Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sueño por Aomame

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Mira que lejano es el tiempo

cuando estoy a tu lado.

Sueño


Despertar el amor.

-Van a la zona comercial- dijo Tsukumo mirando por encima de los arbustos donde se escondían.

-mmm- Hotsuma frunció el ceño acuclillado detrás de Tsukumo.

-Oigan, chicos-Yuki los miró alternativamente-¿por qué los estamos siguiendo?

-Porqué Sí-contestaron al mismo tiempo.

-pero…

-entraron-anunció el peliplateado.

-Vamos- Hotsuma saltó los arbustos y corrió en dirección a la calle abarrotada de tiendas, seguido de sus amigos.

++++

-Vamos, Toko chan-le dije tomándola del brazo; había notado que parecía nerviosa y sus pasos iban disminuyendo en velocidad.

-Usui kun-Toko chan se detuvo- de verdad es buena idea.

-Sí, no te preocupes, ¿quieres estar segura o no?

-Pues sí, pero ¿cómo vamos a comprarla?

-pues así, como se compran las cosas.

-Pero…

-Está bien, ¿te parece bien si pedimos varias cosas como si fuera material para una práctica de la escuela? Así pasamos inadvertidos.

-¡Sí, eres muy listo, Usui Kun!

-Jeje

+++

-¿qué hacen Hotsuma?

Era el turno del rubio para mirar de reojo asomándose en las esquinas de las tiendas.

-Hablan. Oi, Tsukumo…

-¿qué?

-¿puedes oír lo que dicen?

-¿Cómo quieres que haga eso? Están lejísimos.

-ah olvídalo…-Hotsuma se rascó la cabeza, en esos momentos sí que servirían las historias de los sueños de Shusei. Ahí  Tsukumo era… ¿cómo? Ah sí, “Los oídos de Dios.”

-Oigan, chicos-intervino Yuki de nuevo-¿por qué los seguimos? No veo que hagan nada fuera de lo normal.

-¡Exacto!-le contestaron a la par de nuevo.

Y es que últimamente, esos dos, pasaban tiempo de más juntos. Tiempo que parecía volverse una costumbre, un algo normal.

 Sin contar el hecho de que jamás de los jamases los habían dejado plantados para regresar a casa. La regla era siempre, Toko chan con Tsukumo y Shusei con Hotsuma, no más ni tampoco menos, era una regla que no podía cambiar, ni mucho menos mezclarse.

Yuki suspiró, escondiéndose con sus amigos, siguiendo al resto de ellos, sin entender ni una maldita cosa.

+++

Escogimos la zona comercial para perdernos un poco de las miradas de nuestros compañeros de clase, si parecía que íbamos a comprar otras cosas, llegar a la farmacia sin levantar sospechas era más fácil.

A pesar de eso, tenía la sensación en la nunca de que alguien nos seguía.

-¿pasa algo, Usui kun?- me preguntó Toko chan cuando giré el rostro por tercera vez, mirando a nuestras espaldas.

-No, nada… ¡Vamos Toko chan! Ya casi llegamos.

+++

-¡waaa!

-Diablos…

Los tres espías se escondieron debajo de un puesto de calamares. Era la tercera vez que Shusei volteaba hacía atrás y casi los descubría.

-¿estamos muy cerca?-preguntó Tsukumo temiendo que estuvieran siendo completamente indiscretos.

-No-dijo Hotsuma- lo que pasa es que mi Shusei es muy listo.

-Más bien tú eres muy tonto-dijo Yuki, ganándose una mirada furibunda.

-como sea- Tsukumo se puso de pie- debemos ser más cuidadosos.

-Sí- Yuki se incorporó, ahora, entusiasmado con la persecución-miren, entraron a esa farmacia de allá.

-¿Farmacia?- Hotsuma quiso ponerse de pie tan rápido que se golpeó con la mesa,  provocando que un par de clamares le cayeran encima-¡WAAA!

-¡¿Mocoso, qué haces?!-gritó el hombre que atendía, blandiendo un cuchillo muy grande-¡me vas a pagar eso!

