Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

R É Q U I E M por Niji

[Reviews - 56]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

R E Q U I E M
Por Niji


CAPÍTULO 2 Sonata en Re menor: Un alma atormentada

Me pregunto cuánto tiempo estaré aquí, tal vez me convierta en un espíritu errante. Una vez oí que las personas que mueren de forma muy rápida o dolorosa, no pueden abandonar este mundo. Si fuese un espíritu iría todos los días a visitarte, creo que me quedaría a vivir en tu casa. Espero que no te moleste. Tal vez jugaría a asustarte cuando llegas del trabajo, cambiaría las cosas de lugar, movería tu cama al dormir y reconozco que posiblemente entraría a ver como te bañas. Claro que tú la pasarías tan mal, con lo asustadizo que eres, lo más probable es que te mudarías, y me dejarías allí solo.......pero te seguiría, no podrías escapar de mí......Dios, creo que si fuera un espíritu ¡Sería un psicópata!. Tal vez sólo te espíe un par de veces, 3 veces por semana ¿estaría bien?.

¡QU… IDIOTECES ESTOY HABLANDO!, por suerte no puedes escucharme. Hyde, Hyde, ya quiero salir de aquí, me estoy aburriendo. Lo único que veo es esa luz brillante que gira en la distancia, pero no te preocupes, no pienso acercarme. Todas las veces que estado cerca de la muerte he podido verla y nunca la he seguido, creo que es lo mejor. La paciencia es mi virtud, así que si la muerte quiere llevarme, veremos quién aguanta más.

...¿Y si fuera un sueño? .....¡¿Cómo puedo saberlo?!.......quizá si pellizco mi brazo despierte............No, eso no funcionó, a lo mejor algo más fuerte......................................No, creo que tampoco funcionó y ahora además me duele la espalda.

Hyde, me gustaría estar contigo y que recordáramos cosas divertidas, momentos especiales. Mis mejores recuerdos son junto a ti. Como esa vez que fuimos a jugar bolos...

- ¡CLARO QUE S… JUGAR! –dije con decisión

- ¿Estás seguro Gackt chan?, te advierto que soy muy bueno

- Entonces apostaremos. Que te parece que el que pierda....deberá contarle al otro algo muy personal. –dije. No sé en que estaba pensando, creí que ganaría fácilmente.

- No me gusta apostar cosas así.

- ¿Acaso tienes miedo de perder? Hyde san

- Ja, yo no le tengo miedo a nada, acércame esa bola....y que gane el mejor

Así empezó nuestra competencia, la cual prefiero no recordar, perdí vergonzosamente, y esa última jugada fue realmente patética, no puedo creer que me haya deslizado con bola y todo por la línea, ¡Qué humillante! Y tú, no dejabas de reírte, quería golpearte. Pero en realidad tenías todo el derecho a reírte por todas las veces que me burlé de ti.

- A ver, a ver, Gackt chan, qué me gustaría saber de ti. Recuerda que hiciste una promesa y una promesa es algo inquebrantable donde queda en juego tu honor, no me vayas a defraudar.

- Lo sé Hyde, sólo di rápido lo que quieras saber –dije molesto.

- Podría preguntarte algo muy personal, algo que te diera mucha vergüenza............

- Sólo pregunta luego, ¡Me estoy cansando!...

- Qué mal perdedor eres Gackt chan, deja disfrutar mi triunfo........Ya sé, para que veas que no soy tan malo, deberás contarme lo peor que te haya pasado cuando eras niño. Recuerda decir la verdad.

Nunca pensé que podrías preguntarme algo así, no sabía si decir la verdad. Me mirabas fijamente a los ojos, cómo si quisieras descubrir si te engañaría. En mi cabeza sabía perfectamente que episodio narrar, pero era algo muy personal, nuestra amistad aún no se prestaba para algo así...

- Gackt chan, no te quedes callado, pensaré que pretendes engañarme. Eso no te lo perdonaría jamás, así que habla rápido. No es una pregunta muy difícil, pude haberte preguntado algo peor...algo relacionado con el amor, ja, ja.

