-¿Que necesita uno en este pueblo para ser expulsado?- Seung Hyun caminaba en busca de la casa de los Dong a la cual lo habían enviado a pedir disculpas personalmente.
Cuando la encontró, entró y el padre de Bae lo esperaba sentado en la puerta.
-¿Por qué golpeaste a mi hijo?-
-Se ve fuerte, no era mi intención lastimarlo yo solo…-
-¿Te arrepientes?-
-Sí, mucho- Clavó la mirada en sus zapatos esperando un gran regaño.
-Entonces olvidemos el asunto- El señor se puso de pie y le pasó la mano por encima de los hombros.- Vamos entra, la mesa está servida-
Seung Hyun no sabía cómo reaccionar, él se esperaba un regaño enorme, quizá hasta un par de golpes de parte del padre de Bae pero en lugar de eso lo invitaba a compartir la mesa con ellos.
Sonrió tímidamente y entraron al comedor la familia era pequeña solo los padres, Bae y su hermano.
-Que peculiar cabello tienes muchacho- La madre le ofreció un tazón de arroz y le indicó que se sentara junto a ella.
Todos empezaron a comer pero el solo estaba quieto mirando la mesa.
-Anda, ya come- Bae agitó sus palillos frente a sus ojos.
La comida no sabía a nada que él hubiera probado antes, esta tenía un sabor hogareño comió hasta que se lleno e incluso le empacaron un poco de comida para el siguiente día.
-Ve con cuidado, está oscuro- Bae le dio una linterna y lo despidió con una sonrisa.
Camino apresurado por las calles oscuras acompañado de los sonidos habituales del campo.
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-Solo nos queda un papel para la obra de fin de curso- Ji jugueteaba con el gis frente al pizarrón- Veamos ¿Quien podría tomar el papel de la sirvienta? - Se giro para ver a sus compañeros y justo en ese momento el peli azul entró al salón.
-Tarde de nuevo- Susurró Bae.
-Bien, será tuyo Seung Hyun- El rubio anotó su nombre junto a la palabra sirvienta.
-¿Que es mío?-
-El papel de la sirvienta en la obra que presentaremos a fin curso, nos hacía falta una sirvienta y ahora eres tu-
-¿Estás loco? ¿Qué pasa si no quiero?-
-No te gradúas- Dejo el gis en la orilla del pizarrón, sacudió sus manos y tomó unos folders del escritorio- Así de fácil- Empezó a repartir los libretos a cada uno.
Cuando llegó el turno de Seung este tomo el libreto y lo empezó a hojear- Obra de teatro- Chasqueo la lengua y arrojó el folder al piso – Esto se tiene que acabar-
Salió del salón y subió a la azotea en busca de señal de celular, marco a Seúl y empezó a caminar de un lado a otro cual león enjaulado- ¡Contesta!-
-¿Seung Hyun? ¿Dónde te has metido?- Nunca le había dado tanto gusto escuchar la voz de Dong Wook.
-Tengo problemas, necesito que me envíes dinero-
-Pero…-
-Te mandare la dirección por mensaje- Colgó y sonrió ampliamente esta vez sí se iba a librar de todo ese lio.
A la mañana siguiente Seung ni se molestó en entrar al salón, se sentó bajo un gran árbol a la orilla del patio principal de la escuela mirando hacia la carretera.
-¿Que hace ahí afuera? Parece como si esperara a alguien – Bae estaba de pie junto a la ventana hablando con Ji Yong.
-No importa, vamos a sentarnos- El rubio corrió la cortina y se fue a su lugar.
El profesor entró, saludo y comenzó a notar en el pizarrón en silencio.
El sonido del motor de un auto llamó la atención de los chicos, pero ninguno se atrevió a moverse ni un milímetro.
-¡Hey, chicos!- La chica pelirroja que se había ofrecido antes a ayudar a Seung Hyun entró agitada al salón.
-Bom ¿Por qué el alboroto?- El profesor estaba a punto de lanzarle el borrador por su falta.
-¡Un chico igual de guapo que Seung Hyun ha venido en un automóvil increíble!- Agitó los brazos y corrió a la ventana.
Sus compañeros la siguieron y se aglomeraron en la ventana.
-Pensé que no venias Dong- Seung chocó la mano con el conductor de un imponerte auto convertible y saltó en el interior.
-¡Los hermanos Choi!, están de vuelta- Subió el volumen del estéreo y arrancó a toda velocidad levantando el polvo del patio.
-¿Vieron el auto?- Bom aplaudió emocionada.
-¡Vuelvan a sus lugares!- El profesor golpeó un par de veces el pizarrón para apresurarlos.
Seung Hyun y Dong Wook recorrieron el pueblo toda la mañana en busca de un lugar decente para tomar algo y cuando por fin encontraron un bar ya pasadas de las 5 de la tarde se decepcionaron al saber que solo les ofrecían licor casero de algunas frutas.
-Dime amigo ¿Por qué estás en este mugriento pueblo?- Dong Wook le dio un sorbo a su vaso y arrugó la nariz.
-Digamos que el viejo me está jugando bromas aun después de muerto- Sacó su ultimo cigarrillo de su bolsa y lo encendió.- ¿Trajiste el dinero que te pedí?-
-¡Aquí esta!- Le dio unos billetes enredados con una liga.- Pero si lo quieres para vivir en este lugar es demasiado- Soltó una risa burlona y se levantó- Me iré antes de que me arrastres contigo a una vida campirana- Le arrojó otra cajetilla de cigarros y salió de ahí.
Subió a su auto e intento encenderlo, pero no tenia combustible- ¡Maldición!- golpeo el volante.
-¿Cuántas veces te he de decir que el tanque no se llena por si solo?- Seung lo miro divertido mientras caminaba hacia él, se acerco a soltarle un leve golpe en la cabeza y sacó su celular para llamar a la gasolinera más cercana.
Llamó y saltó dentro del auto de su amigo – Esperemos- subió la capota del auto y se acomodó en el asiento.
Pasaron escasos 20 minutos para que la moto llegara.- ¡Llegó la gasolina!-
Escucharon una voz seguida de un claxon y bajaron la capota.
-¿¡Qué haces tú aquí!?- Seung señalo a Ji al verlo bajar de la moto con un chaleco de repartidor.
-¿Lo conoces?- Dong Wook lo miro fijamente mientras se quitaba el casco.
-¿Puede abrir el tanque?- Ji ignoro por completo al peli azul y bajo el galón.
Lleno el tanque del convertible y sacó una nota de su chaleco. – Son 35 con el envió incluido-
Dong Wook le dio unos billetes – Quédate con el cambio- Se dio media vuelta y volvió a preguntarle a Seung de donde lo conocía pero el otro solo le deseo buen viaje y empezó a caminar alejándose.