Capítulo 2.- La propuesta
Hades estaba dormido en su cama, su día había sido muy duro en el Palacio de justicia pero despertó como despertaba todas las noches, de un salto…
- Shun… estás bien?, qué te pasa?, te duele algo?
- Me duele la espalda… me duelen las piernas, me duele la barriga, me duele hasta el pelo… Hades… me duele hasta la conciencia, ya no puedo mas… - Shun hablaba con cansancio, es que en verdad le dolía todo y no había posición que lo reconfortara, ni sentado, ni parado, peor acostado, el joven peliverde simplemente no encontraba descanso
- Ohhhhh luna de mi vida, no te pongas así, quieres que te de un masaje?
- No… tu das los peores masajes y me duele todo aún mas – dijo Shun casi al borde de las lágrimas, se sentía morir en ese punto, Hades no tomó ofensa en las palabras de su esposo, estos últimos ocho meses el poderoso Dios del averno había aprendido el significado de la palabra “paciencia”
- Ok., quieres que le pida a Hécate un té o algo?
- No… quiero que esto termine, ya no puedo mas… Hades… me quiero morir – Hades acarició el rostro de Shun que suspiró y apretó la mano de Hades llevándola a su pecho, habían noches en las que Shun se mostraba irracional y lo botaba del cuarto, habían noches en las que le hacía todo tipo de peticiones extrañas y lo mandaba por todo el castillo pero también habían noches como esta en las que el príncipe del Inframundo se mostraba triste y hasta desesperado, estas eran las noches en las que Hades se arrepentía de haberlo tocado alguna vez porque no soportaba ver el sufrimiento y la incomodidad en sus ojos
- No no no, tu no te quieres morir, solo piensa en los bebés, piensa en lo hermosos que van a ser, en lo mucho que los vas a amar, piensa en que tendrán tus bellos ojos y tu hermosa piel, piensa en lo mucho que te amo
- Me amas?
- Claro que te amo Shun, quieres que llame a Hypnos?, él puede ayudarte a dormir
- No… ya ni él puede ayudarme, mis bebés son dignos hijos tuyos, se resisten a todo y quieres que te diga algo?
- Lo que tu quieras
- Estoy asustado, por el alumbramiento, estoy asustado Hades, estoy asustado – Shun tomó la mano de su esposo y la apretó contra su pecho, lo que decía era cierto, los días iban pasando, su vientre iba creciendo y él se iba asustando
- Dime que puedo hacer para ayudarte, me parte el alma verte así – Hades acarició con ternura la mejilla de su esposo que de pronto lució molesto, ya no estaba sensible sino molesto y dijo todo con una furia única:
- A ti se te parte el alma a mi se me va a partir la… se me va a partir el… ni siquiera se lo que se me va a partir pero de que se me parte… se me parte
- Shun…
Hades no se lo esperó, era muy cierto que las noches ahora que Shun estaba de encargo eran por demás acontecidas porque había que ver de que animo estaba el joven peliverde, aparentemente hoy estaba preocupado, molesto y melancólico porque con muchos esfuerzos se logró sentar en la cama y abrazó su pancita
- Es en serio lo que te estoy diciendo, has pensado cómo van a nacer los bebés? – Shun señaló su pancita y luego inconscientemente llevó una mano a su entrepierna, Hades se sentó igual en la cama y con ambas manos sostuvo el rostro de Shun para que lo mire mientras le dijo:
- Hécate dijo que lo haría por cesárea, no hay manera de que tu alumbramiento sea de manera natural, lo he hablado con Hypnos y él va a ayudar, tranquilo mi amor que vas a estar bien, vas a quedar con todo intacto hasta tu culito, nada se te va a partir y mucho menos esto – Hades puso su mano sobre la mano de Shun que seguía en su entrepierna
- Eso es lo que tu dices, el otro día soñé que daba a luz naturalmente, como los bebés no podían salir de mi, mi barriga se me rompió como si fuera el cascarón de un huevo y sangraba hasta que moría – esto lo dijo Shun en voz baja, Hades sonrió con ternura, a veces Shun era tan infantil… pero era una de las cosas que a Hades le parecían dulces de su consorte y lo besó en los labios para luego pegar sus frentes juntas y le dijo en tono calmado y acariciando su pancita
- Tu no puedes morir, comiste la manzana del jardín de las Hespérides el día de nuestro matrimonio, eres inmortal Shun y eso fue solo un sueño, tu vas a estar bien, nuestros bebés también, no te angusties corazón que todo va a salir bien – el peliverde suspiró y finalmente asintió, con la ayuda de Hades se volvió a recostar y con un quejido acomodó la almohadita bajo su vientre, en silencio la pareja se mimaba en la cama, Shun miraba la sortija de matrimonio en su dedo y recordó algo que dijo que quería hablar con Hades y algo inseguro preguntó:
- Oye Hades… no puedes hacer inmortal a Ikky?
