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~*~¿Casado con mi Principe?~*~[TEMPORALMENTE PARADO] por Gabiru

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Notas del capitulo:

en verdad estoy exhausta!!! X_x

Me esforse Muchísimo para terminar el segundo capitulo!!, quiero terminarlo rápido antes que laidea de la historia muera en mi cabeza!! (ya me ha pasado)

Le pague a Sed para que me siguiera contando su historia, fue dificil ya que el de por sí es rico U-U"

Por favor diganme que opinan del nuevo capitulo >_<

Y Gracias Hopi, tus palabras me dan mucha felicidad TTvTT

####CAPITULO II####

 

Era de mañana, había sol y una ligera atmósfera de tranquilidad en el ambiente y dos hombres de mediana edad sentados a la mesa tomando tranquilamente el desayuno. Dos viejos amigos que no se habían encontrado para conversar tranquilamente desde hace años, ahora lo hacían pero ya no como simples amigos, sino como familia, ahora que sus hijos estaban casados y que compartirían un hogar podían relajarse y gozar de un merecido descanso, pero la paz de la mañana no duro mucho y de un azotón la puerta se abrió para dar paso al disgustado recién casado Sed, parecía que una vena se le  iba a explotar en la frente.

-¡PADRE, TE EXIJO QUE ANULES ESTA BODA! —exigía a gritos, mientras los mayores no parecían inmutados.

-Primero baja la voz, esa no es manera de hablarle a tus mayores—reprendió— y ¿puedo preguntar la razón de tu repentino disgusto? Antes parecías bastante conforme— cuestionaba tranquilamente dándole un sorbo al café.

-¡e- ese Tipo! ¡Parece muy dulce y lindo a simple vista pero tiene un horrible carácter!

-¿Puedes ser más específico?

-E- es que… [*Rincón emo*] es demasiado horrible para mencionarlo…—para el joven Sed “horrible” no podía describir la manera en cómo fue tratado la noche anterior por su compañero de cuarto.

***FLASH BACK***

-¡Oye no Puedes tratarme así! ¡Se supone que soy tu esposo! — reclamaba molesto Sed a su compañero que en ese momento se metía bajo las sabanas de la amplia cama, haciendo a un lado los pétalos de rosas que los criados habían usado para adornarla.

-Tú no eres nadie para decirme qué puedo y qué no— le contesta con mirada demoníaca— ¡será mejor para tu salud que no te andes clavando mucho con eso de ser pareja! Tú y yo lo único que tenemos en común es que de ahora en adelante compartiremos habitación.

-¿Querrás decir que “compartiremos cama” no? —pronto se dio cuenta que ese inocente comentario iba a ser mal interpretado, y gracias a reflejos que ni él sabía de donde los sacó, pudo esquivar un mortal cuchillo que le paso apenas rozando la mejilla izquierda y lo dejó más frío que pantalón de muerto, ¿de dónde habrá sacado el cuchillo?

-Ha, al parecer tienes suerte de que haya bebido, fallé, pero la próxima no será así, si vuelves a decir algo estúpido le apuntaré a tu entre pierna— Jun se recostó sobre la almohada y se cubrió con la sábana, dejando al pobre Sed en un panorama de desierta soledad y con ojos de puntito.

***FIN FLASH BACK***

Y así fue como el pobre de Sed tuvo que pasar la noche de lo más incómodo en el sofá, le daban escalofríos solo de acordarse, y mientras los colores se le iban del rostro, los dos hombres que aún disfrutaban plácidamente de su desayuno le miraban relajadamente en silencio, hasta que el Sr. Oiham (el padre de Jun) rompió el silencio.

-Sí, es clásico de ese mocoso comportarse de esa manera— este comentario llamó la atención de los otros dos, y sus miradas le hicieron proseguir— como su apariencia hace que las personas traten de “cuidar de él” pero en realidad aprendió a contrarrestar eso con esa mala actitud, recuerdo que a los 15 noqueo a mi ministro de guerra, solo porque le acaricio el cabello, es muy fuerte, pero en el fondo es un buen chico, desde que su madre murió se volvió aún más rebelde.

-Ah, si ese es el caso, solo necesita que alguien lo ponga en su lugar— interrumpió el padre de Sed y ahora se dirigía a su hijo— lo que debes hacer es imponer tu autoridad como marido, deja de actuar como un berrinchudo exigiendo lo imposible y ve a mostrarle que no le temes—estas palabras de pronto despertaron la perdida valentía de Sed y mientras el Sr. Oiham escuchaba asintiendo con la cabeza.