- En verdad estoy arrepentido de haber hecho esa apuesta Hyde san, pero tienes razón debo decir la verdad. Lo peor que me ha pasado cuando era niño fue...

Cuando tenía 10 años, un día me derrumbé repentinamente. Tenía un dolor violento en mi estómago e intestinos, no me podía mover. Después de que me llevaran al hospital, les dijeron a mis padres que la causa era desconocida. Y que posiblemente, tuviera cierta clase de enfermedad infecciosa.

Me aislaron repentinamente en aquella sala del hospital, que era más bien una prisión. Pienso que me pusieron en la sala pediátrica por mi edad. Los niños que estaban ahí, tenían enfermedades infecciosas, o bien enfermedades terminales. Teniendo 10 años, para mí todos estábamos en una jaula, y probablemente podíamos ir abajo del pasillo en cualquier momento.

“Abajo del pasillo”, estaban los niños que iban probablemente a morir. Sabía a menudo cuándo sucedería eso. Hablando con ellos, podía presentir “Este niño va a morir mañana". A la mañana siguiente, oiría los pasos de las enfermeras abajo del vestíbulo. Entonces sabía que uno de mis amigos había muerto...

- Creo que eso es suficiente Hyde. Cumplí mi promesa.

Luego que te conté aquello, tenía sentimientos encontrados, por una parte había compartido algo muy personal para mí y por otra volvía a revivir por unos instantes lo que viví en aquél hospital. Me quedé pensativo.

- Gackt chan, no pensé que me contarías algo tan triste, me siento mal por haberte preguntado. –dijiste preocupado.

- Está todo bien, no te preocupes...es sólo que a hace tiempo no hablaba de esto.


No se por qué, pero después de haber compartido ese episodio contigo, me sentí más cercano a ti. Generalmente, conversábamos de cosas triviales, sin real importancia. Disfrutábamos pasar tiempo juntos, porque ninguno de los dos se metía en la vida del otro. Respetábamos nuestros espacios.

------------------------- ^_^ --------------------------

En esa época se nos hizo un hábito competir, cada cosa que hacíamos tenía una apuesta. Recuerdo cuando te invité a jugar billar, tú me dijiste que no sabías, así que estuve largo rato explicándote las reglas, cuando dijiste que habías entendido, empezamos a jugar. Esa vez yo no pensaba apostar, lo sentía injusto, ya que era la primera vez que tú jugabas, pero por alguna razón insististe, de hecho fuiste tú quién escogió la penitencia para el perdedor.

- ¡ EL QUE PIERDA DEBERÁ SER EL ESCLAVO DEL OTRO POR UN DÍA Y NO PODRÁ QUEJARSE!.

- ¿Estás seguro Hyde san?

- Si, claro que sí.....¿Acaso.... piensas que puedes perder?

No podía responder otra cosa, me lo estabas dando en bandeja de plata, es imposible que yo perdiera, llevaba años jugando y menos frente a un principiante. La idea me agradó bastante. Pero disimulé, para no verme tan ansioso.

- ¡ACEPTO! Y qué gane el mejor. –fue todo lo que dije

Alineé las bolas y empezamos nuestro juego. No lo podía creer. Me habías engañado. Es imposible que una persona que nunca antes hubiera jugado tuviera esa habilidad. Lo tenías todo pensado. Querías humillarme nuevamente. Pero yo no me daría por vencido. No puedo creer que hayas podido mentirme así, te estuve explicando las reglas mucho tiempo, pensando que no sabías y en realidad te las sabías de memoria. Claro, me miraste con esa cara tan ingenua ¿quién pensaría que mentirías? Tu expresión era de satisfacción, cada vez que la bola entraba, esbozabas una sonrisa ¡Como si yo no me diera cuenta! . Ya me imaginaba sirviéndote por un día y con lo quisquilloso que eres. En mi mente rogaba por ganar este juego, era lo que más anhelaba. No quería perder.

La última bola, era muy improbable que entrara, la jugada era prácticamente imposible. Reías en un extremo de la mesa, disfrutando tu anticipado triunfo, te diste el gusto de encender un cigarro y fumar mientras yo me concentraba para la jugada. Nunca pensaste que entraría.