- No…
- Ni siquiera lo quieres pensar un poco???, solo me dices que no y ya???, a ti no te importa que yo me quede solo verdad? – el peliverde se sentó de golpe e hizo una mueca de dolor y llevó su mano a su pancita, Hades intentó hacer que se recostara otra vez pero Shun no quería escuchar nada
- Tu no te vas a quedar solo, a tu lado estoy yo, y luego estarán nuestros hijos, nuestra familia…
- Y eso no incluye a Ikky?
- Técnicamente…
- Técnicamente mi culo, no me digas que no puede hacerse porque no te creo – reclamó indignado el menor haciéndose el quite sin dejar que Hades lo toque
- Shun…
- No que eres todo poderoso y no se cuantas cosas mas???
- Shun…
- Yo te pido un simple favor y tu ni siquiera lo consideras, solo te niegas, típico…
- Simple favor?
- Si… es un simple favor y es mi hermano, qué te cuesta? – Shun se lo reclamaba a Hades que no podía explicarse y pacientemente espera el turno de que su temperamental esposo lo deje hablar
- No es sencillo Shun, Zeus me concedió tu inmortalidad porque eres mi consorte pero ese no es el caso de Ikky – Hades trató de explicar
- Ikky está de novio de Rada, y Rada es inmortal o no?
- Rada es uno de mis espectros, es inmortal eso no te lo puedo negar pero… si Ikky quiere ser inmortal tendría que hacerse así, no de la misma manera en la que tu eres inmortal
- Y eso que importa?
- Importa muchísimo en especial en el caso de tu hermano, Radamantys, Aiacos y Minos están atados a mi poder, ellos me deben su vida y estarán a mi servicio por siempre, ese no es tu caso, tu eres mi consorte, mi igual, ellos son mis súbditos, créeme esa diferencia si le importará al orgulloso Fénix
- Y no lo puedes hablar con Zeus?
- Preferiría no hacerlo – dijo el pelinegro con un suspiro, las relaciones con el Olimpo estaban bien pero Zeus era un Dios muy caprichoso y voluble, a veces los tratos con él resultaban en catástrofes
- Y para que carajo es tu hermano entonces?
- Zeus es complicado Shun, lo que menos quisiera es pedirle nada pero para que te quedes tranquilo déjame pensar en algo para el Fénix, tu sabes que me cae muy bien mi cuñado y quisiera hablar con él antes de hacer nada, te parece bien? – Shun lo pensó un momento y asintió finalmente atrayendo a Hades para acurrucarse en su pecho
- Ok., es que yo quiero mucho a Ikky, él ha sido mi única familia por años y de solo pensar en que… yo… Hades… Ikky es mi hermano y si tu no quieres a los tuyos pues yo si quiero al mío y mucho – esa diferencia erá básica pensaba Shun, a Hades no le importaba lo que pase con Ikky porque no tenía una buena relación con sus hermanos
- Lo se Shun… lo se… - Hades suspiró y besó a su esposo en la mejilla, Shun abrazó a Hades y estuvieron unos momentos en silencio hasta que el peliverde habló
- Lo siento…
- No importa, ya estás mas tranquilo?
