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Dolce Vita por aledinosaur93

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Notas del capitulo:

si bien no era el tiempo que tenia previsto, me demoré mas de lo que pensaba. ahora ando de vacaciones asi que planeao hacer la actualizacion mas rapido.

mil disculpas

Cuando vio como el sobre de color rojo que habia dejado hace solo unos segundos la lechuza comenzaba a vibrar, dio un pase con su varita y lo hizo arder en llamas que se desintegraron antes de tocar el suelo.

Era la 15va en la semana

No le habia dicho nada a Tom, no quería incomodarlo…

Pues pensaba que las cartas durarían solo un par de días

Pero después de arder el 3er vociferador, debió haber intuido que no se detendría

Bellatrix Black ¿Qué palabras podría emplear para explicar su desagrado? En los vociferadores (los primero que le habia mandado y que tuvo la estupidez de abrir) le habia llamado desde zorra, puto, puta, resbaloso, prostituto, pendejo y calificativos muchos más hirientes que le habían hecho daño (y que intuía que era porque andaba más sensible por el embarazo)

Pero ya se habia hartado, su paciencia tenía un límite, no le iba a contestar a la bruja esa porque no se iba a poner a su nivel (y en principal porque no tenía su dirección) por lo que de forma muy urgente le habia mando una carta a Tom, citándolo en su casa a las 1pm esa tarde.

Todavía era mediodía por lo que observó el techo de su habitación mientras suspiraba hondo. La casa se sentía sola, su padre habia vuelto a su natal Francia y se habia llevado a sus ingratos perros con él. Se sentía bastante solo. Nunca pensó que llevar un niño fuera tan difícil, tenía mareos por cualquier movimiento brusco, no se digan de las náuseas que le atacaban cuando tenía el estómago vacío, los dolores de espalda y las hormonas a flor de piel.

Él era una persona independiente pero ahora pensaba que eso no estaba del todo bien…

-Rayos…-gruñó cuando de forma exabrupta las náuseas le atacaron, se levantó de forma rápida y se dirigió presuroso al baño. Devolvió el contenido inexistente de su estómago y lloró cuando se reincorporó a lavarse la boca.

Se tiró a su cama y siguió hipando hasta que se hubo calmado, se refregó los ojos y suspiró cansado. Cansado de llorar por cualquier estupidez, cansado de sentirse solo como un hongo, cansado de no hacer nada, debido a que el ser auror era una profesión de alto riesgo el tener un embarazado en las misiones no era ético ni conveniente ¿Resultado? Licencia por maternidad.

Se encontraba literalmente sin hacer nada, y eso le hacía pensar en lo solo que estaba, en que realmente “nadie” lo quería.

Cuando sintió que nuevamente las lágrimas picaban sus ojos, se reincorporó frotándose los ojos y se encaminó a la cocina

-Un poco de helado cura heridas…-comentó abriendo del congelador para luego sacar una cuchara de los cajones del aparador. Cuando hubo tomado asiento en el sofá, dos lechuzas negras y muy hermosas, picoteaban su ventana con ahínco. Suspiró cansado y dejándolas pasar les sacó los dos vociferadores de sus patas.

Los observó con ojos cansados y apagados y tomo dos dulces para lechuza y las dejó irse sin respuesta.

Para cuando estuvo a punto de tomar asiento las chispas en su chimenea le anunciaron que su invitado ya habia arribado.

Con un floreo de su varita permitió el paso.

