Bennic había sido el comandante del ejército incluso antes de que Cador naciera, había visto a Nikel cambiarle los pañales, el mismo le había enseñado a luchar, el estuvo presente el día de su coronación, por lo que Bennic tenía el suficiente derecho de jalarle la oreja cuando el creyera conveniente.
Lo había hecho aquella vez cuando en la noche de su coronación tuvo que ir a buscarlo a una cantina nada merecedora de un rey, aquella otra vez que el idiota dio alojo a una bola de duendes que destrozaron todo el castillo y como olvidar la vez que gasto una importante suma de dinero de las arcas en comprar docenas de flores porque una de sus sobrinas lo había pedido para su cumpleaños.
Y mientras luchaba contra el consejo que clamaba por quemar a los humanos que se encontraban cada vez más cerca e igual intentaba controlar a soldados humanos que cada vez estaban menos convencidos de que su rey estaba sano y salvo, en verdad deseo tener cerca a Cador para arrancarle la oreja.
El deseo aumento cuando un guardia hiperventilado le informo que el invitado de Cador había dejado inconsciente a la mitad de los guardias en el castillo y un campo de fuerza ahora impedía el paso.
Alex abrió lentamente los ojos al ver como la habitación quedaba totalmente en silencio. Mas el corazón le dio un vuelco al ver tal imagen frente a él.
Los pies de Cador colgaban en el aire, mientras que sus manos luchaban con la delicada mano que se cernía cobre su cuello. Era sobrenatural ver tal cuerpo varonil y macizo siendo alzado por el grácil doncel. Alexander se quiso levantar, pero fue detenido por la mano de su padre que de un empujón lo devolvió a la cama.
La vista le fue tapada por el cuerpo de su padre, que desesperado no sabía en dónde poner los ojos, lo único que sabía Cristopher era que quería sacar de ahí cuanto antes a su hijo, al parecer ese encapuchado resulto si tener un segundo plan, y lo sentía por Alexander, pero de ser necesario tomaría a su hijo y huiría de ahí sin ver atrás.
-será mejor que te tranquilices Cador- Maureen dio un rápido vistazo al cuerpo levitante- tu hermano no está muerto- con algo de fuerza soltó el cuello del hombre haciendo que retrocediera unos pasos.
-esa maldita daga clavada en su pecho me dice otra cosa- algunas pequeñas flamas salieron de la boca del dragón- tienes cinco segundos para explicarte Maureen, eso si no quieres que te carbonice-
-no creo que quieras hacer eso con tu hijo y amante aquí- Maureen dejo escapar una pequeña risita que solo hizo erizar de enojo a Cador- sé que estaban hablando de todo lo que ha ocurrido en los últimos años, como también se que tienen muchas cuestiones, sobre todo con André-
-¿Quién eres? ¿Qué intenciones tienes?- se atrevió a hablar Cristopher sin separarse de Alexander.
-no tengo ninguna intención en específico rey Cristopher, bueno al menos no una que le afecte, ya se lo había dicho, yo solo quiero ayudar- Maureen dio la vuelta mostrando su delgada espalda llena de sangre, se acerco hasta el cuerpo de Mikel y como si su peso fuera igual que una pluma lo empujo hasta en medio de la habitación, hasta dejarlo a solo unos centímetros de Cador.
Cador consternado veía que si no fuera por la daga en el pecho se podría pensar que su hermano estuviera tomando una siesta. No había ni un rastro de sangre alrededor del arma blanca, e incluso la respiración era tranquila.
Alexander obligo a sus débiles piernas a avanzar sobre la cama, queriendo alcanzar la mano de su prometido, pero siendo nuevamente detenido por su padre.
-le reitero Cristopher, no vine a hacerles alguna clase de daño- menciono Maureen al ver los desesperados intentos del rey por cubrir el cuerpo de su hijo.
-no eres muy convincente junto al cuerpo de ese doncel-
-es mi hermano- aclaro Cador sin dejar de apretar los puños, si fueran otras circunstancias ya habría dejado salir sus flamas que en este momento picaban en su garganta, pero el cuerpo de su hermano, mas su amante y el padre de este le dejaban con las manos cruzadas. Quería actuar rápido, pero el más que nadie sabía lo poderoso que era Maureen, debía medir cada uno de sus movimientos.
-se llama Mikel, actual madre de la manada de dragones, hermano menor de Cador, el actual rey de los dragones- Maureen camino unos pasos, casi arrastrando los pies, hacia la cama donde se encontraba Alexander, de reojo el peliblanco pudo notar como el cuerpo del dragón se tensaba aun mas si era posible- los dragones se casan entre hermanos, no se si lo sabias querido- sonrió ante la expresión de desconcierto de padre e hijo- oh no, pero no se preocupen Cador fue el que rompió una tradición milenaria-
Alexander se mordió el labio al ver ese doncel hablar de Cador, como si conociera hasta lo parte mas pequeña y profunda, aunque por como se comportaba su prometido puede que, si fuera así, los celos le quemaron el pecho.
-será mejor vayas al grano Maureen-
-tranquilo cariño, solo estoy poniendo en contexto a tus invitados- Maureen giro su cabeza en dirección a Mikel- necesito que sepan esta información para que entiendan todo, ya que la respuesta a todo este enredo está aquí, lo que van a oír tal vez les enoje pero no hablen hasta que termine- sin darles tiempo de cuestionar continuo hablando, la mirada azul perdida en un lugar muy lejano- hace dieciséis años el carruaje real de Creta intentaba cruzar el camino al norte cuando una avalancha de nieve ocasionada por la caída de un árbol.