Hotsuma lo miró frotándose la cabeza. Tsukumo y Yuki miraban la escena con cierta zozobra.

-¡Ni hablar!-Dijo el rubio, poniéndose de pie de una vez y blandiendo ambos calamares con sus manos-es su culpa por ponerlos en la orilla.

-¡¿y yo que iba a saber que un niño estúpido y sus amiguitos jugaran a las escondidas debajo de mi puesto?!

-¡Solo es un poco de tierra!-dijo Hotsuma sin hacer caso a los gestos de sus amigos que le pedían detenerse-¡Aún se pueden comer!

-¡Y te los comerás tú, después de que me pagues!-gritó el hombre.

-¡Ya le dije que no!

Acto seguido y ante la mirada estupefacta de sus amigos le aventó al hombre los pobres calamares y echó a correr.

-¡Corran, idiotas!-les gritó.

+++

-Gracias por su compra.

Salimos de la farmacia y casi nos atropella un hombre que corría blandiendo un cuchillo gritando algo parecido a “mocosos del demonio”

-¿qué habrá pasado?-dijo Toko chan siguiendo al hombre con la mirada.

Me encogí de hombros y le sonreí para cambiar de tema.

-¿No fue tan difícil, verdad?

-Nop- Toko chan me devolvió la sonrisa.

-bueno, ¿quieres comer algo?

-sí ¿por qué no?

Me eché al hombro la bolsa con el “material de nuestra practica” y caminamos en dirección contraria a la del hombre del cuchillo.

++++

“puff, puff”

-¿lo perdimos?-Yuki se llevó la mano al pecho intentando calmar su corazón, que latía tanto por la carrera como por la adrenalina.

-Espero-dijo Tsukumo- pero no podemos andar por aquí, así como así-luego se volteó a ver al culpable de todo y le lanzó una mirada de reproche-ahora por tu culpa los hemos perdido.

-No me digas nada.

-no lo estoy haciendo.

-¡Tú mirada lo dice todo!

-¡Los encontré mocosos!

-… ¡AHHHH!

++++

-¿crees que me pregunte a donde fuimos?-dijo Toko chan, tomándome del brazo.

Ya estaba anocheciendo cuando terminamos de comer, íbamos de regresó a nuestras casas, y estaba un poco preocupada porque Tsukumo la estaría esperando.

-tal vez, pero, tú dile lo mismo que le dijimos al de la farmacia, es solo un trabajo escolar.

-Sí… muchas gracias, Usui kun. Cuando tú estés en situación parecida te devolveré el favor.

-Jajaja Toko chan eso no va a pasar.

-quien sabe- me guiño un ojo. No acabe de entender.

Nos detuvimos en el cruce donde por lo general nos separábamos, ella iba a ir a su casa y yo  a la mía. Pensé en Hotsuma, él también, seguramente, me preguntaría donde estuve todo el día.

-Bueno- Toko chan me sonrió- te agradezco tanto Usui kun, de verdad.

-no tienes ni que decirlo, somos amigos ¿ne?

-Sí- esbozó una gran sonrisa, se puso de puntitas y me dio un beso en la mejilla- te quiero ami…

-¡¡¡¡¡¿¿¿Qué Diablos están haciendo???!!!!

Dos hombres con gabardina, sombrero y lentes oscuros salieron de quien sabe dónde y nos señalaban con su dedo índice, muy indignados…

+++

Para poder escapar del hombre de los calamares, nuestros espías terminaron vistiéndose como tales. Entraron a una tienda de disfraces y hasta bigote postizo compraron. De esa manera decidieron regresar a sus casas. Para su buena o mala suerte se encontraron con Shusei y Touko en el camino.

Decididos a reanudar su investigación se escondieron detrás de unos botes de basura. No entendían que pasaba y tampoco entendían de qué hablaban, pero sí que vieron un beso y escucharon un “te quiero”.

Como energúmenos Hotsuma y Tsukumo salieron de sus escondites.