-Hola, que tal-dijo el ojiverde sacudiéndose el hollín y sacándose la túnica. James solo hizo una mueca y engulló un cucharada de helado-¿Estas bien?-preguntó, el menor parpadeó varias veces sin mirarlo, no entendía esas ganas enormes de llorar que amenazaban con desbordarlo- Ey, háblame, ¿Qué te sucede?-preguntó tomando asiento al lado suyo en el sofá-¿Te estas sintiendo mal?-preguntó. James alzó su mano y le pidió un momento con señas, necesitaba calmar sus emociones

Señalo la mesa y Tom dirigió sus ojos a los vociferadores

-¿A dónde vas?- el aludido se detuvo, lo observó respirar varias veces antes de soltar un apresurado “baño”

James se apoyó en el lavamanos después de mojarse el rostro, con las emociones ya más sosegadas, se secó la cara con una toalla y salió más calmado

-¿Qué rayos significa esto?-rugió Tom Riddle apenas le vio y entonces todo los esfuerzos del Gryffindor por conservar la calma se fueron a la mierda, las lágrimas cayeron con rapidez antes de que el dueño de ese cuerpo pudiera hacer. Tom pasó por encima de los pedazos del vociferador y se le aproximó. James le abrazó como si la vida se le fuera en ello-Tranquilo, no estaba preguntándote a ti-intentó calmarlo

-Tu novia me ha mandado vociferadores todos los días desde que me vio en tu departamento, dile que no tenemos nada, por favor-sollozó

-No te preocupes-le sobó la espalda en circulas-deja que me encargue de eso- dijo mostrandose decidido como nunca antes en su vida.

Media hora que se hubo calmado, Tom recostó al dueño de casa en la cama y salió de ahí, con la promesa de ir por un pastel y el almuerzo, James adormilado acepto, dándole autorización de aparecerse.

Cuando se apareció en la puerta principal del ministerio, una furia que desconocía ser poseedor, le llenaba el cuerpo. Subió los pisos correspondientes y abrió la puerta del despacho sin llamar

-Largo-dijo con una voz imperante, el paciente que estaba en el diván recostado salió presuroso-Eres un maldita perra-le escupió-¿Cómo puedes hacerle eso a alguien que esta embarazado?

-No sé de qué hablas-dijo le contestó guardando de forma casual un papel dentro del cajón de su escritorio

-¡Sabes muy bien de que hablo!-rugió-Déjalo de un maldita vez

-A mí no me das ordenes remedo de mago-le contestó levantándose de su asiento-soy un hechicera adulta así que no me vengas con tus paranoias

-Sé muy bien que tu mandaste esos vociferadores, aunque tu estratégicamente no hayas firmado las cartas-admitió- tantos años viendo a la misma rata que aprendes a diferenciarla.

Con placer, Tom Riddle observó como la bruja se ponía roja de indignación

-Que el estúpido de tu novio preñado…-e iba a seguir hablando si es que el ojiverde no hubiera estampado su mano contra la madera del escritorio

-Se llama James ¿Quedó claro?

-B-Bien- aceptó con renuencia- a lo que iba…que James-e hizo una mueca de desdén mientras recuperaba su tono acido al hablar- te diga que fui yo, no me interesa. Yo no lo hice. Punto

-¿Estás llamándolo mentiroso?-siseó poniendo de punta los vellos de la bruja- Puedo traer un botella de veritaserum ahora mismo y obligarte a tomarlo

-¿Me estas amenazando?

-No. Te prevengo Black. Si sigues hostigándolo. Te pongo una denuncia por acoso y abuso psicológico en embarazado. Si salieras impune, lo que dudo, y sigues tras de James. Te lanzaré tantos hechizos lacerantes que tus carnes se desprenderán de tus huesos y me pedirás una imperdonable- siseó con la sangre helada, lleno de rabia.

Bellatrix pudo jurar como sus pupilas se tornaban rojas.

-¿Quedo claro?-preguntó. La morena frunció el ceño desviando la mirada con temor-¿¡Quedó claro?!-preguntó golpeando nuevamente su mano contra la madera.

-¡Sí!-le respondió

-Excelente, me gusta cuando nos entendemos- comentó sonriendo suave mientras se encaminaba a la puerta. Bellatrix lo observaba tratando de analizar su siguiente movimiento. Tom Riddle de un floreo rápido sacó el papel que la psicomaga habia escondido-guardado dentro del cajón. Para cuando llego a sus manos lo apretó con saña al ver lo que contenía – Estas advertida Black. No juegues conmigo.