-¡Tienes razón! ¡Iré donde se encuentra y le diré exactamente lo que pienso! Y si se porta insolente de nuevo lo pondré en su lugar, no le tendré más lástima— y así de inspirado y confiado, se fue a los jardines en donde estaba Jun a llevar a cabo su brillante plan, y viéndolo irse se quedaron los dos hombres mayores, y esperaron a quedarse solos para hacer un último comentario al respecto de lo más tranquilos.

-Jun le sacará los dientes a golpes.

-No hay duda, ese chico nunca fue bueno en las peleas.

 

 

 

Por otro lado el ya no tan inspirado Sed ahora se escondía detrás de una columna observando a Jun sentado en la mesa de jardín tomando el té, pensó que se veía muy pacífico y de lo más dulce sentado allí, y además con un gatito negro en las piernas, ¿Cómo era posible que dando esa pinta tan bonita sea un demonio asesino? Pensando esto no se dio cuenta que un proyectil se acercaba a gran velocidad.

-¡Ouch! — Mientras se sobaba la cabeza y salía de su escondite pudo recoger el mortal objeto que lo había golpeado— « ¿me golpeó con un ratón de juguete? ¿Tan malo seré para ocultarme? — Oye ten cuidado con las cosas que haces, pudiste sacarme un ojo— le reclamaba acercándose para devolver el objeto contundente, ósea, el juguetito del gato.

-Vaya, además de fisgón llorón— le respondía tomando el juguete de la mano de Sed.

-Creo que no me conoces lo suficiente para llamarme fisgón—decía alejando una silla de la mera para sentase un poco molesto.

-¿Acaso no es esta la segunda vez que te atrapo “infraganti”?

-[*rascándose atrás de la cabeza*] Bueno, sí, pero no porque te estuviera espiando maliciosamente ni nada ¿sabes?

-[*sarcasmo*] no me digas…

-Ya que tocaste el tema… ¿puedo preguntar por qué estabas a esas horas en el medio del bosque?

-Pues ¿qué te importa? —respondió cortante.

-Oye, es solo una pregunta… deberías tratar de ser más amable y hacerle justicia a tu apariencia— a esto Jun no respondió nada y hubo un incómodo momento de silencio, Sed pensó que si iban a estar así para siempre mejor sedería— Oye, creo que empezamos de la manera equivocada… y para serte franco ya que estamos en “está situación” será mejor si nos llevamos bien ¿no crees?

Ante esta propuesta Jun observaba algo sorprendido y Sed dio el primer paso al ponerse de pie y extender su mano derecha hacia Jun.

-Mi nombre es Sehfir de Naroan, tengo 19 años, es un placer conocerte— Jun ni extendió la mano ni le devolvió el gesto, solo miro con expresión nula por un momento, y esto hizo que a Sed le callera una gota por la sien.

-¿Acaso eres idiota?, ¿no crees que es un poco tarde para esas formalidades? —Jun dijo esto con puntitos como ojos.

-¡bueno, pues no te veo haciendo ningún esfuerzo tampoco!, ¡¿Es que quieres pasar peleándote hasta que muramos?!

-¡¡Lo de la boda no fue mi idea y no tengo intenciones de mostrarme tan conforme como tú!! —la reacción de Jun no le sorprendió para nada a Sed, pero algo de razón tenía, ¿desde cuándo se mostraba conforme con la situación?, tomo asiento nuevamente con cara disgustada.

-¡Tampoco fue idea mía Idiota! ¿Crees que yo mismo me pondría en esta situación?

-Pues hace un minuto parecías no tener ninguna objeción al respecto.

-¿Acaso tenemos opción? Prácticamente nacimos con ese propósito en específico.

-¿Tú te quejas? Y eso que no eres tú la mujer— estas últimas palabras tomaron por sorpresa a Sed y rápidamente volvió la mirada hacia el rostro de Jun que ahora se mostraba cabizbajo observando tristemente al gatito que aún estaba dormido en sus piernas.

-Supongo que tienes razón…—hubo una larga pausa—… deberíamos poder dejar esto como lo harían las personas normales, así esos viejos tendrían una lección.

-¿Qué clase de lección? —el comentario llamó la atención de Jun de inmediato.

