Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Aquel Extraño Pelirrojo. por haru_98

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Nya~~ ^^ como estan??? ^^ vine a traerles el siguiente cap, se q se los prometi un poco antes pero no pude actualizarlo =D esta vez si cumpli, y eso q tengo clases mañana a primera hora XD Pero bueee.. detalles ;D

Pregunta: ¿van a querrer el especial? ^^ digo, el siguiente cap es de axel (si, esta vez narra axel) pero junto a ese cap, el "cuarto" (lo digo asi xq no es el cuarto, repito, es un especial ¬¬) es un especial que no se centra en la pareja principal, explico, no es un akuroku, es un cap que se centra en Riku y Sora... lo q pasa es q esta historia es muy larga, y tiene muchas historias secundarias (o historias paralelas) que explican bastante de lo que sucede en la vida de Roxas y Axel, esas historias son como las de Riku y Sora, por darles un ejemplo, se podria tratar incluso un cap completo de Xion y seria un especial, la vida de ella, entonces habria algo que se relacione con la historia principal... Ya me entienden? ^^ Como es un fic tan extenso lo cree de esta manera para que se comprendiera. Si quieren en especial lo publico la semana que viene junto a el tercer cap. Les parece? ^^

Ah... no me maten .___. ya actualizo los demas fic's n.ñ de todos modos ya tengo escrito el siguiente cap de Una Vida Merecida ^^ que actualizo junto con el tercer cap de este fic... y los demas ya casi estan, asi q la proxima semana es para ponerse al dia, ahora si estan felices? ^^ Les dije que me recuperaria!! Que retomaria la escritura ^^ Gracias a todos, me ayudaron bastante a recuperarme... les dedico este cap del fic a todos los que me escribieron desde la epoca que pense en abandonar, y a todos los q suelen leerme, comenten o no ^^ Cuidense y muchisimas gracias ;D

Capítulo 2: El chico nuevo, ¿nuevo compañero o nuevo acosador?

La mañana más obstinante de la semana, ya iba siendo tres semanas desde que empecé a soñar con él, cada vez más seguido, cada vez con una escena nueva, diferentes escenarios, diferentes momentos. No tenía idea de que hacer, cada día trataba de dormir menos, pero no podía. Y no puedo ignorar que su esencia se mezclaba en momentos de mi niñez, donde él no debería aparecer, momentos donde incluso aparecía Ventus y solo debería aparecer mi hermano, nadie más.

Estoy realmente inquieto, al investigar lo único que pude encontrar fue la esquizofrenia, la única enfermedad que se asemeja a los síntomas que poseo, no puedo ser esquizofrénico… no puedo… ¡he vivido toda mi vida de manera normal! Además, si lo fuera no me hubiese dado cuenta de ello, ¿cierto? No tiene sentido.

Realmente… estoy nervioso.

-----

Desperté en una oscuridad realmente densa, todo adolorido, confuso, no recordaba los acontecimientos previos, y al intentar moverme me sorprendí al descubrir que estoy atado con cadenas, grilletes e incluso púas adheridas a las mismas, ¡¿qué demonios pasaba?! ¡¿Quién me tenía atado de esa manera?! Y, ¿por qué?

Intente liberarme con un ganchillo que encontré por el suelo pero estaba en muy mal estado, así que no pude logarlo, se rompió fue el ganchillo y no los grilletes. Escale las cadenas como pude intentando no lastimarme con las púas, pero mis acrobacias no funcionaron por culpa de las púas más pequeñas, las cuales no pude ver e hicieron que cayera en muy poco tiempo.

En ese momento lo noté, ¿yo no tenía una bala en el antebrazo?, no había dolor, nada, ni siquiera rastros. Me examine lo  más que pude y descubrí que no había heridas, el único dolor que sentía era por aquellos moretones, todos formando enormes hematomas, nada más, nada menos.

-          Axel, por fin despiertas – subí la mirada para descubrir una desagradable sorpresa. – Es hora de ajustar cuentas, mi querido amigo. – Saix, y esta vez no estaba solo. Xemnas estaba con él.

Lo siguiente que escuche fue un enorme estruendo, al mirar al causante me sorprendí en gran magnitud, escondí una sonrisa burlona e imperceptible, se estaba tardando.