- ¡¡¡¡ENTRO, ENTR”!!!!, tú la viste Hyde san, no lo puedo creer ¡ENTR”!. – hubiese llorado de felicidad, si no fuera por tu rostro.

No lo podías creer, mirabas la mesa y la bola, cómo tratando de encontrar alguna razón lógica para aquél milagro que acababas de presenciar. Estabas furioso, nunca te había visto tan enojado, pero ese no era mi problema. Te lo merecías por tratar de engañarme.

- Hyde san, Recuerda que hiciste una promesa y una promesa es algo inquebrantable donde queda en juego tu honor, no me vayas a defraudar. –dije irónicamente, recordando tus palabras.

Me mirabas con odio, como diciendo “¿Qué se cree este tipo?”. Yo disfrutaba tanto tu expresión. Qué tiempos aquellos.

- Qué mal perdedor eres Hyde san, deja disfrutar mi triunfo..........para que veas que soy bueno, te anotaré la dirección de mi casa en este papel y te haré un mapa, así no te perderás como la otra vez. Ah, trata de llegar temprano, recuerda que me levanto a las 6:00 y me gusta el desayuno a las 6:30, aunque como es una ocasión especial, me gustaría que me lo llevaras a la cama. Trata de ir cómodo, ya que tendrás mucho que hacer, si supieras el desorden que tengo...ja, ja, toma te dejo las llaves. Ah, y por favor no metas mucho ruido al entrar, mis oídos son muy sensibles y cualquier ruido me despierta fácilmente.... ¡Qué bien la pasaremos!

Cuando llegué a mi casa, me acosté con una sonrisa en los labios. ¡Cómo me burlaría de ti mañana! Así lo pensarás dos veces antes de engañar al fantástico Gackt Kamui.

Puse el despertador un poco antes, ya que no quería perderme tu entrada triunfal, cada detalle, cada ruido, quería escucharlo perfectamente, Ja ja . Sentí como entrabas a la casa, sabía que eras tú, ya que lo primero que hiciste fue tropezarte con la alfombra que estaba en la entrada, debo reconocer que la puse a propósito.

Te escuche maldiciendo desde mi cuarto. No podía aguantar la risa. Es que me imaginaba toda la situación. Bueno, sólo me quedaba esperar a que trajeras mi desayuno. No sabía como hacer para contener las carcajadas, debía disimular. Miré el despertador, las 6:30, debías entrar en cualquier momento por esa puerta, a esas alturas ya debías tenerlo listo. No creo que te haya agradado mucho la nota que dejé en la cocina, recuerdo que decía algo como: “Quiero comer panqueques, espero no te moleste hacerlos, recuerda que no pueden llevar cosas dulces, no me gustan, así que sorpréndeme con su relleno. Ah, también me gustaría jugo de naranja, hace muy bien al despertar, todo lo que necesites podrás encontrarlo en la cocina, Gackt chan ^o^, el mejor jugador de billar de todos los tiempos”.

Sentí pasos cerca de la habitación, me hice el dormido, pude sentir como abrías la puerta, me moría de ganas de verte la cara.

-¡GACKT, DESPIERTA! ¡Despierta!- levantaste la voz, por tu tono noté que estabas enojado, eso hizo que todo fuera más divertido.

- Hyde san, no alces la voz. Recuerda que me molesta el ruido...Puedes acercarme los cojines que están junto al sofá, podrías ponerlos en mi espalda, el respaldo de la cama es muy duro.

Estabas tan molesto, pero la apuesta decía claramente “sin quejarse”. Yo no tengo la culpa, a ti se te ocurrió.

- Aquí esta tú desayuno –dijiste.

- Ah, se ve delicioso, acércamelo.........No te vayas, no me gusta comer solo, puedes sentarte en la silla junto a mi cama. Siento que hoy será un gran día, hace tiempo que no desayunaba así. Qué exquisito jugo, te quedó muy bueno, a ver como quedaron estos panqueques, de aspecto se ven muy bien, Mmmmmm.......el relleno es extraño, no me gustó. ¿Podrías quitárselo?, toma aquí tienes una cuchara.