-¿qui…quienes son ustedes?-dijo Touko, pegándose al brazo de Shusei

-Apártate de él-dijo uno de ellos.

-Más bien, apártate de ella-dijo el otro.

-¿eh? ¡¿Quiénes son?!- Usui frunció el ceño y se puso casi en guardia.

-Chicos, calma- de los botes de basura salió el espía que faltaba, se quitó el sombrero, los lentes y el bigote.

-¡¿Yuki?!

++++

No había que decir más, para adivinar quienes eran los otros dos. ¿Acaso nos estuvieron siguiendo? ¿Y con esos ridículos disfraces?

Toko chan frunció el ceño molesta, avanzó hasta ellos y les arrancó de un solo jalón los bigote a ambos.

-¡aaauuch!-gritaron los dos, llevándose las manos al rostro.

Enseguida volaron los sombreros.

-¡Tsukumo!-le reprimió Toko chan- ¡¿Qué es lo que estás haciendo tú?!

-Siguiéndote-dijo honestamente- y en todo caso quien me debe explicación eres tú.

-¿qué?

-Vamos a casa- Tsukumo la tomó de la muñeca y la llevó con él.

-¡Oye, ¿qué te pasa?!

-¡Oi…!-yo iba a ir detrás de ellos pero,  Hotsuma me impidió el paso.

-Tú a mí, también me debes explicaciones.

-¿qué? ¡No! ¡Quítate!

Pero yo, como Toko chan, fui arrastrado lejos, pero en dirección contraria.

+++

-¿…are?-Yuki miró como sus cuatro amigos se alejaban discutiendo -me dejaron solo… ¿qué diablos…?

Un auto se detuvo frente a él, el vidrio bajó lentamente hasta descubrir a un hombre joven que le sonrió amablemente.

-¡Hey, Yuki!

-¡Kanata san!

-¿Qué haces parado ahí? ¿Quieres que te lleve?

+++

+++++

-Tsukumo… ¡Tsukumo! ¡suel… suéltame!- Touko zafó su mano y enfrentó a su hermano en cuanto la puerta de su casa se cerró a sus espaldas-¡¿qué es lo que te pasa?!

-¡¿Qué es lo que te pasa a ti?!- le espetó el muchacho, completamente alterado, no era nadie que pareciera a su “yo” de siempre, ese Tsukumo calmado y ecuánime, ese que siempre mira las cosas con seriedad y da sus opiniones con calma. Ese Tsukumo estaba escondido en algún lugar, Touko veía frente a ella un hombre preocupado, enojado y a punto de gritar.

-Tsu…

-¿Porqué te fuiste con él?-dijo respirando hondo intentando calmarse-¿qué fueron a hacer?

-sólo fuimos por material de la escuela-dijo recordando la sugerencia de Shusei-tenemos una práctica…

-¡yo pude haberte acompañado! ¿Por qué no me dijiste?

-Pues por qué…

-Sí solo era un trabajo, ¿Por qué diablos lo besaste? ¿Por qué le dijiste que lo querías? – Aunque su tono de voz esta vez denotaba miedo, no bajaba la guardia, su enojo aún  era mayor- ¡¿eh?! ¡Dime! ¡¿Acaso ahora prefieres estar con él?! ¡Dímelo, Touko, dímelo! ¡¿Por qué te fuiste hoy con él?!

-¡Deja de gritar!

-¡no puedo! ¡No puedo, si, te veo con él, si lo besas! ¡No puedo dejar de gritar porque no lo entiendo!

-¡Es que…es que estoy embarazada!-Toko chan se tapo la boca en cuanto lo dijo y miró a Tsukumo que a su vez la miró a ella.

-¿eh?-fue lo único que salió de su boca.

+++

++++++

-Kana…Reiga sensei ¿qué hacía por aquí?

-Fui a dar una vuelta, antes de regresar a la escuela- Dijo dando vuelta al volante- Tengo un inventario que hacer.

-ya veo.

-ah, y Yuki, no tienes porque decirme Reiga, es  mi nombre ahora pero, para ti siempre seré Kanata san.