-          Pensé que nunca llegarías. – el bufido que escuche del otro fue suficiente para enganchar mi sonrisa, no hubo rastros de molestia en ello, solo diversión, como si estuviésemos a salvo entre compañeros, solo los dos. Sin Xemnas ni Saix.

-          Y sin embargo aquí estoy. – me respondió sonriente, empezando a enfrentarse contra mis agresores, liberándome y ayudándome. Ni en un momento dude en que podía confiar en mi castaño amigo, lo que no espere, es que este no viniera solo. Y que su acompañante fuera ni más ni menos que aquel serio y frio peli plateado, Sephiroth.

-----

Primer día de clases, realmente me sentía desganado, hace un tiempo que sueño cosas extrañas sin parar, realmente ¿se detendría alguna vez? El frío helaba mis sentidos, estábamos iniciando el segundo lapso de clases, después de las vacaciones de diciembre, desde que empezamos las clases en octubre soñaba con él, quien me visitaba en todos mis sueños y conversaba conmigo, a veces solo hablábamos, otras nos encontraba riendo y jugando juntos, y estaban las veces donde soñaba con el incidente y aparecía él allí, dándome fuerzas para vivir, salvándome del suicidio.

 Había una cosa que no cuadraba en todo eso, lo mismo que me hizo pensar que tal vez soy esquizofrénico, pero pude aclararlo, fui a una revisión médica cuando eso más me atormento, el psiquiatra me explico que mis síntomas no eran de esquizofrenia, son un recuerdo reprimido que mi subconsciente se negaba a aceptar, desde entonces voy a su consulta, he mejorado. Aun así sigo pensando que el pelirrojo no es real, mi psiquiatra a pesar de todo no ha discutido eso conmigo, lo único que ha dicho es que hasta saber que función cumple él con mis recuerdos reprimidos, no puede afirmar su existencia.

Froto mis manos lo más que puedo, mi aliento es visible por causa del frío y mis guantes no ayudan demasiado. Sigo pensando ¿llegará el día en que comprenda mis sueños? Al acomodar mi bufanda con cuidado algo choca contra mi, tirándome al suelo, histérico me levanto a punto de gritar al causante pero termino sin palabras, es él de nuevo.

-          Maldición, ¿al menos podrías fijarte por donde caminas? – el chico sonriente se disculpa apenado, logrando sacarme una mirada de desaprobación que Sora ignoro para saltar hacia mí, abrazándome con euforia, como solo él podía ser. Sentí una mirada fija atrás mío, ligeramente incomoda. – ¿Riku? – pregunte intentando dar la vuelta con aquella mole de grasa encima sin intenciones de soltarme.

-          ¿Qué quieres? – En efecto, es él. Más que decírmelo su rostro y cabello albino inconfundibles, me lo dijo su “gran y cariñoso tacto” nótese el sarcasmo.

-          Burlarme de tú miseria, segundo lugar. – dije ególatra, la mirada de odio que me dirigió fue demasiada explicita, una advertencia. Sora me suelta enseguida agarrándole la muñeca al peli plateado y jalándolo lo más lejos posible de mí, evitando que nos matáramos de esa manera. – Par de idiotas. – susurre. Mi mirada se quedo por momentos en el camino que recorrieron ese extraño par, me preguntaba, ¿cuándo podría volver a sonreír junto a ellos disfrutando de cosas tan irrelevantes como esas?, ¿volver a jugar y ser feliz solo por eso, como un niño pequeño? Mi vida me lo impedía, mis sueños me lo impedían, Ventus me lo impedía.

Continué mi andar, directo al instituto, pensando tantas cosas que no sentía el correr del tiempo, sin darme cuenta me encontré a mi mismo enfrente de las puertas del instituto, aspire hondo, calmando mis nervios… desde hace tiempo que se me dificulta mucho ocultar mis sueños, mis problemas psicológicos, pero me esfuerzo en ocultarlo porque es algo que no le concierne a los demás, solo a mi y nadie más, por ello los demás no tienen ese derecho, solo yo, nadie mas que yo, ¡estoy harto de que se metan en mis asuntos!, Xion… solo ella, puede llegar a tener ese derecho, hasta entonces seguiré solo y así deseo estar. Camine impaciente, con la mirada fulminante que me caracterizaba, la arrogancia al limite, sin importar las opiniones ajenas, no tenia porque ocultarme más, soy libre, acosta de él… y no pienso desperdiciar su sacrificio, viviré por ambos, Ven.