- No… bésame…
El pelinegro acarició la mejilla de Shun y se acercó suavemente y se unieron en un muy suave beso, Shun abrazó a su esposo y cuando el beso acabó se acurrucó nuevamente en su pecho, Hades le acariciaba la espalda deseando aliviar en algo a Shun que de pronto soltó una risita
- Qué pasa?
- Siente… se están moviendo… - Shun tomó la mano de Hades y la puso en su abultado vientre y efectivamente el poderoso Dios del Averno sintió que sus bebés o al menos uno de ellos se estaba moviendo, Shun sonreía y suspiró
- No deberían estar dormidos?
- Yo creo que si uno se duerme los otros dos lo despiertan, nunca están quietos los tres, aurita se están moviendo pero por lo menos no me están pateando los riñones o algo, ya los quiero tener en mis brazos, ya los quiero ver, ya los quiero abrazar y besar
- Pronto llegará el día mi amor, solo tenemos que ser un poco mas pacientes
- Eso es fácil para ti decir porque no los llevas en tu vientre, yo si…
- Yo no los llevo en mi vientre porque no puedo Shun, soy hombre
- Y qué crees que soy yo entonces????? – Shun intentó sentarse en la cama pero esta vez no pudo, molesto se intentó voltear pero tampoco pudo, así que recostado sobre su espalda solo volteó el rostro pero Hades se incorporó un poco y suavemente de la quijada se lo volvió a voltear y lo besó en los labios sin importarle sus protestas para luego mirando a sus ojos decirle:
- Eres mi príncipe y por eso has podido concebir, los hijos que crecen fuertes en tu vientre son hijos de un Dios y no de cualquier Dios, serán los herederos del Averno… - Hades sonreía con expresión soñadora lo que calmó a Shun que se apoyó en él y con su ayuda se volvió a acomodar de lado poniendo una almohadita bajo su barriga, de esta manera podían estar de frente mientras hablaban
- Orgulloso?
- También, pero principalmente estoy feliz, siempre he querido un heredero y ahora voy a tener 3 hijos, no hay mayor bendición, bueno… tal vez tu…
- Yo?
- Si… claro que tu, mis hijos y tu son las bendiciones y los milagros de mi vida y mira que he tenido una vida muy larga – el Dios del averno hablaba con sinceridad y eso le dio a Shun la pauta para proponerle a su esposo lo que hace semanas se le daba vueltas por la cabeza pero que no sabía como abordar el tema, pero esta noche era su noche
- Hades… me amas?, harías todo por mi? – Shun de pronto se puso algo nervioso y acarició el rostro del mayor para preguntarle aquello, Hades sabía que con esas palabras Shun le iba a pedir alguna barbaridad como mínimo, la última vez que lo había dicho al poderoso dios del averno le tocó salir en medio de la noche al jardín porque a su temperamental esposo se le habían antojado una de las manzanas del jardín, pero es que Shun ya había visto la manzana que quería y le explicó a Hades detalladamente en que árbol la había visto y toda la cosa
- Claro que si luna de mi vida, qué es lo que tu corazón desea? – respondió el Dios resignado a lo que sea que se le haya ocurrido ahora a Shun
- Me siento… solo… - esto lo dijo Shun en un susurro avergonzado
- Mi compañía no te complace? – Hades besó la mano de su esposo y le acarició el rostro, era cierto que él por sus obligaciones tenía que ausentarse pero Shun rara vez estaba solo, para eso Ikky estaba allí y tenían a todos los espectros y demás visitas, le pareció algo extraño al Dios del averno esta queja por lo que miró detenidamente a Shun que meneó la cabeza y habló para tratar de explicarse mejor
- No es eso, es solo que… extraño el sol y la brisa, extraño el verde pasto de mi templo en la casa de virgo, extraño a mi maestro y a Saori, extraño a mis amigos, solo Ikky está aquí conmigo
- Shun… yo no he prohibido que te visiten
- Lo se y no sabes cuanto te lo agradezco amor mío pero… no podemos ir a la tierra hasta que nazcan los bebés?