Yuki lo miró y asintió, sonriéndole. Desde que tenía memoria ese chico había estado a su lado, de una manera u otra. Ahora era el médico de la escuela a la que asistía, así que de nuevo era parte de su vida.

-¿seguro que quieres que te deje en la escuela?-preguntó Reiga deteniéndose frente al edificio.

-Sí, después de todo mi casa está cerca de aquí. Y no quiero desviarte, sensei.

-Pero puedo dejarte en tu casa, no es ningún problema para mí.

-ah no, no es necesario.

-¿por qué no? Antes podía.

-Es que…

Reiga miró al chico que sin quererlo se había sonrojado. Con un suspiro el médico abrió la puerta del auto y salió. Yuki lo imitó y pronto ambos se encontraron de pie en la acera frente al portón de la escuela.

-Gracias por traerme, Kananta san

-Yuki, es por él ¿cierto?

-¿eh?

-No quieres que te acompañe a tu casa, por él-Yuki frunció el ceño sin comprender del todo, a quién se refería- Luka sensei, por él, no es así.

Solo bastó que el nombre fuera mencionado para que Yuki se sonrojara completamente. El médico suspiró de nuevo.

-Yuki, deberías dejarlo, es tu profesor, es…

-ya lo sé, pero…

-Luka sensei no te conviene.

-¿y se puede saber por qué, Reiga sensei?

Reiga se dio la vuelta, detrás de él un hombre alto, delgado, de cabello negro, y muy apuesto lo miró con tranquilidad, una tranquilidad que en realidad mucho, o todo tenía de hostilidad.

-ah Luka sensei…

-Reiga sensei, ¿acaso está dudando de mi capacidad como mentor?

-Por supuesto que no, en eso, tengo que aceptar, aunque no lo quiera, es usted muy bueno. Y creo que para Yuki que usted sea también su profesor particular es una suerte.

-¿entonces a que se refiere?-el moreno ladeó el rostro de forma que pudo dar un rápido vistazo a Yuki que como manzana de la discordia intentaba pasar desapercibido.

Reiga sonrió al tiempo que caminaba hacia el interior del recinto, pasando de largo junto al profesor que lo siguió con la mirada, pero sin inmutarse.

-Son las materias lo que me preocupa, Luka sensei. Tengo el presentimiento de que sus lecciones exceden sus funciones como profesor.

Luka lo escuchó sin contestar directamente a aquella afrenta. Se limitó a mirar a Yuki que de nuevo estaba rojo como un tomate. Reiga sonreía creyéndose ganador de aquella pequeña e imperceptible pelea. Se equivocó.

-Por cierto, Reiga sensei-lo llamó-El director, Takashiro sensei, le estaba buscando.

El médico detuvo sus pasos en seco y se giró para mirar al profesor que seguía de espaldas, recto e inmutable.

-no me importa.

-debería, recuerde que él es su jefe. Mientras esté dentro de la escuela, no olvide sus funciones como médico de la misma.

-ver a ese bastardo cuando me llama no es parte de mis funciones.

-ah no, claro que no, mi error.  Es su obligación-contundente y claro, Luka se giró para mirarlo, un gesto que no tenía burla alguna, pero que  tampoco estaba exenta de malicia-que tenga una buena tarde, Reiga sensei… no se preocupe en corresponder mi deseo, estoy seguro de que yo sí, tendré una buena tarde- tomó el hombro de su pupilo y lo apretó suavemente- Es hora de irnos, Yuki.

Reiga lo miró alejarse, y tomó nota mental: Nunca de los nuncas le des la espalda a ese bastardo. “Por que definitivamente, Luka sensei eres un bastardo….”

-pero aun estás es segundo lugar- murmuró.

+++

+++++

Fui arrastrado por la calle hasta la casa de Hotsuma, no me dirigió la palabra, ni siquiera una mirada. Abrió la puerta de su casa, me hizo entrar en ella y la cerro tras de sí apoyándose en ella. Jadeaba por la carrera pero parecía que en realidad intentaba calmar algo más que su respiración.