-Ya sabes, ¿qué crees que pasaría si la “flamante pareja real” desapareciera repentinamente? —proponía con malicia en la mirada y en la voz.

-Desaparecer ¿eh?... no suena mal, pero ¿realmente serías capaz de hacer una cosa así? —preguntaba con una sonrisa de lado el malicioso Jun.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Bueno, a simple vista te ves como el típico “príncipe consentido” ¿seguro que resistirás la tentación de volver a los lujos del palacio? —la forma en que Jun dijo esto enfadó a Sed.

-¿A sí? Pues creo que el que no soportará la falta de lujo serás tú “princesa”— rápido y certero cuchillazo al orgullo de Jun, esto no se bien.

-¿En serio? Si estás tan seguro ¿Por qué no hacemos una apuesta? El que se rinda y ruegue por volver al palacio pierde, ¿Qué dice a eso “su alteza”?

-¡Me parece Genial idea! ¿Y qué ganaré cuando pierdas?

-¡Querrás decir: “cuando yo te derrote”! y como anoche parecías muy atrevido, ¿qué te parece si apostamos el culo? — esperen… ¡¿qué fue lo que dijo?!

-¡¿Disculpa?!

-Sí, el que pierda será el “pasivo” del otro— Sed Pudo ver claramente las llamas del infierno asomarse desde atrás de Jun, empezó a pensar que tal vez se sobre pasó con la provocación, ¡pero no se echaría para atrás! — ¿Entonces? ¿Entras o sales?

-¡Tenlo por seguro que Entro! —ahora llegaría la hora de planear los detalles, pero ¿no es tarde para arrepentirse o sí?

 

 

.+*””*+-_;;_-+*””*+.

 

 

Tres días después de firmar el peculiar acuerdo, el día en que el plan se llevaría a cabo había llegado. Era una tarde que amenazaba con llover, algo raro, ese  día la “pareja real” asistiría a una ceremonia en donde se disolvería la frontera entre dos pueblos en conflicto, y luego se retirarían a su “luna de miel”, el plan era aprovechar el momento en que la prensa ahogara a sus padre y huir en ese momento, ya lo tenía preparado, se cambiarían de ropa y se mezclarían con la gente, sin embargo conociendo a ese par, algo saldría mal.

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Luego de las formalidades, como lo habían previsto, la prensa atacó a los emperadores y ahora era su oportunidad, se escabulleron de la carroza donde estaban esperando el regreso de sus padres y fueron rápidamente detrás de una carpa de almacenamiento donde el criado al que sobornaron había dejado las ropas y lo que habían preparado para la huida, se cambiaron de ropa y salieron para mezclarse entre la gente, pero claro, como ya dije, algo tenía que salir mal.

EL Bullicio de la gente pronto se tornó alarmante y el grito de un desconocido desato la Histeria en maza: «¡¡La pareja real ha desaparecido!! ¡¡HAN SECUESTRADO A LOS PRINCIPES!! »

La multitud empezó a armar revuelo y a exigir respuestas, viendo esto los fugitivos se cubrieron aún más con las capuchas y desesperadamente de salir de aquella multitud pero había demasiada gente que empujaban de un lado al otro y casi provocan que Jun cayera al suelo, Sed tomo fuertemente la mano de Jun y a fuerza de empujones se iban abriendo paso entre la gente, hasta que pudieron salir de la alarmada multitud y correr a buscar refugio en algún lugar alejado.

Corrieron y corrieron, se movían entre los callejones, ara que no los vieran y, aunque ya no era tan necesario, seguían tomados de las manos, en cualquier otra situación Jun nunca habría dejado que alguien le tomase de la mano con tanta confianza, le habría roto la nariz de un puñetazo, pero por alguna razón la mano de esta persona se sentía extraña, cálida, confortable, por un minuto se sintió como si ambos fueran niños corriendo luego de hacer alguna travesura.

De pronto se sintieron seguros al llegar a un sitio apartado y sin darse cuenta ya era tarde, casi se ponía el sol, habían casas y uno que  otro edificio de no más de tres pisos decadentes por un lado y por el otro había n pequeño riachuelo y más allá granjas y campo abierto, no habían muchas personas así que decidieron que ya era seguro dejar de correr, pararon jadeando y, para la pena de Jun, soltaron sus manos.

-[*jadeando*] Creo- Creo que aquí nadie nos reconocerá…— logro decir Sed mientras trataba de recuperar el aliento y Jun hacía lo mismo, ambos con la capucha abajo— oye, creo que será mejor si te cubres la cabeza.