Oops, que torpe soy Hyde san, se dio vuelta el jugo....pero no te preocupes tú quítale el relleno con calma y me los vas pasando. Después puedes limpiar.

No te imaginas como disfruté esa escena, me las pagarías por engañarme.

- Hyde san podrías llenar la bañera, quiero levantarme, ten cuidado que el agua no esté muy caliente, anda regulándola, pero primero limpia este desastre, no quiero que la alfombra se manche con el jugo de naranja. Después puedes seguir con el aseo de la casa.

Aunque no decías nada, tu cara me lo decía todo.

Me bañé lentamente, es que quería disfrutar cada momento de mi triunfo. Escuchaba el sonido de la aspiradora, te imaginaba agachado en el piso tratando de limpiar cada rincón, en un minuto debo reconocer que me dio pena, pero por suerte se me pasó rápido.

Cuando me estaba vistiendo en el cuarto, una idea pasó por mi mente, miré el closet, a pesar de que no se veía desordenado, sabía que era una excelente oportunidad.

- Hyde, Hyde ven por favor.

- ¿Qué pasa?

- Quiero ordenar el armario, tengo tanta ropa y zapatos, que me cuesta encontrar las cosas cuando voy a vestirme, tú debes entenderme. Sé que estudiaste pintura, así que debes saber bien de colores. Podrías ordenarlo de esa forma, por colores. Así cuando quiera buscar algo será más fácil encontrarlo, trata de fijarte en los tonos. Sé que mi armario es grande, pero tú puedes hacerlo, confío en ti. Ahora debo irme a una sesión de fotos, volveré en la noche para cenar. Me gustaría que hicieras algo delicioso, siéntete como en tu casa. Te hice una lista de las cosas que debes hacer para mi regreso. La dejé en el velador. Cuídate y que tengas un buen día.

Cosas que debo hacer en la casa de Gackt:

1.- No puedo quejarme (a ti se te ocurrió)
2.- Cambiar sábanas a la cama. (Pone las rojas de seda)
3.- Lavar las cortinas de toda la casa. (Tú sabes como se junta polvo en ellas)
4.- Terminar de aspirar todo
5.- Preparar algo especial para la cena
6.- Planchar la ropa (ya debe estar seca, sé que es mucha, pero tú puedes hacerlo. Confío en tí)
7.- Regar las plantas (el jardinero no podrá venir hoy)
8.- Alimentar a mis mascotas
9.- Ordenar la cocina
10.- Ir a comprar algunas verduras y preparar un jugo (no sabes lo bien que hace para la digestión)
11.- Si te queda tiempo, me gustaría que quitaras una mancha que hay en la muralla de mi pieza. Gracias.


Había sido una larga jornada la que tuve, ya no recuerdo cuantas veces escuché el disparador y los flashes, acompañado de un “otra más”. Me preguntaba cómo te estaría yendo en mi casa. Quizá te había pedido demasiado, tú no estás exactamente acostumbrado a encargarte del aseo. Imagino que estabas furioso y maldiciéndome mientras hacías todo. Después de la sesión de fotos pasaría a comprarte chocolates, no quería que peleáramos. No estaba seguro si lograrías terminar la lista que te dejé. Sé que me ensañé un poco, pero si lograbas al menos hacer 4 cosas me daría por pagado.

Apenas terminé con el trabajo, me fui rápidamente a la casa, estaba ansioso por saber cómo te había ido. Imagino que tuviste que cancelar compromisos para quedarte todo el día. Ya había anochecido y hacía un poco de frío. Golpee la puerta de mi casa, pero no habrías, pensé que te habías enojado tanto que te marchaste. Saqué las llaves de mi bolso y abrí, las luces estaban apagadas y me dirigí al living.