- Quieres ir al Santuario? – Hades frunció el ceño ante esta petición, a él no le hacía esto ninguna gracia, su hogar era el averno, por qué quería Shun ir al Santuario???
- Por favor mi amor por favor… - Shun rogó y tomó la mano de Hades para llevarla a su pecho
- Sabes lo que me estás pidiendo Shun?
- Sé que Atena no te cae bien pero…
- No me cae bien?, yo detesto a esa niña… - Hades dijo esto en un tono bastante molesto, la sola mención de Atena sacaba a relucir el peor lado de Hades, Shun no lo entendía pero su esposo despreciaba a Saori Kido y se ponía de mal humor con solo escucharla nombrar
- Ok., olvida que te lo pedí – Shun escondió su rostro en las almohadas para que Hades no viera sus lágrimas, por su avanzado embarazo no podía moverse o darse la vuelta ni nada pero para el mayor fue muy obvio que a su joven consorte se le iban las lágrimas por lo que lo abrazó y besó sus cabellos, le levantó el rostro del mentón y limpió sus lágrimas, suspiró… y midió bien sus palabras antes de hablar porque una vez que haga sus ofrecimientos a Shun no podría retractarse así que reuniendo toda su paciencia y amor por su esposo dijo en un tono mucho mas calmado:
- Yo te prometí que te haría feliz, si tu quieres ir al Santuario para el nacimiento de mis hijos iremos a ese horrible lugar, haremos lo que tu quieras con tal de verte sonreír mi amor, no puedo verte llorar mi Shun
- En serio? – Shun sonrió maravillosamente y él mismo acabó de limpiar sus lágrimas y una emoción lo llenó por completo
- Claro que si, mañana mismo si te complace hablaré con la niña esa, necesitaremos varias cosas y varias personas, Radamantys igual estará a cargo de tu seguridad y eso no es discutible Shun
- Claro que no, llevaremos a quien tu digas ohhhh gracias Hades, gracias gracias gracias gracias gracias gracias gracias gracias gracias… - con cada “gracias” Shun besaba a su esposo en los labios y lo abrazaba emocionado, el mayor solo suspiró, lo que menos quería era pedirle favores a Atena, la verdad hubiera aceptado de mejor agrado ir al Olympo para el nacimiento de sus hijos aunque tampoco era una buena opción, Zeus miraba a Shun con ojos de deseo y no quería iniciar una nueva guerra si su hermano se le insinuaba a su esposo
- Shun…
- Ajá?
- Cuando nazcan nuestros hijos bajaremos, no nos podemos quedar allá arriba indefinidamente, estás consiente de eso verdad?
