante en sus glúteos– mmm… dime que siempre… serás… así… –hablaba mientras gemía por las atenciones que le daba el menor.
– Siempre… mi amor… –contesto el peli lila– más adentro… ¡Kanon más! –gimió cuando los dedos de su compañero dieron con su punto de placer enloqueciéndolo– ¡MAS!... ¡AHÍ KANON!… ¡AHÍ SI! ¡ASI!... ¡TE QUIERO DENTRO! –gimió del placer para después tomar de la cabellera a su amante y acercarlo a su rostro para darle un beso apasionado.
Entonces Kanon saco sus dedos ante lo cual Mu emitió un gemido de disgusto que causo una sonrisa en el gemelo que tomo su miembro caliente y erecto y lo condujo directo a la entrada de Mu y de una sola estocada entro en él, el peli lila al sentir la invasión del miembro de su novio se aferro a los hombros de este y arqueo la espalda mientras que continuaba con el beso que habían comenzado segundos antes pero ahora había una batalla de lenguas que querían penetrar a la boca del otro, mientras que las envestidas por parte del mayor no se hicieron esperar primero suaves y lentas pero certeras y poco a poco iban aumentando de fuerza y velocidad.
– ¡KANON!... ¡AHÍ!... JUSTO AHÍ… ¡MAS FUERTE!... ¡MAS ADENTRO!... ¡KANON, SI ASI! –decía entre gemidos y besos el menor al sentir al mayor moverse en su interior.
– ¡MU!... ¡DIOSES!... ¡ME FASINAS!... ¡DIOS!... DE ¡VERDAD QUE ERES ESTRECHO!... –gemía el mayor al sentir como su miembro era apretado en el interior estrecho de su amante, lo cual le causaba gran placer y para darle más placer a su amado tomo con una de sus manos el miembro erecto del menor y comenzó a bombear según sus envestidas que ya para entonces eran más veloces y profundas.
– ¡KANON!... ¡DAME MAS!... –dijo al sentir la mano que comenzaba a masturbarlo causándole una gran descarga de placer– Si… sigues así… no aguantare… ¡MUCHO!
– MMM… ¡OH MU!... ¡YO AUN NO!… ¡QUIERO ESO! –dijo entrecortadamente el mayor producto de la pasión y del goce que sentía al estar dentro de su amado novio, y para evitar que acabar pronto ese encuentro salió de su interior para cambiar de posición.
– ¡KANON!... ¡Te quiero en mi! –reclamo el peli lila al dejar de sentir al gemelo dentro de él, pero este ignorando su reclamo lo volteo y lo dejo inclino dejando su cabeza y hombros descansar en la cama mientras que tomaba sus caderas y volvía a entrar en el pero de una manera lenta y tortuosa para ambos.
– ¡Kanon más! –pidió el menor al sentir como lentamente iba siendo invadido nuevamente por aquel pedazo de carne caliente y grande que era el miembro de su amado– ¡Te quiero ya!
– Tranquilo… mmm… mi corderito… disfruta… mmm… esta ¡DELICIOSA!... ¡TORTURA! – gimió el mayor al sentirse nuevamente en el interior de su pareja pero espero unos momentos más para moverse siguiendo con la tortura para su compañero.
– ¡Kanon muévete!... ¡DIOSES KANON SI NO TE MUEVES TE MATO! –grito el menor al no poder ser él quien acabara con esa placentera tortura, ya que el gemelo lo tenía firmemente agarrado de sus caderas imposibilitando que comenzara con las envestidas.
– Calma Mu –pidió el gemelo mientras comenzaba a besar los cremosos hombros del mencionado para después ir bajando y trazar un camino de besos en la espalda del menor que posteriormente volvió a recorrer pero ahora de abajo hacia arriba hasta llegar a uno de los oídos de Mu y decirle– ¿Quieres esto? –le pregunto al mismo tiempo que envestida en su interior.
– ¡SI! –contesto el menor al sentir como nuevamente su novio daba con su punto de placer– ¡SI KANON!... ¡QUIERO ESO!...
– MMM… ¿LO QUIERES?... –gimió con voz ronca debido a la excitación el mayor al mismo tiempo que volvía a envestir lenta y profundamente a su novio– LO TIENES… –continuo al solo recibir un asentimiento de cabeza por parte del otro.
Las envestidas del peli azul continuaron lentas pero profundas, así pasaron unos minutos pero después el mayor se dejo guiar por la pasión y los gemidos de su amado que le instaban a continuar más rápido y cosa que hizo, continuaron así durante unos momentos más y cuando el mayor sintió que estaba cerca del final tomo entre una de sus manos el miembro erguido de su novio y comenzó a masturbando logrando arrancarle más gemidos de placer, pasaron así unos cuantos minutos más hasta que ambos se sintieron llegar al clímax.
– MMM… ¡TE AMO!... ¡KANON! –grito el menor al sentir como terminaba en la mano de su compañero y las sabanas de la cama.
– ¡MU!... MI AMOR… –gimió roncamente el gemelo al sentir como las paredes de su novio lo presionaban más causando que le bañara el interior con su esencia por segunda vez en la noche– ¡TE AMO!
Mu sintió como su novio volvía a marcarlo como suyo para después de unos minutos en los que se había recargado en su espalda para recuperar un poco el aliento, salió lentamente de él y se dejo caer a un lado mientras que el peli lila se también dejo que su cuerpo descansara boca abajo hasta regularizar su respiración, cuando esto ocurrió volteo a ver a su amado que sonreía feliz, enamorado y satisfecho por el encuentro que habían tenido.
– Te amo, mi corderito precioso –hablo el mayor mientras atraía el cuerpo de su pareja hacia él y lo abrazaba protectoramente.
– Yo también te amo –contesto el menor mientras que se abrazaba a ese hombre que le había dado un nuevo sentido a su vida– ¡Gracias por amarme! –dijo con una dulce sonrisa.
– No, Mu –hablo seriamente causando que su pareja lo mirara entristecido y sorprendido por lo que había dicho– ¡Gracias a ti!... por aceptarme tal cual soy e incluso con un hermano bipolar –continuo mientras daba un dulce beso a su amado.
– Entonces agradezco el día en que nuestros caminos se cruzaron –hablo Mu fundiéndose en un beso con su novio– Te amare siempre.
– Y yo a ti –dijo Kanon para después proceder a taparse con las sabanas para poder dormir–, es hora de dormir mi hermoso corderito.
– Si –contesto el menor mientras se acurrucaba más en el fuerte pecho del mayor, causando una sonrisa en este– te amo… mi copia barata… –dijo por último el peli lila antes de caer en los brazos de Morfeo.
– Hasta mañana amorcito –hablo el mayor aun sabiendo que no habría contestación, así que abrazo protectoramente a su novio y se dejo guiar al mundo de los sueños.
Mientras que todos en la casa de los Géminis dormían plácidamente, el rubio perdido había despertado debido a la mala posición en la que había caído rendido hacia unas horas al no tener forma de encontrar un camino en la oscuridad que le llevara a algún lugar donde hubiera personas, pronto se recostó cerca de uno de los tantos arboles que rodeaban el lago se quedo viendo las estrellas y la luna, pronto el cansancio volvió a ser mella en él y se dejo en volver nuevamente por los brazos del sueño, esperando que al despertar ya hubiera un poco más de luz para poder buscar un camino que lo llevase a un lugar con personas, aunque fuera esa mansión de locos.