-¿Disculpa?- preguntó frunciendo el ceño, abriendo en su totalidad la puerta- creo que no estoy entendiendo lo que dices
-es simple- comenzó diciendo mientras le miraba penetrantemente
-Qué esperas para comenzar a hablar?
-quieres que lo hagamos afuera?- cuestionó frunciendo el ceño- no quiero gente chismosa
-pues te jodes, lo quiero afuera- dijo terco
-mira, no quiero comenzar mal pero no me estas dejando opción, tiene que ser dentro de tu casa
-No vas a entrar- sentenció- lo haremos afuera
Y hubiera seguido así la discusión sino se hubieran percatado de como un mago visiblemente sonrojado les observaba, junto a un pequeño niño
-¿papi...esos señores planean ha hacer lo mismo que tu y mi papi?- el "papi" en cuestión les observó antes de clavar su mirada en su hijo
-Silencio Harry- musitó cargando a su niño y emprendiendo huida hacia las escaleras
Tom y James se miraron de reojo
-pasa...-gruñó haciéndose a un lado.
Paso al piso e inmediatamente se sacó la capa y se desabrocho un par de botones de su camisa.
Llevaba las mangas remangadas hasta los codos e iba sin corbata, tenía un pantalón negro de corte recto y llevaba el cabello ligeramente alborotado
James tuvo que retener el impulso de morderse los labios cuando le dio la espalda
"¡Por Dios este hombre es perfecto!"
-bien, creo que ahora podemos hablar- dijo y el menor salió de su ensoñacion
-lo que no entiendo que tiene que ver Mi hijo contigo- dijo a la defensiva, poniéndose en alerta
-Usaste mi simiente sin mi concentimiento
-Estuvo en la clínica, donde tu mismo fuiste a dejarla, es tu problema
-Estuve ebrio, por lo que no era consciente de mis acciones- anunció, James se cruzó de brazos frente a su "invitado"
-ese no es mi problema-masculló sin saber ya que más decir- este es Mi bebe. Mio y de nadie más, oíste?
-Ahi te equivocas florecita- sonrió de costado y clavó su mirada verde en James- Soy abogado, se de lo que hablo
-Qué quieres decir?-musitó ya un poco angustiado-No entiendo tu punto
-ya que no era consciente de mis acciones, por lo tanto era ilegal que usarán mi simiente- dijo viendo como el color del precioso Moreno que tenía delante suyo iba palideciendo
- pero ya que estas, casi con seguridad embarazado, tengo derecho a reclamarlo como mio también. Aunque en lo personal yo quisiera que abortes inmediatamente per...-iba a seguir hablando pero calló al sentir como un cenicero casi le cae por la cabeza-Ey!- se quejó antes de ver los hombros del otro temblar de forma violenta
-Co-como te atreves-rugió con la voz quebrada- Tu no sabes las cosas que he tenido que pasar para por fin tener a mi bebe- gritó totalmente iracundo- Y ahora que ya lo tengo quieres que aborte?, sólo porque fuiste tan estupido como para cascarte tu maldita polla en un clínica!- Tom abrió los ojos sorprendido-Te jodes, me oíste! Te jodes!- se limpió las lágrimas de forma airada- Ponme todas las demandas que quieras! Sobre mi cadáver pierdo a mi bebé, ahora LARGATE!
Se sacó su casaca y revolviendose los cabellos camino hasta su cocina, necesitaba comer helado, era el único dulce que le calmaba su ánimo
Tom se quedó anonadado, no esperaba esa reacción, ni mucho menos un desafío directo.
¿Qué lo denuncie? Claro qué lo haría, le pondría una demanda!
Y así estuvo maquinando mil y un cosas para solucionar el horrible embrollo en el que se había metido hasta que sus oído capto los pequeños sollozos de su "anfitrión".
-Rayos...-musitó frunciendo el ceño.
Aun recordaba a su difunta madre cuando le decía que vendría desde su tumba si alguna vez se osara ha hacer llorar aún joven mago fértil o una joven bruja
-Son estupideces- masculló pero haciendo miles de muecas comenzó a avanzar hacia ese lugar
"Todo por ti vieja bruja, tu y mis malditos traumas de infancia tienen la culpa de la estupidez que estoy haciendo" se dijo mentalmente a la vez que se apoyaba en el umbral de la puerta de la cocina y tomaba aire
James le daba la espalda, sentado en un banquillo frente a un tarro de helado sollozaba quedito
-No es justo...-musitaba volviendo a comer otra cucharada rebosante de helado
Tom sintió una opresión, injustificable, en el pecho y se sintió un canalla
"Pero si no he hecho nada"
Siguió con sus dilemas mentales antes de aventurarse y tomar asiento frente él.
-Todavía no te vas?- gruñó sin mirarlo- Deseas decirme algo más? Tal vez la forma en como lo aborto? O me dirás el número de demandas que me pondrás?
Tom suspiro fuerte y largo
-Bien, se que la forma en como se desarrolló nuestra conversación no estuvo bien-James arqueó una ceja- Lo lamento si?, no era mi intensión hacerte llorar
- No estoy llorando por ti- masculló, Tom frunció el ceño pensando que tal vez disculparse fue una tremenda estupidez- lloro por mi suerte-agregó
-Qué?
- Tu no sabes cuanto he deseado este bebe, y cuando parecía que por fin lo tendría viene alguien y me dice esto- dijo apagandosele la voz progresivamente
Tom se rascó la nuca un poco incómodo.
-No me parece justo, siento hasta que es muy cruel todo esto que esta pasando
Tom suspiró
- lamento lo que esta sucediendo, pero tienes que entender que no quiero hijos.