Cada persona que me observaba caminar, cada persona que piensa conocer aquello que me inquieta, cada persona ególatra impasible por hacerme caer… se equivoca, porque nadie en este lugar sabe quien realmente soy.

Jamás me han gustado las clases, este lugar más que asemejarse a una institución se parece a una cárcel. Los profesores jamás fueron de mi agrado, siempre soporte todo por él, quien me regañaba al faltar, en un tiempo también recuerdo soportarlo por Sora y Riku, cuando solíamos jugar por horas, con aquella chica pelirroja de la cual no tengo recuerdos, quien nunca menciono por no entristecer al castaño. Todavía recuerdo aquella rivalidad con Riku que Sora y yo nos gastábamos, con el tiempo solo yo la mantuve, Sora en cambio se unió más a él, se volvieron inseparables, fue en aquella época que empecé a quedarme atrás, y no fue culpa mía ni de ellos, todo, absolutamente todo, es culpa de mi “familia”. Incluso lo de Ventus.

Los murmullos me sacaron de mi ensoñación, aleje mi vista de la ventana para voltear donde se encontraba el profesor, sin darme cuenta de su presencia hasta el momento. Justamente cuando el profesor hablo, dio aquella noticia, mi impresión me impidió respirar… destrozándome completamente por dentro. Un nuevo estudiante, que a cada segundo que pasaba lograba que los susurros a su persona aumentaran, el bullicio destrozaba mis sentidos, no escuchaba todo ese ruido, simplemente me desconcertaba sin notarlo, aquellos ojos… si pudiera describir mi reacción no sabría por donde empezar, mi sorpresa es tal que mis recuerdos están confusos, un puente entre mis sueños y la realidad, las lágrimas invertidas debajo de sus ojos, negras, forman un tatuaje realmente extraño y desconcertante… Pero si eso es raro su puntiagudo cabello pelirrojo lo es más, mis pensamientos derivaban, lo único que podía pensar es << ¿cómo es posible?, no, no es real, no podía estar pasando, ¡esto no es real!>> Y por más que tratara de engañarme, mi vista me lo demostraba, pero no pude evitarlo, debía estar confundiéndolo, si, eso es lo que pasaba, ese no es “aquel” pelirrojo, y si es así ¿Por qué no puedo creerme…? Ya no había sentido en todo esto.

A pesar del ruido, yo solo notaba el silencio, mis oídos no percibían el sonido por culpa de mi mente, mi vista se mantiene fija en él, viajando a lo más recóndito de mis sueños, eso… no podía ser real.

Sentía el aire pesado, mi respiración se cortaba a cada paso que le escucho avanzar, resonando en mis oídos aturdiéndome, ¿Por qué…? Mi mente no creía lo que mi vista percibía, ¿Por qué… él…? No, eso no podía estar pasando ¡¡Él no es REAL!! ¡No existe! ¡¿Por qué aparece en este lugar?! ¡¡Se supone que solo debo verlo en mis sueños!! Es mentira, él no es real, no podía serlo. Este, es otro sueño. Otro engaño a mi mente… Y ahora las cosas recobraban sentido.

-          Hey chico, ¿estás bien? – pregunto viéndome fijamente, analizando mis reacciones.

-          S-si… estoy bien – susurre por lo bajo, aturdido. Aun podía sentir mi seño fruncido, mis labios temblorosos y mis ojos abiertos en exceso, sin embargo allí estaba; obligándome a responder algo coherente, intentando pensar con claridad. ¿Por qué responder a algo inexistente? Simple, porque en el fondo sabia que esta vez, no es un sueño, a pesar de no poder aceptarlo.

