Capítulo 8 Quiebre
Estaban sentados frente a frente sobre la cama sus piernas se enredaban entre si y estaban sumergidos en una batalla en la que ninguno se dejaría vencer. Gaara lo besaba demandante y él correspondía de la misma forma su corazón se aceleraba, era extraño cuando el pelirrojo se desnudaba frente a él casi siempre lo había tomado con la ropa puesta simplemente se desbrochaba el pantalón. Y no sabía que era peor que estuviera tratando de ganar el control del beso o que estuviera pensando que el cuerpo desnudo de Gaara era realmente hermoso.
-Gaa…raa aaamnh… espe.. ammmnh..
-Leeee …mmnh…- gemiá acariciando su miembro.
Podía ver la lujuria en los ojos de Lee, acababa de colocarse de tal manera que la virilidad de ambos se rozaban, así que al sostenerlas juntas podían masturbarse mutua y fácilmente. Y en verdad podía ver el morbo que le causaba aquello al azabache, desde la primera vez supo que él era especial, que como presa sería inolvidable. Lo que no imagino era que terminaría así procurando despertar el deseo del otro anhelándolo incluso. Sintió como el otro se acercó para que sus torsos bailaran en una deliciosa fricción.
Ya no pue…. Gaaa mmnh AAaahmmh- el deportista explotó entre sus manos dejándose caer sobre el colchón.
-MMmmmmnnnh.- suspiró el demonio de la arena derramándose ante aquella visión, enseguida se dejó caer sobre él besándolo lánguidamente.
El genio del trabajo duro correspondía igual a estos suaves besos viendo como lentamente su captor se acomodaba recargando su cabeza sobre su pecho. Su corazón se aceleraba ante la imagen de aquel cabello tan rojo como el fuego sobre su piel canela y juraba que jamás se había sentido así de incómodo con nadie, ni siquiera cuando el mismo sujeto lo había violado se sentía tan invadido íntimamente, sin embargo, no intentaba moverse.
-Lee- habló perezoso abrazado al cuerpo bajo sí podía sentir el calor que desprendía esa piel, aspirar su aroma y escuchar latir su corazón y se sentía vivo, vivo como nunca antes, él siempre había dicho que cuando mataba a alguien reafirmaba su existencia pero nada nunca se había sentido como estar ahí abrazado a ese cuerpo y una parte de él maldecía a aquel muchacho de ojos decididos y sonrisa tierna y en lo único que pensaba era en destruirlo y olvidarse de toda aquella estupidez. Y otra la parte que lo tenía ahí amarrado a aquella figura le decía que no lo dejara ir jamás. - ¿Alguna vez te has enamorado?
La pregunta dejó totalmente descolocado al pelinegro y por el ambiente que se produjo después de haber sido formulada también había tomado por sorpresa al emisor. Quien se levantó tras un minuto y le dio la espalda dispuesto a marcharse, podía ver la tensión en aquella espalda y sin saber él tampoco por qué le respondió.
-No.- Gaara volteo a verlo permaneciendo sentado a su lado con el ceño fruncido e intriga en sus ojos aqua.
-¿No?
-Creí estar enamorado de una chica muy linda y valiente, pero creo que solamente me deslumbro porque nunca había conocido a alguien así.
-¿Chica?- Lee indeciso no respondió. –No pienso ir tras ella si es lo que te preocupa.
-Sí una chica.
-Pensé que Hyuuga.
Lee notó como el pelirrojo casi había escupido el nombre como si se tratará de veneno puro. –No él y yo sólo somos amigos, rivalizamos nos retamos y nos apoyamos cada día por ser mejores.
-Suena extraño.
-En realidad no lo es.
-¿Y qué paso con la chica?
-Estaba enamorada de alguien más.
-Debiste tomarla y ya.
-Ja ja No todos vamos por el mundo secuestrando gente sabes.
-¿Por qué no? El mundo debería estar gobernado por los que somos lo suficientemente fuertes como para dominarlo.
-Por supuesto resultaste nihilista.- el deportista vio la sonrisa de Gaara notó que estaba disfrutando la conversación. –¿Y tú alguna vez te has enamorado?
-Yo no puedo amar.-la cara del pelirrojo se oscureció mientras llevaba su mano derecha a acariciar el tatuaje sobre su frente.
-¿Qué te pasó Gaara?- preguntó enderezándose para quedar sentado junto a él pero en cuanto coloco su mano sobre el hombro de su interlocutor recibió un bofetada que le partió el labio.
Los ojos aqua brillaban en dolor y demencia, sin darle tiempo a reaccionar lo arrojo boca abajo sobre la cama y lo penetró. Lee sólo atinó a gemir de dolor y tratar de separar las piernas mientras el otro arremetía salvajemente en su interior.
-Aaaamnh AAaanh va..mos Gaa..ra ¿eso es todo lo que tie…nes mmnh?- le desafió en cuanto pudo formular palabras. Una sonrisa desequilibrada apareció en el rostro del demonio rojo y girando a su víctima volvió a penetrarlo, deseaba verlo de frente y ver si tenía el valor suficiente para desafiarlo así mirándolo a los ojos.
-¿Esto te parece me… jor mmnh?- murmuró moviendo sus caderas violentamente al tiempo en que mordía rudamente sus pezones.
-¡Si! Mmmnh- gimió el chico de las grandes cejas abrazándose a la espalda de su secuestrador arañándola dejándole marcas en la piel expuesta cuello, espalda y brazos mientras abría ligueramente sus labios.
El pelirrojo aún sin poder creer del todo aquella reacción busco el rostro de su hermosa presa que al sentirlo cerca lo atrapo en un beso irreflexivo y posesivo. No pudo contener un par de traicioneras lagrimas que cayeron hasta mojar la cara de aquel ser que estaba derrumbando todo su mundo.
-¡Leee…! Quédate conmigo…. Quédate conmigo…quédate….- murmuraba cada vez en voz más baja volviéndose a abrazar a aquel cálido cuerpo.
El genio del trabajo duro no entendía que estaba pasando ahí pero al sentir aquella trémula figura entre sus brazos sólo atino a sostenerlo esperando a aquel temblor se calmara.
Continuara…………………