-Y ¿Por qué?

-Tu, pelo— el otro no parecía captar el mensaje— Tu pelo hace que sea difícil no reconocerte.

-¿De qué hablas? ¡Tú también tienes el pelo largo!, es lo mismo para ti.

-no, porque el mío me lo ato y ya, pero tú, te llega hasta la cintura, será difícil con esa cara y tu apariencia no adivinarlo— ante este argumento Jun no tubo objeción y siguió la instrucción de Sed, y no fue mala idea ya que en ese momento empezó a llover.

Rápidamente se refugiaron en la cornisa de uno de los edificios y buscaron alrededor con la vista hasta que Jun llamo la atención de Sed para indicarle la dirección en donde estaba puesto un cartel que decía “hotel” en uno de los decadentes edificios, Sed nuevamente tomó de la mano a Jun a lo que éste no objeto, y de hecho pudo sentir cómo su rostro se ponía caliente y su pecho apretaba, pero no le molestaba y de hecho apretó más el agarre a lo que Sed volteo por un instante y sintió que su rostro también se calentaba.

Llegaron empapados a la puerta del local y entraron apresurados, en el interior del local estaba la recepción al fondo de la habitación, a la izquierda unos sillones frete a una Tv y a la derecha unas masetas con árboles semisecos; se dirigieron hacia la recepción donde un hombre de mediana edad descansaba su barbilla en su mano y su codo en el mostrador mientras leía desganado una revista, levantó levemente la vista y les echó un vistazo para luego volver su vista a la revista.

-¿Un cuarto…?— esbozo el hombre sin dirigirles la mirada.

-Dos cuartos—rectifico Sed.

-Lo siento pero solo tenemos un cuarto disponible, pero tiene una cama grande para ti y tu novia— en ese momento Sed pudo sentir como su mano, aún sujeta a la Jun, era triturada con furia, y no pudo hacer más que susurrarle: «¡Mantén la calma! »

Sed sintió cada segundo que ese hombre se tardaba en realizar el papeleo era una eternidad, podía sentir como las llamas del averno ardían en el cuerpo de Jun, ¡y sintió pánico!

 

 

Ya en la habitación Jun se arrancaba con furia el abrigo y lo arrojaba lejos, daba vueltas por toda la estrecha habitación como una pantera furiosa, Sed solo le observaba y se limitaba a rogar por que no llevara consigo algún arma blanca.

-¡¡Ese Maldito!! ¡Debí haberle estrellado la cara en el piso! —gritaba con furia.

-Cálmate quieres… no es gran cosa— esas palabras abrieron la caja de insultos.

-Grandísimo Hijo de Puta!, Claro como no es a ti a quien confunden con la mujer!! Yo tengo que soportar esto A Diario!!

-Bueno, en parte es tu culpa no? — esto hiso que Jun apagara las llamas de su furia y encendiera su curiosidad.

-Me puedes explicar ¿cómo exactamente es mi culpa? “genio”.

-Pues, [*rascándose la cabeza*] solo mírate, el pelo largo, y la manera en que vistes, te ves como una chica a simple vista — Jun no objetó nada y solo se quedó pensativo, en silencio se empezó a preparar para dormir y Sed hizo lo mismo, antes de meterse en la cama Jun volteo a ver a Sed y vio que tendía una sábana sobre y una silla mecedora que estaba junto al armario.

-¿Planeas quedarte allí a dormir? —pregunto desde la cama con una ceja arriba.

-Sip, no quiero que me corten los huevos y se los lancen a los perros— dijo postrándose en la silla, que no era más cómoda de lo que se veía.

-No seas imbécil, puedes venir a dormir a la cama si quieres— dijo simulando indiferencia.

-Seguro?

-Claro, no te hagas del rogar,— entonces Sed se levantó y fue a recostarse en el lado desocupado de la cama, y Jun se dio la vuelta y lo ignoro, pero había algo que lo inquietaba.

Por ahora solo intentarían dormir y el próximo día seguirían con la apuesta.

Notas finales:

me gusta comer sandía mientras escribo, pero se mancha el paple y el teclado 7n7

de las 3:00pm a las 6:00 pm escribo en la compu, y de las 7:00pm a la 1:00am escribo a mano, no me gusta usar la compu de noche, me lastima los ojos UnU, pero termino con la mano molida >M<U

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