“En el carruaje viajaba el consorte del rey Cristopher, André, que dejo atrás su bebé Alexander para asistir al funeral de un familiar del que ni siquiera recordaba la cara, al mismo tiempo, Cador, heredero a la manada de dragones salió a volar con su padre para escapar de los regaños de su papi Nikel, cuando encontró el carruaje real, a pesar de las negaciones de su padre intento ayudar al único sobreviviente, cayendo irremediablemente enamorado de André”.
Cristopher alzo una ceja mirando a Cador. Mientras que Alexander no despegaba los ojos del doncel que siguió hablando luego de una pausa.
-La manada de dragones vuela cada invierno para tener a sus crías en su lugar de origen, ya había llegado el tiempo, sin embargo, Cador se quedó atrás para cuidar a la persona que amaba y que sabia debía dejar de partir una vez terminara el tiempo-
-pero el nunca regreso- interrumpió Cristopher apretando los dientes, su cara adquirió un tono rojo ante la ira acumulada. Cador quería adelantarse a hablar, pero fue detenido por Maureen.
-le pido rey Cristopher guarde silencio, entenderá toda una vez terminemos- el tono de Maureen era el mismo que usaban los adultos para explicarles a los niños que no había nada debajo de sus camas- faltaban solo algunos días para el termino del invierno y Cador sabia debía llevar a André de vuelta a su casa. Pero antes de que pudiera ponerlo a salvo fueron descubiertos por la madre de la manada, que intento matar a André, logrando este escapar gracias a la ayuda de Cador-
Cador en medio de todas las emociones que se le acumulaban en el pecho dio las gracias internamente por no mencionar el beso. Pero podía sentir la mirada de Alexander atravesarle.
-en medio de todo ese alboroto fue que sucedió- las palabras del doncel se volvieron quebradizas, más su rostro nunca perdió la serenidad- André perdió la vida- la mirada azul se centro en los ojos de Cador que sorprendido podía augurar tristeza en pozos azules del doncel- pero no es como tú crees Cador, no murió perdido en la nieve como te hicieron creer, había otra persona buscando a André contigo y esa persona es la culpable- el dragón abrió los ojos al máximo empezando a negar, observando al cuerpo flotante- ¿se te hace difícil creerlo Cador? Tu sabes lo obsesionado que esta Mikel contigo, siempre lo ha estado ¿en verdad crees que Mikel desperdiciaría la oportunidad de deshacerse del obstáculo que te arrebataría de sus brazos? Yo se que en los mas profundo de tu ser lo sabes, el corazón de Mikel fue obscurecido por tu papi, lo siento Cador pero fue tu propio hermano quien incinero a André sabiendo cuanto los amabas-
Cador quedo mudo ante tal declaración, hace años que se había dado cuenta de la locura que poco a poco crecía en su hermano, por un momento sintió que sus piernas se volvieron de arcilla suave, incapaces de sostenerlo, pudo escuchar claramente la fuerte exhalación de Cristopher junto un pequeño sollozo de Alexander. A pesar de esto Maureen no tuvo piedad y continúo hablando.
-Mikel no tuvo reparos en quemar a André, a pesar de las suplicas de este, incluso no tuvo el reparo en dejar su cuerpo tirado en la nieve para que se perdiera para siempre, la tumba a la que siempre has visitado está vacía- Maureen dio un paso más hasta casi tocar la cama- yo fui quien le llevo el cuerpo de André aquella noche rey Cristopher-
Ante aquella declaración Alexander giro violentamente el cuello, hasta pudo sentir un pequeño crujido. Su padre se mantenía firme en su lugar, pero el dolor había reemplazado a la ira y hacía que su labio temblara, en silencio estrujo esa gran mano que siempre le sostuvo.
-¿se acuerda rey Cristopher? Lo que le dije aquella noche- el doncel sabiendo que todos estaban demasiado concentrados en procesar lo que estaba pasando, se tomo la libertad de tomar asiento en la cama, al pie del pequeño doncel que se parecía tanto a su André.
-claro que me acuerdo, nunca podría olvidar nada de ese día aunque quisiera- Cristopher no miraba a nadie en particular- “vengar a André solo traería más muertes, espera rey y yo mismo te traeré al asesino y detendré esta guerra” jamás he entendido porque le hice caso a un extraño, tal vez solo estaba demasiado dolido para pensar bien- el rubio hombre camino hasta el cuerpo que seguía inerte en el aire, el causante del dolor más grande en toda su vida, sus ojos recorrieron el pequeño cuerpo, era tan solo un muchachito-¿Por qué hacer todo esto? Me dices que solo quieres ayudar, pero nadie ayuda sin esperar nada a cambio-
La mano de Maureen retrocedió a tan solo unos centímetros de tocar la pierna de Alexander, como si hubiera olvidado todas las revelaciones de hace solo unos segundos y la seriedad que había mantenido, el doncel se levanto de un brinco con mucha energía, una suave sonrisa en el rostro.
-ayude porque ese es mi trabajo Cristopher- rodeo con ambas manos el rostro de Mikel, acercándose muy lentamente le dio un beso en los labios- mi nombre en realidad es Maureen, soy el demonio del tiempo y dimensiones- el cuerpo comenzó a temblar, dejando salir quejidos de dolor, Maureen se alejo del rostro para tomar la punta de la daga y tirar de ella- y también soy la madre de André-.
Un grito ensordecedor retumbo por todo el castillo.