Todo estaba muy ordenado, la cocina impecable, miré las ollas y habías cocinado. Realmente me sorprendiste. No sólo habías hecho eso, sino también planchado, lavado, limpiado y ordenado mi clóset por colores. No lo podía creer ¡Hiciste toda la lista!. Me dirigí a la sala a buscar unos cigarros, cuando te vi, estabas tirado en el suelo, me acerqué a ver que te pasaba, pero estabas durmiendo, me imagino exhausto después de todo lo que habías hecho. Realmente me sentí mal, un villano. No debí aprovecharme de esa manera, te levanté del suelo y te llevé a mi cuarto. Abrí la cama y nuevamente me sorprendiste, sábanas de seda roja, te acomodé en ella y quité tus zapatos. Me quedé contigo un par de minutos, viéndote dormir y sintiendo esa terrible sensación de culpa. Entonces hablaste dormido, parecía que decías algo, me acerqué para escuchar, pero no lograba entender lo que decías, de pronto entendí claramente “maldito Gackt, me las vas a pagar” . ¡Qué mal agradecido!, yo sintiéndome culpable y tú insultándome mientras dormías.

Me preguntaba que pensabas de mí. Esa idea rondó mi cabeza toda esa noche. Miré tus manos enrojecidas de tanto limpiar y el sentimiento de culpa volvió. ¿Qué podría hacer para que me perdonaras?

Al otro día, me levanté temprano, y me dirigí a la cocina a hacerte el más fabuloso desayuno que pudiera. No quería despertarte, así que te dejé dormir todo el tiempo que quisieras. Llevé la comida a la pieza y me senté a esperar que despertaras.
De pronto abriste lo ojos.

-Hyde san, por fin despertaste ¿te sientes bien?

Me miraste extrañado. Al parecer estabas confundido, miraste a tu alrededor y reconociste mi habitación, te viste dentro de la cama y me miraste con desconfianza. Me causó risa.

- ¿De qué te ríes?

- De nada. Mira, te preparé el desayuno, no estaba seguro qué te gustaba, así que hice muchas cosas.-creo que te sorprendí, no te lo esperabas.

- ¿Qué te pasa Hyde san?

- Nada, sólo me duele un poco la espalda.

Me sentía nuevamente culpable, cómo no te iba a doler, estuviste todo el día agachado haciendo cosas.

- ¿Por qué estoy en tu cama?

- Ayer cuando llegué te encontré en mi cama sosteniendo mi fotografía en tus manos Ja, ja.

- No le veo la gracia Gackt chan –dijiste seriamente.

- Te encontré durmiendo en el pasillo y te traje a mi cuarto, estabas tan cansado que no despertaste. Creí que merecías dormir cómodo. Tengo una idea, ¡te haré un masaje!.

- No es necesario.

- Quiero hacerlo, me sentiré mejor si me dejas.

- Ya te dije que no.

- No seas tímido Hyde, sólo es un masaje, quítate la camisa.

- No.

Tuve que quitártela a la fuerza, no querías por nada del mundo que lo hiciera, por eso tenía más ganas de hacerlo.

- Ves que fácil, ahora sólo relájate.....Nunca había visto bien tu tatuaje, un par de alas ¿Por qué?

- Porque me gustan –no dijiste nada más.

- Son como las alas de un querubín, un pequeño ángel –No había notado lo bien que se te veían, cuando usas poleras solamente se ve parte de ellas, pero sin dudas verlas así con tu espalda desnuda, le aporta mucha más belleza.

Quizá aquel masaje lo disfruté yo más que tú, aunque tú no te quejaste para nada. Fue extraño hacerlo, no se por qué pero me sentí nervioso. Debe haber sido la situación, tu en mi cama con sábanas de seda roja, yo llevándote el desayuno en la mañana, haciéndote un masaje....mi imaginación vuela muy rápido.

Decidimos que no haríamos más ese tipo de apuestas, ya que solamente perjudicarían nuestra amistad. Sin embargo, tu necesitabas vengarte de alguna forma, ya que como no podías quejarte el día de la apuesta, ahora me reclamabas por todo. Te ofrecí darme un golpe con todas tus fuerzas, para descargar la ira que sentías. No te hiciste de rogar. Aceptaste inmediatamente. Cerré mis ojos y coloqué la cara...

Para mi sorpresa, sólo pellizcaste mis mejillas con tus manos.

- ¿No vas a golpearme?- te pregunté.