-Pero tu no te harías cargo de él, jamás te pediría algo lo juro- dijo clavando su mirada chocolatada angustiada-Nadie lo sabría
-Yo lo sabría-agregó, arrepintiéndose al instante que las orbes se volvieron a empañar y dejaron de observarlo
-Ya...-susurró
-Lo lamento.
-Solo dame tiempo si?- pidió sin mirarlo
-Entré más tiempo pasé más difícil será- aconsejó
-Ya lo se, con un demonio!- gritó exaltado- pero no es fácil para mi...
-lo siento, no hubiera...
-Solo vete por favor- le interrumpió.
Tom asintió, levantándose de su asiento sacó una tarjeta de presentación mágica.
-Estos son mis datos, sirve como traslador si dices "trufas de chocolate"- indicó- te lleva a donde yo esté, cuando estés listo búscame
James asintió sin encararlo aún
-Adiós...
Y los pasos secos y firmes de Tom desaparecieron de la casa en menos de 5 minutos.
Cuando se sintió solo, James cayó en un llanto desgarrador
-Esto no me pude estar pasando-sollozó
James se tomó la semana libre, solo mandó una lechuza al ministerio y se quedo en su cama la mayor parte de los días, llorando cuando se acordaba su situación, rompiendo cosas cuando los sentimientos lo sobrepasaban o también sonriendo cuando sus perros se ponían hacer estupidez y media ( al parecer tratando se animarlo, sus mascotas eran tan inteligentes...)
Por otra parte Tom se enfrascó en el trabajo, iba al ministerio al terminar unos casos y volvía a casa siempre y cuando su mente no le juegue una mala pasada y le traiga el recuerdo de la cara llorosa de ese bonito Moreno
Y lo peor no era eso, había soñado con su madre!
Eso era mucho peor
-No era mi intención madre, pero el solo pensar que tengo un hijo mío por ahí me causa indignación- masculló conversando consigo mismo y su "madre"
-Estas bien Riddle?- el aludido alzo la vista, de los papeles que tenía sobre el escritorio
-Claro, porque no lo estaría- se alzó de hombros y se reclinó sobre su asiento
- Esas palabras serían bastante convincentes sino estuvieras leyendo ese papel por el revés- y con uno de sus aristocráticos de dedos señaló el documento
-Lucius...-gruñó de mal talante
-Bien, no me cuentes si no quieres pero lo que sea que te tenga así, soluciónalo ya.
-Déjame tranquilo. Ya te dije que estoy bien- volvió a decir sobándose el puente de la nariz
Lucius se cruzó de brazos y le observó fijo.
Tom soltó un suspiro, cuando el rubio se ponía en ese plan era un suplicio
-Ey, y que tal va el embarazo?- Malfoy arqueó una ceja
- Estas preocupado por mi?- cuestionó mirándolo casi burlón. Tom gruñó por lo bajo
-Solo pregunté
-No, lo que pasa es que querías cambiar de tema- contraatacó apoyándose en el escritorio- Venga, dime, somos muy buenos amigos no?
Tom gruñó
-Has silencio Lucius- advirtió bufando-estoy bien, lo juro
Su amigo asintió sin estar muy convencido, pero al fin y al cabo sabía que no le sacaría nada por más que insistiera...Tom podía ser a veces tan cabezota.
-Ya que insistes en que todo anda bien, me retiro- se pasó una mano por los cabellos en un gesto bastante despreocupado- Remus insiste en que vaya a un sanador para que nos indique que debemos tomar- comentó- por los mareos, ya sabes.
-Debemos?- pregunto extrañado
-Estupideces que se le ocurren al lobo, yo soy el que esta preñado pero dice "nosotros"-e hizo las comillas con los dedos
-Recuerdo que él fue el mas entusiasmado por el bebé -Lucius rodó los ojos
-Claro, como no es él el que carga con todos los malestares-Se quejó
Tom río de buena gana, por un momento la cara del moreno se le olvidó... Hasta qué una melosa escena le hizo que vuelvan esos estúpidos sentimientos de culpa
-Remus!- dijo sorprendido el rubio al sentir los brazos de su pareja rodearlo la espalda y estrecharlo- No me dijiste que ibas a venir- reprochó inflando ligeramente las mejillas
Tom sabía que esos gestos de su amigo solo los sacaba cuando estaba en entera confianza, sin embargo podría apostar su cuello que Abraxas Malfoy estaría en ese mismo instante revolcándose en su tumba al ver como su hijo se había casado y preñado de un hombre lobo, claro esta sin olvidarse de la actitud a veces infantil que el rubio había adoptado
Esa pareja estaba en su mundo interno, dándose arrumacos y apapachoS.
Creía...no, casi juraba que de todos sus amigos, esta pareja era la que más se había vuelto melosa
"Como has cambiado Lucius" pensó recordando los tiempo de escuela y la actitud fría de su amigo.
Carraspeó al sentirse un poco incómodo y sobretodo fuera de lugar, los dos magos se separaron, Remus un poco avergonzado
-Que tal Tom-saludo extendiéndole la mano, que fue estrechada inmediatamente por el ojiverde-lamento la escena, ya nos vamos
-De acuerdo-vio a Lucius despedirse de él con un gesto para luego salir de su oficina, Remus salió casi volando detrás de él
El lobo podría ser el activo en la cama, pero sin lugar a dudas Lucius era el que mandaba en la relación
-que rara pareja- masculló divertido
Bastó que se completara la semana, para que el Moreno se presentará en su oficina, con los ojos terriblemente hinchados y la mirada apagada
-Andando- fue lo único que dijo antes de salir del lugar
El mayor tuvo que coger su capa y salir detrás de él
Había llegado el momento.
Y desde el fondo de su ser, Tom rogaba no equivocarse por lo que estaba apunto de pasar...