-Hotsu…

-¿por qué?

-¿eh?

-¿sales con Toko chan?

Lo miré sorprendido, cuando dijo eso levantó la vista, su mirada era una mezcla de furia y llanto contenido.

-¡Contéstame! –gritó.

-Yo…no… no salgo con ella.

-¿entonces, por qué?

-¿por qué, qué?

Hotsuma suspiró y tomo aire, lo note de inmediato, el cambio en el ambiente, como si de pronto en aire se hubiese calentado.

-¡No te hagas el inocente, carajo! ¡Dímelo!-dio un paso al frente y me tomó de las solapas del saco.

-¡Maldita sea, no grites!

-¡¿Y porque diablos no voy a hacerlo, estoy furioso?! ¡Además no hay nadie en la maldita casa, y tú de aquí no vas a salir hasta que me expliques todo!

-¡Suéltame!- di un manotazo, soltó  las solapas de mi saco pero me siguió por el corredor hasta la sala, ahí me di la vuelta y con los brazos en jarras lo miré molesto yo también-¿Qué te explique, qué, Hotsuma?

-¡demonios, Shusei, deja de jugar conmigo!

-¡No juego contigo!

-¡Claro que sí! Ayer, ayer estábamos bien ¿o no? Todo estaba fluyendo de maravilla, ¡incluso nos besamos!- furioso se quitó el saco de la escuela y lo aventó al piso-¡Entonces, ¿Por qué, diablos, te fuiste con Toko chan, eh, por qué te besó y te dijo “te quiero” tan campante?! ¡Yo ni siquiera puedo decírtelo, porque de inmediato me cambias el tema…! ¡Dime qué demonios pasa!

-Hotsuma, cálmate.

-¡No, aunque quiera no puedo!-esta  vez me tomó de los hombros y me sacudió-¡¿Qué no te das cuenta?!  ¡Me estoy  muriendo de celos, maldita sea! ¡Sí no me lo dices, sí no lo haces…!

-¿qué?

Hotsuma me miró, algo dentro de él estaba completamente desbordándose, podía sentir su corazón herido a través del iris de sus ojos, la impotencia y la desesperación en la punta de sus dedos que se aferraban a mí con fuerza. No me contestó, porque no tenía respuesta, tal vez ese dolor que me estaba mostrando era todo lo que podía decir.

Levanté mis manos y rodeé sus muñecas.

-Cálmate-le dije intentando suavizar mi voz - es solo un malentendido.

-¡¿cómo va a ser un mal entendido?!-soltó al tiempo que se apartaba de mi y caminaba de un lado a otro en la alfombra de su sala-¡Yo lo vi, yo lo escuche! ¡No me puedes decir que no pasó! ¡NO puedes!

-Fue un beso en la mejilla, Hotsuma, y un “te quiero” de amigos. Eso fue todo.

-¡mientes!

-¡¿Por qué te mentiría?!

-¡No lo sé, pero lo haces! ¡Nunca te habías ido con ella a solas, nunca! ¡Siempre conmigo! ¿Por qué ahora…?

-¡diablos, Hotsuma! ¿Acaso eres un niño?

-¡Eso fue una maldita cita! ¡No me lo puedes negar!

-¡No lo fue! ¡Solo acompañe a Toko chan a comprar algo que necesitaba!

-¿qué?

-No puedo decírtelo.

Hotsuma frunció el ceño y golpeó el respaldo de un sillón. Furioso regresó al pasillo donde dejamos los zapatos. Suspiré por un momento, nunca lo había visto tan enfadado. Tenía que encontrar la forma de explicarle las cosas, tal vez Toko chan tendría que perdonarme, porque no veía otra salida más que contarle la verdad a Hotsuma.

Al poco rato regresó, blandiendo entre sus dedos  la caja con la prueba de embarazo de Toko chan. Con las prisas, terminé por llevarme yo la bolsa.

-¿por esto?-me dijo aun más enojado-¿la embarazaste, no es así?

-¡¿Qué?! ¡Estás loco! ¡Claro que no!