- No, ya te perdoné –respondiste.

------------------------- ^_^ --------------------------

Eres extraño Hyde, no eres una persona típica, quizá por eso nos hicimos amigos. Como me gustaría estar contigo en este momento. Me siento solo, miro para todos lados, pero no veo nada. Sólo esa luz, que sigue parpadeante, como llamándome.

¡YA TE DIJE QUE NO IR…!, ¿POR QU… NO ME DEJAS VOLVER?

¿Qué es eso que se acerca?............la luz no me deja distinguir su forma.......Parece una persona, pero no veo su rostro.

¡NO GACKT NO LA VEAS! Si la vez no podrás regresar. Pero, ¡¿Por qué la veo si tengo mis ojos cerrados?!.

¡ A L … J A T E ! .......No te acerques

- ¡Gackt soy yo! No tengas miedo.

- ¿Quién eres?

- ¿Cómo, no me recuerdas?

Gackt levantó la mirada y vio a un niño de no más de 11 años, miró fijamente su rostro tratando de recordar algo que le fuera familiar, sin embargo, le era imposible.

- Tal vez ya pasó mucho tiempo...¿Qué edad tienes? –preguntó el niño.

- 32 –respondió confundido

- ¡Uff ! Ya eres un viejo

- ¿Viejo?

- Sí, la última vez que te vi eras más bajo que yo......pero no te enojes en realidad no eres tan viejo.

- Pero, ¿Quién eres tú? ¿Por qué me conoces?

- Porque somos amigos, te prometí que vendría a buscarte ¿lo recuerdas?....Mmmm, ya sé, mira tengo esto (el niño sacó un papel de su bolsillo) tú me lo diste.

Gackt tomó el papel en sus manos, lo reconoció muy bien, era un pedazo de una partitura
Miró el reverso de esta y leyó “Es una promesa”

Acaso este niño que apareció podría ser......Takeshi

- ¿Eres tú Takeshi?

- ¡Ya me recordaste!. Pues si, lo soy.

- Entonces, eso solamente puede significar una cosa: estoy muerto.

- En realidad no. Por eso vine, ¿por qué no quieres ir a la luz?

- Porque tengo cosas importantes que hacer.

- No entiendo, siempre quisiste conocer la muerte y ahora que está frente a ti, quieres volver.....Cuando estábamos en el hospital me dijiste que yo era afortunado, yo te pregunté por qué y tu me respondiste “porque mañana morirás” Tenías razón, soy afortunado, soy muy feliz aquí, no siento dolor, puedo jugar todos los días, puedo ver a todos los que quiero, pude conocer a mis abuelos....Sé que te gustará....podemos volver a jugar como antes.

- Takeshi, yo no soy el niño que tu conociste. He cambiado. Ya no quiero morir. ¡Ayúdame a salir de aquí!

- No me pidas eso, no puedo.

- ¡POR FAVOR, AYÚDAME!.......No te vayas, ¡Vuelve!

Gackt vio como su antiguo amigo desaparecía entre la luz, no quiso seguirlo. Se sintió presa del miedo y el dolor. Miedo y dolor de separarse de quien amaba.

“No Hyde, no quiero dejarte”, fue lo que dijo, mientras sus ojos miraban el pedazo de aquella partitura: El Réquiem de Mozart.

...Continuará


NOTA DE LA AUTORA: Espero hayan disfrutado este capítulo. Ya me siento más segura de la historia, aunque todavía no sé bien qué pasará más adelante, pero creo que la incertidumbre le aporta el toque de misterio y suspenso. Cada vez que escribo, siento como si fuera un lector leyendo la historia, ya que como ni yo misma sé que pasará, me voy enterando a medida que escribo ¿No es extraño? Por eso mientras lo hago, río, siento pena y paso por muchas emociones según lo que vaya pasando. Gracias por leer Réquiem, ah y si pueden deberían escuchar esa pieza de Mozart, les gustará. Olvidaba decir, que la parte cuando Gackt le cuenta el episodio del hospital a Hyde es verdad. Y no un invento mío. Me gustaría que me contaran qué les pareció este capítulo. NIJI ^_^

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).