Mi estomago se revolvía a cada segundo, aquella enorme contradicción, sentir la realidad más fuerte que nunca, mezclándose con la fantasía, aquellos sentimientos mezclados que se contradecían por completo haciéndome recapacitar “¿Realmente es real, o es otra alucinación? ¿Realmente es un engaño o debo aceptar su existencia? ¿Por qué no puedo creerme cada vez que lo niego, si siempre es lo mismo?” Estaba confuso, tanto que no note al alumnado observarnos curiosamente, ni note la alarma de salida, ni mi andar en los pasillos, solamente me di cuenta cuando la angustia y es estrés me domino tanto que empecé a correr hasta terminar lejos de todo sonido, en el patio trasero.

-          Mmm – me sobresalte alarmado, volteando hacia el origen del sonido – cálmate, ni que fuera un monstruo – dijo con una sonrisa ladina, haciéndome pensar “¿eso crees, estás seguro?” sin llegar a decirlo, no me encontraba de ánimos para eso - ¿Por qué huyes? – eso no lo esperaba, me sorprendí.

-          No es tú problema – espete con furia – dejen de meterse en mis asuntos.

-          Te equivocas, si es mi problema… porque soy tú amigo – mi mirada se engancho estrepitosamente, ¿él en serio…? No pude evitarlo, me sonroje un poco, ocultando mi mirada apenado. Riku jamás se comportaba así conmigo. – Roxas, ¿lo conoces? A aquel pelirrojo de ojos verdes – me pregunto el peli plateado, sobresaltándome.

-          Y-yo… n-no… – la mirada severa de Riku me advirtió no mentir, termine resignándome. Sin embargo no podía contarle, ¿Qué le diría? “¡Por supuesto! Es el chico de mis sueños, me salvo la vida, además ¿sabias que estoy tan loco como para terminar en un psiquiátrico? Por otra parte, el clima esta maravilloso el día de hoy ¿no crees?” para después sonreír despreocupado, no, yo no soy Sora. – Algo así – respondí evitando el tema, Riku me observo con la seriedad que le caracterizaba, comprendí que esta charla iba para rato, sabia que no me obligaría a contarle, pero tampoco me dejaría ir así como así. En ese momento, tuve la conversación más importante de mi vida, la que supe de inmediato que con el tiempo se volvería mi sustento, hasta terminar con simples trivialidades, volviendo a discutir, como siempre. Allí supe que no estaba solo, contaba con Riku.

Se nos hizo tarde, pero a diferencia de Riku yo si tenía clases. Lo próximo que supe es que me encontré solo en los pasillos, o eso creí. Ahí estaba aquel pelirrojo, observándome. Me sobresalte.

-          Roxas – ¿Cómo es que sabe mi nombre? Me pregunté, retrocediendo desconfiado. – No te irás – dijo a modo de orden, logrando que diera media vuelta e intentara irme lo más rápido posible. Sentí como estrujaba mis manos con fuerza, el golpe en mi espalda me desoriento, al darme cuenta estaba entre la espada y la pared, sin oportunidad de correr. Ni siquiera escuche sus pasos, fue muy rápido. – Roxas ¿cierto? – me sonrió con algo muy parecido a la burla, sarcasmo, o eso pensé. – soy Axel – dijo alegre, con un tono de voz confiado y burlón. Se acerco bastante a mí, hasta el punto de sentir su respiración. – es un gusto conocerte, chico. – me susurro lentamente en el oído, estremeciéndome para luego soltarme lentamente y decirme – Nos volveremos a ver. – y retirarse sonriente, dejándome desconcertado.

Al darme cuenta, los pasillos estaban vacíos otra vez, con todos los estudiantes dentro de sus aulas, ¿el chico pelirrojo? Desapareció sin darme cuenta, aprovechando mi confusión. Hubo una cosa que me mantuvo inmóvil durante mucho tiempo, sus últimas palabras;  “Roxas ¿cierto?, Soy Axel… Nos volveremos a ver.” Imposible. Una alucinación, pensé, no hay otra explicación, continúe, debo haberlo imaginado, así es, pero las marcas en mis muñecas me demostraban lo contrario.

No espere a la hora de salida, ni me moleste en volver al salón de clases, me retire de aquel asfixiante lugar lo más rápido posible. De camino a casa me lo encontré, allí empecé a alarmarme, ¿Por qué sigo alucinando? ¿O será que me ha estado siguiendo? Inquieto traté de evitarlo y continuar mi camino, pero me lo impidió.