-¿Cómo que no? ¿No es esto de Toko chan?

-Sí, pero…

-¿Por qué diablos me mientes?-soltó la caja y de nuevo me tomo de las solapas del saco-¿lo hiciste no? ¡Tú y ella no solo salen, también tienen sexo!

-¡Idiota!-lo empuje con tal fuerza que yo también termine cayéndome-¡¿cómo puedes decir tantas estupideces juntas?!-le grité sentado en la alfombra, en ese punto quería llorar, ¿es que en todo ese tiempo él no me conocía nada?

Hotsuma suspiró, también estaba sentado en el piso, la caja de la prueba estaba a centímetros de su mano, la miraba fijamente. Después llevó sus manos a su rostro.

-perdóname-dijo-estoy celoso, muy celoso, siento como sí, me quemará por dentro…- su voz se ahogó en su garganta.

-Idiota-repetí, sin poder ya, contener mis lágrimas-Toko chan me pidió ayuda, ¿Qué se supone que debe hacer un amigo en un caso así? Me hizo prometer que no diría nada. Pero… yo no quería tener problemas contigo, no cuando todo iba tan bien…

Hotsuma levantó el rostro, y fue lo último que vi, las lágrimas me impedían ver y cerré los ojos. Una mano tibia se posó en mi mejilla, la limpió y luego suavemente se retiró para  dar paso a un abrazo.

-lo siento, Shusei-murmuró a mi oído-lo siento.

Negué y me abracé a su espalda, llorando en silencio, mojando su camisa.

-¿no sales con ella?-insistió y yo negué- ¿la quieres solo como amiga?-asentí-¿solo es eso?-asentí de nuevo-¿no me odias por ser tan idiota?-negué-¿aun me quieres?

-sí-dije-sí.

Hotsuma levantó mi rostro y me besó cálidamente. De nuevo sus labios en los míos se movieron suavemente abriendo mi boca, dejando que su lengua y la mía se conocieran e intercambiaran caricias. Lentamente y sin que me diera cuenta, me recostó en la alfombra, dejando caer un poco de su peso en mí. Sus labios abandonaron los míos, pero no se detuvieron, trazaron un camino húmedo por mi cuello, sus dedos agiles desabrocharon los botones de mi camisa, alargando por mi pecho  el recorrido de sus besos.

-Hotsuma-suspiré y él mordió ligeramente mi hombro.

-te quiero-me dijo al oído-no tienes idea cuanto.

Sus manos se deslizaron por mis costados, desfajando la camisa, desabrochando el  cinturón, bajando la cremallera. Yo no podía hablar,  sentía sus caricias como pequeñas corrientes eléctricas que erizaban mi piel y nulificaban mi pensamiento. Mi vocabulario se redujo a sonidos incongruentes que nacían de mi garganta.

Sentí el calor de sus manos apretar en mi trasero, su entrepierna, chocando con la mía detrás de la tela, ambos estábamos excitados.

-Hotsu…

-¿mmm?- me miró y mi corazón dio un brinco, de nuevo mi mente se quedó en blanco.  Lamió mi cuello y atrapó con sus dientes el lóbulo de mi oreja- Shusei, te quiero, nunca te alejes de mí, por nada ni por nadie. Prométeme que siempre estarás a mi lado.

-Te… lo prometo-dije aferrándome a su espalda- yo tampoco quiero alejarme de ti.

Me sonrió y me besó de nuevo con esa calidez propia de él, pero con ternura, sellando así, nuestra promesa.

-¡Ya llegué!-escuchamos el cerrojo de la puerta y la voz de su madre desde el pasillo.

Ambos dimos un brinco, y casi no levantamos de un salto.

-¡Ah Usui kun está aquí!-exclamó su madre, que evidentemente había visto mis zapatos en la entrada, mientras se quitaba los suyos.

En tanto yo intentaba acomodar mis ropas, y Hotsuma hábilmente escondió la prueba de embarazo en su espalda debajo de su ropa. Justo entonces su madre apareció en la sala con varias bolsas de compra.