- Claro que si, yo solo quiero ir allá hasta que nazcan mis hijos, Hécate dijo que ya estamos cerca, que en un mes máximo nacerían
- Ok., mañana mismo hablo con Atena y subiremos lo antes posible, no creo que se niegue
- No lo hará, sé que no lo hará
- Eso espero… contento? - el Dios de averno besó a su joven esposo que asintió con una sonrisa
- Eres el mejor esposo del mundo – dijo Shun y lo decía en serio, Hades era sumamente complaciente con él, le demostraba todos los días que le amaba, se preocupaba por su bienestar y seguridad, el pelinegro era muy cariñoso y lo trataba con delicadeza y gentileza además de que le contaba todo lo que pasaba en sus dominios y usualmente Hades pedía su opinión en varios asuntos, la vida en el inframundo no fue como Shun la había pensado, era infinitamente mejor
- Y que no se te olvide, trata de dormir amor mío, yo velaré tu sueño… - dijo el mayor abrazando al peliverde que se acurrucó en su pecho y cerró los ojos, igual ni pudo dormir pero se quedó quitecito escuchando el latir del corazón de Hades y su acompasada respiración cuando el Dios se volvió a quedar dormido
***
Saori Kido estaba de pie en el balcón de su habitación disfrutando de los rayos mañaneros del sol cuando unos suaves golpes sonaron en su puerta, era Mu de Aries el que entró e inclinó respetuosamente la cabeza ante su Diosa
- Perdone mi señora que la moleste tan temprano pero llegó un mensaje del Inframundo
- Pasó algo con Shun? – la joven se apresuró a tomar el pergamino que tenía el caballero dorado de Aries y lo abrió sin demora, lo leyó y sonrió algo incrédula, Mu no había leído la nota porque venía sellada y en ese punto se moría de la curiosidad
- Ya nació el bebé? – preguntó el santo dorado de Aries
- No dice nada de eso, solo dice que Hades solicita una reunión conmigo y que si no tengo problema en recibirlo lo antes posible
- Usted cree que haya algún problema con Shun?
- No… de ser así Ikky ya nos lo habría comentado, no te ha dicho nada Aioria o Hyoga?
- No… no he sabido nada
- Quien trajo esta nota?
- Valentine, está en mi templo – explicó Mu
- Muy bien, dile por favor que si a Hades le complace lo recibiré al medio día de hoy
- Enseguida mi señora
- Mu… por favor llama a Shaka, a Saga y a Docko por favor
- Si mi señora…
Mu salió del templo del Patriarca y se teletransportó en su templo para dar el mensaje de su Diosa a Valentine que solo asintió y por un portal desapareció, al llegar al Inframundo fue directo al Palacio de Justicia y le dio el mensaje a Hades que asintió y se preparó para subir a la tierra
A las doce en punto del medio día Hades llegó al Santuario acompañado de los Dioses Gemelos, Hypnos y Thanatos, que habían accedido a acompañar a su señor, ellos no sabían cual era el asunto a tratarse pero Hypnos dijo que sería una buena excusa para darse una vuelta por el santuario y ver si los caballeros que ahí habitaban seguían tan atractivos como los recordaban
Mu de Aries recibió a la comitiva en las puertas y les dijo que tenían el pase libre si querían evitarse las escaleras y llegar directamente al templo del Patriarca, Hades asintió cortésmente y junto con los Dioses Gemelos se desaparecieron de las puertas del Santuario para llegar hasta el templo del Patriarca en el cual Atena ya los esperaba, Hades entró con su pequeña comitiva y arqueó una ceja al ver a la Diosa acompañada de los caballeros mas fuertes, los santos de Virgo, Géminis y Libra estaban a las espaldas de la joven con expresiones impasibles
- Hades… a que debo el honor de tu visita? – la joven de cabellos lilas se adelantó hasta el Dios del Averno el cual tomó su mano y la besó delicadamente
- Atena… es un gusto verte – dijo Hades simplemente y sentándose en uno de los sillones que la Diosa le señaló
- Tu dirás…
- Este es un tema en el que espero contar con tu hospitalidad
- Hospitalidad?
- Se trata de Shun, mi príncipe desea subir a la tierra hasta que nazcan nuestros hijos, me lo ha pedido y yo no he podido negarme
- Hijos?, son mellizos?
- No… son trillizos – esta era una de los secretos mejor guardados del averno, todo el mundo sabía que Shun estaba de encargo pero por consejo de Hécate no habían dicho que era mas de un bebé, la hechicera pensaba que los primeros meses serían los mas complicados y había riesgo de pérdida, pero ahora ya tan cerca del alumbramiento los tres bebés crecían fuertes y normales en el vientre del príncipe del inframundo
- Tres bebés?