El azote de la puerta hizo retumbar las ventanas. Bellatrix tiró los papeles de su escritorio al suelo

-Maldito estúpido-gritó con furia- te arrepentirás de haberte metido en mi relación…

-Volviste-musitó James al ver aparecer en medio de su sala a Riddle

-Te dije que lo haría-comentó extendiendo una bolsa de papel-para ti-dijo desviando la mirada-es un pastel húmedo de frambuesa con melocotón.

Los ojos de James brillaron de placer, hace tiempo que no comía dulces. Podía jurar que cada célula suya pedía ese alimento

-¿Y en las demás bolsas que hay?-preguntó curioso-¿Trajiste el almuerzo?

-Como prometí-respondió sacándose la corbata después de dejar las compras en la mesa-Comida china, ¿Te gusta verdad?

-Es mi favorita-admitió, Tom en un gesto espontaneo le sonrió acariciándole la mejillas. Cuando se percató de lo que hacía, sintió que su rostro se encendía- No tienes por qué avergonzarte…-musitó cerrando los ojos pegándose a su mano. Como un animalito necesitado de afecto

-Ya…-se separó y se rascó el cuello un poco incómodo-¿almorzamos?

-Sí, pon los platos y los cubiertos, por favor, mientras me pongo mi pijama-le sonrió mientras Tom asentía de forma automática

-¿Pijama? ¿No es muy temprano para eso?-preguntó cuándo James ya estaba al final de la escalera

-Lo es, pero me siento cómodo así, ¿No te importa verdad?-el mago ojiverde negó-genial, vuelvo en un ratito.

Cinco minutos pasaron, cuando Tom terminó de colocar el ultimo cubierto, el dueño de casa bajo con un pantalón chándal largo y oscuro que le cubría los pies y un polo blanco de cuello desbocado y profundo. El Sly le observó las prendas con detenimiento

-Es ropa vieja que uso como pijama, por eso los cuello son amplios y anchos-se justifico

-Lamento si te incomodé-se disculpó antes de hacerle una seña a la mesa

-¿Vamos a comer al sofá?-James sonrió jalando del brazo a su invitado y empujándolo en los mullido cojines-Ponte cómodo.

No pasó ni 2 minutos y el embarazado trajo los alimentos en fuentes levitadas. Tomó asiento al lado del otro y se cruzó de piernas, adoptando la posición de loto. Tom le observó comer con ansias y apetito, con gula y glotonería, clavó su vista en esa redondez exquisita que se alzaba como una media luna en todo ese cuerpo esbelto y atlético, y se preguntó si realmente se hubiera sentido bien hacerle un hijo. Cuando se percató de sus pensamientos, frunció el ceño y se concentró en la comida.

Ya comenzaban las ideas raras, mejor focalizar su interés en otras cosas.

Potter se durmió apenas terminó de comer, se apretujó contra un costado de Tom de forma inconsciente, y conforme pasaba el tiempo se iba estirando cada vez más sobre su regazo.

Al inicio el mayor se tensó como una cuerda de guitarra, luego paso a hacerlo cada vez que se acomodaban sobre él, después le ignoró y al final terminó acariciándole los cabellos. James balbuceaba en sueños y Tom se halló contemplándolo como imbécil.

-Esto no está bien-se dijo apretando los puños, conteniéndose de empujarlo al suelo. Porque UNO, el moreno de ojos chocolate no tenía la culpa de la crisis que le sucedía; DOS, llevaba a su hijo y TRES, no se sentía tan mal…

Oh sí…

Esto iba de mal en peor…

Notas finales:

¿ideaas? Si tienen algun comentario o peticion son libres de hacermelo saber, siempre me suben de animo sus palabras (:


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