-¡¿qué haces ahí parado?!-le dijo-¡Ven a ayudar a tu madre!

-¡AAArrgg ¿qué formas de pedir las cosas son esas?!-le espetó Hotsuma mirándola con el ceño fruncido.

-¿acaso crees que te estoy pidiendo un favor? ¡Es una orden!

-¡entonces no esperes que te ayude por mi cuenta, vieja!

Su madre frunció el ceño y como  profesional de béisbol le lanzó una se su bolsas que aterrizó en el estomago de Hostuma derribándolo.

-Te faltan como cien años, para derrotar a tu madre-sonrió la mujer, mientras Hotsuma  se levantaba y murmuraba quien sabe que cosas-lleva eso a la cocina.

-¡casi matas a tu hijo, loca!- le dijo Hotusma mientras pasaba a su lado para dejar la bolsa en la cocina.

-claro que no, conozco tus limites- después me miró y me sonrió cálidamente-Usui kun, lamento el espectáculo, que pena, ya hasta has de estar acostumbrado ¿ne?

Sonreí nervioso.

-ah, ¿estás bien?

-¿eh?

-tú rostro está rojo.

Me tensé y pude ver a Hotsuma que ya volvía, tensarse también.

-ah…yo… un poco…. Mal… quizás…-balbuceé-yo… ah me voy a casa.

-ah claro-dijo ella asintiendo-nadie mejor que tu mamá para cuidarte. ¡Qué suerte tiene ella de tener un hijo como tú!

Sonreí de nuevo, me incline a modo  de despedida, la esquive y me dirigí a la entrada.

-Lávate las manos para que me ayudes a hacer la comida-escuche que le  ordenaba a Hotsuma.

-¡¿qué?! ¡¿Aun no la haces?! ¿Pues qué diablos hiciste todo el día?... ¡Auch!

Sonreí, creo que en el fondo ambos se llevan muy bien. Aunque ninguno de los dos lo admita, deben divertirse mucho. Termine de abrocharme los zapatos, me puse la mochila y tomé la bolsa de plástico, estaba a punto de salir cuando Hotsuma me llamó.

-lamento que llegara-dijo refiriéndose a su mamá.

-ah no, no importa-dije sintiéndome de pronto nervioso. Algo ya había cambiado, algo en lo que ya no podía ni quería dar marcha atrás.

-Shusei-Hotsuma se acercó y tomó mi mano libre- ahora somos novios ¿verdad?

Me sonroje de nuevo, ya lo sabía, era eso. Asentí, avergonzado, pero él, él sonrió de oreja a oreja como si aquel simple movimiento de cabeza fuera la cosa más bella del mundo.

-entonces-dijo- te veo mañana.

Me dio un pequeño y rápido beso, antes de que yo saliera. Mientras me dirigía a mi casa, sentí mis piernas débiles, y mis manos temblorosas, estaba feliz, tanto que mi cuerpo se estremecía inquieto.

Antes de entrar a mi casa, giré el rostro para mirar la puerta de la de Hotsuma. Algo había cambiado, era muy simple: Se acabó el “amigos” entre nosotros.

+++++++++++++++++++++++++++

Mini, mini extra.

-Oye Hotsu

-¿Qué quieres vieja? Ya estoy cortando tus malditas zanahorias…¡auch! ¡deja de pegarme con la maldita cuchara!

-cállate. ¿Y dime porque el saco de la escuela huele a calamar?

-…

Notas finales:

Wola! Espero que les haya gustado y disculpen la tardanza.

Como se dieron cuenta, el misterio del embarazo aún no se resuelve (ahora Hotsuma  tiene la prueba, vaya lio!) y a penas he dado un ligera introducción a Luka sensei, Yuki y Reiga, ah si también Takashiro :3

Tal vez la mamá de Hotsuma es algo violenta jaja pera me encanta...

Bien, no se pierdan la continuación, un poco de todos de nuevo!!!

Opiniones, reclamos, felicitaciones XP ya lo saben en un review!!

hasta la proxima!!

                                                     continuará...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).