- Eso es lo que dice Hécate y tiene razón, yo mismo los he sentido, dada la situación te podrás imaginar cómo está Shun, tiene muchas molestias y ha pasado en cama casi la totalidad del embarazo
- Ikky nos ha dicho algo pero no nos ha dicho esto
- El Fénix es muy reservado, esa es una de las razones por las que me agrada pero en este punto si solicito tu hospitalidad lo menos que puedo hacer es decirte la realidad de la situación
- Ok., entonces Shun quiere venir a la Tierra
- Si… específicamente a tu Santuario, me dice que extraña a su maestro, a sus amigos, a todos, que extraña el sol y la brisa, el mar… últimamente mi príncipe ha estado algo… melancólico y si él quiere venir aquí pues… he venido a solicitar que nos recibas en tu Santuario, nos recibirás Atena?
- Vaya Hades… nunca esperé escuchar esa petición de ti – la joven en verdad estaba sorprendida, halagada pero sorprendida
- Yo lo hago por Shun – aclaró el poderoso Dios del averno, no le agradó mucho el hecho de que la niña esta no le haya ofrecido su templo inmediatamente
- Lo se… bueno… si Shun quiere venir a casa hasta que nazcan sus bebés no hay problema, solo avísame cuando vendrán y quienes vendrán – Saori sonrió con amabilidad, en verdad era un gusto poder recibir en su templo a uno de sus caballeros mas cercanos y si eso contribuía a mejorar las relaciones entre el Santuario y el Inframundo, la joven no iba a desperdiciar la oportunidad
- Hoy mismo si no es mucha imposición de nuestra parte y solo vendremos Shun y yo, Hypnos y Thanatos, Minos y Aiacos, Radamantys, Hécate, Pandora y Asclepio, te aseguro que no interrumpiremos tu vida o tu rutina muy gravemente, yo vendré solamente en las noches porque no puedo dejar desatendido el Inframundo por eso aquí estarán Hypnos y Thanatos, Radamantys es el guardián de mi príncipe y Hécate con Asclepio están a cargo de sus cuidados y son los que recibirán a mis hijos cuando sea el momento de su nacimiento
- Perfecto, solo dame un par de horas y lo tendré todo listo
- Te lo agradezco Atena
- Shun fue uno de mis caballeros mas fieles, esta es y siempre será su casa así sea ahora regente del Inframundo
- Gracias una vez mas, nos retiramos…
El Dios del averno se puso de pie y luego de besar nuevamente la mano de la Diosa de la Tierra desapareció del templo del Patriarca, Saori sonrió y al voltearse vio la mirada de sorpresa de sus caballeros, pero en medio de la sorpresa Shaka sonrió, su aprendiz volvería aunque sea solo por unos días, de entre todos los caballeros de Atena el rubio guardián de la casa de Virgo era uno de los que mas extrañaba a Shun
- Hades de huésped en el Santuario? – a Saga le parecía de lo mas divertido
- No hay que subestimar el poder de convencimiento de Shun, vaya… - la joven estaba sorprendida de los alcances de su ex caballero
- Aioria me dijo que algo de eso le había comentado Ikky en una de sus cartas pero… en serio? – Shaka aún no lo asimilaba
- De cualquier manera hay que alistarnos, cómo los va a acomodar mi Señora? – preguntó Docko de Libra
- Eso no es problema, este templo es en verdad grande y la comitiva de la que habló Hades no es muy numerosa así que no habrá problema en que todos lleguen aquí, lo bueno es que Ikky volverá a casa también, el pobre debe estarse muriendo en el Inframundo y lo mas seguro es que quiera regresar a casa – dijo la Diosa con una sonrisa, al irse Shun a la final había perdido a dos de sus caballeros al Inframundo, es que no pudo negar la petición del nuevo regente del Averno de tener a su hermano a su lado mientras estaba de encargo… bueno, ahora tendría a todos bajo su techo aunque sea por unas pocas semanas sin contar con las visitas extras del Inframundo, eso… depende de como se dem las cosas podría representar todo tipo de situaciones inesperadas…