-          ¿A dónde vas? – me pregunto con esa enorme sonrisa confiada.

-          No es tú problema. – repliqué, intentando alejarme de él lo más que pude pero insistía en pegarse a mí.

-          ¡Vamos Roxy! Tienes que decirme – dijo entre risas, con una voz insoportablemente melosa. Obstinándome a propósito.

-          No, quítate de encima ¿quieres? Me asfixias. – él abrió sus ojos lo más que pudo, “impresionado”, inmediatamente volviendo a sonreír lanzándose hacia mí en un abrazo que intente romper de inmediato, lo hacia a propósito, lo sabia.

-          Vamos Roxy… igual no irás sin mí… – mencionó feliz como si fuese lo más obvio del mundo, lo mire molesto queriendo decir “¿de donde coño sacas eso?”, pareció comprenderlo – De ahora en adelante no saldrás sin mi, en ningún momento – su insoportablemente enorme sonrisa podría dejar ciego hasta a los actores de cine, si a él no se le considerará como tal.

-          ¡Suéltame imbécil! Voy a donde se me pegue la gana cuando se me pegue la gana sin ti, ¡así que déjame en paz! – grité histérico, llamando la atención de las personas de alrededor, Axel parecía… dolido. Maldito farsante.

-          ¡No te molestes, Roxy! – fingiendo tristeza – ¿sabes qué? ¡te mostrare un lugar que te alegrará! – me sujeto con fuerza, jalándome en dirección contraria. Forceje lo más que pude, fue inútil.

Axel… aun me costaba creerlo, es real. Empecé a llevarme medianamente bien con él desde entonces, después de compartir unos helados, sal marina, mi preferido y me enteré que el de Axel también. Desde aquel día, no ha dejado de acosarme, hasta el punto de querer ahorcarlo; no me deja solo, vigila lo que como, cuanto duermo, todo lo que hago, con quien me junto, porque me junto con esas personas, cuantas veces me junto con esas personas, si me gusta estar con ellos, mis actividades extracurriculares, el estado de mi hogar, entre muchas otras cosas más. Resultaba incomodo. Por otra parte, el problema ahora más grande es ¿los sueños con él hasta ahora fueron reales? ¿Es parte de mis recuerdos? ¿O solamente de uno de ellos fue real? Porque en ciencia cierta se una cosa, él y yo nos conocíamos de antes, y no tengo que ser un experto o preguntárselo para saberlo. Hay otra cosa que me preocupa, he notado que él siempre está alerta, una vez nos seguían y después de eso no lo vi durante un tiempo, me preguntaba ¿en que estará metido? Y luego lo ignoraba para no preocuparme de más. Estaba molesto, en tan solo unos días, él había entrado a mi vida por completo, más que cualquier otro. En esos momentos pensaba ¿Qué tiene él de especial? ¿Qué es lo que me llama la atención? Axel, no lograba sacarlo de mis pensamientos, tanto que podría enloquecer.

Notas finales:

Y bien, ¡¡¿quien quiere ese especial?!! ^^ vamos, que si lo quieren lo actualizo el mismo dia q actualize el tercer cap... un cap de Riku y Sora no lo hace daño a nadie... ^^

Por cierto, ¿quien creen que es el castaño que ayudo a Axel a escapar? ^^ vamos, juguemos a las adivinanzas XD quiero reirme un rato >=D

Ah... el tercer cap es muy distinto a este, pues como dije lo narra Axel, y alli, si que me rei XD el pelirrojo es un desastre jajajajjaja XD Ademas, el ultimo parrafo de este cap, que narra Roxas de lo que paso desde que Axel lo arrastro contra su voluntad (xD) pues.. es el comienzo del tercer cap, para ser mas especifica el 3cer cap es esas escenas q no muestran, la del helado... la del tiempo que desaparecio, y obviamente mucho mas, se empieza por alli narrando todo eso y termina 3 años luz mas alla ;D

Ahhh si no fuera por el tercer cap donde explican el final de este cap, odiaria con toda mi alma ese final... no me gusto ¬¬ En fin... los dejo ir, son libres! LIBRES!!! ^^ Cuidense ;D Nos leemos pronto~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).